La mirada de ambos estaba perdida en la sonrisa del contario, pero un ruido los sacó de su mundo.
Ambos chicos vieron con sorpresa a aquel sujeto parado alado de un jarrón, al parecer había soltado su vaso al sorprenderse por ver aquella muestra de afecto entre los jóvenes.
-Krilin.- Trunks no dudo en pararse e ir donde el de menor estatura. Se le veía en shock.
-Ustedes...ustedes justo ahora se ..besaron.
Ambos jóvenes cruzaron miradas, Goten seguía en el sofá, el peli lila puso sus manos en los hombros del mayor, no estaba seguro de que decir o hacer, apenas hace unos segundos estaban empezando su noviazgo y no quería que los delataran tan rápido.
Sabía bien que Krilin no iría con el chisme, pero cabía la posibilidad de que hablase sin querer. Asi que necesitaba algo con lo que de verdad no abriese la boca.
-Krilin, amigo. ¿Sabes? Lo que acabas de ver es un beso de amistad. ¿Verdad Goten? - el menor sólo asintió - Verás, ayer vimos en el programa de la tarde del canal XHZTG , que es la demostración de afecto que mejor se le puede dar a un amigo. Sólo estábamos haciendo eso, ya que nosotros somos muy buenos amigos. - el joven hablaba con demasiada seguridad.
El mayor estaba escuchando todo, pero se le hacía muy extraño eso de mayor demostración de afecto para un amigo, era obvio que no creía nada.
-¿De qué estas hablando Trunks? Eso que hicieron lo hacen las...- el mayor no pudo terminar de hablar ya que fue interrumpido por el de ojos azules.
-Pensándolo bien, tú tambien eres un buen amigo mío Krilin. - Goten no podía creer lo que veía, su amigo se inclinó y en un movimiento rápido junto sus labios contra los de el mayor.
Krilin abrió sus ojos a más no poder, por su parte el peli lila sentía como se le revolvia el estómago. Sólo duró unas centésimas de segundo, suficiente para dejar a ambos con una sensación de desagrado, sin embargo el peli lila disimulaba bien.
-Bueno, ya basta de demostrar afecto. Creo que no lo volveremos a hacer, no es muy cómodo ¿No? Mejor regresemos a la fiesta.
Todo lo decía con una sonrisa en el rostro, aguantando las ganas de regresar la comida.
Rápidamente el joven peli lila se retiró, siendo seguido por Goten. Krilin estaba paralizado pensando en lo que sucedió.
Mientras tanto en el ambiente de la fiesta se podía ver al príncipe enfurecido, buscaba por todos lados la presencia de ambos jóvenes. Maldecía no haber empujado a la peli azul para que no le obstruyera la vista.
No pasó mucho para que los divisara, estaban juntos. Su hijo lucía asqueado, pero no se detuvo y caminó hacia ellos.
El peli lila quería limpiarse los labios, ahora sabía que en definitiva no podía besar a otro hombre o al menos no a uno que en serio no le gustase en absoluto.
-Debí pensar en una mejor idea.- Goten sólo aguantaba la risa, más que enojarse por ver al de ojos azules besar a otro, le pareció divertido, ya que sabía que había sido una tortura para Trunks.
Ambos jóvenes se dirigían a la mesa de postres, pero fueron interceptados por el de cabellos de flama.
-Papá, hola. ¿Cómo estas?- el joven hacía como si nada.
-Eso no te interesa. ¿Dónde estabas? - su mirada se fijaba en el pelinegro más que en su hijo, poniendo nervioso a Goten.
-Estábamos platicando adentro. Krilin nos estaba contando unas historias, creo que él sigue en la sala, nosotros acabamos de salir. Si quieres puedes preguntarle, nos contaba algo sobre una batalla que tuvo cuando joven pero no le entendíamos mucho y decidimos regresar. Es más, ahí está Krilin, le hablaré para que te diga.
El joven dio un grito llamando al de menor estatura quien apenas regresaba a la fiesta después de salir de tremendo shock. Krilin escuchó que el joven le hablaba, dudó en acercarse ya que el príncipe estaba ahí. Pero respiró hondo y fue hacia halla.
-¿Sucede algo Trunks?- no podía mirar el rostro del joven, por su parte el peli lila le sonreía para disimular todo.
-Le estaba contando a mi papá lo que hacíamos en la sala.
Krilin sintió como un escalofrío recorrió su cuerpo, iba a hablar pero el joven continuó.
-Le decía sobre las historias que nos estabas contando. De las primeras batallas que tuviste.
Vegeta miraba fijamente a Krilin, éste se limitó a sonreír, no tenía idea de que contestar, trató de hacer memoria de algo y habló.
-Si, les contaba sobre el primer torneo de artes marciales al que asistí. Esa vez me tocó pelear con un tipo muy asqueroso al que le decían bacteria.- ni loco diría lo que sucedió hace unos momentos, temía por su vida y además es algo que queria borrar de su mente.
El príncipe se limito a bufar y a regresar a su asiento, sin dejar de vigilar a esos dos durante el resto de la fiesta.
Antes de irse, Goten le dio a el peli lila un abrazo frente a su madre y Bulma, ellas lo tomaron como un gesto de amigos por lo que se limitaron a sonreír. Mientras que a Vegeta le hervía la sangre al ver eso, pero se aguantaba las ganas de gritar e ir a separarlos.
Por su parte Goku fue y también le dio un pequeño abrazo al joven, ya que vio que su hijo lo hacía le pareció buena idea.
Vegeta ni siquiera le dijo adiós y se fue cuando vio que el joven pelinegro ya se iba con su familia, ya que Gohan los llevaría junto con Pan y Videl.
El de clase baja iba detrás de su amante, ya el cielo se había cubierto de un manto obscuro que era iluminado por aquellos diamantes que emanaban un brillo precioso. Goku iba viendo aquellas estrellas, no sentía mucha prisa por llegar a su hogar por lo que disfrutaba de la brisa nocturna.
Vegeta iba tan perdido en sus pensamientos que no se daba cuenta de como su amante se iba quedando atrás. Se atormentaba pensando en esos dos chicos. ¿En verdad no habían hecho nada cuándo desaparecieron? No le creía mucho a aquel enano y tampoco a su hijo, pero no tenia pruebas de que en verdad algo hubiese ocurrido.
Al poco tiempo llegaron a su casa, Goku cargaba la llave por lo que abrió, dejando que el príncipe entrase primero.
El de cabellos de flama se fue de inmediato a la habitación, quería dormir y dejar descansar su mente.
Goku siguió a su amante, vio como tomó asiento a la orilla de la cama para irse quitando la ropa, éste lo veía desde el marco de la puerta.
-¿No te pareció divertida la fiesta? La comida estaba deliciosa.
-Me pareció una perdida de tiempo.
El menor no se sorprendió por la respuesta, ya estaba más que acostumbrado a esa actitud y extrañamente le seguía gustando. Simplemente para él, Vegeta no sería el mismo sin esa actitud tan arrogante.
Sus ojos miraban cada parte del cuerpo del príncipe, ya se había retirado la ropa dejando solamente el bóxer puesto.
Sin darle importancia al menor, el de cabellos de flama se acostó y le dio la espalda a Goku.
Éste sonrió al ver al príncipe de esa forma, tenía ganas de abrazarlo y darle varios besos, pero tampoco quería molestarlo si es que estaba cansado.
Se despojó de sus prendas también, no se molestó en ponerse una camisa, ciertamente hacía algo de calor. Vegeta sabía que el menor se acostaría por lo que se jaló un poco sin dejar de darle la espalda, dejándole espacio al de cabellos alborotados.
Goku miraba la nuca del príncipe, sentía muchas ganas de abrazarlo, no aguantó más y envolvió su brazo rodeando el abdomen del mayor, pegando su pecho a aquella ancha espalda y dejando su nariz pegada a esa cabellera obscura.
El príncipe sentía el calor que emanaba el de clase baja, la respiración del Goku sobre su cabello y las delicadas caricias que le daba a su abdomen.
-Vegeta...te amo.
Daba gracias por estar dándole la espalda ya que su rostro se encendió en un tremendo color carmesí, siempre que el de cabellos alborotados le decía eso causaba que el palpitar de su corazón se descontrolase.
-Idiota.- Vegeta se dio la vuelta dejando sus rostros de frente y rápidamente le plantó un beso a su amante, olvidándose de aquellos pensamientos entorno a los jóvenes, dedicándose a los labios del menor.
La noche pasó lenta, en especial para ambos chicos que no dejaban de pensar en el otro. Por su parte Trunks estaba feliz por lo sucedido, mientras que Goten seguía algo confundido pero al mismo tiempo emocionado por saber que podían seguir dándose aquellos besos que le estaban haciendo falta.
El sol alumbraba el nuevo día, Goten estiraba su cuerpo con la llegada de los primeros rayos del sol que impactaban en su rostro.
Estaba de un inusual buen humor, tomó una ducha rápida y preparó parte del desayuno antes de que su madre se levantase.
-Goten, te ves muy feliz hoy. ¿Qué sucedió?
La mujer iba llegando a la cocina, hace apenas unos momentos que había despertado y el olor de los platillos preparados por su hijo llegaban con facilidad a sus fosas nasales.
-Buenos días, mamá. No ha sucedido nada, sólo estoy de buen humor.
La mujer sonrió al ver la felicidad de su hijo, dedujo que el problema con Trunks se había arreglado.
Por otra parte en la corporación cápsula, el joven peli lila estaba más que listo para ir a entrenar con su padre. Se encontraba alegre, aunque durante la noche tuvo un poco de tortura gracias a sus sueños, ya que en ellos se le presentaban el beso que le dio a Krilin.
Trató de olvidar el asunto y terminó de arreglar sus cosas, pensaba que después de entrenar, pasar a casa de su padre a tomar un baño e ir directo a la escuela para no perder tiempo.
Lo que más le emocionaba en ese momento es que sabía que había altas probabilidades de que viese a Goten después de su entrenamiento, por lo mismo queria quedarse un rato más en casa de los mayores.
Salió de su habitación ya con una ropa ligera para entrenar y unas cápsulas donde tenía la muda de ropa y sus útiles escolares.
-¿Te vas tan temprano hijo?- la peli azul estaba levantándose, no precisamente por que quisiera sino porque tenia que asistir a una junta con otros científicos.
-Si, iré a entrenar con mi padre y después a clases.
-Bueno, trata de no quedar muy herido.
-Si. Por cierto mamá, queria decirte que quiero invitar a Goten a que venga esta tarde.
-De acuerdo, ya hace un tiempo que él no viene a quedarse.
La charla duró sólo un poco más, ambos tenían prisa por lo que tomaron sus rumbos. El de ojos azules volaba en dirección a casa de su padre, el viento chocaba con su cuerpo causando que sintiese aquel aire fresco.
El vuelo no fue tardado, a decir verdad, sentía el ki tanto de su padre como el de cabellos alborotados muy tranquilo pero no le tomó importancia. Se acercó a la puerta y tocó.
Nadie respondía, le parecía extraño por lo que volvió a tocar pero pasaba lo mismo, silencio.
-¿Seguirán dormidos? - susurró para sí.
El joven espiaba por la ventana de la planta baja y no veía rastros de nadie, se le hacía extraño ya que solían ser madrugadores.
Queria revisar la ventana de arriba pero de alguna forma le daba miedo encontrarse con una escena poco agradable, lo pensó durante un momento, se supone que ya tenia el tiempo contado asi que tomó valor y se elevó para espiar la ventana de la habitación de los mayores.
Sus ojos se abrieron por la sorpresa, no era en si algo desagradable, más bien algo que no imaginaba y a lo que probablemente no estaría acostumbrado. Su padre estaba durmiendo encima del de cabellos alborotados, reposaba su cabeza en el pecho del menor mientras los brazos de Goku lo rodeaban, los rostros de ambos eran pacíficos.
Poco a poco los ojos del de clase baja se fueron abriendo, la luz que entraba por la ventana lo cegaba. De inmediato sintió el olor de la cabellera del mayor, sonrió y acaricio aquellas hebras negras.
De pronto se dio cuenta de que había una presencia cerca, volteó y miró como el peli lila los observaba desde la ventana. Se sorprendió un poco pero le dedicó una sonrisa.
Se levantó de la cama acomodando al príncipe para que no se despertase y le hizo una seña al joven indicándole que le abriria la puerta. Trunks entendió y descendió esperando al de cabellos alborotados, éste antes de bajar, fue al baño a lavarse bien la cara y los dientes.
Al terminar bajó de inmediato y le abrió al joven.
-Lamento la demora, pasa.
-Gracias. Y no tiene que disculparse, yo soy quien vino a interrumpir su sueño.
-La verdad es que estábamos agotados, ayer entrenamos bastante antes de la fiesta.- Goku omitió el hecho de que no sólo entrenaron sino que hicieron ciertas cosas en la ducha sin tomar descanso alguno.
-Ya veo, yo venía para poder estar con mi padre, pero si sigue durmiendo entonces mejor me voy.- el de ojos azules se disponía a salir de la casa, sin embargo fue tomado del brazo por su padrastro, siendo arrastrado hasta el comedor de la cocina.
-Que no entrenes no significa que no puedas pasar tiempo aquí. Si no me equivoco, Goten debe venir en camino. ¿Porqué no entrenan juntos? - Goku estaba tomando asiento en una silla cerca del joven, no sentía vergüenza de su aspecto poco conservador, continuando con sólo el bóxer puesto.
-¿Quiere que nosotros entrenemos juntos?- el peli lila se puso un poco nervioso, había llegado con los planes en la cabeza y ahora que tenia la oportunidad de pasar tiempo con el joven pelinegro, sentía nervios. - Pero, Goten y yo hace tiempo que no mantenemos un combate, no creo que eso sea buena idea.
-Con más razón deberían entrenar, no pueden estar con un sólo contrincante y que mejor que tener una batalla entre ustedes para medir fuerzas y ver estrategias. Si sólo entrenan con nosotros no avanzaran adecuadamente, Goten todavía no se acostumbra a mi ritmo de entrenamiento y por lo que me he dado cuenta, Vegeta es demasiado violento contigo. Entrenar entre ustedes les hará bien, aunque sea sólo una vez.
-Si lo dice de esa forma puedo darle la razón.
-Bien, entonces ese asunto queda arreglado. Así Vegeta y yo podremos descansar hoy todo lo que queramos.
-Pero ¿No cree que mi padre se enojará si no entreno con él?
-No tiene de que enojarse, y si dice algo yo me encargo de que no te haga nada.
Trunks sonrió, de verdad que tenia un buen padrastro, en verdad le agradaba.
-Si no es molestia, me gustaría preguntarle algo.
-Claro, dime lo que quieras.
-¿Usted continua sintiendo algo por mi padre después de todo el tiempo que ha pasado?
Esa pregunta tomó por sorpresa a Goku, de inmediato relajó su mirada y dio una pequeña pero hermosa sonrisa.
-Si, aún siento algo por él.
-¿Porqué?
El pelinegro miró al joven, no entendía la razón de las preguntas.
-No se porqué, sólo se que todavía lo amo.
Esas palabras le llegaron al joven, pensaba que su padre era afortunado por tener a alguien que lo aguantase.
Ambos charlaron durante un buen rato, sabían desenvolverse bien. Al poco tiempo sintieron aquella energía tan familiar.
Goku fue a abrirle a su hijo, el joven no entendía porque su padre no estaba vestir para el entrenamiento. Al ir ambos a la cocina vio al peli lila, inmediatamente un tono rosado se asomó a sus pómulos.
-Trunks. ¿Acaso no deberías estar entrenando con tú padre?
-En realidad, yo tampoco entrenaré hoy contigo, Goten.
-¿Porqué? ¿Hice algo mal?
-Nada de eso, sólo que pensé que es bueno que ustedes entrenen juntos. ¿No te gusta la idea?
Al escuchar eso, no pudo evitar embozar una amplia sonrisa.
-Me encanta la idea.
-Bien, entonces no se diga más y váyanse de una vez.
Goku acompañó a ambos jóvenes a la entrada y se despidió con un ademán de mano.
Si bien lo que dijo si lo pensaba, sus verdaderas intenciones eran monopolizar por todo el día al príncipe, hace tiempo que quería pasar tiempo con él sin que implicase entrenamiento, lo cual era extraño por que normalmente a Goku sólo le preocupaban los entrenamientos.
En el cielo se podía ver a ambos chicos volando, no se miraban más que de reojo, pero el pelinegro decidió romper el silencio.
-¿Crees que debemos entrenar? Me refiero, a que...ahora que somos no..novios. ¿No crees que deberíamos salir a hacer algo?- el rojo invadió el rostro del menor, no sólo él, Trunks al escuchar la palabra 'novios', no pudo evitar sonrojarse.
-A hacer algo. ¿Te refieres a tener una cita?
El pelinegro asintió sin disminuir su velocidad de vuelo, no estaban yendo a ningún rumbo fijo.
Trunks se puso a pensar un momento, era una oportunidad muy buena que no debía desperdiciar. Sabia bien que Goten todavía no tenia completamente en claro sus sentimientos, pero si le pidió una cita entonces cabía más que la posibilidad de que el joven aclarase lo que sentía.
-De acuerdo. Tengamos una cita.