Capítulo 10: koneko waratte. (Sonríe gatito.)
+++Grove 7… 9:45pm+++
Un aura oscura salía desde la puerta principal de la pequeña clínica.
-No entiendo porque razón la doctora Kureha no quiere atender a mi hijo… — Alegaba una señora en el consultorio junto a un niño que lloraba más de lo necesario y sin saber contribuyendo con su madre para agotar la paciencia del doctor en turno —… Pero tampoco quiero que lo atienda ese mocoso, quizá termina envenenando a mi hijo — Seguía alegando refiriéndose ahora a Chopper que atendía a un hombre con infección en la cortadura de cierra en la mano derecha, obviamente un carpintero que no paso tan buen día y que tampoco quiso atender adecuadamente sus heridas, era lo común para Chopper, muchos pacientes preferían esperar a su abuela que dejar que él los atendiera, pero al no saberse cuando volvería Kureha después de volver a salir por una emergencia en la casa de subastas no les quedó de otra que dejarse atender por Chopper — Aun así muchacho, para ser médico deberías cuidar mejor tu apariencia — Esa fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de Law, que ya había soportado demasiado por cierto.
-¡¡Silencio!! — Ordenó haciendo gala de su más escalofriante que hizo callar no solo al niño y a la señora quejumbrosa también los pocos pacientes que se quejaban en la pequeña sala de espera guardaron silencio.
-¿Con ese carácter piensas ser padre? — Cuestiono Kureha desde la puerta del consultorio.
-Kureha-ya, nunca dejaría que mi hijo se convirtiera en algo como “eso” — Refuto señalando al niño que ahora castañeaba los dientes al ver a la doctora presente.
-Doctora Kureha, que bueno que llega, me gustaría que fuese usted quien atendiese a mi hijo — Pidió la mujer, visiblemente ofendida por el comentario de Law.
-… Mocoso, atiende la sutura que tiene Chopper, yo me encargo de “este paciente” — Accedió Kureha para trauma del niño.
-Sí — Law lavo sus manos y comenzó la sutura después de que Chopper le indicara que ya había desinfectado la herida.
-Chopper, sal a atender a los que faltan, si alguno requiere suturas pásalo a Law, tú concéntrate en los malestares que requieran medicamentos y cuenta solo las tabletas necesarias para el tratamiento.
-Entendido Doctorine — Chopper salió a la sala de espera con su maletín de emergencias.
-Doctora Kureha ¿Cómo fue a aceptar a ese chico como ayudante?
-Es mi mejor aprendiz, está especializado en la cirugía, solo atendió a su hijo porque yo no estaba, en futuras ocasiones le recomiendo deje a Chopper tratar a su hijo, Law es capaz de diseccionar a todos solo por gusto, no le recomiendo hacerlo enojar.
-Kureha-ya, me conoce demasiado bien — Law secundo los sugestivos comentarios acerca de él con una sonrisa sádica que hizo sudar frío al hombre que ya había terminado de suturar.
-¡¡…!! — La mujer se aterro más con actitud de Law y después de que su hijo estuvo curado se dirigió a casa a toda prisa topándose en la entrada con un enorme pelirrojo que no ayudo en nada a calmar sus nervios.
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-Por cierto ¿Qué haces todavía aquí?
-Suturando pacientes.
-¿No te iba a venir a buscar el pelirrojo?
-… Eustass-ya, me dijo que llegaría tarde, que no me preocupara…
-Lo único que no sabes hacer es mentir mocoso, debes saber que él no es una persona a la que puedan o siquiera piensen en asaltar.
-… ¡¡…!! — Kid escuchaba detrás de la puerta la conversación, Law se había preocupado por él —
-… — Law mantuvo la mirada apartada de Kureha sin responder nada.
-… Como doctor, debes aceptar que las personas simplemente mueren, nadie regresa…
-Kureha-ya…
-Tus padres y Corazón…
-¡¡Kureha!!... no me interesa saber nada del mundo de la muerte, no creo en el descanso de las almas y mucho menos en el cielo o infierno, cando el corazón deja de latir el cuerpo es un cadáver y con suerte un vegetal… solo eso…
-¿Entonces me dirás que estas triste porque te olvido?
-… Eustass-ya dijo que llegaría tarde…
-Yo también estuve presente cuando se despidió de ti.
-… — Law guardo silencio, solo Kureha era capaz de dejarlo sin argumentos.
-Las personas mueren todos los días y tú más que nadie debe entenderlo.
-Entonces ¿¿ ¡¡¡Por qué solo parecen morir las personas que yo más quiero!!!??
-Eso…
-¡¡Trafalgar!! — Kid no pudo esperar más y entro al consultorio azotando fuertemente la puerta —… Perdón se me hizo tarde, Lo siento ¿Me extrañaste mucho? — Kid se acercó a Law con cada palabra, fingiendo que todo estaba bien, que no había escuchado nada.
-Eustass-ya… — Law tenía los ojos cristalizados y una hermosa expresión de desconcierto —… Tardaste mucho — Le recrimino mientras bajaba la mirada.
-Vamos ya es tarde, Kureha nos vemos mañana.
-¡¡E-Eustass-ya!! ¿¿Qué haces?? — Law se sorprendió al sentirse de repente en los brazos de Kid.
-Vamos debes estar cansado aún y no creo que Kureha te haya dejado descansar un solo momento — Refutó Kid jugando con Law en sus brazos.
-Mocoso… — Kureha se dirigió a Law que al ser cargado por Kid inevitablemente le daba la espalda —… No trates de forzar mucho tu cuerpo, debes guardar energías, sobre todo para los próximos meses, no sabemos cómo vaya a reaccionar tu cuerpo al embarazo.
-Entiendo, gracias.
-… ¿Ya es seguro? — Preguntó Kid en shock ante la noticia.
-Y tú… — Se dirigió ahora a Kid —… Ni se te ocurra cogerlo tan duro.
-¿Eh? — Aun cuando la indicación fue directa, Kid dudo que hablara en serio.
-… — Law por otra parte, enrojeció con tales indicaciones médicas.
-¿Por qué?
-¡¡Lo puedes lastimar idiota!! Desde ahora serás cuidadoso con él y procura que se alimente adecuadamente.
-¿Lo ves? Te dije que los chocolates no eran un almuerzo saludable para ti.
-Bakastass-ya.
-Deja eso, nos vamos, acomódate bien — Le indico Kid para que se acomodase sobre su pecho, Kid sabía que la conversación de hace un rato aún estaba en la mente del moreno por eso sabiendo que Law no estaba en condiciones de mirarlo a los ojos hizo todo lo posible por ocultar el rostro del moreno en su pecho, simulando que era una especie de cariño exagerado y no una manera de disimular las lágrimas de Law — Parece que si estás cansado — Dijo en un susurro, simulando no querer interrumpir su descanso — Hasta mañana Kureha — Ambos salieron del consultorio, y seguido del Grove 7 ninguno decía nada y el silencio se estaba volviendo incómodo, por eso Kid decidió terminarlo — Cómo vuelva a hacerte llorar, le arrancaré la cabeza como mínimo.
-… Bakastass-ya — Susurro Law dejando que los sollozos fueran audibles para Kid, llorar en silencio aún acompañado de la persona amada, dolía demasiado —… Tú tienes la culpa…
-Perdón por llegar tarde…
-No me refiero a eso.
-¿Entonces?
-Shachi-ya me dijo le regalaste un chocolate.
-Estaba mordido.
-Pero a mí me quitaste todos mis chocolates.
-Debes comer algo más que dulces…
-Seguro se los darás a Shachi.
-¡¡ ¿Qué?!!
-Le diré a Heat-ya.
-Espera no…
-Jajaja…
-Serás cabrón… Oye ¿Y el oso?
-Beppo acompaño a Pengüin a su casa, cuando Heat-san llego nos dimos cuenta de que habíamos pasado mucho tiempo platicando, por eso le dije que se fuera con Beppo.
-Sería una buena idea que lo acompañara todas las tardes.
-¿No te agrada Beppo?
-No es eso, Killer suele ser más responsable de lo debido, no sale del taller hasta que el trabajo está terminado, en varias ocasiones le he visto corres hasta sin zapatos para encontrar a Pengüin.
-¿Es olvidadizo?
-No, es una persona que se preocupa demasiado por sus seres queridos.
-Tú eres igual.
-¿De qué hablas?
-Pareces demasiado preocupado por lo que me pueda pasar.
-Ahora eres el doble de valioso para mí, o quizás el triple — Dijo besando la mejilla de Law.
-No hagas eso — Se quejó Law, más al sentir sus mejillas enrojecer.
-¿Te da pena?
-¡¡Bakastass-ya!!
En todo el camino se la pasaron bromeando, en verdad era una situación poco común para ambos.
Una sensación cálida los reconfortaba a pesar del frio de la noche.
Un calor y una calma única, antes de la tormenta.
+++Dreesroosa; Jardines de Girasoles; Mansión Donquixote+++
-Joven amo — Se escuchó del otro lado de la puerta de caoba.
-… ¿…? — Crocodile escucho el llamado desde la cama donde estaba recostado usando al rubio de almohada —… Doflamingo… — Susurro tratando de despertar a su anfitrión —… ¡Doflamingo despierta! Te están buscando.
-Croco-chan~ duerme conmigo un poco más — Respondió el rubio estrechando delicadamente al moreno.
-¡¡Abre los ojos pajarraco!! — Grito el moreno ya algo exasperado por la negativa del más alto.
-¿Qué pasa?
-Te están llamando — Informo mientras se incorporaba con la ayuda de Doflamingo, necesaria a su pesar, su cuerpo cada día era más débil.
-¿Qué sucede? — Preguntó fuertemente para ser escuchado al otro lado de la puerta.
-Joven amo, lo encontramos…
-¡¿Dónde?!
-Sabaody.
-Preparen todo, iré personalmente, fufufu.
-¿Qué sucede? — Murmuró Crocodile asustado de que el rubio le dejase solo, no estaba en la mejor condición como para defenderse solo, tampoco confiaba mucho en los demás miembros de la “familia” la mayoría parecía verlo con algo de desprecio y con sus cambios de humor y sensibilidad a la orden del día no le ayudaba demasiado a mantenerse tranquilo — ¡¡Dime!!
-Encontramos al doctor, pronto estarás bien, lo prometo — Dijo acariciando suavemente la mejilla y rozando sus labios con los dedos le provoco escalofríos al moreno, no de miedo, de ansiedad por ser besado, y lo hizo, le beso suavemente, un beso casto y sencillo que siempre daba a su moreno para decir: Esperame.
Salió de la habitación colocándose el tan conocido abrigo de plumas rosas.
-Andando — Salió de la mansión seguido de los miembros más antiguos de la familia — ¡Vergo!
-¿Si Joven amo?
-Estas a cargo de la seguridad, si algo le ocurre a Croco-chan… — Volteó a ver a su mano derecha a los ojos —… Haré que desees la muerte por más de un año.
-Entendido Joven amo.
El auto negro partió con rumbo al aeropuerto de Dreesroosa.
Los días de libertad están contados.
Continuará…
Próximo capítulo:
Sé que puedes cuidarte solo… y aun así…