Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

TE COMERÍA EL CORAZÓN. por Sangre Samurai

[Reviews - 132]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El capítulo final... no tengo palabras, solo agradecimiento.

Disfrútenlo...

Thor firmó el último de los documentos que lo acreditaban ante las leyes midgardianas como el tutor legal de Helena Foster Queen. Estrechó la diestra del hombre e hizo un gesto de satisfacción... en adelante, nada ni nadie podría arrebatarle a la hija del corazón que Loki tanto había amado. Dejó caer una mirada de conmiseración hacia Jane, quien se retiraba abatida después de perder el último recurso para que la custodia de su hija no le fuera retirada…

 

Lento, pero la ley había dado la razón al asgardiano, que pudo comprobar el abandono de la niña al momento de nacer, el desapego y la falta de interés de la madre biológica y el interés en recuperarla tan solo con fines egoístas y nunca los debidos sentimientos maternales. Tayté testificó sobre como le fue impuesta una nueva identidad, como se le negó el contacto con dos padres adoptivos que ella amaba y los largos días de insoportable aislamiento, con una mujer enferma físicamente y enferma del alma, corroída de deseos de venganza, que ni siquiera supo agradecer el don que su hermano pequeño le había obsequiado. Jane se veía fuerte, animosa, con su largo cabello castaño recuperado y con un buen color en su semblante. El cáncer no había sido curado, pero había sufrido un retroceso que le permitiría combatirlo por más tiempo, las quimioterapias ya no la afectarían tanto, sería una mujer de apariencia saludable hasta el final… ese regalo le había dado Loke, quien consideró inútil curarla por completo ya que la mujer estaba literalmente más podrida en su corazón que en su cuerpo.

 

Richard afrontó con su esposa el hecho de tener una hija fuera del matrimonio, cuya existencia ignoraba y que fue usada por Jane para retenerle a su lado. Aceptó que la quería, que era una parte importante de su vida, pero no estaba en sus planes incorporarla a su familia actual, a menos que Tayté quisiera quedarse. La opción era, por supuesto, regresar al lado de la familia con la que había crecido y sido tan feliz.

 

Thor la abrazó con fuerza, pensando en lo feliz que Loki hubiese sido teniendo de regreso a su pequeña en el hogar. Aunque ahora esa pequeña tenía catorce años y estaba resguardada en la casa de su hermana mayor Elynn, esperando el momento en que fuera su noviazgo con Magni, oficial y bendecido.

 

-Un día me llevarás hasta el lugar donde papá Loki duerme ¿Verdad?- dijo Tayté, abrazando al rubio.

 

-Si, querida... terminaré de una vez por todas de darte los dones necesarios para que te conviertas en una asgardiana completa, dejarás tu mortalidad y tus debilidades midgardianas para siempre y entonces, viajaremos a Encélado… visitaremos la tumba de tu padre y oraremos por su descanso eterno...

 

Magni tomó a su casi novia de la mano y la ayudó a subir al helicóptero, ya no necesitaban estar ahí, así que apenas terminaron los trámites legales, viajaron de regreso a la mansión Stark, donde el resto de la familia los esperaba.

 

Thor hizo todo el camino en actitud pensativa... ninguno de sus hijos olvidaba a su amado padre, a su adorado compañero, y todos presionaban cada día más para que visitaran la helada cueva de la luna saturniana donde su cuerpo congelado yacía. Thor no había regresado ni una sola vez y se negaba a hacerlo, revivir el dolor del momento de su pérdida no estaba en sus planes para nada, pero sabía que tarde o temprano tendría que acudir. Y era mejor hacerlo en compañía de todos sus vástagos.

 

Todavía sentía ganas de llorar cuando recordaba la última ocasión en que su fantasma apareció. Fue la vez que Loke, haciendo uso de su poderosa magia, devolvió el alma de los gemelos a sus cuerpecitos, evitando de esa forma que fueran presos en el reino de Hela, a donde van las almas de los no nacidos o de los que no murieron con honor. Encontró al espíritu acunando entre sus brazos a Loke, que dormía tan profundamente, tan plácidamente como en la muerte... a Thor se le heló la sangre en las venas, gritó y se lo arrebató pensando que finalmente el niño había traspasado el umbral y acudido con su padre… pero no era así… Loke tenía la necesidad de dormir después de usar su magia, su poder, igual que su ilustre abuelo Odín, un sueño reparador, un sueño del que despertaba fortalecido y más consciente...

 

Pero aún así, Thor sintió miedo y preguntó a Loki cual era su misión final.

 

-“He estado evitando que te vayas por puro egoísmo, he estado rogando a los Dioses antiguos para que te quedes y no debe ser así… dime entonces mi amor... ¿Cuál es el regalo último que debo darte? ¿Qué debo hacer para que pueda ir tu espíritu a descansar en paz?”

 

-“Cariño...”- respondió el fantasma de Loki, envuelto en una luz dorada y desconocida, mientras regalaba al que tanto amó la más pura y esplendorosa de sus sonrisas- “El obsequio mas maravilloso me lo entregaste mientras estuvimos juntos... fuiste el hermano más admirado que haya existido jamás, el más fuerte y protector, fuiste el amante más dominante, fuiste el novio más dulce y el esposo más celoso, proveedor y cuidadoso que jamás pude imaginar... a tu lado conocí el dolor, el amor y los milagros... porque contigo fue que la magia floreció en la forma de la hermosa familia que juntos formamos... ¿Acaso no estás orgulloso de ellos? Nuestro amado testarudo Einar, nuestra responsable Elynn, nuestro fuerte Magni y nuestro maravilloso Loke… en mi regazo depositaste a mi amada Tayté y hoy la devuelves para seguir formando parte de la familia... procura que jamás se marche, que jamás te abandone... Brynjar, Arwen, Anthony, también ellos son parte de mi corazón... ¿El quinto obsequio me dices? Ya no puedes darme más de lo que me has dado... Y el regalo más grande es que te sientes listo para dejarme ir. Al fin te das cuenta, amor de mi alma, que la vida sigue y que tienes un deber por cumplir, y todo el cariño de nuestros hijos... llévame en tu recuerdo, con toda la paz y tranquilidad que te dan tu fuerza, tu honradez y tu valor... Has cumplido. Has llenado todo de tu luz. Te amo, Thor... Te amaré por la eternidad y bendigo cada instante a tu lado… ahora me marcho… libre al fin…”

 

Loki se desvaneció, dibujando en el aire la última de las runas: Thirusaz, la runa del rayo, de la honestidad, del trabajo y las cosechas… la runa de Thor. El último regalo era él mismo, otorgándole el desprendimiento del apego terrenal... Thor comprendió que era realmente el final, lloró e imploró que no se fuera, pero terminó por aceptarlo y se lo dijo, hablando al vacío.

 

-“Te amo, motivo de mi corazón... me quedo con nuestros hermosos, fuertes y valientes hijos, me quedo con tu recuerdo, me quedo amándote por la eternidad... te encontraré Loki, algún día, cuando mi existencia en este plano termine... te encontraré porque mi alma no descansará hasta estar nuevamente a tu lado… adiós, amor mío...”

 

***

 

-Tu forma de comer me recuerda a un animal salvaje, Einar- renegó Anthony, mirando la exagerada cantidad de carne que su compañero puso por tercera vez en su plato- Pareces un jabalí...

 

-Pues tú eres el esposo de un jabalí- rió el hijo de Thor, llenando su boca y lanzando un beso al aire- Y tendrás a mis dos lindos jabatos muy pronto, así que estoy muy nervioso, y cuando estoy nervioso, me da hambre y como. Es simple, amor.

 

Pepper le dio un codazo a Tony por hacer un gesto de diversión cuando Anthony parecía molesto con la forma de comer del otro. Y era que el muchacho se encontraba ya en los días previos al nacimiento de los niños y su humor no era precisamente el mejor. Por acuerdo de ambos, se quedarían con los padres del menor y los bebés nacerían en un hospital al estilo midgardiano, así que Einar se impacientaba lejos de sus armas, caballos y lejos de su magia, mientras Anthony se desvelaba lleno de nervios y se consentía por sus padres.

 

Thor y sus hermanos estaban por regresar a Asgard, después de finalizar el juicio de custodia por Tayté y de regresar legalmente a su nombre, la muchacha finalmente decidió llamarse Helena Tayté y se mostraba feliz de volver a ser la hija consentida del rubio.

 

Pero había antes un viaje que ya no podían aplazar... Anthony decidió no hacerlo para no arriesgar su salud, pero Einar sí lo haría… pues por fin habían convencido al Rey de llevarlos al lugar exacto de la luna Encélado, al santuario donde Loki dormía...

 

Thor pensaba que no le daría mas largas a ese asunto, era al final, un derecho de sus vástagos conocer y visitar el lugar de descanso de su progenitor. Una corta estancia, asegurada porque Tayté no resistiría más de quince minutos en aquel clima tan extremo y después regresar a su Palacio y concentrarse en sus asuntos y el gobierno de Asgard y punto. Olvidar fantasmas y muertes, seguir la vida con valor y nada más.

 

Einar dio un beso a su esposo y se unió a la comitiva, Thor soltó el freno de su carruaje y comenzó el viaje, sus viejas amigas las cabras mágicas Tanngnjostr y Tanngrisnir (triturador y rechinante) fueron convocadas para llevar junta a toda la familia, surcar el espacio fue una experiencia emocionante para Magni y para Loke, ya que era la primera vez que subían al mítico vehículo. Las distancias quedarían salvadas en cuestión de minutos y los corazones de todos comenzaron a inflamarse con la aguda mordida de la tristeza y de la nostalgia mezcladas, conforme avistaban el frío y desolado satélite, flotando ante la majestuosidad de los anillos de Saturno... una vista de privilegio para ellos que eran dioses... ningún mortal tendría en muchos años, la dicha de estar tan cerca de aquella maravilla del universo.

 

La magia de Einar mantenía a su hermana adoptiva Tayté respirando y soportando las gélidas corrientes de viento y lluvia, los cristales de metano precipitándose con fuerza y la gruesa capa de hielos, blanca y reluciente que abarcaba la vista. Muy cerca del extremo sur se encontraba el santuario, muy cerca de las explosiones de líquidos termales, de agua y de calor.

 

-¿Sabes que en Saturno llueven diamantes?- explicaba Magni a una sorprendida Tayté, quien a pesar de haber crecido en Asgard, había conocido apenas el universo y los nueve reinos- Son pequeños, pulidos y deslumbrantes... si padre me da permiso, iremos por unos cuantos antes de marcharnos.

 

-Bañaré a Anthony con esos diamantes- agregó Einar, alzando su azul mirada hacia el planeta gigante- Me has dado una gran idea, hermano...

 

-Nunca se me ocurrió hacer eso... pero hubiese sido hermoso- murmuró Thor, a quien no quedaba mas remedio que dar paso a las ilusiones de la nueva generación- Ver a mi adorado Loki cubierto de pies a cabeza en esos curiosos diamantes, que no se parecen a los de midgard, pero que destellan de manera diferente y maravillosa... Hubiese tejido un manto de diamantes, de perlas y esmeraldas para cubrir su cabello y para demostrarle que él fue la joya mas valiosa de mi corona...

 

Guardaron un respetuoso silencio ante la evocación del Rey de Asgard, y finalmente llegaron ante una especie de elevación redondeada, de algunos metros arriba salían expulsados chorros de vapor en intervalos y como era de esperarse, la temperatura era menos drástica que en el resto de la luna... todos sintieron el vapor tibio mojar sus mejillas, y condensarse para comenzar a escurrir por sus rostros como una fina capa de minúsculas gotas de agua, límpida y con un extraño perfume...

 

-¿Aquí duerme nuestro padre?- preguntó Loke, sintiendo unas enormes ganas de llorar- ¿Dónde está la puerta? ¿Por dónde voy a entrar a verlo?

 

Thor pasó saliva al escuchar a su hijo. Él mismo había sellado la entrada a la caverna con uno de sus rayos y sus emociones comenzaban a delatarlo porque la lluvia comenzó a presentarse con insistencia. Lo mejor era que sus hijos presentaran sus respetos y todos se retiraran de inmediato.

 

-Nunca dije que fuera posible verlo...- declaró con voz solemne- Es un lugar sagrado para todos nosotros y no vamos a perturbar la paz de su sueño... Bajo este clima, Loki duerme, su cuerpo seguramente se conserva congelado, el tiempo habrá puesto una capa de cristales de hielo y sales sobre él... y así deseo que continúe hasta que llegado el momento, ustedes me traigan a reposar a su lado y nos reúnan en la muerte...

 

-Pero... yo vine a ver si la rosa que le envié todavía está entre sus manos...

 

-Thor te jura que ahí debe estar- dijo el rubio, abrazando a su hijo y cayendo de rodillas sobre la helada superficie- Yo mismo la coloqué, sobre su pecho, con sus manos entrelazadas, yo mismo lo recosté y me aseguré que quedara bien protegido...

 

Loke y Thor miraron en silencio la rocosa formación, cada uno hablando con el corazón al recuerdo del pelinegro, enviándole todo su amor. Magni, Tayté, Elynn y Einar hicieron lo mismo, se arrodillaron con respeto, recordando el amor de su padre, todo el amor con el que cuidó de ellos en su infancia, su preocupación por sus estudios, por sus entrenamientos... Einar recordó a media voz los tiempos en que vivían solos en Bilskirnir y como Loki jamás los desatendía, y siempre imponía que a pesar de que Thor no estaba con ellos, debían guardarle respeto y amor.

 

Thor entendió que el cariño de sus hijos hacia Loki era infinito y que gracias a él, no lo odiaron en sus años de desvarío. ¡Hubiese dado el alma por evitar cada lágrima que provocó en aquellos amados y añorados ojos verdes! Pero se sentía tranquilo porque una vez superados sus problemas, se dedicó con pasión a hacerlo feliz, hasta el último instante de su sacrificio lo amó y lo seguiría amando.

 

No pudo evitar romper en sollozos, entonces todos acudieron para abrazarlo y confortarlo. A nadie podía mostrar el Dios del Trueno debilidad alguna, excepto a su prole, y llorar por la muerte de su compañero solo lo ennoblecía ante sus ojos.

 

-¿Dónde está Loke?

 

***

 

Loke sonrió al descubrirlo, era una cámara hermosa, llena de la inexplicable luz que se filtraba por un techo transparente y pulido, como hielo purísimo... a su izquierda estaba el manantial humeante y las chimeneas salitrosas que llevaban el vapor termal hasta la superficie. Parecía un elegante baño antiguo, blanco, brillante y hermoso. Y frente a sus ojos infantiles se desplegó al fin la presencia de un padre al que recordaba muy poco, porque lo había perdido en sus más tiernos años, pero que recordaba entre sueños, su voz, su sonrisa, sus caricias, la forma en que lo arropaba al ir a dormir y le contaba historias heroicas para que tuviera sueños guerreros.

 

-Papá Loki...- murmuró el niño, maravillado de lo que veía.

 

Tras él, Thor y Einar fueron los primeros en dar con la entrada que misteriosamente el pequeño había encontrado. Einar sintió una opresión en el medio del pecho, pero Thor no pudo soportar y lanzó una dolorosa exclamación... no solo veía nuevamente el cuerpo de su esposo, sino que veía el cambio ocurrido alrededor de él.

 

-No hay sales, ni hielo...- murmuró, con voz ahogada de emoción, acercándose lentamente y extendiendo su mano temblorosa para apenas tocar con la punta de sus dedos lo que había crecido- ¡Por todo lo eterno! Son rosas... han crecido... en este abandonado lugar...

 

-Son decenas de rosas rojas en flor, abiertas como si hubiesen esperado este instante para florecer- agregó Einar, decapitando un botón tierno en un gesto de incredulidad- No es un espejismo, son reales...

 

-Es imposible...

 

-No, Padre Thor, es que cumpliste tu promesa y la rosa que yo envié ha crecido.... -dijo Loke, alegre al llenar su vista con aquella hermosa pared de rosas, de espinas y hojas creciendo en torno al cuerpo de Loki, al que no parecían tocar, ni agredir, sino por el contrario... resguardar amorosamente, llenando de perfume el sitio de su reposo.

 

El pobre corazón del rubio no soportaba más... era mucho el amor y el dolor de no poder hacer más por Loki, de no poder arrancarlo de aquel sueño eterno. Dio media vuelta, decidido a salir y esperar afuera mientras sus hijos se reunían para dar homenaje en privado a su venerado progenitor.

 

La lluvia era tenazmente fría, los cristales lastimaban la piel al azotar con furia, y los relámpagos comenzaron a hacerse presentes. “Un par de minutos más”, pensaba Thor en su angustiosa soledad, “solo un par de minutos y nos vamos de aquí... Tengo que dejarte ir, amor... dejarte descansar en paz...”

 

-¿Estás muy triste, padre?- se escuchó la voz cristalina a sus espaldas- ¿Sufres mucho?

 

-Solo es que extraño mucho a tu papá, mi querido Loke... lo extraño demasiado...

 

-Pues ven a verlo...- insistió el niño, tomando al grandulón de la mano.

 

-Perdona que no te acompañe, pero me duele mucho en el corazón... anda, ve con tus hermanos y prepárense para regresar ya… no es bueno permanecer tanto tiempo en este lugar...

 

-Puedo despertarlo...- dijo Loke entonces, tan natural y simple como él solo veía su formidable don- Sí me ayuda Einar y me ayudas tú, con la fuerza de Jarnbjörn... Puedo despertar a papá Loki...

 

-¿Qué dices?

 

-¡Yo no quiero verte triste! No me gusta verte llorar, padre... Y si tú quieres, despertaré a papá Loki. Tú me has dicho que debe dormir por largo tiempo, pero yo creo que ya es tiempo de despertarlo... ¡Ven! ¡Hagámoslo! ¡Despertemos a papá Loki y ya no tendrás motivos para llorar!

 

Todavía un poco excépticos, tomándose con reservas la decisión del más pequeño, pero sin duda guardando un rayo de esperanza al recordar como había logrado devolver la vida al cachorro, o el alma a los gemelos, Thor y Einar se prepararon según las instrucciones de Loke... quien sin importarle que las agudas espinas rasgaran su piel, se abrió paso entre los rosales para tocar las manos inertes y pálidas.

 

Una luz de energía mágica llenó la caverna, haciendo temblar la bóveda de hielo y provocando que los géiseres expulsaran todavía más vapores calientes. Loke hablaba en voz baja, recitaba runas antiguas que nacían en su corazón sin haberlas estudiado previamente, mostrando el portentoso don con el que había nacido y que Thor no se explicaba muy bien hasta el día que el niño le explicó:

 

“Cuando yo estaba en el vientre de mi padre Loki, tenía conciencia, sabía lo que sucedía aunque no podía contarle a nadie… y pude en varias ocasiones enfrentarme a ese ser que se escondía en su mente, Thane poseía el don de la muerte, pero al enfrentarlo, aprendí a revertir sus intenciones y decretar vida donde él decretaba lo contrario… las acciones que él forzaba en padre Loki para que los demás sufrieran daños, pude en ocasiones cambiarlas y evitar la tragedia… como el suicidio de Anthony... aunque no pude evitar la muerte de aquella mujer midgardiana, Darcy…”

 

Entonces, Thane había propiciado el don de la vida en su pequeño, y como irónico giro de un destino que se proyectaba lúgubre, parecía encender una firme ilusión de volver a ver a Loki entre los vivos.

 

La magia se hizo más intensa, Einar agregó toda su fuerza y concentración, todos los conocimientos antiguos que aprendió en horas y horas de estudio que en su momento parecían no tener otro sentido que el de conocer hechizos de los tiempos y que los midgardianos guardaban celosamente sin aprovechar, los libros que Loki había ido a recuperar en las montañas de Orollán cobraban forma, y se manifestaban potenciando la propia fuerza de su hermano menor. Unidos en magia y fuerza, lanzaron la primera embestida hacia el cuerpo inerte que ni siquiera pareció apercibirse de la luz o de la energía mágica, permaneciendo igual, inmóvil e inanimado. Tomando un respiro, los hermanos lanzaron un segundo haz, logrando que todas las rosas perdieran sus pétalos, pero sin lograr otra cosa...

 

Thor suspiró, preparándose entonces para no llenarse de decepción, por lo visto… Loki no lograría resucitar al menos en ese momento.

 

-Te necesitamos, padre- pidió Einar, volviendo su brillante mirada de zafiro hacia el rubio y señalándole el hacha que Magni sostenía entre sus manos- Usa a Jarnbjörn... no tengas miedo, ni Loke ni yo sufriremos daño alguno... pero necesitamos ahora el poder del Padre de Todo...

 

-No es mi poder igual al de Odín…- dijo el Rey, abatido- Si lo fuera, ya hubiese obrado en consecuencia.

 

-Es el poder de Thor el que necesitamos… se acaba el tiempo, se nos agota la magia... ¡Hazlo ahora, padre!

 

Thor acudió, alzó su hacha-martillo y convocó todo su poder, el cual dirigió hasta Einar, quien lo encauzó a su vez hasta su hermano Loke y entonces, un destello instantáneo los cegó a todos. Tayté y Magni, Thor incluso, se cubrieron los ojos, parpadeando repetidamente, sin poder definir lo que estaba sucediendo, porque en medio de aquella luz Loke se estremecía, cayendo sin sentido en los brazos protectores de Einar, terminando de recitar conjuros y mirando desesperadamente hacia el cuerpo de Loki.

 

Einar salió de la luz llevando a Loke entre sus brazos.

 

-Ha sido un gran esfuerzo...- les dijo, con voz suave- Pero nuestro pequeño hechicero dormirá por dos o tres semanas enteras antes de despertar recuperado...

 

-¿Estás bien tú, hijo mío?- preguntó Thor, sin poder apartarse del sitio donde continuaba el destello mágico.

 

-Solo estoy cansado…- dijo el primogénito, confortado junto a sus hermanos.

 

Thor asintió, caminando hacia la luz y desapareciendo dentro por algunos segundos. Todos guardaban silencio, aguantando hasta la respiración... cuando Thor reapareciera, les daría los resultados de aquel esfuerzo magnífico.

 

Loki abrió los ojos con lentitud, acostumbrándose al reflejo deslumbrante, después alzó un poco la cabeza para ver la rosa, la única que continuaba intacta, entre sus manos... luego se giró un poco, encontrando la figura alta y protectora que lo miraba con una mezcla de amor y sorpresa. Alcanzó la enorme y temblorosa mano que se le extendía y el contacto fue como un choque eléctrico entre los dos. Loki hizo un gesto de dolor, convulsionando mientras sentía que su corazón volvía a latir y la sangre recorría nuevamente sus venas...

 

Thor lo abrazó, palpando que realmente estaba en su cuerpo y que podía tocarlo y sentirlo, tibio, aromático, vivo... la luz fue cediendo y las rosas comenzaron de nuevo a florecer… decenas, cientos de rosas rojas, de perfumes intensos, de tacto aterciopelado, crecieron y se abrieron en pocos segundos.

 

-Bienvenido, mi amor...- murmuró Thor, sin poder contener las lágrimas que arrasaban los zafiros de sus ojos- Bienvenido a mis brazos y a mi corazón...

 

-Yo sabía que no te darías por vencido- murmuró Loki a manera de respuesta, colocando su mano pálida en la mejilla barbada de su compañero- Mi tonto rubio... mi cariño... mi amor...

 

La luz bajó su intensidad lo suficiente para que los demás pudieran distinguir a la pareja, a sus padres, abrazados y juntos, Thor que sostenía por la cintura a Loki, ayudándole a caminar y a dirigirse hasta sus hijos... ¡Sus amados hijos! Que no salían de su asombro al verlo vivo nuevamente. No sabían si llorar, reír, abrazarlo, besarlo o preguntarle sobre el lugar donde había estado. No importaba, estaban reunidos nuevamente y eso era todo, era lo mejor, era la alegría absoluta...

 

-Mis amados… Elynn, reina de mi hogar, Einar… mi maduro hombre de familia, Magni, tan fuerte como su padre y Tayté, hija de mi corazón...- declaró el pelinegro acariciando los cabellos, las mejillas y besando las frentes de cada uno de sus vástagos.

 

-¿Te sientes listo para viajar?

 

-Después de tanto tiempo en este hielo... no lo sé, cariño… no sé que me pueda pasar si salgo de aquí...

 

***

 

-Ustedes vayan en el carro, yo llevaré a Loki en mis brazos…- dijo Thor, con evidente amor desbordando su corazón- Cuiden mucho de Loke.

 

-Yo me encargaré de meterlo en la cama y guardar su sueño, regresaré a Asgard con mi esposo y mi hijo, y si padre Loki me autoriza... me llevaré a Loke para que guarde su sueño restaurador en la cama del abuelo Odín...

 

Todos partieron, dejando solos a Loki y a Thor. Fue entonces cuando el rubio pudo al fin hacer explotar sus emociones y exhalando un ronco sollozo, fue a caer de rodillas ante su amor. Se abrazó a Loki por sus rodillas, diciéndole todo lo que lo había extrañado y todo lo que en su corazón sentía al verlo de nuevo.

 

-No te arrodilles- rogó Loki, llorando también- Hace mucho que ni tú ni yo nos humillamos ante nada, ni ante nadie... si vas a venir a mí, cariño... ven a mi corazón...

 

Lo ayudó a ponerse de pié, justo para que ambos se fundieran en un abrazo íntimo, deseado y colmado de todo el amor de siempre.

 

-Yo quería morir... quería morir y que me trajeran aquí contigo... no soportaba la idea de mi soledad, no soportaba la idea de ya no verte, de ya no tocarte... Y ahora estás de nuevo a mi lado, gracias a nuestros hijos... gracias a la magia de sus naturalezas...

 

-Los hijos siempre están destinados a sobrepasar a los padres... ¿No es cierto?- sonrió el pelinegro, acercándose lentamente para cubrir con sus labios todavía fríos, la boca cálida del rubio.- ¡Cielos eternos de Asgard, todavía me siento como un copo de nieve!

 

-Ya me ocuparé de calentar cada milímetro de tu piel...- repuso Thor, tomándolo entre los brazos- Ahora iniciemos el viaje de regreso, lo haré tan lento como pueda, para estar juntos y a solas...

 

-¿Montaré sobre tu espalda, como cuando éramos niños?

 

-Te haría el amor mientras volamos... pero los niños se han desviado hacia el planeta antes de ir a casa y corremos el riesgo de que vean a sus papás haciendo “cosas”

 

-“¿Cosas?” Suena tan adorable...

 

En el trayecto, surcando el espacio los dos se sintieron felices, recordando los privilegios que tenían al ser deidades, Loki volvió a sentir la alegría de la vida, el llenar su vista con el magnífico espectáculo del universo, el ir literalmente montado en las espaldas de su amado, alzando el rostro y abriendo los brazos para sentir los vientos cósmicos alborotando su negra melena y lanzando un gigantesco agradecimiento a la magia de sus hijos, al poder de su compañero que le permitían abandonar el limbo de los condenados por los eternos para regresar al plano de los mortales, de los Aesir y de los vivos de todos los mundos y reinos.

 

-Te amo, Thor…- murmuró, recostándose sobre las espaldas del mayor, quien se giró para quedar cara a cara con su adoración- Por tu lealtad, tu perseverante y tierno modo de ser, por todo lo que has hecho por mí, yo te amo... dime una cosa... ¿Te casarías conmigo?

 

-Qué cosa me dices, amor... ¿Me propones matrimonio?

 

-Sí... te recuerdo que nuestro enlace quedó anulado y que ahora, oficialmente no somos esposos, sin embargo... me encantaría que me aceptaras como novio tuyo y volvamos a anudar la cinta roja del handfasting en nuestras manos...

 

-Es muy tentador volver a ser tu novio... y seducirte… y hacerte mi amante antes de desposarnos, para que la sociedad hable que no pudimos aguardar para hacernos una sola carne...

 

-¡Que noticia, no te has vuelto menos apasionado en todo este tiempo! Ni menos bruto

 

-Pues acepto... Y quizá lo primero que haga como tu marido sea ordenarte que dejes de insultarme y llamarme bruto o tonto... ¿Realmente piensas eso de mí?

 

-Oh, cariño... ¿Acaso no entregué por ti mi título de Príncipe de las mentiras, de Dios del engaño? ¿Acaso no renuncié por ti al trono de Jötunheim? ¿Acaso no he llevado en el vientre el fruto de tu semilla? Dime, si acaso pones en duda que mi lengua solo te lo dice porque no encuentra las palabras adecuadas para decirte todo lo que te ama una y otra vez, sin sonar a eco, a repetición sin sentido... ¡Te amo, Señor del Trueno, Padre de mis hijos! ¡Sería yo el bruto y el tonto si dejo de reconocerte, mi dueño!

 

 

***

 

Loki terminó de revisar a su pequeño Loke en la cama de Odín, el niño parecía sonreír mientras dormía y el pelinegro solo esperaba su despertar para llenarle de besos y abrazos, para decirle mil veces todo lo que lo amaba y lo orgulloso que se sentía de la fuerza y cariño que le demostraba. Loke era como él mismo cuando era niño, pero con un noble corazón, con la honestidad y bondad de Thor, también con los rasgos, el poder y la picardía de él mismo. Si Magni era como un pequeño Thor, fuerte, guerrero y rubio como el sol, Loke era como la noche oscura y la luna pálida conjugadas... besó su frente y acarició su rostro, el niño lanzó un suspiro desde su sueño y se acomodó para seguir recuperándose.

 

Era el décimo día de su regreso a la vida y se acostumbraba rápidamente a tener de nuevo sensaciones comunes, como hambre, sed y sueño, le gustaba salir y respirar el aire tibio de la noche y caminar entre el jardín de nuevas rosas que hacía crecer ahora en Valhalla, su nuevo hogar al lado del Rey Thor, su amado rubio, que lo esperaba pacientemente cada noche, sin presionarlo, sin mostrarse enfadado porque Loki sabía cuantas ganas debía tener de volver a estar juntos... pero él todavía no se sentía del todo preparado y sin embargo, ardía de deseos también.

 

Quizá solo esperaba ver a Loke despierto para relajarse por completo y entrar a la alcoba conyugal. De momento, dormía al lado de su niño, sin que nada ni nadie le convenciera de no velar las noches de Loke.

 

-Amor... despierta...- se escuchó una voz varonil, que lo sacudía gentilmente por el hombro- Despierta.

 

-Thor... lo siento...- murmuró Loki, despabilándose y doliéndose un poco del cuello- Ya sé que ordenaste instalar otra cama para mí, pero no puedo evitar quedarme cerca de nuestro niño...

 

-No te disculpes. Yo sé lo terco que puedes ser a veces, pero... Esta vez sí necesito que vengas conmigo... Einar acaba de llamarnos, Anthony está de parto...

 

Un nuevo viaje a Midgard, en pocos minutos Loki se vió envuelto en un mar de personas, médicos, científicos y asistentes que llenaban el piso reservado de aquel elegante Hospital privado. Todos al servicio de Tony Stark para atender y registrar cada detalle del nacimiento de sus nietos. No estaba muy de acuerdo con el hecho de que la privacidad del evento quedara vulnerada, pero sabía que era el estilo Stark y que muy poco podía hacer al respecto si Anthony y Einar ya lo habían aceptado.

 

Loki pasó hasta el quirófano por petición especial de los venturosos padres, el de ojos verdes se maravilló al ver a su yerno con el abdomen enorme expuesto y listo para ser intervenido. También su primogénito estaba preparado, vestido con ropas de hospital, con un gorro y un cubrebocas, sentado a la cabecera de su compañero, tomándole de la mano y nervioso sin proponérselo, pero feliz.

 

-Padre, haznos el honor de reconocer a nuestros hijos... igual que la abuela Frigga lo hizo con nosotros, igual que hiciste con el hijo de Elynn... por favor...

 

Loki aceptó y la cirugía dio inicio. Afuera esperaban los ansiosos abuelos, Tony y Thor, charlando en voz alta y recordando anécdotas de la niñez de sus hijos, imaginando como ahora se convertían en padres y les tocaría sufrir en carne propia las travesuras de sus retoños.

 

-Dioses antiguos... bendigan a este primogénito- murmuró Loki, cuando los médicos extrajeron al primero de los gemelos- ¡Mirad lo fuerte que es, como llora, como se mueve! Igual que un jabato inquieto y escurridizo, es inútil intentar contenerlo, es como fuego del sol, puede arder sin control y provocar devastación, pero encauzado... será fuente de calor y bienaventuranza. El amor con el que lo críen, la firmeza con que lo guíen, sellará su destino...

 

-Mi pequeño jabato...- murmuró Anthony, besándolo en la frente antes de entregarlo a los médicos para que finalizaran su atención- De cabellos de fuego...

 

Einar estaba lleno de orgullo, su primogénito había nacido y era grande, fuerte, de piel blanca y cabellos rojizos... Sellado con el fuego gracias al reconocimiento de Loki, era su digno heredero.

 

-Ahora viene nuestra niña- dijo Anthony, intentando alzar la cabeza para ver el momento exacto en que su hija salía al mundo- ¡Mira lo hermosa y perfecta que es, amor!

 

Igual que el niño, fue Loki quien la recibió de manos de los médicos, escuchando su llanto vigoroso y alegrándose de ver al fin, una nena de cabellos negros en su familia.

 

-Noche de tormenta, agua brava... que nadie provoque tu llanto por coraje, hermosa mía, porque decretarás castigos terribles que solo con magia se pueden revertir... naturaleza de agua, contribuye a la vida siendo río, siendo espejo de paz y controla tu turbulencia igual que tu hermano, con amor y firmeza.

 

-Así será- dijo Einar, recibiendo también a la niña y acercándola a los labios de Anthony- Ahora nuestra felicidad es mayor y completa. Gracias amor, por este obsequio maravilloso, nuestros dos hijos...

 

Loki salió temblando, con un fino sudor perlándole la frente y el mosto, sonreía satisfecho por haber podido conjurar la magia de los recién nacidos. Ya lo había visto antes con sus propios gemelos, como aquellas fuerzas divinas podían ser capaces de terminar con la energía de sus padres, y se sorprendía que el embarazo del muchacho mortal hubiese transcurrido casi sin incidentes.

 

Thor lo supo apenas lo vió y corrió a recibirlo entre los brazos.

 

-¿Fueron purificados, amor mío?- le preguntó en voz baja, ayudándole a llegar hasta el sofá.

 

-Totalmente... están limpios... serán unos niños amados, tranquilos y felices... descubrirán su magia y su poder a su debido tiempo... Y yo solo quiero ir a descansar...

 

***

 

En la luminosa mañana que Loke despertó, la vida fue más generosa de lo que el pelinegro había imaginado jamás. Su pequeño lo abrazó, lo besó y le repitió feliz que se alegraba de estar juntos de nuevo, que lo recordaba siempre con amor y que ahora quería ser un buen hijo para hacerlo sentir orgulloso. Loki no cabía de gusto al poder estrecharlo y acariciar su negro cabello, fue un placer tomarlo de la mano y llegar juntos hasta el gran salón del palacio de Bislkirnir, donde Einar mostraba públicamente a sus retoños por vez primera, en la ceremonia ancestral con la que les daba bienvenida oficial a la familia y les otrogaba sus nombres.

 

Al varón lo llamó Jorunn, literalmente “amado jabato” debido a la analogía que su padre Loki había hecho por su fuerza y su inquietud al momento de su nacimiento. Y a la linda niña, que mostraba orgullosa sus ojos verdes y su blanca tez, la llamó Reidunn “amorosa” y de esa forma, el heredero al trono tenía ya sus propios retoños y su vida plena por delante. En una sencilla ceremonia midgardiana, habían contraído nuevamente matrimonio, quedando de esa forma anulado el divorcio asgardiano, a lo que Thor accedió gustoso, ya que solo deseaba ver a su hijo feliz con el muchacho Satrk, al que otorgó la condición asgardiana para que pudiese vivir lo mismo que su esposo, crecer juntos y envejecer juntos en los milenios.

 

Elynn, también feliz con su esposo y su hijo, solicitó a Loki quedarse unos días con Loke, para que hiciera compañía a Arwen. La prisa por que aceptara separarse del niño cuando apenas lo había recuperado le hizo sospechar que existía algún plan oculto y quizá era Thor el que estaba tras de todo. Supo que ya no tenía ningún pretexto para seguir negándose a su amado y aceptó.

 

Y fue como si solo eso esperara el rubio para actuar... se levantó de la mesa de banquetes, brindó por la eterna dicha de los recién nacidos, bendijo a Jorunn y Reidunn para finalmente, despedirse de la celebración, alegando que tenía “un asunto impostergable que atender” Caminó directo a Loki, lo tomó de la mano y lo llevó consigo hasta la terraza, donde en medio de los aplausos generales, lo enlazó por la cintura y se elevó llevándoselo directo al palacio de Valhalla.

 

-¿Mi novio acaba de secuestrarme?

 

-Tu novio, tu amante... tu esposo... tu hermano... elige a quien quieres esta noche, mi hermoso y muy amado compañero de vida... a quien elijas en este instante, lo tendrás para siempre a tus pies...

 

Loki se preparó para ser nuevamente amado esa noche, con el alborozo y la ilusión que pudo haber tenido a los veinte años, como si fuera la primera vez… y todas sus primeras veces con Thor. La de adolescentes, la de adultos, la de casados, la de reconciliación… todas sus veces al lado del que todo le había dado, gracias a él, ahora nada le faltaba, nada, todas las sombras de su cielo se esfumaban y daban paso al sol.

Al sol de ojos azules, al trueno de relámpagos de zafiro, que lo aguardaba recostado en su enorme cama de blancas y suaves pieles, desnudo, bebiendo una copa de vino y anhelando el instante en que pudiese volver a tocarlo... a hacerlo suyo...

 

Dudó si salir del baño desnudo o con ropa, pensó que era más sexy colocarse algo encima así que se puso un bóxer de seda verde y una bata del mismo material y color, con hermosos bordados en hilo de oro. Aspiró con deleite su propio perfume a sándalo y maderas, no lo había usado para esperar el momento en que Thor pudiese disfrutarlo también. Una vez satisfecho de su apariencia, el pelinegro salió y caminó directo al tálamo.

 

-¡Eres la presencia más celestial que mis ojos han visto!- exclamó Thor, relamiéndose los bigotes ante la cercanía de su adorado.

 

-¿Recuerdas que dijiste que yo podía elegir con quien estar hoy? Pues deseo que me cumplas eso...- dijo el ojiverde, moviéndose como un gatito hasta quedar montado sobre las piernas del mayor.

 

-¿Y quién seré para ti hoy, entonces?

 

-Mi esposo...

 

El beso que le siguió fue, por supuesto, el mejor y el más tierno que pudieron prodigarse antes de dar entrada a la pasión. Thor veneró a su consorte, le dijo que jamás había dejado de considerarlo como tal y que de hecho, jamás se había quitado la alianza de bodas.

 

-Volveremos a anudar nuestro listón rojo... igual que nuestro hijo, en un sitio modesto y privado...

 

-Solo eso deseo, cariño...

 

Thor recostó a Loki con un rápido y preciso movimiento, se colocó encima de él para verlo muy de cerca a los ojos y besarlo de nuevo, mas largamente, más apasionado. Su lengua entró ansiosa y reconoció toda la humedad de la boca que era suya, besó también sus párpados y la punta de su nariz... Loki suspiró enamorado, esperando el instante en que el rubio se lanzara sobre el resto de su piel y su intimidad.

 

-Y también a Einar debes agradecer que en ti cumpliré mi fantasía- agregó el dios, con un gesto de picardía, mientras dejaba caer una a una, varias pequeñas piedras brillantes- Te verás hermoso, más hermoso aún.

 

-¿Qué son? ¿Son joyas?- preguntó Loki, tomando una y observando que se trataba de cristales redondeados, muy brillantes e irregulares, que en sí eran muy bellos y desconocidos- Si me los vas a obsequiar es mejor colocarlos en un recipiente y...

 

Thor siguió con su labor, dejó caer un puñado de joyas en el pecho de Loki, que rodaron a capricho hacia los lados y una de ellas quedó en el hueco de la horquilla esternal, causándole gracia.

 

-Son diamantes, pero no de los que conoces... son diamantes tal y como llueven en Saturno, el planeta...

 

-Son muy bonitos... podría hacer un collar para Elynn o para Tayté...

 

-No- interrumpió Thor- son para ti...- y tomó otro puñado de ellos para volver a esparcirlos sobre el cuerpo esbelto de su pareja, abrió la bata y miró rodar las diminutas joyas por el abdomen, colándose un par de las mas pequeñas en el ombligo- Te bañaré en diamantes y cuando estés cubierto de ellos, todavía serás la joya más deslumbrante de todas...

 

Sonrojado ante el halago, Loki lo dejó hacer. Entonces una y otra vez, por puñados, los brillantes y hermosos diamantes fueron cayendo sobre él, Thor parecía bastante extasiado tomando puñados y más puñados de un enorme saco que estaba junto a la cama, colocó todos los que pudo en el vientre y el blanco pecho, sin que le importara en lo más mínimo que cayeran a los lados en cada respiración del menor, tomó con sus manos todos los que se acumulaban a su costado y los metió juguetonamente en el negro cabello. Tomó varios puños más y con rapidez los arrojó bajo el bóxer de Loki, provocándole un ataque de risa. Y finalmente, tomó el saco y dejó caer cientos o miles de las joyas saturnianas sobre la cabeza, Loki sintió las cuentas rodar y el brillo era incomparable y la sensación de lujo caprichoso le envaneció, puesto que Thor se tomaba la molestia de literalmente bañarlo en diamantes y los dos reían y jugueteaban como un par de niños. Loki llenó también el cabello de Thor con las piedrecillas y usando su magia las elevó todas haciéndolas girar una y otra vez sobre sus cabezas, formando olas al azar, como si se tratara de minúsculas parvadas de palomas diamantinas.

 

-Son bellísimas…- dijo Loki, reflejando en sus ojos de esmeralda el fulgor de las joyas, brillo que Thor adoró mirándolo con gesto alelado- Mira como flotan...

 

-Ninguna se compara a tu propio brillo, amor... al hermoso corazón que has pulido a través de los años y que ahora es solo para mí...

 

Loki hizo un ademán y los diamantes giraron en torno a ellos, iluminando con su prisma de colores el momento de la unión perfecta de sus cuerpos, de la consumación de su indestructible amor, de la historia que continuaría por los milenios y en la eternidad… la historia del amor de hermanos que sobrepasó todos los pronósticos, que salvó todos los obstáculos y finalmente, prevaleció en sus corazones, tan puro, tan limpio, tan firme y maravilloso como la primera vez que se unieron.

 

Tras caricias interminables Thor entró en Loki, y ambos se estremecieron con el placer y el gusto que los llenaba, y su amor reinició la danza de los amantes que se quemaban noche a noche para renacer al amanecer, para prodigarse, para ser felices… y juntos enfrentar el porvenir y todo lo que se pusiera frente a ellos, que eran nuevamente y para siempre, una sola carne, un solo espíritu… un solo corazón.

 

El aroma a rosas que entró por la ventana y el brillo de las joyas flotando, la música que llenó el ambiente proveniente quizá de románticos juglares enviados para crear mejor atmósfera para el amor fue lo último que Loki escuchó antes de comenzar a galopar hacia el éxtasis.

 

-Te amo, Diva de mi corazón…

-Te amo mucho más...

 

FIN 26 MARZO 2016.

Notas finales:

GRACIAS.

Enormes, desde mi corazón... gracias Diva, por todas tus rosas... nos leeremos pronto.

Me despido.

Sangre Samurai.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).