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Notas del capitulo:

Holaaaaaa! Cómo están?? Sabían que Superman es menor que Batman, en edad me refiero! Yo no lo sabía y tuve que corregir todo el fic, jajajaja Gracias a la pagina en facebook de SupermanxBatman Español que me lo aclaró!!!

Bueno, a lo que nos compete! Espero que les guste!!!!

Capítulo Revisado ;)

Capítulo 4: La espera eterna.

 

De vuelta al presente…

 

Apenas si entraba la luz en el cuarto del señor de la noche y esta pequeña luminosidad indicaba que ya había amanecido. A Bruce Wayne no le gustaba la luz, y mucho menos mientras dormía, así que siempre mantenía sus cortinas cerradas para evitar que entrara la claridad del sol. Él se encontraba profundamente dormido tendido en su cama y su respiración era lenta y tranquila. A su lado estaba parado un hombre que suspiraba de frustración y se refregaba la cabeza, meditando si su próximo accionar sería el correcto. Volvió a mirar su reloj por tercera vez y con otro suspiro salió de la habitación. No tardó mucho en volver y en sus manos traía un vaso con agua que parecía estar helada por cómo transpiraba el vidrio. Volvió a acercarse al murciélago y dudaba de lo que estaba por hacer. Otra vez suspiró. Al instante, vertió el contenido del vaso directamente sobre el rostro del millonario. Este se levantó rápidamente tosiendo y miró al hombre que tenía al lado extrañado y un tanto indignado.

 

—¿Pero qué te pasa Alfred? ¿Por qué me tiras agua en la cara? —Tomó la toalla que el otro le ofrecía y comenzó a secar su rostro.

 

—Le juro señor que intente despabilarlo por todos los medios posibles, pero no logré hacerlo. Hoy es un día muy importante y me hizo jurar que lo despertaría a como diera lugar a las siete. —Recibió la toalla que el otro le daba de vuelta.

 

Alfred se acercó hasta la ventana para correr las cortinas lentamente y la luz fue inundando todo el cuarto.  Bruce instantáneamente entrecerró sus ojos, tanta luz no le permitía ver bien, y se quedó en silencio tratando de adaptar su vista. Apenas si entendía lo que el otro le había dicho. Se rascó un poco la cabeza y trató de poner en orden sus pensamientos.

 

—Dios… ¿son las siete?... Dormí… solo 4 horas. —Se frotó los ojos y apenas pudo mantenerlos abiertos—. ¿Por qué te pedí que me despertaras a esta hora? —Todavía estaba tan adormilado que no podía poner en funcionamiento su mente.

 

—Hoy es el gran evento de caridad, Señor. Usted es el organizador y el anfitrión del mismo. Todavía faltan varios detalles que terminar y el señor Fox lo requiere en la oficina cuanto antes.

 

—Claro… es verdad… En qué mal momento vino a caer el evento. —Volvió a recostarse y cerró sus ojos.

 

Alfred se le quedó mirando unos segundos y volvió a ver la respiración pesada. Arrugó su cara incómodo. Se sentía mal por tener que sacudirlo sabiendo que necesitaba descansar después de los días que había permanecido despierto. Generalmente su señor estaba acostumbrado a quedarse hasta la madrugada todas las noches. Actualmente con dormir solo un par de horas le alcanzaba, pero cuando permanecía días sin dormir y por fin podía agarrar la cama, este podía mantenerse un día entero recuperando el sueño. Le gustaba la idea de hacerlo quedar un poco más, pero recordaba que días atrás el otro le había sido insistente con el tema de no dejarlo dormir más de las siete.

 

—Descuida Alfred… no me he dormido. Necesito… acostumbrar la vista… En seguida me levanto. —Tapó su cara con sus manos.

 

—Menos mal, señor, no quería tener que llegar a una medida más drástica. —Se dirigió hacia la puerta para salir pero mientras vigilaba que su amo no se durmiera de un segundo a otro.

 

Bruce se sonrió. ¿Qué le haría si se quedaba nuevamente dormido? Lo que se imaginaba le divertía en la cabeza y la sonrisa permaneció en su rostro.

 

—Me alegro que mi cometario le divierta, pero realmente no quiero tener que volver a hacer algo así. Estaré esperándolo abajo con el desayuno listo, señor.

 

—Muchas gracias Alfred, en un rato bajo… Ah… algo más. ¿Alguna novedad de lo que pedía ayer? —Lo miró unos segundo esperando la respuesta.

 

—Todavía no, señor, en cuanto sepa algo le avisaré.

 

—Bien, gracias. —Volvió a cerrar los ojos con fastidio y arrugó su nariz.

 

Tras esto el mayordomo salió del lugar.

 

Batman quería tener información lo antes posible para poder ocuparse. No deseaba estar a último momento y que se le mezclara las cosas con él evento. Inevitablemente iba a tener que retirarse antes. Pero conociéndose, no le gustaba tener que especular y actuar sobre la marcha. Eso siempre traía problemas.

 

Miró a su lado unos segundos y pasó su mano por encima de las sábanas. Trataba de recordar cómo había terminado la noche pero solo supo que de un momento a otro se había quedado dormido. Hizo mueca de frustración—: “Así que al final se fue… Y eso que prometió quedarse…” —pensó esto mientras volvía a cerrar los ojos.

 

Suspiró cansado y después de unos minutos se sentó en la cama. Se estaba cayendo de sueño, pero la obligación como playboy filántropo llamaba. Además estaba muy interesado en ese evento de caridad. Iban a ir muchos adinerados para ofrecer sus bienes a servicio de varias instituciones a las que les hacían falta fondos.

En seguida se levantó del lugar y después de ducharse bajó a desayunar. Luego un poco más despabilado gracias al agua caliente y al desayuno, se dirigió hacia su oficina en Industrias Wayne.

 

____________________

 

 

El porte de Bruce Wayne atraía a todos cuando lo veían pasar. No acostumbraba a aparecerse por las oficinas, pero cuando lo hacía, tantos hombres como mujeres no podían evitar darse vuelta a mirar y quedarse un rato viendo la estela que dejaba. Tan perfectamente vestido, sus cabellos correctamente arreglados y la forma en cómo se desplazaba eran totalmente exclusivos de él. Además cuando salía de la vista de los otros, estos inevitablemente se ponían a cuchichear sobre él.

Seguro sobre sí mismo, Bruce se paseaba por él lugar conociendo cada rincón de su empresa. A la mayoría les parecía intimidante su persona a pesar de la sonrisa simulada con la que se dirigía hacia ellos. Su energía era realmente evidente y hasta el menos avispado podía sentirla. Solía dar un poco más vueltas por el lugar cada vez que venía, pero Fox lo requería cuanto antes en la oficina. Sabía que había mucha información de la cual tenía que estar al tanto antes de que el evento se diera lugar. Al fin y al cabo, él era el principal organizador del mismo.

Al entrar a su oficina Fox estaba parado con muchos papeles en la mano. Este al verlo ingresar, lo miró con enfado y señaló una silla indicándole que tomara asiento.

 

—Llega tarde señor Wayne. —Al mirar un poco en detalle la cara del playboy pudo notar sus ojeras—. ¿Noche difícil? —preguntó por su rostro cansado.

 

—Como cualquier otra. Sabes que me gusta trasnochar, no me puedo resistir ante las bellezas que el ocaso atrae. —Bruce solo sonrío y tomó asiento.

 

Detrás de él entró una secretaria de cabellos rubios y ondulados. Era una mujer hermosa con un cuerpo envidiable. Permaneció en la puerta que había quedado abierta pidiendo permiso para entrar. Tras un gesto de Fox, ingresó a la oficina y le dio en mano más papeles. Sonriendo encantada de ver al multimillonario, lo miró algo nerviosa y las mejillas se le volvieron rosadas. Todas las chicas que trabajaban como secretarias de Wayne eran realmente atractivas, las elegía así apropósito, aunque esta trabajaba más con Fox que con el mismo dueño de la empresa.

 

—Buenos días señor Wayne, ¿Desea algo? —La chica preguntó con voz seductora y dejó sus labios levemente abiertos. Señal totalmente sugerente de insinuación que Bruce notó al instante.

 

—Un café doble bien fuerte, por favor. —Le devolvió una sonrisa radiante y su rostro parecía iluminarse.

 

—E-en seguida señor —respondió la mujer nerviosa aún más sonrojada y se dio media vuelta para salir del lugar.

 

Fox levantó la mano en señal de pedirle algo pero la dama había salido rápido para hacer la acción pedida.

 

—Cuando tú estás parece que yo no existiera. Me ignoró por completo —dijo con resignación y se sentó en frente del hombre. Le tendió un par de papeles y el otro los recibió.

 

—Es mi encanto natural Lucius, no lo puedo evitar. —Se reclinó en su silla y entrelazó los dedos apoyándolos sobre su regazo.

 

El otro alzó una ceja y acto seguido comenzó a reír a carcajadas. Siempre Bruce hacía comentarios que le divertían. Sabía muy bien que constantemente fingía su conducta y que sus actividades nocturnas diferían con lo que él aparentaba, así que oír este tipo de acotaciones le entretenía. Nunca se dio la oportunidad de explicitar la verdad, pero él prefería que las cosas se mantuvieran así, solo con insinuaciones.

Secándose las lágrimas que salían de sus ojos volvió a tomar sus papeles y decidió centrarse en lo que les correspondía.

 

—Bueno, a lo que nos compete señor Wayne. Lo que acabo de pasarle es una lista de invitados. Debe leerla cuidadosamente. Sé que no llegará a conocer a todos pero al menos debe estar al tanto de sus nombres y sus oficios, para que cuando se presenten con usted, sepa con quien está tratando.

 

Bruce ojeaba las hojas y notó que realmente habían muchos invitados. Suspiró de alivio. La decisión de hacer una fiesta previa invitándoles tuvo muy buena repercusión.

 

—La lista está dividida para que pueda identificar a los famosos, artistas, empresarios, políticos, etc. También hay una lista de invitados especiales como reporteros, periodistas y todo personal de los medios. Cada empresa mediática aportó una suma de dinero estándar para que puedan tener acceso al evento y realizar sus notas. Obviamente el dinero que invirtieron está destinado para los fondos.

 

—Perfecto. —Echó un vistazo nuevamente a la lista y notó el incremento de algunos invitados—. Por lo que veo hay muchos políticos nuevos que se apuntaron para venir, solo les interesa hacer campaña y pavonearse enfrente de las cámaras. —Bruce comentó mientras bajaba los papeles sobre el escritorio.

 

—Obviamente. La mayoría está presente aquí por intereses personales. Los políticos no son los menos. Pero eso no es de nuestra incumbencia. Mientras aporten para las fundaciones, la razón por la que estén presentes nos tiene que tener sin cuidado-.

 

—Lo sé. Evitemos que Industrias Wayne quede pegado a cualquier campaña política. No debe haber ningún indicio de que estemos a favor de algún partido u otro. —Sus ojos estaban serios sobre el asunto. Pensar en los corruptos que iban a asistir le daba nauseas. Conocía a la mayoría y ninguno era trigo limpio.

 

—Descuide, en eso estamos totalmente de acuerdo.

 

Hubo unos segundos de silencio. Había un tema en la cabeza de Bruce que venía rondando y lo tenía algo preocupado. Por eso no dudo en sacarlo cuanto antes.

 

—Necesito saber de otro tema… ¿Qué tal la seguridad del edificio? Cuéntame qué medidas tomaron al respecto. —Su pregunta era inevitable. A pesar de que estaba en su papel de playboy filántropo no podía dejar su máscara de murciélago y ocuparse de esas cosas.

 

—El lugar está bien resguardado. Hay cámaras de seguridad en todo el edificio. Personal competente y… y usted no debería preocuparse de saber estas cosas. Deje que los que saben se ocupen del asunto. Lo que le concierne a usted son los sociales, y en eso es en lo que nos vamos a concentrar.

 

La cara de Bruce se contrajo por completo, no estaba de acuerdo. Sabía que su papel ahí era solo lo social pero no podía evitar preocuparse por cosas como esa. Aun así, no tenía intenciones en ponerse a discutir con Lucius sobre el asunto, era perder tiempo y energía. Ya en su cabeza se había hecho una nota mental de que revisaría el tema en cuanto se desocupara.

En eso entra la secretaria con el café y distiende la situación. Ambos se habían quedado seriamente mirando en silencio por unos segundos. La dama había notado la tensión en el ambiente y dejó el café rápidamente sobre el escritorio y salió deprisa del lugar. Después de que la chica se retirara el murciélago relajó su expresión y tomó la taza de café para beber un sorbo largo.

 

—Bien… como tú digas… continuemos con lo que nos incumbe entonces. —Relajó más su rostro al disfrutar del café y lo dejó sobre la mesa. Luego tomó otros papeles que el otro le tendía. Alzó su ceja al ver su escritorio lleno.

 

—Me llama la atención que no insista sobre el asunto  —dijo Lucius con cara extrañada, notando la reacción pasiva del otro que generalmente no cedía tan fácilmente.

 

—Es que tienes razón. No sé nada sobre el tema. Si tú dices que está todo controlado confío en ti. Ahora dime… —Trató de cambiar el tema—…tenemos tanta tecnología… es más, estamos a cargo de WayneTech ¿Y tú solo me traes papeles? Podríamos estar usando la computadora o una Tablet al menos, y me hubieras descargado la información allí. Hasta podría haberme quedado en mi casa y recibir los datos por e-mail. Yo los hubiera estudiado. Estoy perdiendo el tiempo aquí.

 

Lucius volvió a reír a carcajadas a lo que Bruce frunció el señor.

 

—Siempre me divierten sus comentarios señor Wayne. Dígame… ¿qué otros asuntos más importantes tiene que ocuparse más que del evento al cual usted organizó? Además, hay cosas que prefiero a la antigua. —Sonrió de oreja a oreja al ver la cara del héroe frustrada por su comentario. No viendo respuesta por parte del otro prosiguió—: Bien, si no tiene nada que objetar, la lista que le pasé recién es sobre los platos que se van a servir. Están detallados todas y cada una de las entradas, aperitivos, platos principales, postres y las bebidas que los acompañan. —Por poco se vuelve a reír al ver la casi boca abierta que tenía el señor de la noche.

 

—Es una broma. ¿Realmente tengo que saber que van a servir en toda la noche? —preguntó indignado.

 

—Obviamente usted tiene que estar al tanto de las cosas que le van a ofrecer a sus invitados.

 

Batman suspiró cansado. Seriamente le parecía que estaba perdiendo su tiempo en vez de ocuparse de lo importante, como era el tráfico de personas que se estaba dando en el puerto. Tenía que apurar la cuestión allí si quería volver a sus asuntos cuanto antes.

 

—A ver… dime Lucius, ¿qué otras cosas del evento debo saber? Solo para hacerme una idea. —Miró con cara sufrida por el asunto.

 

—Bueno… debe estar al tanto del esquema del cronograma, las actividades que se van a desarrollar, el entretenimiento que vamos a ofrecer, las subastas de los distintos artículos y otras tantas cosas más. Recuerde que es un evento que marcará a Industrias Wayne para el futuro. Todo debe salir a la perfección. Esto tiene que estar garantizado para que en futuras ocasiones más gente se sume a la causa. Además, estarán filmando en vivo y no hay detalle que deba escapársele. Aparte de que en pantalla va a figurar la suma que se irá acumulando mientras los presente vayan haciendo las distintas donaciones, usted debe ir anunciando en cada bloque como van las cifras. Tendremos llamadas telefónicas haciendo donaciones a través de los celulares o teléfonos también y… —Lucius es interrumpido por el playboy con el gesto de su mano.

 

—Bien. No perdamos el tiempo entonces. Continuemos. —Suspiró y miró por primera vez la lista de comidas.

 

Estaba totalmente resignado. No había manera de escapar del asunto. Tenía en claro que marcar la diferencia no solo se hacía vistiendo su armadura de Murciélago, sino también colaborando con la sociedad desde su privilegiada posición. Y Lucius tenía razón con respecto a que debía ser un éxito el evento si quería contar con más personas para la próxima vez que se realizara. Así que se concentró lo mejor posible para absorber toda la información que el otro le exigía saber.

Estuvieron un buen rato con el asunto. Tanto así que no salieron de la oficina y almorzaron allí mismo. Podrían haber estado mucho más tiempo si no fuera porque Batman había recibido una llamada por parte de Alfred. Inmediatamente supo que lo que estaba esperando estaba listo. Así que apresurando el trámite, le prometió a Fox que terminaría de estudiar los últimos detalles en su mansión y se fue con la excusa que necesitaba tiempo para prepararse para la ocasión.

 

____________________

 

 

El evento había comenzado sin ningún imprevisto. Todo estaba saliendo tal cual había sido planeado. El anfitrión del mismo estuvo puntal y listo para recibir a los invitados. Los medios habían estado presentes antes cubriendo la totalidad del evento, haciendo notas y sacando fotos a los que iban llegando.

Dentro del edificio, la sala principal era amplia y muy luminosa. A un costado en un escenario había una orquesta sonando en vivo con música suave y placentera. El decorado era excepcional, todo detalle cuidado minuciosamente. El servicio de comida era impecable. Lo que ofrecían era de primerísima calidad y los mozos que servían tenían la mejor de las etiquetas. Las cámaras de los medios tenían un sector restringido desde donde podían tener acceso para filmar todo lo que sucedía allí dentro. Todo el gasto que era el efectuar el evento estaba a cargo de Industrias Wayne y cada uno de los asistentes había pagado una suma a modo de donación básica para estar allí presentes. Luego podían seguir aportando en las distintas actividades que se realizarían allí.

En una primera instancia solo se prestaba para hacer sociales dando lugar a que fueran llegando los demás invitados. Bruce Wayne recorría el gran salón saludando a todos los presentes y quedándose a platicar con algunos. Otros tantos asistentes eran presentados al millonario por Lucius que no dejaba escapar detalle de los posibles contactos con los cuales les serviría a futuro a la Industria.

  

—Debo felicitarlo, Lucius. La música, el decorado… todo ha sido perfectamente seleccionado. —No podía evitar señalar y admirar cómo estaban preparadas las cosas.

 

—Felicítese a usted, señor Wayne, todo ha sido tomado en cuenta gracias a sus elecciones. —Apoyó su mano en su hombro y le dio una palmada.

 

El murciélago no pudo evitar reír. No se sentía para nada responsable sobre esos detalles, solo su dinero era lo que él había aportado.

 

—Demos gracias entonces que el azar tiene buen gusto. —Saludó con un gesto a Fox y continuó con su recorrido.

 

De un momento a otro al darse vuelta una joven reportera interceptó al hombre de la noche con papel y lapicera en mano—: Señor Wayne, Lois Lane del Diario el Planeta. —La mujer tendió su mano para saludar al playboy.

 

—La recuerdo bien señorita Lane. En una  ocasión cuando fui a Metrópolis. —Tomó su mano y le dio un beso en esta.

 

La mujer se sonrojó y acomodó su garganta para hablar. Como tantas otras mujeres que caían rendida a los pies del hombre de ojos azules, ella no era la excepción—: Mi compañero Clark Kent y yo estamos aquí para hacerle algunas preguntas. Sé que no dispone de mucho tiempo pero seré breve. —Estaba entusiasmada con comenzar a hablar que ni siquiera le había dado oportunidad de que su compañero salude.

 

Clark estaba allí parado usando un buen traje de fiesta y esos lentes característicos suyos que “ocultaban su identidad”. No parecía estar muy cómodo, no porque no estuviera acostumbrado a este tipo de eventos a los cuales generalmente Lois lo arrastraba, sino que estaba incomodo por estar frente al hombre al cual le había roto una promesa.

 

—S-señor Wayne, un gusto volverlo a ver. —Tímidamente ofreció su mano para saludar al anfitrión.

 

Batman era intimidante pero en este aspecto social, Bruce Wayne lo era más. Ignoró por completo el brazo tendido del reportero y ni siquiera le dirigió la mirada. Ya lo había hecho antes, generalmente actuaba así en público, pero dudaba si su accionar era por esta razón, o porque se había marchado la noche anterior.

 

—Me imagino que tendrá estas y muchas otras preguntas más, señorita Lane. No quiero ser descortés e interrumpirla en medio de sus consultas. Si así lo desea, puedo ofrecerle un espacio en mi agenda y disponer para usted una entrevista exclusiva para que pueda realizar su nota. Mientras tanto, seguramente hay muchos otros invitados a los cuales deseará entrevistar. —Nuevamente esa sonrisa falsa y encantadora se mostraba en su rostro. Mientras le hablaba no había soltado su mano que sostenía delicadamente y a la cual acariciaba con el pulgar.

 

Superman no pudo evitar ponerse rígido frente a tal invitación. Escucharlo hablar tan cortésmente, de manera sensual y verlo mantener aquel contacto lo estaba sulfurando. No le gustaba que se manejara así, y mucho menos en su presencia, aunque sabía que fingía, le molestaba igual. Por el contrario, la cara de Lois se iluminó y la idea le fascinó. Qué mejor que tener al playboy para ella sola y hartarlo de preguntas. Pero las intenciones de Batman eran sacarse a la mujer de encima, no estaba de humor como para ponerse a hablar con ella en ese momento, así que había usado todos sus recursos como playboy para no tener que dialogar con aquella mujer.

 

—Me parece una idea fantástica señor Wayne, haré que el Daily Planet se ponga en contacto con su gente y acuerden una cita. —Habiendo conseguido su exclusiva, su mirada ya se encontraba centrada en su próximo objetivo. Así que sin más, saludó amablemente al anfitrión y se dirigió al hombre que estaba entrando dejando solos al reportero y al millonario.

 

Por fin Bruce le dirigió la mirada. Su porte era magnifico y su figura hacía sentir pequeño al hombre más fuerte de mundo. Clark se puso más nervioso aún sin saber qué decir. Se quedaron mirando unos segundos sin comentar nada. Superman no sabía si el otro estaba resentido o no, pero era difícil de saber estando allí. El otro no iba a mencionarle nada con tanta gente alrededor y lo más probable era que lo ignorara o se fuera sin decir nada. El héroe de Gotham por su lado, tenía su cabeza ocupada con tantas cosas que no tenía energías como para reclamarle nada. Además, mucho quejarse no podía siendo que esta vez él se había quedado dormido en el momento de intimidad. Habiéndose prolongado el silencio, el anfitrión suspiró y dio media vuelta para marcarse, pero fue tomado del brazo por el otro evitando que se vaya.

 

—Espera, Bruce… lamento haberme ido esta madrugada… yo… —No sabía cómo comenzar la conversación y tampoco si el otro le iba a escuchar.

 

A pesar de que había mucha gente, afortunadamente era unos más del montón y nadie estaba particularmente cerca de ellos, dándoles así la oportunidad de que pudieran platicar sin ser oídos. Bruce se detuvo para contestarle.

 

—Descuida… no tengo nada para decirte, Clark. Habrás tenido tus razones. —Su rostro mostró sinceridad.

 

El Kryptoniano soltó el agarre y viendo la franqueza con la que el otro hablaba se quedó pensativo. Se esperaba otro tipo de reacción recordando cómo había sido la última vez que habían chocado. Aunque las circunstancias habían sido diferentes, esta vez temía que vez fuera peor. Pero su reacción fue contraria a lo que se esperaba.

 

—¿Realmente no estás enojado? Espera… ¿Acaso… llevas algún accesorio en particular hoy? —preguntó expectante a la respuesta del otro. Esa podría ser una opción que no descartaba y la duda comenzó a carcomer su estómago.

 

Los ojos de Bruce se abrieron ante la sorpresa. Claro, como iba a olvidarse Superman de aquella cadena. Recordaba divertido el último encuentro cuando la usó. Era obvio que el otro estaba prevenido. Seguramente pensaba que con lo ocurrido lo iba a usar de nuevo.

 

—Hmph, descuida. Esta vez no. —Rió por dentro pero por fuera solo mostró una leve sonrisa.

 

El cuerpo del reportero se aflojó. Inconscientemente se había puesto duro frente a la idea de que usara esa joya otra vez. No quería tener que esperar más tiempo para estar cerca del hombre que amaba. Ya no lo iba a volver a tolerar. Un mes para él había sido demasiado.

 

Feliz viendo que las cosas se habían aclarado no pudo evitar sonreír y exhalar una bocanada de aire—: ¡Bien! Me alegro. No quería volver a tener que esperar tanto tiempo para verte. Por eso mismo le hablé a Lois de nosotros.

 

—“¡¿Qué hiciste qué?!” —gritó por dentro pero usó todas sus facultades para controlarse y no exteriorizarlo—. ¿Cómo que… le contaste de nosotros? —Trató de sonar calmado pero no lo lograba.

 

—Bueno si… no específicamente. Solo sabe que estoy saliendo con alguien. Se sorprendió bastante la verdad, pero necesitaba saberlo, si no tenía que estar ocultándolo todo el tiempo. Digamos que me estaba comenzando a molestar bastante las interrupciones. No van a volver a pasar.

 

Inmediatamente Bruce respiró profundo. Ahora era él el que había estado tensionado y había puesto duro su cuerpo.

 

—¿Frustrado por el asunto? —Ya más tranquilo volvió a centrarse y una mueca divertida se formó en su labio.

 

—No te das una idea —dijo acercándosele al rostro.

 

La distancia era lo suficiente para lograr una mayor intimidad pero no tanto como para insinuar algo sospechoso, sabía que todavía estaban en público y no quería incomodar al señor de la noche. Rozó sus dedos con la mano del otro y pudo notar como el cuerpo de Bruce se estremeció.

 

—Quizás… la próxima tengamos más suerte. —La voz de Bruce era baja, casi inaudible. Un brillo se presentó en los ojos del playboy. Sentía sus labios secos y pasó la lengua sobre ellos para mojarlos. No podía reprimir el sentirse así pero se contenía ya que no era ni el momento ni el lugar.

 

—Claro… ¿Esta noche? —preguntó interesado el hombre de acero. Deseaba hacerlo suyo, allí mismo, y una necesidad de besarlo se generó en su abdomen al verle relamerse los labios. La necesidad del contacto era desesperante.

 

—Podría ser… pero antes tengo otras obligaciones. —Desvió rápidamente su mano y volvió a tomar postura de playboy filántropo—. El evento recién comienza, le recomiendo que disfrute del servicio y las actividades. Por mi parte me retiro, debo seguir recibiendo invitados. Hasta luego, señor Kent. —Apartó la vista y se alejó de él al instante.

 

Uno de los dos debía mantener la distancia porque la química que estaban generando era innegable. Ninguno de los dos estaba en condiciones de resistir mucho más. Ambos lo sabían. Y aunque no querían, nuevamente debían esperar.

Notas finales:

Buenooo, todavía sigue la cosa! Ahora se viene lo bueno, jijijiji lamento que me llevara tiempo pero entre exámenes y eso no le podía dedicar! Además siempre soy obsesiva y lo reviso muchas veces antes de subirlo! Igual, siempre algún que otro error encuentro!!! Besos y gracias por leer!


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