-¿Me estás espiando, hermana?- preguntó el hijo de Thor y de Loki, continuando inmóvil, con la mirada de zafiro fija en el increíble cielo nocturno de Asgard- Deberías estar descansando… me parece que tuviste un día muy ocupado haciendo el equipaje de Padre Loki...
-Estaba… pero te percibí y ya no pude seguir durmiendo... sabes que tus emociones no se me esconden, siempre se revelan para mí...
-¿Y mis emociones te dicen algo concreto ahora mismo?
-No, no puedo adivinarlas, pero adivino tu angustia. Me preocupas, Einar... ¿Tienes algún problema que todavía no te atreves a confesar? ¿Algo que va mal en tu matrimonio?
-Mi querida hermana, mi cómplice inseparable...- sonrió el otro, sacudiendo la cabeza levemente, impresionado con la sensibilidad de su hermana gemela- Tienes razón y no la tienes. Me preocupa algo terriblemente, y es quedarme a cargo de Asgard mientras Padre Thor está de viaje, es una responsabilidad tan grande que me temo no poder con ella... eso es todo.
-Cierto es que la responsabilidad es enorme... pero no estarás solo, los Ministros te aconsejarán y te ayudarán en todo, además, supongo que tienes toda la capacidad de tomar las riendas de la ciudad y del reino entero porque te has preparado por años para ser el heredero. Padre Thor confía en ti...
Einar se volvió y abrazó a su hermana, agradeciéndole su preocupación y echando a caminar de regreso hacia el castillo.
-Ve a dormir… Elynn- declaró, dando por concluídas sus confesiones.
-¿Y tú a dónde vas?
-Regreso al lado de Anthony. No quiero que despierte y se preocupe porque no me ve a su lado.
El guerrero apresuró el paso, dejando a la joven con sus propios pensamientos.
-“¿A quién crees que engañas, hermanito?”- sentenció Elynn, moviendo la rubia cabeza de un lado al otro.
Einar sabía que su hermana podía intuir que algo no iba bien, pero afortunadamente, no poseía el don de leerle el pensamiento. Así que regresó tranquilo a su alcoba. Además era muy cierto que la responsabilidad y la confianza depositada por el Rey para hacerse cargo del gobierno en su ausencia, le quitaban el sueño.
Anthony dormía placenteramente en la amplia y mullida cama preparada para ellos en Bilskirnir, arropado bajo suaves y blancas pieles, sus mejillas de durazno se teñían de un suave sonrojo que hacía resaltar sus hermosas pecas, esas pequeñas y traviesas marcas de suave color tostado que enloquecían a Einar y que junto a la sonrisa casi infantil de su joven esposo, le provocaba morir de ternura.
Se acomodó intentando no molestarlo, pero no pudo evitar pasar su mano por la melena castaña para despejar el rostro amado y poder observarle mejor.
-Estás helado- murmuró Anthony, sin abrir los ojos- ¿Dónde fuiste, querido?
-Lo siento, no quería despertarte... estaba en el jardín, hablando con Elynn.
-¿A media noche?- declaró el menor entonces, volviendo el rostro y clavando sus ojos de avellana en el varonil rostro de Einar- ¿Tienes acaso algún problema del que no me has contado? ¿No confías en mí?
-Mi amado niño- murmuró Einar, abrazando a Anthony con fuerza y hundiendo el rostro entre los castaños cabellos- Me quitan el sueño las preocupaciones de mis padres, el viaje que han hecho a Midgard, el reencuentro con esa detestable mortal... eso es todo. Yo no quería preocuparte, así que salí a caminar, pero mi hermana Elynn es capaz de percibir mis preocupaciones y salió para hablar conmigo...
-Si te preocupaba lo que la doctora Foster se propone hacer, me hubieras contado... tal vez tampoco yo tenga la solución, pero soy tu esposo ¿No es verdad? ¿No estoy yo para apoyarte y comprenderte?
-Tienes razón, Anthony... tienes razón... te prometo que te contaré todo de ahora en adelante... te amo, eres mi vida entera... No quisiera preocuparte con asuntos familiares, pero eres ahora parte de esta familia y todo lo que nos ocurre es de tu interés... ¿Me perdonas, amor?
-Te perdono... Y ahora intenta descansar un poco... mañana a primera hora llamaremos a papá Tony para que nos cuente y sepamos lo que hay que esperar ¿De acuerdo, mi bravo guerrero?
Einar asintió, acomodando el menudo cuerpo del joven sobre su poderoso pecho, procurando encajar bien su bajo vientre en las redondas nalguitas, que de inmediato se dieron cuenta del enorme intruso que ansiaba dormir entre las suaves carnes. Anthony lanzó un gruñido parecido al ronroneo de un gatito, pero no perdió la cabeza, deslizándose mas abajo y quedándose fuera del ataque de la espada de Einar.
-No, mi niño... no...- se quejó el de ojos azules, pegándose con ansiedad a su consorte- No te me niegues... te necesito... me haces mucha falta...
-Oh, Einar...- respondió Anthony, sonrojándose con intensidad- No lo sé... Me siento cansado por el viaje y todo eso que me han contado que debemos hacer a partir de mañana, tus responsabilidades y lo que yo debo aprender para no hacerte quedar en ridículo ante los dignatarios de los Nueve Mundos...
-Todo eso es sencillo, más sencillo si he amado a mi esposo, si él ha cumplido su débito en mi cama y si puede repetirme al oído que lo tengo satisfecho, que juntos alcanzamos los cielos del Valhalla...
¿Quién podía negarse ante tal orden y súplica mezcladas? Anthony se puso rojo como un tomate, pero asintió mientras entornaba sus enormes ojos de avellana.
-Está bien... yo te pertenezco y deseo que me hagas tuyo, házmelo Einar...
-¡Me haces feliz!- gruñó el guerrero, sin hacerse repetir aquella frase que le devolvió el alma al cuerpo.
Suspiró ruidosamente antes de volver a Anthony de espaldas, besándolo en la nuca y deslizando sus manos cálidas y ávidas por debajo de las pieles y de la ropa de cama del muchacho, acariciando con ternura la piel suave que se estremecía al contacto amoroso del mayor... Le repetía una y otra vez cuanto lo amaba, le demostraba su constancia y su devoción en la forma apasionada en que lo tocaba, sin forzarlo, intentando no lastimarlo para nada...
Pero por mucho que no quisiera que algo le doliera a Anthony, todavía era inexperto y temeroso para el sexo, su cuerpo temblaba sin control cuando estuvo completamente desnudo y notó que Einar no tenía intención de hacerle caricias previas, ni tampoco bajarse para atender su miembro y chuparlo hasta provocarle uno o dos orgasmos... Einar necesitaba urgentemente aliviar su propia erección, y gruñendo como un león a punto de devorarse un tierno cervatillo, se lubricó el dedo índice y el dedo medio de su diestra para abrirse camino entre el área glútea... masajeó brevemente el esfínter, exclamando con alegría al sentir como se contraía con su contacto... introdujo apenas la mitad de uno de sus dedos, deteniéndose para disfrutar de la calidez y la firmeza del interior de Anthony...
-Con cuidado…-murmuró el joven Stark, dejando escapar una lágrima- Con cuidado, Einar...
-Claro que sí, cariño mío... lo hago lo más lento y suave que puedo... pero estás muy tenso... debes relajarte... relájate para poder prepararte y para que me recibas...
-Si...- dijo, sin poder disimular su gesto de dolor.
Einar en verdad deseaba poseerlo, entrar en él y hacerlo llegar al cielo, pero esa noche Anthony temblaba más que otras, se veía más pálido y cohibido... Y eso le sentó mal al mayor, que no soportaba la idea de que estaba haciéndolo sufrir. Detuvo la labor de su dedo y lo sacó poco a poco, permitiéndole al menor recobrar el ritmo de su respiración... lo dejó colocarse boca arriba y le sonrió con todo su amor.
-Duerme, pedazo de mi vida...- le musitó dulcemente, mientras volvía a cubrirlo con las pieles y le secaba las lágrimas con tiernos besos- No te voy a hacer doler esta noche... duerme entre mis brazos, que te amparan, duerme junto a mi corazón, que te pertenece...
-Yo te juro, Einar...quiero continuar...
-También yo... pero será otro día, hoy quiero que duermas y mañana lo intentaremos de nuevo. Tenemos toda la eternidad para amarnos, no me va a frustrar el no lograrlo una vez...
***
Thor tocó a la puerta de la alcoba para anunciar que llegaba acompañado, estaba seguro que Loki tendría muchísimo gusto en volver a saludar a Tony Stark, y cuando su compañero le hizo saber con su voz suave y modulada que podía pasar, no pudo menos que exclamar complacido al verle.
Loki vestía elegantemente al estilo asgardiano, usando una camisola verde con las mangas amplias y puños ceñidos de piel en color negro, igual que los apretados pantalones que delineaban las largas piernas de su consorte. El vientre ya comenzaba a verse abultado, así que el de ojos verdes se dejó la camisola sin fajar y disimuló la incipiente curva colocándose encima una túnica en color negro, ribeteada de hilo de oro. Complementaba el lujoso atuendo con botas altas de piel negra, brazaletes de oro, y una cinta dorada sujetando su cabellera de azabache. Thor vestía con su tradicional desgarbo usando unos gastados jeans azules, una camisa negra y una larga chaqueta de color granate. La rubia cabellera también atada en una coleta y brazaletes de cuero.
-Eres un desastre, Dios del Trueno- anunció Tony, adelantándose para extender su mano hacia Loki- Podrán pasar mil años y jamás estarás a la altura de esta Diva... porque para variar, luces elegante y arrebatador, mi querido Loki.
-Stark, si no supiera que estás de broma...- protestó Thor.
-Que galante, Tony... no pierdes el estilo a pesar de ser un hombre felizmente casado.
-¡Ah, tú lo has dicho! Muy felizmente casado, pero todavía tengo ojos y buen gusto... y decirte un par de piropos frente a tu marido me hace completamente inofensivo y me proporciona mucho placer...
Tony besó la mano de Loki, y el pelinegro se sonrojó divertido. Luego, se volvió hasta donde Thor lo miraba
alelado para pasearse sugerente frente a él y preguntarle si también lo encontraba atractivo.
-Te encuentro tan atractivo como el primer día que me enamoré de ti...
-Gracias, cariño... también yo te amo muchísimo...
El reencuentro de los amigos podía ser muy afortunado, pero el motivo por el que se reunían no lo era tanto, sin tiempo que perder, salieron del edificio Stark para subirse a una Limousine que los llevaría directo al tribunal. Tony hablaba y hablaba por teléfono, mientras los dioses perdían sus miradas en los enormes rascacielos y las congestionadas calles de Nueva York.
-¿Por qué no usas ropa midgardiana? Los trajes también te sientan muy bien... En especial con la gabardina oscura y las bufandas que tanto amabas.
-No me interesa volver a ponerme eso...
-Te noto pensativo... ¿La ciudad te entristece?
-Los recuerdos siempre son diversos en Midgard, los Chitauri, las batallas... pero de momento solo me preocupa la seguridad de nuestra pequeña Tayté... no pienso concentrarme en el pasado nunca más.
Thor abrazó a su esposo, asintiendo para dejarle ver que él también se sentía preocupado. Tony soltó el celular y se volvió para decirles, con voz aprehensiva:
-Muy bien, escuchen: esta es una audiencia preliminar... el Juez escuchará a ambas partes y decidirá si existen elementos para ir a juicio... generalmente no hay interrogatorios agresivos, pero yo creo que los abogados de Jane intentarán hacer énfasis en el pasado de Loki... deben evitar a toda costa caer en esas provocaciones. No estamos aquí para juzgar sus acciones pasadas y deben evitar respuestas con detalles, simplemente recuerden que Loki ha sido juzgado y sentenciado ya...
-Los mortales siempre se enredan en sus propias palabras, no podrán ser una amenaza para mí... ¿Recuerdan? “lengua de plata” no en vano me daban ese pésimo apodo...
-Pues aquí existen abogados que te disputarían ese título y sé que los que ha contratado la Dra. Foster son de los más agresivos, ya saben los beneficios que les traerá un juicio contra dioses de Asgard, igual si ganan o pierden, tratarán de hacer ruido. Intentarán indagar sobre los enfrentamientos que tuvieron y los destrozos a la ciudad, y escucha bien, Loki… para defenderte debes siempre resaltar dos cosas: La primera es la... infidelidad de Thor con Jane, sé que no será un tema agradable, pero si deseas conservar a la niña, deben quedar muy claras todas las situaciones que llevaron a que ella y tú se hicieran enemigos… así que prepárate para hablar de eso y por supuesto, de como la bebé fue abandonada... ¿Podrás hacerlo sin…?
-¿Sin desintegrar a Jane Foster, Tony? ¿Sin arrancarle su miserable corazón y comérmelo delante de todos antes que ella caiga fulminada y sangrante? ¿De enviar su alma maldita a vivir con la Diosa Hela?- replicó Loki, con un gesto de malignidad que hizo recordar sus días de guerra y ambición desmedidas.
Luego, el ex dios del caos soltó una carcajada cristalina cuando no pudo soportar la auténtica cara de terror que había puesto el millonario.
-¿Te estabas burlando de mí, Loki?
-Por supuesto que me burlaba. Vamos, que frente a ustedes, mortales, no voy a poner en problemas a mi ilustre esposo... Ya que Thor hizo tantos tratados con su ciudad, procuraré respetarlos, pero no prometo nada respecto a tratar bien a esa mujer.
***
Jane Foster lucía bastante diferente a como se había dejado ver en la mansión Stark un par de semanas antes. Estaba adecuadamente vestida y maquillada, usaba una pañoleta que disimulaba hábilmente su cabello excesivamente corto y que le daba una imagen muy cercana a la normalidad. Sin duda no quería usar la lástima como un arma a su favor, y ese orgullo la llevaba a presentarse así frente al juez.
Pero a pesar de eso, la pálida coloración de su piel y las marcadas ojeras y bolsas de sus párpados revelaban su cambiante estado de salud. Cuando descubrió la elegante y majestuosa figura de Loki no pudo evitar hacer una mueca de repulsión y el dios, notando la presencia de aquella que una vez fuera su rival, se detuvo un instante... mirándola a los ojos, y después barriéndola de arriba abajo midiendo su actual presencia. Luego sonrió con desprecio y continuó avanzando, seguido muy de cerca por el rubio, quien no volvió la mirada hacia la científica.
-¿Cómo es posible que se encuentren igual que hace treinta años? ¿Cómo es posible que no envejezcan?- murmuró Jane al hombre que la acompañaba y que había sido su compañero sentimental durante la última década- Son demonios disfrazados de personas... son una raza que jamás debió venir a la tierra...
El Juez entró en la sala y brevemente expuso las razones de aquella reunión preliminar. Escucharía a ambas partes antes de determinar la procedencia del juicio y permitiría todas las pruebas que los abogados quisieran ingresar. También aclaró que solamente se permitiría el interrogatorio con fines de información y que debía ser respetuoso y directo, también las partes podrían reservarse su derecho de responder si sus abogados así lo aconsejaban.
Una vez aceptado esto, la parte acusadora daría inicio a su alegato. Jane fue llamada al estrado y sus abogados le pidieron explicar su solicitud.
-Hace diez años, Thor Odinson y yo tuvimos una relación sentimental, esa relación fue muy feliz, al grado que estábamos formalmente comprometidos en matrimonio. Dejé mi trabajo, mi casa y hasta mi mundo, ya que fui llevada a Asgard, donde los reyes Odín y Frigga me dieron la bienvenida y me nombraron con el título de Princesa y futura consorte real del heredero. Debido a nuestro amor, procreamos una hija, la que me fue arrebatada al momento de su nacimiento. Fui alejada de ella y no se me ha permitido verla, ni hacerle saber que yo soy su madre…
-Explique usted, Doctora Foster, si su relación era tan feliz y con tanto porvenir ¿Por qué su hija le fue arrebatada? ¿Por qué el compromiso no se cumplió si la palabra de matrimonio del Señor Thor Odinson le fue dada de manera formal?
-Es sencillo... Entre nosotros siempre estuvo la sombra entrometida de ese hombre- dijo Jane, señalando a Loki- Él fue el culpable, hizo todo lo posible por separarme de Thor y por supuesto, fue quien le aconsejó que no me permitiera tener y criar a mi hija... ese hombre llamado Loki, quien intentó varias veces asesinarme, que me amenazó enviando a una hija suya a echarme de mi casa, que hizo mientras pudo hasta lo imposible porque mi embarazo se malograra... Y que finalmente envenenó mi cuerpo para que mi hija naciera antes de tiempo, y aprovechándose de mi debilidad y además, logrando que yo no tuviera uso pleno de mis capacidades para razonar, logró arrebatármela, logró echarme de su mundo y me dejó sin el mínimo amparo y sin mi amada hija, a quien desde ese día me he dedicado a encontrar… primero, la forma de comunicarme con ellos, de suplicarles que me permitan conocerla y finalmente, porque así estoy convencida... que sea devuelta, porque es mía y solo yo tengo derecho sobre ella...
-Son muchas acusaciones en una sola declaratoria, Doctora Foster... ¿Está usted consciente de cada una de ellas y declara que las sostendrá?
-Sostengo y reitero cada una de mis acusaciones, señor Juez.
-Le informo a usted y a sus abogados que deberán probar cada una de ellas y en caso de no poder hacerlo, será acusada de perjurio.
-Probaré todos los abusos, probaré también que ellos tienen a mi hija.
Thor escuchaba atento todo lo que Jane decía, pero también miraba con atención a su esposo. Tomó su mano para medir su grado de tensión; sin embargo, Loki parecía muy tranquilo en apariencia. Reposaba su larga y fría mano sobre la de Thor con abandono, solo apretó un poco cuando Jane reiteró que su deseo era recuperar completamente la custodia de su niña.
El equipo de abogados de Stark no hizo preguntas, también declinó hacer pasar a sus clientes al estrado. Sin embargo, los de Foster solicitaron la comparecencia de Loki Laufeyson. Tras consultarlo brevemente, el ojiverde se puso en pié para dirigirse al frente, todos los presentes tuvieron entonces la vista de su magnificencia, Loki mostraba además de sus ropajes elegantes, su elevada estatura y su atractiva presencia, haciendo un significativo ademán, dejó notar que bajo su camisa estaba una suave curva en su vientre.
Jane se perturbó al reconocerlo... Loki se encontraba evidentemente esperando otro hijo para Thor.
-Diga usted su nombre y su procedencia, señor Laufeyson.
-Solicito al eminente abogado- dijo con suave voz- Que haga las correcciones pertinentes en los documentos, ya que se encuentran errados y mi nombre completo es Príncipe Consorte Loki de Asgard.
-Su estado civil, Señor... Loki.
-El tratamiento que le debes es “Su Alteza” que no se te olvide, abogado, porque estás en presencia de un Dios y de un Príncipe- interrumpió Thor, sabedor que su compañero deseaba enaltecerse ante los mortales que lo obligaban a hablar frente a ellos- Y según los tratados que estamos respetando presentándonos ante sus Jueces, se les obliga a observar el protocolo ante los Reyes de Asgard.
Jane hizo un gesto de fastidio al escuchar, los abogados asintieron con diplomacia y Loki fue llamado “Alteza”
-Estoy casado, tengo cuatro hijos y mi residencia es el Castillo de Bilskirnir, en Asgard. El nombre de mi consorte es Su Majestad, el Rey Thor de Asgard, hijo de Odín, Dios del Trueno, y actual Padre de Todo.
-¿Ustedes están casados?
-Así es. Legalmente unidos.
-Alteza, usted acaba de decir que tiene cuatro hijos... ¿Podemos saber sus nombres y edades?
-Einar y Elynn Thorson, 29 años midgardianos, Tayté y Magni Thorson, nueve años midgardianos...
-¿Cada par de hijos son de la misma edad, acaso son gemelos?
-Los mayores sí... los menores se llevan un par de meses...
-Supongo que la niña es mayor que el niño y que si le lleva dos meses, no pueden ser gemelos y por lo tanto, uno de ellos no es hijo o como debe pasar, la niña no es hija suya.
-Tayté es mi hija.
-Helena es el nombre de la hija de mi clienta, la Dra. Jane Foster, la niña por la cual estamos aquí y cuya tutela ella reclama. Dígame, Alteza... ¿Cómo fue que esa niña llegó a su custodia?
Loki volvió la mirada a Thor, y los abogados de inmediato comenzaron a aconsejar al Rey, mientras el de ojos verdes se esforzaba por continuar calmado y responder.
-El día que esa niña nació... la mujer que la dio a luz se desentendió de ella, rencorosa y cegada por la rabia de haber perdido a su amante, ni siquiera quiso conocerla... la niña nació en forma prematura por sus negligencias al no cuidar de su persona y de su embarazo, y al no lograr chantajear a mi esposo para que volviese con ella... la niña le dio igual…
-¡Mentira!- gritó Jane, interrumpiéndolo- ¡Una más de tus mentiras! Sin duda uno de tus embrujos logró que yo no pudiera reclamar a mi niña... ¡Dios embustero! ¡Mentira! Yo me abracé de mi hija, yo besé su rostro amado antes que entraras y ordenaras que la soltara... ella me fue arrebatada y ya no pude volver a verla...
El Juez llamó a la calma a Jane y preguntó a los abogados si era necesario seguir, pero fue Loki quien prosiguió sin esperar la indicación.
-Si yo estoy mintiendo dime entonces qué día nació... dime de que color es su cabello, dime el color de sus ojos y dime cuál fue su peso exacto al nacer, cuáles cuidados requirió... y entonces, que todos sepan quien de nosotros dos está mintiendo ahora...
-Es mi hija y tú me la robaste.
-¡Responde, Jane Foster! Dime el color de su cabello, si la tuviste realmente entre tus brazos, no habrás podido olvidarlo… Cuando tu hija nació... ¿No lo recuerdas ya o es que acaso mientes y jamás la conociste?
Los abogados llamaron a la cordura, Jane intentaba ganar y se había precipitado en sus palabras. Loki en cambio, dueño de sí mismo, se limitaba a ponerla en evidencia: Jane nunca quiso ver a su bebé recién nacida, y no podía tenerla entre los brazos puesto que su condición de prematurez la colocó al borde de la muerte, y solo la atención que recibía en la cápsula de cristal donde los Sanadores la atendieron hizo posible su supervivencia... Solo Loki la visitó por varias semanas, solo él la tomó en brazos por vez primera y notó sus cabellos castaños y sus ojos color miel... sí, se parecía a la mujer que la había engendrado... pero por amor a Thor, la convirtió en su hija adoptiva.
-Terminamos las preguntas, Señoría- anunciaron los abogados y entonces el equipo de Stark entregó sus conclusiones por escrito al Juez. En el legajo iban los testimonios de Thor y de Loki, de como la niña fue tratada como una hija desde su nacimiento, también y eso Jane no lo esperaba, se incluía la declaración de su antigua amiga y asistente Darcy, que no tuvo empacho alguno en declarar que ella sí había tomado las muchas joyas que le eran entregadas a Jane para asegurar su sustento y de las cuales ahora vivía desahogadamente, la impertinente Darcy también declaraba sobre las muchas ocasiones en que Jane intentó terminar el embarazo, porque odiaba a Thor y odiaba su relación con Loki, lo que le hacía detestar al hijo que esperaba.
Con este último golpe, Jane enmudeció y solo restaba esperar la decisión del Juez.
Con aire soberbio, Loki salió y Thor se acercó a su antigua amante para intentar limar un poco las asperezas. Jane lo recibió con aire de frialdad.
-Jane solo quiero que sepas que pongo a tu disposición todos los conocimientos de Asgard para combatir tu enfermedad, estoy seguro que podríamos lograr algo en tu favor...
-No gracias, preferiría morirme mañana mismo que aceptar tu ayuda… Y no cantes victoria, Helena, como se ha de llamar mi hija y no ese ridículo nombre que le has puesto, volverá a mis brazos... ya lo verás.
Thor se inclinó un poco y salió. Con los brazos cruzados con enfado, Loki lo esperaba. Y aunque adivinaba que su esposo solo quiso cumplir un deber moral con la mujer, no estaba de acuerdo en que le dirigiese siquiera la palabra y así se lo hizo saber.
Tony tuvo que aguantarles la discusión todo el camino de regreso a la Torre Stark. Thor no se disculpaba, solo intentaba hacer entender a Loki que Jane no tenía oportunidad alguna de ganar, que la ley de Midgard les daría la razón porque era muy sencillo probar el abandono y probar como Tayté había vivido hasta entonces. Loki insistía en que Jane no era tonta, que no se hubiese arriesgado a hacer el ridículo ante sus jueces si no supiera lo que enfrentaba, que el desliz de su lengua podía ser fácilmente eliminado si los abogados eran astutos, ya que ahora tenían los datos del nacimiento en su poder y Jane no se incriminó aceptando que no conocía a su propia hija.
También insitió en que no le gustaba la forma atenta en que le había hablado, que se sentía humillado por ofrecerle ayuda cuando su intención era robarle a su amada hija. Sobre ese punto Loki no cedió un milímetro, jurando que si Thor volvía a ofrecerle ayuda, olvidaría su intención de respetar las leyes de Midgard y tomaría las suyas propias, congelando a la impertinente por toda la eternidad o desintegrándola con un golpe de magia. Así se acababa su amenaza.
-Y tú volverías a prisión...
-¿Por matar a mi enemiga, por defender a mi niña? ¡No lo creo!
-Loki te estás ofuscando, esperemos la resolución del Juez... los abogados de Tony presentaron argumentos contundentes, no hay posibilidad de perder...
-Lo sé... pero me dio mucha rabia que le hablaras con esa educación tuya, tan caballeroso...
-Creí mi deber hacerlo, pero ya que Jane lo rechazó, no volveré a ofrecerle ayuda alguna.
Guardaron silencio, lo que Tony agradeció alzando los ojos al cielo. Igual ya habían llegado y pasaron directo al comedor. Luego de la audiencia que los tenía nerviosos a todos, Thor recordó que no había probado alimentos y se sentía capaz de devorar un bilgesnipe completo.
-Yo no quiero nada, gracias... siento náuseas después de ver tanto tiempo a esa Foster.
Loki se excusó para retirarse a sus habitaciones, una vez ahí, cerró la puerta con llave y se dejó caer en la cama. El dolor en el vientre que había comenzado a sentir minutos antes de finalizar la audiencia, se estaba agudizando... Intentó descansar para que se le pasara, no era algo insoportable, pero comenzó a preocuparse por el bienestar del bebé que esperaba. Era como si no estuviera de acuerdo en algo que había dicho... esa sensación tenía y no se podía quitar ese pensamiento de la cabeza... como si su nuevo bebé estuviese enfadado por haber defendido a su hermana adoptiva.
-¿Qué me pasa? ¿Qué es este fuego que me abrasa por dentro? No es fiebre... es algo peor...
Thor comió poco, inquieto por la ausencia de Loki a la mesa. Y no precisamente por la comida, sino porque en la mirada de esmeralda había visto un brillo como el de antaño. Bastaron pocos minutos para que se disculpara también y subiera a ver como se encontraba su esposo...
Encontró la puerta cerrada y tuvo el presentimiento de que algo andaba mal. Llamó a Tony a gritos y forzó la cerradura, la alcoba estaba vacía, la ventana abierta y Loki no había dejado ningún indicio de a dónde había ido.
-Esto no es bueno, Stark... esto no es nada bueno...
-¿Crees que fue a ver a Jane, a discutir con ella?
-O quizá a algo peor...