-Disfruta tu noche fuera, por que será la última.
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La humedad era alta y ésta causaba que el calor se sintiese con más potencia. Se podía sentir en la piel el sudor que de a poco iba esparciéndose por el cuerpo. Al final, Vegeta no mostró el rostro en la cena. Las mujeres se fueron pasada la media noche, Bulma acompañó a Milk a su hogar para irse después al suyo.
Dormían en ropa interior, los cobertores yacían en el piso, los cuerpos no se tocaban pues el calor era sofocante. O eso quiso pensar Goku, pero la verdad no quería acercarse mucho a Vegeta esa noche. Estaba algo enojado por su comportamiento y si bien no se lo había reclamado, no significaba que iba a estar de buen humor con él en esos instantes.
El príncipe dormía, le había costado conciliar el sueño por el hambre pero al final pudo caer dormido. Se levantaría temprano a ver que había quedado en la cocina.
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A Milk le extrañó el hecho de que Gohan estuviese durmiendo en el sofá, pero lo atribuyó a que el joven la estaba esperando y se quedó en ese lugar. No pasó a revisar a Goten, desde hace un par de años que no lo hacía. Su hijo ya era mayor y sabía que debía estar durmiendo y que nada le pasaría.
Se puso ropa más cómoda y quedó rendida ante la cama. La cena y la plática la habían dejado agotada. Sin ser consciente, en la habitación al otro lado del pasillo continuaban acurrucados los jóvenes. En algún punto Goten se había removido en los brazos del mayor quedando ahora su rostro hundido en el pecho de Trunks. Cuando eran pequeños sus largas siestas solían tornarse de esa forma, claro que de forma inocente. Ahora sus cuerpos se buscaban casi de inmediato y se atraían como si de magnetismo se tratase.
El sueño era realmente pesado, el respira de ambos se agitaba por el calor, pero ninguno se separaba.
La mañana llegó demasiado pronto, aunque ninguno de ellos se había inmutado en eso. Como si el universo se hubiese reducir a esa única habitación.
Goten fue el primero en desperezarse. Abrió un poco los ojos adaptándose a la claridad de la mañana. Vio como el pecho de Trunks subía y bajaba con ese respirar relajado. No lo pensó dos veces, y se situó encima de él, apoyando su cabeza sobre ese pecho fornido. Escuchar el latir de su corazón era en extremo relajante. Alzó la vista y se ubicó a la altura del rostro de su amigo, empezando a dar besos por diferentes partes del rostro. Eran cortos y algo resonantes. La mejilla, frente, nariz, cuello, labios e incluso atrás de las orejas, ningún lugar se salvaba. El mayor empezaba a removerse ante aquella atención, sus ojos azules tardaron en enfocar a su atacante.
-Buenos días. ¿Se puede saber que haces? - intentó sonar malhumorado pero sólo le salió un tono juguetón.
-Despierto a la princesa.
Ambos rieron ante el comentario, ajenos a todo a su alrededor, incluso de aquellos par de ojos que se asomaban por la puerta ya entre abierta.
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Su cabellera azul se movía de un lado a otro, había salido en cuanto el sol se dejó ver. Bulma estaba bien arreglada a punto de tomar un pequeño vuelo en uno de sus helicópteros, tenía que arreglar un asunto de suma importancia. Tal vez Trunks pensó que no se daría cuenta de que se fue y entró por detrás, pero la mujer era más que consciente de eso. Por lo mismo tenía que salir ya.
-"Tal vez, Vegeta tenga razón y debo acelerar las cosas"
Inhaló profundo y despejó la mente, era hora de marcharse, más tarde hablaría con su hijo.
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Si, era un maldito orgulloso que no se doblegaba ante nada y ahora no era tiempo de hacerlo. Si Goku quería estar enojado con él por lo de anoche, bien, que lo estuviera. No se iba a disculpar por no querer compartir la mesa con aquella que aún consideraba una amenaza.
Por su parte el de cabellera alborotada se sentía algo mal en ignorarlo, quizá no debería estar tan enfadado, después de todo esa actitud siempre la ha tenido, no es nada nuevo.
-Iré a entrenar con Goten.- no tenía que avisarle, pero lo hizo. Quería que la tensión se disipara y que Vegeta viera que no tenía nada de que preocuparse, al principio sus celos no eran tantos como estos.
-Hum- volteó la cabeza, como si la mancha en la pared fuera algo más interesante.
Goku ya no quería añadir más a su pequeño desacuerdo marital, así que se fue.
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-Es que lo que vi no puede ser cierto. - su cuerpo se encontraba en tensión, sus ojos ardían por que no quería cerrarlos y ver aquella imagen de su hermano comportándose en extremo cariñoso con si mejor amigo.
-¿Porqué no?- su único confidente estaba ahí, sentado a su lado mientras veían la cascada caer cerca del bosque.
-Es que...¿Porqué ocultarme algo así? ¿No soy de suficiente confianza? Es mi hermano y...me siento traicionado.
-Gohan, cuando te enteraste de lo de Goku y Vegeta ¿Te sentiste igual? - Piccolo masajeaba un poco su cabeza, pasando sus largos y fríos dedos entre las hebras negras.
-No, yo me sentí enojado, primero por que ambos estaban haciendo acto de traición y después por que pensé que Vegeta utilizaba a mi papá. Esto, esto no me parece del todo mal es sólo...me duele que no confíen en mi.
-Dales tiempo, tal vez no saben como decírtelo.
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-Como le dije, es de vital importancia que el proceso se acelere.
-Lo sé, me lo ha dejado bien en claro pero lo más que puedo hacer es que empiece en dos semanas. Claro que...el podríamos hacer la excepción y hacer que se instale en cuatro días, viendo que no es cualquier joven.
No es que no le sacara provecho ya a su apellido pero de vez en cuando sabía como utilizarlo adecuadamente.
-Eso sería muy complaciente, me gustaría hacer también una donación, vi que necesitan material nuevo para los laboratorios, la corporación cápsula donará el material faltante.
-Es muy generosa. Entonces, tenemos un trato.