Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siete días para un te amo por Chiaki28

[Reviews - 174]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!! *-*

Bueno esto...a este fic le quedan dos capítulos de vida ademas de este los que deberian estar arriba a final de mes, a pesar de que este es el fic con menos capitulos que he escrito estos son los más largos que he hecho asi que la diferencia no es tanta.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

Amor; una palabra tan complica como hermosa, un sentimiento indescriptible, una sentencia ciega, un disparo en silencio al corazón; estas sencillas silabas juntas significan poder, dulzura, locura, demencia y mucho dolor.

Yo debería estar feliz por haber tenido el coraje y el valor al haber sacrificado mi relación con Takano para que este se pudiera convertir en ese Dios que tanto ansiaba movido por la codicia, para que esa leyenda que pretendía que fuera su nombre se escribiera con tinta dorada en la mente de sus seguidores, en lugar de lamentarme debería apoyar mis manos sobre mi cintura e inflar mi pecho con orgullo; pero no puedo.

No pensé que en esa semana la dependencia sería lo que corriera por mi sangre y el egoísmo el que me persiguiera entre sueños con los recuerdos de ese hombre, que mis palabras se habrían convertido en la daga que se incrustaría en mi pecho; no estaba listo para las consecuencias de mis actos pero de igual forma me persiguieron hasta encontrarme entre las sombras.

Aunque me niegue a admitirlo esperaba que me detuviera; el momento en el que lo condene con nuestro último beso se ha repetido incontables veces en estos polvorientos pensamientos; quería que Takano me agarrará del brazo al frente de sus seguidores y clamara que yo era el amor de su vida, su pareja, su novio, que gritara a los cuatro vientos nuestra relación ¡Ja! Pero que estupidez ¿Cuándo me permití volverme tan ingenuo?

Lo mejor será olvidarlo, dejar de ver esas heridas que me causo su romance para quemar esas lindas memorias y esparcirlas por el cielo como el sueño que fueron, él no regresará por mí ahora que le he dado todo lo que deseaba; no por leer esas novelas rosáceas significa que mi destino va acabar con uno de esos finales, él ya no me escogió.

Hiroki me ha apoyado mucho en estos días con sus palabras de ánimo y aliento; después de que me devastará por ese encuentro que yo gatille él me abrazo hasta que dormí entre sus brazos y en lugar de reírse con un “Te lo dije” me entregó un “Te apoyare en lo que escojas, eres mi amigo y te quiero, no dejare que te hundas tú solo en el vacío”

Soy afortunado por tener esos grandes cómplices que me han socorrido; Nowaki también se ha esforzado para que me distraiga en lugar de martirizarme por mis errores; pero es difícil, es complicado dejar de pensar en la historia cuyo protagónico tanto disfrute, con las mentiras que tanto me hipnotizaron.

El rumor de esa página se extendió por mi salón de clases dejándome en ridículo; hoy cada egocéntrico alumno conoce la trágica historia del tonto muchacho que se enamoró de un heterosexual codicioso por culpa de un torcido y planificado juego.

Ellos se tienden a burlar de mí porque no me di cuenta antes; porque no fui capaz de apreciar que esa era una farsa hasta que mi mejor amigo me lo advirtió con su punzante voz, me culpan por no haber podido quitarme la venda; sin embargo ¿Qué diablos saben ellos del amor?

Nadie sufrió como yo lo hice por ese hombre, ninguno de ellos tuvo que perderse en el varonil aroma de su cuello ni ser desafiado por esos felinos ojos adornados por la enigmática chispa del deseo; ninguno probó esos labios de menta; aunque se crean dueños de mi juego por culpa de la información en esa red; quien lo encarnó todo fui yo, el corazón que leyó la verdad es el que está dentro de mi pecho.

Actualmente me encuentro en el último asiento de mi salón intentando esconderme; ocultarme del mundo, de todos esos ojos que me miran con compasión y burla, de las penosas miradas de mis amigos, de mi reflejo en el baño, de mis padres, de todo, porque estoy cansado de sentirme como un idiota solo por eso; estoy agotado de alimentar mi inseguridad con lo que pasó con Takano.

Como sí el destino se hubiera torcido para darme una tortuosa lección un par de pasos resonando por el pasillo me pusieron a la defensiva, con rapidez tomé uno de los libros de mi mochila al azar para colocarme una máscara de desinterés y esperar engañar.

El sonido de la puerta abriéndose me indicó que tenía compañía; sin tener el valor para perderme en los ojos ajenos continúe repasando las líneas del antiguo texto de calculo que tenía entre mis manos.

“Onodera Ritsu” Parpadeé y respire aliviando ante ese tono de voz acompañado de una ligera risa amistosa.

“No me asustes así, solamente eras tú” Me queje apoyando el texto en mi mesa para observar como esos hermosos ojos escarlata brillaban con intensidad mientras él se acercaba a mi lado para entregarme su apoyo silencioso.

“Últimamente has pasado mucho tiempo acá, te has vuelto difícil y esquivo” Se burló jalándome con confianza una de las mejillas.

“Tú estarías igual que yo sí tu mejor amigo y su novio se volvieran un equipo protector que te busca las 24 horas” Ambos intercambiamos una cálida risa y una tierna sonrisa.

Haitani Shin; mejor conocido como el irritante sabelotodo de la clase, el chico cuyas notas son las que adornan el cuadro de honor, un joven caracterizado por su egocentrismo y su arrogancia, alguien quien tiende a mirar en menos a los demás, un farsante, una sabandija embustera o eso era lo que se rumoreaba.

Cuando llegó el enlace desbloqueado de esa página a mí escuela él me mostró un lado oculto que poseía; una tierna y comprensiva parte de su personalidad acompañada de lindas palabras de ánimo y consuelo; al parecer este hombre se sintió conmovido por todo lo que hice por Takano y quiso acercarse a entablar una relación de amistad.

“¿Ya terminaste de escribir los apuntes de la clase de ética?” Me pregunto con incomodidad removiéndose en el asiento.

“No” Baje la cabeza en señal de disculpas “Mi mente ha estado en otra parte en estos días, no he podido concentrarme en nada” Un suspiro cansado fue lo que resonó por las viejas paredes del vacío salón de clases.

“¿Takano?” Ese tono que utilizo erizo mi piel al ser pronunciado con tanto asco.

“Sí ya lo sabes no preguntes” Su ceño se arqueo ante el sutil toque de sarcasmo oculto en esas frases resentidas.

“Ritsu tú eres demasiado bueno para lamentarte por eso; eres dulce, eres tierno, casi me haces competencia en las notas” Cubrí mis labios con mi mano ante la tonta risa que escapó de estos “Eso es, sonríe más, deja ir todo lo que has tenido que pasar en esa semana”

“Se escucha tonto” Musite de forma risueña apoyando mi mentón sobre mi mano “El haberse enamorado en siete días se oye como la cosa más ridícula que he escuchado, pero no lo pude evitar” La suave mano del más alto sobre mi mejillas me sacó del trance en el que me estaba hundiendo por culpa de esas orbes miel.

“¿Qué es lo que tenía de especial ese tarado?” Me interrogo con preocupación sin dejar de acariciar mi rostro; se ha vuelto en un par de días una persona muy cercana, yo aprecio este soporte con el que me ha socorrido y levantado.

“Takano era perfecto” Una mueca de desagrado sobre sus facciones evidencio su disgusto.

“¿Ese idiota?” Su risilla irónica causo que un escalofrió golpeara toda mi columna “Estas ciego de amor, ese hombre por lo que me contaste no hizo más que manipularte para después ganar esa tonta apuesta, no vale la pena”

“Puede que haya hecho eso” Le rebatí encogiendo los hombros como una máscara para quitarle importancia a lo que me estaba aplastando “Pero lo que conocí de ese hombre, las verdades que me dijo y todos esos románticos momentos están acá” Musite llevando su mano a mi pecho para que sintiera mi agitado corazón.

“Uno no escoge a quien dárselo” Su amarga sonrisa cubierta de amabilidad levanto unas sospechas sin fundamentos.

“¿Te ha pasado?” Balbuceé mordiéndome el labio para callar mi curiosidad.

“Sí” Respondió  con dulzura “También me he enamorado de una persona que no me corresponde, pero aun así trato de permanecer a su lado, comprendo bien ese masoquismo que uno adquiere por culpa del amor” Mi mirada se suavizo ante el melancólico ambiente que ahora nos envolvía a los dos.

“Lamento mucho escuchar eso y sé que sonaré como un egoísta por decirte esto pero me alegra que me comprendas” El hombre de cabellos rojizos me sonrió posando su mano sobre mi nuca para desordenar mis rebeldes mechones.

“Mejor que nadie lo hago” Corroboró.

“Yo lo he intentado Haitani, he tratado de dejar de pensar en Takano, en abandonar su recuerdo para concentrarme en los procesos de admisión a la universidad pero no puedo; no logró dejar de recordar su voz” Mis manos escondieron mi cara ardiendo por la vergüenza al tener que exponerme así frente a un desconocido inseparable.

“No sé con qué te hechizo ese hombre para que te pusieras así” Sus grandes y finos dedos recorrieron mi espalda en señal de consuelo “Acá me tienes si necesitas que alguien te apoyé, Ritsu sé que no hemos sido las personas más cercanas en el salón, sin embargo, yo me preocupo mucho por ti; no quiero verte así” Con timidez alcé mis parpados para establecer un profundo y electrizante tacto visual.

“Gracias” Susurre con sinceridad “Sí ha sido extraño recibir tanto apoyo de quien menos esperaba, no obstante, valoro mucho lo que has hecho por mi Haitani, eres una persona muy amable y linda, mereces que te correspondan, no te rindas” Sus ojos se abrieron con sorpresa, sus labios dejaron escapar el aire mientras el tono en su rostro subía ligeramente.

“El amor definitivamente ciega a las personas” Rio antes de levantarse de la silla y depositar un pequeño beso en mi frente como ya le era de costumbre.

“¡¿Eso qué significa?!” Ante mi ceño fruncido y mi postura a la defensiva lo único que él hizo fue reprimir una carcajada apretando los dientes.

“Que ese hombre aunque deteste admitirlo te tiene con la cabeza entre las nubes” Eso fue lo último que dijo antes de entregarme una nostálgica mirada y salir con pasos ligeros del salón para dejarme sumergido en mis pensamientos.

¿Cómo me volví tan necesitado en tan solo siete días? ¿Cómo se pudo meter así de profundo en mi corazón? Es como sí su presencia hubiera hundido raíces en mi alma y ahora ya no las puedo cortar, como sí me hubiera tatuado en el pecho que le pertenecía.

¿Qué tanto de lo que tuvimos fue real y que tanto mentira? es una interrogante con la que me torturo a diario; para mí todo lo que tuvimos fue mi realidad, me tragué cada una de sus venenosas falsedades, me creí esas empalagosas frases de novela, me dejé paralizar por esos tóxicos besos hambrientos.

“Quizás con el tiempo adquiera el valor necesario para confesarte lo que quieres y decirte esas palabras” Musite en voz alta recordando nuestra última cita. Takano yo esperé, yo te esperé más de lo que merecías, deseé que fueras por mí y me encontraras, que lucharas por mi amor para romper mi convicción, que me dieras esa maldita seguridad por la que lloro; pero no lo hiciste.

Todo lo que me queda es la amargura que deja el primer amor y experiencias que no me sirven más que  para reír por casi haberlo tenido todo y consentir que esto se cayera entre mis manos; ¡Fui tan tonto! Me doy rabia, me doy pena, no debí haber permitido que mis expectativas se elevaran con él; no debí haberlo hecho.

“Así que acá estas” La enfadada voz del castaño me tensó; tragué con dificultad centrando mi atención en su imponente figura acercándose a mi asiento.

“Tan solo estaba matando el tiempo” Mentí; mentí de la manera más descarada.

“No me subestimes” Musito apoyando una de sus manos sobre mi hombro “Ritsu hemos sido amigos por tantos años ¿No crees que puedo comprender cuando te sientes mal?” Alcé con vergüenza mi mirada para chocar con esos compasivos ojos.

“Lo siento” Murmullé “Solamente quería algo de espacio, siento que todo esto me está asfixiando desde que la semana con Takano se acabó” EL más alto suspiro echando su cabeza para atrás en busca de paciencia, sabía que le molestaba hablar del tema del azabache por el ridículo que nos hizo pasar a ambos.

“Eso ya fue; acepta que esa semana fue muy bonita pero deja las cosas hasta allí, no sigas dándole vueltas al asunto para hacerte daño a propósito” Me hundí en el respaldo de madera del incomodo asiento como sí este me pudiera proteger de mis verdades y forjará una coraza alrededor de mi ingenuidad.

“Sí de repente descubrieras que Nowaki tan solo ha estado jugando contigo ¿Cómo reaccionarias?” Mi pregunta consiguió que sus piernas temblaran ligeramente, sus cejas se arquearon mostrando esa terca y frustrada personalidad a la que ya me he adaptado.

“Lo dejaría por supuesto, nadie tiene el derecho a jugar con otra persona” Aunque esas imponentes palabras salían sin vacilar en su perfecta postura, esos ojos lo delataban, esas orbes encendidas por un ácido dolor.

“¿Podrías olvidarlo?” Hiroki desvió la mirada entendiendo la finalidad de mi juego.

“No” Sus parpados se cerraron “No podría dejar de pensar en ese idiota porque al menos para mí el amorío fue importante”

“¿Ahora lo comprendes?” Él se limitó a asentir “Para mí Takano siempre será mi primer amor, haya sido por una idiotez que publique en una página o por su ego; para mí ese hombre siempre será especial y aunque sepa que amarlo esta mal y me diga a mí mismo que lo quiero dejar ir no es tan sencillo” El castaño suspiro golpeándome en el hombro con confianza.

“¿Cuándo te volviste tan profundo?” Rio para aligerar la tensión “Hace un par de días eras el chico que le dibujaba ropa a la goma de borrar” Mis mejillas enrojecieron por esa penosa declaración que él libero.

“¡No abuses de tu poder!” Bramé ofendido levantándome de la silla, tomando la mochila que había colocado en su respaldo.

“¿Me invitas a tu casa o tengo que ingresar a la fuerza para asegurar tu bienestar?” Rodeé los ojos ante esa parte protectora de su personalidad, supongo que para él siempre seré un hermano menor, un chico indefenso que debe ser protegido; aunque esa parte de su profundo carácter fue la que tantas veces me salvó y ahora es la que sostiene.

“Estas invitado” Le respondí caminando a la salida “Hiroki ¿Por qué te quedaste hasta después de clases?” El nombrado me alzó una ceja ofendido sin detener sus pasos.

“Porque te estaba buscando” Contesto con frustración al presionar su mandíbula “Después de que Nowaki se fuera sospechosamente temprano solo me quedabas tú y si no hubiera sido por la información que me dio Haitani no te encuentro” Me limite a desviar la mirada para continuar con el largo recorrido hacia mi casa.

Los dos caminamos hacia mi hogar en un ambiente silencioso, tenso e incómodo; Hiroki siempre hace esto, me antepone como si fuera de su familia, me cuida, se traga su orgullo para lidiar con nuestras barreras y entablar la cercanía que merecemos.

Han sido tantas veces las que me he derrumbado y tantas las que él me ha sostenido; estoy agradecido con ese castaño; me siento feliz de haberlo conocido aunque también me profeso culpable, porque ahora que está cuidando de este inútil Nowaki se debe profesar abandonado y olvidado; a mi cómplice siempre le costó priorizar.

Tomé un pequeño bocado de aire metiendo las manos en los bolsillos de mi pantalón y centrando la vista sobre el nublado cielo; perdiéndome en el paisaje hasta que llegamos a mi hogar en donde mi madre nos recibió con su característica sonrisa.

Los dos subimos a mi habitación con la excusa de que teníamos tareas que hacer; cuando ambos estábamos sentados sobre mi cama con muchos libros inútiles listos para comenzar a leer caí en la cuenta de lo distraído que me sentía por culpa de esos ojos miel y lo irresponsable que me había vuelto.

“Puedes comenzar tú intercambiando respuestas” Me ofreció sosteniendo con orgullo su cuaderno de ejercicios.

“Hiroki no te vayas a enfadar” Le pedí apoyando mis manos sobre mi rostro a la defensiva; observando como sus finas facciones se endurecían ante mi esquiva respuesta “No he avanzado nada porque ni si quiera traspasé la materia”

“Ritsu” Más que un suave llamado se escuchó como un fastidiado regaño “Si no tenías los apuntes me los pudiste haber pedido” Negué con la cabeza.

“Haitani me los presto” Balbuceé acariciándome los brazos “Solo no tenía ganas de pasarlos, he estado muy distraído”

“¿Haitani?” Repitió divertido alzando ambas cejas.

“¿Por qué pones esa cara?” El castaño se froto la frente con rabia por mi actitud para después entablar ese ambiente íntimo que nos tiende a caracterizar.

“Supondré que no te has dado cuenta” Murmuro para sí mismo “Creo que ese chico está enamorado de ti” Mis mejillas cosquillearon ante sus penosas palabras, mi cuerpo se estremeció y lo único que hice fue liberar una risa histérica.

“Es imposible, apenas nos hemos hablado un par de días” El más alto se recostó en mi cama apoyando su cabeza en uno de los textos de estudio sin borrar esa sonrisa.

“¿Sabes? La verdad yo lo presentía” Proclamo con orgullo “La forma en cómo te miraba desde su asiento, como te pedía las cosas prestadas, él es bastante tímido, supuse que no se te acercaría tan directamente pero se ha portado bien contigo, quizás deberías darle una oportunidad”

“Hiroki no soy gay” El nombrado se rio negando con la cabeza.

“¿Y Takano?” Me rebatió con astucia.

“No me gustan los hombres, solo me gustaba Takano” Mis palabras se quebraron al final de la oración llenas de dudas; me escuchaba realmente tonto con esa clase de infantiles negaciones.

“Esa es la respuesta más patética que he escuchado; no lo niegues, te lo digo por experiencia, eso te hará sentir mejor” Asentí para acomodarme sobre mi cama al lado de mi amigo; centrando mi atención en el techo que había decorado con un par de rallones a corta edad.

“¿Crees que lo pueda olvidar?” Esa pregunta escapo sola de mis pensamientos.

“Ritsu” Murmullo con una sonrisa compasiva “Cuando comiences la universidad vas a conocer a cientos de hombres distintos, alguno de ellos debe ser decente y te demostrará que el amor no es la farsa que Takano creo”

“Eso espero” Suspire encogiéndome entre las frazadas viejas que había sacado para el invierno.

“Además iremos juntos a la misma universidad, me tendrás ahí para joderte sobre tus pretendientes y soportar estos berrinches que haces por amor” Golpeé su hombro con confianza sabiendo que con esa clase de gestos él quedaría tranquilo y no leería mis mentiras.

“Idiota” Musite.

Olvidar a Takano; el simple pensamiento me causa risa; yo sé que ese hombre me continuará atormentando en mis memorias, que sus palabras seguirán reviviendo en el vivo fuego de las cenizas de mi corazón, que extrañare sus besos en la noche, que me hará falta su calor en las mañanas; más lagrimas caerán, más palabras de remordimiento se pronunciaran, porque lo tuve todo entre las manos y lo deje ir por mi orgullo.

Quizás lo debí haber presionado; tal vez debí haber escuchado esa respuesta y así ya no me estaría lapidando con lo que él debe sentir por este iluso; al menos lo hice sonreír por siete días, por esa semana fuimos genuinamente felices en una falsa relación acaramelada; para mí ese tiempo quedara como la eternidad grabada en mi alma.

No lo olvidaré, no lo puedo olvidar, solo lo continuaré amado con todo lo que soy y seguiré respirando con esa carga sobre mi pecho; sonreí con amargura ante este pensamiento, eso es todo lo que me queda hacer, uno tampoco escoge cuando dejar de estar enamorado.

El estruendoso ruido del celular del castaño desbasto el hilo de estas torcidas divagaciones impacientes, el más alto contesto con un leve sonrojo el aparato ante mi atenta y pícara sonrisa cómplice.

“Nowaki” Musito avergonzado para luego cambiar su expresión a una confundida y enfadada “¿Por qué diablos me estas pidiendo que haga eso?” El silencio resonó por un par de segundos en la habitación “¿Dónde se supone que estas?”  Su bufido golpeo mi curioso e insistente rostro “Esta bien” Se rindió colgando el celular.

“¿Qué paso?” El mayor me dirigió una mirada llena de preocupación mientras ingresaba un par de letras en su celular.

“Nowaki me dijo que necesitabas ver urgente lo que se había publicado en la página del juego de los siete días” El corazón se me retorció de manera dolorosa en mi pecho ante esa sencilla idea, pasé la saliva con dificultad y apreté las sabanas observando como él introducía el código en su teléfono.

“¿Es una especie de broma?” Musite cerrando los ojos; porque la herida aun ardía, los fragmentos aún estaban incrustado en mi piel, las quemaduras no cicatrizaban; todo esto aún me lastimaba.

“Eso fue lo que le pregunte, pero por la urgencia que había en su voz supe que hablaba enserio; Nowaki no es de las personas que juegan con los demás, confió en él” El castaño termino de introducir los dígitos para enseñarme el portal del azabache.

Con vergüenza me atreví a leer un par de comentarios de burla que habían escrito esos maliciosos chicos sobre el idiota que cayó por las bonitas palabras de su senpai; tire los mechones de mi flequillo para atrás en busca de confianza, para ellos esto debe ser divertido, burlarse del imbécil sobre quien escupieron, reírse del tarado que se inscribió, del desesperado por amor; debe ser muy divertido para ellos.

Pronto el fondo de pantalla blanco de letras azules fue reemplazado por una pantalla negra en la cual se formó la figura del novio de mi amigo “¿Pero qué diablos hace ahí?” Proclamo con histeria mi cómplice al ver a su pareja en aquel portal.

“Ya estamos en vivo” Susurro el chico de ingenua mirada zafiro tomando la cámara entre sus manos para dirigirla hacia mi mayor temor.

“Takano” Suspiré con un golpeteo en el pecho.

“Adelante Takano, puedes hablar, ya te puse en línea” El nombrado se mordió el labio con nervios; él estaba sentado en su cuarto enfrente de aquel libero en donde compartimos nuestros secretos, con ansiedad me removí entre los cubres sintiendo como mis manos habían comenzado a sudar.

“Hola” Se presentó con una risa nerviosa “Soy Takano Masamune, el hombre que inicio todo esto del juego de los siete días porque soñaba con convertirse en leyenda”

“¿Sabes? No creo que sea sano ver esto” Le rogué tratando de quitarle el aparato de las manos en vano; Hiroki en lugar de obedecerme y apoyarme como de costumbre me forzó a ver aquel video con las manos al fuego por su novio y un corazón desnudo.

“Hace más de una semana yo y mi amigo Zen navegando por internet nos encontramos con una página en donde personas desesperadas estaban buscando pareja comentando su nombre, el reto era enamorarse con la persona a la que le ponías “Me gusta” en una relación con tiempo” Presioné con rabia mis parpados al escuchar la palabra desesperado; ya no quería seguir escuchando esto, no deseaba clavar más profundo la daga.

Debí sospechar; me reprocho tanto el no haber tenido el coraje como para que sus intenciones chocaran con mi racionalidad, él era un heterosexual ¡Ritsu usa la cabeza! ¿Cómo pudiste si quiera imaginar que él se enamoraba de alguien como tú? “Tan tonto” Musite sin poder apartar la vista de esa pequeña pantalla.

“Al comienzo yo y Zen nos burlamos porque un hombre había colocado su nombre en una foto comentada solo por chicas, me pregunte cosas como ¿Qué tan solo debe estar ese idiota para publicar eso ahí? Y nos reímos, ambos nos burlamos y por malicia comenzamos esto” Mis puños apretaban con fuerza las frazadas; mis dientes presionaban mi mandíbula mientras la sangre me ardía, escucharlo de sus venosos labios era una muerte lenta y dolorosa; la agonía en carne propia.

“Por favor páralo” Musite siendo ignorado.

“Así comenzó todo con el chico que ustedes conocen como Onodera Ritsu; mi misión era ridiculizarlo en esta página al subir las conversaciones que tenía con él y dejar plasmado que yo podía conseguir lo que quería” No; no quiero escuchar esto para admitir mi derrota, no quiero ¡No puedo! Me voy a derrumbar.

“Apágalo” Ordene percibiendo como los ojos me ardían “¡Maldición Hiroki!” El nombrado ignoraba mis palabras como si mis gritos ya no le llegaran a nadie.

“Yo no medí las consecuencias de lo que hice y acabe por lastimar a mis únicos amigos; Zen si estás viendo esto lo lamento, siento mucho a lo que te arrastre” Sus palabras se detuvieron para tomar un poco de aire.

“Hiroki” Ese lastimero quejido trajo consigo una amarga lagrima.

“Nowaki no me habría dicho que lo pusiera si no fuera importante” Pregono con frialdad sin liberar el teléfono de sus manos.

“Mi primera impresión sobre ese chico me sorprendió a mí mismo” Rio incomodo bajando la cabeza “Recuerdo que cuando lo vi entrar en la cafetería pensé que era bastante lindo y lo que más me llamo la atención fueron esos despampanantes ojos verdes que extraño cada día que estamos separados” Deje escapar el aire de mis pulmones con esas palabras; restregué mis ojos para asegurarme de que este no fuera un espejismo causado por la desbordante locura de la que era esclavo.

“¿Qué?” Fue la estupidez que pregunte.

“En una semana es imposible enamorarse; eso es lo que todos dicen y quizás sea verdad, no lo sé” Una sonrisa cálida sobre sus labios estremeció todo mi ser “Lo que les puedo contar de mi experiencia es que cada noche que pasaba junto a ese castaño algo en mi interior cambiaba; porque con Ritsu me volví mejor persona, con ese castaño deje mis máscaras y le mostré lo que era, con ese chico unos incontrolables deseos posesivos nacieron; no quería que nadie besara esos deliciosos labios a los que me volví adicto” Mis mejillas ardieron con esa socarrona risa que libero y esa tierna mirada a la cámara.

“Takano tenemos tiempo límite en la página” El murmullo de Nowaki se escuchaba nervioso.

“Mi punto es que en esos días el juego se me dio vueltas y acabé perdido en ese muchacho del que tanto se burlan en esta página creada por mi idiotez; Ritsu es la persona más amable, sincera, tierna, dulce, generosa, alegre, perseverante que he conocido, él llego para voltear todo lo que conocí y cambiar mis convicciones, me entrego su te amo y se fue pensando en que me concedía una victoria cuando lo único que hizo fue mostrarme la derrota” Una tonta sonrisa temblorosa se formó en mis labios.

Takano jamás ha sido una persona sincera, él tiende a esconderse en sus mentiras y su egocéntrico carácter por temor a ser juzgado y olvidado por esos seguidores de papel que lo manipulan; por esa razón escuchar esas confesiones de sus labios significan tanto, porque ha roto mis esquemas y se ha enfrentado a sí mismo.

“Que orgullo” Balbuceé centrándome en sus encendidos ojos.

“Ritsu sí te deje ir fue porque tenía miedo al rechazo aunque creo que ya lo sabes” Él carraspeó con nervios para después pronunciar con una intensa seriedad “Yo creo que estoy enamorado de ti, no puedo explicar bien lo que siento, no soy capaz de poner en palabras lo que significas para mí pero es contigo que lo quiero averiguar, no deseo que todo esto quede como una semana, quiero ser tu novio por muchos años más, te quiero como nunca lo he hecho con alguien más, sé que es tarde para pedir perdón, pero sí me aceptas, si te atreves a arriesgarte por este idiota, jamás te dejaré caer” El azabache se tocó el cuello con incomodidad para después mostrarme una expresión infantilmente apenada “Lo estoy dejando todo por ti”

“Te lo dije” El tono burlón de Hiroki no me pudo distraer de esos conmovidos ojos; de esas hermosas verdades y ese seguro flujo de palabras.

“Lo confeso” Reí negando con la cabeza, sintiendo como mi corazón amenazaba con salir de mi pecho para perderse en las lejanas calles; logrando que toda mi sangre burbujeara y los músculos me cosquillearan.

 “Para mis queridos seguidores” Esas palabras fueron acompañadas por un gesto de comillas con sus dedos “Nunca comprendí si se reían de mí o conmigo, si su cariño era sincero o solamente me seguían para subir mi ego y apuñalarme, pero eso ya no importa, si se piensan burlar de mí por haber perdido ante Ritsu y ahora rogarle su perdón háganlo; prefiero arriesgarme por ese castaño a vivir rodeado de sus frases cínicas” La suave mano de mi amigo acaricio mi espalda del señal de apoyo y alegría.

“No es tan idiota como creí” Me susurro abrazándome como un consuelo.

“De mí se pueden burlar todo lo que quieran; me lo merezco y francamente no me importa ya lo que hagan, pero no se atrevan a seguir publicando esa clase de comentarios por alguien quien se sacrificó para que yo tuviera una felicidad vacía; sobre Onodera no quiero que digan una sola palabra más o me van a conocer enfadado” Amenazo con frialdad.

“Takano el límite de tiempo” Recordó una vez más Nowaki.

“Yo solo quería decirle a Zen y a Yokozawa que lo lamento y tenían razón; a mis lindos seguidores que se pueden ir al carajo si quieren pero no me seguirán manipulando con su falso amor, no basaré más mi opinión en sus halagos porque la única que me importa es la de mi castaño, Ritsu; espero que estés viendo esto y te atrevas a aceptarme, sé que lo arruine, fui un idiota y te perdí, pero este tonto está loco por ti; por favor acéptame una vez más” El movimiento de la cámara borro ligeramente la imagen.

“Este video va a quedar arriba de la web como la confesión de Takano, todos los comentarios humillantes y degradantes sobre Ritsu serán borrados y esas personas denunciadas” Advirtió el chico de mirada zafiro antes de que la imagen se volviera a ennegrecer y la página a cargar.

“Lo hizo” Susurre con una tonta sonrisa “De verdad lo hizo” Los cálidos brazos de Hiroki me estrecharon con más fuerza, con el corazón ardiendo de la emoción apoyé mi rostro sobre su hombro con unas intensas ganas de llorar por mera felicidad.

“¿Qué es lo que vas a hacer ahora?” Me pregunto en un delicado susurro mientras sus dedos trazaban mi espalda.

“Creo que ya lo sabes” Musite comprendiendo que el primer amor es algo que jamás resulta como lo esperas; es una relación desbordante de vicio y locura, guiada por un par de manos inexpertas, acunadas por un espejo roto; conocida por ojos embusteros y atacada por el orgullo.

El amor nunca es como uno lo planifica; es doloroso ¡Sí! Es muy doloroso, uno no escoge acabar sufriendo por alguien más, simplemente ocurre, pero si puedo escoger a quien quiero confiarle esas emociones y quien será el que grabe las heridas no me arrepiento de haberle entregado los pedazos de mi iluso corazón; si tengo que escoger quiero que sea Takano quien devaste todo lo que soy.

Notas finales:

Para una persona que ha vivido siempre por las palabras de los demas; para hombre como Takano el admitir la derrota ante las personas por las que se humillaba significa más que todas esas palabras, ese gesto represente la ruptura definitiva con sus prejucios y ahora es su opinion la que pesa.

Shin me dio penita, pero uno no escoge a quien amar y bueno...explicar que es el amor si nunca lo has vivido no es tan sencillo jaja de ahí la terquedad del azabache, pero al menos ya admitio que hay algo, ya conoce la importancia que tiene el castaño.

Espero que les haya gustado <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).