-Zoro.
Mierda.
Mierda.
Mierda…
¡Mierda!
¿Cómo demonios es que había dejado que esto pasara? ¿Por qué me sentía tan ansioso? Sabía que algo estaba mal conmigo cuando comencé a juguetear con el rubio… pero jamás creí posible que llegara a afectarme de esta manera, Luffy y yo avanzábamos lo más rápido que podíamos, nos había tomado un par de llamadas lograr encontrar el nuevo escondite de Teach, un simple deposito en medio de la nada, por el mapa que nos habían mandado sólo había una entrada que daba a un gran y alto espacio, poco detrás existían dos habitaciones pequeñas en donde se tendía a amontonar cajas de productos, sin darme cuenta estaba apretando el croquis hasta casi romperlo, Luffy iba al volante pues de los dos era quien mejor manejaba, debíamos de llegar cuanto antes y Luffy no aceleraba.
-Maldición ¿no podemos ir más rápido?- gruñí.
-Zoro voy lo más rápido que puedo si queremos sobrevivir para poder llegar al almacén ¿Por qué estás tan preocupado? Siempre eres el más calmado hombre.-Decía luffy mientras mantenía la vista fija en el camino y rebasaba un par de autos.
-Lo siento, sé que no es el momento para ponerse histéricos… pero de verdad, debo llegar cuanto antes a ese lugar.- solté un suspiro y mire de nuevo hacia la ventana, maldita sea, si fuera por mí ya estaríamos en el maldito lugar.
-No me escondas las cosas Zoro, no es como que vaya a detenerte si intentas hacer una locura ¿sabes?- Entrecerré los ojos cuando dijo eso, sin duda era más fácil que Luffy decidiera que sería divertido antes que dejarme morir solo haciendo alguna estupidez.
-Voy en busca de un alto mando del FBI…- Los ojos de Luffy salieron de su órbita y tuve que tirar del volante cuando él estaba haciendo que invadiéramos en carril contrario.- joder luffy ten cuidado.
-¿Del FBI?- dijo aún anonadado.
-Sí.- acto seguido Luffy comenzó a partirse de risa.
-¿De qué demonios hablas Zoro? ¿Alto mando del FBI? No pensé que estuvieras tan loco shishishi… pero ¿Cómo sabes que estará ahí?- al pronunciar la última pregunta su tono había cambiado, ahora estaba completamente serio, sí, sin duda ahora lo había metido a mi locura.
-Lo vi en una fotografía que mandaron, no se distinguía muy bien, pero estoy seguro que es él.
-¿Es un amigo tuyo?- Esa pregunta no la esperaba.
-Demonios ¿Qué? Mi amigo, me estas jodiendo ¿cierto?- lancé un resoplido- No, no lo es, pero en cuanto lo vi en aquel lugar sujeto por los brazos sentí mi sangre hervir, quería arrancarle la garganta a quien fuera que le había hecho eso, no sé qué me pasa Luffy, simplemente sé que lo quiero a salvo.- Me cubrí la cara con una de mis manos, ni siquiera yo entendía por qué hacía todo aquello.
-Recuerda que es del FBI Zoro, lo queramos o no ellos son quienes nos persiguen, a mí no me importa y estoy seguro que a ti te da completamente igual pero ¿pensaste en cómo se sentiría él?- Sé que estoy siendo egoísta… pero ya habrá tiempo para pensar en eso… aunque aún no sé muy bien que es lo que hay que pensar.
-Es mejor que se sienta humillado a que termine muerto en ese lugar.- escupí.
Tardamos un par de minutos más en llegar, minutos que me parecieron eternidades completas, el tiempo parecía correr más lento de lo que debería y definitivamente estaba agotando mi paciencia cuando Luffy dio un repentino volantazo y tuve que sostenerme para no salir disparado del automóvil. Habíamos llegado.
Como era de esperarse había dos tipos custodiando la entrada, Luffy coloco sus guantes negros de cuero en donde debían ir, habían varios momentos en los que debías tener al jefe el principal era cuando se colocaba aquellos trapos de cuero, siempre era señal de que la pelea iba enserio. Apreté las tres katanas que llevaba sujetas a la cintura y sin más demoras arremetimos contra los tipos que estaban bloqueando el paso.
Nos acercamos tan rápido que ni siquiera nos notaron, Luffy golpeo a los dos con tal fuerza que cayeron inconscientes, mientras él se encargaba de eso me apresure a llegar a la puerta, las gruesas puertas de metal solo cedieron cuando puse todo mi peso para abrirlas.
Ahí estaba él.
Completamente herido.
Susurrando mí nombre…
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-Luffy
Estaba empujando a los dos tipos que yacían tirados en el piso cuando Zoro se apresuró a entrar, cuando termine de quitarlos me apresure a seguirlo, sin duda era peligroso dejarlo solo, nunca lo había visto tan preocupado por alguien que no fuera Tashigi, desde hace unos días había recuperado ese pequeño brillo en sus ojos que perdió cuando Tashigi murió, no lo había sentido tan en calma desde entonces, hoy cuando llegaron las fotos lo vi por primera vez colérico en años, nunca se ofusca, siempre mantiene la calma, casi como Robin, siempre es él quien toma el control y división en las peleas, siempre protege a la familia… pero esta vez perdió completamente el control, no pensé que aquella persona que estaba causando todos esos disturbios fuera un agente del FBI. Cuando finalmente lo alcancé sentí el aire volverse denso, sentí un ligero escalofrió al verlo así, Zoro era temperamental pero normalmente se sabía controlar, su mirada estaba sombría y sentí que podría intimidar al más valiente en aquel momento, Zoro era aterrador con esa mirada, si no lograba frenarlo un poco aquello sería una verdadera masacre.
Al fondo de la habitación vi a una persona colgando de unos grilletes que bajaban del techo, debajo de él había un charco de sangre bastante grande, sí él era la persona de la que hablaba Zoro debíamos moverlo rápidamente, la cosa se podía poner fea si no lo llevábamos a tiempo con Chopper.
-Zoro.- Dije finalmente- tomemos al tipo y vámonos, está muy herido.
Vi como movía la quijada por debajo de su piel, Zoro estaría dispuesto a matar a cualquiera que se metiera en su camino, tenía los puños apretados con tanta fuerza que sus nudillos estaban completamente blancos, tire de su brazo y le llame de nuevo.
-Zoro maldita sea ¿Lo quieres sacar de aquí o no?- en ese momento Teach se movió de su lugar y se levantó.
-Vaya, vaya, mira que tenemos aquí, a los pequeños sombreros de paja, no pensé que fueran tan estúpidos como para meterse a la boca del lobo.- Poco a poco sus hombres nos comenzaron a rodear, eso era malo y no precisamente para nosotros.
-Suéltalo Teach…- Dijo Zoro más en un gruñido, su voz denotaba su ira y era tanta que prácticamente a penas se oía lo que decía.
-¿De quién hablas? Su hombre los traiciono, siempre trabajo para mí ¿Aún quieres que te lo devuelva?- Teach sonrió de manera grotesca, mostro su asquerosa sonrisa, Zoro se tensó aún más.
-Ese imbécil no me importa, ¡Suéltalo!- en ese momento pensé que se abalanzaría contra Teach pero afortunadamente se contuvo.
-¡Oh! ¿A caso hablas de la princesa? ¿Lo conoces Roronoa? Debiste escucharla sollozar hace unos momentos, era muy terca la doncella pero finalmente la tuve lamiendo la suela de mi zapato, toda una ternura.
Y no pude detenerlo cuando se lanzó hacia Teach con las espadas desenvainadas, demonios, eventualmente todos comenzaron a atacarnos cuando él ataco a Teach, las balas llovían por todos lados, logré evitar a la mayoría y me ocupe de los que nos rodeaban, no fue tarea difícil la mayoría eran personas que apenas y sabían cómo sostener un arma, un tipo bastante raro con una máscara de luchador estaba deteniendo el ataque de Zoro, le trato de dar un golpe y ese fue su error, dejo una abertura y Zoro le mando a volar por los aires con la ayuda de sus tres katanas, Teach se alejaba a toda prisa de nosotros, trate de seguirle pero la gente se me ponía en frente, vi que Zoro iba tras de él.
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-Zoro.
Teach quería huir de nosotros, sus palabras aún resonaban en mi cabeza y provocaban el bullir de mi sangre, apreté aún más la mandíbula si era posible, tuve que quitarme de encima a más de uno de los enclenques que le acompañaba y finalmente logré cerrarle camino antes de la entrada.
-¿Te vas tan pronto? Me apetecía escuchar un poco más acerca de la “doncella” de la que hablabas- Coloque una de mis katanas en su cuello, haciendo un pequeño corte cerca de su manzana de adan- Me interesa bastante ese tema… - escuche un disparo en la distancia y un ligero escozor en el abdomen, gire la cabeza sin dejar de enterrar la punta de mi katana en su garganta, venía desde el exterior, era un tipo bastante raro, traía una capa y algo similar a un monóculo, volvía a cargar el arma y finalmente hablo.
-Deja al jefe, así no te ganas una bala más.- Me reí entre dientes e hice un corte profundo la pierna de Teach, cayo de rodillas dando un lastimero grito.
-Me importa una mierda una bala más.- El tipo apunto de nuevo pero antes de tirar del gatillo Teach habló.
-No tiene caso seguir aquí, simplemente vámonos.- Parte de su séquito le ayudo a ponerse de pie.- Me cobrare esto Mugiwaras.
Los deje ir, ahora era más importante ver el estado de Sanji, sentí una opresión en el pecho, él estaba bien ¿verdad?
Corrí hacia el lugar en donde se encontraba, Luffy me ayudo a quitarle los grilletes, su respiración era muy lenta y comencé a sentirme aterrado, debíamos actuar rápido, lo cargue sobre mi hombro y caminamos hacia el carro, Luffy se adelantó para tenerlo en marcha cuando yo llegara.
Estaba dejando a Sanji en el asiento trasero cuando logré ver que alguien intentaba dispararle, antes de tener tiempo de meditarle obstruí la puerta y me abracé su cuerpo, segundos después se escuchó el derrapar de las llantas, Luffy salió inmediatamente del auto.
-Mierda Zoro ¿Estas bien?- podía ver la preocupación en sus ojos, palpé la zona cercana a las costillas, la sangre salía rápidamente del orificio cercano a la última costilla de mi lado izquierdo, apreté los dientes, eso dolía, mire a Sanji y le acomode en el asiento, él estaba peor, debíamos salir de ahí.
-Estoy bien, debemos darnos prisa.- Abrí la puerta del copiloto y Luffy corrió al otro lado del auto.
Llevábamos apenas unos minutos de camino, Luffy aceleraba lo más que podía y miraba intermitentemente en mi dirección y a la de Sanji.
-Aún respira ¿verdad?- Me gire para encontrarme con un Sanji completamente golpeado y lastimado, tenía una herida en el abdomen y toda su ropa estaba rota y llena de sangre era complicado deducir de donde venía la sangre o cuales eran las heridas, rompí mi camisa y traté de apretar la zona de su abdomen de donde manaba más sangre, el tiempo estaba jugando en contra.
-Aún respira.- Dije al volver a mi asiento, sujete mi propio abdomen, el asiento estaba completamente empapado en sangre.- Creo que debemos darnos prisa.
-Sí.
No sé en qué momento me quede dormido, sentí el auto detenerse y me esforcé por abrir los ojos, escuche la puerta de Luffy abrirse y cerrarse poco después, me desperté y abrí mi puerta también, Chopper y Robin venían corriendo apresurados.
-¿Qué demonios paso?- Decía Chopper mientras algunas personas ayudaban a Luffy a sacar a Sanji del auto.
-Larga historia.- dijo Luffy.- ¿Podrías atenderlo? Está muy herido.- Chopper asintió con la cabeza y salió corriendo en la dirección en que se encontraba el consultorio, que era mejor dicho un pequeño hospital dentro de la casa.
Mientras todos estaban arremolinados tratando de ver si Luffy estaba bien, traté de dirigirme al lugar a donde habían llevado a Sanji, quería verlo, quería saber que estaba bien pero alguien me sujeto del hombro.
-¿A dónde se supone que vas?- Era Robin- Zoro… Zoro, ¡estás herido! Debemos atender esto.- Dijo mientras fruncía el ceño- Tienen bastantes cosas que explicar ustedes dos.
Mire a Luffy y me dedico una tranquila sonrisa… él iba a estar bien, Chopper lo estaba atendiendo… él iba a estar bien.