Mi vida era la de un chico común, no tenía nada de especial, ni siquiera era un cerebrito o un deportista, solo era uno más, y por eso mi sorpresa fue grande cuando supe era correspondido por un ángel como tú, mejor dicho por ti, el único ángel perfecto.
Nos conocimos en un parque, tu leías, yo solo pasaba por ahí, no puede ignorar la belleza de tu rostro, lo bien que te veías con esa ropa tan casual, que en ti se veía como el más elegante atuendo, tu cabello largo acuamarino que bailaba con el viento una hermosa y dulce melodía... en ese momento todo desapareció de mi mente y solo tú la ocupabas, olvide la razón por la que me encontraba ahí, las preocupaciones que cargaba desde hace tiempo.... Todo dejo se tener importancia, mejor dicho, todo dejo de existir y en ese momento supe que mi vida no sería la misma, pues a partir de ese momento te convertiste en todo, a partir de ese momento conocí lo que era el amor, pudo haber sido demasiado precipitado llegar a esa conclusión, nunca lo hubiera imaginado, para ser más exacto no creía en eso de "amor a primera vista", para mi era una tontería, una forma de cubrir el deseo de llevarse a alguien a la cama, pero ahora no se trataba de creer o imaginar, tan solo de sentir, de dejarme llevar por lo que estaba naciendo en mi corazón gracias a ti... A partir de entonces mis únicos sueños ilusiones y anhelos eran estar a tu lado para hacerte la persona más feliz de la existencia sin importar lo que debiera hacer, cuidarte cuando estuvieras débil como para hacerlo por ti mismo y aunque pudieras hacerlo; protegerte de quien te quisiera dañar, aún fueras tú mismo...
Decidí no privarme de tan excelente vista que eras tú y solo me senté en un columpio al otro lado del parque, unos escasos metros nos separaban, pero para mí era el mundo entero; quería estar a tu lado, recargado en tu regazo, oyendo lo que sea que leyeras, que parecía demasiado interesante pues mientras de todo pasaba en mi interior parecía que tú ni siquiera habías notado mi presencia, mi presencia tan insignificante a comparación de la tuya...
No sé cuanto paso sin que pudiera apartar la vista se ti cuando volteaste a verme por primera vez, no supe que hacer, lo único que mi cuerpo atino a realizar fue intentar levantarse y salir corriendo, solo que, las piernas no respondieron correctamente y solo parecía bamby recién nacido o peor, y para colmo iba pasando un perro que sólo hizo que, al tratar de esquivarlo, cayera, lo único que faltaba era que mi lugar de aterrizaje hubiera sido lodo o peor, pero al menos una vez en mi vida tuve algo de suerte y no había llovido en días anteriores.
Al estar en el suelo me quede ahí, encantado, hechizado, pues te rías de una forma tan perfecta que no me importo que te burlaras de mi humillante situación, si hubiera podido lo volvería a hacer sin importar las demás personas que me vieron y rieron, por seguir viendo esa sonrisa acompañada de una suave y dulce melodía alegre pero elegante a la vez me volvería tu bufón, tu payaso sin importar nada…
Caminaste en dirección hacia mí mientras intentabas contener con tu delicada mano, cuyo color simulaba el mármol (bueno, no tan pálida), la hermosa melodía que brotaba de ti, cuando te colocaste frente a mí tu risa había cesado y me dedicaste una curvatura de tus labios amable mientras extendías tu mano en mi dirección, no podía creer que podía tocar es mano, tocarte a ti, respirar el mismo aire...
Tarde algo en reaccionar con lo que te impacientaste algo, tome tu mano y me ayudaste a levantarme, al principio me dio miedo el que pudiera romperte pues te veías tan frágil y delicado como si cualquier brisa pudiera levantarte, pero sentí como tenías tanta fuerza contenida que desee con aquellos brazos me rodearas acercándome a tu rostro, que poco a poco nuestras bocas perdieran distancia, saborear tus dulces labios....
-vaya!! Parece que el golpe fue duro
Una voz me saco de mi sueño, tal vez me hubiera enojado con cualquiera, pero al ser tú no importaba, aunque hubiera sido mejor que fuera real lo que interrumpiste. Tu voz sonó tan delicada sin perder su virilidad que quisiera.. Rayos!! Debía contestar, no quería que pensaras mal de mí por no contestar…
-e eh??
Solo eso? Debiste pensar que soy un estúpido idiota por solo decir eso...
-Jaja fue más fuerte de lo que pensé
-lo, lo siento es que yo, yo...
-jaja no te preocupes, al menos descubrí que aun tienes lengua y no ha venido ningún ratón a comerla
-si yo, bueno, hola
Que estúpido!!, en verdad que me quería matar y por desgracia no sólo pensé esa frase, la susurre que creí no decirla, pero tú oíste...
-disculpa que te moleste mi estupidez - dijiste con un tono enojado.
Soy un genio, echar a perder el mejor momento de mi vida así...
Te diste la vuelta dispuesto a marcharte.. Debía actuar..
-espera!
Inconscientemente tome tu brazo como si de eso dependiera mi vida y, creo que lo más interesante es que realmente tuve esa sensación, tire de ella con delicadeza pero con firmeza, volteaste a verme algo extrañado.
-disculpa pero eso no era para ti
-a no? Pues yo no veo a nadie más cerca
-Bueno… eso era para mí- sentí como la sangre se acumulaba en mis mejillas sin poder contenerlo, cosa que notaste, lo sé por el cambio en tu expresión –lo que pasa es que la respuesta que te di fue de lo más estúpido que haya dicho-
-bueno, y por qué respondiste eso?
-yo, yo, bueno es que tu belleza me cautivo- quería salir corriendo temiendo que pensaras lo peor de mi, sintiendo como mis mejillas estaban más coloradas que nunca
-Es por eso que desde que apareciste en este parque no me quitabas la vista de encima y te sentaste al otro lado de donde estaba yo?- lo dijiste con una mirada de “te cache”
-……………….
-vamos, si tuviste el valor para quedarte ahí viendo con la posibilidad de parecer un acosador, debes tenerlo para contestar-
No sabía que decir, no podía creer que te hubieras dado cuenta desde el principio de mi existencia, ¡qué estúpido! Debí ser más discreto…
-amm… si, lo siento, mi intención no era incomodarte, solo que cuando te vi no pude apartar mi vista y bueno….
-no hay problema al menos no resultaste ser un demente… o si?
-no! Claro que no!- no quería que pensaras eso de mí, no podía permitirlo
-tranquilo, tampoco es para que te exaltes
-lo, lo siento es solo que….
-no importa… - interrumpiste mis palabras y parecía que el cielo se quiso vengar pues comenzó a caer agua, y no en cualquier cantidad, se soltó un aguacero de pronto, lo cual ocasiono que tu camisa se pegara a tu torso mojado mostrando un cuerpo tan…. No podía permitir que te mojaras… no así… tal vez de otro modo, en otro lugar…..
Aleje esos pensamientos de mi y te cubrí con mi chamarra gesto que pareció agradarte
-esta conversación no se quedara así- eso lo aseguraste tan firmemente que tuve miedo de que la próxima vez que conversáramos seria estando yo tras unas rejas acusado de acoso –conoces la cafetería “Capuccineando”?- asentí –bueno, pues nos vemos en una semana, hoy estamos a sábado, entonces…. el domingo después del que viene a las 5 de la tarde- y así, sin más se fue corriendo bajo la lluvia.
Yo me quede idiotizado viendo como corría y se perdía en el horizonte, no me quedo de otra más que irme a mi departamento, llegando me bañe, como ya era algo tarde solo tome una taza de chocolate caliente y me fui a dormir, al acostarme mi mente reacciono…
-¡tengo una cita!! ¡Tengo una cita con él!
Grite con todas mis fuerzas e inclusive más, no lo podía creer tenía una cita con aquel chico tan excepcional….Esa noche lo único en mi mente era él, su sonrisa, su voz, todo él….
Creí que ese sería el mejor día de mi vida y me equivoque, aunque aun así fue de los mejores