Capítulo 8: Más sentimientos
Pasó una hora más, Broly y sus dos iniciados se encontraban en la oficina revisando unos papeles. Toda la hora se había hecho tediosa para Vegeta al tener que trabajar junto a ese chico tan odioso, pero ambos habían sabido disimular su molestia.
En un momento dado, Vegeta revisó su reloj de muñeca, el cual marcaba las 13:08 -Broly, creo que ya es hora de irme – Avisó ciertamente aliviado, levantándose de su silla. El rubio observó su propio reloj, solo para confirmar que ya era su hora de salida.
-Muy bien –Se levantó de su asiento, para acercarse un poco a la puerta de la oficina. -¿Puede quedarse aquí, joven Trunks? Acompañaré a Vegeta hasta la salida. –Avisó con tranquilidad, ambos jóvenes lo miraban incrédulos.
-No es necesario, puedo irme solo –Intentó persuadirlo Vegeta, con cierta vergüenza. Pero el mayor no le prestó atención, solo le sonrió mientras negaba levemente con la cabeza
-Yo quiero acompañarte. – Dijo con simpleza, sin despegar la mirada del joven. Vegeta, apenado, tuvo que aceptar. Juntó sus cosas, siendo seguido por la mirada rencorosa de Trunks.
Trunks no podía estar más furioso, ese chico había captado la total atención de los dos jefes, eso de seguro lo haría destacar más que él. –Pero esto no se quedará así, niñito mimado, te demostraré cómo se hacen las cosas… - Pensó maquiavélicamente, formulando una sonrisa en su rostro.
Broly abrió amablemente la puerta de su oficina, cediéndole el paso a Vegeta. El de cabellos en forma de flama, apenado, salió con cierta rapidez. El rubio cerró la puerta al salir, comenzando a caminar a la par del menor.
-Vegeta, ¿entre tú y Trunks sucede algo malo? –Preguntó de repente, el aludido lo miró completamente sorprendido.- No creas que no noté cómo se miran –Agregó, mirándolo con seriedad. Vegeta volvió a mirar al frente, con una expresión desinteresada.
-Creo que empezamos mal la relación… pero supongo que algún día nos llevaremos bien –Respondió con sencillez, intentando quitar importancia al asunto. Aunque por dentro, sabía perfectamente que esa rivalidad no terminaría pronto, pero prefería mantenerlo oculto de su jefe.
-Eso espero, es imposible trabajar con alguien si no se llevan bien. Tenlo en cuenta, intenta hablar con ese chico y arreglar sus diferencias. –Sugirió seriamente, Vegeta asintió, pero aún así Broly desconfiaba - Luego le diré lo mismo a él. –Comentó en voz baja, mientras ambos paraban frente al elevador.
-Ya se solucionará, no te preocupes. – Dijo Vegeta con serenidad, mirando al mayor con una sonrisa. Subieron al elevador, mientras Broly observaba la expresión encantadora del menor.
-Confío en ti, pequeño. –Expresó con un tono algo oscuro, más grave que otros, mientras llevaba su mano a la cabellera del más bajo. Fue un acto casi sin pensar, aún seguía mirando el rostro confundido del menor, comenzando a pensar en otras cosas…
Vegeta bajó la mirada rápidamente, entre incómodo y avergonzado. No podía estar más nervioso, a solas con su jefe en un ascensor, su mirada clavada en él, y no solo eso, podía jurar que había deseo en los ojos del jefe.
Broly retiró su mano delicadamente, pero aún no quitaba su mirada de Vegeta. No podía evitar verlo fijamente, era la primera vez que se interesaba en una persona, la primera vez que se sentía tan atraído por el cuerpo de un joven. Pero no quería espantarlo, por lo que dejó de verlo.
Permanecieron en silencio, hasta que bajaron del ascensor. Caminaron hasta la salida, ambos mirándose de reojo.
-Bien, te espero mañana a la misma hora. – Dijo Broly, apenas salieron de la empresa. Vegeta asintió levemente, mientras estrechaban sus manos como señal de despedida. Cuídate y suerte en la Universidad –Agregó amablemente, soltando su mano al tiempo que le sonreía ampliamente.
-S-sí, muchas gracias. – Le agradeció algo avergonzado, y se volteó rápidamente para irse de la empresa. Sintiendo la mirada de Broly aún sobre su espalda…
**
Y cerca de ahí, cierto hombre de cabellos alborotados miraba con mucho recelo aquella escena. Notaba las intenciones de Broly, se había dado cuenta de que ese hombre también se había fijado en Vegeta.
-No eres competencia para mí Broly, yo lo tendré primero. –Murmuró furioso, saliendo de la empresa sin siquiera prestarle atención al rubio. Por suerte, había mucha gente y Broly no se percató de que Goku salió.
El de cabellos alborotados salió muy molesto de la empresa, y subió a su lujoso auto para irse de ahí. Arrancó, comenzando a conducir hacia su mansión, pero en el camino se topó con un joven de cabellos en forma de flama caminando a unos metros…
-Debe ser Vegeta… - Sonrió con malicia, relamiéndose los labios. Se acercó al joven, y frenó un poco más delante de dónde él venía. Le tocó bocina para llamar su atención, pero cuando éste se acercó se dio cuenta de algo…
-¿Me llamabas a mí? –Preguntó con cierta confusión ese joven, mirando al más alto a través de la ventanilla del auto. Goku no podía creer el parecido de ese joven castaño al de su ansiado pelinegro, solo que éste chico tenía dos flecos cubriendo parte de su frente.
-Eh… No, lo siento, te confundí con alguien más…- Se disculpó algo desanimado, pero aprovechó que lo tenía cerca para observar sus facciones. En verdad se parecía a Vegeta, no era él, pero éste joven también poseía encanto. -Pero ya que te pareces mucho a él, dime, ¿cómo te llamas? –Preguntó demostrando mucho interés.
El joven lo miraba con cierta desconfianza, pero al final terminó por responder –Vegetto. ¿Tú me confundes con Vegeta, verdad? –Preguntó con tono aburrido, siempre le pasaba lo mismo. Goku no se sorprendió, sospechaba que ese chico tenía algo que ver con su empleado.
-¿Eres pariente de él? –Vegetto asintió, Goku mostró una sonrisa seductora. -Me agradas, pequeño. –Comentó insinuador, levantando levemente las cejas. El otro comenzó a sospechar de las intenciones del otro, por lo que sonrió demostrando interés. -¿Quieres dar un paseo? –Invitó con una mirada coqueta
-Por supuesto –Aceptó inmediatamente, con una amplia sonrisa. Dio la vuelta para subirse al asiento de copiloto, seguido de la mirada entusiasta de Goku. Una vez Vegetto subió al auto, Goku arrancó.
-¿No te han enseñado que es malo subir a autos de extraños? –Preguntó chistoso Goku, mirando de reojo al castaño. Vegetto sonreía algo ansioso, se sentó un poco de costado para estar un poco más cerca del otro. y se cruzó de piernas.
-No creo que me hagas algo… que yo no quiera… - Contestó en voz baja, con un tono ciertamente juguetón. Goku paró al encontrarse con un semáforo en rojo, por lo que miró a Vegetto.
El castaño había apoyado su brazo a un costado del respaldo del asiento, y llevó de forma provocadora uno de sus dedos a su boca… Goku sonrió lascivamente, ese chico en verdad sabía qué iban a hacer…
-Tienes razón. ¿Quién podría hacerle daño a un jovencito tan lindo como tú? –Dijo suavemente. Llevó una mano a una de las piernas del otro, mientras le guiñaba un ojo insinuador…
Vegetto se sonrojó levemente, aún sin borrar su sonrisa… hace mucho tiempo que no tenía una aventura, ¿Qué podría salir mal? Solo quería divertirse
**
En otro lugar de la ciudad, Raditz caminaba tranquilamente por una plaza de la ciudad, sin nada más que hacer. Hasta que pasó por aquel restaurante en el que había visto a ese camarero tan joven…
-Ese chico… - Pensó, recordando a ese menor tan atractivo que había visto. Pero al instante negó con la cabeza -¡No! No, claro que no, tengo pareja y está embarazada, no volveré a las andadas. – Se reprochó mentalmente, pero aún así el menor no salía de su cabeza.
Pero en un momento su celular sonó, Raditz agradeció al cielo ya que olvidó al pelinegro…
-¡Raditz! – Escuchó una voz femenina gritarle, por lo que alejó un poco el celular.
-¿Qué sucede amor?
-¿Dónde estás? ¡Te dije que mi mamá vendría a vernos! ¡Ven aquí ya! – Sonaba molesta y desesperada, Raditz rodó los ojos con fastidio al oír la mención de aquella mujer.
-Ella no quiere verme ni en fotos, ¿para qué voy…
-¡No seas así! ¡Ven ahora mismo! –Lo interrumpió furiosa, sus gritos podían oírse hasta unos cuantos centímetros.
-¿Por qué siempre me tratas así? No quiero verla –Intentó persuadirla con tono cansado, ya no soportaba el desprecio de su suegra, y mucho menos que su esposa siempre lo obligase a hacer lo que no quería.
-¡Ya en serio Raditz! ¿¡Me dejarás sola!? ¡Quedarás mal ante ella! – Siguió gritando histérica, casada de que su esposo siempre se negara a ver a su madre. Raditz suspiró pesadamente
-Ash, está bien, iré amor. –Dijo derrotado, solo para que su esposa no se ponga mal en su estado.
-Está bien cielo, te espero. – Se despidió tranquila, con su voz suave y tierna…Raditz cortó la llamada y guardó el celular en su bolsillo.
-Maldita vieja, espero se caiga por la escalera… -Murmuró con mucho odio, continuando su caminar para no ingresar en el restaurante… Sumergido en sus pensamientos…
¿Qué hacía con esa mujer si no soportaba a su familia? ¿Por qué la había embarazado, si él no quería tener familia? Él mismo sabía la respuesta, y a veces se arrepentía de haberse enamorado de ella…
Pero de repente sus pensamientos se cortaron al sentir que alguien chocaba con él.
-¡Ahh! L-lo siento mucho señor, no vi el camino –Se disculpó entre nervioso y apenado el más bajito. Raditz lo observó, y rápidamente se dio cuenta de quién era.
-Eh… está bien, no importa… ¿Tú eres el camarero del otro día? –Preguntó para confirmar, el menor algo confuso asintió con la cabeza.
-S-sí, justo ahora iba al restaurante, ¡luego nos vemos! –Se despidió y rápidamente siguió corriendo hasta llegar al restaurante, su lugar de trabajo.
Raditz se le quedó mirando, pero rápidamente desvió la mirada. Ese chico era del tipo que le gustaban cuando salía a divertirse con su hermano…
-No, estoy casado. –Cerró sus ojos por unos momentos y siguió su camino, dejando atrás aquel lugar.
**
Por otro lado, Bulma y Trunks habían terminado con su horario, por lo que ambos salieron juntos de la empresa…
-Hermano… ¿Viste que hermoso es el jefe? –Comentó de repente la peli verde, con una mirada soñadora. Trunks la miró con cierta preocupación y molestia.
-Ay hermanita, ¿no me digas que te gusta ese? –Preguntó arqueando una ceja, parándose delante de su hermana para frenar su paso. La mujer lo miró con una sonrisa.
-¿Cómo no? Es tan seductor, tan hermoso, tan aplicado e integro, tan…
-Tan malditamente pervertido y libertino. –Interrumpió seriamente, cruzándose de brazos. Bulma arrugó el entrecejo enojada
-¡Eso no es cierto! – Le dijo elevando el tono de voz, para después empujarlo y continuar caminando.
-No lo conoces, ¿sabes que ha coqueteado con todos los entrevistados? ¿Sabes que tiene sexo con todos los empleados? ¿Qué se cogió a las secretarias y a algunos entrevistados? – Empezó a interrogar, alcanzando a la otra para continuar la charla.
-¿¡Cómo puedes decir eso!? ¡Es imposible! –Se quejó, creyendo imposible que ese hombre tan exitoso y guapo podría ser así, un caso perdido… Trunks rodó los ojos, para después suspirar pesadamente.
-Piensa lo que quieras, ya te darás cuenta de que ese hombre es un perverso que solo piensa en sexo. –Comentó aburrido, llevando las manos a sus bolsillos. Bulma lo miró molesta, parándose delante de él.
-¿Y tú cómo sabes? –Interrogó con mucho interés, aún sin relajar su expresión. Trunks pensó unos momentos antes de responder, para después llevar ambas manos a sus caderas.
-Porque quiso acostarse conmigo en plena entrevista. –Respondió con sencillez, la mujer pareció palidecer en ese mismo momento.
-¿¡Qué!? –Casi gritó, incrédula, sin poder creer eso. Era imposible, ese hombre que parecía tan respetable y respetuoso no podía ser así…
Trunks le pasó por al lado y siguió su camino, seguido por su hermana que aún seguía algo petrificada.
-Ten cuidado con ese sujeto, hermana. –Advirtió con seriedad, para después mirar hacia el frente.
Bulma no podía creerlo, ¿ese hombre, del que se había enamorado, en verdad podría ser así?
**
Unos minutos después de que Tarble llegó al restaurante a trabajar, un nuevo cliente llegó. Tarble tomó una de los menús y se fue acercando, sorprendiéndose de sobre manera al reconocer a esa persona.
-Profesor Gohan… -Se acercó a ese hombre con una sonrisa radiante, el mayor se sorprendió al verlo.
-¿Hm? ¿Tarble? Qué coincidencia tan agradable, ¿trabajas aquí? –Preguntó sonriéndole amablemente al menor. Tarble le entregó el menú, aún sin borrar su hermosa sonrisa.
-Sí, en realidad trabajo en las tardes pero como no tuve clases hoy… Disculpe, tengo que seguir trabajando. –Se despidió, volviendo a caminar hacia otra de las mesas.
En el camino, observó al mayor desde lejos, ese hombre le llamaba mucho la atención. Gohan miraba la carta sin percatarse de nada…
Minutos más tarde, el mayor decidió ordenar.
-¿Qué va a ordenar? –Preguntó suavemente Tarble, Gohan seguía mirándolo con una sonrisa.
-Bueno, ya que no puedo pedir que mi alumno coma aquí conmigo, quiero el menú del día. –Comentó algo divertido, entregándole la carta.
Tarble rió nerviosamente –Sí, está bien. ¿Algo de beber?
-Una botella de agua, no puedo beber alcohol antes de trabajar. –Respondió nuevamente divertido, Tarble sonrió y se dio la vuelta, pero Gohan lo detuvo sosteniéndolo del brazo -Espera, soy nuevo en la ciudad, y, solo si no es molestia para ti, me gustaría que me contaras algunas cosas acerca de ella.
Tarble se sonrojó levemente ante la proposición, pero no tardó en responder.
-¡Por supuesto! –Respondió animadamente, con una amplia sonrisa. -Cuando termine de trabajar. –Agregó alegre, Gohan asintió y volvió a sentarse.
-Muy bien, te esperaré.
Tarble se fue rápidamente, con una hermosa sonrisa y un sonrojo en sus mejillas… El poder pasar un momento más con su profesor, fuera de la escuela, era algo perfecto para él…