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*xXx*Burn your fat with me!*xXx* por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Jeje ya estoy aqui con un nuevo capi, gente bonita!!

quiero mandarles saludines especiales a CaocTaisho, Annie, LRMV y kat-winner! muchas gracias por comentar!! pues gracias a ustedes creo que por el momento seguiré publicando esta "divertida" historia (ok... no, ni yo me la creo xD) y espero que les guste~*

A leer se ha dicho <33

“¿Quieres demostrarle a esa tal Astoria cuánto vale Draco Malfoy y de lo que se está perdiendo? Este es tu momento” recordó entrecerrando los ojos mientras el imbécil de Potter sostenía sus tobillos con ambas manos afianzándolo al suelo, a la par que hacia una flexión hacia arriba con total pesar. Desganado con una ronca exhalación se dejó caer al pasto.


-¡JODER!- exclamó jadeando sintiéndose asqueroso con su playera y pantalones pegados, su cabello húmedo en su frente y todo el sudor manando de su cuerpo a raudales que no tenía idea de donde salía tanta agua; el calor estaba intenso y él por su parte derritiéndose con prontitud como helado gigante puesto a pleno rayo del sol.


-Bueno, es sensacional que puedas hacer 10 abdominales como mínimo- dijo jocoso anotando en su libreta –muy bien, levántate que vamos a dar una vuelta a la casa- Draco sentía que quería apretar su delgaducho pescuezo para que dejara de mangonearlo y así poder regresar a la oscuridad de su cuarto –vamos globito, que no tenemos todo el día- sonrió dándole una palmada en sus mas que redondas nalgas “motivándolo” a avanzar.


“En definitiva, lo mataré” gruñó para sus adentros siguiéndolo con todo el dolor de su corazón y de todos sus músculos… claro, donde quiera que estuvieran escondidos…


*´¨°°¨¨´*´Flash Back´*´¨°°¨¨´*


Tal vez aquellas palabras de venganza sonaron bastante bien en sus oídos, pero sumarle “POTTER” a la ecuación, no le hacía nada de gracia y estaba casi seguro que prefería lanzarse de cabeza de la torre de astronomía a dejar que ese pedazo de Neanderthal le dijera que hacer.


“Si permitirle a San Potter hacer su obra de caridad logra que vuelvas a tu antiguo yo… tendrás que tolerarlo” masculló una vocecilla sabionda muy parecida a la chillona voz de Pansy. Apretó los dientes conteniendo un mar de reproches.


Era una decisión difícil. No es que odiara al cuatro ojos, de hecho, eso pasó a la historia cuando en un acto Gryffindoresco los salvó de ese maniático melómano cara de serpiente que se atrevió a amenazar innumerables veces a su familia y para rematarla les salvó el trasero de terminar sus días en Azkaban; era lógico que no le odiara… aunque seguía sin ser de su total agrado.


“Si tengo que hacerlo lo que dice, tendré que sacarle todo el provecho que pueda” pensó más tranquilo. Necesitado estaba, pero ante todo Slytherin de hueso colorado.


-E-Esta bien… permitiré que trabajes para mí- dijo en la pose más digna que consiguió. Si a cara rajada no le parecía su actitud, ya conocía la puerta por la cual salir.


Torciendo los ojos, Potter rebatió.


-No trabajaré para ti Malfoy y más te vale que eches por tierra ese orgullo que nada bueno nos traerá- hizo un mohín. “Maldito, ¿Qué se cree?” pensó enfurruñado.


-Claro, San Potter cree que todo es fácil en esta vida y que todo el mundo va a arrodillarse a chupársela nada más porque él lo dice- ironizó.


Esperando aquello, el ojiverde solo hizo una mueca, clavándole sus ojos verdes.


-¡Tinny!- llamó sin inmutarse mirándole impasible, estremeciendo a Draco en el acto; en definitiva no la respuesta que esperaba, lo cual era raro porque en la escuela, con menos podía provocarlo.


El elfo mas obediente de su madre hizo acto de presencia y profirió una exagerada reverencia. Eso solo podía traer problemas.


-Amo, señor Potter… la ama Narcisa ordenó a Tinny hacer lo que el amo señor ordene- dijo la pequeña criatura apretando sus manos entre sí mirando hacia el suelo; mitad temeroso, mitad embelesado por tener al elegido liberador de pobres elfos domésticos oprimidos frente a sus ojos. El rubio rodó los ojos.


–Tinny, te prohíbo dejar que el amo Draco consuma cualquier dulce, chocolate o chuchería y si has de encontrar algo de ese estilo, te deshaces de ello inmediatamente ¿entendido? -Draco enrojeció por la expresión de satisfacción del moreno ante tal sentencia.


El elfo los miró a uno y a otro con creciente terror. La mirada encolerizada de su amito Draco era de cuidado, pero tenía órdenes de su querida ama. Apretando los parpados como debatiéndose, asintió.


-Tinny así lo hará. El amito Draco no comerá más dulces- Draco quería tragárselo en ese momento o mínimo obligarlo a que se planchara las orejas por tal aberración. “Traidor” murmuró y notó el temblor de la insignificante criatura.


-Y Tinny… aquí te dejo una lista de las comidas que prepararas para el amito Draco… nada de grasa, lácteos, aderezos, azúcar ni carnes rojas- sonrió con suficiencia. “¿Y que se supone que comeré?” pensó con creciente horror.


-Eres un malnacido…- rezongó por lo bajo ampliando la cínica sonrisa del cuatro ojos.


-También consíguele ropa más adecuada, que con su bata de baño, dudo que pueda salir de aquí…-dijo ignorando olímpicamente al rubio y haciendo notas mentales, asintió satisfecho -eso sería todo Tinny- el elfo asintió antes de hacer de nuevo la exagerada reverencia y desaparecerse.


Harry ladeó la cabeza mirando detenidamente el intenso rojo sulfúrico del Dragón hasta las orejas y prefirió acallar una risotada -y como te ves de de humor, Malfoy, vamos a pesarte- exclamó con una nota de júbilo sacando una especie de bascula miniatura de su morral.


Rechinó los dientes tragándose toda la sarta de insultos y maldiciones que quería lanzarle “Maldito sádico de mierda…”


*´¨°°¨¨´*´¨°°¨¨´*´¨°°¨¨´*´¨°°¨¨´*


Tal como una banshee histérica, Draco se negaba fervientemente a subirse a tal cosa muggle.


-Deja de lloriquear, Malfoy, necesito saber cuánto pesas para tener un registro de un antes y un después; te recuerdo que tu accediste a ello- El rubio entrecerró los ojos y seguía como animal receloso en una esquina mirándole desafiante como si quisiera arrancarle la cabeza o mínimo desmembrarle algún miembro. Aquello no podía causarle más que hilaridad.


-Vamos, la báscula no te morderá- más ofendido que otra cosa, Malfoy dio el primer paso lanzándole miradas cargadas de veneno.


-Lo que sea que pese, no quiero saberlo, ¿me escuchaste Potter?-  el azabache asintió condescendiente.  Ni que hacerle, estaba seguro desde antes que saber a ciencia cierta su descuido alimenticio, solo conseguiría deprimirle.


-Tienes mi palabra- dijo tratando de darle algo de confianza.


Realizando un movimiento con toda su dignidad hecha jirones a cuesta, Harry  tuvo que evitar sonreír bobamente al mirar como del heredero de los Malfoy se subía al aparato con los ojos cerrados.


Con un movimiento de varita, le midió el largo y ancho tratando de ser lo más imperceptible posible para no irritarlo o entristecerlo; cualquier cosa que pudiera ocurrir primero o las dos al mismo tiempo, con Draco Malfoy jamás se sabía y era mejor estar preparado.


Mirando la báscula contuvo un jadeo con su mano, bastante sorprendido por la lectura arrojada. “Merlín, bendito… 120…” intentó que la sorpresa no se reflejara en su rostro. Era increíble que se haya descuidado tanto, pero ver para creer. Esa mórbida subida de casi el doble de lo que debería de pesar un hombre de un metro setenta y cinco.


Eso lo decidió, lo ayudaría como fuera y por más caras que le hiciera y comentarios mordaces, si así se la llevaba, el sabría contestarle.


-Ya puedes bajarte Malfoy….- el chico miró con desagrado como volvía a encoger el diabólico aparato y lo desaparecía de su vista –ahora, viene la parte divertida- Draco abrió mas los ojos extrañado por esas palabras –vamos a medir tu resistencia-


*´¨°°¨¨´*´Fin del Flash Back´*´¨°°¨¨´*


-¡Maldito zángano de tu rejodida madre que te parió!- exclamó jadeando incontrolablemente; eso era más de lo que un Malfoy podía soportar.


Con el horrible dolor de sus brazos, secó como pudo su frente. Necesitaba una ducha con urgencia y el cínico Gryffindor no parecía tener en el panorama próximo ceder. De hecho tuvo el descaro de reírse de su ofensa y tenderle la mano para ayudarle a parar.


-¿No quieres una mano?- preguntó con media sonrisa echándose aire con su camisa.


-No te atrevas a burlarte…- siseó y Harry le dio su mejor mirada inocente.


-No iba a hacerlo- lo miró venenoso y quiso creerle, pero no por ello se animó a tomar su mano.


Sus piernas escocían palpitando frenéticas, distendiéndose y punzando en su interior provocando más dolor. Maldijo nuevamente su suerte; estaba casi seguro que moriría en el intento de regresar a su figura ideal; si no era por el esfuerzo sobrehumano, seguro de un paro cardiaco… solo esperaba que de hacerlo se llevara al jodido niño que vivió, así le haría un favor al mundo.


-Nada mal, Malfoy, tienes potencial- asintió más que nada hablando para sí.


-¿Ya puedo ir a ducharme? ¿O tengo que esperar a que el omnipotente salvador de descarriados me dé la orden?- Harry puso los ojos en blanco y siguió escribiendo.


Draco esperaba que fuera rápido, pues sus piernas no parecían muy a gusto con permanecer mucho tiempo de pie soportando su peso.


-El salvador de descarriados te da la orden, puedes romper filas Draco- haciéndole un gesto obsceno con la mano comenzó a alejarse y solo pudo escuchar una carcajada haciendo eco a su espalda.


*´¨°°¨¨´*´¨°°¨¨´*´¨°°¨¨´*´¨°°¨¨´*


El agua del grifo a veces obraba maravillas y extrañamente se sentía mejor. Aunque su agotamiento físico equivalía a un por demás merecido baño de esponja, consideró más rápido usar la ducha.


Dejar de sentir el agua caliente bañar su cuerpo le recordó el terrible dolor de huesos que presagiaban que no se irá así como así, o al menos sin una poción. Bufó molesto. No creía soportar más medicina de ese mismo calibre, que su ya no tan bello cuerpo seguro y se desensamblaba antes de llegar a su meta.


Con desgano secó su enmarañado cabello húmedo y con un movimiento de varita sacó un piyama lo suficientemente cómodo color negro y perla. Refunfuñando entre dientes y un jadeo avergonzado se deslizó su ropa agrandada mágicamente y miró lo que quedaba de su viejo espejo chamuscado.


Odiaba su cuerpo, todo el musculo en reposo bajo su suave piel era una aberración, pero como no quería echarse la culpa por su actual condición, comenzó a insultar mentalmente al Potter entrometido; al parecer eso pasaría a ser su entretenimiento favorito a partir de ese día y los demás que tuviera que ver su desaliñado semblante.


Solo esperaba que no se le ocurriera llegar temprano al día siguiente, no era una persona madrugadora; de hecho todo lo contrario y su humor no menguaba hasta tener entre sus manos una buena taza de té ingles y un plato de bísquets de mantequilla.


Dejando caer su toalla al suelo se quedó pegado en su lugar poniendo los ojos de plato -¿Qué estás haciendo?- preguntó horrorizado.


-¿Qué parece que estoy haciendo, Malfoy? Instalándome- dijo por mas quitado de la pena acomodándose en su maravilloso sillón cedrón de catalogo, ahora transformado en una cama individual de muy mal gusto.


-No dormirás en mi cuarto- esa era su última palabra. Dio un pequeño brinco cuando vio que el muy sinvergüenza se desprendía de su playera y comenzaba a sacar unos frascos y una caja negra de su mochila con un hechizo expandible.


-Vamos Draco, deja de chillar –


-No me llames por mi nombre que no te he dado permiso- dijo ofendido dando un paso hacia atrás por inercia. No le gustaba el tono que estaba usando, ni mucho menos que se le acercara de aquella manera invadiendo su espacio personal –y-y no estoy chillando… los Malfoy no chillan…-


-Deja de comportarte como doncella virginal que no te comeré ni mucho menos robaré tus joyitas familiares- boqueó súbitamente iracundo por su comparación y su sinvergüenzada majadería –si me voy a quedar en tu casa es porque considero que necesitas un ejercitamiento intensivo y si no te hecho un ojo, no lo vas a seguir-


-No me conoces…-


-Lo creas o no, lo hago y ten por seguro que se que nada mas me te dé la espalda, te abalanzaras a encerrarte nuevamente en tu cueva de auto lamentación a tragar dulces hasta que no quepas por la puerta- las esmeraldas brillaron de una manera perturbadora que lo acaloró.


Se le hizo un nudo en la garganta y sintió el rubor crecer en sus mejillas –eres un… un…- “¡qué pena me doy, ni puedo hilar una sola frase correctamente! ¡Estúpido cara rajada, seguro es culpa suya!”


-Así que tomas mi intensivo por las buenas o por las malas- ya no pudo reprocharle, por más que las palabras bulleran en su boca por salir –bien, te aseguro que si sigues mis indicaciones, nos desharemos de este sobrepeso en menos de seis meses, tan seguro como que me llamo Harry James Potter…-


-Pedante…- lo fulminó con la mirada.


-Y Malfoy… calladito estas más bonito- apretó sus labios en una línea severa –ahora, desvístete- se escandalizó por la insinuación en sus palabras y como lo veía.


En definitiva lo asesinaría mientras dormía con sus horribles gafas chuecas.


 


 


*xXx* A 50 kg. del peso ideal (y a 182 Días De enamorarse)*xXx*


 

Notas finales:

Jeje espero que haya sido de su agrado este capi!! les mando muchos besitos!!~

Si les gustó nos veremos el proximo sabado!! Los adoro <33

 


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