El Rey Thor entró en la habitación de su hijo más pequeño igual que las tormentas en el calor del verano, irrumpió abriendo las puertas de par en par y su presencia imponente y majestuosa llenó todo con la fuerza del viento y el sonido del trueno.
-¡Loke!- exclamó acercándose al niño de cabellos negros que aparentemente dormía con placidez en su suave cama- ¡Loke, mi querido hijo! ¿Qué sucede? ¿Qué ha sucedido?
Recorrió el pequeño cuerpo con la mirada, mientras tocaba la prístina frente en busca de los calores de la fiebre o cualquier signo de alarma en su salud. Loke tan solo parecía disfrutar del más profundo de los sueños. Los sanadores le informaron que nada mal encontraban en el pequeño Príncipe, salvo que llevaba 24 horas continuas durmiendo profundamente.
-Encontró a su pequeño cachorro muerto esta mañana- dijo la nana, contando al Dios lo que ella había visto- El lobezno aparentemente se ahogó con un hueso y murió durante la noche. Loke se abrazó de su mascota sin dejar de llorar, le supliqué que me permitiera disponer del animalito y que por favor no sufriera por él... le expliqué que a veces las constelaciones del Valhalla necesitan perros pequeños para ser vigiladas, pero nada parecía consolarlo...
-Pero yo vi al cachorro afuera... Lo vi antes de entrar, eso creo...
-Así es Majestad, Loke dejó de llorar de pronto y dijo que el cachorrito no estaba muerto... que se pondría bien… Como si sus palabras hubiesen sido una orden, el lobezno comenzó a mover la cola y a ladrar. El niño estaba muy feliz, pero antes de explicarme lo que sucedió... se quedó dormido...
-Es muy extraño, nana Engla... Quizá realmente el animal no estaba muerto, quizá el abrazo de Loke sacó el hueso de su garganta y volvió a respirar, debe existir una explicación lógica...
-O quizá mágica, señor mío.
La fiel nana se retiró y entonces Thor se quedó caminando solo por el jardín, el lobezno lo seguía ladrando y saltando rebosando salud y energía. Uno de los guardias se acercó a decirle algo en voz baja y el rubio asintió. Mostrando un continente digno, se dispuso a recibir a la visitante que se había anunciado con urgencia solicitando hablar al monarca.
¿Quién tenía el privilegio de solicitar audiencia privada y ser aceptada de inmediato? Una figura delgada y lacónicamente pálida llegó. Sin cabello, cubriendo el cráneo calvo con una pañoleta de seda azul, profundas ojeras y un semblante tan débil como el frágil hálito de vida que aún conservaba y cuya rabia la hacía reunir fuerza para ir a reclamar una vez más.
-Quiero a mi hija de regreso- dijo Jane Foster, con voz firme a pesar de los estragos de la enfermedad- Sin pretextos, Thor ¡Devuélvemela!
-¿Qué dices, mujer? ¡Yo no tengo a Tayté!
-Mientes... mientes de nuevo, con engaños nos trajiste de regreso a Asgard, un lugar al que detesto y con mentiras pretendes ahora fingir que mi hija Helena no escapó de la casa que habitamos para venir al lado tuyo y del asesino...
Thor enarcó la ceja con altivez, evidentemente Jane desconocía sobre la muerte de Loki. Pero igualmente no estaba dispuesto a que se insultara su memoria.
-Si deseas conservar los dientes, Jane Foster... no vuelvas a decir una palabra en contra de mi amado Loki...
-¡Me amenazas! ¡Me amenazas a pesar de las condiciones de mi salud! A pesar que la vida se me escapa pretendes todavía defender a ese al que le debo toda mi infelicidad... ¡Mi hija se ha fugado o ustedes me la han robado! Exijo que regrese a mi lado...
-Si la niña escapó de ti, seguramente tuvo muy buenas razones.
-No lo entiendes ¿Verdad? Ella los prefiere a ustedes porque en mí ve a una mujer derrotada, a una persona cuya fuerza y salud están en decadencia ¿Qué significo ahora para ti, Thor? Una vez me juraste amor y ahora, no significo nada... me odias y por eso, me arrebatas a la única persona cuyo cariño verdaderamente ansío. El amor de mi hija es lo único que necesito para seguir luchando...
-Me das lástima Jane Foster...- respondió Thor, mirándola con desprecio- Cuando te conocí eras una mujer fuerte y brillante, tuviste mi amor y mi preferencia pero no supiste valorar lo que te entregué... afortunadamente para ti y para mí, me di cuenta a tiempo que no valías la pena, tus acciones me salvaron de la clase de mortal en la que te has convertido... serpiente venenosa… aún cerca del fin de tu existencia, no pierdes la oportunidad de lanzar veneno contra alguien que no te ha hecho nada.
-Solo dame a mi hija... maldito engreído
-Te repito que no la tengo.
Impaciente, Thor hizo un ademán y de inmediato dos guardias se acercaron para retirar de su presencia a la detestable mujer. Sin embargo, Jane continuó vociferando alterada.
-¡No voy a morir sola! ¡Ella tiene la obligación de estar a mi lado! ¡De cuidarme! No quiero morir sola...
-¡No me importa como vives o mueres! Entérate de una vez… Loki siempre tuvo la razón. No eres nada, tu existencia no significa nada, eres un suspiro del viento, un latido del corazón... eres polvo Jane Foster. Consúmete en tu soledad y en tu amargura… yo no puedo ni tengo la menor intención de volver a ayudarte... Y yo no tengo idea de donde se encuentra tu hija.
-¡Maldito seas!
Thor ya le había dado la espalda a la mortal, cansado de tanto llanto y tantos intentos de chantaje. Cuando de pronto Jane dejó de gritar, pensó con alivio que se marcharía y lo dejaría tranquilo. Al volver la mirada, sin embargo, se sorprendió de lo que estaba sucediendo.
Loke estaba despierto y evidentemente, atraído por los tantos gritos provenientes del jardín, había salido sin que nadie se diera cuenta. El niño llegó hasta donde Jane vociferaba y gastaba inútiles energías en reprochar al Dios del trueno y simplemente tocó su delgado y macilento brazo.
Jane cayó desmayada de inmediato. Thor regresó a toda prisa justo para recibir al niño entre los brazos.
-Creo que voy a dormir nuevamente...- murmuró a su padre antes de cerrar sus dulces ojos verdes.
-No, Loke... despierta... despierta cariño...- suplicó el rubio en vano. Loke dormía de nuevo- ¿Qué sucede contigo, mi pequeño amor? ¿Qué haces y yo ignoro? Tu sueño significa algo que yo debo saber...
Más guardias llegaron para auxiliar a su señor, llevaron a la desmayada mortal hasta el cuarto de sanación y Thor llevó al niño de regreso a su habitación. Fue entonces cuando se dio cuenta de la llegada de su primogénito.
-¿Hace cuanto miras?
-El tiempo suficiente- respondió Einar, saludándolo con respeto- Padre, creo comprender un poco lo que sucede a mi pequeño hermano...
-Pues habla, que mi corazón ya no soporta más dolor...
-Loke manifiesta su naturaleza mágica... parece que está destinado a ser el más poderoso de todos los hechiceros. Quizá supere a Padre Loki cuando sea mayor... pero, entrega su energía al usar su magia...
-¿Por eso duerme? ¿Cómo el sueño de Odín? ¿Mi hijo duerme para recuperarse?
-Es muy probable. Después de todo, la herencia del abuelo Odín está presente a través de tu propia herencia, Padre. Loke solamente repone fuerzas al dormir, no deberíamos intentar interrumpirlo... sin embargo... lo más excitante de esto es otro detalle...
-¿A qué te refieres? ¡Habla, por Hell, que me matas Einar!
-Me refiero a la propia magia de mi hermanito... es maravillosamente interesante...
***
Magni observó satisfecho los resultados de su trabajo. Ochocientas almas fueron restauradas en una semana de ardua labor. Había sido la mayor y mas cansada jornada, estaba exhausto... a medida que la voz se corría entre los mundos, los habitantes de cada pueblo devastado por los eternos se esforzaban en reunir todos los cubos de ámbar que podían encontrar y se negaban a dejar marchar al hijo del Rey Thor. Necesitaban su presencia hasta que el último de los cubos era revertido y la existencia atrapada en su centro regresaba a su hogar.
Cientos de padres, hijos, esposos, hermanos en aparente buena salud aparecían con el toque de la piedra del color de la sangre. Sin embargo, no era un proceso inmediato, cada uno tenía un tiempo precioso para regresar y costaba a Magni un esfuerzo físico y mental... no durmió en dos días consecutivos para lograr rescatar a mas de ocho centenas de aldeanos y todavía le requerían para brindar y festejar por aquella alegría. Pero el muchacho no podía más... necesitaba dormir.
-Me honra su invitación, ciudadanos... y a nombre de mi Padre, el noble Rey Thor, lo agradezco mucho, pero debo recorrer todavía muchos poblados... debo retirarme y estar a tiempo en otro lugar...
Por fin llegó hasta el carruaje que lo transportaba, ordenó que no le llevaran alimentos, que tan solo le dejaran descansar y que marcharan de inmediato. Sus escoltas se apostaron a los lados y se inició el viaje. Uno de los oficiales le informó su intención: Si caminaban a paso lento, llegarían en seis horas al siguiente punto de la ruta. Magni lo aceptó con alegría... dormiría todo el camino para reponer fuerzas.
El oficial se retiró, la cortinilla de la ventana se cerró y solo el paso pausado de los caballos se dejó escuchar, así como las risas lejanas de los jinetes, que conversaban y se preparaban para un viaje relajado.
-Ven y descansa...- murmuró como una melodía una voz cristalina y juvenil- Reclina tu cabeza en mí y permite que vigile tu sueño... Estoy tan orgullosa de ti... Mi corazón salta de alegría al verte respetado y adorado por esas personas. Colocas el nombre de nuestros padres muy en alto, mi querido hermano... Y soy feliz...
Magni sonrió al verla, Tayté le devolvió el gesto y le ofreció el cómodo asiento para que se recostara, colocando la rubia cabeza con todo cuidado sobre su regazo. Se sentía bien estar así... y el adolescente no se hizo repetir la invitación. Se acunó junto a la muchacha de castaña cabellera y ojos de miel, abrazando la breve cintura y cerrando los ojos inundado con placer desconocido.
-Me alegro también yo de tenerte cerca, Tayté... en verdad te extrañaba mucho...
***
Cada rosa roja, blanca, amarilla o jaspeada, abierta o en botón, conjuntas en todo su aroma, en toda la belleza ante sus ojos, eran parte de su recuerdo... aquel jardín ahora enorme, el que Loki cuidó con tanto esmero, cuando plantó con sus propias manos el primer rosal que muy pronto se arraigó, proliferando y llenando de perfumes las tardes, y que Thor preservaba como tributo a su amor se volvía actualmente en el refugio que abrigaba el cansancio y la tristeza del Padre de Todo. Cuando sus deberes le daban un respiro, cuando podía liberar sus sentimientos a solas, sin que nadie lo atestiguara... Thor se sentaba en el banco de cantera labrada donde mil veces se sentó al lado de su esposo, tomando sus manos, besando sus labios mientras le juraba su devoto amor incansablemente... y Loki le sonreía y le decía tantas dulces palabras, tantos adjetivos cariñosos llenos de su naturaleza inquieta, tantas palabras juguetonas, burlonas, amorosas...
-Te extraño, amor mío...- murmuró, mientras perdía su mirada de zafiro entre los rosales, entre el revolotear de abejas y colibríes, mientras llenaba sus pulmones de perfumes y melancolía- Te extraño tanto que duele, me dueles en cada hueso, en cada poro de mi piel... ¡No me resigno a que ya no estés! Quiero buscarte, quiero encontrarte... dime de que extraños brazos debo arrancarte ahora y te arrancaré, pondré todo mi poder y mi conocimiento para regresarte... ¡Amado mío!
El perfume de las rosas pareció volverse más intenso, tan penetrante que fue casi insoportable, sofocante bajo el calor del atardecer. Thor se aflojó el cuello y la capa para respirar mejor, mientras un deseo de llorar apretó en su pecho.
-Cariño...
-¡Loki!- exclamó el rubio al ver la vaporosa aparición flotando frente a él. Loki transparente, con la mitad inferior del cuerpo difuso en una especie de humo frágil. Tenía el pelinegro una expresión de profunda tristeza, de agonía tal que removió también el infinito dolor de su consorte- ¿Qué te sucede? ¿Qué sufrimiento tan atroz estás padeciendo? ¿Por qué tu alma no está en Valhalla? Debo hacer más oraciones acaso, más purificaciones... Buscar hasta encontrar la causa por la que no descansas en paz… ¡Oh, Loki! ¡Amor mío, corazón mío! Razón de mis razones... Vienes a decirme que sufres y yo no sé como solucionarlo ¡Me siento inútil! ¡Nada ha valido la pena si te sacrificaste para penar por la eternidad! Loki... te lo suplico, dime como ayudarte... ¡Dímelo por favor!
El fantasma de Loki entonces señaló su pecho, Thor exclamó con un gemido desgarrador al notar que aún en la muerte, su adoración presentaba abierta y sangrante, la mortal herida con la que completó el hechizo... su sangre derramada, su corazón partido en dos. Lentamente pasó su mano blanca, etérea, por todo el orificio de en medio de su pecho... su corazón estaba roto... Loki no emitía mas palabras, parecía que tan solo podía elegir una o dos antes de desaparecer, así que sus ademanes debían ser interpretados… pero Thor sufría demasiado y no se concentraba en lo que intentaba decirle... Loki quería estar mas tiempo a su lado, demostrarle que ni siquiera la muerte había podido lograr que lo olvidara o que lo abandonara... extendió entonces ambos brazos hacia el rubio, arrugando el ceño de tal forma que era imposible ignorar su pena. Thor se le quedó mirando, esforzándose por entender...
-Dame cinco regalos de amor... para irme en paz…- Y Loki dibujó en el aire una runa.
-Wunjo...- murmuró Thor reconociendo la runa- Significa “alegría”, ¿Es algo relacionado con Tayé? ¿Tengo que buscar a la niña para darte tu primer regalo de amor?
El fantasma sonrió, haciendo un ademán de apuro para el rubio y desapareciendo lentamente.
***
Tayté cerró los ojos, mientras su corazón saltaba de tal forma que amenazaba escapársele del pecho... sintió primero que sus manos eran tomadas por otras manos cálidas y cuidadosas que las estrecharon dulcemente, suspiró al percibir otra respiración muy cerca de su rostro, una calidez conocida y al mismo tiempo, primeriza... y tembló como un aleteo de mariposa cuando sus labios fueron suavemente tocados por otros labios, en un primer beso lleno de inocencia y de ilusión.
La caricia duró apenas unos instantes... luego los dos adolescentes abrieron sus párpados para mirarse como si fueran un tesoro recién descubierto, Tayté se ruborizó con intensidad, y nuevamente una mano gentil se posó en su mejilla de durazno, acercándola y buscando un segundo beso... el cual correspondió.
-¿Es correcto esto?- preguntó con voz débil, mientras se abrazaba a las ya fuertes espaldas de Magni.
-Solo sé que es lo que mi corazón desea hacer...
Y como si la respuesta se complementara con un mensaje del cielo, un rayo iluminó la noche, seguido del conocido trueno que bien pronto les dio la certeza de que no habían estado solos en aquel momento tan especial. Thor apareció ante los dos, con su roja capa ondeando al viento, con su imponente figura, sus largos y rubios cabellos cruzando insolentes su rostro congestionado y los zafiros de sus ojos brillando con una especial ira que los echó a temblar de inmediato.
-¡Padre!- exclamaron a una voz, haciendo una mueca de genuina sorpresa al ver al señor del trueno y separándose de inmediato. Magni bajó la mirada con humildad, pero Tayté alzó la barbilla con gesto altanero y se cruzó de brazos, dándole la espalda al recién llegado.
-Espero que tengan una muy convincente explicación para lo que acabo de atestiguar... ¡Por todo lo eterno! ¡Ustedes son hermanos!
-Padre es mi culpa...- se apresuró a hablar Magni- Yo soy el único culpable, por favor... si hay un castigo debe ser solo para mí y no para Tayté...
-¿Ah, sí? ¿El único culpable aquí eres tú, hijo irresponsable?- replicó Thor, cruzando los brazos y enarcando una ceja con enfado- Dime en este instante exactamente de qué eres culpable, Magni Thorson.
-Yo...- titubeó el adolescente- Yo... he traído aquí a Tayté en contra de su voluntad...
-¿Y la obligaste a besarte en la boca?
-¡No! Es decir... ella... nosotros...
-Guarda tu lengua imprudente. No empeores las cosas- ordenó tajante el Dios- La madre de esta niña ha estado a reclamarla en casa. No tengo otra opción que obligarla a regresar, según las leyes mortales, debe vivir al lado de Jane Foster... Tayté, mi alegría, la hija del corazón mío y de Loki... ¿Por qué escapaste?
-¡Padre!- exclamó la muchacha, olvidando de inmediato su orgullo para echarse en los brazos del rubio, quien la estrechó con todo el amor de siempre- ¡Yo pienso que ya no me quieres! ¡Me vas a regresar con ella... y me alejas de los que yo amo!
-Jane es tu madre... y el mortal... No tienes mi sangre, pequeña, no puedo hacer nada al respecto... Aunque mi alma toda se rompa por no tenerte junto a nosotros, junto a tus hermanos y tu hermana...
-Yo pedí a la joya que mi Padre Loki me regaló cuando era una niña, Padre Thor… Le pedí estar junto al que más amo en la vida y Magni llegó. ¿No es malo, verdad? ¿No es malo que yo le quiera como le quiero? Yo pedí y padre me dijo que la joya un día me concedería mis deseos...
-¿La joya?
-Es la misma que hemos usado, papá- agregó Magni- Es la misma joya que ha sido bañada con tu sangre y la sangre sagrada de Padre Loki... De pronto, hace unas noches, sentí el impulso desesperado de viajar a Asgard y buscar a mi hermana en la casa de la mortal. La encontré sola, triste, llorando sin consuelo la muerte de nuestro padre... en una fría habitación, sin el cariño de ninguno de nosotros ni tampoco el de la mujer que dice ser su madre...
-Pero ustedes crecieron como hermanos... ¿Por qué esto? ¿Qué clase de padre he sido?
-Uno muy bueno...- dijo Tayté, besándole la mejilla- Padre, busca la forma de que yo me quede... No quiero ir de nuevo con ella, aun cuando sea mi madre... No quiero seguir ahí, sola, abandonada… por favor...
-Y el cariño que siempre nos hemos tenido cambió hace tiempo, Padre... cuando estudiaba en Midgard. Visitaba a Tayté y nos dimos cuenta de lo felices que somos estando juntos... y además... no somos realmente hermanos, como dice ella... esto no es malo...
La noche no fue para conciliar el sueño. Thor pensaba y pensaba sobre la recién descubierta relación entre Magni y Tayté. Cuando los dos jóvenes se durmieron, el rubio salió a meditar bajo las estrellas... había pensado en llevarse de regreso a Magni a casa y enviar a Einar a proseguir la labor, también pensó en obligar a Tayté para regresar con Jane a Midgard, y no lo hizo, no pudo. La imagen de Loki solicitándole un regalo de amor estaba presente... era algo relacionado con Tayté, pero ¿Cuál era verdaderamente ese regalo?
-Aquí estás...- suspiró el rubio, al ver al amoroso fantasma brillar sobre el lago cristalino y acercarse con lentitud. Loki sonreía, señalando la herida del pecho, mostrándole a su adorado que ahora estaba un poquito más cerrada- ¿Qué hice bien? Dímelo, amor... ¿Te di el regalo que necesitabas?
Loki asintió, señalando los carruajes donde sus hijos dormían.
-Ellos se aman ¿Lo sabías?- Loki asintió nuevamente- Me cuesta algo de trabajo aceptarlo. Sobre todo por su juventud... pero me parece que no soy tan tonto como siempre me dices, querido mío, lo que tú deseas es que Tayté regrese, aunque ahora existe un pequeño conflicto que no puedo dejar pasar...
Loki puso un translúcido dedo en los labios de Thor para obligarlo a callar. Después señaló a Thor en medio del pecho “Tu corazón” murmuró, para de inmediato señalar el suyo propio “hermano... yo te amo”
-Entendí... Tu y yo pensábamos que cometíamos un incesto, pero en verdad no éramos hermanos de sangre... Einar y Anthony se consideraban hermanos adoptivos, Tayté y Magni también, pero no hay lazos de sangre entre ninguno de los cuatro para impedir su amor... lo acepto Loki, la vida es un ciclo que se repite y nuestra historia continúa entre nuestros hijos... comprometeré a Tayté con Magni y entonces ella ya no podrá ser llevada a Midgard ¿Estás feliz?
El movimiento de cabeza y la sonrisa maravillosa le dieron a Thor su respuesta.
-Dime ahora lo que sigue, amor...
Loki señaló el cubo de ámbar que permanecía semienterrado en la arena cercana a la orilla del lago. Ignorado por todos, excepto por aquella sublime aparición. Thor removió un poco para sacar el ámbar y lo pulió con la tela de su capa hasta hacerlo brillar. Sobre ese cubo, Loki dibujó una segunda runa:
-Berkana… la runa de la familia, la runa del amanecer...
Ahora debía pensar en qué significado tenía el segundo regalo que Loki solicitaba para el bien de su alma.