Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quiero ser tu apoyo por Lure89

[Reviews - 214]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaa!!! muchas gracais por los reviews! Estoy segura que a todos los que escribimos nos gusta leer lo que piensan nuestros lectores. Ojalá haya más que se animen a escribirme y me cuente que les parece la historia. Todos sus comentarios me animan a seguir escribiendo!!! Gracias!!! Y bueno, acá la continuación!

(Capítulo revisado ;)

Capítulo 7: Agitada Respiración.

 

Gotham City. Cerca del Hospital

 

Solo tenía un objetivo en mente: el puerto. Esa era la noche en la que conseguiría la tan esperada información. Había sido paciente durante días y su paciencia había obtenido frutos. No iba a desperdiciar esa valiosa oportunidad por una simple herida. Bruce estaba acostumbrado a tener que trabajar por las noches en esas condiciones, y en esa oportunidad, no sería la excepción. Pero antes de llegar allí, debía prepararse, y eso le exigía regresar cuanto antes a su mansión. Podría haber pedido que lo transportaran, pero también significaba tener que dar explicaciones y argumentos para que lo dejaran salir del hospital. El tiempo era precioso y no podía desperdiciarlo discutiendo con nadie.

Se encontraba caminando por las calles en dirección a una avenida. Su caminar era lento, torpe y pesado. Le costaba cada paso que daba y transpiraba agitado del esfuerzo. Pero era tenaz, no se iba dejar vencer fácilmente, estaba seguro que repondría fuerzas en el camino. Una vez puesta su investidura ya no sería Bruce Wayne, sino Batman, el vigilante nocturno que jamás se rendía.

Una vez llegado a la avenida, distinguió un taxi a lo lejos y le hizo señas para que se detuviera. El auto se arrimó y el playboy tomó asiento. Permaneció unos segundos en silencio recuperando el aliento. El hombre echó un rápido vistazo por el espejo retrovisor antes de arrancar.

 

—Señor, ¿A dónde lo…? ¡Dios mío! ¡Pero si es Bruce Wayne! Ha estado en las noticias de la radio. —Se dio media vuelta para mirarlo de frente—. ¡Pero usted debería estar en el hospital! Oí que le habían disparado —dijo el hombre asombrado y se percató de su camisa rota y manchada de rojo.

 

—No crea todo lo que dicen los medios, lo que ve solo es salpicadura de vino. Necesito que me lleve hasta mi mansión —habló sin pausa, tratando de sonar casual a pesar de su agitación.

 

El hombre dudaba si llevarlo o no, no quería tener problemas. Además se daba cuenta que le estaba mintiendo, y al verlo mejor, notaba su cara pálida y el esfuerzo que hacía para respirar. Pero pronto cambió de parecer al ver los billetes.

 

—Le pagaré el triple y por adelantado si no dice nada y se pone en marcha. —Le ofreció los billetes que tenía en mano.

 

El hombre los tomó, los contó y rápido se los guardó en el bolsillo.

 

—Bueno… es un país libre… Dígame como llegar hasta allí. —Puso en marcha su auto y arrancó hasta el destino indicado.

 

 

____________________

 

 

Superman sobrevolaba los cielos en búsqueda de Bruce. Antes le había dicho que le costaba encontrarlo por las noches, pero solo era una excusa para comenzar a hablarle en aquella ocasión cuando lo fue a buscar en el puerto. Él podía encontrarlo estuviera donde estuviera gracias al latido de su corazón. Era algo único e inconfundible para él.

No tardó mucho en localizarlo. Pudo sentir sus latidos provenientes de un taxi que se estaba alejando de la ciudad. Voló hasta quedar frente a este y puso su mano en forma de alto para detener el auto. El hombre que conducía, al ver al Kryptoniano, puso los frenos enseguida y detuvo la marcha.

Bruce que se encontraba dormitando en el vehículo se despertó ante la fuerte frenada.

 

—¿Qué sucede? —preguntó medio atontado, todavía sin entender que había ocurrido.

 

El hombre señaló tembloroso hacia el frente. El millonario al principio no pudo distinguir nada por tener su vista media nublada, pero al segundo, su vista se aclaró y pudo distinguir al súper hombre acercándose hacia el auto.

 

—Superman… hizo señas para que me detuviera —dijo con vos entrecortada el taxista.

 

—Bien, no se vaya y espéreme. En seguida regreso. —Resopló frustrado y se bajó del auto. Creía que iba a poder llegar tranquilo hasta su mansión pero no parecía que fuera a suceder así.

 

Superman se acercó hasta la ventanilla del taxi y golpeó levemente esta para que el hombre la bajara. Mientras, no apartaba la vista del caballero de la noche que miraba a la nada.

 

—Disculpe la molestia señor. Le pagaré el importe del viaje y luego le voy a pedir que se marche. —Le dedicó un breve vistazo.

 

—N-no, no hace falta… la cuenta ya está paga. Si no me necesitan aquí, me retiro inmediatamente. —Al ver a Superman erguirse y alejarse, puso su auto en marcha y se retiró del lugar asustado.

 

Bruce lo miró enfadado y suspiró rodando los ojos.

 

—Has espantado a mi taxista. —Apoyó los brazos, incómodo, en su cintura. Estar parado le costaba un gran esfuerzo.

 

—¿Qué crees que haces? Se supones que deberías estar en el hospital. Por si no lo recuerdas… casi te mueres. —Le recriminó serio.

 

—No exageres… Tengo trabajo que hacer… no me podía quedar. —Posó sus ojos en los del súper hombre que lo miraban enojado.

 

Bruce apenas si se podía sostener en pie. Superman notaba como sus piernas temblaban y como su cuerpo buscaba una posición cómoda para estar parado. Trataba de mantenerse erguido, pero obviamente la herida le estaba doliendo, logrando que su cuerpo se inclinara un poco hacia delante. Sus ojos lucían cansados, y percibía el esfuerzo que hacía para mantenerlos abiertos. Hasta el respirar le estaba costando y veía como las gotas de transpiración recorrían su rostro. Aunque el murciélago trataba de mostrar entereza, obviamente no podía ocultar su mala condición.

 

—En eses estado… no lo creo —dijo al notar su terrible actuación.

 

—Mira, Clark… no tengo tiempo… de discutir esto contigo. Debo ponerme mi traje e ir al puerto. —Acarició levemente su sien. Sufría un fuerte dolor de cabeza producto del culatazo que le habían propinado. También había recibido un par de puntos ahí, pero estos estaban cubiertos por una gasa.

 

—Estás loco. ¡Lo que intentas hacer es suicidio! —exclamó con intensidad. No podía creer lo que estaba discutiendo con el playboy.

 

Batman no prestó atención a lo que el otro le decía, no pensaba seguir discutiendo con él. Estaba decidido en ir a su mansión y ocuparse del trabajo; aunque esto le implicara ir caminando.

Encaró hasta el hombre de traje azul sin cuidado. Sus pasos eran lentos y sin hacer mueca de dolor siguió su andar. Pasó por al lado del hombre de acero y este lo detuvo frustrado desde el brazo.

 

—¡No me toques! Haa, haa... —le gritó fuertemente agitado. Su respiración era acelerada a pesar de los pocos movimientos que había dado.

 

—No hagas más difícil la situación Bruce. No me obligues a que te noquee. Coopera conmigo y vuelve al hospital. —Sus ojos se entristecieron. No quería tener que forzarlo, lo único que lograría sería que el murciélago se enfureciera aterradoramente con él.

 

—¿Serías… Haa, haa… capaz? —le preguntó curioso.

 

—Dadas las circunstancias… no me dejarías otra opción. —Lo miró seriamente. Si no lograba convencerlo, lo obligaría si era necesario.

 

Con un rápido movimiento lo puso en frente suyo y lo abrazó por la cintura.

 

—No estás en tus mejores condiciones… Ni hablar que apenas te puedes mantener en pie. ¿Cómo piensas hacer? Bruce… no quiero que vuelvas a poner tu vida en peligro —le habló tristemente mientras lo estrechaba más hacia sí y hundía su rostro entre sus cabellos.

 

—¡Su-suéltame! —Forcejeó un poco pero le era imposible salirse del agarre del otro. Después de un tiempo suspiró vencido y se dejó contener. Miró hacia un costado avergonzado y lentamente alzó sus manos hasta tocarle los hombros. Superman abrió sus codos permitiéndole a Bruce pasar sus brazos por debajo y compartir el abrazo.

 

La manera en que lo rodeaba le hizo olvidar su dolor por un instante. El calor de la piel de Superman calmaba su cuerpo frío y cansado. Estrecharse de esa manera había hasta logrado aquietar su aliento y los latidos de su corazón. Estando así, con ese hombre, le daba una sensación de paz y confort. No sabía porque, pero cuando él le tocaba, perdía total conciencia de lo que pasaba a su alrededor y se dejaba arrastrar por su aroma y calidez. Haciendo fuerza para salir del hechizo en el que estaba, volvió a enfocarse en su misión.

 

—Clark… si no voy… mucha gente va a morir. ¿Quién más se va a ocupar de esta ciudad? —Apartó su rostro sonrojado y tomó distancia.

 

El Kryptoniano soltó el agarre un tanto molesto e hizo un mohín. Estaba realmente a gusto en sus brazos y había notado que el mayor también. Al menos había logrado tranquilizarlo y apaciguar su agitada respiración. Permitió que se alejara un poco también para poder observarlo mejor. Decidió entonces ir por otro camino: si no puedes contra él, únetele.

 

—Entonces… déjame ayudarte. Estoy aquí, ¿por qué no te apoyas más en mí?

 

Quería ser su apoyo, su sostén, alguien en el cual él pudiera confiar. ¿Por qué siempre tenía que actuar solo? ¿Por qué nunca pedía su ayuda? Él era su pareja, debería poder contar con él siempre, para lo que sea. Pero nunca pedía asistencia, no importaba lo grabe o difícil de la situación, él siempre operaba solo en su ciudad. Esto lo indignaba y afligía mucho. Deseaba que algún día pudiera tener la plena confianza del señor de la noche y que lo llamara siempre que lo necesitara.

 

—Tú no entiendes como se manejan… en esta ciudad. Las cosas se hacen con tacto, con inteligencia, razona… ¡Agh! —No pudo terminar su frase. Sintió una fuerte punzada en su cabeza que lo mareó y notó como su alrededor comenzaba a dar vueltas.

 

Superman rápidamente lo tomó de un brazo rodeándolo por sus hombros y lo sujetó de la cintura para evitar que se desplomara.

 

—Yo me ocuparé de los cargamentos y tú me dirás lo que tengo que hacer. Pero debemos volver al hospital. Tu herida volvió a abrirse. —Notó su mano ensangrentada de cuando lo sostuvo de la caída.

 

—E-está bien… accederé a que me ayudes… Pero no iré al hospital… A-alfred puede encargarse de volver a coserme. —Sus ojos suplicaban con esa petición. Todavía estaba un poco, pero aun así necesitaba volver a su mansión.

 

—Está bien. —Suspiró victorioso. Al menos lo había convencido de no ir.

 

Superman lo tomó en brazos y comenzó a volar hasta la mansión Wayne. Bruce se encontraba exhausto y fatigado, tanto moverse lo cansó aún más. Permanecía consiente en los brazos del otro, pero no pronunciaba palabra. Solo descansó su cabeza en su pecho y una mano se apoyó en sus pectorales sintiendo como el calor del súper hombre lo envolvía. No quería admitirlo pero le gustaba la sensación, era reconfortante.

Estuvo así unos minutos hasta que alzó la cabeza buscando los ojos azules del Kryptoniano que miraba atento a su camino. Clark notó su mirada y bajó la vista hasta encontrarse con los ojos del mayor.

 

—Clark… —lo llamó con una voz dócil y ligera.

 

—¿Qué sucede?

 

Bruce alzó su mano hasta el rostro del menor y tomó su oreja. La acarició suavemente por unos segundos y luego continuó su recorrido hasta su nuca para pasar entre sus dedos los cabellos lacios y sedosos. Sus ojos brillaban y sus labios se separaron ligeramente. Superman entendió lo que su pareja deseaba al instante. Su corazón se llenó de gozo y acercándose hasta sus labios lo besó delicadamente. El mayor abrió su boca aún más permitiéndole la entrada al Kryptoniano que lo buscaba anhelante. El también deseó la lengua del otro y la degustó intensamente al encontrarla. Bruce unió más sus bocas con un leve empuje de la nuca de Clark. Luego de varios segundos se separaron y el millonario solo cerró sus ojos descansando nuevamente en su pecho. Clark volvió a retomar su curso hacia la mansión con una enorme sonrisa en su rostro.

 

 

 

Puerto de Gotham City.

 

 

Superman había dejado a Bruce en su mansión y recibió todas las indicaciones del caso por parte de Alfred. Los nombres de los involucrados, el lugar preciso en el que estaban ubicados, y de los que tenían mayor rango en la zona. Mostrándole las imágenes para que recordara sus rostros les dijo los nombres de los posibles asociados que el día anterior habían escuchado. Su objetivo era indagar con ellos datos esenciales para poder saber con precisión el día, la hora y el lugar en el que llegaría el cargamento de esclavos.

Estaba al tanto que debía actuar con prudencia porque se conocía que no iba a ser una sola carga que viniera a Gotham, sino dos. Esto requería de mucha precisión en el proceder, porque si los secuestradores sabían de que el primer cargamento había sido descubierto, cambiarían su modus operandi y seguramente el segundo en llegar sería retrasado y cambiado de destino, poniendo en peligro la vida de todas las personas que estaban allí.

Superman volaba cerca del lugar y con su aguda visión pudo localizar a la persona que debía interrogar.

 

“Debes moverte con cautela. Tienes que llevarlo a un lugar apartado para interrogarlo”.

 

Superman se sorprendió de escuchar la voz de Batman y lo buscó rápidamente con sus ojos.

 

—“He puesto un dispositivo en tu oreja. No estoy allí… Aun estoy en la mansión”. —Batman le respondió a la pregunta que se había hecho en la cabeza el súper hombre.

 

—¿Cuándo fue qué…? ¿No me digas que me besaste para ponerme esta cosa? —dijo un tanto molesto.

 

“No. Te besé porque quise. Te puse este dispositivo para guiarte, igual que la micro cámara que tienes en el pecho. Puedo ver y oír todo a tu alrededor”.

 

—¿Qué tantas cosas llevas encima por lo general? —Se sorprendía de que el otro tuviera consigo esas cosas y que haya sido tan sigiloso de colocárselas sin que él se diera cuenta.

 

“… Muchas… Te aviso que… deberás usar la fuerza bruta y golpearlos bastante… hasta que hablen”. —A pesar de estar tranquilo en la mansión, le costaba hablar. Estaba haciendo mucho esfuerzo para permanecer consciente. Los ojos le pedían a gritos cerrarse. Pero no iba a dejar solo al menor con su trabajo.

 

—No soy muy partidario de dar golpes por que sí. —La idea no le gustaba. Él, a pesar de ser un súper hombre, usaba su fuerza solo si era necesario.

 

“¿Si? Te recuerdo que… horas atrás pensabas partirle la mandíbula a uno”. —Rió con dificultad al notar como el otro era reticente a los golpes por que sí.

 

—... Eran otras circunstancias. —Recordó al hombre que había disparado a su pareja y nuevamente volvió a sentir el odio que emanaba del estómago. Aun se sentía en falta por no haberle golpeado.

 

____________________

 

 

Marcus Twain era el hombre al que debía interrogar. Estaba rodeado de varios acompañantes y les daba indicaciones para nada relevantes. Necesitaba encontrarlo a solas, seguramente él no hablaría con nadie de menor categoría sobre los planes que tenían.

Afortunadamente, su objetivo se separó del grupo y tomó su celular para hacer una llamada. Superman escuchó atento, pero nuevamente no había datos significativos del cargamento. Una vez que colgó, se le acercó sigilosamente al hombre y tomándolo desprevenido por la espalda le retiró su arma rápidamente. Con un simple apretón de su mano destruyó la misma sin esfuerzo. El hombre estaba por pegar un grito para alertar a sus aliados pero fue tapado fuertemente por la mano del héroe que se elevó velozmente y se alejó del lugar con él acuestas. Subió hasta un edificio y lo soltó en el techo del mismo. El hombre miró por todos lados y se vio sin salida.

 

—No sé qué quiere Superman conmigo, pero estás violando mis derechos. Podría demandarte, soy guardia de seguridad del puerto y estaba trabajando —habló inocentemente y haciéndose el honesto.

 

“Él es un criminal… que debería estar cumplien…do… prisión domiciliaria. Su trabajo… es en una panadería”.

 

—Llama a la policía entonces. Seguramente estarán contentos de verte fuera de tu casa teniendo prisión domiciliaria.

 

El hombre se puso duro ante el comentario, pero la presencia del hombre de acero no le acobardó.

 

—Creímos que sería Batman el que vendría algún día por nosotros… No sé qué quieres tú, pero esta ciudad no te pertenece.

 

—Necesito información. Qué día, en donde y a qué hora llegará el cargamento con las personas que secuestraron. Tengo pensado golpearte hasta que me digas lo que quiero saber. —Caminó hacia él y golpeó con su puño potentemente la palma de su mano haciendo un ruido fuerte.

 

El hombre se quedó en silencio por unos segundos, estudiando la actitud del que tenía en frente. En seguida se formó una enorme sonrisa en su rostro y luego tapó su boca. Al instante no aguantó la risa y comenzó a reírse a carcajadas.

El Kryptoniano se molestó por la forma de reaccionar del delincuente, claramente se estaba burlando de él.

 

—Que chistoso eres Superman, pero lamento decirte que no atemorizas a nadie. Adelante, ¿Por qué no me llevas a la comisaría? Es verdad, estuve rompiendo la ley estando fuera de mi casa. Me entrego pacíficamente. —Levantó las manos como acción para que lo esposara.

 

—“Mándalo a volar”. —Batman fue el más irritado por el sarcasmo y la broma del delincuente para con Superman.

 

—¿Qué? —Clark se sorprendió por el comentario del murciélago.

 

Llévalo a dar un paseo… por el cielo. Estoy seguro de que hablará.

 

Superman agarró al hombre por la ropa y se dirigió volando hacia el oscuro cielo, elevándose unos cuantos metros, dejando a la ciudad de abajo casi indistinguible. El criminal comenzó a asustarse y las gotas de transpiración empezaron a descender de su frente.

 

—Pienso soltarte y dejarte estrellar contra el piso. Te sugiero que comiences a hablar. —La primera intención del Kryptoniano era dialogar con el hombre antes de hacer cualquier cosa.

 

“Déjalo… caer” —indició Barman al instante.

 

—Todavía no le di oportunidad de hablar. —Trató de mediar por el hombre.

 

“¡Ya suéltalo!” —le gritó hastiado por la pasividad del súper hombre.

 

El héroe de acero suspiró y soltó al hombre dejándolo caer. No quería alterar al que estaba del otro lado del micrófono más de lo que estaba. Sabía que si no hacía lo que quería el mayor, seguramente se cansaría de observar y vendría él mismo en persona a ocuparse de la situación. Obviamente no estaba procediendo como el murciélago lo haría y eso probablemente lo estaba poniendo nervioso. Tenía que ser paciente y tratar de manejarse como le indicaba Batman para serenarlo.

 

—Suenas muy agitado Bruce… deberías dejarme esto a mí y descansar. Prometo que seré más firme de ahora en adelante —dijo mientras levitaba, admirando la ciudad. A pesar de la distancia que había tomado, él sí podía ver claramente todo lo que estaba por debajo.

 

“No. Necesito… asegurar-me que obtengas los datos”. —Su cuerpo estaba reclamándole sueño a gritos, pero aun así, seguía despierto.

 

—¿Crees que no me doy cuenta que apartas tu boca del micrófono cada vez que jadeas? Puedo oírte aunque lo intentes ocultar. Te cuesta respirar, no deberías exigirte tanto. —Su voz era suave pero a la vez inquieta. Al menos quería relajar al otro con sus palabras. Le estaba alarmando escucharlo respirar de esa manera.

 

No te preocupes… por mí. Me quedaré contigo… lo que más pueda.

 

Más obstinado no podía ser ese hombre. Siempre dando lo mejor de sí hasta el final, hasta el último suspiro. Clark lo admiraba mucho, a pesar de ser un simple humano, sin poderes, el jamás se rendía. Pero esa obstinada obsesión por hacer todo solo y por despreocuparse por su bienestar, hacía que pusiera su vida en peligro.

Ya había pasado un  tiempo prudencial en que el hombre había estado cayendo, así que decidió ir en su búsqueda. Descendiendo a toda velocidad, agarró al hombre que estaba pálido del susto y volvió a subir bien alto. Haría ese ejercicio hasta que el hombre hablara.

 

—Ya bájame. Te, te diré lo que sé. E-el martes, dentro de tres días estarán llegando.

 

Superman escuchó su corazón y se dio cuenta que le estaba mintiendo. El héroe de Metrópolis no pudo evitar poner su cara de desconfianza. Al notar esto, Marcus quería convencerlo a toda costa.

 

—Lo juro, es verdad. ¡Solo sé eso! Los otros datos nos lo van diciendo sobre la marcha.

 

“Miente. Suéltalo otra vez”. —Batman también distinguió la mentira.

 

—¿Cómo lo sabes? —preguntó asombrado el héroe de Metrópolis. Siempre Batman le sorprendía con las conclusiones que hacía, simplemente con mirar a alguien o escucharlo ya sabía si decía la verdad o no.

 

No es momento que te de detalle…. Tú también te diste cuenta —le reprendió severo.

 

El delincuente no entendía lo que estaba pasando, notaba como en varias ocasiones el individuo de traje azul le hablaba a alguien a la nada. Se preocupó de ver esta actitud y dudaba de la cordura del héroe.

 

—¿Con quién hablas? ¡Estás loco! ¡Ya suéltame! ¡Te estoy diciendo la verdad! —Pataleó en el aire, con ganas de que lo soltasen en tierra firme de una buena vez.

 

—Digamos que desconfío de tu información. Mi compañero me sugiere que te suelte de nuevo. Evitemos extender esto y dime la verdad. Me daré cuenta si me mientes de nuevo. —Trató de convencer al otro, aun sabiendo que podría enojar a Batman.

 

—¡E-es la verdad! Te lo juro por mis hijos —suplicó asustado.

 

“¡No tiene hijos! ¡Que… Haa, haa… vuele de nuevo! —gritó, y su agitación cada vez se hizo más fuerte; ya ni se molestaba en ocultárselo al hombre de acero. Batman ya se sentía irritado. Aquél hombre estaba jugando con Superman, y el otro no hacía nada al respecto.

 

No quería tener que hacerlo, pero otra vez, Marcus le mentía. Superman soltó de nuevo al hombre que gritaba aterrado mientras caía. Y entonces fue que el caballero de la noche frustrado le gritó:

 

¡¿Qué crees que haces?! Haa, haa… no intimidas a nadie de esa forma. ¡El hombre no te está tomando en serio!… haa… haa… De-debes ser… haa… haaa… más… —Ya no controlaba su respiración, no pudo continuar la frase. Buscó desesperadamente tomar bocanadas de aire para poder calmarse. Se agarró el pecho fuertemente y tiró su cabeza hacia atrás tratando de buscar de alguna manera el oxígeno que le hacía falta.

 

—¡Bruce! ¡Ya es suficiente! ¡Apenas si puedes respirar! —No iba a permitir que continuara de esa forma.

 

De repente escuchó un ruido fuerte y no percibió ningún otro sonido más. Se paralizó por un instante, algo le había pasado al playboy y no sabía qué.

 

—Bruce… ¿Qué sucede? ¿Me escuchas? ¡Bruce! —gritó su nombre desesperado, pero el otro no respondía.

 

El miedo lo inundó. ¡Algo le había pasado! Tenía que saber qué. Salió volando a toda marcha hacia la mansión Wayne. Probablemente Bruce había colapsado y no sabía en qué condición se encontraba. Aunque sabía que Alfred estaba con él, tenía que asegurarse que estuviera bien. Tal era la angustia que sentía que había olvidado por completo al hombre que había soltado minutos atrás.

 

"Señor Kent, no se preocupe por el amo Bruce. Su cuerpo no resistió más y quedó inconsciente, tirando el comunicador que llevaba en su oído. Él se encuentra bien, probablemente permanezca así por un buen tiempo. Si así lo desea, yo lo asistiré de ahora en adelante".

 

Alfred se había quedado con su señor hasta verlo colapsar. Quería había querido asistirlo antes, notándolo en tal mala condición, pero sabía que no tenía sentido, el otro no iba a parar por más que le dijera lo que le dijera. La única manera de que su señor se detuviera era esperar a que se quedara inconsciente; y así fue como sucedió.

Clark al escuchar esta noticia detuvo su vuelo en seco.

 

—No, Alfred. Yo me ocupo. Encárguese de Bruce, por favor. —Suspiró aliviado, había temido por un instante por la vida de su pareja. El solo pensar que podía perderlo lo había aterrado.

 

Recordando en seguida al hombre que había dejado a su suerte, voló a máxima velocidad hasta alcanzarlo y agarrarlo justo a unos centímetros de que el hombre se estrellara contra el pavimento.

 

—¡Ju-juro que diré todo lo que sé! ¡Todo! —exclamó el hombre temblando de pánico y luego vomitó.

 

—Seguro que lo harás. Realmente deseo estar en otro lugar en este momento, así que espero que esta vez me digas la verdad —dijo seriamente mientras lo agarraba del cuello.

 

Si quería obtener la información tenía que ser más duro, además, era verdad que deseaba estar al lado de su amante cuanto antes. Entonces con la idea fija en la cabeza, volvió a tomar vuelo hacia el cielo nocturno de Gotham. Obligaría a ese hombre a hablar a como diera lugar.

Notas finales:

Ojalá les haya gustado!! Hay mucho más, va para rato esta historia!!! jejejeje saludos!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).