-Sanji.
Después de obtener la negativa de Zoro ante mi amena conversación nocturna opte por dormir, era lo más sensato, así que cubriéndome con las cobijas hasta la nariz suspire hasta dejarme abrazar por Morfeo.
Un haz de luz me golpeaba la cara insistentemente y tuve que desperezarme poco a poco, se sentía cálido dentro de las cobijas, tan cálido, aspire con fuerza negándome a despertar y delicioso aroma se encontró con mi nariz, olía a madera y un poco de acero, quede encantado en un segundo, aún en mi ensoñación matutina me gire entre las mantas para darme cuenta del lugar de donde provenía dicho aroma.
Bien Sanji, no hagas una idioteces.
Espera, ¿yo?, ¡Es el maldito marimo el que esta acostado en mi jodida "cama"!
Respira, Sanji, eres un hombre... sí, al que le gustan otros hombres, mal comienzo.
Vamos de nuevo, Sanji, eres un adulto que sabrá como manejar la situación con la cabeza fría.
Sí, eso esta mejor.
Así que una vez que culmine mi debate mental opte por la opción más idónea y adecuada para la situación, tome todas las cobijas y gire hasta sacar al marimo de ellas, eventualmente estaba durmiendo en el piso y no se golpeo al salir, únicamente se oyó un ligero golpe de su hueca cabeza, fingí estar dormido en lo que el idiota cabeza de cespet despertaba, comenzó a murmurar pensando que estaba dormido.
-Pero que carajos. El maldito cejillas armaría un escándalo si supiera que amanecí a su lado, joder, Zoro serás imbécil.
Pude escuchar a mi voz interna decir "Jodido imbécil, soy una persona adulta que puede muy bien guardar la compostura" y entonces tuve un ataque de idiotez que no pude retener.
-Maldito marimo, ¿crees que te saqué de las cobijas sin querer?
Oficialmente: Soy un idiota.
Y en ese instante decidí cerrar la boca. Después de ese incomodo momento Zoro evito el contacto conmigo por horas, por su puesto que yo tampoco estaba muy dispuesto a acercarme, Mihawk aún no se había ido y sentía su mirada seguirme a cualquier lugar a donde fuera, Zoro parecía no inmutarse ante tal hecho pero tenía la leve sospecha de que se encontraba igual de incómodo que yo. El desayuno se desenvolvió en un ambiente un poco tenso, las miradas viajaban de una esquina a la otra en la mesa, Zoro quién se encontraba en un extremo junto a Luffy se abstenía de mirar al extremo contrario, donde se encontraba ni más ni menos que Mihawk, Nami y Ussop se encontraban un poco intimidados por el mayor en la mesa, estaban a poco de agotar la paciencia de Nami donde probablemente se pondría a gritarles a todos, sería una escena excelente pero como si me leyera la mente dirigió su mirada hacía mí con una sonrisa ladina decorando sus labios: Mala señal.
El resto de la mañana transcurrió son problemas, aunque Zoro seguía evitándome, eso no era nada bueno considerando que teníamos el tiempo contado y seguía sin saber nada de Zoro. Y pensé que así seguiríamos, como pocas veces, me equivoque. Ya entrada la tarde Mihawk nos mandó llamar a una de las habitaciones más alejadas de la casa, pensé que vería a todos reunidos sin embargo sólo estaban: Mihawk, Luffy, Nami y Ussop, segundos después a mi llegada entro Zoro a la habitación.
-Cierra la puerta.- Exclamó Mihawk. Acto seguido continuo su monólogo.- Veo que la situación no avanza entre ustedes dos, incluso pareciera que vamos en retroceso, claramente ese no es el objetivo que se tiene en mente así que tendré que tomar cartas en el asunto.- realizo una pausa en el momento en que Nami se acercó a nosotros, antes de que pudiera reaccionar escuche un "Click" sumamente familiar, nos habían esposado, antes de que pudiera quejarme o si quiera decir una palabra Nami susurro en mi oído "No acabes con mi paciencia, Jefe" y fue suficiente para que mantuviera la boca cerrada, Mihawk volvió a hablar.- Así que tendremos que pasar a algo un poco más drástico, desapareciendo toda privacidad entre ustedes, pueden retirarse.
Zoro tenso la mandíbula, se trago lo que sea que iba a decir y camino hacía la salida, al menos hasta que mi cuerpo decidió no seguirlo obteniendo un tirón bastante fuerte en el brazo.
-Oye imbécil, avísame.- Grite antes de detener las palabras en mi cabeza.
-¿Eh? Pero si han dejado muy claro que nos teníamos que ir cabeza hueca, es obvio que tenemos que desaparecer.- dijo simplemente alzando la ceja derecha.
-La comunicación les facilitaría las cosas.- Cuando vi a Mihawk podría jurar que una imperceptible sonrisa estaba surcando sus labios, pero desapareció tan pronto como llego.
-Shishishi, suerte chicos.- Luffy comenzó a avanzar en dirección a la salida y todos lo siguieron, todos menos nosotros dos. Zoro estaba tenso, incluso yo comenzaba a preocuparme.
-Hey, Zoro ¿todo bien?- Zoro me miró con un deje de miedo y vergüenza.
-Juro que no es algo intencional.- Fue entonces que no entendí de que mierdas hablaba, podría ser de las esposas, o el coliseo, o cualquier cosa, Zoro siguió hablando.- Necesito ir al baño.
Mi primera impresión fue un gran ¿Qué?, seguido de eso recordé que estábamos encadenados, Mihawk hablaba enserio, adiós privacidad. Sentí que las mejillas me ardían, no, no sólo las mejillas, toda la cara estaba hecha de lumbre a mi sentir, maldita sea.
-Pu... pues, ¿qué quieres que haga estúpido marimo?- ¿Por qué ser una persona razonable cuando puedo ser Sanji?
-Sanji, de verdad... ¡Necesito ir!- Mi mano izquierda estaba sujeta a su mano derecha y eso era un verdadero problema, bueno, supongo que puede hacerlo con una mano, me mordí la parte interna de las mejillas ¿qué se supone que debo hacer mientras? La voz de Zoro me sacó de mis ensoñaciones.- ¿Podríamos apresurarnos?
Y en ese momento me dí cuenta que sería una larga semana.
En la amplia habitación del sanitario, que por suerte era del tamaño de una habitación común extendí mi brazo lo más que podía, creando la mayor distancia posible, cuando escuche el sonido de Zoro orinando mientras soltaba un gran suspiro cerré los ojos controlando a mi yo idiota que quería enterarse del tamaño de Zoro, mi yo idiota, pervertido, estaba interesado en si estaba bien dotado o no... si sería delgado o grueso, sé que es idiota porque ya lo sintió, pero es distinto a verlo realmente, como sea ¡Yo no soy ese yo!
-Termine.- Las mejillas sonrojadas de Zoro eran a penas notorias en la luz que se colaba por la ventana de la habitación, el sol estaba muriendo en el horizonte como nuestra dignidad en esa habitación. Así que decidí aligerar el ambiente.
-Tienes que lavarte las manos, ni con una jodida mierda voy a estar atado a un hombre que fue al baño y no se lavo las manos.- Zoro comenzó a reírse, había extrañado su risa y lo noté hasta ese instante, entonces recordé mis miedos anteriores ¿a que estaba dispuesto a llegar por mantener su risa intacta?
Después de nuestra maravillosa escena en baño nos dimos cuenta que era realmente difícil estar juntos, nos atoramos en las trabes de las habitaciones, a veces queríamos ir en direcciones opuestas y terminábamos tirando del otro o bien estrellandonos con él, llego un punto en que fastidiados de todo nos sentamos derrotados en el patio de la casa, pronto Ussop y Chopper nos arribaron.
-Bien, bien, probando, probando, ¿el audio se encuentra bien? ¡Buenas noches damas y caballeros hoy tenemos la nueva entrega de nuestro tan ansiado programa: Bien amarrados! Nuestros invitados esta noche son el ex oficial al mando del FBI oficina Japón: Sanji ¡Aplausos!- Ussop estaba narrando mi tragedia y asentó un golpe duro con lo ex oficial, aunque antes de que pudiera quejarme Chopper intervino.
-Y al actual segundo al mando de una de las mafias más fuertes de todo el bajo mundo de Japón: Zoro ¡Aplausos!- Ambos aplaudieron acompasándose, Zoro fue el primero en quejarse.
-¿Qué demonios creen que hacen?
-Simple.- dijo Chopper.- Les traemos algunas preguntas y respuestas para acelerar el conocimiento que tienen del otro, y no hay mejores personas para ello que nosotros dos quer somos los mejores amigos de cada uno.
-Porque lo somos ¿verdad Sanji?- Está era una pregunta con trampa, tuve que asentir aunque sabía que estaba firmando mi sentencia de muerte.
-Primera pregunta.- Pronunció Ussop.- Zoro, ¿Color favorito de Sanji?
-¿Por qué sabría eso?
-Sólo responde, no lo pienses demasiado.
-No lo sé, ¿verde?
-¡Kank! Respuesta incorrecta, la respuesta es: Azul.
-Bastante obvio en realidad.- dije mientras volteaba los ojos.
-Es tu turno Sanji.- La voz chillona de Chopper era aterradora.- ¿Bebida favorita de Zoro?
-Sake, debe de ser tu bebida favorita si puedes consumir la cantidad que ha bebido sin emborrarse.
-Respuesta correcta, es tu turno Zoro.
Las preguntas fueron dejando las trivialidades hasta tornarse un tanto más serias, Ussop encabezo las preguntas incómodas.
-Zoro, ¿Quién fue la persona más importante en la vida de Sanji?
Me quede congelado ¿cómo podría saber eso?
-Sólo se me ocurren dos repuestas a eso, una: Ace, no sé que relación tenían pero Ace siempre hablaba ilusionado de su nuevo amigo en la facultad, aquel con el que compartía los dolores de cabeza y que era su acompañante en cualquier locura que se le ocurriera, puedo suponer que esa persona es Sanji.- sentía algo más en su tono de voz, podría decir que celos, pero sería demasiado atrevimiento de mi parte.- La segunda persona puede ser un familiar, esto lo digo porque aunque no tuve conmigo a mis padres Tashigi lo fue todo en su momento para mí, después el abuelo, ahora Luffy tiene mi vida a su disposición y mi cabeza me dice que es la respuesta.
-Sanji.- La voz de Ussop alejó a los fantasmas que querían acercarse a mi mente.- Puedes responder esta pregunta.
-Bien, en parte tienes razón, Ace fue mi mejor amigo y ya que estamos en eso de la sinceridad estaba enamorado de él, mi primer amor fue no correspondido, punto final con ese tema. La primer persona importante en mi vida, fue mi madre, cuando todo se volví insoportable ella solía acariciar mi cabeza e inventarse cuentos sobre lo que podría hacer con mi vida, su historia favorita era en la que me volvía pirata y surcaba los mares con amigos sumamente importantes para mi en busca del mar que posee a todos los peces del mar, el All blue le llamaba, fuera de eso Ussop ha sido mi mejor amigo desde que estábamos preparándonos para entrar como eventuales al FBI, Nami también es importante, aunque sea un poco mandona y agresiva sigue siendo una gran amiga.
-Cerraremos la ronda con una pregunta sobre Zoro.- Chopper parecía estarse poniendo serio.- ¿Cuál es el mayor miedo de Zoro?
La pregunta me heló la sangre, ¿qué tanto podría decir sobre esto?
-Estoy especulando, supongo que Zoro le teme a fallar, a decepcionar a la gente que le rodea y es por eso que se esfuerza tanto por cumplir.-Chopper negó con la cabeza.
-La respuesta es incorrecta, en parte, Zoro puedes responder esta pregunta.
-Me niego. Respondela tú, Chopper.
-Vaya cabeza hueca.- Chopper parecía estar insultándolo pero en realidad era como una madre diciéndole tonto a su hijo luego de una caída cuando le limpia la herida.- Su mayor miedo en realidad es perder a las personas que quiere, si bien es cierto que no le agrada fallar, sabe que con esfuerzo puede evitar los fallos o reponerse de sus errores, sin embargo no puede retener a los demás, no puede evitar que ellos se alejen.- Sí, ya entendí la pedrada.- O bien que la muerte los quiete de su vida.
-Es hora de ir a dormir.- Dijo Zoro y me levanté a la par de él, podía sentir que estaba inquieto, seré idiota, hice exactamente lo que Zoro temía aunque prácticamente Chopper me arrojó la respuesta, fui yo quien decidió llevarla cabo, seré idiota.
Caminamos en silencio hasta la habitación yo un paso detrás de Zoro, me encontraba perdido entre mis pensamientos, ciertamente había conocido partes de Zoro que no entendía aunque aún todo era muy confuso.
Cerré la puerta debido a que era el último en entrar, Zoro tiro de mi levemente y entendí que debía acercarme, se sentó en la cama y tuve que sentarme a su lado, la habitación estaba oscura, a penas lograba ver mi nariz, era difícil adivinar la expresión que él tenía en este momento.
Sentí sus movimientos rápidos y cadenciosos, pronto tenía sus labios contra los míos, tardé un rato en seguirlo pero ¡a la mierda todo!, no sé si en una semana pueda volver a verlo así que es ahora o nunca, pronto acompase mis labios con los suyos, yo aún me encontraba sentado mientras él estaba sobre mi, nuestras manos atadas estaban una sobre la otra, era más fácil entendernos a tan poca distancia.
Cuando corto el beso, susurro contra mis labios.
-Podía controlarme cuando tenía la opción de la distancia, ahora que te tengo aquí, en mi habitación y atado a mí, sé que no puedes huir.- Guiando con su nariz llevo su boca hasta mi cuello, claro que mi yo enamorado estaba completamente feliz, dando saltitos en mi cabeza y gritando ¡Finalmente vuelve a ser mío! Por primera vez callé a todos los demás y simplemente lo dejé ser feliz, me permití dejarme llevar por ese aroma a madera y acero que se mezclaba ahora con mi colonia, suspire cuando mordió mi cuello, acto seguido lleve mi mano libre hasta su cabello, lo acaricie lentamente, con todo el cariño que podía sentir por él. Quizás antes fuimos demasiado rápido, aunque esa haya sido mi culpa, ahora podía ir paso a paso.
-Zoro.- dije mientras recorría con la punta de mis dedos su mejilla.- No me iré esta vez.- Contuvo la respiración mientras mi corazón se estrujaba ¿tanto daño le había hecho?- Así que no tengas miedo.
Sentí una lágrima recorrer su mejilla, así que aparte lentamente mi mano mientras escondía mi cabeza en su pecho, si Zoro lloro aquella noche alumbrado sólo por la luz de la luna, yo no lo sé y cualquiera que diga lo contrario tiene una paliza de mi cortesía.
Acurrucados nos recostamos en la cama, había sido un largo día.
Pensé que sería una noche tranquila y de nueva cuenta, me equivoque.
El reloj de la pared marcaba las 3 am, Zoro no dejaba de dar vueltas en la cama y mi brazo no podía con más tirones, traté de despertarlo moviendo ligeramente su hombro pero no parecía estar funcionando, estaba cubierto en sudor además tenía espasmos cada cierto tiempo, había visto esto: él tenía otra pesadilla.
Como pude me subí a su abdomen y traté de despertarlo, se movía demasiado supuse que al sentarme en él se quedaría quieto, error, sólo empeore la situación, era como si en su mente fuera un enemigo que intentaba atacarlo, me golpeo un par de veces mientras que trataba de despertarlo, me golpeo la cara ahora la nariz me sangraba y con la ira nublando mi juicio le devolví el golpe, sólo entonces despertó.
-Sanji ¿que haces encima de mí?.- Me moví mientras trataba de contener la sangre, Zoro se dio cuenta.- Maldita sea ¿qué te pasó?
-Oh.- Mi voz salía nasal, como si tuviera el peor de los resfriados.- Salí a dar una vuelta, me tomé unas copas, eventualmente termine golpeándome con alguien y me sangra la nariz ¡Por supuesto que puedo hacerlo teniéndote atado a mi jodida mano!
-Lo siento, pregunta idiota ¿fue mi culpa?.- Asentí sin intención de mentirle, claro que fue su culpa. Lo escuche maldecir para luego susurrar un "Perdón", gire hacía el obligandolo a recostarse.
-Tu castigo será cargar mi cabeza toda la jodida noche y no aceptaré un no por respuesta.- Sabía que Zoro sonreía cuando sentí sus brazos acercarme más a él. Despertar a las 3 am por sus pesadillas no parecía tan malo si podía dormir abrazado a él de esta forma.
Maldito yo que comienza a enamorarse del imbécil cabeza de musgo.