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Ángel (Himno Nacional) por STEREK141618

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Notas del capitulo:

Hola queridos lectures. Hace más de un año yo ya daba por sentado de que había acabado de actualizar este fic. Y la verdad ya tiene como dos años desde que lo empencé y como uno y medio desde que lo terminé así. Apenas me puse a reerlo y me di cuenta de que no había publicado los ultimos tres capítulos. Me siento muy mal por eso. Pero aquí están.

 

Cuando llegan a la mansión al final de la quinta avenida, Paige da las gracias a su chófer, y éste promete de forma amable no decir nada sobre Derek. No pasa mucho tiempo, pero a Derek ya le comen las ansias, necesita verlo ahora mismo. Paige le da una habitación que nadie usa, ni siquiera entran ahí, es para huéspedes pero... nadie los visita... Éso hace que Derek se sienta apenado por la chica, está tan sola, bueno, sus únicas amigas son sus sirvientas. 
—Ahora vuelvo —avisa Paige antes de salir de la enorme habitación. 
Derek ve la puerta de la habitación apenas cerrarse, sin pensarlo dos veces, sale corriendo por la ventana, el día se ha nublado tanto de pronto, el clima es un desastre. Las pequeñas gotas comienzan a caer sobre él, sus zapatos se estrellan contra el suelo a gran velocidad, corre toda la quinta avenida, la conciencia le molesta y se siente bastante culpable. ¿Qué hará si Stiles no está ahí? ¿Qué pasará si desaparece? Es la mitad de él, sería como si llevaran su alma, no podría vivir sin él, no lo soportaría, está seguro que moriría de dolor, a lo mejor ese niño podría ser su compañero de vida. 
Cuando llega a donde dejó a Stiles, su corazón se alivia, él sigue ahí, sentado sobre un tronco. 
—¡Stiles! —exclama a la lejanía, aún está muy lejos, pero quiere hacerle saber que la espera ha terminado. 
El castaño se levanta y sólo toma las cosas que traía consigo para correr hacia Derek. Ambos se estrellan el uno contra el otro.
—¡Creí que nunca volverías! —exclama el castaño abrazando con fuerzas sobrehumanas al moreno. 
—¡Eso es muy estúpido! ¡Nunca te dejaría! —responde Derek llenando lo más posible su sistema respiratorio del aroma de Stiles. Aunque la lluvia empiece a inundar todo con su olor nada podrá evitar que se inunde de Stiles. 
Llegan a la mansión donde vive Paige, no hacen mucho ruido, a pesar de que dejan un rastro de gotas de agua por los pasillos. Derek lo mete a su cuarto. 
—Cuando vuelva Paige te esconderás en el armario o debajo de la cama —dice Derek a su castaño. 
—Está bien —susurra Stiles queriendo sentarse pero no quiere mojar la cama. El día se ha nublado tanto que ya hasta parece casi de noche. 
Derek puede escuchar a Paige acercarse al cuarto. Stiles se esconde en el armario viejo y grande y vacío de ahí. 
—Derek ¿a dónde te has metido? —pregunta ella preocupada. 
—Estaba... dando una vuelta por la casa. —¿Es lo mejor que puedes decir? se recrimina Derek, esperando que ella no note que hay cosas de más en la habitación. 
—Está bien, pero debiste avisarme por Dios... —Ella en realidad se había espantado—. Estás mojado —indica ella con extrañesa. 
—Sí salí a mojarme un rato, está lloviendo. —Eres terrible mintiendo. Pero en realidad está muy nervioso.
Derek se pone de pie y ella se cuelga de su cuello, Derek pone sus manos en la cintura de la chica, y se besan lento. Stiles puede ver todo eso, no evita sentirse traicionado y aún más triste si es posible, la chica empieza a desabrochar la camisa de Derek, prefiere no ver el resto. 
El moreno siente como la chica quiere explorar, pero no la deja ir más allá y se separa de ella, Paige no se siente mal con ello, de todas maneras tampoco quería hacer nada serio.
—Yo te aviso cuando esté el agua caliente para que puedas bañarte, la señora que me cuida, bueno mi nana o algo así, no ha llegado, debería de estar aquí desde hace tiempo así que supongo que no tarda en llegar... bueno, ahora vuelvo, yo te aviso —dice nerviosa antes de salir. 
Stiles abre el armario y se sienta ahí dentro de él, ella podría volver en cualquier momento y no quiere que lo tomn de sorpresa, la novia, de su novio...
—¿Estás bien? —pregunta él acercándose a Stiles. 
—Un poco bien supongo —responde él—. En realidad sigo estando mal, pero ahora sé que no puedo sentirme mal, las cosas no van a mejorar y tengo que ser fuerte, éso me tranquiliza. —Las palabras de Stiles sorprenden a Derek, un niño de catorce años risueño y lleno de ilusiones como su novio no debería decir esas palabras nunca, es como si viera hablar a un Stiles de diecisiete dentro de un cuerpo de catorce, en realidad ha quedado inservible y sin vida... 
—No digas éso... Estoy yo aquí. —Se acerca el moreno al castaño sólo para abrazarlo, cuando lo tiene en sus brazos es como el aroma de Stiles cambia a uno con menos sentimientos negativos. 
—¡Derek el agua del baño está lista! —avisa la sirvienta morena sin entrar a la habitación pero de igual forma los chicos se asustan y se separan de golpe. 
—Sí ahora mismo voy —avisa Derek con voz prominente—. Quédate aquí y no hagas ruido —susurra para Stiles. 
Derek y la sirvienta caminan hasta el baño y la chica lo deja para que el joven tenga privacidad, pero el chico Hale regresa por Stiles y por la mochila con las cosas. Llegan ambos hasta el baño. 
—Quítate la ropa —pide Derek—. Está mojada y fría y necesitas un baño de verdad.
Los ojos de Stiles están un poco rojos además de hinchados. No quiere que él lo vea desnudo, le da pena su cuerpo pálido, delgado y sin gracia, siente pena de sí mismo. Pero Derek insiste, se quita la camisa y se acomoda el pantalón hasta que parece casi un short. Stiles sin darle muchos rodeos al asunto se despoja de todas su prendas y se mete en la bañera. Derek pasa la esponja por todo todo el cuerpo de Stiles, limpian la mugre, sobre todo del rostro del menor, lo hace con cuidado y dedicación, Stiles mantiene los ojos cerrados. El moreno no deja de verlo con una mirada escrutadora, se ve tan indefenso, pero ya es tan maduro a comparación de cuando lo conoció. Un sentimiento negativo abraza su corazón, Derek tiene mucho miedo de que las cosas se pongan todavía peor. Pega su frente a la del castaño, lo besa lento, en sus labios húmedos, todo ese sentimiento lo embarga y hace que su pecho y boca del estómago se compriman. Stiles corresponde y coloca las manos mojadas en el rostro de su novio. Así están un buen rato, hasta que Derek también se baña. Stiles después de ese relajante baño se queda casi dormido. Derek seca a Stiles y le pone ropa limpia, coloca su mochila en los hombros y carga a Stiles. Camina entre los pasillos de la mansión blanca. La cama de la habitación es demasiado grande para los dos, hay varias telas que cuelgan alrededor de ésta decorándola. El moreno deposita a Stiles en la cama y se acuesta junto a él cuando apaga todas las velas. 
—Descansa mi pequeño —susurra a Stiles en el oído mientras acerca más la espalda del castaño a su cuerpo. Besa su nunca y cuello. 
En poco tiempo, se queda dormido... En la noche Paige no deja de dar vueltas en su cama, su nana no ha llegado, está preocupada y temerosa. Sus pies pálidos hacen contacto con el frío suelo de mármol y piedra, se estremece un poco pero no le importa. Camina en un pasillo muy grande, un gran rayo alumbra toda el lugar por un momento corto, sigue entre la oscuridad, no le teme a ella. Llega la habitación de Derek, entra con cuidado y se escabulle entre la cama y las cobijas, Derek la aprisiona contra su cuerpo... O al menos éso quiere ella, pero la puerta ha sido atrancada por dentro, su mano está a punto de tocar la puerta, pero se arrepiente en el último momento, se queda pensando con los labios apretados y la cabeza gacha frente a la puerta. Al final se va a dormir a su cuarto de nuevo. 
Nunca había dormido tan bien en toda su vida, la cama es tan grande que se siente como dormir en las nubes, las cobijas son tan pesadas que incluso se siente protegido, el calor que Stiles le proporciona es tan bueno, y el aroma de su tibio cuerpo... ¡qué aroma! Derek se arrima aún más y huele la cabeza de Stiles, siente una explosión de aleteos en su estómago. Además se percata de que tiene un erección. Se pregunta si a Stiles le molestará... sentirlo. Se siente excitado, su pene se arrima más al trasero de Stiles, un rayo del sol choca con su ojo y lo hace brillar demasiado, siente un cosquilleo delicioso. 
—Derek... —gime Stiles entre la realidad y California dentro de 130 años. 
Derek sólo hace un ronroneo extraño en la nuca de Stiles, y se atreve a tocarlo, el castaño también tiene una erección. 
—Derek —vuelve a gemir Stiles ya más despierto y lúcido. 
—¿No te gusta? —cuestiona Derek de manera que hasta es un tono que nunca ha usado por su nivel de lascividad. Empieza a creer que tiene que dejarse llevar por su lobo más seguido. 
Stiles se mueve, Derek cree que ha hecho mal, piensa que es chico asqueroso y que Stiles se está moviendo para liberarse de su lascivo comportamiento, pero en realidad, Stiles sólo se acomoda para que Derek lo toque mejor. Se coloca boca abajo y Derek, el moreno le retira la pijama como puede. Sus cuerpos se aprietan el uno contra el otro, el castaño se eleva para que la mano de Derek tenga el camino libre. 
—Stiles... Está muy húmedo ahí abajo —susurra Derek con la boca en la oreja del castaño, no puede evitar lamer el lóbulo y un poco más, quiere morderlo, en el hombro derecho, y lo hace, pero sólo un poco, mientras más fuerte lo muerde mejor se siente, es tan incontrolable pero logra tener un poco de auto control y deja de morder a Stiles, cuando se retira puede ver la marca de los dientes. 
—Derek por favor —pide el castaño muy rojo de la cara. 
—Tranquilo, pronto llegará —consuela Derek porque ambos están soltando demasiado líquido preseminal y para Stiles sentirlo detrás de él y con la caliente mano de Derek en su miembro es más que insoportable.
Derek besa el cuello de Stiles repetidas veces para calmarlo, el castaño pone una mano sobre la de Derek para que vaya más rápido y éso calienta aún más al moreno; sus ojos se encienden, rojos de la excitación y del placer que de pronto estalla dentro de ambos al mismo tiempo, los dos chicos dejan que el aire se vaya de sus pulmones, el moreno abraza muy fuerte a Stiles, hundiendo su rostro en el cuello del menor, ahogándose con su aroma, tan dulce, limpio e inocente. De pronto es tan embriagador que en verdad se le va el aire, se desespera y quiere recuperarlo. 

Notas finales:

Bueno esta es una oportunidad de poner esta historia en "recién actualizado" ni crean que fue planeado porque no tiene sentido. 


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