Las clases eran como siempre aburridas y sólo llevaba una semana en ese infierno, miró para el patio y vio a los tontos que hacían Educación Física, sonrío al darse cuenta de que esos "tontos" era Jonghyun y Onew, siguió observando como corrían tras la pelota, parecían unos verdaderos lunáticos.
Hasta que el profesor lo reta por no poner atención a su "entretenida clase" y lo obligó a decir en voz alta un ejercicio del cual, él ni si quiera sabía de su existencia, sólo el maldito resultado tenía que decir, pero el ejercicio era tan largo que no lo podía hacer en el momento, ve a la otra fila y Taemin le dice tres con los dedos, un poco desconfiado da esa como su respuesta y el profesor lo deja en paz el resto de la clase.
Eso fue muy extraño ¿Por qué Taemin le había ayudado si el había sido tan cruel con él? Los hechos no le calzaban en lo mas mínimo y no sabía que pensar en ese momento, algo desesperado buscó la tranquilidad al ver afuera, pero lo que observó lo confundió mas, Jong estaba abrazando a Onew, se sentía extraño ¿Algo desplazado? No, Jong es el novio de su hyung, por lo tanto es lo mas normal del mundo que se abracen.
Cuando se dio cuenta de en donde estaba, la sala estaba vacía y el ruido inundaba los pasillos y el patio, miró hacia delante y esa dulce sonrisa estaba ahí, sólo para él.
Minho vuelve a Tierra -le sonríe-
Oye- alega ofendido- estoy aquí ¿Por qué dices eso?
Porque te conozco mejor que nadie -le mira serio-
Onew...nadie me conoce realmente y eso tú lo sabes-
Minho...-se sienta a su lado y apoya la cabeza en su hombro- no te pongas así, te extraño mucho, hace tiempo que no salimos o que no hablamos.
Pero...¿Hoy nos iremos juntos? Siempre hacemos eso - le mira y el mayor cierra los ojos-
Si...esa tradición no se puede romper -le sonríe-
¿Cuánto llevas con Jonghyun? -pregunta un poco con miedo-
Un mes -lo miró- si no te dije antes es porque tenía miedo de que no aceptaras mi condición sexual.
¿Y por qué eso pasaría? eres mi amigo y te acepto como eres, si te pasa algo espero ser el primero en saberlo para ayudarte, puedes confiar en mi.
Lo sé, pero todo esto es bastante difícil para mí, gracias te quiero mucho.- Algo paso en el interior del alto, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo y el hombro en donde estaba el mayor le quemaba, le ardía, le dolía, sensaciones extrañas que jamás había sentido le llenaban la cabeza. Algo confundido se separo del mayor y miró por la ventana, su corazón latía a mil y su cabeza no pensaba con claridad.
Minho...¿te pasa algo? -le pregunto Onew preocupado por el repentino cambio de humor del menor- estas raro.
No me pasa nada -intenta sonreír- estoy aburrido.
No me engañas, estas raro -suspira- ¿Sabes que puedes confiar en mí?
-lo mira y desvía la mirada- lo tendré en cuenta.
-le toma del mentón- y yo lo digo en serio
- su corazón estaba por explotar, la sangre llegaba a sus mejillas provocando que se sonrojara- te escuche.
-el mayor lo mira a los ojos y también se sonroja, quedándose estático frente a él. La tensión crece entre ambos, ninguno quiere separarse, pero tampoco avanzar ¿Qué pasara con la amistad si se rompen esos cinco centímetros de distancia? Ambos seguían mirándose tenían una atracción que no les permitía alejarse. El tiempo pasaba lentamente y esos quince minutos de recreo era infinito y las personas a su alrededor se desvanecían de la vista de ambos, pero nada es para siempre y las cosas necesitan un fin, el timbre sonó avisando que el receso se terminaba y que todos debían dirigirse a sus respectivas salas.-
Se separaron confundidos y no pudieron mirarse, se susurraron un suave "adiós" y ambos con el corazón latiendo por la otra persona, pensando en lo que le provocaba el otro.