A ver hoy es ocho de agosto del mil ochocientos sesenta y tres, para que sea vea más bonito 8 de Agosto de 1863. Ha pasado casi un mes, desde aquella noche. Y por supuesto que Derek durmió abajo en el piso. No lo perdoné del todo y por éso quedamos en un acuerdo. Siempre sólo nos alumbraban las velas por la noche.
---Peter dijo que "alguien" me quería de regreso -comentó con nosotros dentro de esa atmósfera de oscuridad y velas, muy tranquila-. Te vi correr desde las escaleras para verme llegar.
---Todo mundo lo vio. -Respondí con los labios sobre su ropa.
---Sí pero apuesto que habrías ido a correr detrás de mí para que no me fuera. -Él lo sabía, ¿Cómo lo había dejado ver tan fácil?
---Claro que no.
---Claro que sí, pero sabes que no me iría así de fácil, aún no me quiero ir... -confesó algo nuevo, nuestro abrazo se había extendido un poco más de lo normal, aunque... creo que estaba bien-. Ya basta de cursilerías -dijo con trabajos, y me soltó para después sin verme dirigirse hacia la ventana.
---¿Derek? -Le seguí detrás a paso lento.
---Extraño mi país, sólo un poco -habló ya frente a la ventana, me acerqué detrás de él y pude ver el gran haya que está en medio del campo, supongo que él también lo veía-. Pero aquí estoy muy bien. -Y entonces vi su media sonrisa otra vez, al parecer la cursilería no se había ido del todo-. Entonces... ¿Puedo dormir en tu cama? -pidió viéndome a la cara, recargado en el marco de la ventana con los brazos cruzados.
---¿Sólo por éso te estabas poniendo cursi? -interrogué exaltado, un poco traicionado y ya mejor me iba a meter en la cama. Soy un exagerado.
---Algo así, sólo la mitad. -Venía detrás de mí.
---Feliz cumpleaños Derek -dije con un tono de "no me importa". Entré a mi cama, las sábanas se acomodaron en mi cuerpo muy fácilmente.
---¡Duende! -clamó en tono de rogación. Vaya Derek rogándome, no lo había pensado, hasta me había gustado.
---Ya sabes de donde coger las sábanas para instalar tu cama en el suelo -canté y hasta me di la vuelta para ignorarlo.
---¡Ah! Maldito engendro -susurró ya rendido.
---Te dejaré dormir en la cama cuando en realidad vea que cambies la actitud que tienes conmigo -sentencié en tono firme.
---Calmate mamá -se burló y ya escuchaba el ruido del mueble donde se saca la ropa.
---Cállate y duerme tonto -exigí, pero, me reí un poco, no estoy muy seguro pero creo que sí llegó a escucharme.
Durante la noche no pude dormir, mi cabeza daba demasiadas vueltas sobre la botella de vino que estaba en la mesa durante el festejo del cumpleaños de Derek. Según yo, el vino es jugo de uvas viejo, bueno, no entiendo cómo le hacen para que no se eche a perder pero bueno, por alguna extraña razón no podía evitar que mi curioso paladar quisiera probar aquel seguramente delicioso jugo.
A la mañana siguiente, me levanté tarde (igual que siempre porque así somos los jóvenes) aunque yo soy un pre-puberto supongo, no tengo idea, tengo mucho sin ir a la escuela; como decía, Derek ya no estaba, él siempre hace sus cosas desde temprano para tener la tarde libre y hacer las cosas que Derek suele hacer, creo que nunca lo he espiado para saber qué es lo que está haciendo en sus momentos solitarios. ¿Sourwolf crees que sería buena idea espiarlo...? Suena interesante y divertido tal vez lo haga; como decía (otra vez), yo tenía un buen plan.
Me levanté discreto, y fui al baño donde me mojé la cara un poco como era de costumbre, según mi madre "para limpiarla" según yo "para quitarme el sueño", después bajé y cogí un poco de pan y unté mermelada (de uno de los frascos que llenó Derek, y éso lo hizo más especial) sobre él, después de tomar un poco de leche de cabra, porque nosotros no tenemos vacas. Me quedé ahí en la cocina, observando lo pequeña y amontonada que estaba, nunca la he descrito pero es algo así: Si te paras frente a una habitación y en este caso fuera mi cocina al entrar pasarías por el marco -no tenemos puerta en la cocina- y verías una mesa pequeña para cuatro personas que sólo está de adorno y en ocasiones puede ser muy útil, a la derecha -pegado a la pared- está donde cocinamos, que es como una cosa donde usas carbón, y justo a lado donde lavamos los platos y esas cosas, arriba hay ventanas. En la pared de fondo hay más ventanas grandes y la puerta que nos lleva al campo. Y la pared de la izquierda, ahí hay un mueble donde puedes sacar varios platos y cubiertos, es alto pero no tanto así que, queda un espacio donde puedes poner cualquier cosa lo que también le da función de barra, casi un metro arriba de éste puedes encontrar otros cajones, según yo, es la alacena. Ése era mi objetivo, en la alacena estaba la botella de vino que no me dejó dormir. Ahora que sé qué es, es extraño que yo diga éso porque entonces sería alguna especie de niño alcohólico, pero en ese momento no lo sabía, no me juzgues Sourwolf. Cogí una copa de vidrio y la puse en la mesa. Me subí en una silla y entonces logré llegar hasta la alacena, la botella estaba en la parte más alta del mueble, abrí la puerta de aproximadamente cuarenta por cuarenta de madera con ligeros grabados de flores, saqué la botella, me costó mucho trabajo abrirla sin que se me cayera y se rompiera, por suerte eso no pasó, me serví la copa llena, derramando un poco en la mesa -la cual absorbió el líquido rápido- y dejé la botella en la mesa
Estaba a punto de tomar de la copa la cual tenía un curioso pero delicioso olor, levanté la vista hacia la puerta trasera, y vi a lo lejos -pero peligrosamente cerca- a Derek.
Rápido como pude escondí la botella dentro de uno de los compartimientos del mueble de la pared izquierda y tiré el contenido de la copa en el lavabo.
---¡Engendro! -saludó. Siempre se limita de decir mi nombre porque sabe que me gusta, y entonces de ese modo me quita la satisfacción.
---¡Derek! -exclamé lleno de sorpresa haciendo mis emociones estallar tres veces dentro mí mismo, lo cual me produjo un salto sobre donde estaba y creo que por mi voz demasiado alta al pronunciar su nombre no escuchó la puertecilla azotarse sobre la madera al cerrarse con la fuerza de uno de mis empujones.
---¿Qué te sucede? -cuestionó levantando una ceja y estirando los labios hacia abajo en pequeña medida.
---¡Nada nada! -clamé más nervioso-. Estaba a punto de ir por moras, siempre como una cada hora. -Caminé hacia donde estaba parado Derek.
Él estaba sudado y mis nervios no lograron que mis sucios pensamientos pre-adolescentes salieran a flote en mi cabeza. "Ese sudor en la frente y sus cabellos medio mojados, negros y relucientes" "Cómo se ven sus brazos con esa camisa de mangas cortas" "Creo que sus brazos están creciendo" "Su mirada de esfuerzo en tan...¡basta!" "Soy demasiado pequeño para pensar esto de Derek" "¡¿Qué carajos me sucede?!". Y discúlpame Sourwolf pero para mí el pensar esas cosas ya era demasiado sucio porque nadie con su sola presencia había despertado esa clase de emociones en mí. ¡Déjame soy un niño!
---Vamos Derek -dije y le tomé del brazo para jalarlo.
---¡No! Te vi esconder algo por ahí. -Él apuntó hacia el mueble donde había escondido la botella de vino.
---¡Claro que no! -exclamé finjiendo estar ofendido y me llevé una mano hacia el pecho.
---¡Que sí! -Molesto se soltó de mi agarre y se dirigió hacia a el mueble.
---¡Que no imbécil! ¡Ahora deja de invadir mi privacidad! -grité y fui detrás de él para ponerme frente al señor cajón o lo que sea que tenga una puertecilla.
---Éso no tiene sentido y no me digas imbécil, imbécil -reclamó medio empujando mi cuerpo.
---Claro que sí, es la privacidad de las cosas que guardo en el cajón -argumenté poniendo mi mano sobre la puerta del cajón, haciendo a esta chocar contra la madera otra vez, yo tenía un cara de espanto y de perro salvaje a la vez.
---Déjame ver -Él ya estaba baqueteado, se notaba en cada gesto y poro de su cuerpo.
---No -sentencié.
Apretó mucho los labios y entonces con sus manos intento quitar la mía, y... logró quitarme del todo. Abrió la puerta y enseguida cogí la botella.
---¡¿Por qué demonios estabas tomando vino?! -exclamó escandalizado y abriendo mucho los brazos al decirlo, sí definitivamente estaba molesto, lo demostraban más sus enormes cejas.
---¡No estaba tomando del vino! -Me di la vuelta justo para escapar con todo y la botella.
---Claro que sí. -Iba detrás de mí y empecé a correr hacia la puerta de salida hacia el campo-. ¡Stiles! ¡Me hiciste decirlo y sabes que cuando lo digo sin que lo pidas es que la situación no está bien! ¡Así que ven aquí y dame una buena explicación y la botella también! -ladraba y ya podía imaginar sus expresiones, sus atractivas y enojadas expresiones, mostrando sus lindos dientes al gritar tan alto como lo estaba haciendo.
Ambos seguíamos en esa clase de momento depredador/presa y yo era la presa.
---Voy a taclearte Stiles -avisó y me dirigí hacia una parte de arbustos muy grandes.
Intenté correr más rápido pero sucedió lo inevitable, sólo vi a la madre de Derek y a mí padre dando la vuelta en una esquina del sendero, cuando Derek me tacleó con tanta fuerza que solté la botella de mi mano y ésta salió volando por los aires, virtiendo el líquido en el aire para quedar casi vacía y entonces darle un gran golpe en la cabeza a mi padre.
Yo abrí mucho los ojos y Derek supongo que también. Tenía tanto miedo que hasta mis sucios pensamientos no se hicieron presentes a pesar de tener el cuerpo de Derek sobre el mío.
---Con su permiso Thalia -dijo mi padre a la mujer la cual estaba bastante sorprendida y media enojada claro-. ¡¿Qué demonios hacen Stiles y Derek?! -gritó colérico mi padre.
Se acercó a nosotros y nos tomó por el cuello de nuestras remeras cual león a sus hijos. Nos sentó el sillón de la sala.
---¡Respondan! -exigió tan molesto que hasta me hizo brincar en mi asiento.
Y yo nunca he mentido en mi vida, bueno tal vez sí, un poco.
---Yo solo quería probar el vino -susurré/confesé al mismo tiempo que bajaba la cabeza.
---Y yo trataba de evitarlo, porque usted sabe que yo soy como el ángel guardián de Stiles, Señor Stilinski. -Empezó a hablar con determinación Derek pero al pronunciar las ultimas dos palabras se amilanó un poco y casi lo musitó.
Mi padre se quedó pensativo y de mal humor aún.
---¿Stiles sabes de qué esta hecho el vino? -preguntó mi padre de mala gana, poniendo sus manos en su cintura.
---Sólo de jugó de uva echado a perder o ¿algo así? -respondí y mis hombros casi se pegan a mis lóbulos.
---Y sólo de eso.
---Sí. -Y no estaba mintiendo.
---Eso no quita que hayan tirado todo el vino por el pasto y merecen un castigo -indicó mi padre caminando de un lado a otro mientras Thalia fusilaba a su hijo con la mirada, en ese momento supe de quien heredó Derek esa peculiar mirada asesina.
---Otra vez -susurré.
---Recordé que, ya son más seguras las calles y mucho niños -Venía lo peor-, están iendo a la escuela de nuevo, así que si ya les costaba hacer las tareas durante todo el día, ahora irán a la escuela y regresarán a hacer los trabajos que les toque no sin antes hacer sus tareas escolares. ¿Quedó claro?
---Sí Señor Stilinski.
z99;Si papá.
Respondimos Derek y yo.
---Bueno ahora, sigan todos con sus actividades -ordenó mi padre y así lo hicimos.
Ya en la noche de nuevo Derek me explicó que el vino sí estaba hecho de jugó de uvas pero también tenía alcohol, por éso no se me tenía permitido tomarlo, bueno, yo qué iba a saber.
Y nos fuimos a dormir no sin antes más insistencia del niño Hale por dormir en la cama.
---¡Que no Derek! -repetí hasta el cansancio.
---Me llamaste imbécil -reclamó de nuevo pegado a la cama de rodillas y yo ya acostado-, merezco alguna clase de disculpa por éso y en base a aquello merezco dormir en la cama.
---Tú también me dijiste imbécil. -Ambos usábamos ese tono que expresa "Estoy enojado y quiero pelea,y voy a ganar la pelea"
---Bueno pues te estaba cuidando y no entendías, siempre eres bien necio.
---Ay sí, Señor Angel guardián, cuál es su nombre, ¿Arcángel Miguel?
---Miguel, Ja ja ja muy gracioso.
---Dejen de pelear par de tórtolos. -Cuando oí esa voz me espanté hasta los músculos.
---¡Cállate Peter! -reclamó Derek. Bueno éso ya no estaba tan mal, Peter siempre se burlaba de todo mundo.
---Buenas noches Derek -digimos Peter y yo al mismo tiempo (claro el tío del niño presente en mi habitación estaba en el pasillo fuera de nuestro cuarto) y apagué todas las velas.
---Buenas noches par de estúpidos -deseó Derek con todo el cariño de su corazón.
---Ese vocabulario ángel guardián...
Y toda la noche no pude evitar pensar en aquello que Derek había dicho: "Soy su ángel guardián" "Te estaba cuidando". Era como una declaración, de algo, que aún no sé qué es, pero lo averiguaré. ¿Tú qué crees que sea Sourwolf?
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P.O.V. Narrador.
Se acercaba en una carroza casi lujosa una familia. Se detuvieron frente a una casa y de la carroza bajo una niña, bonita en todo sentido, agitando su melena y respirando el aire fresco de Nueva York, olía tan bien. El destino le prometía encontrarse con la persona que ella amaría más que a nadie en toda su vida en aquella ciudad. El nombre de ella, Paige.