Capítulo 12: La fiesta del siglo
Anteriormente…
Gohan y Raditz se miraban con mucha frialdad, sorpresa, enojo y, muy en el fondo, podría decirse que también compartían algo de tristeza
-Tú deja a ese chico, ¿O acaso tratas de engañarlo?
-Nunca sería capaz de cometer ese acto tan deplorable
-Sí, cómo no… - Raditz se burlaba, melancólico y lleno de odio.
Tarble miró una última vez a Raditz, sin comprender nada, y rápidamente se fue junto a su maestro
Gohan todavía recordaba lo que había pasado, la frialdad con la que Raditz lo había tratado en su juventud… El daño que le causó… Simplemente no lo perdonaría jamás...
Raditz recordaba perfectamente el daño que ese desgraciado le había hecho, recordaba todo con claridad. Gohan les había hecho algo terrible, y jamás lo perdonaría…
Luego de un inesperado roce entre sus labios, Goten se mostraba sonriente.
-Me gustas, Trunks. Y quisiera… Intentar algo contigo (...) ¿Qué me dices?...
-Sí... Me gustaría… pensarlo…
Tal vez ese sería el comienzo de una divertida experiencia para ambos…
Mientras Vegeta se sentía el más estúpido sobre la tierra, Goku continuaba con su juego de seducción.
-Quiero que vayas conmigo a la fiesta de empleados de mañana. ¿Qué tal?
¿Sería una buena idea…?
-Está bien… iré a esa estúpida fiesta…
Y poco a poco, comenzaba a arrepentirse…
Y, enterada de todo, una sombra sonreía complacida.
-Fiesta de empleados en un bar… No perderé esta oportunidad. La pagarás caro, Vegeta…
El día tan ansiado por la mayoría de los empleados llegó.
Sábado por la noche. Un día de fin de semana como cualquier otro, con la única diferencia de que se había organizado una gran y prometedora fiesta en uno de los mejores bares bailables de la ciudad.
Todos estaban más que emocionados por descansar, bailar y embriagarse hasta no poder más allí, claro, todos excepto uno… Vegeta.
Ya casi era momento de salir hacia aquel lugar tan conocido. Y lo peor, Goku le había dicho que pasaría a recogerlo en su lujoso automóvil. Clásico del Señor Son, cumplir con cada detalle para lograr su conquista.
-Sólo faltan 5 minutos… -Tragó saliva, sentía mucha ansiedad, los nervios le revolvían el estómago. No sabía cómo debía actuar en una fiesta así. Nunca salió a beber. Nunca bailó más que en una tonta reunión familiar. Esto estaba totalmente fuera de su conocimiento
Tomó su celular y comenzó a enviarle mensajes a la única persona en todo el mundo que podía ayudarlo.
-“Lazuli, no sé qué hacer, ¿Estarás allí verdad?-
Su amiga no tardó en ver el mensaje. “JAJAJA no seas cobarde. Iré sí, esperaré adentro. No seas niña. Cuando no sepas qué decirle me buscas. Te refrescaré las ideas... Si es que la cerveza no lo hace primero” – Se notaba su sarcasmo a través de sus textos
-“Yo no tomo cerveza.” –Le respondió molesto, sin despegar la mirada del celular. No quería ni revisar la hora porque sabía que podría descomponerse.
-“Entonces tequila. Seguro eso te ayudará a soltarte un poco”
-“Muérete.” – Se sentó en su cama con pesadez, tratando de aliviar sus nervios. Su amiga le mandó el clásico “Jajaja” por lo que bloqueó su móvil y lo guardo en el bolsillo de su pantalón.
Tampoco estaba muy seguro de cómo vestirse para la ocasión. Pero tal como su amiga le recomendó, se había puesto una camisa gris algo pegada al cuerpo y unos jeans ajustados. Debía hacer que Goku solo tuviera los ojos puestos sobre él, y lo lograría.
De repente, su celular sonó… Vegeta revisó con cierto pavor…
-“Veeeeeggis, ya estoy en la entrada” – Sintió su corazón paralizarse al leer eso, no necesitaba ver el nombre del remitente para saber que ese era Goku.
Respiró hondo, se despidió de su hermano menor y salió algo tembloroso. Apenas cerró la puerta, Son salió de su auto, dejando deslumbrado al pobre Vegeta.
Goku traía su cabello más alborotado que de costumbre. Llevaba puesta una camisa blanca, bien ajustada que permitía ver su musculoso cuerpo casi como si no tuviera nada puesto. Los dos primeros botones desabrochados provocativamente, como siempre. Pantalones negros de vestir también pegados a sus tonificadas piernas. Se acercó al menor con su típica altanería, sonriendo orgulloso como si presumiera un gran tesoro.
-Buenas noches, Vegeta. –Saludó con su voz grave y masculina. Vegeta se estremeció al sentir su aroma, esa colonia tan fuerte que siempre usaba y que parecía hipnotizarlo. Goku aprovechó su breve despiste para inclinarse hacia él y susurrarle al oído. –Con esa ropa tan ajustada te ves muy provocativo, ¿Lo sabías?
Vegeta reaccionó al sentirlo tan cerca, controlando sus nervios y sonriendo con fingida naturalidad. – ¿Qué pasó? ¿Has visto algo excitante esta noche? – Se alejó de él y lo miró con cierta burla, Goku no tardó en reír ante su comentario.
-Pues sí, y mucho. –Respondió alzando las cejas de esa forma tan seductora, analizando al menor de arriba abajo. Vegeta miraba hacia otro lado, tratando de no avergonzarse. - Aunque te robes mis diálogos sigues viéndote muy excitante. –Agregó, comenzando a caminar hacia su auto.
-Vamos a la fiesta, prometiste que me iba a divertir. –Goku sonrió de medio lado al oír su comentario, mientras le abría la puerta. Vegeta subió, una vez allí Goku se inclinó hacia él.
-Y lo harás, conocerás la vida real, Veggie. –Le respondió en voz baja, clavándole esa mirada tan penetrante que lo hacía sentirse sumamente débil, esa sonrisa ladina y esa expresión tan sugerente que le advertían acerca del peligro que corría. Vegeta solo asintió con la cabeza, fingiendo desinterés.
Se sintió muy aliviado cuando el joven Son cerró la puerta, pensando que no podría ocultar el escalofrío que sintió al tener esa mirada tan pesada encima. Goku subió al auto y comenzó a conducir de camino a la fiesta.
-Me hablas como si no tuviera vida social. –Comentó divertido Vegeta, para intentar romper el hielo. Goku sonrió pícaramente.
-Social no, sexual mejor dicho. –Soltó burlón, Vegeta arrugó un poco el entrecejo, mostrándose ofendido.
-¿Todo tu mundo se reduce a eso?
-Naa… también me interesa la vida cultural. No puedes juntarte con gente inculta que no aporte nada a tu vida, por eso estoy contigo, para poder enseñarte todo aquello que no sabes. – Comenzó con seriedad, pero al llegar al final le dedicó una mirada insinuante al menor.
-Y volvemos al sexo – Vegeta rodó los ojos, ésta vez con una sonrisa.
-Es una parte importante de la vida.
**
Después de un corto viaje en silencio, por fin llegaron a la entrada de aquel lujoso lugar. Vegeta miraba admirado la entrada de ese lugar, llena de luces y guardias de seguridad.
-¿Eso es un bar?
-No, pero se le dice así para abreviar. –Respondió Goku con tranquilidad, pareciera que ya lo conocía. -Allí dentro es como una discoteca, puedes hacer lo que se te antoje. –Agregó con cierto tono lascivo al final, que no pasó desapercibido por el menor. Vegeta lo miró con mucha sospecha, Goku solo negó con la cabeza. -Hay sitios mejores para eso. No me creas un pervertido exhibicionista. –Chilló gracioso, apagando los motores de su auto.
-Justamente eso pensaba. – Murmuró con una sonrisa socarrona. El de cabellos alborotados soltó una risilla, para después abrir las puertas del auto.
-Contigo no, Veggie. –Le sonrió de forma seductora, logrando nuevamente un leve sonrojo en el menor. Aunque no pudo verlo, ya que ambos bajaron del auto rápidamente.
Comenzaron a caminar hacia la entrada, había una larga fila compuesta por todos los empleados de la empresa, todos bien vestidos, elegantes. Todos ellos los miraban atentamente, y murmuraban cosas que no podían oír porque estaban alejados. Vegeta podía notar que se reían e incluso lo miraban mal, pero no pudo concentrarse mucho en ello ya que de un momento a otro el joven Son pasó su brazo alrededor de sus hombros para tenerlo más cerca.
Vegeta iba a reclamarle, pero Goku le sonrió de oreja a oreja.
-Vamos Vegeta, si van a hablar mal de ti, que tengan un buen motivo. –Dijo con su típico tono despreocupado, sin perder esa reluciente sonrisa que hacía que varias de esas mujeres charlatanas callaran. Vegeta suspiró derrotado
-¿Quieres acabar con mi carrera verdad? –Susurró aburrido, sabiendo que posiblemente el lunes lo odiarían muchos más que solo Trunks. Goku soltó una carcajada
-Soy tu jefe, solo se acaba si te despido. Y créeme que eso no pasará. –Le respondió con seguridad, y mucha confianza. Vegeta ya no dijo nada, solo se dejó conducir.
Llegaron ante el hombre que tenía la lista de invitados, quien, apenas vio al Señor Son, se hizo a un lado para dejarlo pasar a él y a su acompañante. Ningún empleado dijo nada, se lo veían venir.
Vegeta miró hacia atrás, sintiendo una mirada de odio puro en su espalda.
**
Fuera del bar, bastante cerca de la entrada, se encontraban Goten y Trunks juntos, haciendo la fila. Trunks miró con mucho odio a ese cretino de Vegeta, no solo coqueteaba con el jefe, si no que por ello mismo podía disfrutar de muchos privilegios.
-Qué suerte la de Vegeta, el jefe puede entrar cuando quiera y llevar a quién quiera. –Comentó Goten haciendo un puchero. Trunks lo miró y volvió a sonreír, no quería pelearse con él otra vez.
-Sí. Pero bueno, ya queda menos. Dentro de pocos minutos entraremos- Sonaba animado, Goten se emocionó de sobre manera al ver que solo quedaban dos parejas por delante.
-¡Qué bien! Ya quiero beber y bailar, beber, bailar, beber, bailar. –Repetía alegremente, Trunks lo miraba sonriente hasta que el mayor de repente copió la anterior acción de su jefe, acercando al pelilila. -Y disfrutar la velada contigo claro. Vamos a competir a ver quién puede embriagarse más.
-¡Oye! –Trunks hizo lo mismo con Goten, para quedar abrazados como un buen par de amigos - ¿Pretendes que luego te lleve a tu casa cargándote en mi espalda? –Ambos rieron a carcajadas ante su comentario
-No, porque te emborracharé tanto que olvidarás tu nombre. Y tendré que llevarte a tu casa como si fueras un bebé –Movió su brazo libre como si estuviese acunando a un bebé, Trunks lo empujó para soltarse y fingió indignación.
-¡Ya veremos quién tiene más resistencia! –Lo retó, pero Goten sonrió pícaramente
-Calma chico, ¿ya quieres llegar a la segunda base? –Preguntó con un sutil tono insinuador, Trunks se sonrojó levemente ante su idea.
-¡Malpensado!
**
Vegeta analizaba todo el interior del lugar. Se veía bastante grande, aunque inundado de caras conocidas. Había muchos empleados bailando en el centro, otros bebiendo en la barra, y los demás dispersos por los alrededores, charlando parados o sentados en los sillones.
Goku condujo a Vegeta hasta la barra para iniciar la noche como se debía. Llamó al joven Barman, que, al igual que todos los hombres, lo miraban admirados por su belleza.
-Sírvanos el mejor Whiskey que tenga
-¡Oye! Yo no quiero eso. –Se quejó Vegeta rápidamente, sabía que el Whiskey era bastante fuerte, y no quería arriesgarse. Goku suspiró resignado.
-De acuerdo, traiga un Martini para la niña. –Pidió divertido, Vegeta bufó molesto a su lado. - Discúlpelo, es nuevo en esto. –Le sonrió al camarero, mirando de reojo a un fastidiado Vegeta.
-Lo siento señor veterano, retirado y jubilado – Rodó los ojos con tono burlón, Goku sonrió.
-Jubilado jamás, ésta es la mejor vida que puedes llegar a tener. –Le guiñó el ojo, Vegeta desvió la mirada para no avergonzarse -Mira como bailan por allá –Señaló hacia la pista de baile de repente, Vegeta, crédulo, miró. Mientras tanto, Goku vertió algo de su Whiskey en el Martini del menor.
Vegeta no se percató de nada. –Se ve interesante. –Musitó aburrido, no le atraían mucho los bailes. Goku se hacía el inocente mirando hacia otra parte.
-Luego vamos a la pista. Ahora prueba tu Martini, ¿o será que eso también te picará la lengua? - Lo incitó a beber provocándolo, mirándolo con cierta soberbia. Vegeta arrugó el entrecejo. –Si no quieres puedo pedirte agua… -Agregó con el mismo tono
-Claro que no, soy muy fuerte – Dijo con mucha determinación, y, como todo orgulloso, tomó la copa e hizo fondo blanco. De una sola vez tragó todo su contenido.
-Espero tengas esa resistencia en otras circunstancias. –Goku susurró humorístico, otra vez refiriéndose a temas sexuales, pero Vegeta no le prestó atención.
El de cabellos en flama casi se atraganta con el líquido, sintió un ardor repentino y fuerte en su lengua y garganta, ¿¡Qué le habían servido!? Pensaba que esa bebida contenía muy poco alcohol, pero claramente se equivocaba. Empezó a toser un poco, llevándose la mano al cuello en un intento de aliviar el dolor.
-¿Primera vez que tomas, Vegeta? –Vegeta se sobresaltó al sentir una mano en su hombro, pero al girar se encontró con su jefe, Broly, quien se sentó a su lado.
-Broly… Nunca tomé más que bebidas simples en las fiestas familiares. –Respondió con algo de dificultad, sí que le dolía la garganta.
Goku miró a Broly con algo de recelo al verlo tan cerca, pero, como gran actor que era, le sonrió. El señor Uchia hizo lo mismo con él.
-Buenas noches, Señor Son. Veo que ha venido a iniciar a mi discípulo en el mundo del alcohol. Pero se pasó. – Comentó con cierta burla, mirando al menor.
-Era sólo un Martini. Tu discípulo sobrevivirá para que le sigas enseñando a separar papeles. –Respondió mandando una indirecta, sin despegar su mirada altanera de Broly.
-Para eso o para seguir su ejemplo comiendo en platos descartables.- Replicó arrogante, obviamente con doble sentido. Goku sonrió y bebió su whiskey de un trago.
-Soy un joven rico, solo como en los mejores platos. –Dijo orgulloso, dejando su vaso a un lado. Seguía retando al mayor con la mirada, quien rió sarcásticamente.
-Claro, entonces puede enseñarle que otro debe limpiar sus desperdicios. –Levantó una ceja insinuante
-Y contigo aprenderá a desempolvar solo, ¿verdad? –Rebatió finalmente, Broly volvió a reír, sin gracia claro. Goku dirigió su mirada al barman. -Tú, sírvenos a mí y a mi compañero. Y otro juguito para el niño. –Ordenó seriamente, el joven rápidamente obedeció, aun ante las quejas de Vegeta.
-Gracias, jefe. Es usted amable a pesar de lo que comentan todos los empleados. –Dijo Broly con una media sonrisa, recalcando la palabra “Todos”. Goku sonrió con arrogancia.
-Ya lo creo. Me alegra que estés bien informado. –Levantó su copa por enfrente de Vegeta, Broly captó el mensaje y chocó la propia contra la suya.
-Con un buen jefe como usted, más vale tener buenos oídos e ir preparado para todo. –Respondió, sin abandonar ese tono sarcástico y retador. Los dos se tomaron el contenido de sus copas rápidamente, sin quitarse la vista de encima.
-¿Así hablan los hombres educados? –Preguntó entre curioso y aburrido Vegeta, sin comprender nada. Ya no sabía si esos dos siempre eran así, o planeaban salir y matarse a puñetazos. Los otros dos rieron a carcajadas
-Solo algunas bromas para romper el hielo Vegeta, nada que deba preocuparte. ¿Verdad, Son? –Comentó Broly con una sonrisa inocente, Goku volvió a llamar al joven que servía los tragos, a la vez que le devolvía la sonrisa despreocupada al mayor.
-Así es, Broly y yo somos grandes compañeros de trabajo. En parte lo admiro, tiene mucha paciencia y dedicación, e intenta todo para alcanzar un imposible. –Respondió irónico, remarcando la última frase. Se dedicaban miradas penetrantes, parecía que chispas salían de sus ojos.
Vegeta rodó los ojos con aburrimiento y terminó de tomar su Martini, que por alguna razón le supo más suave que el anterior. Sentía la tensión en el aire, así que se levantó. -Iré a buscar a mi amiga Lazuli un momento, disculpen.
Se fue sin esperar respuesta. Goku y Broly se voltearon para verlo caminar, sosteniendo sus copitas otra vez.
-Así que tu discípulo. –Se sonrió Goku, aún mirando a Vegeta.
-¿Su nueva presa, señor cazador? –Preguntó sarcástico el más alto, sonriendo. Goku le dedicó una mirada amenazante.
-Veo que no soy el único interesado en esa pieza.
-Es un juego arriesgado. Se necesita mucha astucia, y en eso me destaco. –Alardeó egocéntrico. Ambos se miraron con la misma sonrisa falsa y arrogante
-Ganaré esta partida, Señor Uchia. –Declaró victorioso el joven Goku, Broly se limitó a reír burlonamente.
-Controle bien sus jugadas, Señor Son. –Sugirió, alzando su copa frente a él para después beberla
Ambos se observaron unos momentos más con sus expresiones serias, sus miradas llenas de competitividad, sus sonrisas llenas de altanería y orgullo. Los dos se veían muy determinados. Tan parecidos a dos animales salvajes disputándose una buena presa…
**
Vegeta se abría paso entre los empleados, muchos lo saludaban animadamente, otros lo ignoraban e incluso lo empujaban apropósito. El de cabellos en forma de flama no prestaba atención, simplemente buscaba a su amiga.
Hasta que se topó con una mujer que lo empujó con brusquedad, mirándolo burlonamente.
-Cuidado tonto, no querrás caerte y ser pisoteado. – Sonrió con malicia esa muchacha que nunca vio, mirándolo con mucha altanería.
-No, gracias. –Le respondió el pelinegro furioso, causando la risa de sus acompañantes.
-Aunque Son hace eso contigo todo el tiempo, ¿verdad? –Se burló otra de ellas, la famosa Milk Lins. Una venita comenzaba a resaltarse en su amplia frente debido a la furia, pero se contuvo y siguió caminando.
-Ya déjalo pobresito, que siga soñando. –Comentó otra de esas mujeres irrespetuosas, riendo a carcajadas junto a las demás.
Vegeta no prestó más atención y siguió su camino, respirando hondo para no volver frente a ellas y perder toda la educación que sus padres le habían inculcado. Caminó un poco más, pero no la encontró. Mierda. Pensó atrapado en la pista, entre muchos empleados. No veía a su amiga, ni sabía a quién empujar primero para salir de ahí.
Pero de pronto, alguien tocó su hombro.
-Te has ido muy lejos, joven Saiyan. No querrás perderte aquí. –A sus espaldas, Goku le habló al oído, con tono divertido. Vegeta se volteó rápidamente.
-No soy un niño, señor Son. –Le respondió con cierta molestia. Son le mostró una de las dos copas que tenía en las manos a Vegeta, la cual éste tomó. -Gracias. ¿No te hará mal tomar tanto whiskey? –Preguntó con una leve sonrisa.
Goku sonrió de lado, inclinándose hacia su empleado -¿Preocupado por mí, Vegeta? Eso me agrada. – Murmuró seductor, Vegeta se sorprendió y sonrojó notoriamente, el señor Son amplió su sonrisa, victorioso.
-¡Claro que no! Es solo que dijiste que me llevarías de vuelta, y borracho no podrás. –Se defendió arrugando el entrecejo, ocultándose tomando el contenido de su copa rápidamente. Se arrepintió luego, al sentir un ardor fuerte en su garganta otra vez.
-Mejor diviértete, me aseguraré de que vuelvas en una pieza. Y que nunca olvides esta noche. –Goku nuevamente se inclinó hacia él, acercándose bastante. Vegeta se alejó disimuladamente
-No ganarás nada con ese juego de seducción barato. –Le sonrió burlonamente, pero antes de que dijera algo más, Goku pasó una de sus manos sobre la del menor… -Oye, ¿qué…
Rápidamente le quitó su copa vacía y luego se giró -Tú, toma esto. –Le dio ambos vasos a la fuerza a uno de sus empleados, el cual no pudo rechistarle al jefe. - Vamos Veggie, baila conmigo- Invitó, o más bien obligó Goku, tomando de los brazos a Vegeta para incitarlo a bailar.
-Pero yo no…
-Vamos, ¿tienes miedo de excitarte? –Lo provocó con su sonrisa arrogante. Vegeta frunció el ceño, avergonzado, pero se dejó llevar por el ritmo de Goku.. Bailando cerca de él…
Mientras tanto, cerca de allí, camuflado entre las personas se encontraba Broly, muy fastidiado, viendo como Son se entretenía con su ansiado Vegeta.
-Cuánto te detesto, Son Goku. –Murmuró entre dientes Broly, lleno de rabia al ver a su competencia cada vez con más ventaja. Pensaba que estaba solo, hasta que escuchó una vocecita familiar.
-Pienso lo mismo de su estimado aprendiz, señor Uchia. Podríamos hacer un trato. –Propuso con una voz llena de malicia. El mayor se giró para ver a aquella mujer que tanto repudiaba.
-¿De qué está hablando? –Preguntó aún molesto, pero muy curioso. La mujer sonrió ladinamente, acercándose sospechosamente al otro.
-Quiero al señor Son para mí… Y veo que usted quiere al joven Vegeta para usted… Le propongo un trato… -Contó en voz baja, para después susurrarle algunas cosas al oído al más alto…
Luego de oír el plan de la mujer, Broly sonrió ampliamente, con la misma perversidad que ella.
-Me encanta.
**
En una esquina un poco más alejada, se encontraban Trunks y Goten, bailando animadamente. Goten miraba de reojo hacia donde estaban su jefe y su compañero, bailando tan cerca.
-Mira al jefe bailando sensualmente con Vegeta. Ese hombre es terrible.- Comentó divertido el pelinegro, volviendo la mirada a su “amigo”. Trunks ni siquiera los miró, simplemente le dedicó una sonrisa al mayor.
-Lo sé, pero tú eres mucho más divertido que ese. –Goten rió a carcajadas ante su intento de consolarlo.
-Algún pro debo tener, si no, esos hombres tienen toda la ventaja.
-Despreocúpate, mejor toma. –Trunks le señaló su copa aún llena para que tomara, mientras él se bebía todo el contenido de la suya de un solo trago.
-Bebe más despacio Trunks, no llevamos ni media hora aquí. –Le dijo Goten, con una gotita de sudor resbalando por su frente. El pelilila se había tomado un par copas ya y no iba a durar mucho.
Trunks solo fijó su mirada retadora en él, con una media sonrisa -¿Tienes miedo de perder la competencia, Goten? –Preguntó burlonamente, Goten solo suspiró y le devolvió la misma mirada…
**
Las horas pasaban rápidamente para estos jóvenes tan alegres. Todos se divertían tomando, bailando, conversando e incluso besándose entre otras cosas. Goku y Vegeta se encontraban al fondo, en uno de esos sillones largos, conversando y tomando.
Vegeta se había pasado un poco de copas, no recordaba cuántas había tomado, pero comenzaba a perder un poco la consciencia. Goku estaba en perfectas condiciones, se había asegurado de mantenerse fresco para ese momento que tanto esperaba.
-¡Esto está increíble! No sé que sea pero me encanta. –Decía Vegeta alegremente, más de lo normal, tomándose todo ese vodka que tenía servido. Incluso seguía tratando de tomar aunque el vaso estaba vacío.
-Vegeta, ya no hay nada en el vaso, toma el mío. –Goku sonreía muy divertido, su plan marchaba a la perfección, Vegeta ya había perdido la cabeza por completo. -Te dije que te divertirías. –Le susurró al oído, Vegeta dejó el vaso en la mesita que estaba delante, para girarse a ver a su jefe muy de cerca.
-¿Y ahora qué sigue, señor Son? ¿Va a pagarme mi sueldo ya? –Preguntó con cierto tono insinuante, Goku captó su indirecta por lo que rápidamente inició su plan de seducción.
-Claro, y también el bono navideño y vacaciones por adelantado si eso deseas. –Siguió hablando con su tono de voz grave y seductor, mientras colocaba una de sus manos muy cerca de la entrepierna del menor.
-Te ves muy bien cuando mientes. – Vegeta le sonrió incitante, llevando una de sus manos sobre la del mayor.
Goku sonrió ampliamente, mientras observaba con detenimiento la expresión de Vegeta. Éste se veía perdido, con un ligero sonrojo que seguramente era provocado por el alcohol. Le devolvía la misma mirada ansiosa, llena de deseo. ¿Acaso tanto había funcionado el alcohol? Goku lo miraba de cerca, le encantaban sus facciones, su rostro tan inocente que lo incitaba a ir por más.
Le gustaba mucho, demasiado para su gusto, por lo que desvió la vista y se acercó a su oído para susurrarle con sensualidad.
-Siempre, Veggie. Pero no te he mentido, te prometí diversión. – Se alejó solo un poco para quedar a escasos centímetros de sus labios… Sus respiraciones agitadas se mezclaron. -…Y la tendrás…
Luego se eso, terminó con la distancia uniendo sus labios…
Vegeta correspondió ese beso, era la primera vez que besaba, pero gracias al efecto del alcohol ni siquiera recordó ese detalle. Se concentró en sentir la suavidad de los labios de su compañero, su humedad. Comenzó a mover sus labios contra los de Goku, tomando la iniciativa.
El más alto no se quedó atrás, fue intensificando el beso rápidamente, mordió uno de los labios de Vegeta suavemente para poder introducir su lengua en su boca, mientras que con su mano acariciaba todo el muslo del menor hasta casi rozar la entrepierna.
Vegeta se dejaba hacer, estaba perdido, simplemente disfrutaba aquel momento sin miedos ni prejuicios gracias a todo lo que bebió… Ambos comenzaban a sentir calor, aún a pesar de lo fresco que era ese lugar…