Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quiero ser tu apoyo por Lure89

[Reviews - 214]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaa!!!!! Después de un tiempo sin actualizar, y a la espera de este gran día 28/09/16, al fin puedo decir… Feliz aniversarioooooooo!!!! Wiiiiiiii (Tira confeti y baila por todos lados). Si!!! Mis queridos lectores y lectoras! Hoy Quiero ser tu Apoyo cumple su primer aniversario, y por ende… yo como fanfiker también. Me lancé a escribir tentada por esta deliciosa pareja y comencé por este Fic siendo toda una amateur. Durante este año aprendí mucho y anhelo seguir aprendiendo y mejorando mucho más. Seguramente los que me siguen desde el comienzo, podrán notar la diferencia de aquel primer y tímido capítulo, hasta el estreno de este. Así que gracias a todos los que me acompañaron durante estos meses.

Como verán… estrenamos portada nueva!!! (Tira más confeti).

Quisiera decirles muchas cosas pero sé que muchos estarán ansiosos de sumergirse a la lectura sin tanto preámbulo; así que sin más… los dejo leer tranquilos; luego los saludaré al final del capítulo.

 

Nota:

Probablemente con el tiempo ya se olvidaron de los nuevos personajes que aparecieron en esta parte de la trama. Así que se los voy a refrescar.

Terry Gale: Trabajaba en la investigación para la cura de un virus junto a su compañero y amigo, John Williams. Asociado con la policía a través de su hermano y actualmente relacionado con la mafia para vender la información del virus mutado.

John Williams: Padre de Abie Williams. Asesinado por su amigo, Terry Gale.

Dr. Henry White: Doctor en medicina e íntimo amigo de John proveniente de EE.UU. Él le ayudó a John a encriptar la información de su investigación, y será quien vaya en busca de Abie en la fiesta para ponerla al resguardo de Gale.

 

Ahora si… Adelante!!!!

Capítulo 26: Momento de Actuar.

 

Faltando unas pocas horas para la llegada del atardecer, y con el comienzo de la gran fiesta aproximándose, nuestros cuatro héroes comenzaron a alistarse apropiadamente para la ocasión. Todos debían lucir de gala para ser admitidos en el lugar, así que sus prendas eran de alta calidad y vestían con la mejor de las etiquetas. Aunque principalmente, los preparativos se basaban en los accesorios que utilizarían para actuar frente al caso que tenían entre manos, elementos de suma importancia para mantenerse comunicados y herramientas destinadas para la protección o la ofensiva. Entre medio de ellos, observando y asistiendo a todos, se encontraba el mayordomo de los Wayne, que se había hecho presente en el hotel desde hacía varias horas, convocado por el playboy para ayudarlos en lo que fuera necesario, y principalmente, para quedarse a cargo y cuidar de la pequeña Abie, quién quedaría sola una vez que los hombres se marcharan del departamento.

La tensión en el ambiente era palpable, ninguno de los cuatro pronunciaba palabra alguna, y cada uno arreglaba su vestimenta minuciosamente. A pesar que todo el plan estaba revisado hasta el mínimo detalle, aun así les incomodaba lo riesgoso que iba a ser ejecutar lo que había preparado Wayne. Por esta razón cada tanto, Clark no podía evitar echar un vistazo a su pareja con un rostro preocupado mientras este tranquilamente se iba abotonando su camisa. Deseaba con todo su ser detener todo el operativo en ese instante y hasta obligarlo, si fuera necesario, a parar la locura que iban a emprender; pero el otro le había insistido que tenía que confiar en él y así lo iba a hacer. A pesar de eso, de igual manera no dejaba de sentir un dolor grande en el pecho, como vaticinando que algo malo saldría de todo aquello.

Por el contrario, Bruce lucía tranquilo; él siempre mostraba ese aire frío, calculador, con el semblante serio y denotando a todo el mundo una perceptible seguridad. En los casos más extremos e intensos donde vidas se ponían en juego, sus acciones y pensamientos siempre eran centrados, y muchas veces esa manera calculadora de pensar las cosas, le hacía tomar las decisiones correctas. En ese momento en que se estaba preparando, Batman hacía lo mismo de siempre, simplemente repetía los pasos una y otra vez para tener todo bajo control, y al mismo tiempo, iba cavilando otras variantes en caso que el plan se bifurcara y tomara otros caminos. Invariablemente era así para el caballero de la noche, debía estar preparado para miles de opciones ante cualquier situación, teniendo un as bajo la manga que lo quitara de apuros o que salvara a sus más allegados.

En el sector de los vengadores, un poco más apartados de los otros dos, ambos héroes se ayudaban mutuamente a arreglarse; y fue Tony quien con cariño acomodó la corbata del otro que no tenía espejo a mano para observarse. El mayor se encontraba mucho mejor de su cintura, podía permanecer erguido y caminar más cómodo. Esto fue gracias a una sesión intensa de masajes por parte del soldado, que carcomido por la culpa de la fogosa noche y viéndolo tan adolorido, tuvo la necesidad de alivianar el sufrimiento que le había dejado a su pareja; aunque bien este lo merecía por provocarlo adrede. Por sus cabezas tampoco había paz, si bien ninguno de los dos se sentía en la situación extrema de salir heridos, bien sabían que debían ser cuidadosos si no querían fallar al plan de Batman; a fin de cuentas, sus papeles eran muy importantes en el tablero de ajedrez que el murciélago había preparado.

Pero si tuviéramos que enfocarnos en alguno de los dos vengadores, diríamos que Tony se sentía con más presión sobre sus hombros, siendo él quien llevaría a Bruce hasta el lugar y evitaría que este fuera descubierto; así que inevitablemente, cada tanto suspiraba nervioso y solo se calmaba un poco al sentir la mano de su pareja que para tranquilizarlo le daba alguna que otra caricia en la mejilla.

Después de varios preparativos, como ser la ropa, los accesorios, y todo lo relacionado para el operativo de esa noche, los cuatro hombres elegantemente vestidos se encaminaron, algunos separados y otros juntos, hacia la gran fiesta. Por un lado, Clark y Steve iban caminando por su cuenta desde el hotel, pasando inadvertidos para la sociedad londinense que ignoraba por completo al torpe reportero del Daily Planet, y a un buen mozo rubio que a simple vista solo era una cara bonita; ninguno de los dos llamaba la atención así que circulaban con total despreocupación. Por el contrario, Tony y Bruce, afamadas celebridades mundiales, tuvieron que tomar otro camino, y se dirigieron a la locación con todo el estilo propio de Stark, en un auto Audi R8 e-tron, un modelo único y exclusivo que no se encuentra a la venta.

Como es costumbre, cuando se estacionó el reconocido auto del famoso Tony Stark en frente de la alfombra roja, todos los presentes, tato personas comunes que asistían a la fiesta, como periodista y camarógrafos, arremolinaron en cuestión de segundos al excéntrico vehículo. Apuntando las lentes con sus deslumbrantes flashes, los reporteros y camarógrafos esperaron ansiosos para ver salir al tan afamado Tony Stark y a la chica de turno que seguramente lo estaría acompañando en esa ocasión. Gracias a los vidrios polarizados, nadie sabía con quién estaba y ya se comenzaban a oír especulaciones sobre la cuestión.

 

—Bien, ¿estás listo? —preguntó con una enorme sonrisa el moreno viendo los nervios del otro que se aferraba a su cinturón como si fuera que el auto estuviera a punto de chocar contra algo. No podía evitar reírse por dentro al ver por primera vez al murciélago en estado de… casi pánico.

 

—No —contestó escuetamente Bruce a la vez que se colocaba el antifaz para cubrir parte de su nariz y ojos—. Eres impredecible Tony. Odio lo impredecible, lo que no se puede calcular, de lo que no se sabe que esperar. Y tú eres por excelencia la persona más impredecible que conozco. Me aterra que lo vayas a arruinar. Aquí contigo pongo en jugo absolutamente toda mi vida social, la que me cubre de la verdadera máscara que uso durante las noches.

 

—Eres tierno, Bruce, gracias por la confianza y los halagos. —Rió suavemente e imitando al otro se colocó el antifaz sobre su rostro. Nunca podía dejar de lado su sarcasmo natural; algo que creía necesario en ese tipo de situaciones—. Pero conmigo… no tienes por qué temer, está todo planeado y se comportarme cuando debo hacerlo. —Y al ver al otro arrugar su nariz recordó otros sucesos del pasado, tosió y se corrigió—. Bueno… tienes razón, no siempre me comporto como debería, pero… esta vez juro que lo haré. —Hizo una cruz en su pecho del lado izquierdo como marcando y acentuando su juramento.

 

El menor suspiró derrotado y desabrochó su cinturón al mismo tiempo que se miraba otra vez el antifaz puesto sobre el espejito del auto; como si el mirarse pudiera hacer que este se le pegara a la piel para cubrir de alguna forma su identidad.

 

—Bien… como que muchas más opciones no tengo. Por primera vez te doy la razón. Solo no hubiera podido entrar. —Bruce miró al otro hacer lo mismo con su cinturón y luego volvió la vista hacia su ventanilla para observar hacia el exterior.

 

Tanta gente esperando al millonario Stark salir del auto, lo hacía exponerse demasiado para su gusto. Le agradaba más el simple plan de pasar inadvertido por aquel lugar, pero dada su circunstancia, le era imposible. El millonario de Gotham volvió a suspirar al ver bajar a su amigo y puso los ojos en blanco al distinguirlo saludar al público con los brazos extendidos y con mucho entusiasmo, mientras que al mismo tiempo, les regalaba una hermosa sonrisa a todos los espectadores. Cuanto más deseaba no llamar la atención, de alguna forma el otro interpretaba sus pensamientos y hacía todo lo contrario. Con su accionar, solamente estimulaba más a la gente a vociferar excitada.

 

—Gracias, gracias ciudadanos de Londres, los amo, y sé que adoran que esté aquí. —Comenzó a tirar besos con las manos, posar para las fotos y firmar algún que otro papel que le extendían con su autógrafo. Los de seguridad del edificio en seguida se pusieron a trabajar y separaron a los muchos que se le abalanzaban para tocarlo o simplemente gritarle todo su amor.

 

Dentro del auto, Bruce sintió recorrer un escalofrío por su espalda y llevándose la mano a la cabeza, negó con la misma irritado—: ¿Por qué siempre tanto bullicio alrededor de él? ¿Es necesario que llame la atención así? —murmuró entre dientes y entrecerró sus ojos para buscar con la mirada a los otros compañeros de equipo que habían salido antes que ellos. En cuestión de segundos los pudo divisar a lo lejos haciendo una fila simplona para entrar al lugar, apartados de todo el glamour que les daba la entrada principal.

 

El filántropo siguió saludando y posando para las fotos mientras varios camarógrafos y periodistas del espectáculo acercaban sus cámaras y micrófonos con intenciones de saber sobre la nueva cita con la que estaba esa noche y a la que tanto misterio por revelar daba.

 

____________________

 

En otro lugar, esperando a que llegara su turno para identificarse y entrar al recinto, se encontraban los héroes más fornidos haciendo la cola exclusiva destinada al personal de trabajo; ya que los invitados especiales y las celebridades entraban por la entrada principal. El hombre con barba en forma de candado, les había asegurado un lugar en la fiesta pero como simples empleados que trabajaban para alguien más. Uno como un reportero de un diario y el otro como servicio de custodia. Ambos héroes miraron al auto de los recién llegados y quedaron a la expectativa de todo el bullicio que se había armado por culpa del filántropo.

 

—¿Siempre es así? —preguntó Superman al rubio mientras miraba atentamente la escena que desbordaba a una masa agitada y exaltada.

 

—Siempre. Pero deberías estar acostumbrado a ver esto con tu pareja. Bruce Wayne también reúne a la prensa y a la gente a su alrededor. —Suspiró mirando aquel bullicio creado por su novio y se sintió molesto por sentir que jamás podría salir de esa manera junto a él; aunque muy en el fondo, lo deseaba para dejar bien en claro que ahora el mayor tenía dueño.

 

—Bueno… sí, pero Bruce no es tan llamativo. Además él finge. Detesta estar rodeado de la presa, personas de la farándula, políticos y demás personajes pomposos. Solo simula que es un playboy social, pero en el fondo es todo lo contrario. En cambio el señor Stark… parece que…

 

—Sí, Clark, le encanta. A él le fascina llamar la atención y ser el centro de todo. Mira que hasta expuso su identidad como Iron Man al mundo entero en una rueda de prensa; eso nos dice todo. —Miró por unos segundos a su compañero de fila y rió cubriéndose la boca al ver la duda en sus ojos.

 

Al notar que aquella risa iba dirigida hacia él, el reportero miró intrigado al rubio ante su reacción—: ¿Qué es lo gracioso? —preguntó mientras daba un par de pasos hacia el frente al ver que la fila empezaba a avanzar.

 

—Que por tu rostro, veo que estás haciéndote la misma pregunta que yo. ¿Cómo es posible que dos personas totalmente opuestas sean amigos? En verdad, hace tiempo que me lo pregunto, pero nunca me animé a ahondar en el tema. Tony siempre dice que Bruce ha estado con él en sus peores momentos, cuando muchos le habían dado la espalda. Por eso le tiene un especial aprecio y lo considera un gran amigo.

 

—Eso lo puedo asegurar. La amistad de Bruce… no tiene precio. Es capaz de hacer cualquier cosa por aquel a quien considera su amigo. —Sonrió ampliamente sintiendo como su pecho se inflaba de orgullo. Su Bruce era así, una persona fiel y desinteresada que se entregaba por completo a las necesidades de los demás.

 

____________________

 

Con una enorme mueca de satisfacción, Tony se acercó a la puerta donde estaba su acompañante, abrió la misma y luego le ofreció su mano para ayudarlo a salir de ahí. El hombre esbelto que hasta ese momento había permanecido a la espera dentro del carro, tomó aquel caballeroso gesto y respirando hondo salió del vehículo con el empuje del brazo del otro. Era momento de actuar, debía simular que era un frágil muchacho que acompañaba al mayor a la gran fiesta. Y producto de ese brusco movimiento, cayó en el pecho del señor Stark, apoyando sus manos sobre el mismo para sostenerse. En seguida, Tony lo rodeó fuerte con su brazo, lo sujetó de la cintura y lo atrajo más hacia sí. Los intensos flashes de la prensa eufórica los cegaron por unos segundos, tanto así que Bruce tuvo que levantar su mano para cubrirse un poco los ojos para permitirse ver. Había sido una estruendosa noticia el ver por primera vez al filántropo acompañado de un hombre, así que la prensa estaba como loca haciendo preguntas. Ninguno de los dos héroes pronunció palabra alguna al respecto y comenzaron a caminar hacia adentro del interior con parsimonia, siendo atacados por los periodistas que en el recorrido apuntaban sus micrófonos preguntándole insistentemente al mayor sobre su actual y particular pareja.

 

—Señor Stark, señor Stark, es la primera vez que lo vemos acompañado de un hombre. ¿Se declara abiertamente homosexual?

 

—Tony, Jenny, de la revista People. Durante semanas se ha oído rumores que usted está saliendo con alguien del mismo sexo. ¿Acaso quién lo acompaña es su actual pareja?

 

—¡Stark! Ha sido tendencia en estas últimas semanas. Al verlo salir con un hombre… ¿Qué opina usted sobre el matrimonio gay que hace unos meses cumplió su primer aniversario?

 

—Por favor Tony. ¿Dinos quién es tú acompañante? ¡Devélanos el misterio y que se quite el antifaz!

 

—Calma muchachos, son muchas preguntas. Saben que me gusta darle misterio y genialidad a las cosas. Solo voy a decir que soy un creyente del amor; y el amor no distingue género. Pero no se centren en mí. ¿Han visto la belleza que me acompaña? —preguntó el filántropo de forma general a todos los noteros con esa sonrisa característica suya—. Mi joven acompañante está respetando el protocolo de venir de incógnito, al final de la velada sabrán quién es. Mientras, sean pacientes. ¡Es más! —Sonrió de manera pícara y mostró todos sus perfectos dientes con una idea en la cabeza—. Les propongo un juego. Los invito a adivinar quién está tras el antifaz. Quién adivine, recibirá como premio… —Hizo una pausa y acotó—…Por favor, que alguien haga redoble de platillos —pidió al público y varios tomando las palmas de sus manos simularon el sonido pedido golpeando el metal de las barandillas que separaba a la gente que iba a ver, de los invitados—. Gracias buen hombre. —Saludó a uno con el índice y continuó—: Recibirá como premio… diez mil dólares. —Se quitó el antifaz por unos segundos, dio un guiño al público y agarrando la mano de su pareja apresuró los pasos para ir a la entrada del recinto.

 

—¿Pero qué rayos te sucede, Stark? Se supone que debía ser casi invisible para todo el mundo. ¿Esta es tu idea de no llamar la atención? —preguntó Bruce por lo bajo mientras se acercaba al oído del otro. No podía creer que el mayor se le ocurriera actuar de esa manera, haciendo toda su entrada tan llamativa. Ya de por sí que saliera con un hombre de aquel auto, era centrar la mirada de todo el mundo en él.

 

—Tranquilo muñeco, cuanto más te destaques menos llamarás la atención —respondió el otro mientras miraba atento a los que iban ingresando antes que ellos. El primer obstáculo se encontraba cerca y debía ser ingenioso para saberlo sortear.

 

—¡¿Dónde rayos inventaste eso?! ¡Que conjetura más estúpida! Aparte… ¡¿Muñeco?! —exclamó por lo bajo el héroe de Gotham para que nadie más los oyera. Por dentro la sangre le hervía al escuchar ese comentario tan tonto.

 

—Bueno… no está muy bien armada la frase. El punto es que no serás sospechoso para los que están buscando al doctor. Serás uno más del montón al cual no le prestarán atención. Te podrás mover sin problemas entre la gente. —Susurró sin quitar su sonrisa y saludó a las cámaras cada tanto, que no dejaban de fotografiarlos.

 

—Pero así tendré a todo el resto encima. —Miró el agarre de su mano molesto cuando al fin se dio cuenta que lo estaba sujetando con tanta confianza.

 

Todo el circo que se estaba armando alrededor de ellos era demasiada exhibición y Batman no pudo evitar arrugar su cara con disgusto. Ya una vena en la sien del playboy se había hecho presente cuando el otro lo había tomado de su cintura con tanta intimidad. Siempre detestaba que lo agarraran o tocaran de esa forma, ya que usualmente tenía que soportar eso de las chicas con las que simulaba salir. Solo le permitía a Clark tocarlo de esa manera, y solo con él se sentía a realmente a gusto. Cavilando eso, Bruce llegó a sonreír levemente por la idea, y sus pensamientos lo llevaron fugazmente a su pareja. Por dentro comenzó a cuestionarse si los otros dos que estaban en la otra fila, estarían mirando aquella escena, y si Clark toleraría tanto manoseo por parte de su amigo; a quién no le tenía especial cariño por obvias razones.

Y efectivamente, tanto Superman como el Capitán América, observaban desde lejos como aquellos dos amigos se paseaban con tanta intimidad; algo que les endureció un poco el estómago al verlos tan bien juntos, como si de alguna forma se complementaran al ser del mismo estrato social. Clark solo resopló molesto y Steve hizo una mueca de disgusto, pero los dos aceptaron aquella actuación que era parte del camuflaje de ambos. Aunque luego, se pusieron totalmente firmes y duros al ver la siguiente escena íntima; una acción bastante desmedida por parte del mayor.

 

____________________

 

 

Mientras iban avanzando hacia la entrada del hotel, el millonario de Gotham notó como un hombre que pertenecía a la seguridad del lugar, tomaba lista y pedía ver el rostro del invitado que estaba por ingresar. Sin prever esto, miró desesperado a su amigo y le llamó rápidamente la atención para preguntarle sobre que tenía planeado.

 

—Espero que tengas cubierto mi entrada como prometiste, ese hombre de allí les pide a todos que se quiten el antifaz para identificarse antes de entrar. —Apretó inconscientemente la mano del otro que solo se había quedado mirando hacia delante nervioso—. ¿Tony? —lo llamó, y al no ver respuesta, de un tirón lo acercó e hizo que su rostro quedara a centímetros del suyo para hablarle—. Dime que previste que esto sucedería… y que sabes cómo proceder —murmuró por lo bajo y dejó ver en la voz, al siniestro caballero oscuro.

 

—Bu-bueno… —tartamudeó el mayor mientras se rascaba la nuca perturbado—… está casi controlado. —Sonrió con media mueca y tembló al ver las duras facciones del otro, que a pesar que no podía ver sus ojos, sentía como el resentimiento emanaban de estos—. Tú tranquilo yo nervioso, tengo un as bajo la manga. —Apresuró sus pasos y clamó al cielo porque su plan funcionara. Realmente no había planeado que la seguridad fuera tan estricta que exigiría a los invitados quitarse el antifaz.

 

Al llegar a la entrada, el hombre corpulento, pelado y con aire de pocos amigos, miró con recelo a la figura del playboy Stark, y le exigió que se retirara su antifaz de manera poco amable; a simple vista, no le agradaba mucho la presencia del millonario ahí, ya que le significaba más trabajo para él y sus compañeros de equipo. Siempre que estaba Stark, tenían que doblar la seguridad o hacer horas extras.

 

—Oye amigo, ya todo el mundo sabe que soy Tony Stark sin quitarme la máscara. ¿Es necesario tanto trámite? Estoy apurado y mucha gente tiene que ingresar. —Iron Man se quitó el antifaz y se cruzó de brazos fingiendo indignación por el atrevimiento del otro.

 

Luego que el de seguridad lo chequeó en la lista, miró a Bruce y este se puso rígido en el lugar. En seguida, el vengador se arrimó al oído del hombre con discreción y le susurró—: Peladito, acabo de proponer al mundo que adivine quien es mi pareja, te lo diré solo a ti, pero déjame seguir el juego, ¿sí?, no es necesario que le quites el antifaz para identificarlo, viene conmigo.

 

—Eso no me importa. Todos deben identificarse, sin excepción. —Arrugó su rostro y volvió a dirigir la mirada al murciélago, indicándole con el dedo que se retirara el antifaz.

 

—Vamos, se un niño bueno y ayuda a papi a darle un poco de entusiasmo a esta fiesta aburrida de gente que se cree inteligente. —Deslizó unos cuantos billetes por el bolsillo del saco del hombre, de manera discreta, evitando que la gente que los rodeaba viera la escena—. Creo que esto es motivación suficiente, ¿no? —Arqueó una ceja y por la expresión del hombre, ya sentía que lo tenía servido en bandeja.

 

—Cla-claro, sí, cualquiera que viene con Tony Stark no necesita presentaciones. Adelante por favor, disfruten de la fiesta. —Señaló el camino que seguía hacia el interior.

 

—Eso me suponía. Vamos, querido. —Palmeó el trasero de Bruce y este se puso más firme aún, con un creciente rubor por la vergüenza—, adentrémonos a la fiesta y pongámosle chispa. —Lo tomó de la cintura y con un beso ruidoso en los labios, se adentró con él subiendo la escalera que los guiaba al salón principal—. Siempre quise hacer eso —dijo emocionado riéndose mientras entrecerraba los ojos por la cantidad de flashes que se hicieron presente en aquel instante.

 

—Voy a matarte, Stark —dijo Bruce por lo bajo mientras le pellizcaba la mano que lo rodeaba con fuerza y se limpiaba disimuladamente los labios con el codo.

 

Voy… a matarlo —murmuró Superman al ver el atrevimiento del millonario, a la vez que apretaba los puños con fuerza. Luego, llevando una mano al oído activó el dispositivo que tenía en su oreja y miró para adelante esperando impacientemente su turno para entrar.

 

En seguida, imitando el gesto del otro, Steve prendió el auricular para tener conexión con los que ya habían entrado—: Ponte en la cola, Clark, prioridad para matarlo tengo yo, que soy el novio. —Rechinó los dientes con una idea fija en la cabeza, que eso implicaba nuevamente un cuarto y a su pareja.

 

Hey bombón, acabo de encender mi comunicador, ¿Cómo es eso de que haces fila para matarme? Se supone que esto es una actuación. Ha salido todo a la perfección. ¡Ya estamos a dentro! Deberían felicitarme por mi ingenio.

 

—¡Ese beso estuvo de más! ¡Estás sobreactuando Stark! Deja de tantos manoseos a mi pareja —gruñó Clark por lo bajo y tuvo que sonreír al ser el siguiente en la fila y tener que entregarle al de seguridad su identificación de reportero. Luego de su aprobación, entró al lugar y se encaminó al centro del salón—. Ya estoy dentro. No me hagas tener que ir a advertirte de nuevo, Stark —indicó con tono severo.

 

Calma, Clark, aunque a mí tampoco me gusta mucho, tenemos que aceptar que Tony lo ha hecho bien. Estamos adentro sin problemas. Solo falta el señor Rogers, ¿verdad? —Bruce preguntó mirando hacia la entrada y al dar la vuelta la cabeza abrió grande los ojos al ver al rubio parado justo detrás. Increíblemente el soldado, con unas cuantas zancadas, se había hecho presente ante ellos.

 

—Lo tengo detrás de mí, ¿cierto? —cuestionó el dueño de Industrias Stark al observar la sorpresa en la boca de su amigo y este se lo confirmó asintiendo con su cabeza.

 

—Señor Stark, su compañía me ha contratado para tenerlo vigilado y preservar su seguridad. —Le habló al oído izquierdo y apoyó tranquilamente su mano sobre el hombro derecho—. Pero… me estoy dando cuenta que no soy al más apto para la tarea si en vez de querer protegerlo deseo hacerle otra cosa —susurró y sintió el cuerpo del otro vibrar gracias a sus palabras.

 

Tony se dio media vuelta rápidamente y tomando las solapas de su pareja se las acomodó suavemente—: Espero que haga un gran trabajo, señor guardaespaldas, confío en que sabrá cuidarme bien. —Dio unas palmaditas sobre el pecho del otro y rápidamente tomó la mano de Bruce y se mezcló con la gente llevándolo a otro sector.

 

—¡Por Dios, Stark! ¡Ya cálmate! —exclamó el murciélago al rato de ser arrastrado y se soltó del agarre de un tirón.

 

El otro intentando recuperar el aliento alzó el índice para que le diera unos segundos para respirar—: ¡Es que… me asustó! —se quejó ya más calmado y recobró la compostura inhalando profundamente a la vez que se erguía.

 

—¿Por qué será que te asusté, Tony? ¿Será por qué habrás hecho algo inapropiado? —preguntó el Capitán América con una sonrisa y a pesar que el otro había tomado distancia, aún lo podía divisar fácilmente entre la gente.

 

Yo no hice nada inapropiado, estaba…

 

Ya basta ustedes dos. —Bruce activó su antifaz, que le permitía ver detrás de los antifaces de todos los presentes—. Diablos, son adultos, centrémonos en nuestra misión. Estén atentos a la llegada del doctor, nosotros debemos ser los primeros en encontrarlo y encararlo. Mientras tanto, todos a sus posiciones. —Terminó con aquella discusión matrimonial y cada uno fue a distintas partes del salón para observar a todos los concurrentes.

 

Tanto Steve como Tony, presionaron el mismo botón sobre sus antifaces para activar la visión y así mirar a todos los presentes en búsqueda del tan afamado doctor Henry White. Clark no tenía necesidad de llevar algo así puesto, ya que esa habilidad le era innata, así que simplemente vigilaba a cada uno que iba ingresando. Como habían planeado, los cuatro héroes fueron tomando posiciones en distintas locaciones para ocuparse de diferentes tareas. Clark se paseaba cerca de la entrada principal, entrevistando a cada nuevo integrante que iba llegando a la fiesta para ir identificando a los invitados y estar más atento a la llegada del doctor. En el centro del salón, Tony junto a Bruce iban deambulando entre los asistentes, conversando sobre las nuevas tecnologías y avances científicos. Gracias a la inteligencia de ambos, constantemente sacaban un perfil de cada concurrente, tratando de ubicar a los posibles integrantes de la policía asociada con Terry que seguramente estaban allí con el mismo objetivo de localizar al doctor. Y por último, Steve, se mantenía a la distancia, observando las condiciones de los presentes, para encontrar alteraciones en el entorno, acciones fuera de lo normal y actitudes sospechosas. Todos se mantenían en constante alerta y cumplían su función prolijamente para no fallar en el plan, pero repentinamente, la voz del Kryptoniano los puso en guardia.

 

Acaba de llegar Terry Gale. Se registró sin problemas en la entrada. —Se acomodó los lentes y agudizó su audición—. Y por lo visto no viene solo. Si mal no cuento, unas diez personas que vienen con él tienen el ritmo cardíaco un tanto particular. Estoy completamente seguro que esos individuos son sus asociados.

 

Bruce dirigió su mirada rápidamente hacia la entrada para identificar a los recién llegados y respondió—: Muy bien Clark, no los pierdas de vista, en especial a Gale. Ellos también van a estar en alerta. Les complicamos un poco la movida con la temática de antifaces, así que tenemos ventaja. —Hizo señas al filántropo para que comenzaran a desplazarse hacia el sector de la entrada.

 

Aquí también se agitaron un poco las cosas —anunció Steve con preocupación—. Varios de los mozos cambiaron repentinamente su rutina con la llegada de los recientes. Disimuladamente se están desplazando a distintos sectores. Seguiré a uno a ver que descubro. —Dejó su posición y con discreción empezó a seguirlo.

 

Está bien —dijo Bruce entrecerrando los ojos al detectar con la vista a Terry—. Se precavido, y si notas algo más sospechoso, nos avisas de inmediato.

 

Ten cuidado, Steve —dijo con voz preocupada su pareja mientras seguía al murciélago que estaba decidido por ir a identificar a los acompañantes de Terry.

 

Descuida, lo tendré. —Sonrió por dentro y se sintió feliz por el comentario. Aunque él fuera el Capitán América, siempre Tony se preocupaba, hasta simplemente si hacía misiones que implicara solo vigilancia y en la cual no había riesgo alguno.

 

—Tony, ya veo a los individuos, claramente son esos de aquella esquina. Márcalos para que queden identificados —susurró a su acompañante y se puso enfrente de este para que hiciera la tarea sin problemas.

 

—Muybien. Jarvis, ¿me escuchas? —preguntó a su inteligencia artificial para solicitar su ayuda.

 

—“Fuerte y claro, señor. ¿Qué desea?”

 

—Necesito que identifiques a todos los que voy a observar detenidamente en este instante, para que los marques. Hazles llegara todos la imagen. —Detuvo su mirada en cada individuo y esperó a que Jarvis los reconociera y los marcara como Bruce le había solicitado—. Excelente, cariño, tú también estate alerta.

 

—“Claro, señor. Estaré atento a todo lo que usted observe”.

 

—Con eso es suficiente, movámonos antes que otros se nos acerquen a dar charla —comentó Bruce frustrado de verse distraído con algunos insistentes reporteros que se les acercaban para entrevistarlos.

 

Y antes de que la pareja volviera a caminar entre la gente, la voz de Steve los alertó nuevamente.

 

Tenemos una situación aquí —dijo el rubio y se dejó escuchar los ruidos de un forcejeo.

 

¿Steve? —preguntó Tony y alarmado miró para todos lados sin saber qué hacer.

 

____________________

 

 

Al ver al mozo cambiar de rutina Steve sin dudarlo advirtió a sus compañeros y comenzó a seguirlo disimuladamente para ver que se tramaba. Su actitud era un tanto sospechosa y hasta se notaba la repentina incomodidad con la que se había empezado a manejar. Miraba cada tanto para atrás como sintiendo su presencia y disimulaba cada vez que se le acercaba algún invitado haciéndole peticiones referidas a una particular bebida o bocadillo que circulaba en ese momento. Cuando creyó que nadie lo observaba, el mozo salió por un costado y comenzó a caminar rápidamente por un largo pasillo, luego buscó unas llaves en su bolsillo, tomó particularmente una y abrió la puerta confiado y con una sonrisa enorme. Sin dudarlo un segundo más, el soldado salió de su escondite y sorprendió al hombre con la guardia baja.

 

Tenemos una situación aquí —dijo el rubio y al mismo tiempo pegó una patada frontal al hombre que estaba por ingresar al cuarto.

 

Este en seguida se cubrió el abdomen y por culpa de la potencia de la patada termino dando unos pasos hacia atrás. Sin esperar a recibir otro ataque del rubio, que ya estaba alzando su brazo para asestarle otro golpe, se adelantó y fue con un recto al rostro. Ágilmente Steve detuvo aquel golpe y comenzó a forcejear con su oponente.

 

—¿Steve? —preguntó Tony alarmado con voz ahogada al oír aquel forcejeo.

 

Aumentando un poco su fuerza, el Capitán América hizo a un lado el puño de su oponente haciéndolo trastabillar y con un golpe certero a la boca del estómago lo dejó sin oxígeno. El hombre ahogado se llevó ambas manos al abdomen mientras trataba de tomar una bocanada de oxígeno y en ese segundo de distracción, lo último que vio fue el brazo del rubio antes de recibir una trompada que terminó dejándolo inconsciente.

 

Estoy bien, mi contrincante no tanto. El mozo al que he estado siguiendo me ha llevado hasta un depósito. Aquí tienen oculto diferentes armas de distintos calibres. No tardarán mucho en enviar a otro a buscarlas —dijo mientras miraba hacia adentro del cuarto, tomó al hombre inconsciente y lo arrastró hasta una habitación despejada para luego amordazarlo y maniatarlo.

 

—Asegúrate que no encuentren al sujeto y deshazte de esas armas —ordenó Bruce con voz grave y abrió grande sus ojos al divisar al hombre que se le acercaba a ellos.

 

____________________

 

Un hombre elegantemente vestido de traje blanco, divisó a la famosa pareja que andaba sola en un costado, uno en frente del otro, conversando. Con una sonrisa ladina se acercó mientras se refregaba las manos, entusiasmado.

 

—Buenas noches, caballeros. Quién diría que el famoso Tony Stark estaría presente en… ¿cómo la sueles llamar? La fiesta anual de científicos aburridos. —La voz del hombre hizo que el ingeniero se diera vuelta con una sonrisa fingida.

 

—Sabes que soy el alma de las fiestas, Lex, me gusta darle vida a lo aburrido. —Tomó un trago de una bandeja que circulaba y le dio un pequeño sorbo al mismo.

 

—Hace años que no participas de estas celebraciones. ¿Qué te ha movilizado para asistir hoy? —preguntó con astucia tratando de sonsacar el verdadero objetivo del millonario. Luego observó con mirada escrutadora a Bruce y ladeó su cabeza al parecerle la figura un tanto familiar.

 

En ese instante, Batman al observar los ojos de su ex socio, intuyó que su presencia ahí solo traería problemas para la misión; además, sus facciones estaban cargadas por la duda mezclada con intriga, una mala combinación en aquel hombre que lo quiere saber todo.

 

—Disculpa Tony, sabes que no me gusta el alcohol y estoy un poco sediento. Iré a buscar algo para beber a la barra. —Besó disimuladamente la mejilla del otro y con sigilo se alejó de los dos hombres. Al estar a una prudencial distancia habló por el comunicador—. Luthor está presente en la fiesta y nos está distrayendo. Necesitamos tu ayuda Clark para sacárnoslo de encima.

 

—¿Luthor está aquí? ¡Maldición! En seguida voy —dijo el reportero y se encaminó rápido para donde estaba Tony que seguía conversando con el empresario.

 

Steve, ¿cómo estás tú? —preguntó al soldado mientras se arrimaba a la barra y con un gesto pedía un vaso de agua al barman.

 

—Sigo revisando las distintas habitaciones, ya he escondido las armas y hasta ahora no me he cruzado con nadie más. Seguiré buscando para asegurar que el lugar esté limpio.

 

Perfecto. —Dio media vuelta y sus ojos se iluminaron al ver al doctor entrando por la puerta principal—. Buenas noticias, el objetivo ha arribado. Iré inmediatamente a encararlo. Tony, en cuanto te desocupes, sabes dónde ubicarme y lo que tienes que hacer. Eres nuestra protección legal frente a esta situación.

 

En respuesta, disimuladamente Tony golpeó el micrófono ubicado en la solapa de su traje para confirmarle que había captado el mensaje. Mientras, continuó conversando con el empresario a la espera que llegara Clark para liberarlo.

En seguida, Bruce se encaminó hacia el doctor, un hombre mayor, de cabellera abundante color blanco y de un cuerpo alto con un pronunciado abdomen. En cuanto lo tuvo al alcance, se le paró en frente con media sonrisa.

 

—Señor White, ¿no? —preguntó al hombre que lucía sumamente nervioso y este miró para todos lados asombrad de ser descubierto por el que tenía delante—. No se alarme, soy un amigo que vengo ayudarlo con su problema. Abie Williams está a mi cuidado, me pidió que le entregara esto para que confíe en mí. —Metió la mano dentro del bolsillo interior de su saco, retiró un papel doblado a la mitad y le extendió el mismo.

 

El hombre aceptó un tanto desconfiado el papel; pero al abrirlo, sus ojos se iluminaron y una enorme sonrisa surcó su rostro. Luego alzó la vista al millonario y guardó aquel escrito en su bolsillo ya con un rostro más calmo, pero en seguida meditó la situación y su rostro se contrajo preocupado.

 

—Algo malo sucedió, ¿cierto? Sino sería John el que vendría a recibirme con la pequeña Abie. —Sus labios temblaron por unos segundos y al ver el mutismo del otro sus ojos se llenaron de lágrimas. Sin saber bien la situación, se secó las mismas cuidando de no quitarse el antifaz.

 

—Me temo que no es lugar ni el momento para que conversemos sobre lo que sucedió. Usted está en peligro. Necesitamos sacarlo de aquí cuanto antes. Pero descuide, no estoy solo, tengo amigos que me están acompañando. —Suspiró y miró discretamente hacia su derecha—. Pero lamento decirle que los que lo buscan… tampoco están solos. Ya a esta altura luego de registrarse, deben de saber que usted ha ingresado al lugar. Y por cómo se están moviendo allá atrás, en estos momentos seguramente lo están buscando —el filántropo habló con total calma mientras no dejaba de observar como varios de los que acompañaban a Terry se ponían nerviosos.

 

—Si Abie le dio ese papel es porque confía en usted, y ella es muy buena para juzgar a la gente. Me pongo en sus manos, señor. Haré lo que usted me diga. —Se puso tenso y miró hacia atrás tratando de distinguir algo de lo que el otro le había mencionado, pero obviamente no vio nada.

 

—Sígame, entonces —dijo en un susurro y comenzó a pasar entre medio de las personas, sin perder de vista al hombre y a lo que sucedía a su alrededor. Ya habían destinado un lugar en donde poder conversar mientras esperaba a que la segunda parte del plan comenzara.

 

____________________

 

En el centro del salón, Luthor seguía conversando con un incómodo y molesto Tony Stark, que esperaba ansioso a ser interceptado por el hombre de acero. Este, haciendo uso de sus facultades como reportero, debía comenzar un cuestionario para desligar al filántropo del compromiso en el que estaba y así permitirle ir a asistir a su amigo. Pero dadas las circunstancias, Lex parecía muy poco interesado en responder a cualquier pregunta, y más interesado en sacar una conversación con el vengador. Así que en cuanto vio al reportero acercarse, arrugó su nariz e intentó darse la vuelta para no tenerlo que enfrentar. Obviamente, Superman no iba a quedarse satisfecho con esa reacción, así que con agilidad se le adelantó hasta parársele en frente.

 

—Buenas noches, señor Luthor. Clark Kent, Daily Planet. — Le tendió la mano para saludarlo y este se la aceptó medio asqueado y con cara de pocos amigos.

 

Por lo general a Luthor le encantaba hablar para la prensa y más si tenía que ver con hacerse más popular para fomentar lo que sería su campaña política. Pero en esa ocasión, su interés residía en sonsacar alguna que otra información al héroe Iron Man, el cual rara vez se hacía presente en ese tipo de fiestas.

 

—Lo conozco, señor Kent, pero más por estar acompañado por la señorita Lane que por su propio trabajo. Sé que ansía hacerme muchas preguntas desde que empecé mi campaña política, pero en este momento estoy con mi viejo amigo y desearía estar a solas para conversar con él. —Agarró del hombro al moreno y le dio un fuerte apretón amistoso.

 

La cara de Tony era para el retrato. No lo mandó a volar con su ingenio y su sarcasmo, porque su intención era marcharse de ahí cuanto antes, no comenzar una pelea. El doctor y Wayne se habían encontrado, y en esos momentos estaban en uno de los cuartos del lugar que había reservado especialmente para esa ocasión. Así que Stark simplemente rió por compromiso ante el comentario del otro, una risa falsa fácilmente interpretada por los otros dos. Seguido, y con muy poco disimulo, corrió el brazo del empresario que lo había apoyado tan confiadamente. Este le había dicho que era su amigo, pero jamás en la vida había entablado una amistad; solo habían hecho algún que otro intercambio de conversación de interés, nada más.

 

—Entiendo perfectamente, señor Luthor, pero ya que estamos en la fiesta anual de la ciencia… estoy ansioso y más interesado por preguntarle por los avances científicos que ha tenido en este último año su empresa. Recuerdo que su popularidad bajó en un alto porcentaje cuando usted quedó implicado con el Joker en los hechos ocurridos en Metrópolis. ¿Desde aquél momento ha intentado retomar los prototipos para viajes espaciales no tripulados? —Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro del hombre de acero al ver la cara frustrada del otro, que molesto por aquella pregunta, no pudo evitar arrugar su rostro. Clark al hombre no lo aguantaba, y no había mayor regocijo que acorralarlo en la pared con preguntas como aquellas.

 

Tony simplemente sonrió ante la incomodidad del empresario y acotó—: Bueno, si me disculpan… —intervino con aires de querer marcharse mientras hacía sonar los dedos de sus manos—… seguramente te gustará atender a esta conversación como corresponde, Lexy. Te dejo tranquilo con el grandote. —Palmeó su hombro y se dio media vuelta para marcharse, pero su andar fue rápidamente interrumpido.

 

—Espera, Tony, aún no hemos conversado. Recuerda que tenemos una plática pendiente nosotros dos. —Luthor no tenía intenciones de abandonar la charla con él, e insistente, lo había detenido del codo.

 

—Ehm, si… claro, quizás en otra ocasión. Mi pareja es medio tímida y ya se habrá perdido con tanta gente en este lugar. Debería ir tras él. —Señaló hacia atrás con el pulgar, como refiriéndose al joven que minutos antes se había ido a buscar algo para beber.

 

—Aún no ha respondido a mi pregunta, señor Luthor, será que le incomoda la… —Y en ese instante, Clark repentinamente abrió los ojos desmesuradamente y calló.

 

Su cuerpo pareció estremecerse, y sin decir nada, se alejó de los dos hombres y se dirigió directamente hacia las escaleras. Tanto Tony como Lex, quedaron sorprendidos de la inesperada reacción del otro, que sin expresarles nada, se había marchado y perdido entre la gente. El más estupefacto de todos fue el hombre con barba de candado, que necesita ser liberado de la muy poco afortunada intervención de Lex.

 

¡Bruce! ¿Qué sucede? —preguntó por lo bajo desesperado y se movió lo más rápido que pudo tratando de esquivar a las personas e intentando no llamar la atención—. ¡Maldición! Bruce, ¡respóndeme! —volvió a insistir con palabras ahogándose en su garganta, pero aunque preguntaba, por dentro sabía que algo no estaba del todo bien.

 

La voz del señor de la noche en los oídos de todos, se había escuchado fuerte y clara desde que se había encontrado con el doctor, pero para el oído perfecto del Kryptoniano, el timbre que había estado utilizando con Henry súbitamente había cambiado. Su voz no se sentía natural, sino que esta parecía exigida y forzada. Al no tener respuesta por parte del héroe de Gotham, apretó la mandíbula a la vez que cerraba sus manos en puño para canalizar sus nervios. Luego sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al oír un ruido indicando que la comunicación repentinamente se cortó. Jamás se había sentido mover tan lento como en aquella ocasión; parecía que todos los invitados sabían que estaba apurado para trasladarse, que continuamente lo chocaban y hasta le cruzaban para hablarle; cosa que sucedía en muy rara ocasión.

 

¡Por favor! ¡Steve! —llamó al rubio con la voz preocupada y el otro le respondió en seguida—. ¡Ven al punto de encuentro! ¡Algo… algo salió mal! —le exigió, y al llegar a las escaleras y quedar fuera de la vista de las personas, aumentó su velocidad para subir al primer piso e ir hasta el cuarto en donde estaba su pareja.

 

Aquellos segundos que se demoró en llegar a la habitación, le parecieron eternos y estando a unos metros de donde se suponía que tenían que estar Bruce y el doctor, se detuvo en seco con el corazón en la boca. Desde lejos podía ver la puerta abierta de par en par con señales de haber sido forzada. Su cuerpo no supo bien cómo reaccionar y caminó lentamente con un terrible temor inundándolo. Cuando se acercó para ver el interior, se encontró con todo el lugar desordenado. Había floreros rotos, muebles tumbados y hasta manchas de sangre en el piso. Todo indicaba que ahí se había dado una pelea y que alguien había salido herido. Buscó con la mirada algún rastro o indicio de Bruce, y solo vio destrozado en el suelo a lo lejos el comunicador que usaba en la solapa de su saco. En seguida cerró sus ojos y agudizó sus oídos para concentrarse en sentir los latidos de su amado; necesitaba ubicarlo cuanto antes para ir en su asistencia. Pero inesperadamente, un terrible terror lo embargó; no podía percibir ni escuchar las pulsaciones del corazón de Bruce. No había señales que le indicaran que este seguía latiendo.

Notas finales:

Y… terminó el capítulo. Es muy difícil transmitir lo que tengo en la cabeza y estoy segura que muchos de los que escriben deben coincidir conmigo. Como casi siempre... no me terminó de encantar, pero… al menos hice mi mejor esfuerzo. Quizás dentro de un año más… con más práctica, pueda ir mejorando esas asperezas que encuentro. Ustedes probablemente no lo noten, o algunos sí, pero sé que hay cosas que podrían estar mejor escritas.

Vuelvo a dar las gracias a todos los que me apoyaron en este trayecto; desde las palabras de aliento, las correcciones, los mensajes llenos de amor y cariño, etc. Realmente aprecio cada comentario de los que se animaron a escribirme; han sido un gran sostén y apoyo para seguir adelante durante todo este tiempo.

Lo más interesante del día… (Redoble de platillos, como diría Tony). En honor a este doble aniversario, preparé una sorpresa. Dejé relegado mi otros fics (siento el peso por los que claman su continuación), y en este mes y algo le dediqué duro a esta historia; así que… mañana habrá actualización. Wiiii, si, como leyeron, preparé otro capítulo como regalo de aniversario. No tendrán que esperar mucho esta vez para saber lo que sigue. XD

Bueno… creo que ya me extendí demasiado, gracias a todos nuevamente y… los quiero mucho!!! Les mando a todos mi cariño. Besos!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).