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¡You Don't Know Me! por TsubasaHatsukoi

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Notas del capitulo:

Hola!!! Aqui les traigo el tercer capitulo de este fic espero les guste me esforce mucho al escribirlo ;)

Los personajes no me pertenecen le pertencen a Shungiku Nakamura

Capítulo 3

No me lo puedo creer, no entiendo cómo es que las personas pueden ser tan felices con cosas tan simples. No lo termino de comprender; hace unos minutos que salí de mi casa, pude ver como unos padres le entregaban a su hijo su primera bicicleta (estaban al otro lado de mi calle, podía escucharlos perfectamente), el niño se puso tan contento como si le hubieran presentado al máximo caballero de los cuentos de hadas o como si hubiera descubierta la octava maravilla del mundo, gritaba y daba saltitos alrededor de sus papás por la emoción. Yo nunca me he sentido de esa manera, tal vez porque me faltó el protector amor de una madre y la compañía de un verdadero padre, nunca recibí un regalo dado con cariño, nunca recibí un regalo que me hiciera tan feliz como a ese pequeño.

Llegue a la entrada de la escuela y al igual que ayer Hiro... perdón, perdón Kamijou-kun, se hallaba inspeccionando la vestimenta de los alumnos y yo, nuevamente, lo ignore y pase por su lado.

-Onodera-kun! - otra vez va a empezar…

-¿Qué sucede Kamijou? - pregunte inocente mientras regresaba un poco sobre mis pasos, solo un poco sin llegar a su lado

- El uniforme – me señalo

-¿Qué es lo que tiene? Aquí esta - dije mientras tomaba el frente de mi saco con ambas manos y me balanceaba en mi lugar.

-Sabes a lo que me refiero - se cruzó de brazos y me miro con el ceño fruncido. Que exagerado.

-Tal vez - "vi" un reloj que llevaba en mi muñeca -Ah, mira lo tarde que es, llego tarde a clases. Adiós - fingí con una voz extremadamente exagerada, me di la vuelta y seguí mi camino. Que molesto será tener que lidiar con él todas las mañanas.

Tengo demasiado sueño, odio levantarme temprano para venir aquí, por lo menos en mi antigua escuela me despertaba un poco más tarde pues me quedaba más cerca, no es como que si tuviera que recorrer un largo camino para llegar. Me dirigí a la terraza para perder el tiempo durmiendo un rato. Qué curioso, mi segundo día y ya no quiero volver a clases. Los pasillos del edificio estaban solitarios, todos estaban en sus salones estudiando y aprendiendo, yo no creo necesitar eso. No lo niego, claro que me gustaría estudiar una carrera en la universidad, probablemente  literatura es lo que más me gusta, pero para poder llegar a la universidad tengo que pasar por la molesta preparatoria, será un año muy largo.

Cuando llegue al último piso me acosté en el suelo con la mirada hacia arriba observando el cielo despejado. Recuerdo que de pequeño siempre hacia esto con mamá, a pesar de que solo tuviera  6 años la recuerdo muy bien, siempre usaba vestidos y faldas no recuerdo haberla visto nunca con pantalón, su hermosa cabellera castaña siempre la tenía suelta y sus ojos oscuros, era una mujer muy bella. Nos recostábamos en el césped de nuestro jardín y veíamos las nubes pasar, identificando figuras, aunque yo la mayoría de las veces solo veía un montón de algodón, no entiendo cómo es que ella veía tantas cosas. No pude evitar sonreír ante mis propios recuerdos…

Mis ojos comenzaron a pesar después de revivir mis memorias, se cerraban lentamente hasta que todo se volvió negro…

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Desperté en medio de un enorme campo floreado, parecía que no tenía fin, seguía y seguía el paisaje a lo lejos. Podía sentir la fresca brisa contra mi piel, escuchaba los suaves cantos de los pájaros. No sé qué es lo que hago aquí, gire mi rostro para ver si encontraba algo en esta gran pradera, no había nada más que coloridas flores y pasto verde. Di varias vueltas sin éxito alguno, esperando hallar una pista de qué era este lugar y porqué me encontraba aquí.

Fue cuando lo vi… a lo lejos pude ver un frondoso árbol y debajo de él había tres personas (dos adultos y un niño) riendo y corriendo, me acerque para observarlas mejor, no lo podía creer… era mi madre, estaba junto a mi padre jugando con un pequeño, espera… ese niño ¿era yo? Me acerque para verlos de cerca. Los tres se veían tan alegres jugando y brincando por allí, no pude evitar sentirme feliz al igual que ellos.

Solo estaba a unos metros de lo que fue en algún momento mi verdadera felicidad, di unos pasos más pero, al momento de pisar el pasto, mi madre cayó de rodillas apretando fuertemente su pecho con ambas manos, mi padre y mi ‘yo’ pequeño no hacían nada, solo la miraban sin expresión alguna en el rostro, mi madre comenzó a toser violentamente y expulsaba sangre por la boca con cada movimiento que daba, era como aquella vez, cuando a mi madre le diagnosticaron su enfermedad... quería correr y ayudarla, hacer algo, protegerla como lo quise hacer en aquel entonces, pero mis pies no se movían era como si estuvieran clavados al suelo que pisaba, quería gritar pero mi voz no salía. No podía hacer nada. Me sentía impotente...

De un momento a otro, todo se volvió negro, y pude ver como mi mamá se disolvía en pequeños fragmentos de cristal, volando por el vacío para finalmente desaparecer a lo lejos, mi padre y mi yo pequeño ya no estaban, solo quede yo, tirado en el negro piso, llorando y con la voz en la garganta. Quede solo yo, sumido en la oscuridad...

 

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Abrí mis ojos de golpe, mi cara y mis ojos estaban empapados, mis lágrimas caían descontroladamente por mis mejillas. Esa clase de sueños habían desaparecido hace varios años ¿Por qué volvían ahora? Me incorpore abrazando mis piernas, solo podía ver como las rodillas de mi pantalón se empapaban lentamente gracias a las gotas saladas que se resbalaban por mis ojos. ¿Por qué tuvo que irse? ¿Por qué me dejo solo en este mundo de mierda? Hubiera preferido mil y un veces haber sido yo el que muriera.

Me quede casi una hora de esa forma; hecho bolita y llorando en el frio piso... decidí dirigirme a mi aula, quería despejar un poco mi mente. Baje por las escaleras para ir a mi salón, al parecer ya era hora del receso, era obvio porque todos estaban fuera y comiendo. Ya me había calmado un poco, mis ojos ya no estaban rojos y mi respiración ya también estaba regulada. Mientras caminaba por los pasillos, todos reían y hablaban muy alegres con sus amigos, era como si se burlaran de mi desgracia, que asco me dan todos exhibiendo su felicidad al mundo, la maldita felicidad que yo no pude tener...

Seguí caminando tratando de no prestar atención a las personas que pasaban por a lado de mí, estaba a punto de llegar a mi aula pero, algo interesante llamo mi atención... Al final del pasillo había dos chicos (hombres) tomados de la mano mientras platicaban con una sonrisa en la cara, uno de los dos se acercó al otro y le dio un corto beso en la mejilla, pensaban que nadie los veía, voy a divertirme un poco con esos dos...

-Oigan ustedes, homos! - grite. Ambos se sorprendieron y soltaron sus manos de inmediato. - Disfrutando de la compañía del otro, tortolitos? - dijo con crueldad y burla en mi voz. Tal vez yo no podría ser feliz pero puedo disfrutar del sufrimiento de los otros. -Qué sucede? Por qué se detienen? Les da vergüenza su realidad? - uno de los dos (el que se veía más joven) agacho su mirada, tenía la vista ensombrecida como si tuviera ganas de llorar.

-Qué? No puedes aguantar una simple broma? - vi como el otro se acercaba y le susurraba algo, seguramente cursilerías para calmarlo. De un momento a otro, el que estaba más calmado se puso de pie. Solté una pequeña risa, como si él fuera capaz de enfrentarme.

-Cierra la boca de una vez - el chico tomo la mano del otro y lo ayudo a pararse

-Aww, estás enfadado? - me ignoro y aun con la mano del chico sujetada, paso por un lado de mi -Qué? Eso es todo? - siguió caminando sin girar a verme. Eso me molesto, me estaba ignorando -Todavía no termino contigo- tome su muñeca para detenerlo. Estaba dispuesto a darle un golpe, hace mucho que no hacia esto, se sentía bien hacer sufrir a alguien. Levante mi mano para darle lo que se merecía pero, algo me detuvo...

-Quien te crees que eres!?- una gran mano sostenía la mía, dejándola quieta en aire, impidiendo cumplir mi cometido. Gire para ver quién era el dueño de esa mano, el que se atrevió a enfrentarme, era el chico de mi clase, el que se sentaba frente a mí...

-Cuál es tu problema!? – me gire a verlo. Ese chico, en estos dos días no había escuchado su voz (ni siquiera lo había visto moverse mucho) y ahora cuando me estoy divirtiendo, viene a meterse en mis asuntos.

-Déjalos en paz - reclamó. Un defensor de los derechos, me había encontrado con muchos de ellos en mi vida de estudiante, son los que más odio, los que se meten donde no les importa.

-Por qué debería? - lo cuestione con superioridad.

-No porque te creas mejor que ellos significa que los seas - Quién se cree para hablarme así?

- Y a ti qué? En que te afecta que los moleste a ellos?- esta situación ya me estaba molestando.

-Y a ti en que te afecta que quiera defenderlos? Ellos hacen lo que quieran con su vida - nunca había tenido nada en contra de los homosexuales pero por el simple hecho de ser "diferentes"  es muy fácil molestarlos.

-Par de maricas...- dije al aire. Frunció el ceño al escuchar mis palabras, mirándome fijamente, como si pensara en que decir para defenderse. Ja, se le acabaron sus argumentos, estaba dispuesto a irme pero, una risita que se escapó de sus labios me lo impidió.

-Oh, ahora recuerdo... Onodera, cierto? - asentí ¿temeroso? - Heredero de las editoriales, un niño malcriado que lo tiene todo - cómo sabia eso? – Rico, egoísta, mimado... eso es lo que eres, no eres más que un idiota, que se cree lo mejor…

- Tú no sabes lo que soy - los alumnos que se encontraban cerca nos comenzaron a rodear para tener una mejor vista de la “pelea”.

-Lo que eres? - soltó una risita cruel - Déjame decirte lo que eres - se acercó más a mi...- Eres un chico malcriado, que creció rodeado de lujos con una familia adinerada, no te falta nada... –hizo una pausa - Bueno tal vez si... una vida. Deja de creerte la gran cosa y búscate una vida propia.- por un momento pensé que había olvidado hablar, no sabía que contestarle. Nunca nadie me había dicho algo como eso... – Odio a las personas como tú - me hablaba con rencor, como si en verdad me conociera y me odiara por eso

-Eso no es cierto...- eso me había calado. ¿Quién se creía para decirme que era igual que ellos? No soy igual que mi familia.

-Mentiroso - me quedé callado- Te crees el centro de atención de todo, como cualquier otro niño rico - no sabía que responderle, por alguna razón las palabras no salían de mi boca - De nada sirve hablar con alguien como tú. - se comenzó a ir. ¿Así se acabaría? ¿Me venció ese estúpido?

- Espera...- lo detuve antes de que siguiera - Cuál es tu nombre?-  debía saber por lo menos quien era ese chico, de algo me serviría su nombre en un futuro. Se giró hacia mí.

-Takano Masamune. Recuérdalo...

 

 

 

 

 

Notas finales:

Jeeje, espero que  les haya gustado :3

Trate de hacer lo mas intensa que pude la pelea, espero que haya quedado bien XD

Bueno ya saben, cualquier duda, comentario, sugerencia, reclamo, haganmelas saber ;)

 

Nos vemos!!


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