Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siete días para un te amo por Chiaki28

[Reviews - 174]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos 12/ 14

Los otros dos los subo mañana temprano porque ya es muy tarde y creo que morire de cansancio....asi que perdón; pero mañan a primera hora sabran de mi con lo final.

Les dije, este capitulo es importante; espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

Fue irresponsable acabar metiéndome en esa página en busca de un amor de cuento de hadas al confiarle mi corazón a un extraño; Hiroki tenía razón, esto fue tonto, fue irresponsable, impulsivo, ingenuo, riesgoso, disparatado; cualquiera pudo haberme forzado a salir con él en base a mis absurdas decisiones; sin embargo, gracias a estos ridículos e infantiles impulsos he conocido a Takano.

Jamás pensé que me llegaría a gustar un hombre porque nunca me incline por ellos, no obstante, ese chico de brillantes ojos miel me embelesa con cada uno de sus movimientos; su personalidad me hace reír, cuando estoy a su lado yo pierdo la noción del mismo tiempo para convertirme en esclavo de sus caprichos.

Él me gusta; yo codicio con tanta intensidad que nos podamos enamorar en contra de las expectativas que nos ofrece el reloj; ser capaz de vencer las estadísticas para comenzar con una ilusa y risueña relación; poder creer en que sus hermosas palabras se remontan a las que emana su mente en lugar de un gastado libro de poesía.

EL azabache logra que mi corazón se acelere con sus toques; su sonrisa paraliza mi respiración, su cuerpo estremece el mío y sus labios me quitan el aliento; cada día siento que me acostumbro más a verlo; a estar con él y anhelar abrazarlo toda la noche para fallecer en su pecho y revivir con su extravagante mirada miel.

Una pequeña risa salió de mis labios ante mis propios pensamientos; yo no soy un hombre quien ama esta clase de cursilerías, sin embargo, no puedo evitar pensarlas a su lado; él es mi primera ilusiona amorosa, mi primera  relación; es normal que yo haya comenzado a construir castillos sobre un inexistente cielo y me haya inventado todo un futuro a su lado.

“Esto es tan tonto” Murmure para mí mismo apoyándome en la pared del pasillo del instituto mientras mi mente por inercia recordaba el amoroso beso que él deposito en mi frente esta mañana para desearme suerte en el día.

Takano me confunde con frustración; esta incertidumbre en la que él me envuelve me molesta; yo a veces percibo como sus palabras son tan sinceras como mi reflejo en su alma; que consigo que él se habrá entre mis brazos permitiéndome conocer sus desgarradoras verdades antes de que él miedo lo ataque y el brillo que reflejan sus enigmáticos ojos se acabé desmoronando con sus falsas y cínicas sonrisas.

Me pregunto de donde vendrá tanto temor; cuando él habla de su supuesta reputación y de los cientos de admiradores que lo alaban como si fuera una especie de Dios esboza una mueca tan melancólica que presiona mi pecho con malicia; yo puedo ver que eso lo estaba lastimando; que se siente sometido a cumplir con los caprichos que los demás le han impuesto en lugar de atreverse a acunar sus propios deseos.

Por eso quiero que al menos cuando este conmigo no finja ni se sienta agobiado por las venenosas hipocresías; a mi lado codicio que se profese pleno y se relaje como lo hizo ayer cuando estábamos estudiando para el examen de cálculo.

Me enfada que se subestime de esa manera, que no sea capaz de darle valor a sus méritos al despreciarse con desdén y permitir que las etiquetas que todos esos repulsivos intermediarios clavaron en su alma se funda con su piel aspirando a convertirse en su realidad; yo lo ayudaré a que se liberé de esas cadenas y  se transforme en lo que él ambicione y no en lo que los demás le han exigido.

“Te ves tan risueño” Pregono el hombre de cabellos negros apoyado a mi lado al frente de la oficina del profesor de literatura.

“Lo sé” Musite con un inocente mohín “Nowaki ¿Crees que Hiroki tan solo está algo paranoico con lo de mi noviazgo o piensas que hay algo más?” Le pregunte angustiado entrelazando mi mirada con esas infantiles orbes zafiro.

“Pienso que Hiro-san te sobreprotege mucho porque eres algo así como su hermano pequeño; es normal que se preocupe por ti y tienda a exagerar las cosas” Declaro con sinceridad consiguiendo que un suspiro aliviando escapara de mis labios.

“La verdad es que me gusta mucho Takano y me siento algo tonto por tener esta clase de pensamientos” El más alto revolvió mis cabellos de manera fraternal aligerando la tensión que había en el ambiente.

“Uno jamás escoge de quien enamorarse” Pregono observando con melancolía las baldosas grisáceas del pasillo “Yo jamás pensé que él robaría mi corazón pero acá me tienes suspirando como un idiota por él” Una traviesa risa escapo de mis labios ante esas palabras.

“Al menos sé que no soy el único que se siente como idiota con todas estas complicadas cosas sobre el romance y lo que debe ser el amor” Murmure observando con un falso interés mis gastados zapatos.

“Yo cuando hable con tu nuevo novio percibí su preocupacio por ti; Ritsu yo creo que él es un buen chico tan solo tiene algo de miedo para amar o esa fue la impresión que me dio” Proclamo el más alto apoyando su cabeza en la muralla con algo de pereza mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

“Me alivia saber que pienses eso” Susurre con honestidad “Me tiene un tanto nervioso no ser capaz de descifrarlo; él a veces actúa tan extraño; se abre y me enseña quien es pero luego de un tiempo vuelve a esa aura de arrogancia y egocentrismo; no me agrada que haga esas cosas, prefiero que me muestre su verdadero yo” Pregone sobresaltándome al escuchar como una pequeña risa salía de la garganta de Nowaki.

“Definitivamente te gusta mucho Takano” Corroboro el más alto logrado que un  poderoso calor se agolpeara en mis mejillas “Pero no tienes que apenarte de esas cosas; está bien que quieras un lindo romance de novela”

“Entonces no te mofes” Me queje arqueando el ceño para esbozar un puchero de reproche sobre mis labios.

“Es que me gusta mucho verte en este estado tan risueño” Confeso el hombre de cabellos negros logrando captar toda mi atención “Desde que te conozco te he escuchado decir que te quieres enamorar; pero jamás pensé que llegarías a sentir esa clase de cosas por un desconocido con el cual comenzaste a salir” Un agobiado suspiro se escapó de mi mente.

“Siete días parece un plazo imposible para enamorarse” Murmure permitiendo que mis penurias se escaparan.

“El amor no tiene fecha; a veces tan solo caes por una mirada o te das cuenta años después, no lo fuerces y las cosas con Takano saldrán bien” Me apoyo el chico de ingenuas orbes zafiro golpeando con compañerismo mi hombro.

“Nowaki dices eso porque eres demasiado confiado” La voz de mi enfadado amigo rompió la atmosfera que habíamos creado para forzarnos a ver a la oficina de sensei en donde se encontraba parado el castaño.

“¿Cómo encontró nuestro trabajo?” Le pregunte con una pequeña sonrisa ilusa acercándome hasta el joven de ojos avellana.

“Lo encontró excelente como siempre; después de todo lo hicimos con mucha anticipación, aunque Ritsu aún estoy enfadado contigo por no habernos ayudado en la junta de ayer y mandarnos tu parte final hoy en la mañana” Declaro mi mejor amigo relajando sus facciones ante mi asustada expresión.

“Es que ayer ayudé a Takano a estudiar y me quede a dormir en su casa así que recién hoy pude mandarles en lo que había estado trabajando pero lo revise cientos de veces” Susurre con ansiedad al conocer la reacción del mayor.

“Así que nos dejaste solos para pasar tiempo con tu novio y auxiliarlo” Musito el chico de cabellos negros “Eso es muy dulce” Confeso el más alto con una pequeña sonrisa logrando que mi amigo y yo nos miráramos con incertidumbre.

“Bueno; al menos hoy si podrás trabajar como se debe” Declaro el castaño provocando que algo de culpa fuera removida en mi interior.

“Por cierto ahora no me devolveré con ustedes; Takano va a salir más tarde del examen así que lo quiero esperar a fuera de la escuela para darle una sorpresa” Hiroki se mordió el labio con una pose pensativa para después contestarme con una arrogante sonrisa.

“Te acompañamos” Me ofreció con una poco característica amabilidad “La verdad es que no me fío de Takano y quiero investigar algo en su escuela a ver si averiguo lo que está tramando” El peli negro y yo intercambiamos una confundida mirada para comenzar a caminar hasta el elegante instituto del chico de ojos miel.

Con algo de melancolía observe lo grisáceo que se encontraba el cielo; seguramente comenzaría a llover pronto y yo ni si quiera he traído paraguas al no querer obedecer a mi madre “Soy un irresponsable” Musite para mí mismo abrazándome ante la gélida brisa invernal que golpeaba mi cuerpo debajo del delgado uniforme escolar.

El resto del transcurso los tres hablamos de la repartición que tendríamos en los futuros proyectos de la escuela para no atrasarnos y poder pasar el año sin problema alguno; una sonrisa se grabó al apreciar como mis amigos se daban la mano con afecto al frente de todas las punzantes miradas de los hipócritas; como envidio que tengan eso porque algo así es lo que yo codicio.

Mis ojos se abrieron con sorpresa ante la enorme instalación a la que asistía mi pareja; sus brillantes paredes perladas por el roció resaltaban los dorados bordes de las letras que decoraban la entrada; era un lugar muy amplio y hermoso; rodeado de frondosos e imponentes arboles de cerezo los que le daban un aire nostálgico.

Suspire apoyándome en la enorme reja negra de diseños antiguos para contemplar por última vez a mis amigos e indicarles con un gesto en la cabeza que se fueran y me dejaran a solas esperando al azabache de sus exámenes.

“Nowaki y yo iremos a dar una vuelta por los alrededores” Ordeno el más bajo permitiendo que su pareja lo abrazara de la cintura con cariño.

“Hiroki creo que estas siendo demasiado paranoico” Insistí alzando una de mis cejas “Además no creo que los estudiantes de otras escuelas puedan andar vagando libremente por sus pasillos, este se ve como un lugar bastante respetable” Especule algo nervioso por el aire de superioridad que emanaba el lugar.

“Solo iremos a dar una pequeña vuelta” Lo apoyo el hombre de cabellos negros despidiéndose con la mano y una sonrisa apenada.

Lleve mi manos hasta mi boca para comenzar a soplarlas codiciando que mi cálido aliento me abrigará debajo de esta gélida brisa invernal que nos atacaba; mi cuerpo tembló ligeramente ante la molesta corriente con la que la tarde me ambicionaba hacer desistir mientras mi cabello se pegaba a mi frente sutilmente al percibir como las pequeñas gotas de lluvia comenzaban a descender.

Debí traer un paraguas; era el pensamiento que rondaba por mi mente mientras me intentaba refugiar en el pequeño techo que poseía aquella imponente reja sin despejarle la mirada a las gloriosas puertas de esa academia.

Después de varios minutos debajo de aquel melancólico clima comencé a frotar mis nudillos haciendo fricción para que mi cuerpo dejaba de estremecerse debajo del viento para después llevar mis cálidas manos hacia mi nariz ansiando que el rojizo color en está desapareciera.

“Ritsu ¿Pero qué diablos haces acá?” Me pregunto exaltado el azabache acercándome a su cuerpo con preocupación.

“Perdón pero debía saber cómo te había ido en el examen” El más alto abrió sus ojos con incertidumbre estrechándome más fuerte en contra de su pecho.

“Eres un idiota, no tenías por qué hacer eso” Murmuro acariciando mi algo húmedo chaleco para alzar mi mentón “Me fue bien porque pasaste toda la tarde enseñándome esas cosas inútiles, yo siento que puedo pasar el año, muchas gracias” Declaro logrando que un fuerte calor se posicionara en mis mejillas.

“No fue nada, es mi obligación como tu novio hacer esta clase de cursilerías” Me defendí permitiendo que sus brazos me acunaran.

“Vamos rápido a mi casa para que te cambies antes de que te resfríes” Me ordeno tomando mi mano con poderío para jalarme por las solitarias y húmedas calles en busca de refugio en su desamparado hogar.

Mi corazón latía con desenfreno ante sus tactos; mi respiración se cortaba con esta clase de muestras genuinas de afectos que mi pareja me entregaba, una torpe sonrisa se trazó en mis resecos labios con mis propias divagaciones; a pesar de estarme congelando por el frío que aquella tarde nos enseñaba; no pude evitar perderme en esa hermosa fantasía de permanecer a su lado y dejar que su calidez me envolviera.

Al llegar a su hogar el más alto sin preguntarme me forzó a ponerme un par de sus grandes y abrigadas prendas para secar mi uniforme con la calefacción y ordenar algo de comida caliente por teléfono mientras me trataba como si fuera alguna clase de enfermo.

“Estas exagerando” Me burle viendo con molestia como las mangas cubrían toda mi mano al ser demasiado grande.

“No” Me contradijo sentándose a mi lado en el sofá “Tú exageraste al esperarme horas debajo de una llovizna” Declaro con el ceño arqueado revolviendo mis desordenados cabellos para examinar si estos se encontraban secos.

“No estaba lloviendo cuando llegue al lugar; además me hubiera mojado de todas formas al volver a mi casa” Me defendí en vano al percibirme como un niño regañado debajo de la gélida expresión de mi pareja.

“No era necesario que me esperaras así; te dije que yo te llamaría cuando saliera” Susurro bajando sus defensas para acariciar mi mejilla con una expresión que no logre descifrar en esos momentos pero sí provoco que mi corazón golpeteara con ímpetu.

“Takano como tu pareja me debo preocupar por ti” Respondí con sinceridad sorprendiéndome ante la apenada expresión que el mayor me ofrecía; esta es una de las primeras veces en que deja esa falsa actuación de arrogancia para abrirse.

“¿Sabes? Cuando Zen; mi mejor amigo me dijo que te había visto parado en la reja al salir de la escuela yo no le creí” Proclamo con angustia entrelazando nuestros dedos de manera juguetona sin desviar su mirada.

“¿Porque no le creíste?” Le pregunte confundido ladeando levemente mi cabeza sobre mi hombro al verme carcomido por la incertidumbre.

“Porque pensé que el frío te detendría; que te aburrirías esperándome y te irías, que no estabas tan ansioso por saber mis resultados; no es algo que yo habría hecho por alguien más” Una pequeña sonrisa se curvo en mi boca ante sus palabras.

“¿Por qué ves al mundo como si fuera algo tan frívolo?” Le pregunte con vergüenza tomando su cuello con timidez para que no me evadiera “Takano ¿Por qué siempre ves a las personas como si fueran hipócritas?” El más alto suspiro cansando apoyando su mano sobre la mía para trasmitirme su calor.

“Porque eso de tener el renombre en clases y ser el modelo que todos quieren seguir me ha enseñado como realmente los demás son; siempre esperan algo de ti, si hacen cosas por desinterés es porque más tarde te cobraran el favor, es porque quieren algo de ti pero no se atreven a decírtelo de frente; esa es la razón por la que yo veo el mundo de esta manera” Pregono con una angustia que apreso mi pecho.

“¿No lo puedo hacer solo porque te quiero?” Lo interrogue mordiéndome el labio al percatarme de las penosas declaraciones que escapaban de mis labios.

“Es difícil creer eso” Musito encogiéndose los hombros sin borrar esa nostálgica expresión en su perfecto rostro.

“Takano todo lo que yo hago por ti no es para después cobrarte un favor o” Sin que pudiera continuar el azabache coloco uno de sus dedos sobre mis labios consiguiendo que un poderoso e intenso color escarlata se subiera a mi rostro.

“Es algo difícil de creer pero tú me lo has demostrado provocando que me trague mis palabras” Susurro con sinceridad estremeciendo mi cuerpo “Yo jamás he creído en las personas porque estas siempre te terminan desilusionando pero tú te has convertido en la excepción de todas mis creencias”

“No quiero que te sientas obligado a decir esta clase de cosas solo para que no me profese decepcionado” Confesé sobresaltándome al apreciar la dolida expresión del más alto por mis irresponsables palabras.

“No lo digo porque sea obligación; lo digo porque es la verdad” Pregono rozando mis labios en contra de los suyos “Lo digo porque pienso que podemos ir a alguna parte con lo que hemos creado estos días”

“Takano” Murmure apenado intentando bajar mi mirada al percibir como todo mi valor se disipaba dentro de esos penetrantes ojos miel.

“Ritsu esto ha sido extraño para mí; yo estoy acostumbrado a estar rodado de cientos de personas pero aislado en el fondo; a ser admirado pero que nadie me levante cuando lo necesite, sin embargo, tú has roto cada una de mis expectativas” Confeso quitando un mechón de mis mejilla para depositar un tierno beso en esta “Cambia mi vida” Murmuro en mi oreja logrando que me estremeciera entre sus brazos.

“Eso no es algo que sepa cómo realizar” Pregone intentando hundirme en las varoniles prendas que el mayor me había prestado.

“Estoy seguro que es algo que tú sí podrás hacer” Musito arqueando el ceño al escuchar el sonido del timbre “Debe ser la comida que pedí para evitar que te de alguna clase de recaída o fiebre por mojarte así” Me regaño levantándose del sofá para encaminarse a la sala de estar y pagarle al repartido.

Lleve una de mis manos hasta mi pecho y negué con la cabeza ante mis propias efusiones mientras mi sangre cosquilleaba agradablemente y mi cuerpo se impregnaba con la esencia del azabache al estar vistiendo sus ropas.

El amor es tan extraño, querer que una persona alteré cada una de tus convicciones y te devuelva las esperanzas que has perdido; es una dependencia toxica de la que después no puedes correr, una peligrosa adicción en la que sufres; aun sabiendo esto yo estoy dispuesto a salvar al azabache como él me lo ruega.

El más alto regreso con un gran pocillo de fideos que emanaban un cálido vapor provocando que un alivio recorriera mi cuerpo en este gélido clima al tener una agradable cena para que mis defensas no me fallaran y me enfermará en semana de trabajos finales.

“Encargue una sopa extraña del menú pero confió en que esto además de saciar tu hambre te quitará esa baja temperatura que tienes” Pregono sentándose al frente mío sin liberar el platillo de sus manos.

“No tenías por qué molestarte con esa clase de detalles pero lo agradezco mucho” Confesé confundido al apreciar como el mayor  me negaba el delicioso alimento que había puesto al frente mío.

“Tú estas enfermo; deja que te mime un poco” Me ordeno extendiéndome la cuchara al frente de mis labios “Ahora no seas terco y abre la boca” Me pidió con una sonrisa socarrona ante mi apenada expresión.

“No soy un  inútil, puedo sacarlo yo soló” Me queje apoyando con ira mis manos sobre mis rodillas como método de protesta.

“La cena la pague yo; si quieres comer hazlo bajo mis reglas” Pregono con arrogancia sin apartar el líquido de mi rostro.

“Bien” Conteste sorbiendo con el ceño arqueado el contenido de la cuchara “Pero lo hare de mala gana” El más alto me observo con ternura repitiendo sus acciones con una expresión que corto mi respiración.

No comprendía estas extrañas manera que él tenía de actuar; a veces Takano es tan especial; es atento, dulce, obstinado, terco, divertido, pero otras veces me mira con una expresión tan afligida que la puedo percibir en mi propia piel; yo no sé qué es lo que él está planeando con todo esto; lo único de lo que estoy seguro es que cada día me gusta más a donde vamos y codicio saber más cosas de esté hombre.

Después de acabar la cena a través de mis protestas el azabache se recostó en el sofá abrazándome de la cintura para que yo apoyará mi cabeza sobre su pecho y viéramos una tediosa película que estaban pasando en el cable como un homenaje a los clásicos.

Inspire con pereza viendo con desinterés como el protagonista se le confesaba a la muchacha con una ilusa sonrisa antes de tomar el tren de salida; con curiosidad mis ojos recorrieron el hogar de mi pareja analizando sus polvorientas y algo descuidadas paredes al estar agobiado por el tedioso film.

Él pasa bastante tiempo a solas; en ninguna de mis visitas he escuchado a sus padres llegar y en la noche ni si quiera lo saludan, me pregunto que clase de problemas él tendrá con ellos; me gustaría tanto que me los confiaría y así se dejará de retener con ese tipo de complicaciones para que la tensión y el dolor de a poco dejen su magullado cuerpo.

Cuando mis ojos se encontraron con esas hermosas orbes miel mi corazón golpeo con poderío mi pecho al apreciar que él estaba embelesaba memorizando cada una de mis facciones en lugar de contemplar la televisión.

“¿Takano qué pasa?” Le pregunte dándome vueltas entre sus brazos para poder apoyar mis codos sobre su pecho y entrelazar con preocupación nuestras miradas ante su melancólica y temerosa expresión.

“Estaba pensando en lo feliz que soy cuando estoy a tu lado” Contesto con galantería recorriendo mi espalda de manera juguetona “No lo sé; es extraño pero cuando estás conmigo siento que no está esa presión por ser alguien que todos esperan; siento que a ti te puedo mostrar mi versión más patética” Una risita escapo de mis pensamientos ante sus inseguras y endebles palabras; él tiene una visión de sí mismo tan baja.

“Todos tenemos un lado que no le queremos mostrar a todas las personas” Pregone con unos destacables nervios “Todos tenemos un temor que nos aterra exponer, sin embargo; cuando eres capaz de abrirte hacia otra persona con cada uno de tus defectos y está no te abandona sabes que tendrás su apoyo por el resto de la eternidad” Proclame sorprendido al percibir como la respiración de mi pareja se intensificaba.

“¿Cuál es tu mayor temor? ¿Cuál es ese defecto que no quieres que las personas conozcan?” Inspire con agobio cerrando mis ojos para permitir que sus manos recorrieran mi cuerpo entregándome la confianza que no tenía.

“Temo solo querer imposibles” Revelé con pena “Me aterra que la vida sea decepcionante y que todo lo que este pidiendo la verdad no exista, estar buscando por siempre la felicidad y jamás alcanzarla; no ser tan fuerte como pretendo serlo; esas son las cosas que más me aterran” Respondí con seguridad.

“No creo que exijas mucho para lo que das” Murmuro el azabache besando sin motivo alguno mi nariz “Pienso que mereces que esas cosas te pasen”

“¿Cuáles son los tuyos?” Le pregunte alzando una ceja mientras mis manos se apoyaban sobre sus hombros.

“Temo ser olvidado; no haber jamás marcado la diferencia con las personas, ser uno más, me da miedo admitir que la verdad no soy especial, que soy tan desechable como el resto y al final no logré entablar ninguna conexión real; eso es lo que me asusta” Proclamo con una angustia que carcomió mi ser.

“Me tienes a mi ahora, yo no te dejare solo” Conteste sin vacilar estremeciéndome ante su dolido rostro.

“Eso es lo que más me aterra” Confeso bajando su cara con cólera “Lo que más miedo me da es que siento que contigo tengo algo especial y genuino en lo que codicio seguir profundizando pero sé que te acabare perdiendo”

“¿Por qué me tendrías que perder?” Le pregunte tomando su rostro entre mis manos para intentar en vano transmitirle alguna clase de seguridad.

“Porque no soy una persona tan buena como tú crees” Suspire con resignación sin separar nuestros cuerpos en ese inocente tacto.

“A veces las personas no pueden evitarse hacer daño con las palabras y esa clase de cosas pero si jamás me sueltas no tengo porque odiarte” El azabache intensifico la fuerza de su agarre apoyando su cabeza sobre mis cabellos.

“Solo recuerda que ahora tú eres mi prioridad; que te has vuelto una de las cosas más importante que tengo y mi primera ilusión amorosa de verdad” Aquellas palabras fueron pronunciadas con una nostalgia tan grande que lo único que pude hacer fue corresponder a ese agarre aferrándome a su espalda.

El más alto alzó mi mentón invirtiendo las posiciones para recostarme sobre los cojines mientras su cuerpo aprisionaba el mío; sin intercambiar otra palabras ambos cerramos los ojos acortando la distancia entre nuestros rostro para rozar nuestros labios.

Mi mente se apagó al percibir su sabor a menta y almíbar impregnarse en mis labios al comenzar con un acelerado vaivén entre nuestras bocas; mis manos se aferraron a sus cabellos mientras las suyas alzaban mi cintura para apegarme a su vientre.

La tensión aumentaba en la habitación; me estremecí al percibir como su boca apresaba de manera recelosa mi labio superior mordiéndome sin descaro alguno mientras sus manos acariciaban mi espalda debajo de mis sueltas prendas.

El estruendoso ruido de mi teléfono rompió el ambiente forzándonos a abrir apenados los ojos; él más alto arqueo el ceño indicándome que contestara la molesta llamada para regresar a nuestra labor de parejas; con pesadumbre observe mi teléfono sorprendiéndome al haber recibido un mensaje de mi mejor amigo; “Ritsu te espero en tu casa, tengo algo urgente que decirte”

“¿Ritsu qué te paso?” Me pregunto el azabache negándose a liberarme de entre sus manos y dejarme ir.

“Tengo que regresar a mi casa, me necesitan” Pregone con un mal presentimiento recorriendo mi sangre para tomar mis cosas e irme de su hogar.

“Puedes quedarte con mi ropa, no quiero que te resfríes de regreso a tu casa” Me ofreció con gentileza Takano besando mi frente en la puerta de su hogar “Cuídate y llámame cuando hallas llegado” Me ordeno con recelo logrando que mis mejillas se encendieran.

“No te comportes como mi madre” Me queje despidiéndome con la mano del más alto para comenzar a correr a mi hogar en el frío de la noche.

Luego de varios minutos resonando en las solitarias calles inmerso en la oscuridad de la noche pude llegar hasta mi hogar sin inconveniente alguno; al ingresar salude rápidamente a mi familia para subir a mi habitación y encontrarme con mi mejor amigo.

Una mueca afligida se dibujó en mi rostro al ver como el castaño se encontraba sentado sobre mi cama con la mirada gacha y los puños apretados; así supe que algo no marchaba bien y había logrado confirmar sus sospechas.

“Hiroki” Lo llame sobresaltándome al apreciar como su ceño fruncido fulminaba todo lo que se encontraba a su alrededor “¿Qué paso?” Le pregunte con agobio sentándome a su lado entre mis frazadas.

“Nowaki y yo recorrimos toda la academia en la tarde en busca de algo incierto que confirmara mis temores por tu novio” Mascullo con ira apretando con asco su teléfono sin si quiera ser capaz de entrelazar nuestras miradas.

“¿Qué descubriste?” Le pregunte percibiendo como una dolorosa opresión se formaba en mi pecho con malicia.

“Ritsu yo no quiero que salgas lastimado en esta relación, tú siempre has sido un chico demasiado ingenuo e iluso y me da mucha rabia que ti primer amor acabe así” Pregono el castaño logrando que mi respiración se intensificara con miedo al percibir como sus facciones denotaba lastima y melancolía.

“¿Qué fue lo que descubrieron?” Volví a preguntar con temor aferrándome a las ropas del azabache por inercia.

“Recorrimos sin encontrar nada hasta que llegamos a la sala de computación en donde habían muchos chicos pequeños embobados viendo una página; yo después de preguntarles a varios descubrí que Takano solo había salido contigo por una especie de apuesta que sube a internet” Mis ojos se abrieron con angustia ante sus palabras.

“¿Una apuesta?” Musite relajando mi cuerpo entre los brazos de mi sobreprotector amigo “Hiroki explícame”

“Takano le puso le “Me gusta” a tu nombre porque quería enamorar a un chico en siete días; él te escogió apropósito para probar que cualquiera caía ante sus encantos; incluso han subido cosas como fotos y conversaciones a ese sitio o algo así entendí; ni si quiera me pude meter a la página; lo lamento” Murmuro con arrepentimiento al ver la demacrada expresión que se trazaba sobre mi rostro.

“¿Solo un juego?” Musite para mí mismo dejando de escuchar las palabras de mi cómplice para perderme en mis pensamientos.

¿Eso era todo lo que había sido? ¿Un juego? ¿Él no era sincero porque estaba llevando una apuesta? Un desagradable ardor se posiciono en mi cuerpo mientras la angustia me consumía, con dificultad inspire sobresaltándome al apreciar el perfume del azabache sobre mi cuerpo entre sus cálidas y abrigadas ropas.

¿Realmente solo había sido un juego? Yo no lo creo; una persona no puedo pretender esta preocupación por alguien más, él no me había besado si no me quisiera ni me diría esa clase de cosas si yo no fuera  especial “Sé que te acabare perdiendo” Una ilusa sonrisa se trazó sobre mis labios ante sus palabras.

“Así que a eso era a lo que te referías” Murmure intentado sacar todas las dolorosas emociones en mi interior para centrarme en lo importante.

“Maldición Ritsu; al menos escucha lo que estoy diciendo” Me regaño el hombre de ojos avellana angustiado “Si quieres llorar porque te ha lastimado y tan solo te ha estado usando puedes hacer; siempre pretendes ser más fuerte de lo que realmente eres” Musito ofreciéndome sus brazos con angustia.

“No llorare” Respondí apartándome de su lado; cerrando mis ojos para liberar mis pensamientos “¿Sabes? No me importaba que esto haya comenzado tan solo por una apuesta, no me interesa que él al comienzo tan solo haya estado jugando a amarme porque lo que hoy tenemos es real; es verdadero Hiroki” El más alto parpadeo atónito ante mis palabras esbozando una mueca llena de incertidumbre.

“Ritsu ¿Qué quieres decir?” Me pregunto confundido relajando sus músculos debajo de mi cálida mirada.

“Yo me metí  a este noviazgo también sin tomarlo enserio al comienzo; pienso que las razones por las que iniciamos esto no deben ser importantes” Respondí con sinceridad “A mí me gusta mucho Takano; creo que él puede ser mi primer amor y no me rendiré sin dar la pelea por tan solo una pequeña traba”

“¿Qué es lo que quieres hacer?” Me pregunto angustiado el más alto acercándose a mi cuerpo con confianza.

“Si consigo que se sincere en dos días nada de lo que haga en esa página me interesara, si logro que me diga un sincero te amo olvidare todo esto porque en el amor las cosas no son solamente rosadas; debo ser capaz de guiarlo por buen camino” El castaño me sonrió con ternura y calidez logrando que mi cuerpo se estremeciera.

“Eres tan ingenuo” Musito con orgullo “¿Entonces aunque él te esté usando de burla en esa página y suba todas sus intimidades por una apuesta tú lo seguirás intentando?” Suspire con resignación abrazándome a mi confidente con fuerza.

“Si permito que esto me destroce estaré perdiendo un valioso tesoro; yo puedo ver la culpa en sus ojos cuando toca ese tema, puedo ver que realmente le intereso” Susurre acariciando sus ropas con nostalgia “Puede parecer que él no sea una persona sencilla de tratar; pero aun así es por quien he caído; por eso no me rendiré”

“Pequeño idiota” Susurro de manera paternal el castaño abrazando mi espalda “Sabes que te apoyare en lo que necesites; si tú crees en el amor que te profesa Takano está bien porque yo creo en ti”

“Pienso que podre lograr que me ame; y además pienso que él me acabara confesando todo porque le importo” Murmure permitiendo que esas palabras quedaran como la promesa que me guiaría en estos dos días.

Debo confesar que me da rabia que me utilicen de esa manera y se hayan mofado subiendo mis intimidades en frente de cientos de desconocidos, sin embargo, nada de eso importa cuando estoy a su lado; cuando aprecio como las mentiras se caen para que su preocupación sea la que nos guie en un nuevo compromiso.

Por eso aunque no justifico sus razones para iniciar en este juego pienso que son las pasiones finales las que nos deben importar, yo me esforzare por demostrarle que codicio ser su incondicional; la persona con la que no debe pretender; lograre que me ame en dos días.

Notas finales:

Siempre he pensado que las mentiras no se pueden mantener mucho tiempo más con un amigo como Hiroki; pero segun la actitud con la que confrontas las cosas es a donde vas.

Ritsu esta seguro de que le gusta Takano y ahora más que nunca quiere hacerlo caer.

Mil gracias a todos los que leen; ojala comenten y espero que les haya gustado <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).