Han pasado tres dias desde que Trunks había estado en casa de Gohan, su madre le había dado una reprimenda pero Gohan lo ayudó, diciéndole a Bulma que fue de ayuda para cuidar a la pequeña.
Goten y Trunks se habían estado hablando por teléfono durante esos días, el peli lila le decía que estaba ocupado con los deberes escolares y que por eso no lo iba a ver, escondiendo que en realidad seguía castigado.
En estos instantes, el joven de piel bronceada se encontraba ayudando a su madre con una de las maquinas nuevas.
Sin embargo no estaba tan concentrado como debería, en realidad, también hablaba por teléfono con el pelinegro por que no sabía cómo mirarlo. ¿La razón? Simple, esa mañana en la casa del mayor de los semi humanos, Trunks se encontraba despierto, en realidad había abierto los ojos y al ver que Goten no estaba despierto decidió cerrarlos y tratar de conciliar el sueño nuevamente, pero no funcionó por lo que sólo los mantenía cerrados.
Había sentido cuando alguien se le acercaba, por alguna razón; aun desconocida para él, cuando sintió que sus respiraciones se mezclaban no se molestó en moverse, o hacer ademán de que estaba despierto.
Sintió perfectamente cada beso que le proporcionó el menor, sus labios suaves, moría de ganas por corresponder pero pensó que sería mala idea, después de todo se suponía que ya no iban a darse ni un sólo beso. Además ¿Porqué querría corresponder? ¿Por costumbre? No, no era por eso, pero no estaba realmente seguro de la razón, lo que si identifico es que esos besos tenían algo diferente, pudo sentir la ternura que estos llevaban.
-¡Trunks!
La voz de su madre lo asustó causando que tirase algunas herramientas al suelo.
-Lo siento mamá, ahora mismo lo recojo.- el joven se agachó, tomando cada herramienta esparcida en el suelo.
-¿Qué tienes? Andas distraído.
-No es nada, sólo pensaba en cosas de la escuela, la profesora últimamente deja muchos trabajos.
-Pero eso es normal, además vas bien, no tienes de que preocuparte.
-Si, tienes razón .
Trunks termino de levantar las herramientas y le dijo a su madre que estaba algo agotado, por lo que fue a su habitación, claro, haciendo una parada primero en el refrigerador, encontró un delicioso flan con esa cubierta de caramelo que tanto le gustaba. No lo comió en la cocina, fue a su cuarto con él.
Se recostó en la cama, tenia el postre en la mesita de la lámpara junto a él, comía pequeños bocados disfrutando aquel sabor del caramelo con la vainilla que le llegaba al paladar.
Estaba mirando al techo pensativo, se sentía extraño en varios aspectos. Uno de ellos era el cosquilleo que recorría su cuerpo al pensar en que saldría con el pelinegro, era algo de amigos y sin embargo se emocionaba de más. Tampoco podía dejar de pensar en aquellos pequeños besos, si Goten ya sabía que no se los darían. ¿Entonces porqué lo hizo?
Terminó de comerse el postre y cerró los ojos con pereza, faltaban solo cuatro días para aquella salida, estaba pensando a donde irían.
Por su cabeza pasaron varios lugares, el parque de diversiones, el cine, un restaurante, pero después de un rato cayó en cuenta que esos sitios sonaban más para una cita que para pasar el rato con un amigo.
-"Cita"- esa sencilla palabra lograba hacer que sus mejillas se tiñeran de aquel rosado tenue. Ladeaba su cabeza tratando de dejar esos pensamientos de lado.- Mejor decidiré el mismo día, asi le pregunto y no hay problemas.
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-Mmnn...- ese sonido era lo único que se escuchaba en aquella cocina, ambos pelinegros estaban perdidos en esos besos pasionales.
Sus lenguas se entrelazaban mezclando sus fluidos bucales, el ruido de esos besos húmedos se hacia eco. Vegeta estaba aprisionando la boca del menor con la suya, le daba leves mordidas sin para de besarlo.
-Ah.. Espera Vegeta, ya me duelen los labios. - Goku se separó del príncipe, limpiando el pequeño hilo de saliva que había quedado entre ellos, sus bocas estaban rojizas e hinchadas, ya llevaban un buen rato en ello, pero el príncipe estaba insaciable, deseoso de probar más aquella boca que lo hacía perder la cordura.
-¿No me digas que ya no aguantas? Y yo que pensaba que tú soportarías más tiempo.
-Eso no es cierto, claro que aguanto, ya verás.
El de clase baja tomó de la barbilla al de menor estatura, plantando sus labios sobre los del príncipe, iniciando un nuevo beso.
Masajeaba lentamente la boca del contrario, disfrutando como si de un manjar se tratase. Sus cuerpos no pudieron resistir la atracción, juntándose más, los brazos del de cabellos de flama se enredaban en la nuca del menor, las manos de Goku se paseaban por la espalda del príncipe, sus cuerpos estaban más que calientes.
Poco a poco las manos traviesas de Vegeta bajaron con lentitud, rodeando aquel trasero firme, sacándole un gemido al menor.
Los besos no se detenían y el toqueteo de los cuerpos solo lograba desesperarlos, iban a despojarse las prendas pero para la mala suerte de ambos, no lo lograrían.
-Papá estaba abierto asi que entré y...- los ojos del joven se abrieron por la sorpresa de ver aquella escena, los dos hombres se separaron de inmediato al darse cuenta de la presencia del joven pelinegro.
Vegeta juntó lo más que pudo sus cejas y se acercó a Goten, el menor retrocedió un poco, se le veía furioso al de cabellos de flama.
-¡¿Acaso no tienes modales?! ¡¿Porqué demonios entras a una casa ajena sin tocar?!
-Lo siento, es que yo...
-Vamos Vegeta, no te enojes, él solamente entro sin saber que nosotros...ahh...bueno, sin saber que estábamos - el sonrojo en Goku se presentó, no era algo de otro mundo darse afecto con su amante, pero decirlo frente a su hijo lo ponía nervioso.
-No tienes que decirlo papá, ya entendí las cosas. Lamento haber entrado así, tendré mas cuidado la próxima vez.
De la furia, a Vegeta se le había bajado lo caliente, y a Goku por haber sido sorprendido por su hijo, el príncipe no se quedó a escuchar al joven, yéndose a la habitación.
-De verdad que no lo hice a propósito.
-Lo sé, no te preocupes, ya se le pasará el enojo. Pero dime ¿A qué viniste? Pensé que cómo tú madre te castigó no vendrías a verme.
-Si, es que, la convencí, en realidad papá, quería hablar de un asunto contigo, pero no aquí.¿Podemos salir a algún lugar?
-Claro, vamos.
Padre e hijo salieron de la casa, fueron a un bosque cerca de las montañas donde el mayor solía vivir, tomaron asiento cerca de un pequeño riachuelo.
-¿De qué quieres que hablemos?
Mientras aquellos dos hablaban, el príncipe que estaba acostado en la cama, se notaba furioso por haberse quedado con las ganas.
-"Pero esta noche no te salvaras Kakaroto"
Vegeta, a pesar de conocer la situación en la cual estaban los dos jóvenes, no se veía tan preocupado, pensaba que ninguno tendría oportunidad de hacer algo con el contrario.
-Tendré que vigilarlos, pero no creo que esos dos hagan algo, piensan demasiado en su amistad.
De pronto el sonido del teléfono se dejó oír en la casa, el príncipe detestaba ese aparato. Había veces que deseaba aplastarlo para que dejase de hacer ese horrible sonido, pero aprendió a controlarse.
Se levantó de la cama y contestó el aparato sin ganas.
-¿Qué?
-# A mi tambien me gusta escuchar tu voz Vegeta, gracias por preguntar como estoy#- el sarcasmo de la mujer le molestaba pero no tenía ánimos de contestarle.
-¿Para qué demonios llamas? Si buscas a Kakaroto, te aviso que salió.
-#Que bueno por él, debe despegarse de vez en cuando de alguien tan egocéntrico, no se le vaya a pegar#
-Si sólo tienes que decir tonterías, entonces llama en otro momento.
-#Espera Vegeta, si tengo algo que decirte #
-Entonces, date prisa y habla.
-#De acuerdo, como sabrás, en unos días se presenta una fecha importante #
-¿Importante?
-#¡No me digas que lo has olvidado!#
-No tengo idea de que hablas, no tengo tiempo de memorizar tonterías.
-#El cumpleaños de tú hijo no es ninguna tontería #
-Da igual. ¿Qué tiene que se acerque su cumpleaños?
-#Estoy organizándole una fiesta sorpresa, invitare a varios de sus compañeros de clase y tambien quiero que vengan nuestros amigos#
-¿Nuestros? Querrás decir, tuyos.
-#Sabes a que me refiero, me gustaría que Goku viniese, y por supuesto tú tambien, siendo el padre estas obligado a venir#
-No me interesa asistir a esas tonterías.
El príncipe estaba a punto de colgar, pero por su mente paso la rápida imagen del joven pelinegro, tomó de nuevo el teléfono.
-Contéstame esto. ¿Acaso el hijo de Kakaroto ira a esa fiesta?
-#Aun no le he comentado nada pero es mas que obvio que esta invitado, después de todo Trunks lo quiere mucho.#
-"No debo dejarlos solos" De acuerdo, asistiremos a esa ridícula fiesta.
-#Me alegra escuchar eso, mañana te daré los detalles#
Con eso la mujer colgó, dejando a Vegeta nuevamente solitario.
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El joven peli lila despertaba de aquella siesta que se le hizo larga, al ver por la ventana pudo notar que estaba oscuro.
Se estiró, su estómago sonó, salió de la habitación y camino por aquellos pasillos.
Escuchó algunos murmullos cerca de la sala, se asomó un poco y vio como su madre y Yamcha conversaban alegremente.
No era de él andar husmeando por lo que se retiraría del lugar, pero al escuchar su nombre en la conversación no pudo evitar ser un poco curioso.
Se acercó lo más que pudo para no ser descubierto y se puso atento.
-Entonces convenciste a Vegeta, me sorprende, pensé que él diría un rotundo no.
-Yo tambien oe daba eso, pero tal vez aceptó sólo porque se trata de la fiesta de cumpleaños de Trunks, de ser otra cosa seguramente me hubiese colgado el teléfono de inmediato.
Trunks escucho aquello que su madre dijo, no pensaba en que la mujer le estuviese preparando algo para ese día.
-"No puede ser, yo queria pasar el dia con Goten. ¿Qué hago ahora?"
Rápidamente una idea se le pasó por la mente, si no podía estar con él en su cumpleaños, entonces lo haría antes. Después de todo lo que en realidad le importaba era pasar tiempo con el joven.
Regresó a su habitación y sin perder tiempo marco a la casa de su amigo.
Debía avisarle de aquel cambio de planes.
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La luz del día era presente, por la noche, Trunks le había dicho al joven si era posible verse ese día, después de darle muchas vueltas, se pusieron de acuerdo para faltar a clases y salir juntos.
El peli lila se encontraba en la entrada del centro comercial, esperaba ansioso a su amigo, tal vez se había levantado muy temprano, pero no podía evitarlo, solo de saber que estaría con Goten lo llenaba de una inmensa alegría.
-Trunks, lamento la tardanza.
El pelinegro saludó a su amigo regalándole una radiante sonrisa, no se hicieron esperar y entraron a aquel lugar.
-¿A dónde te gustaría ir Goten? No escatimes en gastos, yo pagaré todo.
-No quisiera aprovecharme.
-No lo harás, yo quiero pagar.
-Bueno, entonces me gustaría ir al centro de juegos.
-Vaya, si que eres un niño, te hace falta madurar, pero no te negare nada asi que vamos.
El pelinegro sólo hizo un puchero pero siguió al mayor.
Los juegos no eran ningún reto para ambos, pero debían admitir que se estaban divirtiendo.
-Sabía que no podrías conmigo.
-Bah, tú siempre tienes a tú disposición cualquier juego, es obvio que tengas más practica que yo.
-Vamos, pero no te enojes. Es más, vayamos por un helado para que no te sientas mal por perder.
-¿De verdad me compraras un helado? ¿Tambien puedo pedir pasteles?
-Claro, yo se que te encantan las cosas dulces.
Los jóvenes estaban en el área de comida, se dirigieron a un puesto donde hacían solo postres. El olor llegaba a sus fosas nasales, el chocolate derretido los atraía, la crema batida que mostraban aquellas cubiertas de pastelillos se veía apetitosa.
Pidieron un poco de todo, dejando sorprendido al vendedor de aquel local.
Goten devoraba cada postre con lentitud, disfrutando de aquellos manjares.
Trunks lo miraba con aparente ternura, le gustaba esa actitud infantil que podía llegar a tener el pelinegro. Pero al parecer no era el único mirándolo, a lo lejos se podían ver algunas chicas que fijaban sus ojos en el joven pelinegro, extrañamente Trunks sintió de nuevo un ardor en el estómago como el que sintió cuando escucho que su padre había tocado a su amigo.
Cuando terminaron de comer, el menor le propuso al peli lila ver una película, el cine no estaba lleno a esas horar por lo que se sentirían más cómodos.
No era una película realmente llamativa, simplemente se trataba de una comedia. Compraron algunos aperitivos, a Trunks le gustaban las palomitas así que llevo algunas y uno que otro dulce y por supuesto las bebidas.
La sala ya estaba a oscuras cuando entraron, tomaron asiento hasta la última fila, solamente habían al rededor de quince personas contándolos a ellos.
El pelinegro estaba concentrado en la película, todo lo contrario a Trunks que a pesar de la tenue luz, miraba con insistencia al menor.
Estando a oscuras tan cerca uno del otro causaba que sus manos audaran y que sus nervios se alteraran.
De nuevo aquella palabra, cita, llegaba a su cabeza, realmente parecía una cita. De pronto escucho la risa del joven, miró sus facciones, se veía realmente bien, era un joven atractivo, eso no podía negarlo.
Inconscientemente se fue acercando aun más , dejando que su respiración chocase con la mejilla del menor, éste al sentirlo, giró la cabeza.
-¿Qué sucede Trunk...?- antes de poder terminar la frase, sus labios ya se encontraban aprisionados por los del mayor, un beso leve lleno de una gran cantidad de sentimientos.
El peli lila no esta del todo consciente, se encontraba hipnotizado por la vista que su amigo le proporcionaba, y aquellos labios con sabor a chocolate lo atraían demasiado.
Sentía como el calor se acumulaba en sus mejillas y el palpitar de su corazón se aceleraba, había durado todo este tiempo de esas sensaciones, pero en este momento estaba quedando completamente seguro de la realidad.
-"Me gustas, me gustas..." Sus pensamientos vagaban repitiendo esas palabras, no se dio cuenta en que momento se separaron y sin querer dejó salir esa verdad al aire.
-Me gustas...