Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Relaciones toxicas por Chiaki28

[Reviews - 282]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Primero les quiero contar que no iba a subir este fic tan pronto porque tengo otros desastrozos en los que me reclamar por mi demora, pero hay Dios  Yuu4everalone; te juro que fue demasiado lindo todo lo que dijiste, me emocione como idiota y soy muy debil! Acabe escribiendo este fic y te dedico el capitulo, espero que te guste <3 <3

Takano Pov

“Estoy dispuesto a ir hasta el final contigo Ritsu” Esas palabras escaparon de mis labios sin mi consentimiento; mi mente estaba hecha un caos, mi confundido corazón se había transformado en un rompecabezas cuyas piezas faltantes no podía hallar, las verdades morían en mi garganta mientras mi respiración era robada por ese chico.

Ni si quiera yo entendía mis intenciones con Onodera, sin embargo, al apreciar como esos ingenuos ojos de vivas tonalidades jades se abrían con sorpresa siendo resaltados por aquel encantador carmín que yo provocaba en sus mejillas decidí repetir esas irresponsables reflexiones.

“Pienso que debemos llevar esto a otro nivel Ritsu”  Declare con seguridad aferrándome con fuerza a la delgada cintura de mi compañero.

“¿Qué diablos es lo que tratas de decir con eso?” Me respondió atónito con los labios temblorosos, la mirada baja y sus manos aferrándose a aquel enorme manuscrito como una vaga distracción a mis confesiones.

“Pienso que debemos meternos aún más en esta relación, perdernos en la actuación, hacerlo todo el tiempo para que nunca nadie sospeche” El castaño alzó la mirada con las cejas sutilmente fruncidas tratando de rebatirme.

“¿Qué es lo que ganas con todo esto? Todavía hay algo que no coincide en tu manera de actuar, aun no me puedo fiar de tus intenciones cuando dices esta clase de cosas” Especuló con seguridad “¿Qué es lo que estas planeando Takano?”

¿Qué era lo que buscaba? Ni si quiera yo lo podía decir; la razón por la que me sumergí en esta desquiciada broma fue para mantener a este chico cerca, ser capaz de verlo despertar con sus mechones castaños revueltos; apreciar sus sonrisas al intercambiar una casual y torpe conversación; quiero que sea feliz, codicio que Onodera reciba el amor que merece y que el petulante y arrogante de mi primo pague por sus finas lágrimas.

Estoy consciente de que lo único que pretendo tener con este castaño es una íntima amistad, entonces ¿Por qué diablos me duele de esta manera mi pecho al imaginarlo con el torpe de Haitani? Me da rabia toda esta situación; me frustra tener que encariñarme de esta manera con Ritsu solo para después perderlo.

Yo lo valoro; lo cuido, me he acostumbrado a su calor, a su dulce voz, a sus regaños, él se está volviendo una pieza esencial en mi destino; ya no lo puedo dejar ir, no soy capaz de liberarlo de esta prisión a la que nos he condenado; en estos momentos con la desesperación consumiendo cada uno de mis sentidos solamente me queda seguir mintiéndonos;  intentar con una lastimera voluntad cegar mis pasiones al estar paralizado por la angustia.

“Será mejor irle a devolver el libro a Hiroki” Murmuro con decepción empujándome con el imponente texto para huir de la incómoda conversación.

“Ritsu” Lo llame tomando su brazo “Sé que esto todavía es extraño; tener que fingir estas cosas conmigo cuando has pasado toda tu vida con Haitani debe ser incomodo pero todo esta locura la estoy haciendo por tu bien, porque me importas” El menor se ruborizo tenuemente ante mis certeras palabras mientras aquellos hermosos versos trataban de convencer a mi razón para abandonar este infantil capricho que me atormenta.

“¿Qué es lo que me quieres proponer?” Susurro con suavidad “Supongo que después de todo lo que hemos hecho es muy tarde para retractarnos y hay que llegar hasta el final con esta torpe actuación” Sin poder evitarlo revolví los cabellos de mi falsa pareja sin ser capaz de borrar una tonta sonrisa de mis labios.

“Aunque me enferme admitirlo mi primo no es tonto; él puede leer con facilidad tus emociones y descubrir rápidamente mis mentiras” Mascullé con cólera al recordar como esa víbora cínica había encerrado a Onodera en el baño para seducirlo.

“Él me conoce desde hace años, hemos estado juntos desde que lo puedo recordar, es natural que pueda ver con transparencia mis emociones” Se excusó reforzando el agarre con el cual sus manos sostenían el complicado libro.

“Por eso hay que hacer esto más creíble; Ritsu de ahora en adelante estaremos todo el día actuando; solo me miraras a mí, solo pensaras en mí en las noches, te aferraras a mi cuerpo cuando tengas miedo, desearas mis labios hasta que el nombre de mi primo quede en el olvido” Respondí con cólera observando cómo el cuerpo del más bajo se estremecía ante mi gélido y autoritario tono de voz.

“Creo que eso es llevar las cosas demasiado lejos” Murmullo mordiéndose el labio con angustia; evadiendo mi mirada.

“Aún no he acabado” Con ímpetu tomé el mentón del menor para perderme en esas hipnóticas orbes que capturan mis emociones para dejarme vacío “Quizás debamos llevar las cosas más allá de besos, que los toques sean intensos, seamos aún más empalagosos” El castaño me miro atónito mientras un quejido era liberado de sus dulces labios.

“Yo no soy la clase de hombre que se acuesta con otro sin razón alguna, lo lamento” Se excusó ofendido presionando sus parpados.

“Ritsu yo no digo que debamos tener sexo pero esas típicas parejas acarameladas que alardean todo el día sobre su felicidad se tocan todo el tiempo; no se pueden despejar y pienso que si queremos que Haitani se tragué este teatro necesitamos esforzarnos un poco más” Sin poder contenerlo una pequeña risa fue liberada de mi garganta ante su enfadada y apenada expresión.

“El único hombre con quien yo he estado es con Shin, será muy complicado ir más allá de los besos” Declaro consiguiendo que un enigmático dolor calará en mi pecho y una incontrolable furia encendiera mi sangre.

“Te pedí que no lo nombraras cuando estés conmigo, no lo mires, no pienses en ese idiota que te lastimó” Proclame con un ataque de celos sin fundamento alguno; me siento tan inseguro cuando se trata de este castaño, temó no poder profesarlo como mío y apreciar la latente mentira entre nuestras confundidas emociones.

 “Takano además tú eres heterosexual; ya debes estar bastante presionado para hacer estas cosas, yo no te quiero forzar a nada, no quiero que después nuestra amistad sea incomoda porque te acabé desagradando mi presencia” Murmullo relajando sus facción para llevar una de sus manos hasta mi hombro en señal de confianza y sinceridad.

“No me estarías forzando a hacer esas cosas” Balbuceé con un pequeño hilo de voz como un intento agotado por mantener esta frágil mentira.

“Lo mejor será que le vaya a entregar el libro a Hiroki antes de que él reclame y acabemos con el trabajo para regresar a casa, cuando estemos más calmado podemos hablar de esto” Musito apartándose de mi cuerpo en contra de mi voluntad para atender a sus amigos y dejarme con una dolorosa punzada en el corazón.

Yo jamás he manifestado un interés amoroso por alguien más; he salido con varias chicas, sin embargo, nunca he percibido esas explosivas emociones que narran con tanta cautela en los libros, yo no he sido capaz de enamorarme, de pensar cada instante en alguien más y codiciar protegerlo incluso de la misma verdad para preservar sus ilusiones.

Jamás me interesó mantener una relación con ninguno de los dos sexos; yo me encontraba resignado a conseguir un poderoso empleo como mi primo y formar una aburrida familia sin pasión para enorgullecer a la mía y de esa manera ser contemplado con el respeto que el hipócrita  de ojos escarlatas impone.

Pero desde que conocí a Ritsu las cosas han cambiado; ese castaño de ingenua mirada lo ha desplomado todo en mi interior, me ha dado fuerzas que no dominaba para levantarme en contra del veneno con el que Shin me trataba de someterme y confrontar a mis demonios, me ha forzado a tomar el control de mi reino y manejar mis propios sueños; él me ha dado fortaleza y coraje para convertirme en mi propio héroe.

Su nombre ahora es el único que resuena como eco por las paredes de mi mente; sus toques desatan en mí extrañas cosquillas, que pronuncie al repulsivo mentiroso de cabellos rojizos me enfurece, que se aparte de mi lado me entristece ¿Esto es lo que las personas llaman atracción? ¿Aún sigo fingiendo?

Una torpe risa escapo de mis labios al apreciar como el travieso chico de cabellos negros miraba con picardía a mi sonrojada pareja consiguiendo que sus cejas se arquearan; él es realmente adorable, desearía que esa forma tan cálida con la que contempla a Haitani fuera mía, ansió ser el nombre grabado en su corazón.

Con un suspiro iluso me acerque hasta los risueños muchachos para aferrarme con recelo a la cintura del castaño quien se trató de liberar con terquedad de mi agarre ante las infantiles burlas de sus cómplices.

“No distraigan a mi Ritsu del trabajo o nos echaran por su culpa” Los regañe besando sin vergüenza alguna sus cabellos.

“No tienes porque seguir fingiendo; él ya nos contó todo acerca de su falsa relación, te puedes relajar al estar entre amigos” Me indico el niño de infantiles ojos cafés quien apoyo sus codos sobre el mostrador.

“Entonces supondré que les dijo porque debíamos fingir con más esmero” El castaño más alto liberó un abrumado suspiro extendiéndome el pesado manuscrito.

“Espero que sepan en lo que se están metiendo, conozco a Haitani desde años y no creo que las cosas les resulten bien” Expresó con severidad cerrando sus parpados “Me voy a llevar este libro por cierto” Me indico tocando la portada el enorme texto.

“Nosotros sabemos en lo que nos estamos involucrando” Respondí a la defensiva encubriendo mis temores.

“Lo que digas Takano” Farfullo cansado “Pero te advierto que si juegas con fuego te vas a terminar quemando” Musito con agobio sacando un par de billetes de sus pantalones vaqueros para cubrir la cuota de renta.

“Lo tendré en cuenta” Declare recibiendo el pago.

“Y por lo que veo tú ya estas más que condenado en esto” Me indico haciéndome una seña con los labios para apuntar a Ritsu.

“Hiroki no le digas cosas raras” Se quejó el castaño aferrándose por inercia a mi brazo; consiguiendo que un agradable golpeteo meciera mi pecho.

“Solo les soy sincero porque a lo suyo ya le veo un final” Declaro acogiendo con cariño y afecto el enorme libro “Y se asemeja a una tragedia, tengan cuidado Ritsu” Pronuncio para lanzarnos una preocupada mirada antes de desaparecer con el infantil peli negro por los imponentes estante del lugar.

“Él siempre ha sido muy intuitivo” Musito el más bajo apartándose de mi brazo “Eso es lo que me preocupa”

“Solo hay una forma de averiguar el final al que nos dirigimos” Contesté con certeza tomando entre mis manos sus mejillas.

“¿Cuál es la forma?” Me pregunto cegado por la curiosidad sin apartar esas brillantes esmeraldas de mis ojos.

“Escribiéndolo nosotros” Murmulle rozando en un tierno tacto sus adictivos labios; permitiendo que su calor me envolviera y sus delgados brazos acarician mi pecho “Ritsu llevemos esta locura hasta sus últimas instancias”

“Takano” Me llamó aferrándose a mi camisa con la mirada gacha “Tú te has ganado mi confianza, te seguiré a donde vayas, ignorare este mal presentimiento que tengo y borrare esas tontas ideas de que tienes intereses escondidos” Declaro con sinceridad mientras sus piernas temblaban ligeramente ante sus penosas palabras.

“No te voy a defraudar mi lindo novio” Respondí con satisfacción recorriendo embobado con mis dedos sus facciones “Ritsu juntos lo haremos, no me rendiré hasta que tu consigas el afecto que mereces” Murmulle ocultando la verdad con descaro, omitiendo que era yo quien codiciaba ser el causante de sus suspiros.

“Takano aunque esto acabe de maneras extrañas yo jamás me iré de tu lado” Musito con una alegre sonrisa apartándose de mi pecho “Eres un muy buen amigo” Sin poder esconderlo una mueca de desagrado se trazó sobre mis labios.

“¿Qué te dije?” Lo interrogue inspirando para proclamar las cosas en una suave tonalidad “Siempre actuando; no soy un buen amigo, soy tu novio” El menor rio con ternura negando con la cabeza por mi infantil comportamiento.

“Sabes a lo que me refiero” Se quejó alzándose en la punta de sus pies para depositar un pequeño beso en mi mejilla “El punto es que me siento agradecido de que estés acá apoyándome idiota” Susurro desenfrenando mi respiración.

“Terminemos luego el tedioso y agotador trabajo para poder pasar tiempo de calidad juntos en el apartamento y dormir abrazados toda la noche” Respondí dándole la mano para ir a ordenar los últimos estantes juntos.

“No hables con esos despectivos de tu empleo después de lo que me costó conseguirlo con Sensei” Se quejó sin liberarse de mi agarre, obedeciendo mis deseos con una embustera molestia y un falso enfado.

El resto de la tarde Ritsu y yo ordenamos los materiales entre risas y bromas, caricias y coqueteos envueltos en un ambiente familiar que mi demente corazón jamás había apreciado; ese castaño está calando con demasiado fuerza en mi interior; es malo que me guste de esta manera cuando sé que acabaré con el alma fragmentada sobre el suelo tratando de ser armada por mis lastimadas y magulladas manos.

Ignorando las alertas de mi mente al analizar  los nuevos horarios y esperar al reemplazante nocturno el más bajo y yo regresamos caminando hasta nuestro hogar con las manos juguetonamente entrelazadas en contra de su voluntad.

Mi mirada en ningún momento se pudo apartar de las reacciones del menor; como sonríe cuando piensa algo agradable, como al apenarse trata de ocultarse debajo de su flequillo, la manera en que su nariz se arruga con sus cejas revelando su molestia; todo lo que se relaciona con él me atrapa, me vuelve en un codicioso ladrón que ambiciona tener más de él hasta dejarlo vacío.

Sin prestarle atención a las concurridas calles ni a las curiosas miradas de los espectadores sin voluntad me limite a envolver a mi pareja entre mis brazos y acelerar sus latidos al compás de los míos por esos silencioso pero agradables minutos.

Al llegar al apartamento sin importarnos si estuviera mi primo nos sentamos en el sofá para repasar un par de cosas en las que me había equivocado al estar tan distraído en mi primer día de trabajo; como aprecio que tenga estos gesto conmigo, Haitani es realmente afortunado.

“Takano escucha por una vez lo que te digo” Se quejó el castaño arqueando las cejas mientras se trataba de apartar de mi cuerpo en ese pequeño sillón.

“Lo hago Ritsu, pero solo sabes reclamar lo torpe que soy” Protesté con falsa molestia para revolver sus cabellos.

“No me dejes como el villano; tú fuiste quien se la paso todo el día suspirando muy desconcentrado, me disculpo si mis órdenes e intrusiones no fueron las más correctas pero tampoco había entrenado a alguien  antes como para tener la experiencia” Se excusó desviando la mirada con nervios al percibir mi aliento sobre su rostro.

“No lo hiciste mal; yo era quien tenía la cabeza en las nubes” Respondí acariciando su mejilla para forzarlo a establecer contacto.

“¿Puedo saber en que estabas pensando?” Me  pregunto alzando una ceja, aceptando con timidez esta extraña cercanía.

“En ti” Respondí sonriendo con arrogancia al apreciar ese seductor rubor resaltando sus tentadores labios “Todo el día eres lo único que puedo ver ¿Cómo se supone que me concentre en otra cosa si estas tan cerca mío?” El más bajo respiro con intensidad mordiéndose el labio con angustia, como si no supiera que decir.

“Si te pongo nervioso quizás deberíamos cambiar de turno o algo así” Balbuceó con incertidumbre sin atreverse a mirarme.

“Estaría más concentrado si me prestaras más atención” Conteste llevando una de mis manos hasta su rodilla “Si me entregas la certeza de que soy el pensamiento que ronda por esa linda y complicada cabecita tuya”

Antes de que el castaño pudiera reclamar junté nuestros labios en un adictivo beso en el cual escogí arrojar la moralidad y el engaño para deleitarme del dulzor y la suavidad que solo sus labios sabían entregarme.

Mi respiración se agito al percibir como los brazos del menor en lugar de apartarme recorrían mi cuello con dedicación, como si estuviera probando mi cordura con la intensión de hipnotizar este demente latir; mis labios se movían con lentitud saboreando con recelo la húmeda boca del castaño; memorizando esa adictiva esencia.

Con fuerza repasé cada rincón de su cavidad tratando de marcarlo como si fuera mío; acariciando con lascivia sus dientes, mezclando nuestras salivas, aspirando su fragante perfume, quemando su piel; al llegar a su tentadora lengua la  sometí sin vacilar mientras mis manos acariciaban sus piernas para subir por su cintura y acercarlo a mi pecho.

Un pequeño quejido salió de la garganta del castaño al percibir como mis manos trataban de acariciar sin vergüenza alguna todo su cuerpo; ya no me podía detener, ese sabor era único, esas sensaciones, la estática, la electricidad, como la temperatura en mi interior ardía mientras la sed por su esencia me cegaba.

Sin poder continuar profundizando en aquel mágico tacto el sonido del timbre nos sacó de nuestra realidad, con rabia me separé de mi acompañante quien tenía el ritmo cardiaco acelerado y el rostro completamente sonrojado.

“No estoy esperando a nadie” Le indique con una sonrisa egocéntrica limpiando un poco de la saliva que caía de sus deliciosos labios.

“Yo tampoco, pero debería ir a abrir” Respondió sin moverse del lugar ni quitar las manos de mi cuello.

“Deberíamos dejar que suene y regresar a lo nuestro Ritsu, si fuera Haitani él tiene su propia llave” Le propuse besando su nariz con ternura.

“Tú no tienes vergüenza” Se quejó refugiándose en mi pecho, dejando que mis brazos lo envolvieran, antes de exclamar otro verso de sinceridad un par de estruendosos golpes en la puerta desplomaron el tierno sueño con el que nos quería embriagar.

“¡Maldición!” Mascullé apartándome con rabia de mi pareja.

“Iré a abrir y luego te seguiré regañando” Río levantándose del sofá para caminar hasta la entrada de nuestro hogar y perderse de mi vista.

Apoye mi rostro sobre mi mano sin ser capaz de dejar de suspirar o borrar esa tonta sonrisa sobre mis facciones “Me gustas tanto” Balbuceé dejando que mis pensamientos escaparan de manera irresponsable.

“¿Te diviertes besando a lo que es de otra persona?” La enfadada voz de mi primo logro que todos mis poros se tensaran; con agobio volteé mi rostro hasta el pasillo que daba a las habitaciones encontrando al mayor con el ceño completamente fruncido y los brazos cruzados.

“¿Qué haces acá Haitani? Se te esta volviendo una mala costumbre espiar a las demás personas” Me burle consiguiendo que mi primo caminara hasta el sofá para agarrarme del cuello de la camisa en busca de intimidarme.

“Imbécil que no tiene vergüenza ¿Cómo lo puedes besar de esa manera?” Una petulante y sarcástica risa salió de lo más profundo de mis pensamientos.

“¿Por qué te importa lo que está haciendo tú amigo vago?” Le pregunte con malicia confrontando ese asqueroso cinismo con el que nos pretendía enterrar y dominar; con el que quería manipular el futuro de nuestros caminos.

“Takano tú ganas”  Confesó acercándome con poderío hasta su rostro para que respirara su repulsivo aliento a tabaco “Me gusta Ritsu, más allá de ser amigos de sexo él y yo llevábamos una especie de relación” Con fuerza empuje al arrogante hombre del pecho para entablar una cortante e incómoda distancia.

“Recuerdo que dijiste que no podías enamorarte de un hombre” Lo confronte levantándome del sillón a la defensiva “Recuerdo que dijiste que eso te daba asco, que tú nunca sentirías esas cosas por Ritsu; recuerdo que lo hiciste llorar y te importo una mierda” Conteste caminando con autoridad hasta su endeble semblante.

“Nadie dijo nada de estar enamorado” Me advirtió retrocediendo hasta chocar con la mesa de madera del centro de la habitación.

“Con mayor razón no te debe importar lo que ocurra con él; pensé que las cosas estaban claras entre ustedes dos; ya terminaron, se acabó Haitani” Masculle con rabia apretando sus hombros para liberar todo le rencor que se ha acumulado en estos años de dictadura debajo de su pretencioso y falso nombre de perfección.

“¿Realmente crees que Ritsu se fijaría en alguien tan patético como tú Takano?” Me interrogo paralizando mis movimientos, consiguiendo que mi seguridad se derrumbara con un par de miserables frases.

“Mientras más tiempo pasamos juntos más ve como debería ser una buena relación en lugar de la basura en lo que tú lo tenías enterrado” Me queje sin desviar mi mirada de esos socarrones ojos escarlata.

“Veo que de repente toda esa fuerza con la que me atacabas se fue” Se burló consiguiendo que gruñera con rabia “Eso es porque sabes que Ritsu me pertenece, estas consiente de lo patéticos que son tus intentos”

“Eso es mentira, ya nos viste en el sofá; nos encontramos muy bien y felices sin ti metido en nuestra romántica relación” Lo contradije destrozando esa petulante expresión con la que usualmente me intimidaba.

“En un par de meses tú te iras y las cosas regresaran a la normalidad, solo debo aguantar unas cuantas semanas con tu desagradable presencia” Proclamo con descaro apartándome de su cuerpo como si fuera un agresivo animal siendo atacado.

“Cuando me tenga que ir  de acá me lo llevaré” Revele sin vacilar logrando que sus labios se deformaran “No pienses que dejare ir a Ritsu”

“Él no es nada tuyo, no te pertenece, no eres más que un simple despecho para una relación que duro cinco largos años de entrega” Farfullo reprimiendo sus palabras al escuchar un par de pasos resonando por las elegantes baldosas.

“Takano esto no era necesario” Se quejó el castaño apareciendo con el rostro ruborizando sosteniendo un gran ramo de rosas.

“Yo no te las compre” Respondí atónito resolviendo mis acertijos ante esas enigmáticas acciones, fulminando a mi primo con la mirada.

“¿No?” Murmullo “Pero estaban a mi nombre” El hombre de cabellos rojizos camino orgulloso hacia mi pareja para apoyar su brazo sobre sus hombros consiguiendo que su delicado cuerpo se estremeciera.

“Yo te las compre Ritsu, después de todo ahora sé que te gustan” El castaño abrió con sorpresa los ojos esbozando un tierno mohín.

“Gracias Shin, este es el primer detalle tan dulce que tienes conmigo” Musito embelesado por el ostentoso ramo “Aunque no era necesario”

“¿Te debo recordar lo importante que eres para mí?” Lo interrogo besando sus cabellos, logrando que la sangre me destrozara los músculos y unos intensos deseos de destruir esa torpe expresión de su egocéntrico rostro me cegaran.

“Es raro en ti” Susurro para sí mismo alzando con algo de temor su mirada para encontrarse con la mía; mi supuesta pareja se apartó de Haitani y camino con preocupación hasta mi lugar dejando el ramo sobre los cojines del sillón “¿Estas bien?” Me pregunto recorriendo con sus cálidas manos mis facciones, examinándome como si me pudiera leer.

“¿Por qué?” Respondí rodeando de manera recelosa su cintura debajo del enfadado semblante de mi primo.

“Por unos instantes esbozaste una expresión tan melancólica y afligida que me asuste, pensé que te dolía algo” Expreso con sinceridad; me pregunto ¿Qué clase de expresión demacrada habré dibujado para que Ritsu lo notara?

“Estoy bien amor” Conteste besando su mejilla “Yo iré a colocar esas cosas en agua mientras tú podrías ir por la lista de libros para organizarnos para mañana ser más eficiente” Le ofrecí revolviendo sus cabellos.

“Es cierto” Murmullo apartándose de mi “Takano sé que las cosas a veces parecen duras en este empleo pero valen la pena” Respondió ignorando a Shin para dirigirse a la habitación; aprovechando esta instancia me acerque a mi primo para confrontarlo.

“No sé lo que estas planeando con esa clase de gestos con mi Ritsu pero no permitiré que juegues así con él” Pregone con certeza haciendo presión sobre mi mandíbula.

“¿Creíste que te iba a dejar las cosas así de fácil?” Me contradijo liberando una petulante y sarcástica risa que erizo mis poros y heló mi sangre “No Takano; te demostrare que sin importar tus esfuerzos él sigue siendo mío”

“Me das asco cuando lo tratas como un objeto” Bramé sosteniendo con fuerza mis murallas, manteniendo un personaje que se fundió en mi piel.

“Te repugna porque sabes que tengo la razón” El más alto apoyo con poderío una de sus manos sobre mi hombro “Takano conquistare a Ritsu para que regrese a mi lado y ambos te echaremos de acá” Con coraje aparte su mano para declarar con certeza.

“Entonces yo haré que se enamore de mi para que por primera vez tenga el amor que merece” Mi primo se limitó a negar con la cabeza como si se encontrara subestimando mis actos y menospreciando mis conexiones.

“Supongo que esto es la guerra mi fracasado primo” Declaro llevando sus manos hasta sus caderas “Que gane el mejor”

Notas finales:

Aviso en general..descubri que la unica manera de no atrasarme como con las 14 leseras en las que trabajo es subiendo dos diarias asi que espero que no les enfade tanto mi acoso a diario que lo hago con amor <3

Y ya pasando al fic...sip; Shin no se iba a quedar de brazos cruzados al percibir las serias intensiones que tenia Takano...pero el poder con el que manipulaba a Onodera cada día es un poco más debil, asi que esta guerra no sera sencilla.

Solo dire que el azabache acabo perdido en su propio juego.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias a todos los que leen <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).