-Zoro.
Estrelle mi puño contra la pared del elevador, Brook se mantenía al margen, siempre al margen, me deje caer sobre el frío piso de la caja metálica que nos transportaba hacía el estacionamiento, solté un suspiro resignado y la voz de Brook resonó por todo el lugar.
-"Érase una vez un ángel y un demonio que se enamoraron. Pero su historia no tuvo un final feliz".- Solté una risa amarga al escucharlo.
-¿De qué demonios hablas Brook?- Me ayudo a levantarme y en segundos después las puertas del elevador rechinaron en señal de que habíamos llegado, salimos con paso apresurado, Brook mantenía su porte igual que siempre, caminaba simplemente mientras me veía de reojo.
-Es una frase de un libro, es bastante popular en estos días, se titula "Hija de humo y hueso" es una de las frases de apertura, me acordé de ella justo en este momento y pensé en voz alta, eso es todo, pareces estar muy a la defensiva el día de hoy.- sus palabras fueron volviéndose un susurro mientras la distancia crecía entre nosotros, quizás tenía razón, quizás la frase se apegaba al momento, no tengo idea, di un ligero vistazo a la puerta y finalmente me decidí a seguir mi camino, lo conocí siendo un ave, me enamore de su vuelo y no puedo cortarle las alas ahora, estoy seguro de que sabe el camino de regreso y puede que en algún momento él vuelva a mí.
-Sanji.
La situación ahora me parecía poco relevante, los movimientos de los que me rodeaban se veían borrosos mientras mantenía la mirada clavada en el piso tratando de conectar toda la información que había recibido, estaba tratando de guardarla toda en algún cajón de mi memoria mientras le grababa en granes y rojas letras "IMPORTANTE"; necesitaba una hoja y un lápiz, para poder ver de manera concreta la relación entre los nombres que estaba recibiendo, la voz de Shanks estaba arriba un par de todos de lo normal, le miré de manera discreta.
-Bueno muchacho, parece que eso es todo.- señalo a la puerta y giro la perilla.- Es hora de irnos.
Me hizo caminar primero, cerró la puerta al salir, caminamos en silencio hasta el elevador, el botón soltó una pequeña luz roja en señal de que la gran mole de acero se acercaba, Shanks estaba distrayéndose mirando todo el lugar, entonces al parecer hablaba para sí mismo.
-Es extraño, dejar una planta para la oficina del jefe es algo extraño, en especial cuando hay tantas puertas y oficinas disponibles, es un desperdicio de espacio.- Aunque parecía que no necesitaba una respuesta, pensé que ya había pasado demasiado tiempo callado, más del que le gustaría a mí jefe.
-Este edificio no cuenta con bodega o de un lugar destinado para almacenar papeles, se encuentra diseñada con oficinas de inicio a fin, eso sin contar el sótano que se encuentra dedicado enteramente a estacionamiento, por tanto es muy probable que utilicen este piso como almacén, puede que tengan una gran cantidad de documentos o de inventario en esta zona, el señor Mihawk debe ser el encargado de clasificar y verificar todo ello, seguramente por ese motivo se encuentra aquí su oficina.- Las puertas del ascensor se abrieron al igual que la boca de mi jefe, regreso a su postura normal y entramos en el ascensor.
-¿Cómo lo sabes?- dijo en tono interrogante mientras me encogía de hombros.
-Al llegar me di cuenta de que toda la planta baja se encuentra destinada a oficinas, después mientras las puertas del elevador se abrían en cada piso veía el mismo panorama, después al llegar al último pude ver que cerca de la puerta más cercana al ascensor estaba una pequeña rejilla que es usada para transportar paquetes, es fácil suponer que la joven de la entrada es quien decide que paquetes suben para el jefe o a que piso pertenecen, además he investigado en otras ocasiones los edificios de esta zona y algunos se han visto forzados a comprar bodegas en otro lugar debido a que estos edificios no están diseñados para fungir como bodegas.- Vi la sonrisa de mi jefe ensancharse por el reflejo que mostraba receloso el elevador, finalmente soltó una carcajada.
-No me equivoque al traerte muchacho, pero bueno tendrás que juntar todos esos pequeños datos y detalles en un informe que entregaras en un par de días.- se quedó callado unos segundos.- Me ofrecería a llevarte pero algo en tu mirada me dice que deseas un tiempo a solas, no te molestes en volver a la oficina prácticamente ya es hora de salida, nos veremos mañana Sanji.
Asentí al escuchar sus palabras, él caminó en dirección al estacionamiento mientras que yo iba en dirección contraria, después de caminar algo cercano a media hora encontré una pequeña banca en medio del camellón, había un buen flujo de carros por el lugar, decidí sentarme y sacar un trozo de hoja que encontré en mi pantalón y la pluma que colgaba de mi camisa, comencé a garabatear y después note que algo no concordaba.
Portgas D. Ace -----> Estudiante.
Portgas D. Garp -----> Exdirector de la compañía para la que trabajan los "Mugiwara"
Monkey D. Luffy -----> Actual dirigente de los "Mugiwara"
Monkey D. Garp -----> Abuelo de Luffy y debería ser el antiguo director de la compañía.
Siguiendo con la lógica, Portgas D. Garp debería ser algún familiar de Ace pero él siempre negó el parentesco además la inconsistencia existe en el momento en que los nombres de "Garp" no coinciden, según lo que pude escuchar en la oficina Monkey D. Garp fue el antiguo líder de los "Mugiwara" por tanto debería ser también el director de la compañía de ese tiempo, pero ese dato me lleva a otro nombre. ¡Demonios! Esto no me está llevando a nada. Mi teléfono comenzó a timbrar y desee aventarlo al siguiente automóvil en pasar.
-Luces hastiado compañero.- La voz de Franky sonó al otro lado de la línea, miré a mi alrededor y sí, estaba bajo la vigilancia de una cámara que servía para infraccionar a los autos.
-Deberías de darme un mapa de todas las cámaras a las que tienes acceso para saber en qué lugar puedo escapar a tu vigilancia.- Deje la frase inconclusa pues detecte algo extraño en la otra línea, la respiración de Franky sonaba agitada.- ¿Pasa algo?
-Nada interesante, no por ahora, es sólo que... tuve un encuentro inesperado hace unos segundos y llegue corriendo, intenté distraerme un rato y te encontré garabateando en una hoja y con el semblante más confundido que he visto, intenté leer lo que escribías pero tus jeroglíficos son ajenos a mi capacidad de interpretación.- contuve una carcajada, mi letra no era fea en realidad pero al ver la hoja me di cuenta que ni siquiera yo entendía lo que escribí estaba demasiado concentrado dándole vueltas a las letras formadas en mi cabeza.
-Necesito que me ayudes con algo, un poco de información ¿te veo en el lugar de siempre?- Franky suspiró derrotado.
-También tengo algo que contarte.- y cortó, supongo que debo tomar eso como un sí a mi pregunta.
Tomé un taxi para que me dejará lo más cerca posible, al llegar pague y me dispuse a recorrer las calles, tracé una especie de zigzag para evitar que alguien pudiera seguirme, después de una hora dando vueltas llegué al lugar, después del debido protocolo espere en la mesa del fondo a Franky, llegó unos minutos después.
Me tomó unos segundos explicarle lo que estaba escrito en mi hoja, Frnaky me miró un tanto desconcertado.
-Tengo varios puntos camarada:
Uno: ¿De dónde sacaste todos los nombres?
Me dio tiempo para responder, el lugar estaba vació pero no me sentía seguro hablando del tema a la ligera, pedimos una habitación privada y sólo entonces le platique el encuentro que tuve con la actual cabecilla de la compañía de vinos de los Mugiwara omitiendo claro está, mi encuentro con Zoro pero Franky no me dio respuestas, simplemente paso a su siguiente punto.
Dos: ¿Qué tan al cuello estas metido sentimentalmente con ellos?
Trague saliva y lo medite un rato, podría decir que nada, pero entonces sería un horrendo mentiroso que no puede engañar ni al primer desconocido que pase y se lo pregunte.
-Regrese a la oficina sólo para poder salvarles el pellejo cuando fuera necesario.- Franky había encendido un cigarro, alzó la cabeza y soltó el humo en dirección al techo en medio de una ligera risa.
-Amigo, estás jodido hasta el fondo.- Me encogí de hombros en respuesta, Franky continuó.
Tres: ¿Se te ocurrió que los "Garp's" que manejas en tu pequeño apunte podrían ser la misma persona pero bajo diferente nombre?
Y la respuesta más evidente me dejo helado, no lo había pensado o quizás me había negado a pensarlo si eso era correcto entonces Luffy y Ace eran hermanos y por tanto este último era nieto del antiguo líder de una gran mafia, Ace no era exactamente la persona que pregonaba ser y prácticamente lo que había creído por años se iba al carajo, tuve que hacer la pregunta en rigor aun cuando sabía la respuesta.
-¿Estás seguro?- Franky me miró a los ojos, leyendo el debate mental que mantenía y asintió ligeramente, cerré los ojos tratando de escapar de todo, tratando de huir, pasé años siendo amigo de alguien que me mentía a la cara y ni siquiera lo noté. Franky agregó antes de que terminara de hundirme en mi miseria.
-Ace era el siguiente jefe de la familia, lo habían criado durante toda su vida para ello, pero cuando tuvo la edad para entrar a la universidad él cambio los planes, decidió que quería probar algo distinto, pero le dijo a su abuelo Monkey D. Garp que quería estudiar la universidad y que de ser necesario él volvería en cualquier momento, pero esa parte era mentira, él no planeaba volver, tenía el sueño de entrar al FBI fue ahí cuando te conoció, fuiste su mejor amigo aún en los últimos días de su vida.- Me miró con tristeza.- Él quería ser una persona normal, con sueños, no quería estar atado a un grupo por siempre, anhelaba la libertad de elegir, al irse adopto el apellido de su madre, justamente el mismo que tenía Garp para mostrarse de manera pública, pero siempre...
-Él siempre se jactaba de tener el mismo nombre que un gran magnate pero no ser pariente de él, decía que era muy extraño que tuvieran el mismo apellido pero que en realidad no eran familiares.- agregué antes de que terminara de hablar.
-Exacto, además tienes razón si ya lo supusiste, Luffy y Ace son hermanos, Luffy es el hermano menor y por tanto al irse Ace fue el que tuvo que cargar con la responsabilidad del cuidado de la familia, aunque debo agregar que sin los demás él no podría mantenerla a flote como lo hace ahora.- Había una pregunta nadando en mi mente y la solté antes de detenerme a pensarlo con cuidado.
-¿Cómo sabes todo esto?- Franky hizo una mueca de fastidio para dejar paso a un semblante que reflejaba el dolor guardado por años.
-Me enamore Sanji, me enamore perdida y estúpidamente de una de ellos, no te confundas hermano, no me arrepiento de nada, los de arriba se niegan a ver que ellos no son lo que parecen, más pareciera que temen por algo que ellos poseen y que podría poner en duda toda la confiabilidad del FBI, ella me dio todos esos datos, confiaba a ciegas en mí y al final no pude protegerla, lamento decírtelo Sanji, pero al volver cometiste la mayor estupidez jamás creada.- soltó una risa amarga.- Creí que podía hacer lo mismo, le prometí que la cuidaría fue entonces que ellos pusieron todas las cartas sobre la mesa, habían docenas de fotos de ella, siempre lejos de la casa de los Mugiwara, pero no había duda de que era ella, la tenían vigilada y tenía dos opciones entregarla al FBI o matarla yo mismo.- pronto su risa tuvo un destello de histeria.- ¿Crees que sería capaz de hacer cualquiera de las dos? Coloque mis manos sobre su escritorio y les dije que hicieran lo que quisieran pero de mi boca no iba a salir una sola palabra de información, después de lo que fueron días o quizás meses de tortura decidieron que no tenía caso así que les mostraron la bandera blanca, les mandaron una carta explicando que después de una investigación rigurosa se había llegado a la conclusión de que ninguno de sus actos era ilícito y como muestra de un pacto de tregua les invitaban a un evento cultural organizado por la sede principal del FBI...- Franky escondió su cara entre sus manos.
-Fue ahí cuando le mostraron tu ejecución ¿no es así?- él asintió.- Yo fui tu verdugo en aquella ocasión, me habían seleccionado para llevar a cabo tu ejecución pública, pero logre cambiarte con un reo que poseía la misma complexión que tú y le ejecute a él para salvarte a ti, no me afecto en demasía pues tenía tres cadenas perpetuas y sentía que tú eras inocente.- Franky seguía sonriendo.
-Tuve que verla, vi cómo se borraba el brillo en su mirada, la escuché gritar al pensar que era mi cabeza la que rodaba, se desmayó, fue entonces que Luffy y Zoro le declararon la guerra al FBI.- Titube un poco antes de preguntar.
-¿Por qué no la has buscado?- Me miró con los ojos vidriosos.
-Lograste evitar que vieran el cuerpo de aquel reo porque iniciaste un incendio en la morgue que calcino los cuerpos hasta un punto irreconocible, además Ussop que tiene la especialidad de forense se encargó de certificar que el cuerpo calcinado coincidía con mis registros, no sé cómo lo hizo pero mostró mi registro dental fue entonces que el tema de mi muerte de dejo en paz, pero me siguen buscando, el pelirojo da más conflictos de los que imaginas.- complete su frase.
-Tiene un olfato para este tipo de cosas.- Franky asintió, sin duda ambos sabíamos de lo que ese tipo era capaz de hacer.
-Por ello no puedo acercarme, sólo puedo verla al pasar debajo de alguna cámara, sólo puedo ver su silueta moverse bajo la luz del sol, su pelo ondearse en los días de viento, sólo puedo sentirla un poco más cerca por medio de una pantalla porque si intentara tocarla una vez más seguramente estaría poniendo su vida al borde del peligro una vez más y créeme es lo último que quiero.- se recargó contra la silla, tenía la barba sin afeitar de semanas y lograba ver unas ojeras de varios días sin dormir, al final se irguió de nuevo y siguió hablando.- Quizás sea demasiada tragedia por hoy, pero tengo que darte el tiro de gracia.- su mirada se tornó seria.- Tu padre ha vuelto y está buscándote aunque seguramente no tenga necesidad de buscarte pues estoy seguro de que ya vio tu nombre es la papeletas de registro del torneo de este año.- Maldije por lo bajo.
-¿Cómo te enteraste?
-Los Vinsmoke están haciendo destrozos por todos lados, no es para nada discreto que están en la ciudad, las mafias más pequeñas ya han pagado las consecuencias y muchas ya han perdido sus territorios aún no se han metido con las grandes, como lo son los Mugiwara o la de Barba negra, pero sin duda buscaran aliarse con alguna de las dos y lamento decirlo amigo pero los Mugiwara no aceptan alianzas con tipos como tu padre.- Fue mi turno se cubrirme la cara con las manos.
-Lo sé.- dije simplemente.
-El peor escenario está delante de nosotros, se aliaran con Teach y entonces será la perdición de los Mugiwara, está bien, son fuertes pero ya les cuesta bastante lidiar con Teach, no quiero sumarle a tu padre como su enemigo.- suspire resignado, Franky tenía razón, Judge era el nombre de aquel que dice llamarse mi padre, tenía mucho que no sabía de él.
Ese fue el último tema que tratamos esa noche, decidimos cada uno sumirse en sus propios pensamientos, así fueron caminando las botellas, pronto ya me costaba distinguir si estaba moviéndome yo o era la habitación la que giraba. Franky y yo nos despedimos en un oscuro y maloliente callejón camino a casa me dedique a pensar en aquellos pequeños fragmentos que me quedaban de mi infancia o de lo que debía fungir como tal.
Flash Back.
-¡Padre! ¡Por favor, para! ¡Diles que paren! ¡Te lo ruego!- Los gritos de Sanji se escuchaban por toda la habitación, pero no más allá de ella, esa habitación había sido diseñada por Judge para que nadie escuchara lo que pasaba dentro de esa habitación. Judge trono sus dedos de manera sonora y sólo le dio un aviso a Sanji de lo que venía.
Sanji tenía la edad de 6 años, era un pequeño niño de delgada figura y unos hermosos color mar, Judge odiaba su rosto, odiaba verlo, era el completo reflejo de su madre, un flacucho y débil niño que no le servía para nada.
-Es por tu bien Sanji, todo esto es por tu bien.- dijo frívolamente antes de comenzar a patear al pequeño que yacía con las rodillas en el piso y los brazos levantados por cadenas incrustadas al techo de la habitación, segundos después se escuchó un ligero crujido, era una de sus costillas, el niño grito de dolor y su padre le hizo callar con un nuevo golpe, perdió la conciencia después de eso.
Al abrir sus ojos los mismos se le llenaron de lágrimas por el tremendo dolor que le causaba la costilla rota, le costaba respirar así que respiraba de manera ruidosa por la boca, se estaba conteniendo de gritar pues sabía las consecuencias, el pequeño mordió su lengua para ahogar sus gritos, se encontraba tirado en el piso, cerca de la puerta de su habitación, se arrastró como pudo para poder llegar a su cama, abrió el cajón de su cómoda y saco un pastilla, la paso juntando saliva en su boca y trago, se colocó en posición fetal sobre su cama esperando que al despertar al día siguiente las cosas fueran mejor.
Escuchó voces entre sueños pero no logró juntar la conversación en su cabeza, no podía, le dolía la cabeza y sentía el cuerpo pesado, sabía que susurraban, pero no supo nada más.
La conversación se desarrollaba entre la nana de Sanji y el médico de la casa.
-Si el jefe Judge se entera de esto nos manda a cortar la cabeza a ti y a mí.- apuntaba el medico aterrorizado.
-Pues si te apuraras no tendríamos que tardarnos más tiempo, el niño ya ha sufrido bastante con las palizas diarias como para agregarle una costilla rota, sólo atiéndelo y nos vamos.- apuraba la joven dama de cabello dorado y ojos almendrados.
El médico dio un rápido chequeo, efectivamente era una costilla rota, al darse cuenta que el niño estaba completamente noqueado, quizás por el sedante que había tomado o por el mismo dolor tiro de forma brusca la costilla para colocarla en su lugar, por suerte era la última del costillar y era fácil manipularle también debido al fino cuerpo del niño, por unos segundos sintió lastima del pobre, nada había hecho para ser tratado así más que nacer, el médico no hizo nada más pues sería muy evidente que fue atendido y eso se complicaría las cosas para todos, con el tiempo medido ambos salieron de la habitación dejando a un pequeño Sanji soñando con su madre abrazándolo mientras le decía que todo iba a estar bien.
Despertó en la misma habitación el sol aún no salía pero el reloj ya marcaba las 4:30, debía darse prisa, se levantó sintiendo un dolor menor al del día anterior, aún le molestaba mucho y le costaba respirar pero tenía que ser fuerte si quería evitar una nueva paliza, se visitó y bajo sigiloso al comedor.
Preparo todo el desayuno él solo, lo sirvió minutos antes de que el reloj marcara las 6 de la mañana momento ceremonial en que su padre bajaba de su habitación con el mejor o con el peor humor posible, afortunadamente despertó de un humor lo suficiente bueno como para no tirarle los platos en la cara a Sanji argumentando que sabían a mierda, ambos comieron en un silencio pétreo hasta que Judge habló.
-Tendrás entrenamiento hoy, entraras a "la habitación" a las 4 en punto y soportaras todo lo que pase ahí adentro sin hacer un solo sonido.- levantó la mirada hacía el pequeño.- Sin un sonido Sanji, a la primera queja bajare y seré yo mismo quien te entrene.- Sanji asintió mirando el plato a medio comer, había perdido el apetito, sabía lo que venía y no le gustaba, pero debía ser fuerte, se repitió, debía resistir, por ella.