El comienzo de la pesadilla
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Aún estaba en su mente el día que volvió a ver a Vegeta después de no haberlo visto desde que salieron de la secundaria. Todo comenzó una tarde de otoño...
^^^Aproximadamente, hace dos años^^^
Broly entró a una cafetería, pensaba reunirse con su cliente número uno, así le podría ofrecer más ofertas 'irresistibles'. Faltaba una hora para que él llegara, así que se sentó en una mesa y esperó tomando un café. Su sorpresa fue cuando vio a un chico pelinegro entrar. Se le hacía familiar, estaba seguro de haberlo visto antes.
—"Vegeta"—pensó al reconocer ese rostro.
Se acercó a donde estaba ese joven, en una mesa al otro lado de la cafetería. Este muchacho, primero se quedó confundido, pero después se familiarizó con ese otro hombre.
—¿Broly?—preguntó al reconocerlo.
—Sí, Vegeta, soy yo—le dijo con un tono algo amigable. Se sentó frente a él, y le mostró una sonrisa—Oye, ¿estás bien? Te noto preocupado—le preguntó al ver su rostro, lucía como si hubiera llorado.
—No, no estoy bien—dijo con pesadez.
—¿Qué pasó, amigo?—le preguntó mientras se acercaba un poco, apoyándose en la mesa.
—Mis padres... murieron en un accidente automovilístico—dijo con la voz quebrada.
—Lo siento mucho, Vegeta, yo no sabía...—dijo creyendo que había 'metido la pata'.
—Descuida...
—¿Hay algo que pueda hacer yo por ti?
—No... Dentro de una hora iré al banco, necesito pedir un préstamo. Los gastos funerarios son muy elevados, y ya veré cómo arreglarmelas—respondió con cierta tristeza. Y cómo no se iba a sentir así, ni siquiera había terminado sus estudios.
—Si quieres, yo puedo prestarte todo lo que necesites—le dijo con un gran plan en mente.
—No podría aceptarlo...
—Insisto, después de todo, somos grandes amigos.
—Está bien... Te prometo que te pagaré—dijo lo último rápidamente, para que el otro no creyera que no le regresaría lo que le prestó o algo así.
—Estoy seguro de eso... Vegeta, tengo que hablar con un cliente muy importante, pero te daré un cheque para que vayas al banco—le dijo y sacó su chequera.
Vegeta, timidamente, le dijo la cantidad. Broly la anotó en ese papel y se lo entregó, para que fuera a cobrarlo más tarde. El de cabellera en forma de flama anotó en otro papel, su número de teléfono celular, para que lo llamara cuando quisiera cobrar una parte del préstamo. Recibió una llamada, así que contestó.
—¿Sí?... no... iré en un momento—respondió con cierta preocupación, ya que era una llamada del hospital, le dijeron que su hermano tenía que entrar en una cirugía y necesitaban su consentimiento. —Tengo que irme, pero llámame cuando quieras arreglar los asuntos del dinero—le dijo rápidamente para salir corriendo en dirección a donde se encontraba su pequeño hermanito menor.
Broly se quedó ahí, sentado. Tenía un gran plan en mente, y lo llevaría a cabo. Vegeta era muy guapo, tenía una mirada seria e irresistible, sus facciones faciales eran perfectas... El era perfecto...
—Broly, ¿de qué querías que habláramos?—preguntó un hombre llegando a un lado de él.
—Te tengo una gran sorpresa. Tengo un nuevo trabajador, que estará disponible a partir de mañana...—le sugirió con una sonrisa llena de malicia y astucia.
~~~Esa noche~~~
Vegeta se encontraba en su departamento, estaba cenando tranquilamente. Recibió un mensaje, el cual decía:
Vegeta, soy Broly, ven a esta dirección: Av. Gran Saiyaman, 4567, Col. Super Saiyajin.
Ahí trabajo, arreglaremos los asuntos pendientes acerca del préstamo que te di.
Un poco confundido, decidió vestirse formalmente e ir. Se cambió de ropa, bajó hasta la calle y subió a un taxi, que lo llevó a ese lugar. Se sorprendió mucho al ver que esa dirección era de un prostibulo. Revisó una y otra vez su celular, para checar que no se haya equivocado. Pero no. Ese era el lugar.
—"¿Por qué Broly trabajaría en un lugar como éste?"—se preguntaba mentalmente.
—¿Vegeta Saiyan?—preguntó un hombre llegando a un costado suyo.
—S-sí —respondió temeroso.
—El señor Broly lo espera dentro. Sigame—le dijo mientras se adentraba al local.
Ambos caminaban por ese establecimiento. Había muchos hombres, y dos o tres mujeres únicamente, a no ser de que se tratara de travestis. Llegaron hasta una puerta al fondo, donde el pelinegro entró. Vio a su amigo de la infancia, así que se calmó un poco.
—Hola, Vegeta. Siéntate, por favor—le dijo amablemente. El menor accedió, aunque lo miraba confundido.
—¿Acaso trabajas en un lugar así?—preguntó.
—Soy el dueño de este establecimiento. Lo nombré "El guerrero legendario". Gano mucho dinero, tengo de los mejores clientes y los mejores trabajadores—le sonrió, causando un escalofrío en el pelinegro que estaba frente suyo.
—Y... sobre el préstamo... ¿Cómo quieres que te vaya pagando? ¿por semana? ¿quincena? ¿mes?...—empezó a sugerir. El más alto únicamente movía la cabeza de un lado a otro, a modo de negación.
—Te ofrezco empleo aquí—le dijo como si fuera una gran oferta.
—P-pero...
—A no ser de que quieras que llame a la policía—le dijo como amenaza. —Te presté mucho dinero, y debes pagarme. Debes reconocer que te estoy dando una gran oferta: trabajarás, me pagarás, y además tendrás mucho dinero para ti. A no ser de que no necesites el empleo porque ya tienes uno...
—"Tarble"—pensaba—"cuando salga del hospital, los gastos serán mayores. El merece tener una vida normal, como la que papá y mamá quisieron darle".
—Entonces... ¿qué dices?
—Está bien...—susurró con tristeza.
—Perfecto. Empecemos con el 'entrenamiento'.
—¿En-entrenamiento?—preguntó un poco preocupado y asustado.
—Sí. Salgan y no dejen entrar a nadie. Pero en diez minutos quiero que venga únicamente Mirai—habló y los demás salieron, dejandolos solos. —Ven, Vegeta.
El joven Saiyan se acercó. Cuando estuvo a tan sólo centímetros, el dueño del local lo tomó de la cintura y lo hizo sentarse en el escritorio, frente a él.
—Desvistete—le dijo mientras se ponía de pie y e quitaba la ropa.
Vegeta dudaba, pero no tenía más opción que hacerlo. Se quedó desnudo, dejando ver su bien formado cuerpo, lleno de músculos. Broly se relamió los labios al verlo así, ese cuerpo era tan deseable. Se quitó por último su ropa interior, dejando al aire su gran erección. El menor tragó saliva, se asustó por el tamaño.
Broly se acercó, lo tomó de las caderas, y una mano la dirigió a su entrada, para introducir un dedo.
—Eres virgen, ¿verdad?—preguntó mientras introducia un segundo dedo, para prepararlo. Vegeta se retorcía de dolor, sentía una pequeña punzada ahí abajo.—Quédate quieto, Vegeta. Si tanto te duele, te masturbas y ya. Los clientes odian que te la pases llorando y gritando—le regañó.
El menor obedeció, para intentar convertir ese dolor en un poco de placer. No era suficiente, y de eso se dio cuenta el más alto, así que de su cajón sacó una inyección y le la colocó en el cuello. Con eso se sentiría mejor. Eso que se le inyectó, hizo que su cuerpo emanara un gran calor, y que su miembro despertara. Empezó a jadear, y su vista se nublaba.
Al ver que dio resultado, Broly sacó sus dedos, y posicionó su masculinidad en su entrada. Lentamente fue entrando en su interior. Se sostenía del escritorio, para no caerse.
—Aggghhh—gimió Vegeta, obviamente estaba bajo el efecto de aquella droga.
—No gimas, los clientes no quieren escucharte, quieren poseerte únicamente —lo volvió a regañar.
Así, sólo le quedaba morderse el labio inferior para evitar dejar salir un sonido como ese. Las embestidas comenzaron, y tomaron gran velocidad. Sus cuerpos estaban cubiertos de sudor, y sus respiraciones entrecortadas. Sólo bastó de unos segundos para que ambos liberaran su escencia. Sus erecciones seguían como al principio, era como si nada de eso hubiera pasado.
—Señor Broly, ¿me llamó?—preguntó un pelilila entrando al pequeño cuarto y cerrando la puerta a su paso.Vio a ambos hombres desnudos, así que entendió qué era lo que,probablemente, le pediría.
—Ven. Vegeta, tienes que hacerle sexo oral a Mirai, él te dirá que tal lo haces—dijo mientras salia de su interior. Lo acomodó, de modo que quedara apoyado en el piso con sus codos y rodillas.
El pelilila se sentó frente a él, se bajó su pantalón y ropa interior, dejando su masculinidad a la vista.Eso definitivamente no quería hacerlo, le causaba asco tener que rebajarse. Pero si no lo hacía, no tendría el empleo, y no podría mantener a su hermanito. Así que se introdujo todo ese pedazo de carne en la boca. Broly entró de una sola estocada dentro de él, para moverse rápidamente. Y Trunks, lo tomaba de la cabellera, mostrándole cómo debía hacer las cosas. Así, Mirai sentía un poco de placer; a pesar de ser inexperto, ese pelinegro lo hacía demasiado bien, mejor que muchos.
Broly se movió demasiado rápido, y se vino de nuevo en el interior del más joven. Mirai tampoco resistió, llenó la garganta del chico con ese líquido blanco.
—Eso no se desperdicia, Vegeta, se bebe—le dijo su nuevo jefe.
No le quedó más que beber esa escencia blanca. No era tan mal su sabor, pero aún así le causaba cierto asco.
—No lo hace mal...—habló el pelilila.
—Entonces...—sacó su miembro de la entrada de Vegeta. —Empiezas mañana.
Ya habían pasado los efectos de esa cosa que le inyectó. Le dolía mucho ahí abajo, estaba teniendo muchas punzadas. Se puso de pie, sintió cómo el semen escurría por sus piernas.
—Duchate, y vete—habló ese hombre mientras se ponía de pie y comenzaba a vestirse.
Mirai le señaló una puerta en la pared de la izquierda. Al parecer, ahí iban los empleados que le hacían trabajitos a su jefe para obtener un aumento en su paga.
Ahí fue donde Vegeta se dio cuenta de que ese hombre no era su amigo, ya que lo que quería era involucrarlo en ese ambiente tan malo para alguien de su edad. Como iba a trabajar de ahora en adelante ahí, tuvo que dejar sus estudios, para dedicarse al cien por ciento a ese empleo, y poder darle una buena vida a su hermanito, quien estaba en el hospital a causa de lo que ocurrió en ese accidente automovilístico.
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