-No puedo creer que ademas de soportar a esos chiquillos durante el entrenamiento tambien tendré que aguantarlos en la noche.
-Vamos Vegeta, no es para tanto. Es solo esta noche. Ademas aun es de tarde, ambos se fueron a buscar sus cosas y tardarán un rato por lo que en realidad no estarás con ellos todo el día.
Vegeta simplemente miro con el ceño fruncido a su amante.
-Eres un imbecil.- con ello se fue un rato a la habitación, en un rato más regresaría su hijo y se pondría a entrenar con él.
-"¿Porqué estará enojado?"- Goku pensaba que era buena idea tener ese acercamiento con su hijo pero no estaba siendo consciente de como se sentía el príncipe, Vegeta sabía a la perfección que con los jóvenes ahí no podría tener acercamientos de ningún tipo con su amante.
Mientras estos dos hombres tenían sus problemas maritales, el joven pelinegro ya se encontraba en su casa.
-¿Estás seguro de querer quedarte con tú padre esta noche?- la pelinegra estaba en la habitación de su hijo mientras éste guardaba ropa en una mochila.
-Si, estoy seguro. Además nunca me quedo con mi papá, no creo que por dormir en su casa una noche pase algo malo.
-Pero..."¿En qué estará pensando Goku para querer que Goten se quede? ¿No ve que él es un niño inocente y cualquier cosa podría perturbarlo?"
-Tranquila mamá, sólo será una noche.
La mujer suspiro agotada de intentar persuadir a su hijo. No le quedaba más que rezar que el joven no viese o se diese cuenta de lo que sucedía con el de cabellos alborotados y el príncipe.
-De acuerdo, pero...a todo esto, ¿Cómo es que tú padre te invitó a pasar la noche si acabas de regresar de la escuela?
El joven sudo frío, su madre era muy perspicaz.
-Es que...pase a verlo un momento antes de venir hacia acá.
Milk no le creía nada esa mentira al joven, pero fingió creerle, después de todo seguramente había pasado tiempo con Goku.
-Bueno, pero la próxima vez vienes directo a comer y después lo visitas. ¿Entendido? Y antes de irte tendrás que terminar tus tareas, no me gusta la idea de que te vayas y después quieras pedirle ayuda a tú padre, saldrían mal tus trabajos.
-Esta bien mamá.- el joven sintió alivio, no quería que su madre supiese que faltó a clases, claro que el pobre no sabía que la mujer era consciente de todo.
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-¿Vegeta dijo que te quedases a dormir?- la peli azul estaba algo sorprendida por aquello que su hijo acababa de decirle.
-Si, yo solo pase a preguntarle si el entrenamiento sería muy duro y de pronto dijo que debería pasar la noche ahí. Creo que no quiere dejarme usar la maquina de recuperación y por eso piensa que lo mejor es quedarme a descansar.- el joven había sido hábil al pensar aquella mentira, que por suerte su madre creyó.
-Pues es muy extraño pero no voy a negarte quedarte con tú padre esta noche. Pero mejor come antes de ir, estoy más que segura que esos dos no han mejorado en cocinar.
-Si mamá.
El joven estaba más que alegre y ansioso, pasaría la noche en casa de su padre junto con Goten, no sabía bien la razón, pero su corazón se aceleraba al pensar en ello.
El joven empacó algunas mudas de ropa, primero la que usaría para entrenar, la de dormir y la que se pondría por la mañana.
Al terminar fue directo al comedor de la cocina a comer algo, era cierto lo que su madre dijo, en éstos años los dos adultos no habían mejorado mucho en la cocina, si bien era comestible lo que preparaban no le quitaba el mal gusto.
El de ojos azules comenzó a devorar con fervor cada platillo que se le había presentado frente a la mesa, al parecer la comida que habían dejado preparada era realmente deliciosa ya que comió incluso mas de lo normal.
Al terminar se levanto a retirarse y a tomar sus cosas para irse, claro que antes se despidió de su madre.
-Mamá ya me voy, te llamaré en la mañana.- el joven paso al laboratorio acercándose a su madre.
-Esta bien, cuídate mucho Trunks. Dile a tu padre que quiero hablar seriamente con él, no es justo que te lastime tanto en los entrenamientos.
-Tratare de decírselo. Adiós.- el joven se retiró del lugar, emprendiendo vuelo a gran velocidad hacia aquella casa.
No tardó en llegar, sabía que tendría que entrenar primero con el príncipe pero no le importaba, tocó a la puerta, de inmediato el de cabellera alborotada la abrió.
-Trunks, vaya que fuiste rápido, Vegeta está arriba por si quieres que lo llame para que entrenen.
-No es necesario, si está descansando entonces no lo quiero molestar.
-Como quieras, pero no te quedes ahí, pasa.- el pelinegro se movió de lado para darle paso al joven, Trunks se adentro a la casa dejando su maleta en el suelo del recibidor.
-Veo que todavia no llega Goten.
-Lo más probable es que Milk lo haya puesto a hacer tarea.
Ambos se adentraron más a la casa, yendo a sala para tomar asiento en los sofás. Al momento de sentarse, el peli lila de inmediato sintió un olor peculiar llegar a sus fosas nasales.
-¿Qué es eso que huele a quemado?
-¿Quemado?- Goku lo pensó un poco hasta hacer una mueca en su cara- ¡Es verdad! ¡Estaba cocinando!- Goku se levantó y fue rápidamente hasta la cocina, aun traía aquella vestimenta cómoda de bóxer y camisa.
Varios ruidos se podían escuchar hasta la sala, causándole curiosidad al joven que finalmente decidió ir a ver que sucedía.
-¿Se encuentra bien señor Goku?- al entrar el joven pudo ver un montón de ollas con liquido café en el interior, otras tenían lo que parecía carne y no sabría decifrar lo que había en la más grande.
-Olvide por completo que estaba cocinando, no creo que esto pueda salvarse, debe saber horrible.- el de cabellos alborotados hizo un puchero de tristeza que inquieto un poco al menor, técnicamente era su padrastro y no le caía mal por lo que verlo así lo conmovió un poco.
El joven oji azul se acercó a una de las ollas, probó un poco de lo que parecía un estofado, si bien el sabor a ahumado estaba presente no quería decir que estuviese totalmente mal.
-No sabe horrible, solo hay que agregarle algunas cosas para que el sabor a ahumado no sea tan fuerte.
-¿En serio crees eso?
-Claro, si quiere lo puedo ayudar, aveces ayudaba a mi madre a preparar algunos platillos cuando los cocineros no iban.
-Eso es muy amable de tu parte Trunks. Entonces pongamos manos a la obra.
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-Ka..karoto...- el príncipe hablaba entre sueños, hasta que un olor llegó a él. Sus ojos se fueron abriendo con lentitud, aun estaba con algo de sueño por lo que no se fijo que había una presencia extra.
El olor era delicioso causando que su estomago rugiese, sonrió de lado, le encantaba cuando su amante le preparaba algo rico, lo cual no pasaba siempre ya que se quemaba la comida ó quedaba insípida.
El de cabellos de flama se levantó de la cama y se dispuso a salir de la habitación, bajo las escaleras sin hacer ningún tipo de ruido y entró a la cocina sonriendo, pero esa sonrisa se desvaneció al instante de ver esa escena.
El de cabellos alborotados estaba probando algo de la cuchara que SU hijo le ofrecía.
-¿Qué le parece?
-Esta delicioso, eres muy bueno en esto Trunks.
-No...no es para tanto- el joven no pudo evitar un sonrojo ante tal cumplido, casi nunca cocinaba para alguien. Volteó un poco su cabeza y se dio cuenta de que su padre se encontraba mirándolo.- Papá, hola.
-Vegeta, que bueno que despiertas, ya sólo falta que llegue Goten para que podamos comer todos.- el pelinegro hablaba con total normalidad y con una sonrisa.
-No tengo apetito.- si bien dijo eso, su estómago decía todo lo.contrario al dejar salir un rugido.
-Pues no lo parece- el de cabellos alborotados se reía. Vegeta iba a contestarle pero el sonido de la puerta lo interrumpió. - Iré a abrir, por mientras siéntense que comeremos.
El de cabellos alborotados salio de la cocina dejando a padre e hijo solos. Si las miradas mataran el peli lila ya estaría sepultado, Vegeta lo miraba fijamente.
-¿Te sucede algo papá?- el joven comenzaba a sentirse incomodo con aquella mirada del príncipe.
-Nada que te importe.- respondió de manera cortante, ya sabía que entre su hijo y Goku no pasaba nada pero no podía evitar sentirse furioso al ver como alguien se le acercaba de manera tan familiar. - "Te haré pagar durante el entrenamiento, mocoso"
Al poco tiempo llegaron Goku y Goten, ambos estaban sonriendo, ninguno notaba la tensión que se había formado en la cocina.
-Bueno ya que estamos todos, comamos. ¿Me ayudas a servir la comida Trunks?
-¿Ah? Claro.- el joven se dispuso a servir aquellos platillos, cuando los deposito en la mesa su padre volvió a dedicarle esa mirada que lo llenaba de escalofríos.
-Sabe muy bien. ¿Tú hiciste esto papá?- el joven pelinegro probaba gustoso la comida.
-Sería malo llevarme el crédito, en realidad quien hizo que esto supiese bien fue Trunks.
-¿Es eso cierto? No sabia que cocinaras, lo haces muy bien.
-Gracias.- el joven se puso nervioso pues su amigo lo estaba elogiando.
La comida pasó sin percances, a excepción de que el príncipe continuaba mirando a su hijo de forma frívola.
El momento de entrenar llegó y Vegeta no tendría piedad de su hijo.
Por su parte ambos pelinegros estaban en la casa, Goku no quería entrenar ese día con su hijo, simplemente se dedicaron a platicar.
-¿Y porqué tardaste en llegar?
-Lo que pasa es que mamá no quería dejarme ir sin antes haber hecho mis tareas.
-Pero eso lo podías haber hecho aquí.
-Si, pero le preocupaba que no pudieses ayudarme.
-Bueno, en eso tiene razón , probablemente yo terminaría por pedirte ayuda a ti- el de cabellos alborotados se rió.
-Bueno, ya que no tienes tareas pendientes ayúdame a acomodar las habitaciones para que ustedes puedan dormir cómodos.
-¿Las dos? Pero si solo hay tres habitaciones y ustedes duermen en cuartos separados.
Goku se puso algo tenso, por lo que dejó salir una risa nerviosa.
-Tienes razón, debo estar distraído. Entonces ustedes dos compartirán habitación.
Con eso ambos acomodaron el cuarto de manera adecuada, solo había una cama pero al parecer el de cabellos alborotados había conseguido un futon para que no durmiesen incómodos.
-Yo dormiré en el futon, seguramente Trunks estará mas color en la cama.
-Si. "Vaya, ahora tendré que decirle a Vegeta que no dormiremos en la misma habitación"
El sonido de la puerta llamo la atención de ambos, al parecer Vegeta y Trunks ya habían regresado de su entrenamiento. Pero algo no iba bien, Goten sintió como el Ki de su amigo era relativamente bajo.
Se asustó y bajó rápidamente las escaleras para encontrarse al príncipe con su hijo en brazos.
-¿Qué fue lo que pasó Vegeta?- Goku había seguido a su hijo.
-Nada, tal vez me pasé un poco en el entrenamiento.
-¿Y qué está esperando señor Vegeta? Déjelo usar la maquina de recuperación.
-Él no puede estar dependiendo de la máquina siempre. Lo único que necesita es un baño y dormir para recuperar energías, no es como si lo hubiese dejado tan mal herido.
Vegeta no dejó que ninguno de los dos le respondiese y simplemente continuo su camino al baño donde limpiaría a su hijo, no permitiría que Goku lo hiciese y tampoco el joven pelinegro.
De alguna forma se sentía mal al haber tratado así a su hijo, pero no había vuelta atrás, estaba bastante enojado con la idea de los celos y con no poser tocar ni un cabello de su amante.
Al terminar se limpiar al joven, lo vistió y salió del baño.
Se fijó en que una de las habitaciones estaba abierta, por lo que supuso que era la que usaría el joven. Al entrar lo depositó en la cama dedicándole una ultima mirada y cerrar la puerta.
El príncipe bajó las escaleras topándose primero con Goten.
-¿Cómo está Trunks?- se podía ver la preocupación en los ojos del joven.
-Él está durmiendo, no entiendo porque te preocupas demasiado. ¿No pensarás acaso que es débil?
-Por supuesto que no, Trunks es muy fuerte, esto no es nada pero...no puedo evitar preocuparme.
-Como sea, deberías tomar un baño y largarte a dormir. No es hora de que los niños estén despiertos.- Goten frunció un poco el ceño, no le gustaba ser tratado como un niño, al menos no por él.
Es verdad que ya era de noche, pero Goten no quería dormir tan temprano. Sin embargo pensó que de esa manera podría ver el estado del peli lila.
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Habían pasado al menos dos horas desde que el joven pelinegro se había ido a dormir. Vegeta estaba saliendo del baño, se sentía refrescado, se puso unos únicamente la parte inferior de la pijama, por lo que dejó al descubierto su pecho. Ya se dirigía a la habitación con el de cabellos alborotados cuando éste lo interceptó antes de entrar.
-Pensé que ya te habías dormido Kakaroto.
-A penas iré a la cama.
-Entonces no esperemos más y entremos a la habitación.
-Bueno, quiero hablarte respecto a eso. Creo que esta noche no dormiremos en el mismo cuarto, Goten cree que dormimos en habitaciones separadas, así que...
-¿Estas diciendo que debo dormir lejos de ti? - era el colmo, Vegeta estaba realmente enojado ahora, su único consuelo era poder dormir abrazando a su amante pero no podía ni hacer eso.
-No te enojes Vegeta, yo tambien quisiera dormir contigo pero es que Goten...
-Ya no digas nada, me voy a dormir. - el príncipe le dio la espalda al mas joven para adentrarse al otro cuarto, sus pensamientos no eran claros por lo que no se le paso por la cabeza que su hijo compartía en estos instantes la habitación con el pelinegro.
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Goten se encontraba durmiendo en el futon, al menos eso era lo que parecía, no esta dormido, simplemente había cerrado los ojos.
Continuaba preocupado por el estado de su amigo, se levantó y se sentó a la orilla de la cama. Pudo ver ese rostro sereno descansar, era cierto lo que dijo el príncipe, las heridas no eran de gravedad y parecía que estaba recuperando energías.
No sabía porqué pero no quería dormir alejado de su amigo, se acomodo de lado en la orilla de la cama, dejando su rostro cerca del hombro del peli lila.
Sus ojos comenzaban a sentirse pesados y su mente se relajaba cayendo poco a poco en el sueño.
Si bien los jóvenes dormían con tranquilidad, el de cabellos alborotados se vaya a inquieto en su cama. No se sentía bien estando ahí sólo, daba vueltas tratando de acomodarse pero era inútil. Sentía la necesidad de estar cerca del príncipe.
Se levantó de la cama disminuyendo su Ki a cero, salió de la habitación en silencio y abrió la puerta del cuarto donde se encontraba el príncipe.
Cerró procurando no hacer ruido y se acercó a la cama donde se encontraba un príncipe aun despierto.
-¿Crees que no te escuche? ¿Qué es lo que quieres Kakaroto?
-Vegeta, quiero dormir contigo.
-¿Acaso no eres tú quien dijo que durmiéramos separados para evitar que ese chiquillo se de cuenta de algo?
-Si pero, de verdad quiero estar a tu lado.
-Lo siento Kakaroto, pero no es cuando tú quieras. Ahora vete que tengo que dormir.
Vegeta cerró los ojos esperando que el menor se fuese pero de pronto sintió una suavidad rosar su mejilla. Dejó ver sus orbes negros y miro como Goku le daba pequeños besos en la mejilla.
-¿No puedo convencerte? - Goku continuaba repartiendo besos por la mejilla y frente del mayor, se recarga a sobre el colchón.
-Eres un tramposo- Vegeta no lo soportó más y tomó el rostro del de clase baja y se apoderó de sus labios, brindándole un beso desesperado y necesitado.
Sus ojos se cerraban, sus labios se masajeaban con los del contrario con ferocidad ansiando más, ambos se abrieron paso para poder juntar sus lenguas y probar la cavidad bucal del contrario.
Sus lenguas resbalaban en una danza lenta, disfrutaban cada roce que les causaba un cosquilleo por lo bajo de sus cuerpos.
Goku se recargo por completo colocándose encima del príncipe sin caer por completo en él.
Las manos del príncipe empezaron a recorrer la espalda del menor, las caricias iban desde la nuca hasta la tira del bóxer, la camisa le estorbaba por lo que su mano comenzó a levantarla causándole cosquilleos al de cabellos alborotados al sentir sus manos directamente.
Vegeta rompió un momento el beso para retirar bien la camisa del de clase baja, aprovechó la distracción de Goku y posó sus labios en su cuello.
-Ah..- un suspiro salio de los labios del menor, esa boca caliente dejaba rastros de saliva sobre su piel, causando que su erección terminase de despertar.
Vegeta sonrió al sentir la presión del miembro de su amante, movió su cadera para torturar al mas joven y le mordió el cuello.
Goku tuvo que ahogar su gemido, se sentía realmente bien, más aun porque ese dia no habían podido hacer nada. Era difícil guardar silencio al sentir las estocadas lentas del príncipe que hacía que sus miembros chocasen sobre la ropa.
Vegeta dejó de moverse y se sentó para acomodar al de cabellos alborotados bajo suyo, sus labios tomaron lugar en el cuello del de clase baja, pasando de forma circular su lengua por aquella manzana de andan, dejando un camino de saliva hasta el pecho, topándose con aquellos botones ya erectos.
Posó sus manos sobre aquellos pezones, moviéndolos en círculos con sus pulgares. Goku tapaba su boca, no quería dejar escapar su voz cargada de placer, eso excitaba más al de cabellos de flama quien con su lengua continuaba trazando un camino hasta el abdomen mientras le daba atención a los pezones al mismo tiempo volviendo loco de placer al de cabellos alborotados.
-Ve..geta...ah..ah..- sus palabras se desvanecieron al sentir como la lengua del príncipe se pasaba por pene erecto aun sobre el bóxer.
Goku se mordió el labio mientras apretaba fuertemente las sábanas. El príncipe dejo de acariciar el pecho del menor para poder bajar aquella prenda estorbosa. El miembro de Goku quedó expuesto, ya estaba rojizo y palpitante, ansiando atención.
Vegeta se acercó a la punta y le sopló dándole una sensación de hormigueo que recorrió el cuerpo entero del menor.
El príncipe comenzó aquel falo que ya estaba lleno de un fluido transparente, con una de sus manos masajeaba los testículos de Goku mientras daba algunos lengüetazos por el pene desde la base hasta la punta.
-El menor estaba que no se aguantaba, quería mover su cadera, de pronto sintió como una calidez envolvía su miembro, alzo la mirada y vio como Vegeta se movía de arriba hacia abajo de forma lenta y tortuosa.
Trataba de gemir por lo bajo, su mano se posó en la cabellera del príncipe implorando por más, y así fue, Vegeta incremento sus movimientos hasta que pudo sentir como los testículos del menor se endurecían. Solo bastaron un par de movimientos más para que Goku sintiese como su cuerpo se entumecia y terminar por liberarse en la boca del príncipe.
Vegeta no trago la semilla de su amante, la coloco entre sus dedos, Goku respiraba agitadamente tratando de recuperarse por la recién liberación pero sintió una intromisión en su parte baja, Vegeta había metido el primer dedo sin piedad dejando que el de cabellos alborotados se tensara, poco a poco fue acostumbrándose, el príncipe continuo preparándolo metiendo un segundo y tercer dedo.
Cuando sintió que sus dedos resbalaban con facilidad los sacó, tomó la pierna derecha del menor y la coloco sobre su hombro, acomodandose para poder meter su miembro en aquel anillo carnoso.
De manera lenta comenzó a meter la punta, lo hacia con seguimiento, la erección del de clase baja había regresado por lo que la romo con su mano libre para masajearla y relajar al menor.
Un par de lagrimar rodearon las mejillas de Goku al sentir como el príncipe entró por completo en él. Se quedaron estáticos por unos segundos, al notar mas relajado al menor, Vegeta comenzó con los movimientos lentos, las estocadas eran suaves, pues no quería que esa cama se quebrase.
Sus cuerpos estaban perlados por el sudor, de a poco la velocidad de la penetración iba en aumento, el sonido de las pieles chocando retumbaba por la habitación.
Sua cuerpos emanaban demasiado calor, llenando de olor a sexo el cuarto, de pronto en uno de los movimientos, el príncipe dio en aquel punto de placer del menor, causando que se le escapase un gemido.
-Ha..veo...que te gusta...haa...- Vegeta continuaba penetrándolo dando en ese punto, ya no durarían mucho, sus cuerpos comenzaron a emanar aquella sura dorada, no podían evitarlo se sentían tan bien, sus cabelleras se volvieron rubias.
Vegeta masajeaba con velocidad el miembro del menor, sus estocadas se hicieron mas fuertes, sintieron como sus músculos se contraían, el menor no lo soportó más, terminando por liberarse en la mano del príncipe, Vegeta al sentir como el cuerpo del menor se contraía dio un par de estocadas más, expulsando aquel liquido blancuzco dentro de él.
Ambos cayeron rendidos, el príncipe sobre el de cabellos alborotados, buscaron sus labios para unirlos en un beso, sintieron claramente como la cama se quebró y cayeron al suelo, pero en ese instante no les importaba. Simplemente cerraron los ojos y cayeron en sueño confiados en que nadie los había oído.