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Quiero ser tu apoyo por Lure89

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Notas del capitulo:

Holaaaaa!!! Cómo están?? Yo realmente muy feliz! Llegamos a los 100 reviews!!! Ciertamente me puso muy contenta XD Les agradezco a todos por los hermosos comentarios que me fueron dejando en el transcurso de los capítulos, fueron de gran aliento a la hora de escribir. Sé que al principio mi redacción no era la más linda (tampoco lo es ahora jeje) pero día a día y gracias a su apoyo fui mejorando un poquito y verdaderamente les agradezco el acompañarme a lo largo de la historia.

Espero seguir mejorando en cada entrega para brindarles una lectura más cómoda y placentera. Realmente el escribir se ha vuelto un disfrute y puedo asegurarles que le dedico la mayor parte de mi tiempo libre a hacerlo (aunque soy bastante obsesiva para que quede lo mejor posible y por eso me demoro un poco jajaja). Gracias nuevamente por sus alientos, comentarios, consultas y buenos deseos!

En esta oportunidad otra vez me pasa de que no llego a estar del todo conforme con lo que escribí, pero bueno… ya no sé qué más vueltas darle.

Y ahora como siempre digo… sin más preámbulo los invito a leer el siguiente capítulo! X3

Capítulo 18: Sabes como Manipularme.

 

 

 

La noche anterior en la que nuestros héroes aprovecharon para descansar tranquilos, finalizó sin más imprevistos permitiéndoles disfrutar de una agradable cena, relajarse mutuamente y conversar sobre las cosas por las que habían pasado. Bruce forzado a hablar, comentó en unas muy breves líneas lo que había transcurrido durante la ausencia del reportero, solo y gracias a las enormes insistencias de este que no dejaba de molestarlo para que le relatase. Luego, llegado a penas el amanecer, ambos regresaron a su rutina habitual despidiéndose previamente con afecto. Ese día Batman se encaminó temprano hacia su mansión para ocuparse de la papelería que Lucius le había dejado y Clark se alistó para volver a su actividad como reportero.

Superman se sentía muy feliz y sonreía ampliamente mientras caminaba en dirección a su trabajo; aún creía que estaba en un sueño, el caballero de la noche había expresado por fin las palabras de amor que tanto deseaba oír y se había vuelto más sincero y afectivo con él. Después de tanto tiempo de estar juntos y de haber sorteado los diferentes obstáculos, su relación estaba realmente comenzando a afianzarse. Además, en los próximos días tendrían la oportunidad de pasar unas vacaciones juntos, cosa que seguramente los uniría aún más.

Cuando Clark llegó al edificio del Daily Planet comenzó a recodar la coartada que le había preparado Bruce. Durante su desaparición, el mayor había ideado una excusa para librarlo de los problemas que traía su repentina evaporación, ya que si realmente Superman había muerto, no podían dejar que Clark Kent lo hiciera a la vez. Aunque como sabemos, Bruce lo hacía porque consideraba que este aún estaba vivo. Por esa razón, inventó una mentira sobre la salud de su madre, para que de esa manera todos pensaran que Clark estaba en Villachica cuidando de ella hasta que regresase de donde sea que se encontraba.

Al entrar al edificio, nuestro héroe fue recibido con mucho cariño por su mejor amiga que al verlo ingresar corrió hacia él para luego abrazarlo. Al instante lo miró con angustia, luego con reprocho y sin quedarse con las ganas le dio un golpe fuerte con el puño directo al pecho que terminó doliéndole obviamente solo a ella.

 

—Ho-hola Lois —saludó con voz temblorosa el reportero.

 

—Eres un tonto Clark… como te desapareces así por tanto tiempo sin decirnos nada. He intentado comunicarme contigo muchas veces sin éxito y tu ni siquiera fuiste capaz de dar señales de vida —le regañó con enfado la mujer y luego ablandó su rostro al ver la cara turbada de su amigo que no sabía que contestar—. Lo siento…  me dejé llevar por el enojo. Me imagino que habrás pasado por mucho, ¿cómo se encuentra tu madre? —preguntó sintiéndose afligida por el Kryptoniano.

 

Clark se sentía bastante incómodo con la consulta. Al ser todo una mentira, le daba vergüenza tener que sostenerla cuando en realidad su mamá estaba más que bien. Es más, esa misma mañana se había hecho una escapada para saludarla antes de encaminarse a su trabajo y jamás la había visto tan rozagante y saludable.

Superman bajó su mirada dubitativo y luego inventó la excusa más realista posible.

 

—Disculpa Lois, sabes que en Villachica no hay buena señal y la verdad es que estuve tan ocupado que ni tiempo me pude hacer para llamarte. Pero por suerte mi madre ya se encuentra mucho mejor—. Acomodó sus lentes un poco nervioso. Deseaba no tener que volver a mentir de esa manera y más sobre la salud de su madre—. Y bien… porque no me pones al día sobre lo que sucedió en este último tiempo—. Cambió de tema rápidamente.

 

La mujer sonrió ampliamente y con un gesto de su mano le indicó que la siguiera hasta su computadora para enseñarle el archivo que tenía abierto. El título que resaltaba en la hoja decía: Conociendo íntimamente a Bruce Wayne, por Lois Lane. Al terminar de leer, Clark se puso tieso y no pudo evitar disimular su cara de descontento, lo que estaba escrito allí no le gustaba para nada; por lo visto Bruce olvidado contarle sobre ese pequeño… detalle.

 

—Esto… no me lo esperaba. Me había olvidado por completo del compromiso formado en el evento. ¿Has tenido la cita con el señor Wayne? —preguntó molesto tensando su mandíbula.

 

—¡Sí! ¡Y no sabes que cita! Fuimos a un restaurante famosísimo… de mucho lujo. Jamás en mi vida hubiera podido entrar en un lugar así sola, el establecimiento es de uso exclusivo para la alta alcurnia—. La mujer hablaba con entusiasmo mientras Clark trataba de ocultar su desagrado y se mordía el labio inferior furioso—. Y él… ¡Oh por Dios Clark! No sabes lo sexy que se veía con ese traje, me encanta su estilo de vestir, siempre es perfecto.

 

Clark carraspeó para despejar su garganta antes de hablar de manera natural, necesitaba ocultar su inmenso fastidio y quitar de su emocionada ensoñación a la mujer.

 

—Me alegro por ti Lois, ojala hayas disfrutado de la cena. Espero que el señor Wayne haya sido atento contigo—. Sonrió fingidamente mientras se aflojaba la corbata que le empezaba a incomodar.

 

La mujer se puso colorada al instante y empezó a respirar un poco acelerada mientras que su corazón brinco al recordar esa noche. Superman se percató en seguida de este cambio repentino y se puso más rígido y nervioso; había sucedido algo en particular que la había puesto así y lo que se imaginaba no le estaba gustando.

 

—Bueno… a decir verdad… él ha sido sumamente amable y caballeroso conmigo, no me puedo quejar… Yo esa noche había tomado unas cuantas copas de más y muy gentilmente se ofreció a acompañarme hasta mi departamento—. La mujer hizo una pausa logrando turbar un poco al héroe de Metrópolis.

 

—Lois… por favor, dime que sucedió—. Se puso serio mientras apretaba las manos en puño.

 

Lois reaccionó nerviosa y comenzó a reír tontamente mientras que sus mejillas se pusieron más rojas de lo que estaban. La reportera se sentó en una silla y comenzó a susurrarle a su amigo para contarle en confidencialidad.

 

—Te soy sincera… no tengo muy en claro lo que ocurrió, hay cosas que se me escapan por culpa de la borrachera…—. Miró pensativa a la nada buscando en su cabeza las imágenes fugaces de aquel momento—. Pero hay algo… que si recuero…—. Silenció un segundo y tocó su boca delicadamente—. Recuerdo la suavidad de sus labios rozando los míos, mi deseo de explorar la humedad de esa placentera cavidad, su cálido aliento en mi boca con un delicioso sabor a menta…—. La mujer salió de su éxtasis al sentir un ruido fuerte de algo que se rompía a lo lejos, si no hubiera sido por eso, probablemente Clark colapsaba en ese mismo momento de solo escucharla.

 

Lois reconoció de dónde provenía el sonido descubriendo a dos compañeras que se pedían disculpas mientras levantaban los restos de una taza rota en el suelo. La reportera ignorando el asunto volvió a mirar a su amigo y se extrañó de verlo tembloroso. Clark, que apenas si podía contener el enojo que estaba sintiendo, exhaló pesadamente para evitar salir volando de allí en ese instante. Lois obviando su rara actitud prosiguió.

 

—¿Sabes lo que me llama la atención de aquellos besos?... —dijo despreocupadamente y Superman vibró al escuchar la palabra en plural mientras abría muy grande sus orbes azules—. Que a pesar de que lo vi tomando vino durante la noche, su aliento era fresco y mentolado. Como si realmente no hubiera estado bebiendo—. La mujer meditaba esto arrugando las cejas pero al instante borró las ideas que se le cruzaban por la cabeza.

 

El Kryptoniano se sentía en llamas del disgusto y el enfado, necesitaba saber que tan lejos habían ido su amiga y su pareja cuanto antes. Se moría de celos y aún no quería creer lo que le estaba relatando su compañera. Sin escrúpulos en la lengua, le preguntó directamente a la reportera lo que desconocía y le estaba irritando.

 

—Lois, trata de recordar… necesito saber si te acostaste con ese hombre—. La tomó delos hombros hablándole con voz grabe y gutural.

 

—¡Clark! ¡¿Cómo se te ocurre preguntarme eso?! Para empezar eso es algo privado y en tal caso no tengo porque estar contándotelo a ti—. Apartó molesta las manos del súper hombre. Al instante se cruzó de brazos y lo miró de costado—. ¡No lo recuerdo! ¡¿Bien?! Además, no tienes porque ponerte así de celoso Clark, ni que fueras mi novio—. Suspiró molesta por el atrevimiento de su amigo pero luego se aflojó y lo miró con afecto pensando que su actitud era por protección hacia ella—. Clark, sé que te preocupas por mí y también me imagino lo que debes estar pensando. Debes creer que Bruce Wayne fue un pervertido y se aprovechó de mí en esa situación, pero te aseguro que si sucedió algo fue totalmente consensuado. Lo último que tengo presente fue estar acostada en mi cama, con él encima de mí mientras lo besaba; luego de repente todo se puso borroso y ya no recuerdo nada más.

 

Repentinamente el Kryptoniano explotó por dentro al terminar de escuchar la última palabra de la reportera. El hecho de imaginarse a ellos dos juntos le carcomían el alma y no toleraba un segundo más la incertidumbre. Su rostro arrugado completamente daba miedo y mientras apretaba nuevamente su mandíbula trató de hablar con la mayor entereza que pudo.

 

—Debo irme. En un rato regreso —dijo escuetamente y se dio media vuelta para dirigirse a la salida.

 

—¡Espera Clark! ¡¿A dónde vas?! ¡Recién acabas de llegar! —. La mujer trató de detener a su compañero antes de que se marchara por el elevador pero fue ignorada por completo.

 

En cuanto estuvo lejos de la mirada de todos, el héroe de traje azul se cambió rápidamente y voló presuroso hacia la mansión del murciélago. Necesitaba explicaciones cuanto antes.

 

 

____________________

 

 

Mansión Wayne. Estudio.

 

 

Rara vez Bruce usaba el estudio de la mansión para cosas que tuvieran que ver con la empresa, ya que prácticamente no llevaba ese tipo de trabajo a su casa. Mayormente su compromiso en la mansión tenía que ver con los asuntos de Batman y estos lo estudiaba directamente en su Batcave. Pero en esa oportunidad lo hizo en esa habitación ya que allí se encontraban los escritos que Lucius le había enviado para ser controlados. Durante la desaparición del Kryptoniano, las tareas como dueño de Industrias Wayne habían quedado completamente relegadas, así que antes de planear sus vacaciones debía poner en orden todo lo concerniente a su empresa y sobre algunas otras cuestiones más importantes.

 

Bruce se encontraba parado caminando de un lado a otro mientras iba leyendo un documento que traía en mano. La luz del sol que atravesaba el enorme ventanal abierto era cálida y la pequeña brisa que circulaba suavemente lo hacía sentirse relajado. Generalmente estaba más cómodo transitando entre las sombras pero en esta ocasión disfrutaba la nueva sensación que le brindaba estar expuesto a la luz.

Sobre la mesa de escritorio se encontraba la enorme pila que necesitaba ser visada, y junto a esta, los papeles que ya habían sido chequeados. En un lateral, se encontraba una taza de té humeante que había sido servida por Alfred hacía muy poco junto a un plato con algunos tentempiés. El señor de la noche había progresado bastante en las pocas horas que se había puesto a hacer la tarea y decidido a firmar el papel recientemente leído se encaminó hacia el escritorio para hacerlo. En ese instante una ráfaga de viento potente ingresó por el ventanal haciendo volar todos los documentos que estaban sobre la mesa por toda la habitación. Bruce se quedó atónito con su bolígrafo en mano mirando a la figura que tenía enfrente mientras los papeles iban cayendo delicadamente uno por uno al suelo.

Clark se había presentado con su traje en la mansión y miró severamente al millonario con ojos entrecerrados y brazos cruzados. El murciélago extrañado lo observó un instante estudiándolo mientras deducía el motivo de su repentina visita. Al ver que el otro no pronunciaba palabra lo ignoró regresando a su tarea firmando el papel que aún sostenía en mano.

 

—Clark… me pasé dos horas acomodando todos esos documentos—. Sin mirarlo se acercó a la taza de té.

 

Superman recorrió la habitación a toda velocidad y dejó todos los papeles acomodados en una pila en cuestión de segundos.

 

—Eso no será suficiente, voy a tener que revisarlo todo nuevamente—. Suspiró cansado el señor de la noche y por fin lo miró a los ojos—. ¿Qué deseas Clark?, estoy ocupado… Además, se supone que deberías estar en tu trabajo—. Miró las manos del Kryptoniano que se encontraban en puño y se dispuso a beber su taza de té. ¿Por qué razón se había presentado allí súbitamente y con ese comportamiento tan rígido?

 

—Vengo de allí. Necesito…. una explicación cuanto antes… Dime que pasó esa noche y se sincero conmigo Bruce, me voy a dar cuenta si me mientes—. Descruzó sus brazos y comenzó a caminar por la habitación como un tigre a punto de saltar sobre su presa.

 

La repentina actitud prepotente de Clark empezó a irritarle un poco al murciélago, aunque tuviera dudas sobre algo en particular, no era excusa para hablarle de esa manera. Trató de ser paciente imaginando por donde venía la situación para evitar entrar en discusión, pero no pudo controlar lo que sentía  y recostándose sobre el escritorio bebió otro sorbo de té pausadamente antes de hablar fríamente.

 

—Si eres más específico quizás pueda llegar a entender a qué te refieres —contestó de mala gana el héroe de Gotham.

 

—Lois me contó que está escribiendo un artículo sobre ti y luego me dio datos precisos que… preferiría olvidar—. Su cara permanecía arrugada del descontento.

 

—Sí, yo le di mi permiso —dijo tranquilamente Batman—. En todo este tiempo no tuve vida social y los medios comenzaron a ponerse pesados. Necesitaban información y con una nota de la señorita Lane estoy seguro que van a calmarse por un tiempo.

 

—No trates de desviar el tema… quiero oír de tu boca lo que sucedió aquel día que te reuniste con Lois. Ella me explicó que… la besaste—. Se acercó lentamente hasta estar al lado del mayor y luego tomó su mejilla para deslizar delicadamente su pulgar sobre sus labios—. Comentó acalorada como se sentía el roce de tus labios… la deliciosa humedad en tu cavidad… y el sabor cálido de tu aliento. Detalles que solo yo puedo saber—. Suspiró angustiado y le dedicó una mirada sufrida—. Luego… me dijo que despertó viéndote tumbado sobre ella y el simple hecho de pensar que pudieras llegar a…—. Cerró los ojos con dolor—….intimar con alguien más, me está matando. Necesito que me digas la verdad porque ya no aguanto la incertidumbre —dijo con ardor sintiendo como se iba desmoronando.

 

Bruce abrió grande sus ojos, no sabía con precisión que le había dicho la reportera pero su pareja había sido terriblemente mal informado. Posiblemente la mujer estaba aturdida y había malinterpretado toda la situación gracias a las copas que había bebido de más. Se dispuso aclarar rápidamente la situación para evitar que la confusión se hiciera más grande en la cabeza del menor que ahora no dejaba de mirarlo con tristeza.

 

—Estaba ebria Clark y no tuve más opción que acompañarla hasta su departamento… Es verdad que nos besamos, pero fue por una impronta de ella y el acto en sí no fue correspondido de ninguna manera—.Hizo una pausa y arrugó su cara con repugnancia—. Ella quedó inconsciente frente a su puerta y fui obligado a meterla a la cama, no podía dejarla allí tirada en el suelo. Luego cuando la estaba acostando volvió a despertarse y para evitar que imaginara cualquier cosa simplemente la dejé inconsciente tocando un punto en su cuello. Pero por lo visto ese último recuerdo fue lo que le quedó presente llevando su fantasía hacia cualquier lado—. Volvió a callar y seriamente continuó—. Si tanto te preocupa eso, puedes quedarte tranquilo, yo no me acosté con ella Clark—. Sentenció recordado la mala noche que había pasado y se molestó por las estúpidas sospechas del menor.

 

Clark escuchaba atentamente todo el relato prestando atención a los latidos de su pareja para percatarse si en algún momento le mentía. Cuando Bruce terminó de desplegar su relato, automáticamente el cuerpo del reportero se aflojó por completo. Estaba aliviado de saber que la situación no había ido más lejos de lo que pensaba. Sabía que su pareja había pasado por mucho estrés gracias a su ausencia, y no dejaba de pensar en la posibilidad de que tuviera la necesidad de destensarse en los brazos de aquella mujer, incitado por a los encantos de su belleza.

Bruce lo miraba con enfado y dejando su taza sobre el escritorio cruzó sus brazos con disgusto viendo como el otro se le arrimaba dócilmente. Superman aprisionó al millonario contra el mueble mientras apoyaba sus manos sobre este sin dejarle espacio para moverse, luego suspiró en el cuello del otro para después inhalar mansamente su agradable aroma.

 

—Lamento mi actitud. Realmente me he vuelto un poco celoso y posesivo, no lo puedo evitar… Bruce… me vuelve loco el simple hecho de pensar que otra persona aparte de mí pueda tocarte, no soportaría verte con alguien más, eres mío —dijo Superman posesivamente y se sentía un tanto incómodo al ver el inmutable cuerpo de su pareja que permanecía estático sin mover un músculo.

 

El murciélago ignoró su comentario y trató de apartarse del agarre del menor. Odiaba no ser lo suficientemente fuerte como para poder soltarse cuando deliberadamente el reportero lo inmovilizaba. Batman resopló frustrado al verse imposible de zafarse y volvió a cruzar los brazos furioso para mantener un poco la distancia.

 

—Sabes lo que me molesta de todo esto… que no fue nada agradable para mí esa noche Clark, fui de alguna manera obligado por un complot entre Lucius y Alfred para hacerme salir de la Batcave, y accedí a pesar de que no me sentía del todo bien. Además, tuve que aguantar a la mujer ebria con sus molestas insinuaciones sumándole que no tenía deseo alguno de socializar… y tú sabes bien la razón—. Su postura permanecía inmutable sintiéndose aún indignado.

 

—Si… lo sé. Mi error…—. Trató de disculparsesuavemente—. Ya por favor, no seas tan duro conmigo y no me tortures más, déjame abrazarte —reclamó con ansiedad mirándolo a los ojos.

 

Bruce no daba el brazo a torcer, últimamente sentía como el Kryptoniano lograba hipnotizarlo con sus encantos consiguiendo lo que él quería. Era la oportunidad de oponer resistencia y de demostrar que no se iba a dejar llevar más por esos ojos azules que lo miraban suplicante. Bruce se preguntaba desde cuándo se había vuelto tan vulnerable frente al hombre de acero. Antes sabía cómo mantenerlo a raya y conservar su compostura, pero Clark le fue ganando fácilmente terreno sin que este se diera cuenta. El guardián de Gotham no respondió a su petición.

 

—Clark… actualmente podemos afirmar que somos una pareja, ¿cierto?… —. Aún seguía sin inmutarse y el súper hombre suspiró satisfecho asintiendo con felicidad—. Yo no soy una persona que anda a dos puntas, no me manejo de esa forma si estoy en una relación. Si el día de mañana salgo con alguien más, es porque en primera instancia, lo nuestro se acabó, no antes—. Lo miró con seriedad.

 

Clark tembló al pensar en la posibilidad de que su relación algún día terminase y sacudió su cabeza para retirar la terrible imagen que se le había hecho presente. Ahora que estaba tan unido a ese hombre no podía imaginarse el tener que separarse alguna vez. Sin importarle el mal humor de su novio buscó su boca con deseo sintiéndose en la necesidad de calmar su repentina angustia.

Bruce exhaló fatigoso y opuso resistencia por unos segundos pero luego ansioso, aceptó apetecible aquel beso que era demandado con deseo y fue descruzando lentamente sus brazos para permitirle al súper hombre abrazarlo a su antojo. Al fin y al cabo, él héroe de Gotham también anhelaba esa reacción, ya que igualmente tenía la necesidad de calmar sus nervios. Al darse cuenta de lo fácil que había sucumbido ante los encantos del menor, se maldijo por dentro por no poder controlarse.

Luego, llevados por un apetito creciente, comenzaron a entrelazar sus piernas para unir más el contacto que repentinamente estaban precisando. Al instante de sentir el roce entre sus ingles, Bruce exhaló acalorado y Clark aprovechó la oportunidad para ingresar más en profundidad su lengua tomándolo de forma pretenciosa y demandante.

 

—Odio que tengas este nuevo control sobre mi Clark… sabes cómo manipularme—. Tomó distancia forzosamente.

 

—¿Realmente crees que hago eso? … Yo siento que tú eres el que me controla a mí—. Sonrió satisfecho al sentir el cuerpo relajado del otro. Pero pensándolo un poco, reconocía que era cierto… Bruce, realmente había cambiado. En esencia seguía siendo el mismo, pero actualmente se lo notaba mucho más libre al expresar sus sentimientos mientras que se entregaba a sus emociones. Al fin le permitía al reportero ingresar en su corazón.

 

—Si… encima eres consciente y te aprovechas—. Miró hacia un costado para buscar un poco de aire, el calor de la cercanía lo estaba embriagando.

 

—Bueno… también sé qué puntos tocar para hacerte sucumbir—. Lo miró con picardía y alzó su mano hasta el pecho del otro para tomar entre sus dedos el pezón izquierdo sobre la ropa. En cuanto lo tuvo aprisionado apretó el mismo delicadamente logrando un gemido ahogado en el murciélago.

 

—Clark… no hagas eso —pidió suavemente Bruce para luego morderse el labio inferior incitado.

 

En ese instante Superman acercó sus labios al cuello del mayor y succionó levemente la piel hasta lograr que Batman vibrara de placer. Al separar su boca de la zona, la aureola roja que se hizo presente fue lamida delicadamente para luego seguir un recorrido ascendente hasta la oreja. Al llegar a la misma, exhaló lentamente el aire que venía aguantando para luego tomar unos centímetros de distancia y soplar lentamente. Bruce sentía sus puntos erógenos estimulados y su cuerpo respondió al instante logrando que la zona de su pelvis comenzara a arder.

Clark descendió su mano hasta el botón del pantalón y lo desabrochó fácilmente para luego abrir el cierre e introducir su mano dentro de la prenda. Acarició con ímpetu el miembro de su pareja y al instante Bruce alzó sus manos para apoyarlas sobre los hombros del contrario.

 

—Clark… ¿No has tenido suficiente… con la tarde de ayer? —. Trató de controlar los jadeos que suplicaban salir de su boca.

 

—Nunca es suficiente. Siempre quiero más —acotó acalorado sobre la boca del contrario para luego besarla.

 

El último hijo de Kryptón sin separar sus labios retiró la prenda que separaba su mano del contacto con la deliciosa piel de su amante y continuó su tarea con insistencia. Bruce gimió en alto al sentir el calor y la fricción que le producía el maniobrar de su amante y separándose con fuerza de sus labios habló con dificultad.

 

—¡Clark! ¡Ah! Espera… ¡De-dente! ¡Mgh! Aquí… no—. Jadeó intentando ahogar sus gemidos—. Este estudio… era de mi padre —comentó al mismo tiempo que sus mejillas se incendiaron.

 

—Bruce… no puedo esperar... prometo que será rápido —expresó enardecido con lujuria en los ojos.

 

Bruce solo cerró sus párpados y se dejó llevar por la sensación que le penetraba. Clark complacido, detuvo su maniobrar para descartar su propia ropa y dejar al descubierto su pene firme que pulsaba excitado. Superman, deseoso de sentir las pieles unidas, arrimó su pierna aún más al mayor hasta lograr la unión de sus sexos, luego, empezó a frotar presuroso ambos penes erectos con frenesí.

Batman sintiéndose sumamente avergonzado por estar realizando esa acción en el estudio hundió su rostro en el cuello del menor para tapar sus altos e incontrolables gemidos. Después de un rato, incapaz de contenerse, mordió con fuerza la piel para canalizar la pasión que sentía. Clark apreciando los dientes de su pareja clavándose excitado, suspiró encendido y tembló incitado a incrementar el movimiento de su mano.

Ambos sumidos en el placer que sentían se dejaron llevar por el éxtasis olvidando todo a su alrededor y entregándose mutuamente.

El cuerpo de Bruce tembló fuertemente de un segundo a otro. Clark viendo que estaba a punto de llegar al clímax, lo tomó por los cabellos de la nuca para alejarlo de su cuello y llevarlo hacia su boca. Superman ajustándose a la sensación del inminente orgasmo alejó su mano de la acción y frotó su pelvis junto a la otra para dejar en contacto solo a los miembros palpitantes. En cuestión de segundos, los dos expulsaron su masculinidad simultáneamente disfrutando como los restos del placentero espasmo se iban retirando.

Los dos cuerpos temblorosos y jadeantes permanecieron fusionados en el abrazo sin desprender sus bocas hasta sentir la necesidad de separarse al notar como el aire les hacía falta. Al recobrar su aliento, Clark se alejó un poco para ver al mayor y habló sumamente relajado.

 

—¿Te sientes mejor?—. Superman sonrió al ver la cara complacida de su pareja

 

—Si… ¿y tú? —. Murmuró mientras cerró sus ojos.

 

—Definitivamente… Necesitaba sentirte mío una vez más —expresó satisfecho mientras tomaba los pañuelitos descartables sobre el escritorio para disponerse a limpiar a su mano.

 

—No tienes porque dudarlo, aunque… cuando te pones celoso te vuelves realmente ardiente —comentó seductoramente observándolo con sensualidad.

 

Clark solo sonrió un poco avergonzado y tomó más pañuelitos para limpiar su ropa y la de su amante. Luego percatándose de unos pasos que se aproximaban por el corredor acomodó su ropa apresuradamente.

 

—Alguien viene Bruce—. Se alejó del mayor.

 

—Seguramente es Dick, hoy en la mañana lo mandé a llamar… Debes irte Clark, entrará en cualquier momento —afirmó con delicadeza sintiéndose aún sin fuerzas—. Además hay muchas cosas que debes resolver y una de ellas es que necesitas anunciar tu regreso al mundo. La gente debe saber que estás vivo.

 

—Sí, descuida… ahora mismo me ocuparé de eso.

 

Clark se despidió sorpresivamente con un simple beso y tomó vuelo saliendo velozmente por la ventana encaminándose al Daily Planet. Esta vez iría vestido como Superman para comunicarle a la prensa y al mundo entero de su retorno como vigilante de la justicia.

Por otro lado, Bruce retomó su tarea de revisar los documentos de su empresa mientras esperaba a su hijo mayor. Deseaba hablar con él sobre algo sumamente importante antes de poder planear las tan codiciadas vacaciones. Batman necesitaba dejar sus asuntos ordenados para sentirse tranquilo antes de ausentarse algunos días.

Notas finales:

Buenooooo… no sé porque pero me gusta verlo celoso a Clark… jijijiji. No hice esta discusión tan complicada así que al fin y al cabo nuestros muchachos lo pudieron resolver fácilmente.

Este Clark y su nuevo control sobre Bruce me gusta! Nuestro señor de la noche ha quedado realmente flechado por nuestro querido reportero y ahora no se le puede negar jeje.

En el próximo capítulo se llevarán una sorpresa (no adelantaré nada)… y ya nuestros héroes van a poder irse de vacaciones finalmente.

Sin más para decirles…  espero que les haya gustado y les mando mis cariños. Nos leeremos en otro capítulo! Byes!!!


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