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TE COMERÍA EL CORAZÓN. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Amigos con derechos... ¿Eso sería la mejor forma de describir el principio (o la continuación) de esta relación?

La línea entre la amistad y el amor a veces es difícil de distinguir...

9.-

 

Peter descubrió lentamente su abdomen, reclinado en el sofá, desabotonó poco a poco su camisa dejando entrever en la piel apiñonada, cuyo vello se había vuelto escaso y fino, el pequeño bulto que asomando como un pliegue de piel y músculo delatara su inverosímil gravidez. Sus ojos brillaban, aquella era la luz especial que lo delataba y lo hacía resplandecer... su tez se sonrojaba y su sonrisa se mostraba con orgullo... El encontrar con quien compartir aquel secreto sin el temor de ser criticado o de ser juzgado era un alivio para su alma.

 

-Tony Stark logró el milagro... Ha financiado todo lo necesario para sostener el embarazo en un hombre. Yo no soy el primero, su equipo de especialistas lo ha hecho ya con otros tres varones. Pero yo soy el primero con poderes en quien lo experimenta... quizá nuestro hijo sea por eso doblemente especial- dijo, acariciando levemente el abdomen aún fuerte de curva incipiente.

 

Otras manos se posaron cuidadosamente sobre las suyas, reemplazándolas en la tarea de acariciar el vientre... eran largas y finas, pálidas como la luna, un poco ásperas, pero sin duda también eran cálidas y gentiles. Cerró los ojos para disfrutar aquel contacto y los abrió poco después con sorpresa cuando la sensación inconfundible de un par de labios posándose sobre su piel lo sobresaltaron.

 

-¡Einar que haces!- exclamó, haciéndose para atrás en un reflejo inevitable- Por favor...

 

Pero el hijo de Loki y de Thor lo miraba con tanto cariño, con tanta ternura y devoción, que no pudo continuar protestando. Einar posó su rostro en el abdomen de su amigo y murmuró unas cuantas palabras al pequeño ser que llevaba dentro. Peter Parker no pudo evitar sentirse muy halagado.

 

-¿Te refieres a Steve cuando dices “nuestro hijo”?

 

-Por supuesto… me refiero a Steve... Es el padre, aunque no lo sabe… no pude decirle que un fruto de nuestro amor viene en camino.

 

Eran dos almas solas, dos abandonados, dos enamorados que por diferentes circunstancias no estaban junto a los dueños de sus afectos y sus corazones. Einar llegó dos noches antes, totalmente destruido, dudando entre regresar y rogar a su padre que no disolviera su unión, dispuesto a suplicar lo que fuera necesario para no ser separado de su niño adorado... o perderse nuevamente en su vida de antes, durmiendo en los brazos de cualquiera, bebiendo hasta perder la razón, arriesgando la vida en empresas superficiales.

 

Peter le abrió las puertas de su hogar y de su amistad, igual que años antes, cuando la complicidad los unió para ser fuertes y apoyarse el uno con el otro.

 

-Rogers es un imbécil- dijo Einar, sentándose para dar vuelta a los canales de TV, sin buscar nada en específico y seguir pasando la velada al lado de Parker- Si yo fuera tu esposo, el padre de tu hijo, te tendría como un Príncipe, besaría el suelo que pisas, te adoraría a cada momento...

 

-Él no lo sabe, no puedes insultarlo por algo que desconoce...

 

-Eres muy noble, Peter Parker... Tienes demasiados buenos sentimientos en tu corazón, defiendes a alguien que no te comprendió, que no supo valorar el amor que le entregabas, que prefirió el orgullo antes que hablar y encontrar soluciones... Eres demasiado bueno... demasiado... Y hay personas que no se lo merecen. Que aparecen como ángeles en tu vida, con almas puras, con sentimientos transparentes y tú te enamoras y crees que has encontrado a la persona perfecta... hasta que te muestran su verdadero temperamento y lentamente asfixian tu amor. Se ahoga en discusiones, se queda aplastado entre resentimientos... y la herida que produce es cada vez más y más profunda, sangra continuamente, duele con cada respiración y no le es permitido sanar...

 

-Einar...

 

Peter vió al duro guerrero quebrarse ante aquellos sentimientos desbordados, comprendió que no hablaba de él sino de sí mismo, sin poder evitarlo. Einar también se sentía lastimado y humillado, el hecho de no haber logrado consumar su amor, el hecho de que el joven hijo de Stark lo despreciara eran sin duda las dos razones que punzaban el bien formado orgullo del asgardiano y lo llevaban a la desesperación.

 

Con un movimiento suave, Peter se acercó y calló las protestas del pelinegro pegando sus labios en los rojos y rabiosos labios. Al principio desconcertado, Einar no tardó en suavizar su expresión y dejarse llevar por la dulzura de la caricia, la que correspondió mientras un calor enloquecedor comenzó a galoparle por las venas.

 

-¿Por qué, Peter?

 

-Tenía que callarte, Einar Thorson- sonrió, cuando se separaron- Estás recriminando a Anthony, pero debes entender que no podemos hacernos responsables de los sentimientos de la otra persona... Tú no estás solo, tus padres te aman y mucho, me consta, tus hermanos y hermanas te rodean, tienes una gran familia, amigos, una ocupación, un futuro abierto a tus pies... Que tu relación no funcionara no es tu culpa ni lo es de Anthony... no guardes rencores tontos...

 

-¡Peter!- exclamó Einar, abrazándose al castaño para volver a besarlo, hambriento de cariño, de sensaciones. El hijo de Loki había contenido su amor y sus necesidades por años, la ternura, espontaneidad y amabilidad del antiguo hombre araña sin duda despertaron aquel añejo sentimiento, que seguía dormido en algún rincón de su corazón.

 

Pasaron gran parte de la noche en el sofá, abrazados, conteniendo a momentos la nostalgia de Peter por Steve y a ratos la rabia de Einar por Anthony... pero la mayor parte de esas horas, jugaron el peligroso juego de prodigarse besos y caricias, en un intento por paliar un poco sus propias heridas.

 

Sin impulsos arrebatados, sin arrepentimientos... solo dejarse llevar por la noche, por la calidez, por el aroma varonil de la compañía y por el bálsamo embriagador de un beso obsequiado sin prometer o sin exigir nada más.

 

-Siento que estamos continuando algo que dejamos inconcluso hace muchos años...- murmuró Parker, suspirando y alzando la barbilla para que el otro se prendiera a la piel apiñonada de su cuello- Pero entonces éramos unos niños... No teníamos la capacidad de dominar nuestras emociones...

 

-Tampoco yo quiero detenerme...- gruñó Einar, sintiendo que la opresión de su entrepierna comenzaba a doler demasiado, pidiendo a gritos ser liberada- Quiero estar contigo...

 

***

 

La última vez que Einar recordaba haber tenido un buen sexo fue con Fandral, casi tres años atrás, cuando el inquieto heredero del trono de Asgard jugó a retar la prohibición de su padre el Rey Thor sobre asociarse con el guerrero, y sedujo al espadachín para que calmase los calores de su cuerpo. Fandral era experto y resistente, por eso adoraba hacerlo caer rendido ante sus encantos. Pero luego de aquella última noche en que se perdiera por casi tres días consecutivos junto al espigado rubio, abandonó toda clase de conquistas y noches apasionadas porque se declaraba perdidamente enamorado… un niño de quince años le había robado el corazón y estaba decidido a serle fiel. Desde la ceremonia de su compromiso quedó oficialmente fuera de las contiendas amorosas y en sus pensamientos solo estuvo el anhelado momento de robarle a Anthony Stark las primicias de su candidez y de su intimidad.

 

Einar soportó estoicamente las burlas y bromas de sus amigos y compañeros, que no comprendían muy bien como el terrible hijo del Dios del Trueno, con aquella bien ganada fama de pendenciero y conquistador, pretendía desposar a un simple mortal y peor aún, a un niño inmaduro e inexperto.

 

Quizá pocos o nadie recordaba la promesa de guardarse hasta su matrimonio, quizá nadie creyó que lo había cumplido gustoso ante la ilusión de ver, por breves minutos al día, y siempre ante la atenta y vigilante mirada de Loki, el Consorte Real, a su adolescente prometido. Pero Einar fue muy feliz, cada día de dos años que esperó hasta la mayoría de Anthony, llevando un noviazgo puro y ejemplar. Hasta el dichoso día de su boda y el inicio de su luna de miel... luego todo se rompió... el cariño, la dedicación, la adoración... todo se fue perdiendo porque siempre que su naturaleza apasionada le reclamaba consumar su amor, Anthony encontraba un pretexto… ya fuera convenciéndolo con razones, mintiendo o discutiendo, pero por los seis meses de duración del handfasting, jamás cedió a su débito conyugal y la cama permaneció sin mancillar...

 

Todo eso estaba beneficiando al no menos hambriento de amor, Peter Parker. Steve se había marchado cuatro meses atrás, pero no lo había tocado por mucho más tiempo que eso... entre misiones, guerras civiles, bandos diferentes y tontos prejuicios del extremadamente rígido ex Capitán América. Las hormonas que tomaba para el embarazo y la cercanía del asgardiano lo tenían deseoso, y que mejor que un atractivo y fuerte semidiós para quitarle esas ganas.

 

Sin hablarlo, los dos acordaron una entrega libre, tierna y sin ninguna clase de compromiso. Esta vez no habría remordimientos, simplemente regalarían sus ansias y sus amores reprimidos el uno al otro.

 

Y vaya si lo estaban disfrutando, Einar tomó el control con firmeza, ya estaba devorándose a Peter centímetro a centímetro y recibir su aprobación para ir más allá resultó un deleite. Le quitó la camisa y chupeteó con golosa actitud los pezones sensibles del castaño, Peter reía sin control con el mar de sensaciones que estaba recibiendo, se estremecía y apuraba al de ojos azules para que continuara su labor,

 

-Quédate quieto, Einar... déjame sacarte esas ropas incómodas que usas...

 

-¿Dónde quedó el tímido Peter?- rió el otro, alzando los brazos para que la ropa saliera con más facilidad.

 

-He crecido...- respondió Parker, cayendo de rodillas para pegar la boca en el enorme bulto del hijo de Thor, dando un par de sexys lengüetazos, antes de quedarse mirando la expresión de puro éxtasis que había provocado. Luego, con toda la calma, desató el cordón con que Einar sujetaba sus calzas, se abrió camino hasta llegar al excelente animal que ya había despertado y lo ayudó a liberarse... gozó con la sensación de tener aquel miembro erecto, caliente y húmedo entre las manos, lo acarició con lentitud, lo sopesó y admiró en toda su grandiosidad, terminó por desnudarlo y de paso, se desnudó por completo él también.

 

-Déjame verte ahora...- pidió Einar, contemplando aquel cuerpo elástico y bien conformado, varonil, atractivo a pesar de y quizá precisamente por el incipiente curvamiento del vientre, redondez que muy pronto sería tan enorme como aquel bebé pudiera crecer. Pero mientras eso sucedía, Einar también tomó el miembro largo y firme para comenzar a masturbarlo al mismo tiempo que regresaba a los labios húmedos y cálidos, entreabriéndolos para invadir su boca con una lengua impúdica y curiosa.

 

-No tengas piedad, por favor... te confieso que aún en los días más felices de mi matrimonio, siempre pensé que tal sería la forma en que un Dios hace el amor... Y yo te deseaba...

 

-Y yo que pensaba que eras tan serio como tu Capitán... y veo que eres un dulce caramelo travieso y pervertido, será un placer recordar contigo lo que es hacer el amor con un hombre de verdad...

 

Einar fue quien se arrodilló esta vez, tomando a Peter desprevenido y haciéndolo exclamar cuando se metió su pene en la boca y lo comenzó a chupar con fuerza. Lamentó la ausencia de gentileza en esa ocasión, pero su sangre hervía y sus propios jugos estaban derramándose sin control. Chupó sin piedad, haciendo un sonido seco de vacío cada vez que sacaba el mástil de la boca para volver a engullirlo de inmediato, paseó la lengua por todo el escroto y la sensitiva área del periné, era delicioso... degustar aquel sabor joven y limpio, un hombre honrado y devoto, era enteramente diferente a un encuentro por aventura, y aquella entrega espontánea estaba resultando una liberación para su alma.

 

-Cielos, Einar... voy a derramarme en tu boca...

 

-Claro que no- replicó el pelinegro- Todavía no.… necesitas disfrutar más...

 

Peter se vió arrastrado hasta la cama, tomado casi en brazos, caminaron entrelazados hasta la recámara y rodaron sobre las blancas sábanas acariciándose y mordiéndose la piel de los hombros.

 

-No me marques o yo te marcaré a ti...- protestó Peter, descubriendo la intención de Einar de dejarle estampados sus dientes perfectos.

 

-Arráncame la piel si quieres- se burló el otro, bajándose de nuevo para retomar su labor y volver a atacar sin piedad la intimidad del arácnido. Elevó las largas piernas y hundió el rostro en el surco interglúteo, yendo directo a la entrada de su futuro placer. Peter gritaba sin control, cada sensación estaba siendo reforzada por su estado sensible y receptivo, la intromisión de una lengua desvergonzada fue novedoso en sus siempre metódicas y discretas prácticas sexuales... si, amaba a Steve, pero el mayor rara vez se atrevía a divertirse realmente con su cuerpo... Einar en cambio, sabía dónde y cómo tocarlo para volverlo loco, lo estaba llevando trepidantemente hasta la cima de un desconocido y adictivo clímax del más absoluto placer.

 

-Voy... a venirme... Einar, Einar...

 

-¿Estás listo para recibirme?- cuestionó, enfilando su instrumento hacia la entrada de Peter- A mí me parece que sí... prepárate a ser ensartado como una mariposa...

 

-¡No!- exclamó Parker, desconcertado por un segundo al asgardiano- No todavía, déjame probarte antes...

 

Einar respiró aliviado y se sentó a horcajadas sobre el pecho del castaño, adelantándose lo suficiente para introducirle el miembro en la boca y gozar mirándolo atragantarse con su tamaño, firmeza y calidez. Einar bombeaba sin cesar, colocando sus brazos enjarrados en la cintura y cerrando los ojos con placidez.

 

-Anthony...- murmuró inconscientemente, Peter sonrió comprensivo... el mero trámite carnal, por placentero que fuera, no fue nunca suficiente para hacerles olvidar a los amores de sus vidas. Así como Einar suspiraba por Anthony, también él deseaba que esas manos acariciantes, esa lengua maravillosa y esos labios que sabían a néctar de uvas, fueran de su amado Rogers.

 

-Anda... que vas a vaciarte antes de tiempo- dijo, sacando al otro de su ensoñación y mandándolo de regreso a su posición sobre él. Peter se giró para quedar boca abajo y elevó un poco sus redondas y deliciosas nalgas- Seamos ahora solo tú y yo...

 

-Eres exquisito, Peter Parker- se relamió Einar, entrando lentamente en el otro.

 

***

 

-Ya es hora, querido mío...

 

La dulce voz de Frigga estremeció un poco a Loki. Todavía se negaba un poco, pero estaba decidido y tenía que hacerse lo que se tuviera que hacer... Suspiró mientras echaba una ojeada a la cuna colocada junto a su cama de hospital. De acuerdo a los médicos mortales, si todo seguía bien, tal vez al siguiente día podrían ir a casa tanto el padre como el bebé.

 

-Deseános suerte, mi querido y pequeño Loke... Confieso que me siento más nervioso y angustiado que cuando estabas por llegar a este mundo...

 

Con el dorso de sus dedos medio e índice, Loki regaló una caricia tierna y amante a su nuevo hijo. Dirigió una mirada a las nanas, para que cuidaran muy bien de su tesoro y se colocó las zapatillas para levantarse y salir de la habitación con rumbo a los quirófanos.

 

Recorrió el amplio pasillo a paso lento, tomado del brazo de su madre adoptiva y buscando por todas partes a su hija Elynn y a su hijo Magni, recién llegados de Asgard, que le acompañaban también en aquel extraño momento. Los recibió con toda la alegría que le era posible, sin poder evitar sentir un vacío al no ver junto a ellos a su pequeña Tayté.

 

-¿Dónde está Einar, padre mío?- preguntó Magni, que admiraba a su hermano mayor más que a nadie en los nueve mundos.

 

-Einar está junto a Padre Thor, les veremos enseguida.

 

-Einar me prometió llevarme a ver esa Academia Militar en Londres... me siento muy emocionado por seguir mis estudios en Midgard.

 

-Asistirás si tu padre y Rey así lo consiente, por favor no cantes victoria, Magni... No resulta sencillo que yo quiera separarme de ti por tanto tiempo y mi opinión pesa en su decisión final...

 

-Solo serían dos años...

 

-Y si fueran dos días, tú en Midgard y yo en Asgard no me place...

 

Frigga y Elynn sonrieron sin intervenir, a pesar de las palabras de Loki, Magni sabía que era casi un hecho que fuese a estudiar dos años a esa Academia en Londres.

 

Pero esa reunión familiar no era para decidir ese permiso. Loki se adelantó a sus hijos apenas vió al rubio y se apresuró a ir y abrazarlo y llenarle el rostro de besos. Con sus magníficos ojos esmeraldas llenos de preocupación, lo recorrió de arriba abajo y le preguntó si estaba seguro de lo que iba a hacer.

 

-Te di mi palabra y la voy a cumplir- dijo Thor, estrechando con fuerza a su consorte- No tengas miedo. Estoy seguro que todo irá bien y en poco tiempo estaré de nuevo junto a ti, mi amor.

 

-No es miedo por lo que pueda sucederte, cariño... Mi temor es que no estemos haciendo lo correcto... es decir, ¿Es normal que el Rey de Asgard, el nuevo Padre de Todo, el Protector de los Nueve reinos... decida someterse a un procedimiento que le impida engendrar más hijos?

 

Thor sonrió ante la preocupación de Loki, pero estaba muy seguro de seguir adelante. Aunque su vida no corrió el mismo peligro que con los embarazos anteriores, y aunque Loki no lo recordaba conscientemente, el nuevo hijo había logrado separar de su amado esposo aquella esencia ambiciosa y malvada de su antiguo yo... Y no estaba muy seguro de que no se volviera a aparecer, así que por lo pronto, determinó que su familia de cuatro hijos, tres varones y una dama, sin contar a la que creyeron su hija por nueve años, eran suficiente descendencia para los dos. Su trono estaba más que asegurado, puesto que en la línea de sucesión estaban Einar, Magni, Loke y el hijo de Elynn, Arwen, así que autorizaron a los sanadores y a los médicos para que extrajesen de Loki el órgano que albergaba sus embarazos.

 

Gran sorpresa se llevaron al ver que en cada nacimiento, tal órgano aparecía exclusivamente para albergar a la criatura, que se desprendía junto a la placenta y que no quedaba el menor rastro de ello en el cuerpo de Loki un par de segundos después del alumbramiento... en otras palabras, Loki estaría siempre dispuesto para la procreación porque en su organismo influía su naturaleza mágica y si ya no quería hijos, solo quedaban dos opciones: Ya no tener intimidad con Thor o que el rubio Dios fuese quien se sometiese a algún procedimiento quirúrgico de control de la fertilidad.

 

-Quita los temores de tu cabeza, mi corazón. Lo hago gustoso porque ya es suficiente. Los hijos que me has dado son mi orgullo, me bastan, no necesito más… -dijo Thor haciendo la seña para que su esposo se acercara más y poder susurrar a su oído- Así podré hacerte mío una y otra vez por toda la eternidad, me vendré dentro de ti todas las veces que desee, sin riesgos.

 

-Que bobo eres- respondió Loki, sonrojándose y haciéndose el ofendido- Solo te interesa mi cuerpo.

 

Thor lo besó y después se recostó en la camilla, ahora entrarían los especialistas, tras revisiones exhaustivas, supieron que la anatomía del Dios del Trueno sí se podía modificar casi de la misma forma que la de un hombre normal...

 

***

 

-¿En serio? ¿Eso hizo?- preguntó Peter, caminando por los pasillos del supermercado, seleccionando la compra de la semana, mientras Einar empujaba el carrito- Así que tu padre ahora solo dispara balas de salva en adelante.

 

-Podría decirse así, ciertamente...- rió el asgardiano, celebrando la ocurrencia- Ahora solo uno de sus dos martillos es capaz de dejar huella en su adversario...

 

-Igual es lindo como tus padres han sabido superar sus diferencias y ahora tienen una hermosa familia.

 

Einar disfrutaba de formar parte de una vida cotidiana en pareja. Pasaba sus horas al lado de Peter sin preocupaciones, sin pensar en el momento en que fuera llamado de regreso a sus deberes principescos en Asgard. Al menos agradecía por ese respiro a su padre Loki, quien apoyaba su decisión de quedarse por un tiempo en receso de sus obligaciones. Además, estaba proscrito de la torre Stark y eso lo lastimaba aún más, pero Tony prefería que se mantuviera lejos de su hijo el tiempo que fuera necesario para sanar las heridas de su reciente separación.

 

El guerrero encontraba delicioso cuidar de Parker, acompañarlo por las mañanas a su trabajo, esperar por él a la salida y hacer las tareas comunes como si fuera el mayor descubrimiento de la historia. Peter se negaba a dejar su vida sencilla por lugares lujosos o por días irresponsables, sabía que la presencia de Einar era solo un espejismo y que con toda probabilidad no se quedaría para siempre en su vida... era algo que tampoco habían hablado, como la noche que habían pasado juntos, pero sin duda era el acuerdo silencioso más solemne entre los dos.

 

-¿Te sucede algo?- preguntó Einar, observando a Peter detenerse ante el aroma del departamento de carnes congeladas- ¿Son náuseas otra vez?

 

-Detesto el aroma de la carne congelada… me pone mal…- dijo la araña, haciendo un ademán para no desmayarse.

 

Einar se acercó para ofrecerle su apoyo. Sonrió mientras el castaño se colgaba de su hombro y tomaba aire con profundidad...

 

-Al menos a un cierto trozo de salami mitad asgardiano y mitad gigante de hielo no le hiciste ascos- se burló el pelinegro- Y te lo comiste entero... ¡Enterito, con todo y leche!

 

-¡Qué bruto eres Einar!- rió Peter, ante la ocurrencia de su amigo- En primer lugar, aunque sea gigante de hielo, no estaba precisamente congelado... Fue bastante terapéutico, ciertamente... se notaba cuanto nos hacía falta a los dos un desahogo de esa naturaleza.

 

-Que no sea la última- ronroneó Einar, buscando los labios de Peter para robarle un beso inocente.

 

Parker le correspondió, aceptando la propuesta... Y quedando para repetir la experiencia de compartir la intimidad con Einar el siguiente viernes por la noche.

 

-Qué te parece una sesión de cine, una cena en la pizzería y la noche del viernes juntos...

 

-Si el cine es en París, la cena es en Roma y la noche es en tu departamento, acepto gustoso...

 

-¿Tienes que ser tan exagerado en todo?

 

-No... déjame invitarte a mi manera de vez en cuando, podemos hacer eso mientras no estés tan gordo, después, si es que recuerdo como fueron los embarazos de padre Loki, preferirás solo salir a caminar al parque una hora diaria y reposar el resto del tiempo... hay que aprovechar...

 

-Bueno, ya que me has dicho gordo, y he lanzado el plan... ejecútalo entonces.

 

Peter se prendió sensualmente de los labios del otro, dejándole un pequeño adelanto de lo que sería su primera cita en forma. Aunque ninguno de los dos la llamara “una cita” La caricia fue rápida, porque preferían no hacer demostraciones de afecto en público. Pero la ternura del arácnido se desbordaba conforme el embarazo avanzaba.

 

Einar sintió que estaban siendo obervados... alzó sus ojos azules y palideció severamente.

 

-Anthony...- murmuró, viendo a su niño adorado plantado frente a ellos, incapaz de creer lo que veía, pálido como la muerte, temblando sin control y dejando que sus ojos de avellana se arrasaran por las lágrimas.

 

-Así que todo era cierto...- exclamó, con voz quebrada de rabia y dolor- No te dolió tanto como dicen terminar con nuestro matrimonio...

 

-¿Qué se supone que haces aquí?- lo cuestionó Einar, mirándolo fijamente- Todavía crees que tú y tus guardaespaldas pueden seguirme y entrometerse en mi vida, pero la verdad querido, es que ya nada nos une. No tienes derecho alguno a reclamarme nada...

 

-No, claro... como que ya encontraste un repuesto para mi lugar en tu vida... Espero que al menos te dé el amor que yo te daba...

 

-¿Hablas de tus noches indiferentes, Anthony? ¡No me hagas reír!

 

Einar tomó a Peter del brazo y la haló tras de sí, dejando las compras olvidadas y con una cara de tan pocos amigos que no dejaba lugar a dudas del enfado que lo llenaba. Una vez afuera del establecimiento, enlazó al castaño por la cintura y se elevó por los aires... necesitaba irse lejos, lejos de ese lugar, lejos de los celos infantiles de Anthony.

 

-Amigo mío, lo siento mucho...

 

-Adelantemos nuestro paseo, Peter ¿Quieres? Vámonos a Londres unos días... prometí cuidar de mi hermano Magni y estar pendiente de su adaptación a la Academia militar... Tengo un buen pretexto para alejarme de esta absurda situación y cumplir mi promesa a un tiempo.

 

-Pero... mi trabajo...

 

-¡Pide unos días, por favor! Te lo suplico... necesito irme, pero no quiero estar solo...

 

-Espera entonces... déjame hacer un par de llamadas. Te acompañaré y hablaremos sobre esto ¿De acuerdo? No estás solo, amigo querido... no te voy a abandonar...

 

 

 

Notas finales:

Les dejo el siguiente capítulo con mas de la historia de Peter y de Einar.

Y también les confieso que estoy un poquito triste porque al parecer, la historia no les interesa lo suficiente... al menos el capítulo anterior estuvo medio abandonado...

El Thorki no puede morir ... me niego... :'(

Yo igual le pongo todo mi amor a la Diva, ojalá me sigan leyendo...

Gracias por dejarme un review... saben lo importantes que son para seguir.

Feliz lectura.


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