-"¿Qué hicimos?"
Ambos jóvenes se encontraban todavía acostados en el suelo, el mayor había caído en sueño, pero el pelinegro no era capas de pegar los ojos.
Se sentó dejando con cuidado a Trunks de lado, miro una pequeña mueca de dolor en el rostro del peli lila.
Su corazón continuaba latiendo aceleradamente, el cosquilleo en su cuerpo seguía presente recordando cada una de las recientes sensaciones, su rostro se tornaba rojo de sólo recordar aquellos sonidos eróticos que sus cuerpos provocaron.
No era algo que había experimentado antes pero no podía negar el hecho de que lo disfrutó.
Sin embargo las preguntas llegaban a su mente. ¿Hicieron algo malo? ¿Lo lastimó? ¿Aquel acto fue hecho por compromiso?
Ladeo bruscamente su cabeza, no, no fue por compromiso de noviazgo, el peli lila no era así.
-Ugh...- Trunks se quejó por lo bajo, después de todo la penetración fue hecha sin preparación previa.
El joven no sabía bien que hacer, lo poco que sabía sobre el sexo lo aprendió en clases y era referente a parejas heterosexuales. Se dispuso a cargar con cuidado al mayor y a acostarlo en la cama, pensó que era mejor que estuviera cómodo.
-"Debería dejarlo descansar,mejor iré a preparar algo para cuando despierte"
El pelinegro recogió sus ropas pero al haber sudado pensó en tomar prestada la ducha, después de eso prepararia algo para que ambos comiesen.
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Aquellos cuerpos desnudos se encontraban entre las sábanas de la cama, los besos fogosos resonaban por la habitación.
Sus cuerpos despedían calor, sus respiraciones se hacían más aceleradas con cada roce de sus pieles.
Ya conocían bien el cuerpo del contrario por lo que sabían donde y como tocar, sus lenguas se entrelazaban compartiendo sus fluidos, la sensación de la suavidad de la boca del otro los volvía locos.
Sus pieles estaban pálidas y sus cabelleras eran rubias, sus cuerpos desnudos ya estaban secos después de haberse dado un buen baño, pero la tentación de continuar tocando sus cuerpos era demasiada, se tocaban con desespero.
-Kakaroto..- el príncipe estaba completamente acostado mientras que el menor se encontraba encima de él, ahora degustaba con sus labios aquella piel tostada dándole besos y ligeras mordidas.
Goku aspiraba fuertemente el olor del cuerpo de su amante, simplemente le fascinaba aquella sensación embriagante que lo sacaba de sus casillas.
Sus manos ásperas se paseaban en ese abdomen, le encantaba tocar cada parte de ese masculino cuerpo. Su lengua se encontró con aquellos pezones erectos que rogaban por algo de atención.
Vegeta podía sentir como el respirar caliente del menor chocaba con su piel, como aquella húmeda lengua comenzaba a apoderarse de su pecho, el menor lamía alrededor de aquel botón rodeándolo y posteriormente succionando un poco.
Algunos jadeos roncos escapaban de la garganta del mayor, causando un cosquilleo en la parte baja del más alto. No se limitó a lamer el pecho, su lengua recorría el abdomen y jugueteaba con el ombligo causando que la espalda del príncipe se curvarse ante tales roces.
Aquel órgano comenzaba a tomar forma erecta, Goku no dudo y bajó hasta aquella parte, con una mano acariciaba el interior del muslo del mayor, dándole algunas lamidas en aquella zona, subiendo hasta llegar a la ingle.
Aquel órgano húmedo probaba con gula los testículos del mayor, presionaba con su lengua haciendo círculos sobre ellos, una mano juguetona tomó el glande para masajearlo, ya se encontraba lubricado por aquel liquido que empezaba a expulsar.
Sus dedos apretaban y acariciaban la extensión de aquel falo hinchado, no dejaba de lamer desde la base hasta la punta dejando escuchar aquellos ruidos que provocaban sus labios al succionar un poco cada parte de esa hombría.
Vegeta trataba de controlarse para no mover su cadera, pero sus rodillas flaquearon al sentir como un calor abrazante envolvía su miembro, la boca de su amante se movía con lentitud torturándolo.
La saliva escurría cayendo por sus testículos, con una mano el menor se ayudaba para masturbar aquel falo mientras continuaba lamiendo y succionando la punta.
Los sonidos y los ligeros jadeos roncos provocaban que la erección del de clase baja palpitase ansioso.
Separó su boca de aquella cabeza rojiza pero no dejó de estimular a su amante con su mano, ensalivó tres dedos de la mano que le quedaba libre , dejándolos bien lubricados.
Masajeaba con un dedo aquel esfínter para relajarlo, de un momento a otro metió un dedo sintiendo como el mayor se tensaba, lo acariciaba con lentitud para que disfrutase y se relajara.
El mayor hacía muecas al sentir como un un segundo y tercer dedo entraban en él. Imitaban estocadas, dilatando aquel anillo carnoso.
-¿Qué..demonios esperas?- Vegeta fruncía el ceño, ya no aguantaba, quería sentir adentro al menor.
Goku sonrió de lado y sacó aquellos dedos dejando esa entrada a su vista.
El príncipe sentía como aquel sexo del menor se metía con lentitud en él. Goku disfrutaba como aquella estrechez lo envolvía y le brindaba calidez.
Se quedó quieto un momento tomando el miembro del mayor para relajarlo. Pero el príncipe estaba ansioso, no le importaba un poco de dolor, él sólo deseaba que su pareja se moviera, comenzó a inclinarse hacia delante, jalando con una mano la cabeza del menor hacia él para poder besarlo.
Sus lenguas se enredaban, Goku sentía cómo era empujado para quedar su espalda en la cama y el príncipe encima suyo. No se hizo esperar y empezó a mover su cadera imponiendo el ritmo, el menor disfrutaba de aquellos movimientos mientras continuaba siendo besado.
Las manos del más alto se paseaban por aquella espalda ancha, acariciando desde la nuca hasta el coxis, tocando aquella marca de la cola que volvía loco a Vegeta.
Sus bocas se separaron, el mayor continuaba moviéndose recargando ahora sus manos en el abdomen del más alto, el sudor comenzaba a perlar sus cuerpos y el sonido de sus pieles chocando resonaba en la habitación.
El de clase baja tomó de las caderas a su amante y se movía a su mismo ritmo, aquel lugar cálido le encantaba, sentía como lo apretaba con cada embestida que le proporcionaba. El príncipe soltaba alguno que otro jadeo por lo bajo, esos sonidos roncos les encantaban, su cuerpo fue inclinándose hacia atrás, recargando sus manos en el colchón din dejar de moverse. Goku aumentaba sus embestidas tomando con más fuerza la cadera del mayor, mientras que Vegeta tomaba su miembro que rogaba por atención.
Su cuerpo no podía resistir más ante tal placer, cada célula de sus ser se descontrolaba, dio unas cuantas embestidas más e inevitablemente llenó aquel lugar con su semilla.
Lo sentía, como aquel liquido llenaba su entrada, el calor de su cuerpo aumentaba pero continuaba moviéndose aún sabiendo que el menor ya se había corrido, Goku se inclinó para recostarlo y poder darle atención a su miembro, no sacaba el suyo de aquel anillo carnoso , su mano tomó aquel pene hinchado y ansioso, apretando un poco la punta con cada vaivén.
Besaba el cuello del mayor sin dejar de mastúrbalo, sintió como ese órgano se ponía mas húmedo y caliente.
Y sin poder dar aviso, Vegeta terminó por liberarse en la mano de su amante. Sus cuerpos rogaban por recuperar el ritmo de sus respiraciones y sus labios ansiaban un beso que tardo en llegar.
-¿Cuánto tiempo piensas quedarte asi? - el príncipe empujó ligeramente a Goku para que se quitase de encima, el menor se retiró quitando la unión de sus cuerpos, aquel fluido blancuzco salia del cuerpo del mayor, manchando las sábanas.
-Tengo hambre. ¿Quieres algo de comer? - el menor regreso su cabellera a su tono oscuro al igual que el príncipe.
-¿No hay un día en que no pienses en comida? Aunque debo admitir que el ejercicio me ha dejado un poco hambriento. Encargaré tú, yo tomaré otro baño.
El príncipe estaba por levantarse de la cama pero su amante lo detuvo para acercarlo a su rostro y darle otro beso.
-¿No quieres que nos bañemos juntos de nuevo?
-De ninguna manera, si dejo que entres conmigo terminare más sucio que limpio.
Con eso el mayor se levantó cubriéndose con la sabana y se fue directo al baño, dejando al de cabellos alborotados sólo en la cama.
-Que malo eres Vegeta.
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-Mnn...- el peli lila comenzaba a mostrar aquellos orbes azules, se encontraba sólo en la habitación.
Intentó moverse de lado pero una punzada llegó a su cadera junto con un ardor en su entrada. Un gesto de dolor se mostraba en su rostro.
-Como duele. - las imágenes de aquel acto carnal regresaban a su mente, la vergüenza se mostraba en su rostro que se veía rojo como un tomate, todos aquellos roces los sentía aun recorriendo su piel.
-Trunks, que bueno que ya estas despierto.
El mayor no se había dado cuenta en que momento el pelinegro entró a la habitación. Ya se encontraba vestido y un peculiar olor a especias lo acompañaba.
Trunks se sentó en la cama aguantando el dolor, no quería verse débil frente al menor.
-¿Qué hora es?
-Son las tres, dormiste un buen rato.
-¿Tú madre no te regañará por no haber asistido a clases?
-Supongo, pero no me importa limpiar un poco la casa y lavar la ropa.
Ambos rieron un poco, pero después un silencio invadió la habitación, si se miraban sus mejillas se tornaban de un color carmín.
-¿Cómo te encuentras? - el pelinegro fue quien rompió aquel silencio, miraba de reojo al mayor. - Me refiero a tu cuerpo. ¿Te duele algo?
-No, estoy bien. "Tampoco me veré como alguien que no aguanta, ya después me las arreglaré para quitar éste dolor"
-Me alegro mucho, eso me tenía preocupado.- el menor curvo sus labios en una hermosa sonrisa que hipnotizaba al peli lila.- Preparé algo para que comamos. ¿Quieres?
-Claro, iré a en cuanto me dé un baño.
-Esta bien, entonces te dejo sólo, iré a revisar la sopa que deje calentando.
El joven salió y Trunks relajó su mirada, el dolor punzante seguía ahí, tenía que levantarse a tomar un baño ya que su cuerpo estaba pegajoso por los fluidos.
Se intentó poner de pie pero no pudo mantenerse seguro, no cayó al suelo pero si tuvo que recargarse en la cama, respiraba con lentitud tratando de recobrar la compostura, dejó de ayudarse de la cama y se mantuvo en pie, sentía cómo al caminar un liquido frío bajaba por sus muslos, inmediatamente se avergonzó.
Al llegar al baño abrió el agua caliente, dejaba que aquella calidez lo envolviera limpiando su cuerpo.
Procuraba no dejar ningún residuo, limpió muy bien aquella zona baja y al salir se vistió con algo ligero, un shot corto amarillo y una playera negra de mangas cortas.
Caminó por lo pasillos, sintiendo como el olor invadía sus fosas nasales, al llegar vio la comida servida, no era demasiada pero se veía más que apetitosa.
Al sentarse sintió el ardor pero supo disimularlo, sin esperar, ambos se dispusieron a comer.
El silencio no era incómodo, de hecho ambos se lanzaban miradas entre cada bocado que daban.
La vergüenza seguía en ambos pero se podía notar el aura de enamorados entre ellos.
-Mañana iremos a entrenar ¿Verdad?
-Tú papá sólo me dijo lo de entrenar juntos hoy, asi que supongo que si entrenaremos con ellos mañana.
-Ya veo. "Espero no encontrarme con el señor Vegeta, no podré mirarlo a la cara"
-Goten, dime, sobre lo que sucedió en la habitación...¿Te incomodó?- el joven peli lila estaba curioso, después de todo él fue quien inició el acto y queria saber que pensaba su joven novio sobre ello.
-Amm....bueno, sobre eso. - el pelinegro dudaba de hablar dejando al mayor con intriga, pero no es que no quisiera, pero la pena le ganaba.
-Yo...lamento si fui muy impulsivo.- el menor alzó la mirada ante aquellas palabras. ¿Se arrepentía?
-No fuiste impulsivo...yo...tambien quería acercarme a ti pero no sabía como hacerlo. Yo...yo estaba con muchas dudas porque siempre has sido mi amigo pero, cuando nuestras miradas se cruzaron pude sentir como mi corazón palpitaba muy fuerte, incluso sentía miedo de que lo escucharas. Por primera vez, en ese momento estuve seguro de que me gustas.
El menor miraba tan fijo a Trunks que el peli lila no pudo evitar que sus mejillas se pusieran coloradas, en definitiva esa era una confesión.
Sin importarle el dolor de cadera, se levantó rápido y se acercó al pelinegro para darle un beso casto en los labios.
El menor se sorprendió pero correspondió ante tal acto, después de todo amaba la suavidad de aquella boca. No duró mucho, el mayor se separó un poco fijando su mirada sobre la del pelinegro.
-Goten, me gustas mucho. De verdad me gus...- sus palabras fueron interrumpidas por otro beso que el menor le robaba, menos inocente que el primero, sus bocas se abrían aumentando la intensidad.
Sus hormonas estaban al tope, después de todo era jóvenes, el beso los calentaba de inmediato.
Con timidez la lengua del menor buscaba adentrarse y explorar la cavidad bucal del peli lila, éste le cedió el paso causando que sus lenguas rozaran y les brindaran un cosquilleo que llegó a cada parte de sus cuerpos.
El menor queria intensificar el contacto por lo que rodeo sus brazos en el cuello del mayor y se puso de pie, daban pasos torpes sin despegar sus bocas, el sonido de aquellos besos resonaba.
Sus pasos los llevaron a la habitación más cercana, no sabían a donde habían entrado, sólo que terminaron por tumbarse en la cama aun besándose.
El calor de sus cuerpos iba en aumento, el joven pelinegro sin querer había comenzado a ponerse erecto, la intensidad de los besos era demasiada y su cuerpo sólo reaccionaba.
Trunks estaba sobre él, por lo que sentía la dureza que rozaba con su propia erección creciente. No quería apresurarse, asi que antes de hacer algo despegó sus labios mirando al joven.
-¿Quieres que continuemos? - su mirada era tierna, para el pelinegro fue imposible resistirse, asintió ligeramente dándole paso libre al mayor.
Trunks volvió a besarlo pero no en sus labios, no quería limitarse a ellos, dirigió su boca al cuello del pelinegro causando que su respirar chocase con aquella piel creando un estremecimiento en Goten.
Acariciaba con la punta de su lengua aquella extensión, haciendo círculos con ella en esa marcada manzana de Adán .
Sus manos subían la camisa del menor, acariciando así ese abdomen. Goten podía sentir como aquellas manos frías le daban ligeras caricias subiendo hasta tocar sus pezones. Los acariciaba con sus pulgares mientras regresaba a besarlo en los labios.
Sus caderas se movían por inercia, sus miembros chocaban sobre la ropa, pero les incomodaba, sus bocas se separaron.
Se fueron quitando las prendas dejando sus cuerpos expuestos, los músculos de sus cuerpos no eran exagerados. El peli lila bajaba nuevamente pero ahora para besar aquellos pectorales y bajando por su abdomen.
El sexo del pelinegro estaba completamente alzado, la curiosidad no dejaba en paz al peli lila, causando que bajase hasta quedar frente a aquel falo, sopló un poco lo cual ocasiono que el cuerpo del menor temblase, que sensación tan deliciosa.
Sin poder actuar contra sus reacciones, el menor movió la cadera, buscaba más. Trunks no sabía bien que hacer, no era un lugar sobre el cual quisiera posar su lengua pero si deseaba proporcionarle placer a su compañero.
Acercó su boca sacando la punta de su lengua y empezó a pasarla desde la base hasta la punta, escuchó como la voz del menos escaba de su boca ante tal acto, continuó dándole lengüetazos inexpertos que al menor le parecían placenteros al ser la primera vez que le practicaban una felación.
-De..tente...- no podía articular bien las palabras al sentir esa cálida lengua recorrer su miembro, el calor se acumulaba en sus mejillas y un cosquilleo pasaba sobre la parte baja de su cuerpo.
No resistía, quiso empujar al mayor pero no puso aguantar, se liberó manchando un poco la mejilla de su amante.
Trunks tomó aquel liquido blancuzco entre sus dedos, cerca de él estaba su camisa por lo que la tomó con la otra mano y limpió su rostro.
Veía aquella viscosidad en sus dedos y lo primero que pensó fue que no quería que el menor sintiese tanto dolor.
Abrió un poco las piernas del pelinegro dejándole ver aquella estrecha entrada, no tenía mucha idea de cómo dilatar aquel lugar por lo que sin tacto alguno metió el primer dedo hasta la mitad, causando que Goten tomase con fuerza las sábanas y diera un grito ahogado.
Se preocupo al instante, de no ser porque sus dedo estaba lubricado pudo haberlo lastimado, con lentitud empezó a mover su dedo, no quería causar mas dolor asi que fue más cuidadoso.
Era una sensación extraña, incluso podría decir que incomoda pero el pelinegro supo soportarlo, cada intromisión la sentía a la perfección, aquel par de dedos adentro se movían en forma de tijeras, cada vez era menos doloroso.
Sintió como una mano tomaba su miembro y estimulaba para causarle una nueva erección por lo que se concentro en eso y trataba de dejar atrás la incomodidad.
Trunks quería que se relajase, vio que su miembro empezaba a endurecer y sus dedos ya resbalaban con facilidad, asi que pensó que era el momento adecuado y los sacó para poder acomodarse.
Abrió un poco más las piernas del menor y se metió entre ellas para así empezar a penetrarlo.
Sus ojos se cerraron al instante, cada centimetro que el mayor se metía lo torturaba, si bien Trunks seguía masturbándolo no se sentía acostumbrado a aquella intromisión.
Al entrar por completo pensó que debía quedarse quieto, después de todo ya había experimentado la sensación de ser penetrado.
Se concentró en seguir estimulando al pelinegro lo cual parecía que funcionaba ya que sentía su cuerpo menos rígido. Al poco tiempo empezó con las primeras estocadas, eran lentas y suaves, esas paredes lo aprisionaban de manera exquisita, esa calidez que envolvía a su miembro podría llevarlo al borde de su cordura pero se controló.
Al sentir como es que resbalaba con más facilidad, aumento el ritmo de sus penetraciones, se podían escuchar los jadeos bajos de Goten, tomaba las sábanas y curvava su espalda con cada que su novio entraba en él.
Ambos se controlaban para no transformarse pero de vez en vez podía verse el cambio de color en sus ojos y en cabelleras, sin embargo no lo hacían por completo y regresaban a su forma normal.
El calor que sus cuerpos emanaba era tanto que sentían ahogo en esa habitación cerrada, sus cuerpos ya goteaban sudor y un olor a sexo llenaba el lugar.
El choque de sus pieles hacia que la excitación de Goten aumentase, esos sonidos eran extraños pero su cuerpo reaccionaba. Aquella mano que lo apretaba masturbándolo le fascinaba por lo que no duraría mucho tiempo, ya sentía como un hormigueo recorría su cuerpo y sus mejillas de calentaban aun más. Sin poder dar aviso su cuerpo liberó aquel liquido manchando la mano dl peli lila.
Trunks sentía como aquella entrada se contraía con esa liberación, era estrujado más fuerte por lo que aumento la velocidad de sus embestidas, ese lugar era exquisito, sólo bastaron unas estocadas más para que terminase y expulsara su semen dentro del menor.
Las rodillas del pelinegro temblaban un poco, el peli lila salió de su cuerpo y se recostó alado de él, se acercó y beso su frente, mejilla y por ultimo sus labios. Ambos continuaban tratando de calma su respirar.
Mientras ellos se concentraban en su cercanía, por los pasillos de aquel lugar podía verse a una peli azul caminar.
-Vaya que tardé, me merezco un descanso. - la mujer se dirigía a su cuarto, sin embargo ella no sabía que aquellos jóvenes que torpemente se habían movido, habían hecho tal acto carnal en su habitación.