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Notas del capitulo:

Hola!!! Acá está la actualización! Como siempre, espero que les guste!!! Cualquier comentario es bien recibido!!

Revisado :)

Capítulo 6: Hostilidad Incontrolable.

 

 

El evento había sido irrumpido por unos asaltantes sin escrúpulos y dispuestos a todo para obtener el dinero de la cuenta benéfica. La situación no era para nada favorable. Superman se encontraba tendido en el suelo junto con todos los demás rehenes sin poder actuar. Si lo hacía, su identidad iba quedar al descubierto. Pero poco ya le importaba, su pareja estaba mal herida y encima tenía a un loco que no dudaba en golpearle o dispararle nuevamente. Miró atento la escena y a pesar de que tenía al hombre apuntándolo, el murciélago seguía sonriendo; la vida de Bruce corría peligro. A Superman no le inquietaba ser desenmascarado, así que no iba a quedarse ni un segundo más inmóvil.

El hombre gravemente lastimado nuevamente buscó la mirada de Clark; al encontrarla, en seguida percibió que este no se quedaría quieto mucho más tiempo. Así que apenas siseó la cabeza en señal de desaprobación ante lo que estaba por hacer el otro.

 

“¿Aún pretende que permanezca quieto?” —pensó furioso.

 

Su ceño estaba completamente arrugado y apretaba fuertemente los dientes de impotencia. Podía sentir como la condición física de Batman decaía a cada minuto que pasaba. Su respiración y sus latidos estaban bordeando un límite peligroso.

Nuevamente notó como el playboy abría sus labios para hablarle pero ya había tomado una decisión, debía acabar con esto rápidamente antes de que aquel hombre disparara.

 

“Por favor… quédate quieto”. —El playboy le suplicó moviendo los labios tratando de convencerlo de que no se moviera.

 

Si Clark se movía, sería el fin de su vida privada. Todos los medios estaban presentes y sería cuestión de horas en que el mundo entero lo supiera. Él era un simple reportero que tenía una existencia tranquila y placentera. Sabía que a pesar de todo le gustaba ser humano y disfrutaba de las cosas simples y cotidianas. No se lo iba a perdonar si por su culpa el otro se exponía ante todos.

 El hombre que parecía ser el técnico del grupo y que operaba la computadora se levantó veloz y se juntó a su compañero.

 

—¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡Si lo matas se acaba la misión! —Tomó con fuerza el brazo tendido del otro, haciendo que la mira del cañón de su pistola apuntara al suelo.

 

El otro furioso le propinó un revés que lo tiró al piso. El aturdido en seguida sacó su pistola y le apuntó. El hombre robusto sonriendo levantó las manos en señal pacífica para calmar al otro.

 

—Lamento mi brusquedad. No me gusta que me interrumpan cuando me estoy divirtiendo. —Guardó su arma y le tendió la mano al que estaba apuntándolo.

 

—Bueno, ¡debes calmarte! Lo necesitamos vivo. Ya suficiente daño le has hecho. —Tomó la mano del otro y se levantó.

 

Bruce cansado de mantenerse en pie, nuevamente se desplomó de rodillas. Comenzó a marearse y trató de calmar su agitada respiración. Se alivió al distinguir que el súper hombre se quedó en el lugar al verlo fuera de peligro, pero no sabía cuánto más iba a poder mantenerlo así. Tenía que pensar un plan antes de que el otro reaccionara y se exhibiera. Entonces pudo ver cómo su golpeador se acercó al público, tomó a una de las mujeres de los cabellos y la trajo hasta ponerla en frente suyo.

 

—Veo que necesito otro encare con usted, señor Wayne. Por lo visto le da lo mismo que suceda con su vida. ¿Pero qué tal la vida de esta señorita?

 

El hombre volvió a sacar su arma y apuntó en la sien de la mujer mientras le seguía sosteniendo de los pelos. La mujer gritaba asustada y suplicaba por su vida. Hasta le había ofrecido una suma de dinero importantísima pero el hombre la ignoraba por completo, miraba atento las reacciones del millonario que permanecía callado.

 

—Bien… estoy medio impaciente. Si no obtengo respuesta a la cuenta de tres, la mataré. Y luego seguiré con otro y otro, hasta acabar con todos y cada uno de los presentes. —Miró a la mujer divertido mientras le respiraba en el cuello—. Uno… —Soltó los cabellos de la señora y la empujó sobre el playboy.

 

—¡Por favor! ¡Haz algo! ¡No dejes que me maten! —La dama lloraba desconsolada mientras sacudía al anfitrión por las solapas del saco.

 

—Dos… —Apuntó justo en su cabeza.

 

Bruce sostenía de los hombros a la mujer que temblaba y que ya había enterrado su rostro en su pecho esperando desconsolada su terrible final. El hombre apoyó su arma en la nuca de la mujer y…

 

—¡Espera! —exclamó fuertemente el héroe de Gotham produciéndole un dolor agudo del esfuerzo ante el grito—. Espera… co-cooperaré. Solo… no lastimen a nadie. —Alzó la vista y miró aturdido al hombre que volvió a guardar su arma.

 

—Hubiéramos empezado por ahí. —Tomó a la mujer del brazo y con fuerza la empujó en donde estaba la multitud desparramándola por el piso—. Ahora has la transferencia. —Acercó la maquina hasta sus rodillas.

 

—N-no puedo… sin los códigos…. Pero los con-seguiré. —Hizo una pausa para poder respirar. Su rostro ya se encontraba pálido—. Solo… si salimos de aquí.

 

El hombre se agachó y lo tomó del cuello, lo acercó bien a su rostro en un acto agresivo y le murmuró—: Nos tomas por idiotas, ¿quieres pasarte de listo? —Apretó levemente su garganta. Pero el hombre es interrumpido por el murciélago que inteligentemente le contesta.

 

—Necesito… señal. No lo puedo… hacer aquí. A-además, me llevas a mí… como rehén. —Su voz sonaba apagada por el agarre del otro.

 

El hombre lo soltó y suspiró frustrado, luego miró a su compañero unos segundos, buscando apoyó ante la decisión que iba a tomar. Como acto de buena fe, el millonario acercó sus manos a la computadora y derivó muchísimo dinero de su cuenta personal. El hombre lo miró atento con el ceño fruncido.

 

—Mi cuenta… no tiene restricciones… Tómalo como un adelanto. Ya te retiras… sin las manos vacías. —Dio vuelta la máquina para que pudiera ver la cifra que había transferido a la cuenta de ellos.

 

El hombre se levantó y pareció meditar la situación. Ni siquiera miró la pantalla para ver el monto que le habían depositado. Esto llamó la atención de Batman; todo sucedía de manera extraña e impredecible. El hombre robusto le pasó la maquina a su compañero que enseguida verificó la veracidad de la transacción.

 

—Está bien, no hay trucos. —Lo miró a los ojos y cerró su computadora.

 

El aludido entendió lo que el otro le insinuó con su gesto, miró a todos sus hombres y les hizo señas. Estos rápidamente las interpretaron y organizados salieron del lugar. Agarró el cuerpo de Bruce y lo levantó del suelo desde el brazo. Tomándolo de un costado lo ayudó a caminar para salir del lugar. Bruce casi se dejaba arrastrar, no tenía fuerzas para mantenerse en pie.

 

—Damas y caballeros, espero que hayan terminado bien su velada… Les recomiendo que no se muevan hasta que nos marchemos. Nadie haga nada tonto. Mi gente todavía va a permanecer cerca y ante cualquier acto sospechoso los mataran —habló potentemente mientras les apuntaba a todos.

 

Una vez afuera, el hombre que cargaba al herido se acercó a un auto y lo introdujo en el donde ya lo esperaban el técnico y otros dos hombres más. Un segundo vehículo ya estaba ocupado por los malhechores restantes y con señales de luces se marcharon. El hombre robusto se subió al auto y se sentó junto al playboy. Después de meterse, el coche arrancó velozmente alejándose del edificio.

 

 

____________________

 

 

 

En el evento, todos los integrantes comenzaron a levantarse lentamente con miedo y un murmullo se empezó a oír. Fox se puso de pie rápidamente y sin importarle la advertencia del que se había marchado fue a la sala de vigilancia para corroborar lo que había pasado con la seguridad. Llegado a la sala, no encontró a nadie y las pantallas estaban con interferencia. En seguida recordó el artefacto que evitaba que funcionara todo lo electrónico y bajó nuevamente para pedir ayuda.

 

—¡Que alguien rompa aquél aparato que activaron! —habló a la multitud desde las escaleras.

 

Un hombre valiente se acercó al dispositivo, pero a pesar del esfuerzo no pudo retirarlo de la pared; el mismo estaba asegurado fuertemente. Un empleado que estaba cerca le tendió la bandeja que anteriormente usaba para ofrecer bebidas para que lo empleara como arma. En seguida el sujeto aceptó el instrumento y comenzó a darle duro al objeto para romperlo; el mismo quedó destrozado con el tercer golpe. Favorablemente, las cámaras y celulares volvieron a estar funcionales al instante.

A penas se retiraron los secuestradores Clark miró con su visión de rayos x y confirmó que ya no había peligro. Todos los asaltantes se habían marchado y eso le daba la oportunidad de retirarse tranquilo del evento para ir en búsqueda de Bruce.

 

—Lois, ¡no me siento bien! Creo que voy a v-vomitar. —Se sostuvo el estómago fingiendo malestar—. Lo siento… ya no aguanto. —Tapó su boca y comenzó a correr—. ¡Pide ayuda a Superman! —Señaló al sector de los medios mientras corría al piso superior en donde estaban los baños.

 

La mujer tomó la iniciativa y se a acercó a uno de los caballeros de la prensa que asistía allí—: Usted, ¡ayúdeme! Necesitamos transmitir algo por televisión. —Señaló una de las filmadoras y salió corriendo a tomar un micrófono.

 

Al segundo Lois comunicó la noticia de lo que estaba sucediendo a las cámaras de un canal.

 

—Aquí Lois Lane, reportera del Daily Planet. La transmisión del evento fue cortada por unos ladrones que recientemente irrumpieron en el evento de caridad. Bruce Wayne fue secuestrado por los asaltantes y se fueron del lugar con él como rehén… Quieren robar todo el dinero recaudado de la cuenta benéfica. Superman, si estas oyendo esta transmisión, ¡necesitamos tu ayuda cuanto antes!

 

____________________

 

 

 

Bruce estaba con su nuca apoyada sobre el respaldo en el asiento de atrás y miraba hacia el techo ido. Había perdido mucha sangre y a pesar de que a su lado el hombre robusto le hablaba, solo podía escuchar un balbuceo a lo lejos. Las palabras le eran incomprensibles y poco le importaba intentar interpretarlas. Ahora sabía que el edificio estaba seguro, así que se dejó llevar sin más.

 

—¡Hey! ¡No te duermas! —El hombre lo sacudió con fuerza para despabilarlo pero no obtuvo respuesta—. Apenas si me entiende... Pásame la jeringa —le habló a su compañero que en el acto sacó un estuche.

 

—¡Es tu culpa! ¡No debiste dispararle! Se supone que esto no era lo que teníamos que hacer… vamos a tener problemas.

 

—Ya no importa, podemos obtener más dinero. ¡Pásame la maldita jeringa! —le demandó.

 

El técnico parecía nervioso, no estaba de acuerdo con el accionar del otro, dudó unos segundos antes de abrir el estuche, pero mirando al mal herido consideró que era lo mejor. Suspiró antes de tenderle la jeringa automática que estaba cargada al hombre robusto, y este al instante inyectó en al aturdido el contenido de la jeringa para luego devolverle el aparato a su compañero. Automáticamente Bruce pegó un quejido de dolor y empezó a tener temblores musculares mientras que sus pupilas se dilataron un poco. Las pulsaciones que habían descendido aumentaron, permitiéndole recobrar mayor lucidez.

 

—¿Qué, qué me dieron? —preguntó extrañado al recuperar un poco de conciencia.

 

—Adrenalina inyectable. Te necesitamos despierto para que hagas tu tarea. —Le tendió un celular—. Has las llamadas que tengas que hacer. Solo ten cuidado a quien le hablas, porque estoy escuchando. —Se le pegó con la pistola apuntando en su costilla.

 

—¿Qué es lo que realmente quieren? —preguntó Bruce mientras tomaba el celular que el otro le tendía.

 

Ambos asaltantes se asombraron. La pregunta los descolocó por unos segundos pero el hombre robusto reaccionó—: N-no nos hagas repetir. ¡Consigue los códigos y has la transferencia!

 

El auto estaba tomando un curso incierto. La idea era mantenerse en movimiento y llamar lo menos posible la atención para permanecer ocultos. Querían sonsacar la información al playboy para obtener la cifra millonaria que había recaudado el evento de caridad. Pero su recorrido terminó más rápido de lo que esperaban. Inciertamente el auto a pesar de estar funcional, comenzó a perder velocidad llamando la atención de todos los ocupantes. Un olor a goma quemada se distinguió en el ambiento al tener una de las ventanillas bajas. El conductor del vehículo al ver detenida su marcha por completo, sacó la cabeza y confirmó lo que los había parado. Las ruedas delanteras estaban completamente derretidas.

 

—¿Qué rayos sucede? ¿Por qué nos detuvimos? —preguntó nervioso el hombre robusto al conductor, mientras se acercaba hasta la parte delantera.

 

No pudo oír respuesta ya que un ruido fuerte asustó a todos, logrando que se quedaran en silencio buscando la razón del sonido. Al instante mirando hacia arriba notaron el techo abollado considerablemente. El causante del estruendo no dio tiempo a que reaccionaran ya que sus manos tomaron la parte superior del techo hasta abrirlo por completo hacia arriba y en cuestión de segundos lo arrancó de un tirón. Los hombres que estaban dentro distinguieron a un hombre levitando de traje azul que los miraba con ojos encendidos de furia. El conductor y su acompañante se bajaron rápidamente con sus armas en mano y comenzaron a vaciar sus cargadores hacia el hombre de acero. Las balas solo consiguieron rebotar en ese cuerpo impenetrable. Superman descendió y acercándose a uno de ellos tomó su metralleta y dobló la punta hacia arriba. El otro asustado de ver que no podía hacer nada salió corriendo intentando huir del lugar.  Al notar esto, el Kryptoniano se dio media vuelta y sin molestarse en ir a buscarlo tomó aire y con un fuerte soplido levantó al hombre del piso haciéndolo estrellarse fuertemente contra una pared, dejando al conductor inconsciente al instante. El que tenía enfrente no se quedó quieto, y usando la culata de su arma le propinó un fuerte golpe por la espala sin mucho éxito. El súper hombre lo enfrentó con un empujón al pecho tirándolo por el pavimento y logrando que quedara inmóvil, desmayado. Alzó su vista hacia los dos ladrones que no se habían movido del auto que habían quedado mirando aterrados la escena y caminó lentamente hacia ellos. Alterado, el hombre robusto tomó una granada y se la lanzó con el propósito de hacerlo estallar; pero desafortunadamente solo logró enfurecer aún más al súper hombre, que tomando la granada entre sus mano, la dejó explotar para no causar ningún daño a su alrededor. Luego, con un simple salto se posicionó sobre el auto levitando.

 

—¡¿Quién demonios te crees que eres?! —El hombre robusto comenzó a dispararle al súper hombre desesperadamente ante el pánico, pero las balas solo seguían rebotando.

 

El técnico espantado tomó la manija de la puerta para abrirla y salir corriendo pero no pudo ir muy lejos.

 

—Yo que tú no haría eso —sentenció con voz gutural Superman, mirándolo de reojo.

 

El hombre asintió enérgicamente y se quedó paralizado sin hacer ningún movimiento, recordando lo que le había sucedido al otro que intentó escapar. El que le estaba disparando se quedó sin balas y sacando un cuchillo lo apoyó en la garganta del playboy.

 

—Si quieres que el tipo de aquí siga con vida, te recomiendo que te vayas volando y nos dejes en paz. —Miró desdeñoso al hombre de arriba.

 

El héroe de Metrópolis frunció su ceño aún más de lo que estaba y una hostilidad incontrolable emergió de su estómago. Atacó con su visión calórica directamente sobre la mano del agresor haciendo soltar el elemento cortante al instante. Se inclinó y tiró su brazo hacia atrás para suministrarle un fuerte golpe pero afortunadamente el hombre fue noqueado por un codazo de Batman, que sin dudarlo, se movió primero antes que el otro lo lastimara.

 

—¿Qué estabas… por hacer? —Le recriminó Bruce con mirada grave.

 

—No iba a matarlo… Solo lo iba a noquear. Aunque mínimamente pretendía quebrarle la mandíbula. —Agarró al hombre de la ropa y lo acercó hasta su cara.

 

No estaba satisfecho. No era justo que solo quedara desmayado con un simple golpe, quería ser él quien lo apaleara fuertemente para desquitarse toda la bronca que tenía. El maldito había lastimado gravemente a su amante, lo había hecho adrede y hasta lo había disfrutado. Lo alzó por arriba de su cabeza y volvió a tirar su brazo hacia atrás con claras intenciones de desquitarse. Velozmente acercó su puño para propinarle el golpe y frenó justo a unos centímetros de su cara produciendo solamente una ráfaga de viento. Su brazo permaneció tenso y su mano en puño temblaba. Había frenado ese golpe con toda la voluntad de su espíritu.

 

—No vale la pena. —Exhaló fuertemente y bajó su brazo. Lugo lo soltó tirándolo hacia atrás logrando que cayera junto a los otros que estaban tendidos en el piso.

 

Aclarando su mente, sabía que en ese instante solo importaba el murciélago que estaba herido. Le dedicó una breve mirada al técnico que era el único que permanecía consciente y notó que este no estaba en condiciones de hacerle frente a nadie. Por el contrario, estaba paralizado, y ante la severa mirada del súper hombre pegó un chillido del susto y se desvaneció al instante desplomándose en el asiento.

Tras esto, Superman le dedico un vistazo rápido a su pareja para inspeccionar como estaba y arrugó su rostro confundido.

 

—¿Qué te han dado? —preguntó al notarlo más lúcido que antes de salir del evento.

 

—Adrenalina. —Miró al hombre desmayado a su lado y tomó su computadora.

 

—Necesitas atención médica cuanto antes. Tienes todavía la bala alojada. —Le tendió la mano para sacarlo de ahí y llevarlo a un hospital pronto.

 

Batman inspeccionó la computadora que había agarrado, no tenía intenciones de irse en ese instante, quería indagar todo lo posible de los atracadores. Sacó un pendrive de su bolsillo y comenzó a descargar información de la máquina.

 

—No… Primero necesito averiguar quiénes… son. Captura a los otros, no podemos dejar que escapen… Luego me llevarás con Leslie. —Mientras le hablaba descargaba la información y cancelaba la transacción que había hecho.

 

—Aunque la adrenalina mantiene tu corazón activo no duraras mucho en este estado. —Se puso a su lado y de un tirón arrancó la puerta.

 

—Estoy bien, solo ve y atrapa a esos hombres. Huyeron en una camioneta… —Comenzó a dormitarse y hacía fuerza para mantener sus ojos abiertos—…mientras, yo descansaré un poco… aquí. —Cerró los ojos apoyándose en el respaldo.

 

—¡Estás loco! Has perdido mucha sangre. ¡No iré a ningún otro lugar sin ti! —Estaba impresionado por lo obstinado que era el otro, se encontraba al límite y aun así no le preocupaba su estado—. ¿Bruce?… ¡Bruce! —Movió un poco al millonario pero este no reaccionó.

 

El playboy ya no respondía ante el llamado del súper hombre, había quedado inconsciente. Su rostro estaba blanco como el papel y sus pulsaciones comenzaron a disminuir rápidamente. Al oír esto, sin dudarlo un segundo más, Clark lo tomó en brazos y salió volando apresuradamente para dirigirse al hospital.

 

—Por favor Bruce… resiste. —Rogó el Kryptoniano mientras afianzaba más su agarre.

 

 

 

En el hospital.

 

 

 

Bruce Wayne se encontraba en la sala de cirugías siendo operado, los médicos estaban retirando la bala de su abdomen y al mismo tiempo le hacían transfusión de sangre. Superman estaba cerca y veía todo lo que sucedía con su visión mientras vigilaba las pulsaciones del mayor. Caminaba de un extremo a otro impaciente, quería estar seguro de que el playboy se encontrara bien. Leslie Thompkins estaba a su lado y lo miraba mientras pensaba en cómo calmarlo. Al ver el nerviosismo y la impaciencia con la que se movía el hombre de acero, no dudo en conversar—: Descuida, está en las mejores manos. Lo trajiste a tiempo. —Se levantó y tocó su hombro en un intento por tranquilizarlo.

 

—Doctora, si algo le llega a suceder… no me lo voy a perdonar. Debí reaccionar antes. —Se sentó un instante y ocultó su rostro con sus manos.

 

—Hay cosas que a veces nos superan y que no podemos controlar. Pero si está con vida ahora es gracias a ti. Él es fuerte, va a salir adelante como tantas otras veces. —Le habló dulcemente para reconfortarlo.

 

Aquella mujer tiene la confianza del señor de la noche. Habiendo sido la mejor amiga y compañera de trabajo de su fallecido padre, Thomas Wayne, conocía al playboy desde pequeño. Había sido su tutora junto con su mayordomo y en diversas ocasiones una figura materna tras la muerte de sus padres. Muchas veces se había hecho cargo de tratarlo frente heridas graves y había sido participe de muchas situaciones similares sabiendo de su identidad como Batman.

 

Al minuto salió uno de los médicos que se encontraba operando y Clark se levantó rápidamente.

 

—El paciente está estable. Afortunadamente la bala no tocó ningún órgano y no se partió al alojarse. La herida es un poco profunda pero más allá de eso, nada grave. Lo que sí, perdió mucha sangre, así que probablemente esté anémico por un tiempo. Tendrá que tener ciertos cuidados para consigo mismo de ahora en adelante. —El hombre hizo una pausa y luego siguió—. Lo que me llama la atención es su condición física en general. Estaba deshidratado y por eso le están suministrando suero. Obviamente le proporcionaron la medicación pertinente para la ocasión. Ahora mismo lo están cociendo, seguramente en un par de horas se estará despertando.

 

Kal-El sabía el porqué. Batman había descuidado su salud en ese último tiempo. Avocado completamente a su misión, seguramente no había estado alimentándose como correspondía y ya sabía de ante mano que no había dormido durante días. Era obvio que su cuerpo iba a colapsar en algún momento. Frustrado por la situación, el hombre de acero se quedó pensativo, pero a la vez estaba aliviado, agradecía al cielo de que su pareja estuviera a salvo.

Luego más calmado recordó lo que le había dicho el otro en el auto. Tenía que atrapar a los asaltantes que habían escapado. Además, también tenía que regresar al evento, sino, seguramente Lois comenzaría a sospechar de su ausencia.

 

—Aún tengo cosas que hacer. —Se dirigió a Leslie—. Le agradezco por todo doctora. Obviamente le pido que esto permanezca de manera confidencial, seguramente él le dirá luego como proceder. Comuníquese con Alfred por favor y avísele de su condición. Cualquier cosa que suceda no dude en llamarme.

 

—Sí, descuida. Yo me ocupo.

 

Y sin decir más el hombre de acero salió volando del lugar.

 

 

 

Evento de Caridad.

 

 

Fuera del edificio ya se encontraban varios patrulleros y un par de ambulancias. Estos fueron convocados rápidamente por Fox en cuanto las comunicaciones fueron restauradas. Los médicos ingresaron al lugar y contuvieron a la dama que anteriormente había sido amenazada y que se encontraba en estado de shock. Luego fueron llamando uno a uno a los concurrentes para revisarlos si estaban heridos o si necesitaban algún tipo de contención.

El personal de seguridad del edificio que momentos atrás había desaparecido fue encontrado maniatado en un edificio adyacente. Todos los integrantes del equipo fueron llevados a la comisaría para ser interrogados por lo sucedido luego de ser chequeados por el personal médico. Afortunadamente, ninguno de ellos resultó lastimado.

Otros patrulleros habían salido a la búsqueda de Bruce Wayne que había sido secuestrado. Las cámaras estaban en vivo filmando todo el reportaje de lo que estaba sucediendo y dando minuto a minuto las novedades del caso.

Uno de los policías que se encontraba afuera del edificio se asombró al ver en el cielo a Superman que cargaba consigo a diez hombres atados. El descendió hasta dejarlos en el piso y se le acercó para hablarle al hombre.

 

—Oficial, aquí están los asaltantes que atracaron el lugar. Encárguese de ellos por favor —dijo mientras le tendía la mano.

 

Los periodistas que se encontraban cerca salieron corriendo al encuentro del súper hombre y enseguida lo rodearon con preguntas sobre la situación del playboy y de cómo había resuelto la captura de los asaltantes.

 

—Disculpen que no pueda contestar a todas sus preguntas. Solo les voy a informar que el señor Wayne se encuentra bien y lo están atendiendo en un hospital. Afortunadamente encontré al vehículo en donde lo estaban transportando y logré persuadir a uno de los ladrones para que me dijera donde se encontraban sus cómplices… No es necesario saber más detalles. Eso es todo, debo marcharme. —Y alzando vuelo se alejó del lugar.

 

____________________

 

 

 

Lois Lane estaba de brazos cruzados y miraba a los periodistas trabajar mientras daban la noticia del afortunado rescate del playboy y de la oportuna aparición del súper hombre que logró capturar a los criminales.

 

—Esta será una excelente noticia de primera plana. —Sonrió victoriosa y ya pensaba lo que iba a escribir en el Daily Planet a la mañana del día siguiente.

 

—¿Qué cosa Lois? ¿Qué novedades hay? —Apareció por detrás el Kryptoniano simulando desconcierto.

 

—¿Dónde estabas? Me había olvidado de ti.

 

—En el baño… ¿recuerdas? —Se acomodó los lentes nervioso.

 

—Ah, cierto… sí que eres flojo, Clark. —Rió divertida recordando su huida al baño—. Bueno afortunadamente Superman atrapó a los atracadores y rescató a Wayne. Al parecer por los datos que anunció el gerente de Industrias Wayne, la cuenta benéfica sigue intacta. Los asaltantes no pudieron doblegar al millonario. ¡Realmente asombroso!

 

—Vaya… sí que me perdí mucho. ¡Eso es fantástico! Parece un hombre admirable. —Mostró alegría y comenzó a tomar notas en su cuaderno.

 

—¡Sí que lo es! ¡Y tengo tanta suerte que cuando se recupere seré yo quien tenga la exclusiva de todo lo que pasó! —Se abrazó de la emoción.

 

Clark solo pudo reír incómodo mientras pensaba en alguna excusa para retirarse del lugar y volver al hospital. Pero debía quedarse con la reportera y cubrir el evento aunque él tenía toda la información de primera mano.

 

____________________

 

 

 

Ya había pasado un par de horas de lo sucedido y estaba deseoso por volver al hospital. La mayoría de los concurrentes se habían marchado y era cuestión de minutos que los medios que estaban presentes terminaran de guardar todas las cosas y se retiraran. Tenía que ser solo un poco más paciente. Ya le  había dicho a la reportera que pasaría la noche con su pareja y la otra sonrió divertida ante el comentario, dándose así la excusa para no volver con ella al departamento y regresar con el mayor. Y antes que se hiciera oficial la retirada, inesperadamente el celular de Clark sonó y lo sacó de sus pensamientos.

 

—Anda Villachica, atiende que debe ser tu novia, si quieres ir yendo, adelante, aquí ya terminamos —le dijo jocosa la mujer mientras se alejaba.

 

Clark tomó su celular y al ver el número de la doctora Thompkins atendió apresuradamente—: Doctora, ¿Qué sucede? —preguntó preocupado sigilosamente mientras se retiraba un poco de la zona para no ser escuchado.

 

—¡Bruce se ha ido! ¡Debes hallarlo! ¡El no debería estar moviéndose! —Habló alteradamente la mujer.

 

—Dios… Descuide, yo lo encontraré. —Colgó rápidamente.

 

Lois viéndolo a la cara, le hizo señas para que se marchara imaginando que había estado hablando con su novia. Clark accedió, y con un gesto de su mano se despidió sin decir más, apartándose de la vista de todos. Rápidamente tomó vuelo y salió en búsqueda del señor de la noche.

 

“Bruce… ¿A dónde pretendes ir en ese estado?” —pensó Superman, pero tenía la leve sospecha de lo que estaba por hacer el otro.

Notas finales:

Bueno!!! Que tensión!!! jajaja este Batman que no se queda quieto. Veremos qué pasa XD. Nos estamos leyendo por ahí! Cuídense!!!


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