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TE COMERÍA EL CORAZÓN. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

A pesar de todo, Loki confesó la verdad a Thor, consciente del alto costo que estaba por pagar.
Los errores te alcanzan... tarde o temprano.

Una guerra siempre es absurda, llena de muertes inútiles, de destrucción y caos. Alguna vez la anheló con todas las fuerzas de sus ímpetus juveniles, pero ahora procuraba evitarla... El Rey Thor estaba preparado para ofrecer alternativas y contratos que evitaran la batalla, esperaba que los invasores aceptaran sus ofrecimientos de diálogo y el peligro pudiese ser conjurado sin derramar sangre inocente.

 

Pero lo que sucedía era mas extraño que eso... mientras se acercaban a la zona conflictiva de Vanaheim, lo único que sus ojos azules observaban eran aldeas incendiadas, pero ningún cadáver. Hombres, ancianos, mujeres y niños habían desaparecido, se esfumaron sin dejar huella alguna y eso intrigó profundamente a los asgardianos.

 

-¿Por qué? Debieron respetarlas a ellas y los niños... –murmuró mientras se llenaba de rabia, apretando fuerte la empuñadura de su martillo y haciendo caracolear a su caballo entre las chozas abandonadas, destruidas y todavía en llamas algunas- ¿Quiénes son estos invasores y qué pretenden?

 

-Majestad- dijo Brynjar, acercándose a su monarca y también suegro- Mis guerreros encontraron a un hombre deambulando cerca del río, se encuentra en un estado de confusión, pero ha visto a los atacantes de su pueblo... y lo que dice... es asombroso... debería usted escucharlo...

 

Thor se dirigió de inmediato hasta la tienda donde el hombre era llevado para ser atendido por los sanadores

 

Brynjar señaló al lugar donde un comerciante en pieles, bien conocido en Asgard por fabricar las más hermosas capas de las que mucho gustaban los habitantes de la ciudad dorada, era vendado en el pecho tras ser atendido de una herida que le traspasó superficialmente la piel, rebotando en las costillas y solo causándole dolor y sangrado, pero nada que pusiera en peligro su vida.

 

-¡Majestad!- exclamó al ver al enorme y circunspecto Dios, haciendo una inclinación de respeto.

 

-No te muevas, buen Goloum. No deseo que te lastimes- el comerciante abrió grandes sus ojos al escucharse llamado por su nombre- No te sorprendas así. Te conozco... las mejores capas de piel de lobo plateado que he obsequiado al Consorte Real han salido de tu tienda en Asgard.

 

-Gracias, mi Señor... Para mi humilde persona siempre es un placer serviros a vos y a vuestro esposo.

 

-Me han dicho que te las viste cara a cara con los atacantes. Cuéntame de los ejércitos invasores. Su número, sus características... Porqué no hemos visto uno, ni vivo ni muerto... Darás un gran servicio a tu pueblo y a los nueve mundos si nos informas sobre ellos.

 

***

 

Loki cayó al suelo sin sentido, tras intentar en vano separar aquel ser que estaba en su mente y que se negaba a abandonarlo, a dejar su conveniente escondite. Tras enterarse de su identidad, de las intenciones que tenía con él, diariamente dedicó muchas de sus horas a solas en concentrarse en reunir toda su magia para sacarlo definitivamente del lazo que los unía.

 

Apenas el pelinegro se desmayó, Thane apareció a su lado. Sonriente, seguro de tener el control de la situación por el momento y ambicioso de lograr subyugar a Loki. Porque una vez que estuvo consciente de su ser, el apasionamiento que sentía por el hijo de Laufey regresó, su cercanía, su calor, su atractivo, lo encendían... se convenció que lo amaba, que seguía amándolo.

 

-Aceptaste casarte conmigo porque así asegurarías cumplir con el trato que hiciste con mi padre... –murmuró al verlo a sus pies- Pero falló tu plan de deshacerte de mí... ¡Oh, mi querido Jötunn! Sigues siendo tan encantador... Daría mi alma para recuperarte... Y no me rendiré tan fácilmente, no...

 

Thane aspiró de cerca el aroma del otro, a maderas, a vainilla, a sándalo... era un deleite tenerlo así, vulnerable, completamente a su merced. Jadeó entrecortadamente cuando tocó los sedosos cabellos de azabache, enredándolos y deslizándolos entre sus dedos enguantados. Maldijo no poder tocarlo como una vez lo hizo... con sus manos desnudas, antes de obtener los poderes que eran como una maldición y que matarían a Loki o a cualquier ser viviente si entraban en contacto con sus dedos. Pero si existían otras partes de su cuerpo con las que podía sentirlo piel a piel, la principal de ellas entre sus piernas... su miembro palpitó de deseo y amor ante el perfume varonil del Consorte Real de Asgard.

 

La oreja sonrosada descubierta bajo la trenza despeinada lo invitó a morderla, a besarla, a chuparla igual que una deliciosa golosina. De modo que acercó los labios azulados para lamer suavemente la nívea piel, otro gemido se le escapó al degustarlo. Sin poder contenerse, giró el cuerpo de Loki para colocarlo boca abajo y montarlo descaradamente.

 

Loki abrió los ojos al sentirse estimulado por el calor de un cuerpo sobre el suyo, y la firmeza de un miembro erecto frotándose entre el surco de sus nalgas “Thor...” murmuró, creyendo en su confusión que era su adorado rubio el que estaba sobre él, listo para poseerlo.

 

-No lo soy- dijo una voz grave acercándose a su oído- Pero déjame probarte que puedo hacerlo mejor que ese Asgardiano, que puedo también hacerte feliz.

 

Bastó una fracción de segundo para que Loki reaccionara, se levantó con violencia, echando a un lado el cuerpo atlético y fuerte de Thane, quien hizo un gesto de desilusión y ansiedad ante el rechazo.

 

-¿Estás loco? ¿Qué es lo que pretendías hacerme?- exclamó el pelinegro, creando un haz mágico para cubrirse y listo para dispararle a Thane si volvía a intentar sobrepasarse con él.

 

-Solo quiero que me permitas amarte... ¡Estamos casados, Loki! Aceptaste ser mi esposo por las leyes de Orollan... No me importa lo que has vivido desde entonces, eres mío y quiero que tomes el lugar que te corresponde a mi lado...- respondió Thane, acercándose.

 

-No te atrevas dar un paso más o te juro que te mato...

 

-¡Oh, mi dulce amor! No puedes matarme… No lo hiciste antes, no lo harás ahora...- rió Thane, quien avanzó un par de pasos más para intentar enlazar al menor por la cintura.

 

Loki lo esquivó con un gesto de furia que hacía temblar sus labios finos. Sin dudarlo, lanzó un haz de magia que golpeó de lleno al atrevido, pero Thane apenas se tambaleó un poco al impacto de la energía.

 

-Vete de aquí... déjame en paz... Tengo una vida, tengo un verdadero amor... Thane, aléjate...

 

El de piel púrpura sonrió con ironía, tomó aire un par de veces para recuperarse del ataque, se sentía un poco aturdido, pero ninguna herida en su cuerpo. Alzó los ojos de destellos violetas y los clavó en la mirada esmeralda del esposo de Thor... amaba a Loki, por lo que sentía celos y rabia de saberlo entregado a otro, cuando a él nunca le permitió tener intimidad.

 

-Thor no es mejor que yo...

 

-Tú sabías que lo amaba... que lo he amado siempre... Lo que sucedió es muy diferente a lo que cada uno de nosotros planeó, Thane... Es cierto, fracasé en entregarle a Thanos el teseracto y tu vida... pero nunca pensé seriamente en unirme a ti, todo era parte de un plan... ¿Acaso te cuesta admitirlo?

 

-Te burlaste de mí...

 

-Te usé, que es diferente... Yo era otro entonces y ya no lo soy... Perdón por haberte usado, igual ya ves que jamás logré concretar ninguno de mis planes...

 

-¡Pero si prácticamente eres el Rey de Asgard! ¿Cómo puedes decir que fracasaste? Te casaste con ese rubio Dios del trueno con la misma finalidad que conmigo: Para tu beneficio... yo lo he visto. Thor no toma ninguna decisión importante si antes no la consulta contigo... tienes una posición muy cómoda aquí. Todo el poder tras la figura del Rey y ninguna de sus responsabilidades...

 

-Ya te dije que estás equivocado.

 

-No te creo, mi lindo embaucador... Tu sabes que igual que yo, harías lo que fuera necesario para lograr lo que quieres... y tu hermano fue el medio para trepar, para ser lo que proclamabas sin ser escuchado por nadie, excepto por mí: Naciste para ser Rey... ¿Qué sigue ahora? ¿Derrocar a Thor o enloquecerlo para que te ceda la corona?

 

-He formado una familia con Thor, lo amo... no hay el mínimo resquicio por el que puedas colarte en medio de nuestra relación, ni forma en que envenenes su corazón contra el mío. Cometí el error de casarme contigo por ambición, y al creerte muerto, cometí otro al casarme con Thor sin dar importancia a mis acciones, pero no pretendas usar eso en mi contra...

 

-Ah si ¡Por supuesto que lo usaré! No lo dudes, precioso mío... el casamiento real... debió ser lindo. Lástima que yo estaba inconsciente entonces... pero tu casamiento no tiene valor alguno, ya que el nuestro lo invalida totalmente. Respecto a tu familia, veo en tus ojos el amor que arde en tu corazón por cada uno de los hijos que le has dado... hermosos, poderosos... La joven Elynn, Magni y Loke... tus tres vástagos...

 

Loki reforzó el bloqueo a sus pensamientos, evitando que continuara leyendo en sus recuerdos y se sirviera de la información obtenida. También arqueó la ceja al notar que Thane no reconocía a Einar entre los hijos a los que había dado a luz, igual que no reconocía a Tayté.

 

-Voy a desmayarme de nuevo...- murmuró, corriendo hacia el lecho para alcanzar un timbre por el que llamaría a sus guardias, así evitaría quedar nuevamente indefenso. Thane, que no quería ser visto todavía, se apresuró a unirse nuevamente a Loki.

 

-Mi amado hechicero... todavía no podemos estar mucho tiempo separados sin que uno de los dos se debilite... estás agotado por tus intentos por atacarme- le dijo, mientras su esencia se disolvía entre la de Loki- Nos une magia poderosa, además, lo que intentes contra mí se reproduce en tu cuerpo... lo siento, apenas entre en ti, sufrirás el mismo dolor y aturdimiento que dejó tu haz de magia...

 

Los ojos de Loki se animaron fugazmente, ahora sabía qué clase de hechizo estaba manejando Thane. Sonó el timbre y perdió el conocimiento de nueva cuenta. Pero los guardias solo encontraron a su Príncipe a los pies de su lecho y a nadie más. Se apresuraron a llevarlo a la cámara de sanación.

 

***

 

-Creo que me dejaron vivo intencionalmente, Majestad... Porque necesitan darse a conocer y hablaron ante mí esperando que yo transmitiese su mensaje- dijo el comerciante, recibiendo un vaso de vino de la mano del Rey Thor- Dicen que pertenecen a una raza de eternos llamada Brethren, (La Cofradía) y que buscan a su líder, al más perfecto de todos ellos, alguien llamado Lord Ector... dicen que muchos creen que ha muerto, pero ellos lo siguen buscando... que cuenta una leyenda que Lord Ector se ha casado en secreto con una mujer en uno de los mundos de Yggdrasil y que incluso ha tenido un hijo...

 

-¿Y por eso allanan Vanaheim? ¿Buscando a ese Rey y su familia?

 

-Lo buscan con la intención de juzgarlos y si es necesario, exterminarlos... Nadie es digno de mezclar su sangre con un miembro de la Cofradía, y su jefe estaba ya destinado a una de sus hembras, con las que tendría descendencia perfecta... Necesitan sin embargo, analizar la sangre que ha tenido Lord Ector con esa desconocida mujer y si es sangre villana, baja, contaminada... entonces lo destruirán...

 

-Eso que dices habla de una raza arrogante y poderosa...- replicó Thor, acariciándose la rubia barba y analizando las palabras del nativo de Vanaheim- ¿Cuál es el número de sus ejércitos? ¿Pudiste verlo?

 

-Majestad, son apenas unas decenas de ellos, quizá son menos de trescientos...

 

-¡Menos de trescientos! ¿Son una raza tan seleccionada que son tan pocos?

 

-Pero son imbatibles... nuestras espadas no los hieren, ni los rayos de los einherjar que se atrevieron a ayudarnos... Sin armas, arrebataban a la población en un haz de luz que cegaba.

 

-¡Pues veremos si pueden contra el Poder de Thor, Padre de Todo!

 

Los ejércitos de Asgard volvieron a los caminos, ahora que conocían de sus enemigos era mucho más urgente localizarlos y medir sus fuerzas con ellos. Thor dejó a Mjölnir en su cintura, mientras enarbolaba a Thunderstrike, un arma mucho mas grande que su martillo, con la que podía reunir los poderes que había adquirido como nuevo Padre de Todo... era el equivalente de la legendaria lanza Gugnir de Odín.

 

Y con ella lo primero que hizo fue elevar la resistencia de sus guerreros... sabía que cada uno de ellos iba a la guerra con gusto, que si la muerte los sorprendía con honor gozarían de banquetes eternos en las constelaciones de Valhalla. Pero Thor no quería muertes sin sentido, de manera que aumentando su fuerza, podría hacer frente a una raza que se decía descendiente de los celestiales y por lo tanto, inmortal.

 

Fue al tercer día de búsqueda por el bosque negro cuando encontraron rastros fidedignos de ellos: Y abandonadas a su suerte estaban al menos cien mujeres y sus hijos, sin daños aparentes, contando la misma historia: Unos seres de piel y ojos violeta las revisaron a fondo, determinando que ni ellas ni sus hijos eran los que buscaban y tras perdonarles la vida, las habían dejado a su suerte vagando por el espeso y peligroso bosque.

 

-Que un escuadrón se encargue de escoltarlas hasta su aldea, que se queden de guardia y ayuden a reconstruir un poco sus chozas... el resto sígame.

 

Tres días después, la avanzada Einherjar los descubrió, eran alrededor de cien seres de vistosas túnicas de un vaporoso tono plateado y azul, todos tenían los cabellos negros, la piel púrpura y ojos violeta. Eran altos, de cuerpos elásticos y extrañamente hermosos. No se sintieron sorprendidos por los guerreros, ni intimidados por las doradas armaduras y temibles lanzas. Los integrantes de la Cofradía simplemente flotaron hacia ellos y se plantaron enfrente, en un evidente desplante y ausencia de temor.

 

-Mucho cuidado, Thor- dijo Balder- No nos confiemos de la falta de armas...

 

El rubio adelantó su caballo, colocándose a prudente distancia de los extraños.

 

-Soy Thor, Hijo de Odín, Padre de Todo, Rey de Asgard, Protector de los Nueve Reinos y los llamo a darme una explicación por las agresiones a la pacífica gente de este mundo.

 

-Aléjate, Thor, Hijo de Odín. Nuestros asuntos no son contra ti y no te conciernen.- respondió uno de los Cófrades, alzando amenazadoramente su mano derecha, la que llevaba enguantada al igual que los demás.

 

-Toda acción de guerra contra este reino me concierne y si no desean el diálogo, entonces los obligaremos a rendirse.- repuso Thor, sin retroceder un centímetro.

 

-No es una acción de guerra... no hemos quitado una sola vida, solo nos abrimos paso en nuestra búsqueda.

 

-¿Qué clase de búsqueda?

 

-Devuélvenos a Lord Ector, a su esposa y a su hijo y nos marcharemos.

 

-No conozco a esos que mencionas. Te doy mi palabra...

 

-Tu palabra no me interesa, Thor, hijo de Odín... Prosigamos nuestra búsqueda, hermanos...- dijo el ser, haciendo un movimiento con su cabeza y poniendo en movimiento al resto de su grupo.

 

La batalla inició.

 

***

 

Thor, Balder y los tres guerreros se reconocieron cuando el humo y el polvo de los golpes de energía se disipó. Se acercaron y se plantaron alrededor de su Rey, junto a otros guerreros, mientras a sus pies, los seres de la Cofradía se levantaban sin daño alguno, desapareciendo frente a sus ojos en un destello color violeta.

 

Uno a uno desaparecieron, sin explicación, sin daño, sin tener idea cabal de porqué estaban ahí y a donde se dirigían. Los asgardianos y los guerreros de Vanaheim estaban exhaustos. Eran dos mil soldados, contra un ciento de invasores y sin embargo, ninguno cayó y los defensores mermaron sus filas.

 

-¿Qué sucedió?- preguntó Balder- Mis hombres disminuyeron de quinientos a apenas unos setenta... Pero no hay cuerpos... ¿Se desvanecieron para siempre?

 

Thor tampoco daba créditos, junto a los generales Volstagg, Hogunn y Fandral, hicieron un rápido recuento para informar que faltaban casi setecientos de los dos mil del ejército inicial. Los demás estaban desmayados, pero ilesos. No había ningún muerto.

 

-Thor...- dijo entonces Balder, pálido al no encontrar por ningún lado a su hijo- Brynjar ha desaparecido.

 

-¿Quiénes son estos demonios? ¿Qué extraño poder para desaparecer a las personas tienen?

 

-¿Están muertos los ausentes acaso?

 

La noche cayó, y con ella la certeza de que no habría mas enfrentamientos. Otro contingente se les unió informando que mujeres y niños fueron hallados al pié del bosque negro. Pero ninguno de los hombres, y ninguno de los guerreros tampoco apareció.

 

-Elynn...- murmuró el rubio, cayendo en cuenta que esa noche llegarían malas noticias a su hija- Encontraré a tu marido... así sea lo último que haga...

 

***

 

Seis meses después el Rey regresó a Asgard, hastiado de pisarle los talones a aquellos seres que habían cambiado sus tácticas: En lugar de atacar pueblos enteros, se infiltraban en los mundos, siguiendo los rastros o relatos que pudiesen llevarlos a encontrar a su líder extraviado. Donde escuchaba hablar de demonios con piel violeta, ellos estaban, y su secuela era siempre la misma: Hombres desaparecidos y mujeres secuestradas que reaparecían horas después.

 

-¡Es como buscar una aguja en un pajar!- rezongó Fandral, feliz de estar de nuevo en su hogar y dispuesto a dormir catorce horas seguidas, para después ir a beber hasta caer inconsciente.

 

-Igual es la búsqueda de ellos- dijo Thor- Si no fueran tan arrogantes, aceptarían nuestra colaboración y se darían cuenta que no tenemos ningún Lord escondido o secuestrado, como creen.

 

-¿Cuáles son tus órdenes, Thor?- preguntó Balder, que no quería renunciar a seguir buscando a su hijo o al menos, hallar a esos seres y saber que cosa les había sucedido a Brynjar, a los guerreros y a todos los hombres que desaparecían cada día.

 

Thor necesitaba reposo, estaba exhausto, fastidiado y frustrado por no lograr dar con los Cófrades o quienes quiera que fueran esos seres. Anunció una reunión con sus generales y Ministros para el día siguiente a medio día. Como los demás, requería unas horas para despejar su cabeza y reunir nuevas fuerzas, así como trazar un nuevo plan.

 

Sacudió los pensamientos obsesivos de los últimos meses para pensar en su hogar, en sus hijos y por supuesto, en su esposo. Elynn sabía comportarse dignamente y mientras no viese el cuerpo inánime de su marido, no lo consideraba perdido, así que la hija mayor continuaba su vida con valor, cuidando de su hijo y ayudando a las mujeres de los guerreros que se habían quedado sin el sustento de sus respectivos maridos. Elynn era orgullosa y diligente, acudió a recibir a su padre y se retiró, ocupada también en atender a su suegro, con quien debía mudarse si era necesario, ante la ausencia de Brynjar. Así lo dictaba la costumbre, debía ampararse en la casa de sus suegros.

 

Luego, Thor acudió a las habitaciones de su Consorte y su hijo pequeño. Loke estaba enorme, hermoso y crecía sano bajo los amorosos cuidados de su padre. Thor se sorprendió al verlo ya caminar solo, estaba a punto de cumplir un año de nacido, y era una copia fiel de Loki, principalmente porque el niño poseía un par de ojos verdes que lo diferenciaban de su primogénito Einar.

 

-Mi amor...- exclamó cuando al fin, tras cargar y besar el rostro de Loke, entregó al niño a sus cuidadoras y se fue directo a los brazos de su esposo, al que ansiaba tocar y acariciar- ¡Anhelaba este momento! ¡Cielos eternos de Asgard, como te extarñé! Dime ¿Me extrañaste también?

 

Loki lo miraba con los ojos brillantes y temblorosos, un par de lágrimas amenazaban con salir en cualquier momento... pero igualmente abrió los brazos para recibirle y correspondió con todo su amor el beso que Thor fue a depositar en sus labios. Se aferró a él con fuerza, deseaba con el alma entera que ese momento no terminara jamás... Que ninguna nube nublara su cielo... que las terribles cosas que estaban sucediendo en su vida solo fueran parte de una pesadilla y que reventarían como una burbuja de jabón en cualquier instante.

 

-Te extrañé a cada segundo que estuviste lejos de mí…- respondió al fin y esas palabras bastaron al rubio para comprender que necesitaba estar con él, amarlo, adorarlo, entrar en su intimidad, hacerlo suyo... como siempre, por siempre...

 

Indicó a los servidores y asistentes que les dejaran a solas, y levantando a su esposo con sus fuertes brazos, lo llevó hasta la cama donde lo depositó con una mezcla de ternura y ansiedad. A toda prisa se despojó de sus ropas e hizo lo mismo con Loki, veneró su cercanía agradeciendo a los Dioses antiguos estar de nuevo a su lado, y se recostó sobre él para comenzar aquella noche de amor.

 

-Cariño, debes venir tan cansado- murmuró Loki, agonizando de placer con las manos de Thor acariciándole la piel del cuello, de la estilizada espalda y sobre todo, del blanco pecho- Seguro deseas comer algo antes...

 

-Deseo devorarte a ti, amor... solo de ti tengo hambre y solo tú eres el oásis donde reposa mi alma y mi cuerpo...

 

-Pero me preocupa que te sientas mal... cenemos algo y hablemos, no es urgente que estemos en la cama.

 

-¿Hablar?- dijo Thor, creyendo que su compañero bromeaba- ¿Y qué es más importante para hablar que esto, que nosotros dos?

 

-Pues por ejemplo, de Brynjar... Elynn finge que está bien, pero en realidad sufre mucho por la suerte de su esposo. Thor, yo no deseo que mi hija sea una viuda... hablé con Brunilda y sus Valquirias no han reconocido su alma en las constelaciones del Valhalla... ¿Acaso si mi querido yerno ha muerto, su alma se encadena en el reino de Hela?

 

-Loki... Siempre el mismo padre amoroso y preocupado- murmuró Thor besándole las manos y deteniendo un poco sus avances amorosos- Esos seres, de los que hablaremos después, dijeron que no han tomado vida alguna... Y cierto es que no hemos visto un solo cuerpo tampoco. Brynjar quizá permanece prisionero y tarde o temprano averiguaremos donde. Lo liberaré y lo traeré de regreso a su casa... Lo juro... ¿Te basta la palabra del Rey, del Dios del Trueno y Padre de Todo para que estés tranquilo?

 

Loki acarició tiernamente las varoniles facciones atrayéndolo con lentitud y besándolo en los labios.

 

-Me basta la palabra de mi amado rubio...

 

-¿Dónde nos quedamos?- gruñó Thor, deslizándose bajo las sábanas hasta pasear su lengua por el vientre del pelinegro y morder levemente, por encima del pantalón, el miembro aún prisionero de la ropa de Loki.

 

-¿No quieres saber nada acerca de Einar? (No, Loki... sé que mi hijo y ese Peter lo pasan bien, no quiero hablar de ellos ahora) ¿De los avances de Magni? (Seguro Magni tiene las mejores calificaciones y la disciplina ejemplar que siempre ha demostrado, me sentiré orgulloso de Magni después de comerme entero a su padre) ¿Noticias de Tayté?

 

-Loki... ¿No quieres hacer el amor conmigo?- cuestionó el rubio, alzando el rostro con un gesto de severidad- Tenemos mañana hasta mediodía para hablar de nuestros hijos...

 

-Tienes razón...

 

Una vez solucionado el obstinado deseo de Loki por hablar, Thor regresó arriba para abrazarlo, acariciando los negros cabellos, destejiendo su trenza y apoderándose de los rojos labios en los que refugiaba todo su amor. “Te amo” le repetía cada vez que tenían que separarse un poco para respirar, y después nuevamente navegaba entre los labios, y la lengua húmeda de su Consorte “Te necesito tanto” suspiró el rubio, bajando su mano delicadamente para introducirse bajo las ropas y acariciar los muslos firmes, las redondas nalgas y poco a poco, ir tras su trofeo favorito, el cual ansiaba devorar hasta provocarle a Loki un par de orgasmos, sus juegos previos favoritos. Después lo haría suyo por todo el resto de la noche, hasta que el amanecer los sorprendiera, exhaustos y húmedos.

 

Loki sintió que la pena y el remordimiento llegaban juntos, como una avalancha de emociones que le impedían continuar. Comenzó a llorar quedamente, intentando acallar su mente y dejar que Thor siguiera, pero el sollozo bien pronto se hizo tan ruidoso que el rubio dejó de besarlo y comenzó por mirarlo con alarma... pensó mil cosas ¿Acaso la desdichada de Jane Foster lo había hecho enfadar? Si Loki quiso saber de su hija y esa mortal lo insultó... ¿O sería otra la causa de ese llanto? ¿Algo le sucedía a sus varones? ¿A Loke, Einar o Magni?

 

-Corazón mío ¿Qué te sucede?

 

-No quiero que me toques más...- sollozó el de ojos verdes, mostrando su hermoso rostro congestionado y sus ojos arrasados por el llanto.

 

-Dirás que no quieres que te toque hoy... ¿Es en serio que deseas hablar antes que hacer el amor?

 

Loki sintió que el corazón se le partía... pero debía tomar valor y decírselo todo.

 

-No, Thor... cariño mío... escuchaste bien: No deseo que me toques nunca más, no lo merezco... no te merezco...

 

-Loki... No te entiendo. Dices eso tan extraño... habla... ¿Te sucede algo? ¿Algo grave?

 

-Sucedieron cosas en tu ausencia... No sé como explicarlo... Thor... Ya no puedo seguir a tu lado...

 

Thor se bajó de su pareja y se sentó sobre la cama, permitiendo a Loki que hiciera los mismo y que controlara un poco el llanto que brotaba con abundancia.

 

-Tranquilízate y dime cual problema hay... Te aseguro que tal vez estás haciendo una tempestad en un vaso de agua, mi amor.

 

-¡No me llames amor! Te lo suplico... Thor los errores se pagan, tarde o temprano... y el que estoy pagando ahora me costará toda mi felicidad a tu lado... Lo siento, lo siento mucho...

 

-Loki, estás comenzando a asustarme... habla ya.

 

-Esperaba tu regreso para arreglar tu permiso para ver a mis hijos de cuando en cuando... Yo... sé que deben quedarse en tu casa y mi persona abandonarla antes que tu honor se vea inmiscuido. ¡Oh, Thor! ¡La muerte debió llegar a mí en su momento!

 

-¿Estás diciendo cosas sobre mi honor? ¿Acaso en mi ausencia han cambiado tus sentimientos hacia mí?

 

-¡Sí!- exclamó Loki, viendo en esa frase una puerta de escape para por fin hallar una salida a su falsa situación- Si, si... eso es, eso ha... sucedido...

 

-¿Ya no me quieres?- preguntó Thor, buscando el contacto directo con el rostro de Loki.

 

Loki negó con un movimiento de cabeza.

 

-Ya no...

 

-Embustero. Una broma tan cruel ya no es digna de ti, querido. Y si es verdad, repítelo con todo tu orgullo y valor, mirándome a los ojos: Mírame y dime, “Thor, ya no te amo”

 

Loki palideció como la muerte, el corazón le latía muy de prisa, pero estaba consciente del punto al que estaban llegando: Percibió también a Thane, riendo triunfalmente al escuchar la renuncia que Loki hacía a su grande y único amor.

 

-¿Para qué quieres que lo repita?

 

-Porque entonces lo creeré. Treinta años de matrimonio... ¿Se van a la basura en seis meses de ausencia? Te robé del regazo de Hela, superé mis errores y obtuve tu perdón, cambiaste los errores tuyos por amor a mí... Tus ambiciones son ahora nuestros sueños... Mis estupideces se trocaron por mi eterna devoción. Dime entonces que ha cambiado para que desgarres mi alma con esta absurda declaración que todavía no creo...

 

-Thor... antes de casarme contigo... – inició a decir Loki. Sintiendo un nudo en la garganta- Yo...

 

-¡Habla, maldito seas!- gritó Thor, nervioso en cada poro de la piel.

 

Loki cerró los ojos. ¿Cómo iba a confesarle a Thor su estúpido error? Si lo amaba, lo amaba con toda su alma y su corazón. ¿Cómo le rompería la fé que tanto trabajo le costara construir? ¿Cómo abandonar su hogar? ¿Su familia? ¡Cómo decirle sobre Thane!

 

-Thor debo dejarte porque ya no soy digno de tu amor… te traicioné, te mentí... Fuiste y serás por siempre el gran amor de mi vida, pero cuando te enteres de toda la verdad y antes que me eches con deshonra... te suplico la oportunidad de marcharme en silencio, sin escándalos... por el bien de tu casa y nuestros hijos... por favor... solo eso humildemente te pido...

 

-¡Habla ya! O te mato, te lo juro Loki... ¡Te mato!

 

-¡Estoy casado! ¡Antes de ti, me casé con otro!- gritó Loki, a punto de sufrir un colapso y dejando enmudecido a Thor- Mi matrimonio contigo no vale nada... Por eso debo marcharme.

Notas finales:

Gracias por leer, ya casi salgo de vacaciones para responder sus amables reviews.

No los olviden, rosas para una diva sigue gracias a ustedes.

Un abrazo.


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