Capítulo 3: Entrevista… ¿Sexual?
Un nuevo día había llegado. Ya eran las 11 de la mañana, por lo que Goku se encontraba en su oficina, preparándose para la llegada de los jóvenes a los que iba a entrevistar. Más bien, estaba ilusionado pensando en qué clase de chicos lindos se encontraría…
-Ana, has pasar al primero. –Dijo a través del teléfono a una de sus secretarias, quien tenía un escritorio justo a un lado de su gran oficina. Cortó rápidamente, y se recostó contra el respaldo de la silla con tranquilidad, mirando fijamente la entrada con una sonrisa victoriosa.
-Esto será divertido…
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Afuera, la secretaria también colgó el teléfono y se levantó del escritorio, para acercarse al lugar donde los jóvenes esperaban pacientemente, algunos muy nerviosos.
-Joven Brief, puede pasar. –Llamó la rubia, el mencionado sintió su piel erizarse al oír su apellido.
-Soy el primero…- Murmuró, tragando grueso. Aún no se sentía preparado para ese momento. Sintió una mano dándole palmadas en la espalda.
-Descuida Trunks, lo harás bien. –Alentó una joven de cabellos verdes. El pelilila miró a esa chica, para después sonreír levemente.
-G-gracias, hermana… -Se levantó y se acercó a la secretaria, quien lo guió hacia la oficina del jefe.
Con cierta timidez, abrió la puerta de la oficina y entró, cerrando la puerta tras de sí. Fue caminando hacia el escritorio, aún con la cabeza gacha. Goku iba admirando el cuerpo del joven, se veía algo fuerte, pero aún así le pareció perfecto para un “juego”
-Siéntate… - Pidió el mayor, fingiendo un tono amable. Trunks se sentó en la silla frente al escritorio. –Tu nombre. –Dijo con seriedad, Trunks levantó la vista para mirar por primera vez a ese hombre, quedando admirado.
-Tr-trunks Brief –Respondió aún más nervioso que cuando llegó, sus mejillas se tintaron de un tenue color carmín. El rostro del pelinegro era hipnótico, le parecía el hombre más guapo que había conocido.
Goku lo notó, y sonrió seductoramente…
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Afuera, volviendo a la sala donde estaban los jóvenes ansiosos por conseguir un puesto en esa multimillonaria empresa…
La secretaria se había quedado junto a ellos, ya que había recibido órdenes de su jefe de que no hubiese nadie cerca de la oficina cuando empezaran las entrevistas. Los jóvenes esperaban pacientemente su turno, la mayoría deseaba salir de ahí y solo unos pocos iban confiados.
-¿Crees que tengamos oportunidad? –Preguntó una joven de cabellos rubios y ojos celestes, mirando a su amigo.
-Claro que sí, Lazuli. ¿Justo tú no te tienes confianza? –Preguntó con tono sarcástico ese joven de cabellos y ojos negros. La rubia rió levemente
-Hm, no es lo mismo conquistar a un hombre que conquistar un trabajo, Vegeta. – Le respondió con el mismo tono, acomodándose un mechón de cabellos detrás de la oreja.
-A menos que conquistes al jefe para que te dé el trabajo –Sugirió con una sonrisa socarrona.
Unos minutos en silencio, los aspirantes a un puesto de trabajo charlaban entre sí, algunos buscando apoyo, otros intentando distraerse para no sufrir un colapso nervioso.
-¿Cómo será el jefe? –Preguntó de repente Lazuli. Vegeta pensó unos momentos
-Pues, a juzgar por cómo es la empresa, supongo que un hombre de negocios, serio, inteligente e ingenioso… Imagino que será un hombre que solo se preocupa por el bienestar de la empresa y tiene la cabeza bien puesta…
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Volviendo a la oficina…
-Tienes muy buen desempeño chico. Tu destreza y rapidez al realizar cálculos matemáticos podría serme más que útil… -Felicitó Goku, Trunks sonrió aliviado -…Pero aún así, hay muchos otros jóvenes ahí fuera, tal vez mejores que tú, ¿qué podrías decirme al respecto? –Preguntó de repente, clavando su mirada en el joven
-Emm… bueno… -Tartamudeó aún más nervioso, esa mirada era penetrante, en cierto modo lo hacía sentir débil. -Y-yo tengo muy buena disposición. –Respondió finalmente, aún mirando el escritorio, sin poder sostenerle la mirada.
-Interesante. –Comentó, arqueando una ceja. Dio unas vueltas con su silla giratoria, pensando. Hasta que después de un rato, sonrió con malicia y se detuvo -Bien, probaremos ahora mismo tu disposición.
Se levantó de su silla y se quedó a unos pasos de la silla de Trunks. Le hizo unas señas para que se levante, Trunks obedeció, con cierto temor al ver la expresión del más alto… Goku lo tomó con brusquedad y lo subió a su escritorio dejándolo acostado debajo de él.
-Si estás dispuesto a pasar un buen rato conmigo, te doy el trabajo, ¿qué opinas? –Propuso cerca de su oreja, para después darle una mordida en el lóbulo.
Trunks se mordió el labio para no hacer ningún sonido que lo comprometiera. No sabía qué hacer, no quería aceptar esa propuesta tan indecente pero quería ese trabajo a toda costa. Goku comenzó a pasear su lengua por su cuello, sin esperar una confirmación…
-Mm… y-yo… no… hmm… -Dudaba, no quería parecer un ofrecido ante su jefe… Pero no podía resistirse a esas sensaciones tan placenteras ni a la seducción del pelinegro. Además, quería ese trabajo - E-esta bi-bien… -Terminó aceptando, con la sospecha de que se arrepentiría luego…
-Así me gusta, todos los jefes buscamos empleados sumisos… Predispuestos a todo… -Dijo en un susurro, devorando la piel de su cuello sin piedad.
Trunks no podía estar más sonrojado, -¡Dios! ¿Cómo pude llegar a esto? – Se preguntaba entre avergonzado y arrepentido, tantas clases había recibido acerca de la decencia y la honestidad por sus padres… Y ahora cambiaba sexo por trabajo…
Goku empezó a quitarle la ropa, comenzando por el saco y terminando por la camisa, dejando su torso al descubierto. Comenzó a recorrer cada parte con su lengua, lamiendo y mordiendo sin cuidado.
Trunks se cubrió la boca con ambas manos, no quería dejar salir esos sonidos tan vergonzosos. Goku parecía todo un experto, lograba provocarle esas sensaciones simplemente con su lengua… De solo imaginarse cómo sería en “lo que sigue”, su miembro comenzaba a alzarse.
-Hm… Alguien aquí parece contento… -Comentó pícaramente el mayor, tocando el miembro del menor por encima de la ropa. Trunks reprimió un gemido, más avergonzado no podía estar.
Desató su cinturón y lo lanzó lejos, para después quitarle los pantalones y la ropa interior. Trunks cerró las piernas rápidamente, pero Goku las separó con fuerza. Se alejó un poco del pelilila para bajarse los pantalones y sus bóxer hasta las rodillas, dejando al descubierto su erección.
Trunks sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver el tamaño de ese miembro. Tal vez no era mucho, o tal vez sí, pero para él era suficiente como para partirlo a la mitad…
También se quitó su camisa, quedando con el pecho al descubierto, no podía permitir que su ropa se ensuciase con semen ajeno. Trunks no sabía qué pensar de ese cuerpo tan bien formado, simplemente el sueño de todo hombre y el deseo de cada mujer…
Antes que nada, aún estando casi sobre el menor, Goku estiró uno de sus brazos para abrir un cajón del escritorio y sacar de ahí un pote de plástico que contenía un gel. Volvió a posicionarse cerca del menor, tomó sus piernas y se las llevó a los hombros. Cubrió su miembro con bastante gel.
-Joven Brief, le recomiendo relajarse o esto le será muy doloroso. –Sugirió tranquilamente. Trunks tragó grueso. Intentó respirar hondo, para comenzar a relajarse poco a poco…
Y sin dar aviso ni nada, Goku se introdujo de una sola estocada en el menor. Trunks se cubrió con mucha fuerza las manos para no soltar ese grito desgarrador. No era su primera vez, pero ¡Demonios! Sí que dolía a pesar de estar relajado
Goku no era de los que espera; comenzó a moverse en el interior del menor, dando fuertes estocadas, sin importarle lo que pudiera sentir Trunks.
El pelilila se cubría la boca con fuerza, y de paso se mordía los labios hasta hacerse sangrar. No quería gritar de dolor, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, era un dolor indescriptible, pero ya no había vuelta atrás.
Goku lo notó, no le interesó en lo más mínimo, pero lo necesitaba tranquilo, no podía arriesgarse a otra denuncia por violación. –Aunque él mismo me dijo que quería hacerlo… - Pensó y tomó la mano del menor para conducirla a su miembro.
-Vamos, complácete para mí… Si es que quieres el trabajo… -Chantajeó con una sonrisa socarrona. El menor dejó que el mayor condujera su mano, comenzando a moverla de arriba abajo por su miembro. -No acepto débiles y llorones en mi empresa…
Trunks, tímidamente, se dejó guiar, comenzando a tocar su pene con algo de vergüenza –Nunca en mi vida hice esto… pero esto duele mucho… y quiero el trabajo. – Se alentó mentalmente, tocándose de forma inexperta mientras Goku le marcaba el ritmo.
Poco a poco, Trunks dejaba de sentir dolor, ahora sentía una extraña mezcla entre dolor y placer que lo hacía sentir bien, extasiado. Dejaba salir sonoros gemidos sin parar, sin pudor, que excitaban aun más al pelinegro.
Goku seguía con sus rápidas y profundas estocadas, sacando su miembro de esa entrada y volviendo a entrar con más potencia, el gel se mezclaba con el líquido pre-seminal por lo que su pene resbalaba mejor. Podía oírse el eco de su pelvis chocar contra las nalgas rojas del menor.
Trunks se masturbaba a su gusto. Goku había soltado su mano hace tiempo, deleitándose con la vista de ese joven de facciones tan finas, con su rostro sumamente sonrojado, tocándose de forma morbosa ante sus ojos.
Unos cuantos minutos más y Trunks ya no pudo resistir el momento, se liberó junto a un grito de placer, manchando con semen su abdomen, parte de su pecho y también el de Goku. El mayor siguió embistiendo, cada vez con más brutalidad hasta que se vino dentro del joven, quien no pudo evitar gemir al sentirse lleno por la esencia del más alto…
-Muy bien… Tienes el trabajo… -Dijo entrecortado, alejándose del joven para subirse la ropa interior y los pantalones.
Trunks sonrió muy aliviado y alegre; no solo había conseguido el empleo, sino que también había tenido una muy placentera experiencia. Se levantó del escritorio y tomó sus bóxers que estaban en el piso, sintiendo como el líquido se escurría por sus piernas.
Se vistió en silencio, con un notorio sonrojo. –Mu-muchas gracias… -Agradeció en un susurro, mirando el piso. Luego de eso, no sabía cómo iba a mirar a su jefe.
-A ti. –Respondió risueño el más alto, para después tomar el teléfono y marcar un número. –Puedes retirarte, tendrás que venir mañana a las 9am. –Avisó, para después guiñarle un ojo.
Trunks se sonrojó aún más y, sin terminar de arreglarse bien, salió disparado de la oficina. Goku solo rió ante su acción.
-Milk, manda a alguien a limpiar. Rápido, solo tienes un minuto.
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-Ya pasó bastante tiempo… ¿Qué pasará ahí dentro? –Se preguntó la joven de cabellos verdes que acompañaba a Trunks, algo preocupada por su hermano menor.
-¿Será que lo está haciendo exponer todo lo que sabe o qué? –Preguntó impaciente Vegeta, su compañera rubia solo movió los hombros con desinterés.
En eso, vieron a su compañero Trunks llegar. Los 14 jóvenes lo miraban muy intrigados y con una sospecha; el pelilila apareció algo agitado, sus cabellos estaban revueltos y su traje algo desarreglado. Lo más llamativo, era que su cinturón estaba mal puesto…
Se sentó en su lugar y se giró a ver a la peliverde.
-Lo logré, Bulma –Susurró sumamente feliz, sin arrepentirse de nada…
-Joven Saiyan, es su turno. –Avisó la secretaria, dirigiendo su mirada al de cabellos en forma de flama. Vegeta asintió y se levantó.
-Deséame suerte, Lazuli – Pidió con una sonrisa confiada, acomodándose la corbata. La mujer rió con malicia.
-Recuerda, si no te acepta, sedúcelo –Le guiñó un ojo con picardía. Vegeta prefirió ignorarla.
Se dirigió a pasos firmes a la oficina. Se tenía fe, creía que iba a lograrlo. –Tú puedes hacerlo… - Recordó las palabras de su madre, y suspiró. –Debo demostrarle que soy capaz de todo… No creo que sea tan difícil… - Pensó, y abrió la puerta de la oficina…
-¿Tú? –Preguntó muy sorprendido Goku, mirando al de cabellos en forma de flama, claramente lo reconoció…
Vegeta quedó paralizado al verlo, no podía creerlo. De todas las personas en el mundo, justo él tenía que ser el jefe de esa empresa… En ese instante, por su mente solo pasaba la frase “Estás jodido”… Por un lado, tenía miedo. Había tratado muy mal a ese hombre, y era muy probable que no lo perdone por humillarlo. Y por otro, seguía molesto porque ese desgraciado se había atrevido a mirar de forma lujuriosa a su hermanito.
Goku, por su parte, sonrió muy satisfecho al ver a ese joven frente a él. Había pensado en ir a buscarlo, pero ahora lo tenía en su empresa, buscando trabajo. Más feliz no podía sentirse, ese chico iba a ser suyo esa misma tarde.
-Vamos chico, siéntate. –Invitó amablemente.
Vegeta tragó grueso y comenzó a caminar hacia él de forma lenta. –No parece molesto… - Pensó aliviándose un poco, pero a la vez le inquietaba esa tranquilidad del mayor. -¿Será que quiere vengarse humillándome o algo así? – Sacudió la cabeza y se sentó, levantó la vista para mirar detenidamente al hombre que tenía enfrente…