El sol se divisaba en el horizonte y con su luz envolvía a un barco que se encontraba en movimiento. La luz que entro por una de las ventanas de un camarote hizo despertar a uno de sus ocupantes.
De manera tierna Yugi abría sus ojos, pero al momento de que se vio atrapado entre los brazos de Yami, se sonrojo, tal había sido su cansancio de anoche que se había quedado dormido con él.
-Por favor Yami- decía el pequeño mientras trataba de quitárselo de encima y no era porque le disgustase, pero se sentía incomodo estar así.
Minutos mas tarde al no haber logrado despertarlo se rindió y solo trato de acomodarse de forma que no quedase tan pegado al cuerpo contrario.
-Yugi no me dejes yo …..tu .. me gustas-
Yugi miro de inmediato a Yami percatándose de que hablaba entre sueños, esto lo hacía sentir muy culpable, como era posible que el estuviese en aquel aprieto. Atem era su amor verdadero o eso había pensado, pero desde hace unas semanas el calor de Yami era el que lo abrumaba, lo envolvía, hechizaba y anhelaba aún más.
-Perdóname- dijo de manera entristecida y empezó a sollozar para luego seguirle el llanto y poco podía hacer para controlarlo, él era un chico bastante sensible y sus sentimientos podían llegarlo a golpearlo y abatirlo hasta llegar a un sofocante llanto.
Yami no podía ignorar el llanto agudo que llegaron a sus oídos y empezó a despertar algo aletargado por su borrachera de anoche y a pesar de sentir la cabeza retumbarle y dolerle como el mismo infierno, no podía ignorar los llantos del pequeño que estaba entre sus brazos.
-Te he dicho que no me gusta verte llorar y menos de esa manera tan ruidosa- dijo Yami mientras se incorporaba y trataba de tranquilizar a la persona que estaba a su lado.
-Lo.. sien..to .. es..solo que yo – no pudo completar la frase empezó a lloriquear y le dificultaba expresarse como era debido.
-Tranquilo trata de respirar profundo y cálmate- lo animaba Yami para que dejara de llorar y le explicase la razón de su pesar.
Pasaron varios minutos en los que Yugi continuo con su llanto y a pesar de su corta paciencia y lo exasperado que se sentía Yami fue comprensible y abrazo a Yugi a pesar de que este le mojaba el hombro con sus lágrimas. Ya mas tranquilo se alejo del calor de Yami y empezó a platicar de una manera mas calmada, el llorar le había quitado mucho peso de encima.
-Yo estoy muy confundido, se supone que debería estar contento de que regresare a Inglaterra, pero en este momento desearía que nunca llegase el momento de llegar al puerto, desearía que el barco se quedase aquí o regresara a Francia-
Yami se sentía un tanto confuso por lo declarado por el mas pequeño, acaso él quería quedarse a su lado y por eso aquel su deseo, eso provoco que Yami se sintiera feliz, a pesar de sentirse un completo desalmado por ser egoísta y querer a Yugi para sí solo.
-Entiendo que estés triste, Eleonor y Rebeca te deben hacer falta, pero debes ponerte contento veras a tu madre y a tu prometido- lo ultimo dicho era con algo de furia en su voz, el odiaba a esa persona y no lo disimulaba.
-Lo se debería ponerme contento, pero te extrañaría demasiado, estoy confundido yo no sé qué debo hacer tú has sido tan amable conmigo desde mi incidente, me has cuidado como si fuera una bella joya yo …-
-No digas más- lo interrumpió. -Se que debes sentir un gran aprecio por mí, pero no lo confundas, sé que me porte como un tonto anoche, pero mis sentimientos por ti no deben nublar tu juicio. El que sientas agradecimiento por mí es solo eso y nada más-
Yugi negó con su cabeza varias veces, no, lo que sentía por Yami era más que simple agradecimiento y aun no claro, pero se daba cuenta de que el sentimiento que compartían no era igual del que sentía por Atem, este era distinto, los dos eran igual de cálidos, pero con Yami sentía que moriría si se llegaban a separar.
-Me gustas- lo dijo de manera tímida mientras que agacho su cabeza para ocultar su vergüenza. Estaba declarando su querer hacia otro hombre y eso era vil, era lo peor, se sentía como un gusano qué pensaría Atem si lo volviese a ver, que el amor que profesaba por el era mentira. Pero Yugi entendía que el amor por su prometido solo había sido una ilusión, la del primer amor que parece ser verdadera y certera hasta que apareció Yami en su vida y le demostró que era el amor de verdad.
-Si lo haces por lo ocurrido entre nosotros no necesito de tu lastima, yo sé que amas a ese tal Atem –
-No quiero sentir esto por ti, pero yo no controlo mi corazón si pudiera, yo solo amaría a Atem como le prometí y no sentiría nada por ti, pero no puedo, no puedo dejar de sentir esto…- dejo de hablar porque Yami lo sostenía de manera firme y hacia que lo mirase a los ojos, por la fuerte expresión de aquella mirada Yugi no se atrevió a mirar.
-Mírame no continuare si no me miras-
La voz de Yami lo hacia reaccionar de maneras extrañas, sentía cierto cosquilleo recorrerle la espalda y sin mucha resistencia vio directo a quien le sostenía.
-Desde un inicio quede prendado de ti, esa dulzura e ingenua actitud tuya me gano y mi corazón late más fuerte cada vez que te veo, me dolía que tu debías irte, pero con tal de verte feliz soy capaz de morir por ti- respiro con calma para darse valor de continuar el develar así sus sentimientos no era algo que le resultase fácil. -No te mentiré he tenido mis romances y nunca he sentido esto por ninguna persona, yo incluso iba a impedir que regresaras, lo medite tanto te iba a ocultar la invitación que tenía para Inglaterra, pero tu felicidad me es más importante que mis egoístas deseos-
-Debería sentirme enojado porque tu deseabas retenerme, pero por otra parte hubiese deseado que me ocultases la invitación- derramo unas lagrimas, estaba anteponiendo su amor por Yami por sobre su familia.
-Deseo que al llegar resuelvas tus asuntos y con pesar te debo pedir que con tus palabras y viéndome directamente me digas que pretendes hacer. ¿Es Atem a quien le darás el sí en un altar o regresarías conmigo a Francia? -
-Yo…. Yo….deseo…quiero volver a Francia contigo-
A pesar de la duda que transmitió en su voz, no podía aguantar más, había resistido sus impulsos por el incidente ocurrido hace tan poco tiempo, pero el sanaría sus heridas. De manera suave tomo el mentón de Yugi y lo acerco.
-No fuiste claro con tu respuesta, pero acepto tus deseos espero que llegado al momento no te arrepientas, yo no pretendo forzarte, pero cuando lo veas podrían despertar en ti viejos sentimientos y si llegas a titubear de nuevo regresare a Francia, pero sin ti- no quería sonar duro con el pero no pretendía que su corazón estuviese a total merced de aquel chico y llegado el momento eligiese estar con el otro.
- ¿Dudas de mí? -
-Dudo un poco por aquel hombre que te está esperando y que los sentimientos por el sean más fuertes de lo que sientes por mi- decía Yami algo triste, pero de pronto sintió las manos cálidas de aquel chico pasar con delicadeza por su rostro.
-Te quiero-
Aquella frase fue suficiente para impulsar a Yami y besarle, con delicadeza unieron sus labios, experimentando así aquel sentimiento cálido que empezaba a nacer entre ellos como si una flor se tratase. Yami no iba a desaprovechar esta oportunidad y hasta que el barco llegue al puerto, el haría que ese bello ángel se sintiese en el mismo cielo.
-Perdóname Atem- decía una y otra vez en su cabeza mientras disfrutaba de los besos y las caricias que le daba Yami, lo que quedaba del viaje pondría en claro sus dudas.
Continuara.....