Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siete días para un te amo por Chiaki28

[Reviews - 174]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Jajaj creian que las masivas venian sin trampa? Pues no; solo queria tiempoo para estudiar Hiragana....pero no me sirvio de nada porque ya estoy en Katakana; aunque como pude avanzar estos días retomo mi acoso diario esperando no les moleste.

A un día de que se acabe la cuenta....nada más que decir.

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Este juego ha ido demasiado lejos; ya no puedo hacerlo, ya no sé a lo que quiero llegar con esta farsa; he perdido el rumbo del que tanto fanfarroneaba, mis esperanzas se han disipado en mi conflictiva mente al haber sido controladas por ese par de hermosos e ingenuos jades que se han aferrado con tanta necesidad a mi existencia en busca de un sincero afecto.

Desde que Ritsu está ya nada tiene sentido; los vacíos halagos que los demás me entregan, las engañosas miradas de admiración, su embustera preocupación, sus venenosos sarcasmos; esas falsedades ya no alimentan mi ego sino que han comenzado a gastar mi espíritu como si fueran un demoniaco recordatorio que me revela como destrozaría con mis propias garras al único que me importa.

¿Qué es lo que lo hace tan especial a él? No lo sé; no consigo descifrar que virtud ha vuelto al castaño tan indispensable en mi historia, sin importar la cautela con la que analice cada uno de sus movimientos no encuentro respuesta a los insistentes latidos que le provoca a mi demente corazón con tan solo una caricia; ¡Pero que irracional!

Suspire con cólera al percibir como una de las manos de los chicos de grado inferior golpeaba mi hombro “Takano llevas un buen trabajo con ese iluso; ni si quiera ha sospechado de tus intenciones estos días” Pregono con satisfacción sin saber cómo me despedazaba con esas palabras.

Si bien este amorío comenzó como un juego ya no lo es; Onodera es un chico a quien no codició dañar, me niego a continuar con este drama aunque me convierta en la burla de todos los que alardean poseer mi cínico y toxico respeto; ya no puedo; a pesar de que no es amor lo que siento por Ritsu imaginar que su sonrisa se borra al enterarse del verdadero motivo por el que inicie esta relación de fotografía se siente como una punzante daga atravesando mi carne hasta fragmentar mi corazón.

Él ha sido  genuinamente amable conmigo sin conocer mi orgulloso pasado; él me ha entregado desinteresado su esfuerzo  al ayudarme para que salvara el año y pudiera asistir a la universidad en un par de meses, ese chico se ha transformado en mi salvación, ha llegado como si fuera un terremoto para pulverizar todo lo que conozco y enseñarme lo insignificante y pequeño que es mi reflejo.

Temó que me guste; me aterra que ese castaño se esté metiendo en mis emociones para después esfumarse con el viento al enterarse de la repulsiva persona que soy; ¿En qué mierda estaba pensando al meternos en este juego? Nunca debí involucrarlo a él; me jode, me da rabia como los más jóvenes hablan de mi pareja como si fuera una burla; como si fuera un maldito fenómeno sobre quien descargar sus frustraciones.

Como los insolentes dicen que es un idiota por no darse cuenta de mi actuación; la manera en que se mofan a su espalda en aquella maldita página; lo detesto, la sangre me arde de cólera ante la impotencia; no me importa si se quieren reír de mi al haber sido tan idiota como para perderme en mi propio teatro, después de todo yo he causado este desastre; sin embargo, que se metan con Ritsu no es algo que puedo tolerar.

Ni si quiera yo comprendo esta clase de pensamientos que he comenzado a tener por ese chico; Onodera es tan diferente a todo lo que he conocido; él no me ha decepcionado con sus palabras ni me ha forzado a moverme como si fuera un títere; pero eso es lo que me aterra; no ser capaz de devolverle la misma devoción con la que él me está tratando, que mis demonios acaben consumiéndome y destrozando todo lo que me importa.

Bufé con fastidio al apreciar como los muchachos se reirán en aquella estúpida página de la que ya ni si quiera soy participe; me he convertido en un símbolo para toda esa generación, me he transformado en su modelo a seguir; cuando lo único que hago es pisar la inocencia de quienes me extienden una amigable mano para rescatarme y los acabo consumiendo con mi eterno egoísmo; esto ya no es lo que quiero.

“Masamune ya baja de las nubes en las que te encierras; recuerda que tienes que pasar a buscar a Ritsu para que se vayan a la fiesta” Me recordó el más alto suspirando con pesadez ante mi descuidado y desinteresado semblante.

“No estoy de humor para esas cosas” Murmure con fastidio apoyando mi rostro sobre mi mano “Y llevar a Ritsu a ese lugar no me parece una buena idea” Pregone entrelazando mi mirada con la de mi confidente en busca de seguridad.

“¿Porque? ¿Crees que él se sentirá incomodo?” Me pregunto el mayor sobándome la espalda en busca de entregarme una inexistente libertad.

“Porque esos imbéciles lo tratan como si fuera un chiste con piernas” Masculle apretando con ira mis puños “Esto fue una idea terrible” El más alto alzó mi mentón para enseñarme su seria y confiada expresión.

“Lo sé” Musito con angustia “Takafumi me explico las cosas de una mejor manera, casi lo pierdo por mis idioteces, yo no pensé que llegaríamos tan lejos y a juzgar por tu estado tú tampoco creíste que la cosas se nos saldrían de entre las manos”

“Pensé que salir con un chico sería una experiencia un tanto extraña y él sería fácil de manipular, pero no lo fue” Murmure con arrebato “No pude evitar esperar con ansias cada día para conocer un poco más de Ritsu; él se ha metido tan a fondo en mis pensamientos que me aterra y lo peor es que sé que si se entera de esto me odiaría”

“Entonces debemos asegurarnos de que no se entere” Me intento apoyar el más alto formulando una especie de plan desesperado.

“No quiero ocultarle las cosas pero no quiero que me deteste por la clase de escoria que soy ¿Qué se supone que haga?” Le pregunte en busca de algún consejo que me liberara de mis cadenas y me permitieran volar lejos de mis tormentos.

“Masamune ¿Te gusta ese muchacho?” Me interrogo consiguiendo que mis músculos se paralizaran ante sus palabras y de mi garganta escaparan mis reprimidas verdades sin mi maldito consentimiento.

“Si” Respondí con certeza “No creo estar enamorado de él aunque me gusta; su manera de ser, sus muestras de afecto, sus gestos, sus sueños, cada cosa de él me atrapa más, me gusta mucho, creo que él único que está cayendo en esto soy yo” Masculle con ironía tensándome ante la sonrisa arrogante del hombre de cabellos claros.

“Yo no creo que él se enfadaría si te conociera abiertamente” Pregono mi amigo “A  mí me ha costado mucho adquirirte cariño con todos esos defectos tuyos y tu personalidad difícil de descifrar pero si él ha permanecido a tu lado a pesar de todas esas desagradables partes tuyas creo que es porque realmente se preocupa por ti”

“Arrogante” Me quejé arqueando mis cejas molesto ante su irritante mirada “No lo sé; no entiendo nada sobre el romance y esas cosas, tan solo estoy seguro de que amo estar a su lado” Musite por inercia percibiendo como mi sangre me comenzaba a arder por esas penosas y desvergonzadas palabras.

“Esperaré a que te des cuenta solo de tus emociones” Se burló despeinando mis cabellos “Ahora hablemos de esa sospechosa fiesta que los de primero te han organizado en la casa del presidente de clases” Insistió Zen para que descargará mis temores y fuera capaz de recoger mis piezas para continuar con esta farsa.

“Ni si quiera yo puedo ver sus intenciones, solo sé que me invitaron a un festejo en un par de horas para celebrarme o algo así” Le explique tratando de recordar con dificultad la efusiva invitación de uno de los más jóvenes.

“No tienes porque estar paranoico si ellos ya habían hecho algo así por ti” Me explico Kirishima revolviendo sus cabellos con confusión.

“Pero llevar a Ritsu a esas cosas; no es que me apené que me vean con él, sin embargo, temó que algo le pueda ocurrir, que se puedan burlar de él por ser mi supuesta pareja o los lengua sueltas le digan lo que planeo” Pregone permitiendo que mis aprensiones se manifestaran escapando de mi dolida garganta.

“Yo creo que a tu novio le gustaría ir” Se mofó con una traviesa sonrisa sabiendo que me ponía nervioso con esa clase de nombres afectivos.

“Él dijo que jamás había ido a una” Musite sonriendo ante la apenada imagen del castaño cuando le pregunte por su vida social “Se dedica mucho más a la escuela y a esas cosas; quizás sería lindo llevarlo”

“Además ya lo invitaste y ya se ilusiono” Me recordó el hombre de cabellos castaños claros regresándome a mi gélida realidad “Si le cancelas a última hora te aseguro que se decepcionara de su pareja y no creo que estés en posición de perder un día a su lado cuando te quedan dos” Aquellas frases apretaron mi pecho con malicia al recordarme que nuestro amor tenían una cercana fecha límite.

“Iré” Proclame levantándome de mi asiento para tomar mis cosas e ir a buscar a mi novio a su escuela “Pero quiero que tú también estés allí por si necesito un apoyo en todas esas falsedades” Le pedí con sinceridad.

“No te preocupes, ya invite a Takafumi así que ahí nos tendrás a ambos” Declaro despidiéndose con un gesto en la mano para apartarse de mi camino y separar nuestros rumbos.

Inhale con poderío dándome valor para caminar hasta la facultad del castaño y llevarlo a una divertida velada en la que anhelaba que nos volviéramos más cercanos y él destructivo peso en mi espalda se aligerara con sus desinteresados actos.

Camine a través de la multitud con una torpe sonrisa al recordar cada una de las palabras del menor o sus expresiones después de un beso “Su primer beso” Murmure con un inexplicable orgullo apoderándose de todos mis pensamientos.

Él es muy dulce; sus labios son aditivos, me he acostumbrado a tenerlo cerca, a liberar cada uno de mis complejos sobre sus manos para que él los acune y mis cicatrices ya no ardan ante el sadismos que los demás me imponen; esto es tan tonto, sin embargo, siento que junto a él; con su apoyo, aunque esté aterrado puedo vencer lo que sea que me impongan; por primera vez siento que yo poseo el control de mi vida y de mi personalidad.

Porque cuando estoy con Ritsu no necesito fingir lo que codicio, sino que puedo mostrar con honestidad todos mis pensamientos sin temor a ser juzgado o a decepcionarlo, esa presión por convertirme en el ideal y transformarme en un Dios que rige sus leyes se esfuman con sus roces y sus risas.

“Esto es tan idiota” Musite para mí mismo arqueando el ceño al distinguir a la pareja de amistades de mi novio hablar animadamente en la puerta mientras compartían un romántico momento que yo ansiaba destrozar por maldad.

“Perdón” Los llame consiguiendo que el mayor se ruborizara mientras el hombre de cabellos negros me sonreía con complicidad; es un chico bastante ingenuo quien cree en mis verdaderas emociones por su amigo; como lamento  decepcionarlo.

“Takano ¿Qué es lo que quieres?” Me pregunto el más alto escondiendo a su novio entre sus brazos con recelo.

“Estoy buscando a Ritsu; hoy tenemos” El más bajo me interrumpió apartándose del protector agarre de Nowaki para fulminarme con la mirada.

“Una fiesta” Completo con ironía “Como Ritsu quería que te sintieras cómodo a su lado al conocer lo prepotente de tu academia se fue a cambiar de ropa al baño para no avergonzarte o algo así” Proclamo con fastidio y un temor que no comprendí.

“Siempre es tan considerado” Murmure para mí mismo observando el suelo con nostalgia ante cada uno de estos detalles que me entrega.

“Más te vale que tus intenciones sean sinceras con él” Me advirtió el mayor consiguiendo que mis ojos chocaran contra sus orbes avellanas “Ese idiota es alguien muy importante para mí; fue mi primer y gran mejor amigo, si lo vas a lastimar la pagaras caro” Antes de que pudiera abrir mi boca para contestarle un par de temerosas frases sin sentido la melódica voz del menor destrozó la atmósfera.

“Takano” Mi cuerpo se paralizó al contemplar a mi pareja quien vestía un par de ajustados pantalones negros junto a una pequeña camisa de color celeste que resaltaba lo blanca y fina que era su piel “Perdón por la demora”

“Te ves realmente lindo” Murmure sin poder dejar de recorrer su cuerpo con una insistente mirada consiguiendo que se ruborizara ante mis descarados actos.

“Nunca he ido a una así que no sé cómo se debe vestir o esa clase de cosas” Confeso acercándose a mi lado para tomar con duda mi mano.

“Espero que se diviertan” Pregono el chico de orbes zafiro “Y Ritsu espero que tomes en cuenta las advertencias que te hizo Hiro-san” Confesó con una poco característica seriedad que logro que mi pareja temblara levemente.

“¿De qué están hablando?” Le pregunte tensándome al apreciar como en sus ojos había una profunda decepción.

“No es nada de lo que te tengas que preocupar”  Me indico con un iluso mohín permitiendo que mi calor lo envolviera y ambos comenzáramos a caminar hasta la dichosa fiesta que me habían preparado los de primero.

El más bajo parecía completamente sumido en sus pensamientos sin borrar esa hermosa sonrisa con la que me tranquilizaba; que él se guarde así sus problema solo para no causarme molestias es algo que me enfada, me debe  usar de apoyo, se supone que yo soy alguien especial en su destino, que soy diferente.

Negué levemente con la cabeza ante mis propios pensamientos; en dos días acabaría el juego, en un par de horas me tendría que separar de él para pretender que jamás nos conocimos y dejar que mi corazón se fragmentara ante la agonía a la que se vería sometido sin el castaño abrazándome en la incertidumbre.

¿Cómo te has vuelto tan importante en tan solo un par de días? Esa pregunta siempre atormentará a mis inciertas mentiras; tan solo sé que él es el milagro por el que tanto tiempo he estado clamando; este chico es quien puede cambiar mi mundo; y saber que lo acabaré dejando ir por elección propia es demasiado doloroso.

Después de un par de minutos llegamos a una enorme casa de dos pisos en donde la música resonaba en el amplio patio y las luces resaltaban en los cálidos tonos que nos ofrecía el atardecer, inspiré con valor ingresando al enorme lugar en donde mis seguidores me sonrieron con malicia al apreciar a mi pareja ubicada a mi lado.

“Sempai sí vino” Declaro un muchacho con una falsa sonrisa “Por favor usted y su acompañante disfruten la fiesta que les hemos hecho” Me pidió con una mirada que no logré descifrar en esos momentos.

“Ritsu ¿Qué quieres hacer?” Le pregunte sorprendido al percibir como esté con temor se escondía detrás de mi espalda.

“No lo sé” Murmuro “Yo nunca antes había estado en un lugar así y es un poco intimidante” Confeso permitiendo que lo sostuviera en sus dificultades.

“Vamos a bailar” Le pedí con una sonrisa galante metiéndonos en medio la de multitud para comenzar a rozar nuestros cuerpos sin pudor alguno.

Mis manos descendieron sin vergüenza a las caderas del castaño mientras el menor con duda rozaba de manera sugestiva mi cuello permitiendo que nuestras pieles se buscaran con necesidad y nuestro desenfrenado vaivén comenzara.

Las estruendosas melodías llenaron mi mente; el olor a alcohol de la habitación inundo mis sentidos, la fina piel de Ritsu era lo que mis manos me pedirán a gritos permitiendo que mi sangre ardiera ante cada uno de los tactos que teníamos.

Cerré los ojos aspirando el delicioso perfume que emanaba su cuello; descendí mis manos sin pudor alguno hasta su trasero para pegar nuestras caderas y acariciarnos sobre el pantalón con descaro sin dejar de recorrer su cintura con ansiedad; él era tan adictivo, peligroso, toxico; Ritsu me ha convertido en un drogadicto por sus caricias y en un suicida al codiciar morir sobre sus labios.

Percibí como la temperatura comenzaba a subir entre nuestros cuerpo; me lleve una de mis manos hasta mi frente retirando un par de tenues gotas de sudor para aumentar mis movimientos recorriendo esa anatomía como si me perteneciera; cegado por todo el éxtasis y la adrenalina que transitaba en mi estructura carcomiendo cada uno de mis órganos alcé el mentón de mi acompañante para respirar sobre él.

“En verdad eres muy lindo” Murmuré deleitándome ante ese seductor sonrojo mientras él apretaba con fuerza mi camisa al percibir mis manos acariciando con lujuria su cuerpo.

“Takano quizás deberíamos irnos a sentar” Susurro con unos nervios que tan solo lograron embelesarme y desearlo con más furor; él me atraía tanto.

“Ya deberías estar acostumbrado a hacer estas cosas conmigo” Declare acercándome a sus labios para lamerlos descaradamente consiguiendo que una fuerte corriente eléctrica golpeara cada gota de razón que me quedaba.

“No hagas eso” Murmullo aferrándose con más fuerza a mi pecho “Me siento incomodo en este lugar” Confeso despertándome  de mi trance para que mis brazos lo acunaran con preocupación  y devoción.

“¿Porque? ¿Qué pasa?” EL castaño alzó su mirada apenado para susurrarme en un apenas audible hilo de voz mi realidad.

“Siento que las personas nos está mirando” Expresó provocando que mis ojos se despejaran de los suyos y recorrieran el ambiente en donde estaban varios de mis supuestos admiradores contemplándonos como si fuéramos un espectáculo de circo.

Con molestia les arroje un gruñido a esos metiches en busca de respeto para arrastrar al más bajo a un rincón en donde le extendí un vaso de cerveza para poder calmar sus inseguridades y tratar de armar mi rompecabezas mental.

Con impaciencia bebí el amargo liquido percibiendo como mi garganta ardía de forma dolorosa mientras mi mente por fin comprendía el motivo de esta estúpida junta; esos idiotas nos están analizando, quieren ver con sus propios ojos que tan lejos he llevado esta apuesta, ambicionan ridiculizar a lo que es más importante para mí.

“Sempai” Me llamo un muchacho castaño atrayendo la atención de los demás con traición “Nos preguntábamos si su novio y usted no quería jugar con nosotros” Fruncí el ceño con desconfianza ante las personas que alguna vez busque con desespero para llenar un poderoso e insaciable vacío emocional.

“No creo que sea buena idea” El joven miro con detenimiento a mi pareja consiguiendo que esté se tensara y bebiera del vaso en busca de un inexistente coraje.

“Por mí no hay problema” Musito codiciando entregarme un fuerte apoyo para que mis errores no me destrozaran.

Uno de los involucrados llamó a un grupo de chicos para que estos nos rodearan y comenzaran con un incómodo juego de preguntas y desafíos el cual no me pareció peligroso en su momento hasta que atacaron a eso lucidos ojos verdes que se aferraban a mí con duda y desconfianza como si deseara huir del lugar.

“Ritsu ¿Te gustan los hombres?” Pregunto uno de mis supuestos cómplices para apenar a mi tímida pareja.

“La verdad es que me consideraba heterosexual pero Takano es alguien especial; yo lo quiero mucho y pues me pone algo nervioso hablar de esto” Río con malestar revolviéndose los cabellos que se le habían pegado a la frente por el sudor.

“¿Ya habías salido con otras personas antes?” Insistieron observándolo como si se tratara de alguna clase de atracción.

“No” Murmuro apretando mi mano con intranquilidad “Se podría decir que él es mi primer amor porque nunca antes me quise arriesgar en un noviazgo o algo así” Pregono agrandando la arrogancia de quienes ahora se encontraban manipulando mis propios hilos.

“¿Es cierto que nuestro sempai te sedujo para que salieras con él?” El castaño se tensó ante esa pregunta bajando su mirada al suelo.

“Bueno es que salimos por un juego de las redes sociales, fue bastante al azar” Proclamó consiguiendo que un par descaradas risas se escaparan de la boca de quienes miraban divertidos nuestros teatro.

“¿Realmente crees que alguien como la leyenda que es Takano se puede enamorar de ti?” El chico de ojos verdes apretó con fuerza el vaso lleno de alcohol que le había entregado buscando por inercia el calor de mi cuerpo.

“No lo sé” Musito cerrando los ojos ante las poco disimuladas y groseras reacciones que tenían mis admiradores.

“¿Estas enamorados de él?” Con esa pregunte fulminé al de primer año con irritación para abrazar con recelo a mi pareja por la  cintura y enmarcar los limites.

“¿No se supone que es un juego?” Le pregunte con cólera apretando mi mandíbula “Las preguntas deben rotar con las personas; no solo hostiguen a Ritsu” Me quejé acariciando con cariño los cabellos del más bajo quien parecía no comprender mi ira.

“Solo tratamos de comprobar ciertas cosas” Susurro el mocoso a mi lado derecho con un apenas audible hilo de voz “Queremos medir nosotros mismos sus supuestos avances” Pregono apartándose con satisfacción de mi cuerpo.

“Takano” Me llamo el chico de orbes verdes tirando de mi camisa ante lo asfixiante que era mi agarre “No es necesario que te enfades así con ellos, solo era un juego” Murmuro con esa característica compresión que me ha hechizado.

“Si te sientes incomodo o vuelven a hacer una tontería como esa nos vamos” Ordené depositando mi mano sobre su brazo con recelo.

“Yo estoy bien” Pregono abrazando mi cadera “Sé que la opinión de estas personas es muy importante para ti; aunque no me parezca entiendo que valores demasiado lo que ellos piensan de todo lo que quieres proyectar” Confeso permitiendo que lo envolviera en un afectivo agarre.

“Idiota” Murmure conmovido por sus acciones; pero que tonto es todo esto; que él aunque se sienta incomodo con esos importunos atacándolo de preguntas las conteste con orgullo para verme sonreír; tan irracional, sin embargo, más descabellado es que esto me logre hacer infinitamente feliz.

Sin saber que más decir me limité a observar como los de primer año intentaban aligerar el ambiente continuando con esa absurda farsa para conocer mis verdaderos límites y analizar mis supuestos méritos.

En ningún momento pude liberar la mano del castaño deleitándome de las sutiles cosquillas que estas provocaban en cada uno de mis músculos mientras mis ojos por inercia trataron de memorizar cada una de sus finas facciones; él realmente me gustaba mucho, temó que la semana se acabé y esto desaparezca.

Con angustia busqué a mi confidente y a su pareja en la estruendosa habitación en vano al haber demasiadas personas; trague con dificultad al apreciar como los menores me contemplaban expectantes mientras atentos trataban de descifrar las emociones de Ritsu.

“¿Por qué no le da un beso a su pareja?” Me pregunto uno de los mocosos con insistencia “Veamos que tantos avances tiene esta relación” Se excusó para que el castaño no sospechara de los torcidos motivos detrás de esos cinismos.

“No creo que sea el momento” Proclame colérico percibiendo como mi cuerpo era carcomido por la inseguridad ante sus miradas.

“Eres el gran Takano Masamune, demuéstralo” Me pidió un chico de cabellos rubios empujando a Onodera sobre mi pecho para crear una forzosa cercanía.

“Claro que lo haré” Declare cegado por la ira; con rabia alcé el mentón del más bajo para probarle a todos esos hipócritas quien era y lo que podía conseguir, para trazar un leyenda en mi nombre y atormentarlos hasta en sus sueños.

Quería humillarlos; sin embargo, al entrelazar mi mirada con esos hermosos ojos jades y observar cómo estos apagaban ante la decepción que le causaba mis acciones; percatarme de que en sus mejillas no había un sonrojo como era de costumbre y sus labios tan solo temblaban de coraje ante la vergüenza no pude hacerlo.

Con furor tomé de la mano al más bajo para salir de esa casa siendo detenido por el muchacho que me recibió; con irritación le gruñí apretando con más fuerte la delicada muñeca del menor; no permitiría que se siguieran mofando de nosotros como si fuéramos alguna clase de animal en exhibición.

“Sempai ¿A dónde va?” Con ira me voltee para cerciorarme de que todas las personas nos estuvieran escuchando y las cosas quedaran claras.

“No vine acá para que se rieran de nosotros inútiles” Masculle con arrebato “Si son tan poco hombres como para acorralar mi debilidad y forzar a mi pareja a responderles sus caprichos sabiendo que con eso lo ponerlo nervioso no valen la pena” Pregone escupiendo las palabras de mi garganta con asco al darme cuenta de la clase de monstruo que era.

“Pero solo queríamos ver cómo les iba con su relación” Se excusó el anfitrión agitando nervioso sus manos.

“Escúchame mocoso” Proclame tomando del cuello a su camisa “Si me enteró que dices algo en contra de Ritsu; si te ríes, si  haces una broma que lo lastime; incluso si te atreves a mirarlo feo o hacer otra cosa que lo haga sentir mal; daté por muerto” Declare con gélido saliendo del lugar con rabia.

“Takano ¿No crees que estas exagerando?” Me pregunto el castaño frenando mis movimientos con nervios.

“¿Porque mierda ibas a dejar que yo te usara de esa forma ante los demás? ¿Por qué aguantaste tanto en ese lugar si se notaba que lo odiabas?” Lo interrogue con frustración apretando mis puños ante su dulce mirada.

“Ya te lo dije” Murmuro levantándose en la punta de sus pies “Porque esas personas son importantes para ti; por eso como tu pareja te debo apoyar aunque eso signifique un momento de dolor y amargura” Con devoción tome el rostro del más bajo para depositar un beso sobre su frente con cariño.

“Lo lamento tanto” Murmure abrazándome de su cintura para hundir mi cabeza en su hombro y aspirar su aroma “Lamento tanto que tu primera fiesta haya sido un fracaso por mi culpa” Respondí intensificando mi protector agarre.

“Está bien” Susurro rodeando mi espalda con dificultad “Takano yo creo que tus sentimientos por mí son genuinos; yo realmente creo conocer al hombre tras esa mascara que te empeñas en enseñarle a todo el mundo, creo poder ver lo que hay en tu corazón” Pregono con nervios apoyando sus manos sobre mi acelerado pecho.

“Si lo ves” Respondí angustiado recorriendo con mis dedos su prenda “Ritsu tú si ves todo lo que soy; eres el único a quien se lo he permitido por eso me jode tanto que te hayan estado molestando y me siento peor por haberlo permitido” El castaño libero una risita separándose de mi cuerpo en contra de mi voluntad.

“Te recuerdo que no soy una mujer que necesita que la defiendas; yo soy un hombre, uno mucho más fuerte de lo que parece, no me trate como algo frágil” Una torpe sonrisa se trazó en mis labios ante sus palabras.

“Siempre te trataré como si fueras algo delicado porque te has convertido en lo que más valoro, en mi pequeño tesoro” Respondí con sinceridad acariciando su ruborizada mejilla con necesidad de sentir su piel.

“Ya se hizo muy tarde” Susurro con angustia sacándome de mi trance para apreciar el tenebroso paisaje.

“Mierda” Masculle con rabia “Había olvidado  el paso de la hora y la verdad es que no me manejo en estas calles así que no sabría llegar a mi casa” Pregone permitiendo que mis preocupaciones se escaparan de mis labios.

“Podemos ir a la mía” Me ofreció mi pareja tratando de ocultar en vano sus expresiones de mi mirada.

Con angustia me aferré al cuerpo del castaño para comenzar a recorrer las gélidas y solitarias calles hundidas en el tétrico manto de una noche invernal; por primera vez tenía miedo de estar transitando los pasajes a estas horas, pero no temía por mí; lo que me aterraba era que algo le pudiera pasar a él.

Yo pude ver en aquella fiesta las muecas de fastidio que le causaba a Onodera ser observado como si fuera un espécimen en experimento, pude percibir como su cuerpo vibraba ante la impotencia de no querer defenderse, como sus labios fueron aprisionados con angustia y aun así él se mantuvo firme para salvarme, porque conoce mis prioridades.

Suspire decepcionado ante la patética actitud de esos infantiles, en el pasado seguramente lo habría besado solo para probarles mi supuesto poder, pero ya no puedo hacerlo; no ahora que él se ha convertido en algo tan esencial para que mi corazón siga latiendo en busca de algún sentido para mi desastrosa vida.

El más bajo saco un par de llaves despertando mi atención; con sigilo ingresamos a su hogar sin ambicionar convocar a sus protectores padres; en plena oscuridad caminamos hacia la tercera puerta en el corredor para encender la luz.

Mis ojos con curiosidad recorrieron toda su habitación; era bastante sencilla, una cama con un cubre azul, un gran librero lleno de novelas, un escritorio de caoba con un pequeño computador gris y un humilde closet con un limitado guardarropa.

“Sé que no se asemeja a la tuya” Murmuro abrazándose a si mismo con nervios sin atreverse a entablar una mirada.

“Esta pieza se parece tanto a ti” Susurre con sinceridad “Es sencilla, transparente, humilde, linda” Musite tensándome al apreciar mis propias palabras.

“No tienes que decir esa clase de cosas” Pregono el más bajo sentándose en su cama para juguetear con sus manos “Takano este es casi nuestro último día y si me quieres decir algo yo lo entenderé; no te guardes nada” Me pidió permitiendo que la duda ahondara en cada uno de mis sentidos y bloqueara mi razón.

“No digo cosas que no siento” Respondí tomando su rostro entre mis manos para unir nuestras miradas “En verdad lamento toda la vergüenza que te hicieron pasar esos inútiles, si hubiera sabido eso jamás te hubiera llevado, jamás hubiera ido” El castaño llevo sus manos hasta mi cuello con ternura.

“No tienes nada que probarles; no tienes por qué actuar tan poderoso como si estuvieras buscando demostrarles algo” Con pena escondí mis expresiones debajo de mi flequillo para liberar esos demonios que tanto me han atormentado.

“Si tengo que probarles que valgo” Respondí con cólera “Necesito demostrarme a mí mismo que no soy un caso perdido, que si tengo esperanzas en el futuro, necesito enseñarme que aun valgo la pena para ser salvado” Mi cuerpo se estremeció al percibir como mi pareja me acunaba en su pecho como si fuera un pequeño niño.

“Si te hace sentir mejor, a mi nunca me tendrás que probar nada” Murmuro acariciando mis cabellos; entregándome el consuelo por el que tanto tiempo pedí.

“Jamás comprenderé ese afán tuyo por decirme esas cosas tan lindas” Me burle sentándome a su lado con cautela.

“Es porque realmente me gustas que no me rindo; porque creo en ti y quiero que te llegues a enamorar de alguien como yo” Confeso con las mejillas adornadas de un sutil color escarlata que se robó mi respiración.

“Lo dices como si fuera imposible” Me burlé acariciando su cabeza con dedicación sin dejar de deleitarme por su calor.

“A veces ni si quiera yo comprendo que es lo que estas sintiendo; me da miedo que la verdad no seas sincero conmigo y yo esté haciendo el ridículo” Susurro apretando con angustia sus puños sin permitirme observarlo.

“Ritsu yo no” El menor alzó su rostro callándome con un fugaz beso en la boca para sonreír ante mi pasmada expresión.

“Tú no estás fingiendo” Respondió con certeza “Lo sé por cómo me miras y me hablas cuando estamos así; por cómo me defiendes aunque se supone que lo más importante para ti es tu renombre con tus seguidores en la escuela” Las palabras de mi pareja me quitaron todo el aliento impidiéndome liberar algún pensamiento coherente.

“Yo no” Balbuceé con torpeza sin poder apartar mi atención de sus brillantes y hermosos ojos llenos de pasión.

“Aun no saques conclusiones” Me pidió “Aun tengo un día para que te enamores de mi antes de que respondamos las preguntas del juego” Me recordó consiguiendo que una inexplicable punzada se hiciera presente en mi pecho.

“Mañana prometo darte la mejor cita de tu vida” Murmure recostándome sobre su cama sin dejar de abrazarlo.

“No seas tan arrogante, estas en ventaja porque mis únicas salidas han sido contigo” Se quejó con el ceño levemente arqueado mientras se acomodaba sobre mi pecho entregándome una armoniosa tranquilidad.

“Entonces te sorprenderé con lo romántico que puedo llegar a ser cuando se trata de ti, te compensare por los malos momentos que has pasado hoy; Ritsu mañana solo quiero que sonrías con despreocupación” Confesé sin ser capaz de dejar de acariciar su mejilla y memorizas cada una de sus sonrisas.

“Entonces es una promesa” Susurro cerrando los ojos apenado para acomodarse dentro de mis brazos.

Un día es un plazo excesivamente corto en el que tengo que enamorar a alguien; es un límite al que me duele llegar porque temó que después de eso Ritsu se entere de la clase de abusivo que soy y me dejé; que no codicie permanecer a mi lado y mis mejores recuerdos se pierdan como polvo en una gélida brisa de invierno.

Un día más a su lado; si permito que se meta más en mis corazas no sé si poder levantarme después de eso.

Notas finales:

Señoras y señores queda solo un día de este desafio y pues las cosas estan complicadas pero no tanto para el azabache.

Al menos dentro de todo esto ya pudo priorizar bien lo que le importa y las opiniones que realmente le interesan.

Ahora creo que este podria ser el primer fic que acabe T_T Pero que caotica soy.

Bueno mil gracias a todos los que leen, ojala comenten y espero que les haya gustado <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).