Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siete días para un te amo por Chiaki28

[Reviews - 174]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Este capitulo se lo dedico a Hiroki Uchiha; muchas gracias por leer la historia y perdón por la demora T_T

Acá tiene el último día de la relación entre estos dos, fue un tanto raro de escribir.

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Me rindo; ya no tiene sentido tratar de continuar en esta zona de guerra en busca de obtener los aplausos de hombres cuyas palabras están llenas de mentiras y sus mentes desbordantes de ideas humillantes para quien codicio proteger.

Finalmente mis demonios me alcanzaron y lo que temía que ocurriera acabó cumpliéndose como si fuera una antigua profecía; he caído en mi propia trampa, he sido víctima de este bizarro juego con el que pretendía seducir a esos ojos verdes sin remordimiento alguno.

Es increíble como en una semana he cambiado tanto; ahora al mirar las primeras publicaciones de mi página me doy pena y asco ¿Cómo pude ser tan egocéntrico? ¿Qué clase de hombre era al ambicionar destrozar a ese castaño quien deposito su confianza en mis manos? Ya no le puedo hacer eso a Ritsu; no soy capaz de fulminar su utopía con mis garras.

Yo no estoy enamorado de ese muchacho porque es imposible encarnar emociones tan intensas en un par de miserables días; sin embargo, él me gusta; me atrae, me embelesa, me deja con deseos de saber lo que transcurre por su ingenua mente y de abrazarlo hasta que nuestras pieles se fundan, por eso no quiero que esto se terminé.

Sé que mañana toda esta pasión será historia; llegara la hora de confesar el preciado te amo, de revelarle la verdad y ganarme su odio al admitir la clase de repulsivo hombre que soy, esta vez acepto mi destino porque yo mismo he gatillado el castigo que se me impondrá.

En un par de horas lo perderé y mis seguidores me clamaran con un embustero éxtasis como si fuera un rey en el infierno que ellos han creado; ellos me alabaran por haber roto las alas de un chico dulce y tierno; por aceptar convertirme en un espectáculo de circo, una marioneta sin vida cuyos hilos ellos manejan.

Me golpeé la frente ante mis propios pensamientos acomodándome con dificultad en la cama del castaño quien reposaba con inocencia sobre mi pecho; una torpe sonrisa se trazó sobre mis labios al delinear sus facciones “¿Quién hubiera dicho que me gustarías tanto?” Musite para mí mismo con ingenuidad.

Sin tener deseos de levantarme para sellar mi destino me limite a acariciar sus cabellos incitando a que su rostro se hundiera con confianza en mí acelerado torso y yo por inercia aspirara todo el delicioso aroma que emanaba la habitación del menor.

Como me hará falta si renuncio a él; no quiero quedarme angustiado con los recuerdos de mi primera relación verdadera; no deseo que él se vaya con alguien más “Seré idiota para meterme en estos problemas por mí mismo”  Divague repasando los títulos de los libros que mi pareja tenía adornando su pequeño estante; ambos tenemos gustos similares, nuestra irresponsable relación es algo inusualmente hermoso a lo que sin poder evitarlo me he terminado acostumbrando.

“Takano” Al escuchar mi nombre posé mi atención en mi pareja; mi corazón golpeo mi pecho con fuerza al percatarme de que murmuraba mi nombre entre sueños; un tonto suspiro salió de mi garganta mientras depositaba con cuidado al castaño sobre sus sabanas para invertir las posiciones y quedar sobre él.

Con descaro me acerque hasta su fino rostro para juntar nuestros labios en busca de impregnarme con su exquisito sabor y embriagarme con su saliva; nunca pensé que besar a un chico se sentiría así de bien.

El más bajo despertó asustado apoyando sus manos sobre mis hombros en buscar de separarse; me sobresalte al percibir como luego de un par de tortuosos segundos sus manos abrazaron mi cuello y sus labios se comenzaron  mover por inercia junto a los míos.

Me separé con malicia de mi acompañante quien se encontraba con el rostro ruborizado y esos jades encendidos con expectación; antes de que Ritsu liberara una palabra me acerque para besar su nariz apenándolo aún más.

“¿En que estabas pensando al despertarme así?” Se quejó hundiendo su nuca en la almohada como si codiciara desaparecer del lugar.

“Tú fuiste quien me llamo en sus sueños yo solo te ayude a cumplir tus fantasías” Respondí de manera juguetona; mordiéndome el labio al apreciar como la desordenada polera del menor dejaba al descubierto su vientre.

“¿Se puede saber que indecencias te dije?” Me pregunto alzando una de sus cejas mientras mis manos recorrían su abdomen.

“Algo así” Me acerque hasta la oreja de mi pareja riendo con arrogancia al percatarme de como esté se estremecía entre mis brazos “Masamune te necesito, quiero que me hagas tuyo ahora” Me burle conociendo de ante mano sus reacciones.

“Yo jamás diría algo así” Se quejó frunciendo el ceño para bufar con enfado; ¿Cuándo cada uno de sus gestos me comenzaron a parecer adorable?

“Lo mejor será apresurarnos para que nos vayamos a nuestra cita” Proclame levantándome de su cuerpo para poder apoyarme sobre el colchón y tragarme mis propias mentiras con el infantil deseo de que fueran verdad.

“Es cierto” Murmuro el menor escondiendo sus facciones detrás de su flequillo “Hoy es el último día de nuestro romance” Aquel gélido y certero tono de voz que utilizo mi pareja presiono con descaro mi corazón.

“Por esa razón debemos aprovecharlo al máximo” Le indique alzando con timidez su mentón “Ritsu no sé a dónde nos lleve esta cosa pero quiero ir si es contigo” El castaño me entrego una hermosa sonrisa para luego asentir con la cabeza.

“Tienes razón; perdón yo no sé porque me siento tan nostálgico con todo esto” Susurro revolviendo sus cabellos.

“Iré abajo a servir el desayuno; tú prepárate para la mejor cita de tu vida” Le pedí caminando hasta la puerta sin poder liberar otra palabra.

“Gracias” Murmullo “A esta hora mis padres no están así que siéntete como si estuvieras en tu propio hogar” No fui capaz de devolverle la mirada; lo único que hice fue salir de su cuarto para aventurarme en la cocina y calentar algo de leche.

Suspire con angustia tratando de borrar estos nacientes temores que habían en mi pecho; Yokozawa tenía razón, jugar así con Ritsu fue cruel, fue tonto, irresponsable y ahora la broma es la que me está atacando a mí; no debí haber permitido que los aplausos de envases sin voluntad me cegaran forzándome a actuar.

Presioné con rabia la caja de la leche para servirla en dos jarros  con la esperanza de animar el día de mi novio; por hoy quiero olvidar todo esto, solo por un par de horas ansió perderme en mis propios engaños y pretender que nos conocimos en mejores condiciones.

Llevé ambas tazas hasta el microondas sabiendo que al castaño le agradaba algo tibio por las mañanas; ahora despertar sin él sería doloroso; incluso mi gato se ha acostumbrado a su presencia; sin que me diera cuenta ese vacío de amistades reales y una familia genuina él lo ha comenzado a llenar ¿Qué será de mí si lo dejo ir?

“Pareciera que tienes la mente en las nubes” Me indico el menor apoyando su espalda en el respaldo de la puerta “Te ves tan preocupado”

“Deben ser tus ideas” Lo rebatí sacando ambos jarrones para extenderle con una sonrisa galante uno de ellos.

“Takano sé que tú también estas preocupado por lo de mañana, yo también tengo miedo” Confesó dando un pequeño sorbo al líquido en busca de aligerar la extraña pero cómoda tensión que nacía entre nosotros dos.

“¿Entonces qué hacemos con esto? ¿Pretendemos que no lo sentimos?” Le pregunte imitando su accionar.

“Recuerda que aún me queda un día para hacer que te enamores de mi” Me indico con una risa juguetona dejando la taza sobre la mesa “Aunque nos hayamos conocido en estas condiciones me gustas mucho Takano” Reiteró besando con ternura mi mejilla.

“Siempre sabes como ponerme en este tonto estado” Musite con resignaciones “Hoy te daré la mejor salida de tu vida”

Sin intercambiar otra palabra Ritsu y yo salimos de su casa hacia el centro comercial más cercano en donde me encargaría de cumplir con cada uno de sus caprichos para probarle el genuino interés que tenía en sus sonrisas.

En todo el transcurso por las concurridas calles me aferré a la cálida mano del chico de mirada verde memorizando el momento como uno de los recuerdos que atesoraría el resto de mis días; el instante en que comencé  actuar movido por mi voluntad en lugar de las expectativas.

Al llegar al enorme edificio arrastre a mi pareja hasta la librería más cercana para poder comprarle un par de manuscritos; ambos reímos burlándonos de los nuevos escritores novatos que trataban de encantar con gastadas tramas y usados pretextos; era lindo poder confiarle a alguien mis gustos.

Ritsu me mostró con esmero cada uno de sus textos favoritos sonriendo al resumírmelos; el guardia nos miraba irritados al hablar tan fuerte como si fuéramos críticos; el castaño narraba con ingenuidad la forma en que le gustaría escribir una novela para que las personas encarnaran esas emociones en su propia piel.

Entre risas cándidas mi pareja acunó entre sus manos uno de los nuevos manuscritos que había sacado a la venta su escritor favorito para darme a conocer sus pensamientos “Realmente es admirable como él narra las cosas; me encantaría hacer eso algún día” Susurro con una destacable ingenuidad.

“¿Y qué te impide escribirlo?” Le pregunte tomando sus manos entre las mías con confianza e intimidad.

“No es cosa de escribir algo e imprimirlo, necesito que a alguien le interese para que una editorial me lo acepte, aunque si te soy sincero sería feliz con solo participar en la edición” Divago sorprendido al apreciar como lo jalaba hasta la entrada del local.

“Yo te demostrare que te complicas las cosas solo” Le dije llamando la atención del enfadado guardia en la puerta.

“¿Se les ofrece algo?” Nos preguntó de mala gana con el ceño arqueado y una mueca de desagrado trazada sobre sus labios.

“Me estaba preguntando como un experimento social; sí yo escribiera un libro y lo imprimiera en mi casa ¿Podría ponerlo acá y entrevistar a la gente que lo quiera comprar?” El castaño reprimió una risa con sus manos ante la irritada cara del mayor.

“Mocosos sí solo vienen a burlarse largo de acá” Nos ordenó con enfado apuntando la salida con poderío.

“Esa no es manera de tratar a sus clientes, yo solo le estaba preguntando por curiosidad, además no debería alternar de ese modo a su futuro escritor estrella” Me quejé apoyando uno de mis brazos sobre el hombro de mi novio.

“Niño no tengo tiempo para lidiar con tus fantasías” Pregono irritado el hombre de traje azul tratando de ignorarlos.

“Tienes razón; pero si nosotros no tenemos sueños podemos quedarnos frustrados como tú” Bufe con arrogancia sabiendo que estaba confrontando a aquel hombre al apreciar el reflejo de mis padres en este.

“Takano no deberías provocarlo” Susurro el menor llevando una de sus manos detrás de mi espalda para abrazarme.

“¿Quién te crees que eres?” Me pregunto el mayor cruzándose los brazos mientras presionaba su mandíbula.

“El novio del escritor más famoso que tendrá” El castaño enrojeció ante mis palabras temblando entre mis brazos, el recio rostro del guardia se suavizo y me sonrió con amabilidad.

“Te la dejo pasar por la cara de enamorado que tienes” Me advirtió con gentileza “Eres la primera persona que conozco que lo admite tan abiertamente, debes quererlo mucho” Ritsu trato de esconderse en mi pecho por la vergüenza mientras yo con satisfacción caminaba hasta la caja para pagar  aquella novela que él veía iluso.

“Tú no tienes vergüenza; no puedo creer que hayas salido intacto por usarme como excusa” Farfulló sin apartarse del envolvente calor que emanaba mi  cuerpo.

“No fue excusa, nunca te utilizo solo para quedar bien” Musite extendiéndole a la cajera el dinero “Lo único que quiero es verte sonreír todo el día y aunque fue estúpido e impulsivo lo que hice me alegra de que funcionara; además no me gusta que vaciles en lo que aspiras cuando siempre pareces tan decidido, creó que puedes lograr tus metas” Confesé llevando uno de mis dedos hasta sus labios para repasarlos con dedicación.

“Entonces apóyame para que no flagele en mis decisiones, quédate para que sonría y no rompas la ilusión que tengo sobre un primer amor” Murmuro en un apenas audible hilo de voz para unir nuestras miradas.

“Siempre me mantendré a tu lado; a pesar de no poder decirte bien mis pasiones yo sé que eres muy especial” Susurre con la voz temblorosa mientras recibía aquel manuscrito extinguiendo toda la mierda de este juego.

“Creo que entiendo tus emociones” Murmullo llevando sus pequeñas manos hasta mi pecho “Espero estarlas entendiendo” Río consintiendo que mis brazos lo rodearan en un cálido abrazo.

“Eres realmente lindo” Declare besando sus cabellos para continuar caminando con las manos entrelazadas hacia algún sitio en donde pudiéramos callar nuestra hambre.

Al llegar a la sección de comida aprecie como el castaño miraba con curiosidad un humilde local de paredes de madera, dibujos hechos a mano y pisos de alfombra el cual servía sushi; una mueca de desagrado se grabó en mi rostro al haber desarrollado repulsión por aquel alimento al haber pedido demasiado por el descuido de mi familia.

Traté de desviar la atención de mi novio, no obstante, esté parecía inmerso en un trance repasando con diversión y curiosidad cada uno de los platillos; ante tan tierna sonrisa no fui capaz de obligarlo a irnos y acabamos ingresando al local.

Pedí una mesa apartada para poder estar con mi pareja sin interrupciones, compre un par de rollos apanados omitiendo cada uno de los irritantes reclamos avergonzados que me ofrecía el castaño; al por fin tener el pedido nos acomodamos con nervios para disfrutarlo.

Ritsu tomó con dificultad los palillos para examinar el alimento que se encontraba al frente suyo cubierto por una peculiar salsa rosada; una pequeña risa escapo de mi garganta ante su infantil actitud.

“¿Te lo vas a comer o no?” Le pregunte apoyando mi rostro sobre mis manos sin despejar la mirada de sus acciones.

“No me presiones” Se quejó llevando hasta sus labios el trozo de pescado con arroz; el menor tosió con angustia cubriéndose la boca con ambas manos para tragar con dificultad el alimento; él es tan transparente para todo.

“No te gusta” Especule tragando con desagrado una de las piezas lidiando con el amargo sabor de la repulsiva salsa.

“Perdón pero no me gustó” Confeso tomando otro de los rollos el cual se le desarmo en el plato antes de llegar a sus labios.

“Pero mirabas este lugar con tantas ganas, de verdad parecías hambriento por comer acá” Me excuse arqueando levemente el ceño.

“Nunca antes había probado; que ridículo que un Japonés no los haya comido pero así es y me entro la curiosidad” Murmullo tomando con dificultad los esparcidos granos de arroz con los palillos de madera.

“Si me hubieras dicho eso no hubiera ordenado tantos” Musite con decepción sabiendo que esta cita era un fracaso.

“Lo lamento” Se disculpó con las mejillas enrojecidas “Al menos permíteme pagar la mitad de los gastos, deja de consentirme tanto” Me indico tomando una nueva pieza de pescado crudo la cual se le resbaló y desarmó sobre el regazo “Soy un desastre” Se quejó limpiándose con la servilleta.

“Eres realmente adorable” Confesé embelesado por ese torpe pero efusivo carácter que a veces se empeñaba por esconder.

“Takano yo también quería que fuera perfecto pero” Sin permitirle al menor acabar con sus preocupados y agobiados discursos tomé un rollo con mis manos para apoyarlo sobre sus seductores labios.

“Así no se desarmara” Murmure con satisfacción ante su sorprendida expresión; el castaño sin refutarme abrió sus labios para tragar la pieza sin desagrado alguno “Al parecer te gusta más si te la doy de esta manera” Especule tomando su mano para llevarla al plato “Tú deberías hacer lo mismo por mí, quiero comprobar la deliciosa combinación”

Ritsu suspiro con dificultad tomando uno de los rollos para moverlo hacia mi boca; con un aura egocéntrica trague el arroz para luego tomar la mano de mi pareja y repasar con mi lengua sus dedos sabiendo que lo apenaba con esta clase de gestos.

“Sabe mucho más exquisito si viene de ti” El castaño tembló ligeramente por mis palabras apartándose de mi rostro.

“¿Cómo no te da nervios hacer estas cosas en público?” Masculló tratando de ocultar sus facciones debajo de sus rebeldes mechones.

“No me da pena ni angustia porque eres lo mejor que me ha pasado” Confesé con sinceridad abriéndome ante esos hermosos jades.

“Takano no te sientas forzado a confiarme tus emociones” Me indico limpiándose con una servilleta para darme la mano.

“No me siento presionado pero te lo quiero decir” Le explique reforzando el agarre “Toda mi existencia he estado haciendo cosas que no me agradan para satisfacer a los demás, siempre permití que me manipularan” Le explique inclinándome para acariciar su ruborizada mejilla con cariño e intimidad.

“No hables como si fueras mala persona por eso” Me pidió presionando sus parpados con una expresión que no pude descifrar.

“No me enorgullezco de quien era pero sí de quien soy a tu lado; eres mi primera elección libre y genuina, me gusta mucho Ritsu, me gusta todo lo que eres y me siento feliz de poder gritarlo a todo el mundo” El más bajo libero una melodiosa risa que acelero con descaro el latir de mi demente corazón.

“Siento que podemos confiarnos las cosas a pesar del poco tiempo que llevamos” Me indico enseñándome sus resplandecientes orbes “Por eso Takano si tienes algo que confesarme hazlo; lo entenderé” No conseguí descifrar la razón de porque esas palabra fueron pronunciadas con tanto dolor.

“¿Decirte que?” Le pregunté con agobio al apreciar como un sutil mohín de decepción era el que posaba sobre sus labios.

“Lo que sea; sí quizás no has hecho esto con sinceridad es la instancia para decirme, quiero que seas honesto conmigo” Me indico presionando con más fuerza mi mano; robándome el aliento con esas miradas.

“No lo entiendo” El castaño suspiro con tristeza negando con la cabeza para regresar a su característica aura.

“Por ahora no importa” Me explicó levantándose de la mesa “Iré a pedirle al encargado que nos envuelva lo que quedo para no perderlo” Musito dejándome con la respiración acelerada y la amargura calcinando en mis sentidos.

¿Por qué parecía así de expectante ante mis palabras? ¿Qué era lo que estaba esperando que le dijera? No comprendí el repentino cambio de actitud que tuvo el castaño; esa tensión que crecía entre nosotros, su mirada apagada, esa mueca de angustia, no pude analizar la causa de esta pero sí me dolió.

Sí él reacciona de esta manera con nuestro noviazgo no quiero ni si quiera imaginar cómo me repudiara cuando le confiese la verdad, cuando él sepa la clase de escoria que soy; no quiero perderlo, quizás no este enamorado pero creo que él podría ser mi lección correcta, ansió llegar a amarlo.

Sé que mentirle solo lo dañara por lo que no es una opción; por mucho que me duela ya es hora de confrontar el infierno que yo desaté y hacerme responsable de todos mis actos, debo asumir mi pasado y rogar porque aun así quiera permanecer a mi lado.

El castaño regreso con una pequeña bolsa blanca indicándome que nos podíamos ir; al caminar a la salida mis ojos se posaron en una llamativa máquina de fotografías; una traviesa sonrisa se dibujó sobre mis labios al forzar al menor a caminar dentro de esta.

Antes de escuchar sus protestas ingresé el billete para cancelar la cuota y encender el aparato; apoyé una de mis manos detrás de los tensos hombros de mi pareja quien con resignación esbozo una sonrisa sincera en frente de la pantalla quedando estático ante la cuenta regresiva.

Sin permitirle reaccionar con la mano que lo abrazaba tomé su rostro forzándolo a mirarme para unir nuestros labios en un tímido y electrizante roce; mi boca degustaba la suya con necesidad aspirando con fuerza su aroma, mis ojos se cerraron por inercia mientras la respiración se me descontrolaba.

Antes de notarlo Ritsu y yo nos encontrábamos besándonos con pasión abrazando con necesidad el cuerpo del otro; apoye a mi pareja en contra de una de las paredes de la maquina lamiendo sus labios con ímpetu; el más bajo con timidez abrió la boca permitiéndome ingresar en su cavidad.

Con recelo repase sus dientes hasta llegar a su tentadora lengua y mezclar nuestras salivas; el castaño se aferró a mi espalda con fuerza separando las piernas en el pequeño y duro asiento de metal para acortar la distancia.

El calor entre nosotros aumentaba, nuestras lenguas danzaban en un húmedo beso; mi hambrienta boca probaba sus suaves y mojados labios de manera posesiva, un par de sensaciones vibrantes ahondaban en mis sentidos, mis manos acariciaban su piel debajo de la camisa codiciando marcar su cuerpo como mío.

El castaño libero un agobiado jadeo tratando de fundirse en vano ante la falta de aire, por última vez aspire su fragante aroma para morder su labios superior y dejarlo levemente hinchado en busca de callar mis temores.

“Idiota” Fue lo que me dijo con el rostro completamente enrojecido y el cuerpo pegado a las paredes de la cabina.

“Pero tendremos una foto para recordarlo” Me mofé observando con arrogancia como la pantalla había captado el momento el que el castaño cerraba los ojos en nuestro beso al estar poseído por el éxtasis.

“Es mi culpa por seguirte hasta acá” Suspiro mirando la imagen con una adorable sonrisa “No salimos muy bien” Río tratando  de aligerar la tensión.

“Salimos perfectos” Lo contradije agarrando las dos copias para extenderle una al menor “La llevare todo el tiempo para mostrarles a mi pareja” El castaño me golpeo con fuerza en el hombro cruzándose los brazos indignado.

“No te atrevas a hacer esa estupidez, no me dejes en ridículo” Se quejó metiendo su copia en la bolsa blanca que cargaba.

“Tú fuiste quien correspondió mis caricias” Me defendí saliendo de la máquina para extenderle mi mano.

“No es mi culpa” Me rebatió aceptando mi contacto con las cejas arqueadas “Es que tu besas muy bien” Susurro volteando su cara sin saber cómo había acelerado mi corazón con esas simples y dulces frases.

“Mi lindo noviecito no sabe lo que provoca en mi” Le advertí revolviendo sus cabellos sin dejar de caminar hasta la salida.

“Así me llamas hoy” Divago centrando toda su atención en el pavimento “Pero mañana las cosas pueden llevar a cambiar Takano” Susurro dejando que esas dudas rompieran el mágico ambiente para regresarnos a la realidad.

Con temor me dedique a apretar con intensidad su mano memorizando esa calidez tan agradable que emanaba su suave piel; movidos por la multitud llegamos hasta las calles centrales que nos guiarían hacia mi casa.

No prestaba atención ni a los murmullos de los demás, ni a sus miradas o a la molesta brisa que nos rodeaba, ya no podía pensar ni concentrarme en nada que no fuera ese chico que estaba  a mi lado aferrándose a mi brazo con angustia.

Es cierto; las cosas podrían cambiar drásticamente mañana, quizás esta sea la última noche que mis manos lo profanen, tal vez aquel tacto fue nuestro último beso; sin poder detener esto mi mente se llenó de preguntas tontas haciendo que por primera vez me sintiera débil e inseguro; estaba aterrado de perderlo.

¿Ritsu me ama? No lo sé; ni si quiera yo puedo responder con claridad esta interrogante, la única certeza que poseo es que esta noche no quiero despejar mi mirada de sus gestos, debo aprovechar cada instancia que me queda ahogado en este sueño.

Inmersos en aquel denso ambiente llegamos hasta mi casa para incorporarnos en mi habitación; el rostro del castaño se iluminó al apreciar como mi gato se restregaba con recelo sobre sus piernas pidiéndole que lo tomara entre sus brazos; Ritsu sin tener intenciones de contradecirle obedeció a sus caprichos apoyándose en mi cama para mimar al animal.

“Te he dicho incansables veces que no la malcríes” Lo regañe apoyándome a su lado para acariciar el suave pelaje de Sorata.

“Por eso me prefiere a mi” Se mofó consiguiendo que un dócil ronroneo junto a un sutil movimiento de orejas por parte de mi gato le dieran la razón.

“Si la acostumbras de esa manera cuando ya no estés no” Me mordí el labio con rabia al haber destrozado mis propias fantasías; el más bajo deposito al pequeño animal sobre el suelo tratando de mirarme en vano.

“Cuando este juego se acabé ya no tendrá quien la mime” Río con melancolía apretando la tela de sus pantalones en busca de disipar la rabia.

“No quise decir eso” Musite tomando entre mis manos sus mejillas para forzarlo a entrelazar nuestras miradas.

“No tienes porque ocultarlo sí es la verdad, ya mañana esto se acaba” Me recordó consiguiendo que una dolorosa opresión me hiciera esbozar un dolido mohín.

“Ritsu mañana solo nos confesaremos si logramos él te amo o no; las cosas no tienen por qué acabar en tragedia entre nosotros” Le recordé acariciando con mis labios la fina y dulce piel de su frente en busca de darle seguridad.

“Takano mírame a los ojos y dime lo que has estado callando” Me rogó confundiéndome con sus palabras.

“¿Que?” Balbuceé hipnotizado por esos jades.

“Dime la verdad” Me pidió apretando mi camisa con sus temblorosas manos sin borrar esa determinada expresión.

“Me gustas” Le respondí por inercia tragando con dificultad ante la decepción que se veía reflejada ¿Por qué de repente ha comenzado a actuar así? “Ritsu esa es toda la verdad, tú me enloqueces como nadie lo ha hecho”

“Creo que exageras” Contesto con las mejillas encendida suspirando con paciencia para apoyar sus manos sobre mi cuello.

“No sé qué has hecho para hechizarme de esta manera pero me gustas mucho” Murmulle embobado por esa seductora sonrisa que me arrojaba.

“¿Me amas?” Me pregunto con miedo tratando de mantenerse  imponente al frente mío; sin poder entregarle la repuesta que quería ahora me limite a repasar de manera traviesa su fina cintura y permitir que la sangre me hirviera con un agradable calor.

“Eso me lo tendrás que preguntar mañana” Le respondí rozando nuestras narices, aspirando su delicioso aliento con fuerza.

“¿Tus sentimientos cambiaran de acá a un par de horas?” Me interrogo divertido alzando una de sus cejas.

“No” Musite “Pero quizás en ese tiempo adquiera el valor necesario para confesarte lo que quieres y pronunciar esas palabras” Proclame con transparencia rozando sus labios en un tierno e inocente tacto.

“La cita no fue perfecta pero si me divertí bastante” Me indico jugueteando con los cabellos que se encontraban a la altura de mi cuello “Gracias por la mejor cita de mi vida”

“Aun no acaba” Lo rebatí parándome para agarrar el único libro de romance que me gustaba y acomodarme sobre mi colchón.

“¿Me vas a leer un cuento antes de ir a dormir?” Se burló apoyando su cuerpo sobre mi pecho, enredando sus piernas con las mías.

“Ritsu yo jamás le he dicho esto a alguien pero este es mi libro favorito; no soy fanático del romance sin embargo, esta es la excepción y quiero que pasemos el resto de la noche leyéndolo juntos en voz alta” El castaño esbozo una sonrisa conmovida acurrucándose con timidez sobre mi nerviosa estructura.

“Es un honor que me confíes esta clase de cosas” Confeso tomando entre sus manos las mías para fundir nuestras temperaturas.

“Sé que puede parecer un gesto superficial y algo tonto, pero quiero que veas lo importante que te has vuelto en mi vida” Divague aspirando el aroma que emanaban sus desordenados cabellos para revelar un lado mío sellado.

El resto de la noche el castaño y yo nos la pasamos entre risas leyendo aquel vergonzoso manuscrito alumbrados por la tenue luz de luna que se colaba por mi cortina mientras mi envidioso gato trataba de robarme el cariño de mi pareja.

En ningún momento me pude separar de Ritsu; en ningún instante fui capaz de dejar de suspirar por sus lindas reacciones, no conseguir impedir que se adentrará en mis pensamientos y se grabara en mi corazón.

Cuando el reloj marco las doce de la noche y mi novio se encontraba cansado reposando sobre mi pecho al ritmo de mi respiración fue ahí cuando supe que el juego se había acabado.

Notas finales:

Bueno primero como soy pobre me hago autopublicidad; los invito a leer mi nueva cosa acosadora el juego del despecho, no lo pude evitar estaba dando vueltas en mi cabeza <3

Y ahora sí con este fic las cosas ya estan un poco claras y se viene la confesion que sé que es lo que han estado esperando desde que comenzo este juego.

Espero que les haya gustado, ojala les guste y mil gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).