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Encuentros desafortunados. por ThatBlackCat

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Notas del capitulo:

ESTOOOOOY VIVAAAAAAA

XD

Medio. 

Bueno, el cap está en dos partes porque :'v era muy grande y no lo publicaba todo xD

Pero bueno :'v ahora no tengo mucho que decir :3 A leer. 

-Zoro.


 


Layla había entrenado a la mitad de nuestros hombres y hace unos años ayudo en el entrenamiento de los cadetes de elite de la CIA en E.U.A., todo podía irse al demonio en este momento, además por la mirada dedicada a Sanji no está nada feliz de tener que lidiar con tan poco tiempo con personas que no conoce. Layla avanzó unos cuantos pasos hasta toparse con nosotros y pronto sentí mi muñeca liberarse, bien, ahora no entiendo que está pasando.


-Me enteré de los resultados del entrenamiento de ayer, fueron buenos, pero siguen siendo mediocres, considerando el nivel que tienen y deliberadamente usé el plural, podrían hacerlo en la mitad de ese tiempo, atribuiré esa falla a las cadenas por ello empezarán desde cero hoy, a las 12 en punto los veré en el baldío. Por cierto, tienen una advertencia de cinco pasos ¿entendido?


-¿Cinco pasos? ¿De que habla usted señorita? - Sanji rompió el silencio y la mirada de Layla no se hizo esperar, acaba de ser acribillado por un par de ojos marrones sumamente expresivos.


-No pueden alejarse más de cinco pasos, ¿te quedó claro o necesitas que te ayude a contar? -Layla giro sobre sus talones y pude ver una mirada con un dejo de orgullo surcar las facciones de Sabo.


-¿Sabes? Hace unos días no lograba sacarla de la cama, ahora parece que puede comerse al mundo de nuevo. - La mirada de Sabo estaba tan triste que sentí algo removerse dentro de mí.- Quizás después del desayuno ella este mucho más molesta que ahora, así que prepárense para lo peor ¿sí?


Pronto Sabo estaba justo al lado de Layla y le tomaba la mano, estaban caminando en dirección a la habitación de Mihawk, presentía que la situación estaba por complicarse, inconscientemente comencé a masajear mi muñeca que tenía un gran moretón en donde antes habían estado las esposas, entonces la voz de Sanji comenzó a retumbar en mis oídos.


-¿Soy yo o no le agradé?- contuve una carcajada.


-En realidad, creo que a ella no le agrada nadie o al menos eso quiere que piense la gente. - Sanji golpeo ligeramente el piso con la punta de su zapato.


-Ella me agrada, presiento que debajo de toda esa coraza se encuentra aún una pequeña niña, entiendo la soledad y el dolor en sus ojos. - hizo una pausa mientras yo estaba aún encandilado en sus palabras.- Y creo que quiero ser su amigo.


No pude contener mi carcajada esta vez, Sanji, con las mejillas coloradas me fulminó con la mirada.


-¿Qué es tan gracioso estúpido marimo?


-Tú, esa última frase la dije yo el día que conocí a Layla, me arrepentí cuando ella me rompió la muñeca por intentar retenerla para entablar una conversación, ciertamente fui un troglodita sin tacto, pero ella me rompió un hueso en pago, es una chica de temer a veces.


Sanji estaba algo distante, asintió a la nada y me indicó con la cabeza la dirección en la que quería ir, igual a cuando estábamos encadenados, le seguí sin pensarlo dos veces, ahora íbamos camino al comedor.


El reloj marcaba las 7:05, cuando el desayuno se tomaba a las 7 en punto, en especial con Mihawk cerca, nos sentamos en nuestros respectivos lugares aunque la comida aún no desfilaba por la mesa, esperamos cerca de quince minutos más hasta que Luffy comenzó a derretirse, literalmente, sobre la mesa, entonces los chicos encargados de la cocina hicieron salir la cocina, Mihawk no estaba en la mesa y tampoco encontraba a Sabo o a Layla, la situación era un poco extraña considerando que ambos se habían movido en dirección a la habitación de Mihawk, poco antes de las 8 am, cuando los platos habían sido ya retirados y todos se encontraban en medio de platicas y conversaciones sin sentido la puerta se abrió estrepitosamente, Mihwak estaba ligeramente desalineado, además de cargar con el aura de un asesino, Sabo estaba ligeramente delante de Layla, intentando protegerla de cualquiera aún cuando no había amenazas en la habitación, cerrando la marcha estaba Layla con los ojos ligeramente hinchados por lagrimas, quizás, contenidas, los tres se sentaron en sus lugares correspondientes mientras un silencio sepulcral se extendía por la habitación, Mihawk fue quien rompió el silencio, sin embargo la tensión no hizo más que aumentar.


-Diles.


-Mihawk, no creo que...- El aludido silencio a Sabo con la mirada e incluso él tuvo que guardarse sus palabras.


-Bien.- Layla fue la que habló.- Traemos un ligero problemita.- las manos le temblaba, la voz se le quebraba y la mirada de Mihawk no estaba aportando apoyo en absoluto, al menos eso creía.- Estábamos por ser padres.- la mirada de todos se desencajo mientras la mandíbula de Sabo se tensaba.- Hasta que uno de los seguidores de Teach decidió que no seríamos buenos para el trabajo, así que lo mejor era dejar nuestro auto sin frenos.- la voz se le rompió mientras lagrimas surcaban su rostro, no se limpió una sola, simplemente dejó que corrieran libres como el dolor que guardaba en su pecho hasta ese momento.- Tuvimos un accidente hace unos meses, perdí al bebé de cuatro meses, decir que quise avisarles sería una mentira olímpica, en realidad no quería hacer nada más que dormir.- soltó una carcajada amarga.- Pero, de menos ya estamos aquí.- la mano de Sabo se encontraba inerte sobre la mesa por lo que Layla tuvo que darle un fuerte apretón para hacerlo reaccionar.- Estaremos aquí hasta el torneo de mafias, entrenaremos a los que irán a este torneo y también ayudaré un poco a ese par que irá al coliseo, así que rondaremos un rato por aquí.


Aunque había tratado de aligerar el tema con su comentario final, nadie parecía dispuesto a dejar pasar todo lo que había dicho, Luffy tenía los nudillos blancos y podía sentir el odio bullir desde todas las direcciones, pronto sentí un ligero escozor proveniente de mi mano derecha, había roto una botella con la mano y los vidrios estaban dando señal de estar ahí, Mihawk no parecía menos molesto, en realidad, nunca había visto tantas emociones en sus facciones, finalmente relajo los hombros lo más que pudo y planto las manos en la mesa.


-Teníamos un tratado, nunca tocaría a ningún miembro principal, nunca... ese tratado se ha roto. - su mirada se encontró con la mía. - Y más te vale decirle que se ha ido a la mierda nuestra tregua en el coliseo ¿entendido?


-Papá, no es necesa...- La mirada iracunda de Mihawk viajó a Layla quién no hizo más que encogerse en su asiento.


-Si no lo hace él, lo haré yo mismo. -diciendo eso, se levantó de la mesa y azotó la puerta al salir.


Layla parecía cada vez más nerviosa, odiaba ser el centro de atención, Sabo la levantó de su lugar de un tirón, la abrazó silenciosamente y segundos después salieron del lugar sin que nadie les detuviera, todo se quedó quieto unos instantes, entonces todo estallo. Luffy estrelló su puño contra la mesa rompiendo un pedazo de ella.


-Esta es una orden directa Zoro, más te vale mostrarles el infierno que es verla llorar multiplicado por el número más grande que se te ocurra. - Sus ojos destellaban ira contenida.- Encárgate de demostrarles que somos una familia, que en las buenas y en las malas estamos juntos.


Me levanté de mi lugar, me sentía flotar, quizás por la ira, quizás por el dolor que se acunaba en mi pecho, quizás por muchas cosas, pero salí de la habitación sin responder, por supuesto que lo haría, estaba seguro. Sentí unos pasos cadenciosos seguirme por detrás, era Sanji, no dijo una palabra, mientras nos dirigíamos a mi habitación, escuchamos el sonido de distintos objetos romperse, el sonido provenía del cuarto de Mihawk, él normalmente siempre era capaz de controlar no sólo la apariencia ante los demás sino sus propios sentimientos aún cuando sólo estaba consigo mismo, la cortina estaba caída por lo que se veía que por su recámara había pasado una tormenta devastando todo a su paso, los pocos muebles que tenía estaban rotos y todo su contenido se encontraba desparramado por el piso, fue de las pocas veces que le he visto perder el control, una vez llegamos a mi habitación yo entré tratando de no replicar el desastre de Mihawk, me senté en la cama sin embargo me paré a los pocos segundos ya que no podía controlar el temblor en mis manos, comencé a dar vueltas por la habitación en una especie de discusión conmigo mismo, Sanji se había mantenido al margen de todo, él no entendía, claro que no entendía.


-Quizás lo que voy a decir te va a hacer enfurecer.- el mar en sus ojos estaba inquieto, antecediendo el desastre.- Sé que no entiendo a fondo lo que está pasando, puede que no entiendo el dolor que todos están sintiendo, mucho menos la rabia que les inunda, pero de nada les sirve hacer un drama aquí, no creo que sea correcto abrumarlos con todo esto...


No podía seguir escuchando, aunque quizás sólo estaba siendo terco, no podía seguir escuchando como brotaban las palabras de su boca.


-No, no, no, tú no lo entiendes, no entiendes todo lo que tuvieron que pasar, no entiendes el anhelo que tenían, aún por encima de eso no entiendes porque lo peor que podrías pedir es que guardáramos esa ira para ir contra estos tipos, porque no entiendes nada.- sentí mi puño arder al estrellarse contra la pared, estaba exactamente al lado contrario de Sanji y aún no podía entender que demonios pasaba por su cabeza.- La pelea con Teach no es de está generación, ha sido una guerra constante entre familias, desde el abuelo se habían buscado treguas para calmar el derramamiento de sangre, ya que no teníamos la fuerza necesaria para acabar con ellos pero ellos constantemente se encargan de entregar el mensaje de que la paz entre nosotros es imposible, Luffy ha tratado de quitarles territorio, lo ha logrado de poco en poco y eso no ha hecho más que enfurecerlos, ahora han comenzado a atacar a la familia principal, lo que en principio es una ley tácita, si buscas una pelea con una familia de yakuzas lo que necesitas es atacar la "cabeza", nunca es una sola persona, sino un pequeño grupo, a ellos se les llama familia principal.- suspiré, es normal que no lo entienda, el FBI tiene sus propias reglas, las que nunca se han parecido a las nuestras.- Es difícil llegar al jefe de los yakuzas debido a, primero, lo grande de la familia, segundo, por la gran protección que tiene, pero para nosotros la familia y la unión es lo más importante, por ello se le considera "cabeza" a la familia principal o bien a los más cercanos al jefe, atacar a un miembro principal es firmar una sentencia de muerte.- solté una carcajada amarga.- Sin embargo, el coliseo y el torneo son los únicos lapsos en los que las guerras entre familias está prohibida: el mercado negro, el gobierno, el FBI, los altos mandos del mundo, todos están corrompidos hasta la médula y son ellos quienes tiran de los hilos de estás "celebraciones", por ello hacer cualquier movimiento en esta temporada significa ponerte el cañón no sólo a ti mismo sino a las personas que amas, por eso, maldita sea, tenemos que tragarnos el coraje, porque no hay nada que hacer más que esperar.- quizás estaba soltando información de más, pero él tenía que entender aunque sea un poco lo que sucedía en ese momento.


-No quiero ser un idiota insensible, pero si no nos apresuramos Layla va a matarnos a ambos por llegar tarde.- Sanji me indicó la puerta con la cabeza y comenzó a caminar, le seguí unos segundos después, tenía razón a fin de cuentas.- Gracias.


-¿Eh?


-Por explicarme.


-No seas un imbécil frente a Layla o lo pagaremos los dos ¿entendido?


-¿Quién crees que soy estúpido marimo? ¿Tú?


Tuvimos que correr de último momento pues el reloj estaba por marcar las 12 en punto, por suerte llegamos justo a tiempo, Layla estaba sentada sobre una caja cuadrangular de unos 50 centímetros, Sabo estaba a su lado limpiando una Falcon 50.


-Estuvieron cerca de llegar tarde.- Layla había desenfundado una G-23FA y ahora la limpiaba con aparente tranquilidad.- Sabo prefiere las armas de corto alcancé, aunque en realidad a mí me agradan más las de mediano o largo alcancé como la preciosa que tengo dentro de la maleta.- señaló con la cabeza un estuche largo, aproximadamente de un metro de largo que tenía cerca de sus pies.- Si no me equivocó Zoro, eres de los que utilizan más el mediano y largo alcancé mientras que el rubio cara de niño prefiere el corto alcancé.- Sanji se mordió la lengua para no responder nada pero asintió con la cabeza, igual que yo.- El problema es el princeso que tenemos aquí, pues Zoro controla bastante bien el corto alcancé pero no estoy tan segura de que tú, niño bonito, puedas con mi bebé.


Sabo comenzó a reír después de un rato.


-Vamos, no la tomes con él, no ha hecho nada para molestarte que yo recuerde.


-Existir, eso basta y sobra para molestarme.


Sabo nos indicó que nos acercáramos, Layla se inclinó para enseñarnos el estuche más largo mostrando una AK-47 en perfecto estado y denotando a leguas que era la favorita de Layla, se la extendió a Sanji con todo el dolor de su corazón, explicando brevemente como ensamblarla, cargarla y finalmente las características básicas de su disparo, yo pude elegir cual de las dos prefería, señalé la Falcon... por lo que me dieron la G-23, parece que el tema de hoy es trabajar con lo que menos nos agrada, vaya, parece que será una larga tarde. 

Notas finales:

¿Les gustó? :'v espero que no me ignoren demasiado QuQ en fin, también publico (más seguído a veces xD) En Wattpad con el mismo título xD 

Espero sus rw <3


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