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NO COMPRES; ADOPTA UNA MASCOTA. por hiruma chan

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Notas del capitulo:

estos hermosos personages han sido creados por: EIICHIRO ODA-SAMA-SENSEI!!!

Espero les gusté… termine de escribir esto a las 02:42am… Es posible que lo lean ya en la tarde/ noche del lunes… PERO COMO NO PODÍA QUEDAR CONFORME CON MENOS DE DOS MIL PALABRAS HE TRAIDO DE CONTRABANDO MI LAP A LA CHAMBA Y AQUÍ ESTA EL CAP DE MÁS DE CUATRO MIL PALABRAS!!! —w— espero que no corten la luz nuevamente y pueda publicar hoy mismo.

Lamento la tardanza!!! Ahora sí… lean!!  (=0v0=)7

Capítulo 26: Watashi wa kirimasu stubasa no tenshi. (Corté las alas de un ángel.)

 

 

El día que te conocí solo tenías trece años, yo seguía siendo solo un soldado al servicio de tu abuelo.

Tú deberías seguir el mismo oficio que el capitán Garp, militar o marine, solo había esas dos opciones y sin embargo te negabas rotundamente a seguir cualquier indicación de tu abuelo, por esa razón fui asignado a ser tu mentor.

 

Eras un niño…

Tan inocente…

Un ángel puro…

Y aun así…

Te corté las alas…

 

No querías cumplir indicaciones o entrenamientos, preferías jugar y divertirte con tus amigos; Te metías en tantas peleas como fuera necesario, solo por defender a tus amigos, ese era el único modo en que mostrabas tu fortaleza y capacidad para el combate mano a mano.

Siempre me sorprendías, a pesar de tu físico, no había alguien que se comparase en fuerza contigo, incluso algunos soldados y capitanes que te buscaron para echarte bronca fueron hospitalizados por ti.

He de decir que también eras incorregible.

Te escapabas del colegio cada que podías.

Recuerdo que cada que había algún festival en la ciudad, debía montar guardia en el instituto para que no escaparas antes de terminar las clases.*

 

No sabía que hacer…

No contigo…

Cada que te disculpabas con aquella sonrisa… Te odiaba…

Odiaba que me hicieses sonrojar y perder el control…

Siempre tenía que hacer que hulleras de mí…

Antes de que forzase algo por lo que tú me odiases…

Solo tú…

Solamente…

Suplicaba al firmamento porque tú no me odiases nunca.

 

 

+++

 

 

En un instituto, un morenito se escabullía entre los arbustos del jardín que conducía a la salida trasera del colegio.

 

-Aunque los arbustos sean frondosos en verano, en el invierno no te cubren mucho.

-¡¡Wuah!! ¡¡Smoky, no me asustes!!

-Aún faltan dos clases para que termine la jornada escolar.

-Pero, sino salgo ahora el santuario estará lleno de estudiantes ¡¡Será imposible que pueda tocar las campanillas y pedir mi deseo!!

-Aún falta para las visitas de año nuevo.

-¡¡NO!! ¡¡Debo pedirlo hoy mismo!!

-¿Por qué?

-El abuelo dijo que mañana me llevaría a pasar el fin de año con él, dijo que regresaríamos en un mes, para entonces no podré pedir mi deseo de año nuevo y aunque me negué dijo que me arrastraría hasta Marineford con él.

-… “Se… irá… no, solo será un mes… solo un mes”

-Por eso ¡¡Tengo que ir hoy Smoky!!... — Luffy se levantó del suelo donde había estado gateando con dirección a la salida, tomo la chaqueta del mayor con ambas manos suplicando le dejara ir y con una mirada de cachorro que siempre funcionaba con Smoker aunque quizá no funcionase esta vez… pero…

-Sube a la moto.

-¿Eh?

-Diré que vine antes por ti para preparar tu equipaje.

-¡¡…!! — Luffy sonrió alegremente, no sabía porque pero de alguna u otra manera Smoker siempre terminaba consintiéndole.

 

El camino fue rápido, durante el trayecto hasta el santuario Luffy pudo abrazarse a la espalda del mayor… sintiendo aquel aroma que se desprendía de sus ropas y el tan conocido aroma a tabaco fino de los puros que solía fumar, aunque desde hace un tiempo no lo hacía cuando estaba con él.

Llegaron al santuario y por primera vez Luffy sintió lo que era el ardor en las mejillas, pues Smoker le tendió una mano para ayudarle a bajar de la motocicleta; Como si fuese alguna de aquellas doncellas que descendían de un carruaje donde sus príncipes les ayudaban a bajar ofreciendo su mano, sin duda los cuentos de Nami eran muy parecidos a ese momento que pasaban.

Con nerviosismo, aceptó la mano de Smoker y bajo del vehículo.

 

-V-vamos… ¡¡Antes de que llegue más gente!!... — Luffy hecho a correr escaleras arriba tratando de ocultar sus mejillas que aún no dejaban de arder.

-Ahh~… — Smoker solo pudo exhalar resignado a subir los interminables escalones de los que el moreno ya llevaba la mitad, debía estar muy ansioso por llegar consideró.

 

Cuando llegaron arriba los puestos de comida y amuletos ya estaban dispuestos a servir a las pocas personas que asistían temprano. Ambos fueron capaces de llegar hasta el santuario, hacer sonar los enormes cascabeles y pedir su deseo para un año nuevo, así como agradecer el mismo par de años que ya habían convivido juntos hasta ahora.

Un silencioso agradecimiento por conocerse, pasar el tiempo juntos, sin darse cuenta ambos habían pedido lo mismo.

 

-“Quiero quedarme a tu lado…”

-“Seguir escuchando tu voz…”

-“Verte cada mañana…”

-“Pasar las tardes contigo…”

-“Y despedirme de ti todas las noches…”

-“Quizá por primera vez…”

-“Con un beso.”

 

Olvidando todo detalle del próximo viaje del moreno y que debía empacar, ambos se quedaron toda la tarde en el santuario, los juegos en cada puesto de tiro, la pesca de peces dorados, los arillos y juegos de azar, fueron visitados por ambos. Luffy sonreía con cada nuevo premio que ganaba el mayor solo para entregárselo con la excusa de que él solo jugaba por entretenimiento, nunca diría que era para vez esa sonrisa tan hermosa cada que le daba Luffy cada que tomaba un nuevo premio.

Luffy ya tenía más de cinco diferentes peluches y demasiadas más golosinas en sus manos, todas ganadas por Smoker.

 Sin darse cuenta, la tarde termino con la aparición de las estrellas y los fuegos artificiales en el cielo, las luces de colores iluminaban el rostro de todos los asistentes al festival, Smoker desvió la vista por un momento, observó la expresión de felicidad del moreno, sin duda Luffy se estaba divirtiendo, pero…

 

¿Por qué se preocupaba por el estado de ánimo del moreno?

¿Por qué de un tiempo a la feche ese niño era primordial para él?

¿Por qué ni siquiera le interesaba lo poco o mucho que pedía el niño?

¿Por qué le cumplía todo capricho por muy mínimo que fuera?

¿Por qué no lo pensaba si quiera?

¿Por qué…?

¿Qué era tan importante para él de ese niño?

¿Qué…?

 

Luffy se giró sonriéndole ampliamente, el espectáculo de fuegos artificiales había terminado y ahora mismo el moreno le alaba del brazo para comprar algodón de azúcar y volver a casa, aunque lo último no era del agrado del moreno que protestaba inflando sus mejillas.

Con una sonrisa ladeada Smoker caminó con rumbo a la salida del santuario sin soltar al moreno.

Luffy comía el algodón de azúcar aun tomando el brazo de Smoker, estaba tan distraído con el dulce que ni siquiera noto el momento en que habían llegado al estacionamiento y que ya estaban frente a la motocicleta del mayor.

 

-Vamos sube de una vez.

-Ya voy… — Luffy se montó sonriendo —… Smoky…

-¿Umh?

-Shishi… Gracias por tráeme, me divertí mucho… shishishi…

-… — Smoker veía embobado la sonrisa de Luffy. Ahora recordaba que su labor era devolver a Luffy temprano a casa, no llevarlo al festival. Ese niño nuevamente le hacía sonrojar.

 

¿Por qué…?

¿Por qué no podía dejar de mirarle?

¿Por qué aunque nunca le habían gustado los dulces, ahora mismo las migas del algodón de azúcar en aquellos labios, lucía tan delicioso?

Pero sobre todo…

¿Por qué Luffy enrojecía cada vez más mientras él se acercaba a su rostro?

¿Por qué los labios de ese niño eran tan deliciosos?

¿Por qué entreabría sus labios para que él pudiese invadir sin ningún reparo su boca?

¿Por qué le correspondía?

 

Sin pensarlo tomo a Luffy de la cintura y estrecho sus caderas hasta levantarlo y llevarle detrás de la cerca de rosales que dividían el asfalto del estacionamiento del jardín de manzanos.

Sin ninguna replica Luffy se dejó recostar sobre el pastizal seco a causa de las bajas temperaturas del invierno.

Los besos y caricias constantes le hacían tiritar de ansias, no sabía lo que pasaba o lo que seguiría pero no podía dejar de pedir por más. Sus torpes caricias y gemidos incontenibles hacían enloquecer a Smoker que solo podía pensar en que Luffy le correspondía y que hasta el momento no se había negado en nada, ni a una sola caricia, ni a un solo beso; Ya tenía al moreno bajo su cuerpo completamente desnudo y aun así parecía que el niño quería llegar hasta las últimas consecuencias, sobre todo porque él mismo se desesperaba por terminar de sacarle la camisa y el cinturón que se negaban a abandonar el cuerpo de su dueño.

Con un beso algo rudo Smoker invadió la boca del menor mientras él mismo se retiraba la camisa y el pantalón junto a los interiores mostrando lo ansioso que estaba por poseer al menor, pues su miembro ya derramaba el pre-seminal, único líquido destinado a lubricar al menor.

Luffy se retorcía excitado frotando su cuerpo contra la piel de Smoker, rodeo al mayor con ambos brazos desde el cuello y levantándose hasta poder besarlo, desesperado por sentir más.

 

-¡¡Umg!!... — Un alarido de dolor apenas se escuchó ahogado entre los labios de ambos. Smoker lo había penetrado sin ningún tipo de cuidado, con un solo movimiento, introduciéndose tan dentro de Luffy como su duro miembro llegaba.

 

La delicadeza no era propia de su personalidad, no podía fingirla y mucho menos con aquel chico que tanto le hacía perder la cordura y control.

Un lento vaivén le hizo sentir en el cielo o quizá en el infierno del placer.

¿Cuántas veces se había negado a experimentarlo con alguna chica voluptuosa y por demás atractiva?

Y ahora mismo lo estaba haciendo con un chico de solo quince años* que ya desde hacía mucho le traía loco y desesperado por poseerlo y enseñarle lo que era el placer carnal.

Podía verlo retorcerse de placer bajo su cuerpo y con cada envestida a su interior soltaba algunos alaridos que no eran más que gemidos con la más pura expresión de lo placentero que le resultaba el sexual; Su pecho subía y bajaba frenéticamente con la respiración entrecortada provocada por los espasmos de placer que se sucedían cada vez más irregularmente en sus cuerpos; Sus mejillas ardían con la incontenible pasión que le brindaba Smoker y que ardía dentro de su cuerpo, sin duda ese hombre había destruido su mundo infantil desde el día en que lo conoció, aquel día que lo vio tan serio y que aun así era tan divertido porque se sonrojaba tan fácilmente como su hermano Ace.

Así trató de considerarlo a principió, un hermano más que cuidaría de él, que le enseñaría lo que él no sabía, una persona en la que podría apoyarse cada vez que sintiese no poder con algo y sin embargo le fue imposible.

 

Lo sabía…

Aquel hombre no era como su hermano…

Aquel hombre era muy diferente…

Aquel hombre…

Aquel hombre era indescriptible para él…

 

Los jadeos se escuchaban en medio de la noche, el sereno caía desde el cielo mezclado con algunos copos de nieve. La noche fría era insensible con la cuidad entera y sin embargo aquel par de amantes no la sentía en lo más mínimo.

Los besos y caricias constantes les hacían conservar el calor corporal que desprendían el uno del otro, no había ningún rincón de sus cuerpos que no hubiesen tocado ya y aun así no se habían saciado de la necesidad de tenerse, de conocerse, de marcarse.

Ambos eran posesivos y no querían dejar el cuerpo del otro sin dejar un recuerdo suyo. Luffy descansaba sobre el pecho de Smoker acariciando y delineando cada marca de los músculos del mayor, mientras Smoker acariciaba su espalda y definía su cintura con las yemas de sus dedos causando cosquillas en la piel del menor.

Smoker besó nuevamente los cabellos del moreno levantándose lentamente sin dejar de abrazar al moreno, que al sentir su inminente levantar se abrazó al cuerpo del mayor negándose a soltarse de su fuente de calor.

Smoker cargó al pequeño en brazos llevándole hasta una de las bancas cercanas, ahí mismo vistió al menor únicamente con su camisa dejando de lado la ropa del moreno, al haber sentado a Luffy este hizo una mueca de dolor y se sonrojó al sentir el semen de su amante salir de su culito manchando sus piernas y la madera donde se hallaba sentado.

 

-¿Duele mucho?

-¿Eh?... — Luffy se sonrojo aún más, delante de él estaba Smoker ya vestido con los vaqueros azules y su chaqueta que dejaba lucir su pecho desnudo al estar abierta y sin la camisa que él tenía por ahora; Sabía lo que habían hecho pero no por eso podía hablar sin ningún tipo de vergüenza de esos temas —… E-estoy bien… — Respondió desviando la mirada —… M-me gusta como… luces así… — Terminó de decir mirando a los ojos al mayor, se inclinó hacia adelante apoyando sus manos en los hombros de Smoker y sin dejar de acercarse cerró los ojos para disfrutar completamente el beso que dio al mayor.

-¡…!... — Aun sorprendido, Smoker correspondió el suave contacto moviendo sus labios sobre los de Luffy, disfrutando el contacto y haciéndolo más profundo luego de lamer lentamente la mejilla del moreno, simplemente la imagen de ese inocente jovencito, sonrojado y con los ojos fuertemente cerrados, era la visión más hermosa que hubiese disfrutado en su vida.

 

Así la noche terminó tan pronto como empezó.

Al día siguiente Luffy fue llevado a Marineford por su abuelo y por primera vez el moreno se quedó sentado tranquilamente en el vagón privado que había reservado su abuelo sabiendo que su nieto terminaría por mortificar a los demás pasajeros.

Un mes en Marineford, un mes en aquel lugar, mismo mes en el que Smoker fue ascendido a capitán y asignado a una misión de encubierto con respecto a los secuestros de varones fértiles, ahí fue cuando supo que Luffy podría estar en cinta y que en ese momento estaba en camino a Dresrosa, sin embargo aún tenía mucho por hacer antes de reunirse con el moreno.

Los superiores que le asignaron la misión, sabían sobre la traición de Vergo y contaban con que él volvería como un loco enajenado y furioso por la traición de un marine, nunca consideraron que también tendría a un amante fértil al cual proteger y que reafirmaría su sospecha de que la traición de los soldados era interna y no una infiltración.

Tampoco supieron en qué momento Señor Pink había hablado con él, dándole toda información necesaria para cumplir sus órdenes y descubrir al dirigente de los secuestros y experimentos.

 

 

*/*/*/*En una fábrica deteriorada*/*/*/*

 

 

Los pasillos mojados del carmín líquido que había nacido en las venas de tantos jóvenes fértiles, ahora cubría los pasillos luego de sus inminentes muertes por hemorragias internas y suturas mal realizadas al momento de la operación de turno.

Nadie se había tomado la molestia de limpiarla, después de todo era una pérdida de tiempo considerando que los avances que habían realizado no eran muchos y cada vez les quedaban menos ¨sujetos de muestra¨

Smoker se había vestido con una capucha blanca como todos los hombres que corrían por los pasillos llevando recipientes con los perecederos órganos que vendían para obtener el dinero con que pagarían los nuevos materiales quirúrgicos y medicamentos experimentales o bases para crear los propios.

Toda una cadena de mercado negro.

Cubierta por el gobierno marine a que él pertenecía.

 Ya llevaba más de un mes en ese lugar, sacando pruebas, documentos que acreditasen la participación de todos los soldados y marines que conoció en su momento en la academia, solo le faltaba llegar hasta el líder pero, justo el día en que descubriría al hombre lo escucho.

 

-La redada a la mansión de Donquixote se ha decidido, los líderes la han aprobado.

-Como me gustaría ir y patear a Doflamingo en las bolas por quedarse con varios de los especímenes más valiosos.

-“¿Redada a Donquixote Doflamingo?… mierda…” ¡Debo salir de aquí!

-¿Eh?

-¿Ah? No me digas que ahora te acobardas idiota, cuando matemos a ese rubio teñido y a los fenómenos que tiene a su cuidado lo culparemos de todo, ya tenemos a más de cincuenta de sus hombres en las celdas para dejarlos aquí cuando terminemos y así lo culparemos de toda la masacre que hemos estado haciendo.

-Eso…

-Idiota, el muy imbécil no está limpio y nadie dudará que sea cierto, mucho menos cuando uno de los tres líderes lo diga con toda confianza luego de descubrir este lugar, ¨El laboratorio del bajo mundo de Joker, asesinatos en masa ordenados por Donquixote Doflamingo¨ pronto se leerá eso en toda la primera plana de los periódicos de todo el mundo.

-C-cierto… ese maldito también me debe unas cuantas… — Smoker se quedó solo en el pasillo observando cómo se iban aquel par de ¨limpiadores¨ empujando el contenedor con las partes cercenadas que hacía algunas semanas habían sido hombres libres.

 

Le había costado mucho entrar al ¨negocio¨ y era claro que no podría decir: “Quiero buscar otros aires por eso renuncio.”

Era obvio que solo muerto saldría de aquel lugar.

Sin embargo… tal vez aunque arrancó las alas de un ángel, este mismo le decía que debía vivir para volver a encontrarse.

Así fue como utilizó los conductos de ventilación para escapar y justo cuando creyó que lo atraparían en pleno acantilado donde terminaba el pasillo de metal, un rubio demasiado parecido a otro tipo de tres metros que conocía y con el cual se dirigía, lo empujo de una patada en el trasero viéndolo como caía y rodaba por la empinada meseta en que estaba oculto aquel infernal laboratorio.

 

-¡¡Señor, un desertor…!!

-Acaba de caer… — Respondió el más alto señalando inocentemente el acantilado —… Parecía dudar en si lanzarse o no, así que lo ayude dándole un empujón… — Dijo divertido haciendo ademán de patear algo en el aire.

-Jajaja señor usted sí que sabe cómo tratar a los traidores,

 

Los perseguidores se regresaron sin siquiera inclinarse, nadie sobreviviría a esa caída.

El más alto se quedó por un momento viendo el cielo, esperaba que el montón de hojas secas que había predispuesto para su huida no se hubiesen terminado de esparcir y que el hombre realmente hubiese muerto. Sin más volvió por donde había llegado, aún tenía asuntos que terminar y la investigación que ese marine había dejado le serviría de mucho.

 

+++

 

Así fue como logró escapar de aquel lugar, sin importarle dejar su investigación salió del montón de hojas y lo reacomodó, algo le decía que pronto le serviría al tipo que le ¨había pateado el culo¨

Sin más tomó el primer barco que salía con rumbo a Dresrosa.

Su ángel le esperaba.

Pasaron más de tres meses cuando al fin pudo reencontrarse con Luffy así mismo con Ace que no permitía que se acercase al menor con los siempre presentes celos de hermano mayor.

El pecoso le había dado más de un disgusto al apartarlo de Luffy pero decidió contenerse, después de todo él era un mal hombre que le había cortado las alas a un ángel. Le había dejado en cinta a tan corta edad y le obligaba a perderse un año entero de su vida activa y llena de diversión que siempre solía tener día con día.

Por indicación del médico que había estado siempre al servicio de Shirojige, su indicación fue única y clara: Reposo absoluto; Ahora Luffy pasaría los nueve meses de gestación en cama y otros tres en reposo absoluto luego de la operación, para asegurar su completa recuperación y sobre todo luego de recuperarse en vez de divertirse debería dedicarse al cuidado y crianza de su bebé.

Los días fueron tranquilos y alarmantes al mismo tiempo, las náuseas y desmayos debilitaban demasiado al pelinegro, con cada arcada de asco sentía sus entrañas revolverse y sobre todo el no tolerar la comida era su peor sufrir, sin embargo cuando su estómago se estabilizó el que sufrió con los antojos excéntricos fue Smoker.

No solo porque Ace lo obligaba a cumplir cualquier capricho de su otooto, él mismo se sabía incapaz de poder negarle algo al moreno, sobre todo ahora que lucía hermoso a su vista vestido con solo la misma camisa que le había dado en aquel jardín de manzanos, le quedaba enorme y al ser azul claro se trasparentaba la piel del menor que le miraba alegremente jugando con el estetoscopio que le pidió para poder escuchar siempre el corazón de su bebé.

 

-Smoky, escucha… — Le decía moviendo sus manos, pidiendo que se acercase para colocarle el mismo los audífonos del aparato y que pudiese escuchar también el latido de su bebé.

-Es hermoso… — Susurró cerrando los ojos para poder concentrarse en el leve sonido del ¨bum bum¨ que emanaba de la vida creciendo dentro del moreno.

 

Así pasaron los días, siempre juntos, sin ningún tipo de dolor que interrumpiese su felicidad… no hasta ¨ese¨ día.

 

-Ha entrado en shock… ¡¡Salga de aquí!! Debemos operar de inmediato.

-Todo listo doctor.

-¡¡LUFFY!!

-Ace, cálmate.

-No Marco, Luffy…

-Él va a estar bien…

-Pero… — Ace se dejó consolar en los brazos del rubio, el coraje y la impotencia de no poder ayudar lo segaron por un segundo, iba a matar al hombre que había puesto en peligro la vida de su otooto en peligro, lo despellejaría vivo, lo… Sus pensamientos homicidas se disolvieron cuando giró la mirada hacía el culpable.

-… — Smoker había sido quien encontró a Luffy jadeando de dolor en el suelo luego de tratar buscar ayuda esa misma mañana y ahora el hombre estaba parado frente a la sala de operaciones luego de cargar a Luffy hasta la camilla donde le dejo recostado por órdenes del médico, no se había movido ni un milímetro, no había dicho nada, ni siquiera se había dado cuenta de las gruesas y continuas lágrimas que derramaba ahí parado.

 

Él había condenado a ese ángel.

Por primera vez lo había visto llorar de dolor y miedo ante lo desconocido.

Y no podía sacar esa imagen de su mente… Luffy en el suelo… gimiendo de dolor… derramando lagrimas… suplicando ayuda… y sonriendo suavemente al verlo de pie frente a él… solo así había reaccionado acerca de lo que pasaba.

 

Las horas se hacían interminables.

El constante pitido del aparato que verificaba constantemente el corazón latiendo era lo úni que se escuchaba.

Ni un solo llanto.

Ni una sola orden más del médico.

Silenció total y sepulcral en aquel pasillo.

Nada más.

Luego de unos minutos la puerta se abrió.

 

-Ya pueden pasar… — Autorizó el médico y aun así Smoker permaneció inmóvil.

-¡¡Ya lo escuchaste, pasa y ve de lo que eres responsable!!... — Ace empujó al mayor de la espalda obligándole a entrar en la sala a media luz.

-Eso ha sonado cruel… — Susurró Marco abrazando al moreno de pequitas que sollozaba sin poder contenerse.

-Más cruel es que él me haya arrebatado a mi otooto.

 

Smoker camino observando todo lo que había dentro, aun los utensilios quirúrgicos a medio limpiar, la camilla en que había dejado a Luffy aún conservaba las sabanas manchadas de líquidos de diferente procedencia tal vez analgésicos o sedantes además de sangre, las gasas ensangrentadas esparcidas en las papeleras utilizadas para los desechos y aquel pequeño bulto que no hacia ningún ruido al lado del moreno que descansaba ahora en una cama limpia abrigado con la inseparable camisa del mayor.

 

-Smoky… — Susurró Luffy con la mirada entreabierta y su siempre tan hermosa sonrisa, lucía cansado, agotado como nunca le había visto —… Ven.

-… —Se acercó dudoso y con paso lento —… ¿Cómo…?

-Es igual a ti… shishishi… — El moreno retiró la manta con que le habían entregado a su bebé.

-¡¡…!! N-no es cierto… es igual de hermosa que tú… — Apenas pudo decir con el nudo que se había formado en su garganta.

 

Envuelta en la manta color melón, una niña recién nacida de cabellos platinos y piel clara con los ojos cerrados descansaba rodeada del calor de sus padres.

Estaba dormida, había nacido sin la menor queja de ser concebida y traída al mundo.

Al sentir el abrazo en que estaba envuelta por ambos hombres, abrió los ojos mostrando el color propio de una noche sin luna.

Poseía un par de pupilas negras tan hermosas como su padre que le había tenido por nueve meses dentro de su cuerpo.

 

“Solo puedo pedir perdón…”

“Un perdón egoísta…”

“Sin duda… te había cortado las alas…”

“Tú eras un niño…”

“Tan inocente…”

“Un ángel puro…”

“Y aun así…”

“Yo te corté aquellas blancas alas…”

“Y solo por esa noche que pasamos juntos y las que seguirán en nuestro futuro…”

“solo por eso… Sin duda lo volvería a hacer.”

 

“Atte: Smoker”

 

 

Una niña de cabellos platinos y ojos negros termino de leer la carta escrita en un pergamino gastado por los años.

 

-Papi…

-¿Sí?

-¿Quién escribió esto?... — Levantó la nota en el aire mostrándola al moreno.

-Eso es una carta de Smoky, dijo que era una disculpa egoísta.

-¿Disculpa egoísta?

-Según él, es cuando lamentas algo que hiciste pero no te arrepientes porque no es malo.

-¿De qué se disculpaba?

-De haberme querido mucho.

-¡¡Eso no es malo!! ¡¡A mí me gusta mucho que papá nos quiera!!

-Shishishi yo opino igual… — Luffy sonrío levantando a la pequeña niña en brazos —… Anda hoy llega Smoky a cenar ¿Qué le preparamos?

-¡¡Cereal de chocolate!!

-¡¡Que rico, vamos al centro entonces!!... — Celebró levantando a su pequeña niña en el aire y girando juntos sin dejar de reír.

 

En el pueblo donde había nacido Luffy era bien sabido que aquel chico que era un desastre se comprometió con un capitán desertor de la marina pero, conociendo al moreno concebían que el hombre tuviese sus motivos, además de que el abuelo de Luffy lo había aceptado como parte de su familia, por ello nadie en el pueblo tenía ningún problema con ambos amantes ni con la niña que desde hacía cinco años había llegado a vivir junto con el moreno.

Después de todo, la gente los consideraba ¨Un par de ángeles¨

De hecho para todo el pueblo era un gusto verles pasear juntos y más cuando los acompañaba aquel ¨capitán desertor¨ eran una familia demasiado linda y tranquila.

Ver al padre de cabellos plateados sonreír con la niña que corría alegremente por las calles mientras trataba de atrapar alguna mariposa o las burbujas que hacía un hombre que vendía lociones, mientras Luffy sonreía con las mejillas rojas por algún comentario de Smoker que solo lo decía para ver al moreno enrojecer.

Los tres solían pasear por el pueblo para comprar lo necesario para la cena.

Solo una familia más en el pueblo.

Solo un par de enamorados con una hija de cabellos platinos, ojos negros y la misma inocente sonrisa de Luffy.

Smoker les había alcanzado en un puesto de fruta y ahora llevaban una bolsa con manzanas para una tarta de cumpleaños.

Una tarta con: Feliz cumpleaños Umiko.*

 

 

Fin.

 

Hasta aquí el: ¡¡¡SmokerxLuffy!!!

Notas finales:

*cuando iba en la primaria, llegaba al pueblo la feria para la celebración de san pedro y pablo apóstol, como había un pequeño barrió llamado así cerca de la escuela y era por fines de junio y el ciclo escolar mis compañeros se escapaban de clases para ir a la feria… una vez un compañero me invitó y justo ese día hubo visitas en casa TT_TT no pude ir y se enojó conmigo diciendo: ¨qué gacha, me dejaste plantado¨ eso me dio pena ¬_¬ parecía que éramos novios y como tal me reclamaba.

*no puedo incluir ¨shota¨ en las advertencias pues según su traducción seria bajo los doce años de edad y Luffy ya no es precisamente un infante con quince años, pero si lo creen necesario díganme y la agregare… -w-)7… más que nada porque creo que la ley cambia con respecto al país  -w­-)??

*Umiko: Según Yo, creo que es ¨pequeño mar¨ o niña(o) de mar… (O…O)!??

 

Y ya saben, si tienen alguna duda sobre las parejas restantes… este es el momento!!! Manden sus dudas o lo que quieran saber de su relación!!

Cuídense mucho!!! Mata-nee!!! (-w-)7

Un beso de Beppo para todos con sabor soda de uva!! (-3-)


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