-Sanji
Las luces me cegaron en cuanto abrí los ojos, tuve que parpadear un par de veces antes de acostumbrarme a la luz, la habitación era pequeña y a mi lado logre ver un suero que goteaba cada cierto tiempo, junto con mi respiración y recién despierto comencé a sentir un agudo dolor por todo el cuerpo, sentí que el simple hecho de respirar implicaba romper mis huesos y volverlos a pegar segundos después, mierda eso dolía, escuche deslizarse una puerta y ver entrar a un chico bastante bajito de pelo castaño.
-Buenas noches.- dijo en tono bajo mientras verificaba el suero y garabateaba en una hoja que tenía en una tabla en la mano.
Intente saludar de vuelta, preguntar en donde estaba, tenía un recuerdo vago de alguien entrando en aquella vieja bodega, pero fuera de eso mi mente se encuentra completamente en penumbras. Pero mi voz nunca salió, en cuanto lo intente tuve que reprimir una mueca de dolor que comenzaba a plantarse en mi rostro.
-¡Oh! No lo intentes, hablar debe ser demasiado doloroso en estos momentos, tienes 3 costillas rotas y golpes por todos lados, además de un corte profundo en tu abdomen, vaya, si te dijera todo lo que tuve que coser a lo largo de tu cuerpo, limpiar y vendar, te aburriría, ¿Qué hiciste para ganarte tremenda golpiza?- hizo una pausa un poco larga- ¿Qué hiciste para hacer que Zoro se arriesgara de ese modo?
Abrí los ojos lo más que pude, mierda ¿Dijo Zoro? ¿Él me estaba diciendo que Zoro me había ido a buscar? Tenía que ser una jodida broma, ¿Por qué alguien como él fue a salvarme? Quería reírme y soltar un sinfín de negativas, pero en cuanto lo iba a hacer sentí un pinchazo en el abdomen y tuve que controlarme.
El pequeño castaño puso algo en una de las tantas mangueras que tenía conectadas y de inmediato comencé a sentirme cansado, los ojos me pesaban y no tarde mucho en perderme en la oscuridad, no antes sin escuchar.
-Lo mejor es que descanses por ahora.- Decía el castaño mientras deslizaba la puerta de la habitación.
-Zoro
¿En qué maldito momento me quede dormido? Me levante de golpe, sentí picazón en las zonas que habían impactado las balas, pero lo ignore, intente ponerme de pie y sentí que las piernas se me doblarían en cualquier momento, pero debía saber si Sanji estaba bien, mierda, este tipo me va a llevar a la tumba, comenzaba a levantarme cuando una voz cruzo la habitación.
-¿A dónde crees que vas?- La voz de Robin resonó en la habitación.
-A caminar.- dije simplemente mientras me acomodaba la ropa que habían dejado para mí a un lado de la cama.
-¿Con dos heridas de bala?- dijo secamente ahogando una risita.
-¿Qué tiene de malo? Necesito respirar de vez en cuando.- Estaba anudando la bota derecha cuando se escuchó otra voz.
-¿A dónde se supone que vas, Zoro?- Un castaño nada feliz, tamborileaba su pie en la entrada de la habitación.
-A caminar.- Repetí, aunque ya imaginaba la respuesta.
-No.- dijo mientras caminaba hacia mí.- Te quedas en la cama hasta que yo lo diga.
Tuve que ahogar una carcajada, Chopper estaba usando el tono, aquel que no acepta replicas y que sólo debes acatar, no estaba de humor para obedecer en silencio.
-Sólo doy una vuelta a la casa y vuelvo, sabes que aunque me quede, en el momento en que cruces el umbral me voy a ir.- Dije tratando de convencerlo de dejarlo ir.
-No me convences, si lo que quieres saber es como se encuentra la persona con la que llegaste debo decirte que se encuentra estable, está fuera de peligro y debo decirte que es casi un milagro, llego apenas respirando y tuve que hacer acopio de toda la sangre que teníamos disponible de su tipo, fue toda una proeza lograr que siga vivo.- sentí mi corazón acelerarse y mi estómago querer vaciar todo su contenido, mierda debí ser más rápido.- ¿Nos puedes decir quién es él?- finalizo Chopper, debí esperarme el interrogatorio.
-Zoro-san ¿No es el agente que nos encontramos en el bar la otra noche?- Brook acababa de arribar la habitación, mierda, sí que tengo suerte.
-¡¿Un agente?!- dijo Chopper y pensé que se desmayaría en cualquier momento, Robin se alarmo unos instantes, después soltó una pequeña risa.
-Así es, un agente, shishishishi.- dijo un sonriente Luffy entrando a la habitación.- Ahh, fue un difícil trabajo salir de ahí, más con Zoro y…
-Sanji.- completé su frase.
-Sanji, heridos y llenando todo el carro de sangre, me dieron un susto de muerte, shishishi.- decía entre carcajadas.
-Zoro, ¿Nos puedes explicar quién es?- Moví la quijada un poco incómodo, Robin estaba decidida a obtener información y no me dejaría ir tan fácil como lo pensaba.
-Bien, supongo que era inevitable.- Me recargue en la pared de la cama y solté un suspiro.- ¿Recuerdan el último asalto que tuvimos con el FBI? Él lideraba el escuadrón, entro a la casa en una misión de rescate, al parecer sus hombres quedaron heridos y se refugiaron en las bodegas, a medio camino me lo encontré, estaba aburrido y la cena aún no comenzaba… entonces lo vi, jugué un rato con él y simplemente lo deje ir.- Observe a todos en la habitación.- Sé que no fue lo más inteligente, pero no planeaban hacer daño, sólo querían salir, así que no me afectaba que se fueran. – decidí que no era necesario que supieran de la vez que los deje ir ya en la puerta, podía omitir eso.- Después de eso mientras hacia la ronda con Brook me lo encontré en el último bar de la lista, estaba con unas señorita, parte del escuadrón de inteligencia de su departamento.- Busque su nombre en mi memoria.- Nami, si no me equivoco, tuvimos una plática… formal.- tuve que esforzarme en alejar los recuerdos de sus labios tibios con los míos, definitivamente eso no es información que necesiten.- Después cuando mandaron las fotos, no tenía intención alguna de mezclarme, después de todo Teach siempre nos busca pelea, y es por su culpa que tenemos mala reputación con el FBI.- observe la mirada de todos ensombrecerse, era su culpa que el FBI nos buscara después de todo.- Pero logre reconocer su figura en la esquina de una foto, antes de que pudiera pensarlo deseaba estar en ese lugar y cuidar que nada le pasara. No sé qué demonios me pasó, hasta el momento aún me lo pregunto… Esa es la historia.
Se creó un silencio incomodo unos instantes y Robin fue la primera en hablar.
-No quiero ser yo quien te lo diga Zoro, en realidad estoy segura de que en tu mente ya ronda lo que voy a decir, pero creo que te estas enamorando de él… Zoro, no debes olvidar que es del FBI, aunque no tengamos la culpa de que nos busquen, lo hacen y sin duda él será fiel a lo que cree antes que a lo que le digas.- Lo sabía, lo había pensado, desde el momento en que detuve la bala para protegerlo, desde el momento en que perdí los estribos por verlo tan herido, desde el momento en que lo seguí en cuanto salió del bar… lo sabía, sabía que me estaba enamorando de él, la pregunta ahora es ¿Él lo está de mí?
Me quede perdido en mis pensamientos, hundiéndome más cada vez, tenía que alejarme de esos sentimientos que no me llevarían a ningún lado, tenía que ahogarlos de alguna manera. Entonces Luffy retomo el hilo de la conversación.
-Bueno, bueno, ya tendrás tiempo para decidir qué hacer.- recorrió la habitación con la vista- Te apoyaremos sea lo que sea.- Sonriendo como siempre salió de la habitación, lo siguieron Brook y Robin, Chopper se quedó para decirme unas cuantas cosas más.
-No te puedes levantar Zoro, lo digo en serio, estas herido, dos balas no son cosa de juego, deberías estar durmiendo y quedarte quieto un par de días, así que deja de ser un cabeza hueca y quédate aquí, te esforzaste demasiado ya con una bala, perdiste mucha sangre y aun así seguías de terco, así que no me obligues a darte unos calmantes ¿sí?- dijo mientras acomodaba el suero conectado a mi brazo, asentí con la cabeza e hice ademán de dormir, Chopper salió de la habitación en completo silencio.
Me dormí unos instantes, me desperté cerca de la media noche, confiado de que ya todos estarían durmiendo, arranque el suero que aún se encontraba goteando, seguro que Chopper se enojaría al darse cuenta de que me lo quite, pero bueno, la preocupación por ver a Sanji me estaba comiendo, y dos balas no me harían evitar ir a verlo.
Me levante lo más lento que pude, pese a eso un fuerte mareo me ataco y tuve que sostenerme de la pared para no dar de bruces contra el piso, me quede unos momentos aferrándome a la pared tratando de que el mundo dejara de girar, una vez que el piso dejo de bailar bajo mis pies me dirigí a las habitaciones en las que dejaban a los heridos. Por suerte no me encontré a ninguno de los vigilantes en turno y pude entrar en calma la habitación.
Al entrar sentí mi corazón encogerse, Sanji respiraba con dificultad y una mascarilla le ayudaba a que fuera más sencillo, parecía estar pasando un dolor increíble, lo suficiente para sentirlo aún con los fuertes anestésicos que debieron darle, sentí que debí darle una mejor paliza a Teach por provocarle ese dolor, me acerque lentamente a su cama.
-Oh Sanji, ¿Por qué tienes que ser tan cabeza hueca?- susurre mientras pasaba lentamente mi mano por su cabello, me puse de rodillas en la cama y me senté cruzado de piernas después de un rato, coloque mi mano sobre la suya y deje que Morfeo me llevara consigo.
-Sanji.
Sentí una extraña calidez en mi mano y un peso extra en la cama, abrí los ojos lentamente y sentí una mascarilla de oxígeno en mi rostro, seguro alguien la coloco después de que me quede dormido, me gire lentamente para ver de dónde venía aquella calidez, mi corazón casi se detiene al observar al dueño.
Zoro estaba ahí.
Lucia cansado y pálido, estaba desarreglado y me parece que de todas las veces que nos hemos encontrado es la primera vez que veo ese semblante, sujeta mi mano tiernamente mientras su rostro luce preocupado, sentí mi corazón estremecerse… ¿Por qué Zoro estaba ahí? No recordaba una mierda de lo que había pasado después de que abrieron la puerta, no pude soportar más y perdí la conciencia… ¿Zoro fue el que me saco de aquel lugar?
Por la tarde había escuchado el cuchicheo de las enfermeras, decían lo preocupados que estaban todos puesto que el “señor Zoro” estaba herido, una dijo que había recibido dos impactos de balas y que había perdido mucha sangre. No fue por mi culpa ¿verdad?
Trate de moverme para encontrar una posición más cómoda, pero en el momento en que empecé a hacerlo la cabeza de Zoro se levantó y se encontraba en completo estado de alerta, en cuanto me vio su mirada… era tan triste y llena de reproche que me provoco un vuelco el corazón, le sonreí aún por debajo de la mascarilla, se acercó a mí y la quito.
-¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Tienes hambre?- Quise reírme, estaba demasiado preocupado, pero dolía horrores si quiera intentarlo. Sin embargo parecía no dolerle tanto a él, porque comenzó a reir.
-Hombre, me vas a matar si continuas siendo tan imbécil para cuidarte.- dijo en medio de un ataque de risa mientras se sentaba recargado en la pared al otro lado del cuarto.
-¿Eh? Que yo recuerde nunca pedí tu ayuda.- Que no haya escuchado que dije su nombre, que no lo haya escuchado, que no lo haya escuchado…
-No estarías respirando de no haber llegado yo en aquel momento.- Si mirada se tornó un tanto fría, pero volvió en sí unos segundos después, bien al menos no escucho que lo llamé.
-Buen punto, te debo eso, supongo.- Sentí que comenzaría a tartamudear en cualquier momento.
-Me alegra que estés bien.- dijo en un tono tan bajo que pensé que lo estaba alucinando, en esos momentos se cubría la mitad baja de su cara con la mano y miraba a un punto muerto en la pared, me quede procesando unos instantes.
-Y tú…tú ¿estas herido? Estás algo pálido, así que me lo preguntaba.- Se me quedo mirando tanto tiempo que ya no sabía en donde esconderme, entonces finalmente hablo.
“No es nada, ahora es mejor que vuelvas a dormir”
Y salió de la habitación… ¿Y ahora como calmo a mi corazón?