Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Relaciones toxicas por Chiaki28

[Reviews - 282]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos! ¿Alguien me recuerda? 1/13

Bien pude sacar masivas; para las personitas que sí estaba al tanto de mis publicaciones les explico....

Una semana para escribirlas, una para leerlas y una para responder comentarios, eso fue lo que necesite porque me enferme y tuve que tomar los examenes más apretados.


La verdad las iba a subir ayer pero me pasó algo un tanto....brusco y desagradable, por eso las tuve que dejar para esta noche, siento la repentina desaparición, yo soy una persona que se rompe con suma facilidad, me disculpo que eso afecte.


Sabran algo de mi el Lunes ya con otra continuacion.

AriXRUSK te escribi el capitulo porque de verdad me dejaste emocionada hasta a mí con el fic; espero que sea de tu agrado <3

Ahora con el fic en si mismo; acá ya tienen la reaccion de mis amados nostalgicos despues de esa profunda entrega que tuvieron y ya Shin sigue quedando como problema.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

Un agradable aroma a menta inundo mi mente, una reconfortante calidez se encontraba protegiendo mi frívolo cuerpo en esa tormentosa noche de invierno, tiernas palabras de amor se encargaban de acunarme cual escudo protector en contra de mis infernales demonios, no me pude resistir a tan gratas sensaciones ni huir de ese electrizante contacto.

Con pesadumbre traté de alzar mis parpados al percibir un ligero cosquilleo sobre mi rostro, de mala gana me encogí más entre las sabanas apoyando todo mi peso sobre su pecho, pude escuchar como su corazón se descompasó por esos juguetones toques, como sus labios se abrieron para que su aliento a licor rozará mis cabellos y una tonta risilla fuera esbozada en aquella habitación; pude sentir como me habían arrastrado a la lujuria y el amor en un carnaval sin sentido y aun así no lo detuve.

“Ritsu” Cuando él murmullo mi nombre con ese aterciopelado y ronco tono cada uno de mis poros fue atacado por un dulce espasmo “Mi Ritsu” Repitió provocando que mis mejillas ardieran al percibir como sus manos descendían por mi cadera.

“¿Qué ocurre?” Le pregunte abriendo finalmente los ojos para encontrarme con la sonrisa desbordante de satisfacción y cariño que me entregaba el más alto.

“Estaba divagando en voz alta” Se excusó reclinándose en la cama sin que sus manos liberaran mi cintura “Que agradable es despertar de esta manera contigo” Musitó acariciando con su boca mi frente “Podría hacerlo todos los días”

“Yo también” Balbuceé atontado por sus caricias “No sé qué tan bien funcionen las cosas entre nosotros pero me esforzaré por dar lo mejor para eso” Mi comentario consiguió que una risueña risa fuera invocada junto con una resplandeciente mirada.

“Solo debes ser tú mismo y me tendrás embobado” ¿Cómo me puedo enamorar más y más de este hombre? Mi cabeza debió haber dejado de funcionar para exponerme a algo así.

Antes de que pudiera dejar salir algún reclamo él me cubrió con la suave sabana celeste como símbolo de cariño y protección, cuando mis ojos nerviosos se desviaron hacia el suelo y vi que las alfombras no eran las que yo y Shin habíamos escogido regresé de golpe a mi realidad.

“¡Es la habitación de Hiroki!” Grité histérico y apenado tratando de salir de la cama en vano por culpa de sus celosos agarres “Takano” Bramé frunciendo el ceño.

“Sí él te ayudo para que habláramos en el fondo sabía que esto iba a pasar” Proclamó con altanería esbozando una pícara sonrisa “No iba a durar mucho tiempo en la misma habitación que tú sin querer tocarte”

“Él me apoyó para que habláramos” Farfullé resaltando la última palabra con cólera “Que vergüenza” Balbuceé rendido consintiendo que me apoyará entre sus piernas mientras dejaba que su cabeza reposará sobre mi hombro “Ya no lo podré volver a ver a los ojos” Él liberó una fugaz risilla que aunque debió enfurecerme tan solo logró disipar el temor.

“Exageras” Se mofó aspirando sin pudor alguno al aroma de mi cuello “Enserio no puedo creer que volvieras por mí” Cada uno de mis músculos ardió “No te puedo describir lo feliz que me siento en estos instantes Ritsu” ¿Por qué con solo pronunciar mi nombre puedes acabar devastando mi mundo? Una expresión llena de nostalgia se trazó en mis facciones. Yo había olvidado lo que era el amor, me siento tan agradecido de tenerlo a mi lado “Mi lindo castaño” Él es lo que me complementa, por quien podría esperar toda una vida y más, la persona quien merece cada una de mis lágrimas y es el causante de mis sonrisas.

Tan solo suspire cual iluso para descansar en su pecho y deleitarme con su cercanía dejando que esas grandes manos eliminaran todos mis temores y mis dudas, que me liberaran de las cadenas como lo hizo al besar el veneno que desprendía esa toxica relación.

Takano es un hombre valiente; él rompió su propio corazón para pegar esos punzantes fragmentos al mío y arreglar las heridas que ya consideraba como cicatrices de eterno dolor, él es mi imperfecto príncipe, la persona por la que tanto he rogado, el chico de mirada de cristal y pulcro marfil; es una lástima que no lo haya conocido antes por el tiempo perdido, sin embargo, eso ya no me detendrá, nunca más permitiré que alguien me pasé a llevar por respeto a sus memorias.

“¿Crees que ellos se enojen si usamos su baño?” Su aliento acaricio mi cuello con seducción, sus manos ascendieron por mi desnudo pecho cortando mi respiración, cada centímetro que sus yemas recorrían quemaba como un tortuoso infierno moral “Me muero de ganas por poder tomar una ducha contigo”

“No seguiré profanando la casa de mi amigo” Gruñí con el ceño fruncido y una hipócrita mueca de terquedad “Lo mejor será vestirnos, cambiar las sabanas y” No acabé mis palabras al haber sido levantado de la cama entre sus brazos para ser cargado hacia el baño “¡No seas terco!” Aunque le grite mis palabras no le llegaron.

A pesar de haber batallado retorciéndome en busca de obtener mí libertad él me arrastró hacia la ducha en donde me dejó con ternura para dar el agua y comenzar a mojar mi cuerpo con una expresión de pleno gozo; él siempre consigue lo que quiere.

Temblé al percibir el cálido liquido recorriendo mis músculos; me traté de apoyar en un rincón como una pequeña presa aterrada huyendo de su depredador en vano, sus manos comenzaron a lavar con dedicación mi cabello devastándome con sus movimientos, destrozando el estrés que se había clavado en mis venas y quebrando los vestigios de los muros que trataba de sostener.

Me ruboricé con intensidad al apreciar como el agua le pegaba el flequillo a la frente de manera magistral; como sus ojos parecían destellar emociones al aflorar con los míos, como su mirada se transformaba en belleza dorada, su piel blanca, su perfecto y formado cuerpo, esas expresiones tan únicas que él me regala, esto es mucho para soportar, este amor está devorando cada uno de mis sentidos hasta absorberme para asfixiar.

“Realmente te ves lindo por las mañanas” Balbuceó con un ligero tartamudeó nervioso sin despegar esas grandes palmas de mi cintura.

“Te estas aprovechando de la situación para decir esas cosas cursis” Le gruñí sin apartarme de él, apoyando con angustia mis manos sobre sus hombros en busca de cercanía y afección.

“Te las diré hasta que se vuelvan lo más natural entre nosotros” Se burló descendiendo hacia mi cadera, quemando mi piel con esas adictivas caricias de fuego “Después de todo eres lo único que quiero ver cuando despierte” Reiteró alzando mi mentón para entregarme un superficial beso que de igual forma me electrizó.

“Ahora que las cosas están bien entre nosotros” Luche por sostener aquella perdida mirada “¿Vas a volver a trabajar conmigo?”

“¿Qué?” Me respondió un tanto atónito.

“Sí es que” Miré mis pies como si tuvieran algo especial para proseguir “Me he sentido bastante solo en la librería desde que te marchaste, he extrañado tus tonteras, como me apenas en frente de sensei, esos gestos que pones cuando haces algo bien y te realizas” Mi boca libró sin mi consentimiento mi único pensamiento “Me has hecho falta tú”

“Lamento haberte dejado en primer lugar” Él me empujó en contra de la regadera; me estremecí en al tocar las frías y húmedas baldosas de cerámica mientras el agua tibia continuaba corriendo por mis hombros “Aunque pienso que quien más sufrió sin ti fui yo” Murmulló antes de acunar mis mejillas y rozar mis labios.

Su sabor a veneno me devastó, mis dedos se aferraron con fuerza a sus empapados y sedosos cabellos, mis pies se alzaron para una mayor cercanía, mi cadera se apoyó en esa pared, mi boca se movía desesperada al compás de la suya; ya no tenía salvación.

Su lengua recorrió con dominio cada parte de mi cavidad, su saliva fue lo que impregnó mis sentidos, su aroma inundo el vapor, su calor me hizo delirar hasta la locura; pronto los movimientos se volvieron más intensos al haber desatado esa batalla de éxtasis.

Sus labios sometieron a los míos con su fragancia a ron, su lengua acaricio con lascivia la mía electrizándola con sus expertos movimientos, sus manos apretaron mi trasero consiguiendo que un ahogado gemido fuera pronunciado “Takano” Suspiré mientras su boca descendía hacia mi cuello con lujuria.

“Masamune” Repitió perdiéndose en la densa niebla “Llámeme siempre por mi nombre” Ordenó al morder una vez más mi piel tiñéndola de un llamativo granate.

“Te encanta hacerme pasar vergüenza” Me queje perdido entre sus roces “¿No es así?”

“Lo amo” Confesó lamiendo mis hombros “¿No tienes energía para hacer algo más?” Mi rostro ardió por esa proposición.

“¡En la ducha de mi amigo no!” Grité al recordar que esta no era mi casa “Él va a estar furioso” Volví a balbucear nervioso agitando mis manos para que estas fueran sostenidas por las suyas.

“Tan lindo” Repitió besando mi frente; cortando el flujo del agua para llevarme a la habitación con un posesivo agarre.

Takano comenzó a secar con una toalla al azar cada gota que descendía de mi cuerpo solo para después morder y besar aquella zona como si ahora fuera de su propiedad, él me vistió con lentitud deleitándose con mis gestos de pena y vergüenza con una expresión que destilaba orgullo y arrogancia.

Cuando ya me encontraba listo él se apresuró a cubrirse con las mismas viejas ropas que traía puestas ayer para después secar mi cabello al apoyar una toalla sobre mi cabeza y comenzarla a restregar con suavidad. Esa clase de atenciones que él tiene conmigo; esos hermosos detalles, melosas palabras, amorosas miradas, no me había dado cuenta de lo muerto que estaba hasta que lo conocí, no me había percatado de las heridas que tenía en mi carne hasta que él las cicatrizo; no me pude evitar enamorar.

Sus trazos eran dulces y cuidadosos, su cuerpo húmedo tan solo intensifico ese adictivo sabor del que ya era mártir mientras mi pena se escondía debajo de esa gigantesca toalla. Yo no logró imaginar el resto de mi vida con alguien como él, estas hermosas fantasías tan solo duraran la primera semana de romance y amor después las espinas de las rosas saldrán y ambos al estar expuestos acabaremos heridos con el orgullo pisoteado.

Todo siempre es hermoso y brillante al comienzo, no obstante, los años, la desconfianza, los celos, eso distorsiona la belleza de la inocencia y se inyecta como concreto en las venas, esto tampoco será eterno, no lo fue con Shin, no lo será con él pero “Te amo” Con él lo puedo intentar.

“Y yo a ti” Murmullé nervioso; él frenó sus movimientos para levantar la toalla y ver mi genuina mirada de aflicción.

“¡Ya llegamos!” El ruido de la puerta con ese estruendoso grito fueron los que captaron mi atención “Takano espero que no hayas desperdiciado la oportunidad que te di con Ritsu” El castaño apareció al frente del pasillo con una mirada cansada y su novio con la cabeza gacha por detrás “Que bien, veo que sí se arreglaron” Me mordí el labio con nervios por la sonrisa arrogante que el azabache tenía sobre su boca.

“Hiro-san” Nowaki pareció recobrar energías al vernos “¿Por qué están mojados?” El nombrado pestañeo múltiples veces para después ladear la cabeza “Al mismo tiempo”

“¿Ustedes?” Mi sonrojo lo comprobó “No te atreverías Ritsu, somos amigos” Proclamó con pánico ingresando en la habitación para encontrarse con las sabanas desechas y algunos adornos esparcidos por el lugar “¡Lo hicieron!” Me reclamó con el ceño fruncido.

“¿No nos prestaste la casa para eso?” Golpeé al de mirada miel en las costillas por su tonta pregunta.

“No” Gruño tomándome de la muñeca “Se las preste para que hablaran par de animales” Sus ojos desaparecieron en las arrugas que provocó esa expresión “¿Sí se hubieran reconciliado en la librería lo hubieran hecho allí?”

“Posiblemente” El más alto se calló ante mi fulminante expresión “Fue una separación dolorosa” Eso no nos ayudó.

“Lo siento” Susurré con sumisión agachando la cabeza; el castaño trató de mover sus rígidos e inflexibles músculos para sobarme la espalda en señal de confianza en vano al estar atado por los grilletes de su orgullo; lo habíamos hecho enojar.

“Solo ven conmigo” Suspiró arrastrándome hacia la cocina, dejando a nuestras respectivas parejas en una aniñada e infantil conversación.

No pude mantener un intenso tacto visual ante el brillo de incertidumbre que emitían esos almendrados ojos, tan solo pude torcer mi boca en una mueca tatuada por el arrepentimiento y la aflicción mientras las letras se estrellaban en mi garganta y los pensamientos se unificaban en mi mente;  solo sabía decir incoherencias.

“Ya cálmate” Musito con confianza indicándome que tomará asiento a su lado en la mesa en donde le servía desayuno al de esperanzadora mirada.

“Enserio lo siento” Insistí obedeciendo por inercia; sus manos apretaron las mías con intimidad mientras su expresión se derrumbaba a una que destilaba preocupación.

“Tratando de olvidar esa traumática información” Murmullo incómodo “¿Cómo salieron las cosas con Haitani?” Su nombre retumbo en mi corazón “La última vez que hablamos por teléfono parecías tan histérico”

“Mal” La amargura en mi boca no se hizo de esperar “Siento que lo hice todo mal con ese hombre” Miré mi mano recordando aquel hermoso objeto que él alguna vez me había obsequiado “Él se portó tan bien conmigo, fue tierno, galante, me mimó como jamás lo había hecho, me rogó que me quedará a su lado y lo intentará pero” El peso de la culpa me aplastó.

“Ritsu”

“Le fallé” Proclamé decepcionado del egoísmo que me había poseído para mover los hilos de mi destino “Le fallé Hiroki, después de que lo dejó todo por mí, su familia, sus amistades, incluso el respeto en su trabajo” Esa verdad fue como un disparo demoledor “¿Qué será de él ahora?” Temblé por culpa del terror ante los posibles escenarios a los que él se confrontaría “¿Cómo se las va a arreglar?” Esos latentes fragmentos de un gastado amor se clavaron en mi piel para desgarrar mi interior.

Con frustración me tiré levemente del flequillo para reír con histeria; aunque sabía que él acabaría pagando las consecuencias de mi arrogancia jamás me había preguntado por su dolor; mierda, lo estoy dejando solo, al hombre que me apoyó, con quien viví cinco años, mi primer gran amor, mi confidente, mi amigo, quien me cambió, lo estoy dejando ahogarse en el mar de lamentos que yo provoqué, perderse en los temores de la noche al fingir que no escucho su llanto, estoy permitiendo que nuestro para siempre se tatué en los engaños.

“¿Qué haré?” Me pregunte inmerso en ese trance; recordando el asco y decepción en sus orbes la última vez que me encontró.

“¿Recuerdas la primera vez que me lo presentaste?” Su voz resonó como eco por las paredes de mi mente “Cuando extasiado nos juntaste en un café porque para ti era importante que nos lleváramos bien” Mis facciones envejecieron por culpa de ese oscuro recuerdo.

“¿Porque?” Le pregunte sin tener las fuerzas para acabar.

“¿Recuerdas lo que grito al frente de todos los demás cuando dijiste que era tu novio?” Ya no me sigas torturando “Esa barata actuación” Ya no siga manchando algo que he atesorado como su lado bueno; no lo resistiré.

“¿Salir con un hombre?” Su sarcástica risa resonó quemando como ácido las memorias de mi alma “¡Sí tenías esa clase de repulsivos sentimientos por mí me lo debiste haber dicho antes Ritsu! No te quieras excusar con mentiras delante de tu amigo” Ese siútico montaje con el que me humillaba para mantener esa hipócrita mentira de la vida perfecta; la frialdad, la distancia, el engaño, sentirme asqueado de mi cuerpo al no ser más que su envase vacío, haber fallecido en la vida para tocar el infierno; claro que lo recuerdo.

“Mi amor no llores, sabes que dije esas cosas solo para proteger la imagen de ambos” La primera vez que utilizo ese gastado tono de mierda “No me pareces repulsivo, son blancas mentiras que usé porque no quería que supiera tu amigo de nuestra relación” La primera vez que mi orgullo se desmoronó para que mis manos le sirvieran de tapete y mis sueños de soporte, el momento en que algo falleció en mi interior y mi personalidad acabó en una tragedia de distorsión; claro que lo recordaba.

“El mundo puede ser muy cruel sí conoce tus debilidades” Pero el único cruel eras tú.

“Él no vale esa preocupación” La tonalidad de Hiroki adquirió un cariño casi paternal “Pasaste mucho por ese hombre; él te negó varias veces, se burló de ti al frente de tus compañeros, te montaba espectáculos de celos en el trabajo, el sujeto era muy toxico” Refunfuño fastidiado.

“Ya sé” Musite con sumisión.

“Y aunque él haya cambiado, te dé esa clase de tiernas regalías que siempre quisiste y admita abiertamente su homosexualidad eso no va esconder los cinco años que lloraste, las noches que viniste hasta mi puerta trastornado pidiéndome que te alojará en mi sofá porque no lo podías ver, el terror con el que lo esperabas en tu casa temiendo que te dejará” Apreté con fuerza su suave palma desmoronándome al frente de él.

“Aun así no merece que lo dejé solo” Proclame con decisión “Tú y Kisa solo han visto la parte negativa de ese hombre, yo lo conozco todo de él, es una buena persona” Una tonta sonrisa se trazó en mis labios “Quiero que Shin amé otra vez” Mi comentario deformó la sonrisa del más alto quien rodó los ojos cansado de ese discurso impregnado por el dulzor.

“¿Estás enamorado del idiota de Takano?” Reí ante la despreocupada manera por la que lo llamó.

“Sí” No vacile “Aunque Shin no deja de ser importante por eso, lo quiero pero es más un cariño por nostalgia y devoción, no se puede comparar con lo que siento por” Mis mejillas ardieron “Por Masamune”

“Está bien si lo intentas arreglar y quieres quedar en términos de amistad, no obstante, de alguien tan despreciable como Haitani no me esperaría nada más que amarguras” Se mofó levantándose de la silla como un flojo intento por huir.

“Hiroki” Mi mano apretó su muñeca frenando los pasos que aún no nacían “Gracias por ayudarme y darme el valor para pelear por él”

“De nada” Musito con orgullo “Aunque por tu culpa tengo problemas con Nowaki” No pudo disimular el cariño con el que pronuncio aquel nombre.

“¿Mi culpa?” Le rebatí alzando una ceja, sosteniéndolo con la misma fuerza con la que él tantos años me había socorrido

“Al parecer él pensaba que íbamos a salir a celebrar nuestro aniversario de tres meses a un elegante restaurant” Suspiro llevándose la mano hasta la nuca “Incluso me compró uno de esos ridículos collares que al juntarse forman un corazón, me siento bastante culpable” Me paré a su lado para apoyar mi brazos sobre su hombro.

“Ya encontraran algo que hacer” Susurré incorporándonos en el salón donde ambos hombres hablaban sin preocupación viendo una película al azar en la televisión.

El azabache me sonrió erizando toda mi columna vertebral apenas me vio; mis pies nerviosos llegaron al otro lado del salón en donde él me sentó a su lado para abrazar de manera celosa mi cintura y besar mi mejilla con afección.

“Son demasiado cursis” Se quejó el de hebras castañas “Ya comprendo porque estaban deprimidos par de idiotas”

“Hiro-san, no seas cruel con ellos dos” Lo reprochó con amor el más alto caminando hacia su lado para acariciar sus cabellos “Podríamos ir a probar el pastel que compramos como regalo de aniversario” El más bajo me miró nervioso en espera de aprobación.

“Disfrútenlo” Proclame indicándole que se fuera con su pareja para darle una explicación.

“Gracias” Aunque no lo escuche supe que eso fue lo que pronuncio.

Cuando quedamos solos subí mis piernas al sillón apoyando mi cabeza sobre su hombro mientras trataba de centrar mi atención en la intermitente pantalla que tenía al frente, el vicioso perfume de su piel me manchó, sus besos de almíbar me volvieron un egoísta, esas expresiones de puro jubilo y felicidad; ¿Está mal querer quedarse así por siempre?

La culpa que siento por haber condenado a Shin, por haberlo traicionado cuando él lo abandonó todo por este hombre de destrozados pensamientos y vulnerable pasión no se esfumará jamás, tengo que hacer algo para compensar a esas preciosas escarlatas en lugar de pisar su perdón, sin embargo, aunque la culpa se haya sumado como concreto sobre mi frágil espalda de cristal no me arrepiento de haber luchado por él.

Takano es mi final perfecto, con sus defectos, sus reproches, con las peleas y el dolor; esto para mi es tocar el éxtasis entre sus brazos; si yo tuviera que volver a sufrir todos esos años para conocerlo una vez más lo haría sin vacilar.

“Aún tenemos que buscar a donde irnos a vivir” Liberó de improviso desviando la atención de la televisión “No creo que tu amigo nos quiera mantener a ambos muchas más semanas”

“Lo sé” Reí nervioso al ver el destellante brillo en su mirada “Pero no es tan sencillo, debemos adecuarnos a un presupuesto, ver las cosas, las semanas de renta, el valor compartido, hay muchas cosas que debemos analizar antes de” Un tierno beso sobre mis labios me silenció.

“Te preocupes demasiado” Murmulló apoyando sus piernas entre las mías, arrinconando mi espalda en el brazo del sillón “Ya encontraremos una manera en donde podamos pagar una renta decente sin morir de estrés en el trabajo, tan solo confía en mí”

“Eso hago” Musité apoyando ambas manos sobre su pecho, percibiendo como nuestras caderas se presionaban en tan pequeño espacio “También tenemos que ir a hablar con Shin” El más alto trató de disimular su ira al escuchar su nombre sin conseguirlo con un pequeño temblor.

“¿No quedaron las cosas dichas entre mi primo y tú?” No me dejo bajar el mentón “No te atrevas a mentirme”

“Yo quiero que quedemos en buenos términos, él es alguien muy importante para mí a pesar de esos amargos traumas por los que pasamos” Confesé con la honestidad siendo mi guía “Además debo ir por mis cosas y devolverle el anillo” Sus hermosas orbes miel se abrieron reflejando incertidumbre y confusión.

“¿Tus cosas?” Me pregunto “¿Hace cuantos días estas afuera?”

“Me fui de ese apartamento hace tres días” Respondí divertido ante su ceño fruncido “Kisa me dio asilo en su casa y me prestó ropa porque todo lo dejé en ese apartamento, no creía que me quedaría tanto tiempo con él pero tú te rehusabas a verme”

“Si hubiera sabido” Tomé sus mejillas entre mis manos ante ese depresivo tono adquirido.

“Tan solo te hiciste de desear” Le respondí apresando sus labios entre los míos, apoyando mi espalda en el sofá mientras sus manos sostenían con una fuerza inhumana mi cintura.

Su boca se movió de forma animal sobre mis labios, sus dientes mordieron con hambre mi piel, su lengua acarició con lujuria mi esencia; pronto los espasmos se hicieron presentes al recorrer mis venas; el ritmo de mi corazón se hallaba en una demente sincronía ante tan sublime experiencia.

Nuestras respiraciones se fundieron en una sola, mis manos se enredaron en esos húmedos cabellos mientras él dejaba que su cuerpo apoyará todo su peso sobre el mío, un par de ansiosos jadeos se hicieron presentes aumentando la temperatura de ese encuentro.

Sus manos rozaron mi vientre debajo de la polera, mi lengua trataba de dejar que la suya lo guiará al estar siendo catadora de tan exquisito sabor, mis poros ardían al haber sido testigos de cómo la sangre se convertía en lava; este éxtasis, este amor, este momento, jamás lo volveré a vivir; es único.

“Mi Ritsu” Suspiró apresando entre sus dientes mi labio superior para después lamerlo, tocando con una delicadeza inocente los rincones de mi piel.

“¡Ejem!” Ambos nos paralizamos ante el frustrado tono con el que eso se pronunció “Perdón” El sarcasmo resonó “¿Los estoy interrumpiendo?”

“Hiroki” Reí nervioso al tener a Takano encima mío quien no se inmutó por la vengativa mirada en esas delicadas facciones.

“Les venía a preguntar si querían alguna frazada” Farfulló arrojándonos una gruesa manta roja para después cruzarse los brazos sobre el pecho “Por favor no hagan una tontera acá, suficiente tendré con quemar mis sabanas”

“Si te incomoda nos puedes prestar la cama” Proclamó con una mueca socarrona él más alto provocando que ambos nos ruborizáramos y enfureciéramos.

“Idiota no colmes mi paciencia, recuerda que solo eres invitado en esta casa” Se quejó frotándose con fastidio la frente “Sabía que era mala idea juntarlos acá, pero era lo más sencillo” Se reprochó en voz alta.

“Un hombre no controla lo que siente” Se excusó apoyando su cabeza sobre mi pecho, descompasando este ridículo corazón “Ni con quien lo siente” Musito con una melancólica sonrisa.

“Solo espero que tengan una noche tranquila y se controlen en casa ajena” Se quejó dándonos la espalda para ir a encerrarse al dormitorio.

El azabache rio ante mi pasmada expresión sin liberarme de sus brazos, él beso mi nariz restregándose con recelo en mi vientre para después rodearme con sus manos y presionar sus pestañas con ilusión; él es mi final perfecto.

“Lo debemos tener cansado” Musito sin alzar la mirada, sin poder ver el poderoso sonrojo del que era causa ni la tonta sonrisa de la que era presa.

“Mañana podemos pensar mejor en lo que vamos a hacer” Susurré jugueteando con los mechones de su cabello “No me importa a donde vaya a vivir mientras este contigo” Liberé en contra de mi orgullo para que sus ojos me poseyeran una vez más.

“¿Cómo no me iba a enamorar de alguien como tú con esa clase de frases?” Aunque su interrogante me reprocho; esa mirada y esa cercanía tan solo tenían escrito amor entre sus roces “¿Cómo no iba a caer por alguien tan maravilloso como tú?” Una vez más me había perdido en él y en esas preciosas verdades a medio descubrir.

Takano está ciego por este romance, me ve como sus orbes codician enseñarme; mis defectos los pasa, este carácter de infernal con el que los ataco, mi amargura, mi dolor, mis inseguridades, mis defectos, los errores, la tristeza, todo él lo convierte en algo hermoso, le entregaré todo lo que tengo para satisfacer este amor.

“Aun no comprendo cómo es que te enamoraste de alguien como yo” No deje que acabará al apoyar uno de mis dedos sobre sus labios “Pero trabajaré en nosotros por mantenerlo” No fue necesario decir más, él tan solo se dejó caer junto con el ritmo de mi respiración mientras yo memorizaba sus facciones inmersos en la oscuridad sabiendo que esta había sido la correcta decisión.

Salir herido no es una opción porque siempre existirá la decepción y el dolor, por eso yo le entrego el arma a ese hombre acompañado de mi corazón.

Quiero que sus marcas se quemen en mi piel para así jamás olvidarlo.

Notas finales:

Hiroki reacciono mejor de lo que hubiera esperado Ritsu jaja pero bueno él solo quiere el bien para su amigo.

Ya saben que son los capitulos finales y se viene el encuentro con Shin porque aun tienen muchas cosas que deben solucionar estos tres personajes.

Claro que poner a Shin y a Takano en la misma habitación....complicado.

Espero que les haya gustado!

Mil gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).