UN POCO DE DESORDEN NUNCA VIENE MAL
-Mira, aquí la lista de lo que puedes estudiar en mi universidad mi niña,- llegó en la noche Karin después de sus clases con un folleto color azul.
Giovanna lo tomo y empezó a leer en voz alta
-Arquitectura…Danza…, escultura... , pintura…
-Música…
-ay música-intervenía Karin con ojos de ilusión-
-jaja Karin creo que en esa ya me cogió la tarde-le dice ella ante la posibilidad de ser aprobada-
-ay –se entristeció la pelirosa-
-poesía..,cine..,-continuó la pelinegra-
-gastronomía…
-ay me cocinas a mí y a los niños-de nuevo Karin con sus hermosos ojos-
-¿quee?
-amorcito please- se acercaba haciendo pucheros-
-¿niños?
-a Gabrielito y a mí- aclaró con una sonrisa-
-ah bueno
-y perfumería.-finalizó de ver la nada animada chica-uhm como que está completa tu escuela de formación eh-admiró-
-claro, tiene todas las bellas artes incluidas cariño, y están organizadas en nivel de importancia ósea por ejemplo perfumería, poesía y gastronomía lo puedes sacar en menos años que arquitectura viste?
-si me imagino –opinó recordando sus clases de matemáticas de las cuales Karin la había salvado-
-bueno, y bien ¿cuál te gusta?-profirió la pregunta de la noche, y del año observando que estaba próxima a su graduación de bachillerato-
-eh.. Ninguna(?)
-ay Gio, ¿en serio?
-pues…
-yo quería tenerte cerquita..-explicó su interés en que estudie en el mismo lugar - Para ver si encontramos otro 204 que revolver…
-jajaja, nunca cambias tu…
-claro que no, un poco de desorden nunca nos viene mal…-y se le acercó en tono libidinoso tocándole el trasero-
-hey espera, ¿no vamos a terminar de leer?- intentó separase poniéndole la mano en el pecho-
-No, a ti no te gusta nada. –concluyó Karin, ahora más interesada por otra cosa-Eres una niña mala, y te tendré que castigar..-empezó a besarla, los labios y al cuello.
Giovanna no tuvo más remedio que dejarse al fin.
-¿te calientas niña mala?-le susurró muy cerquita con los ojos cerrados mientras la besaba y tocaba-
-como no-responde ella ardiendo ante el pulpo pelirosa que tocaba aquí y tocaba allá-
-más tarde vuelves a mirar las carreras, algo te tiene q gustar.. aparte de esto-anunció poniéndola de espalda y metiéndole la mano por debajo de la falda colegiala que aun llevaba.
-creo que alguien me ha estado esperando eh-dijo sonriente mientras se fundía en su cuello- hueles a Giovanita caliente-observó complacida-
-jaja, quee?? –Intentó quitarse, pero fue conducida hacia el sofá en donde la hizo apoyarse en sus brazos y rodillas, y con las dos manos alzó su falda y bajo sus bombachas, la chica solo por el acto profirió un gemido.
-uff mía- dijo Karin al ver su sexo húmedo, y pasó su lengua unas muchas veces mientras la muchacha se retorcía del pacer, pero Karin con sus manos en sus nalgas y caderas no la dejaba retroceder-
En menos de 15 minutos la chica se había venido prácticamente en su boca.
-hace calor- observó la pelirrosa desvistiéndose- ven te baño mi bebe- la animó también a terminar de quitarse su ropa-
Giovanna volteó, y se sentó encima de la ya desnuda pelirrosa
-me encanta sentirte- dijo ella al percibir el contacto de Giovanna sin ropa interior justo en su sexo desnudo también-
Se quedaron mirando unos momentos-te amo, mi hermosa, te amo demasiado-le dijo la mayor antes de empezar a besarla, y recorrer sus caderas hasta sus senos en donde empezó a quitarle la blusa, tenía ganas más bien de arrancarla-
-eres mía, mía,-le decía tumbándola en el sofá, y poniéndose encima de ella, le besó su rostro sonrojado y bañado un poco en sudor- terminó de quitarle la ropa y retornó a en medio de sus piernas con sus besos y su lengua, esta vez añadió un par de sus dedos y fue por el segundo orgasmo de la noche.
Cuando lo consiguió se tumbó a su lado, le gustaba observar como la respiración de Giovanna retornaba a su curso normal después de perturbarla tanto.
-¿quieres hacer algo para mí?-preguntó con esa cara que ya no era inocente para nada-
-claro, ¿me dejas?- dijo como sorprendida-
-tan boba, soy prácticamente tu mujer, y preguntas si me dejo… toca lo que quierass-le tomó la mano y la dejó encima de su cuerpo, como por su vientre. Y observó con una gran sonrisa como la chica fue directo a su clítoris en donde empezó a masajear.
-deja de reírte-le pidió avergonzada, empezaba a creer que lo hacía mal-
-¿no puedo mirar?
-Nop..
-jaja, cerraré los ojos…
-mucho mejor-habló la pelinegra, tomando un poco más de confianza ante la ausencia de la intimidante mirada de su amada-
Lamió sus senos y su vientre, aun no se acostumbraba a la perfección de su chica, pocas veces la hacía suya, generalmente la pelirosa se complacía solo con “violarla a ella” o quien sabe con qué más se complacía…
Tímidamente empezó a bajar hasta su vulva, Karin con los ojos cerrados tocaba su rostro, y poco a poco se aferraba de sus cabellos como conduciéndola al lugar donde pasó a lamer su clítoris, y un poco más.
-más fuerte por favor- pidió la pelirrosa casi exigiendo, y tiro más de su cabello-
Giovanna lejos de asustarse obedeció de inmediato, en sentir la mano de Karin enredada en su cabeza, le causó un cierto placer ante el sometimiento. Y antes de poder continuar con su apocado sexo oral, recibió otro tirón hacia arriba en donde se encontró el rostro de la pelirrosa que ya no cerraba los ojos.
-No te soltaré si no lo haces bien- la exhortó en 3 segundos y la regresó de vuelta a su sexo, embarrándole casi la nariz.
-vamos bebe, muéstrame lo que has aprendido- le dijo excitada sin soltarla para nada-
Giovanna entre asustada y provocada recordó todos los momentos en que Karin había estado allí para ella, era algo más que solo pensar, pero para su fortuna; su mente y sus movimientos coordinaron, su chica gritaba de placer, y arrancaba seguro su cabello, pero no le importaba ella también estaba perdida, continuo, mucho y mucho más rápido, y cada vez más húmedo. Finalmente Karin aceleró sus gemidos y volvió a gritar más, zafó un poco el agarre de sus cabellos y cuando Giovanna estuvo alejada unos 5 centímetros desprevenida recibió un chorro de agua tibia directamente en el rostro proveniente del sexo de Karin. Cerró sus ojos asombrada y jadeante, mientras entendía lo que acaba de suceder.
-¿asustada?- le preguntó con risa burlona, cuando la liberó al fin-
-¿qué fue?
-mira todo lo que me haces- protestó pero complacida,- ve a ducharte, la mandó con una sonrisa- yo arreglaré este desastre- dijo para el mojado sofá lleno de sudor y eyaculación femenina-