Todos esperaban a que Shintarō hablara. Akashi sabía que existían rumores sobre los Namikaze pero eso del heredero perdido no lo había escuchado.
Shintarō acomodó sus lentes —Hace unos años, papá me contó que se rumoraba que la hija de los Namikaze había quedado embarazada fuera del matrimonio. Los Namikaze indignados y enojados la corrieron sin preocuparse por ella o el bebé. Jamás se volvió a saber de ella. Bueno... Eso hasta hace unos años... Luego se supo que después de que el hijo salió de Rakuzan volvieron a desaparecer. El punto es que nadie sabe de ellos desde hace— fue interrumpido.
—5 años— dijo Kōki. Todos lo miraron en espera de explicaciones —Mamá se casó en secreto con papá. Sólo la familia lo sabía. Dos años después mamá estaba esperando a Kōen. Lamentablemente mi abuela paterna enfermó, papá y mamá decidieron mudarse a Osaka. Kōen nació en Osaka y medio año más tarde falleció mi abuela y al año mi abuelo en un accidente. Ellos decidieron regresar aquí, a Kioto a la casa de la familia. Años después nací yo, y la gente que conocía nuestro apellido siempre trataban de sacar provecho. No tenía ni un sólo amigo real y sincero (mismo fue con Kōen). Cuando Kōen se graduó de Rakuzan nos mudamos a Tokio. Yo hice la escuela media allá y luego entre a Seirin, mientras que Kōen entró a la universidad. Decidimos ocultar nuestro apellidó y que sólo los nos conocieran como Furihata Kōen y Furihata Kōki— dijo sonriendo.
—¿Entonces cual es tú nombre?— preguntó Daiki.
—Furihata Namikaze Kōki— dijo sonriendo —De alguna manera lograron colocar ambos apellidos.
—Dinero— dijeron al unísono.
—Supongo— dijo encogiéndose de hombros —Sinceramente a mí me da igual tener ambos... Aún que hubiese preferido sólo el Furihata. El apellido de mis abuelos es de mucho peso— susurró.
—¿Así que tienes un montón de dinero para gastar?— preguntó Kazunari desde la puerta.
—Pues... No me gusta gastar... Siempre les digo a ellos que es su dinero, pero eso no les importa.... Así que sólo lo gasto en libros— dijo desinteresado.
—ya veo— dijeron notando la incomodidad del castaño. Siguieron platicado y divirtiéndose hasta la tarde ya que tuvieron que regresar a sus hogares.
——————————————
Los días siguieron trascurriendo hasta convertirse en meses.
Ambos habían presentado el examen de admisión a la Universidad T, y estaban a la espera de los resultados mientras terminaban su preparatoria.
Kōki seguía yendo al cardiólogo, el cual había pasado sus consultas cada dos meses. Seijūrō a insistencia de su padre Masaomi había comenzado curso de financieros.
En cuanto a su relación, iban muy bien. Para muchos su relación era desconocida, ya que seguían manteniéndola en secreto. Sólo sus familias, y todos los estuvieron en la fiesta de Halloween sabían de ella.
Mantenían una estrecha relación y su actividad sexual eran muy activa, pasaban cada situación vergonzosa. La peor de todas fue el baño de la escuela. Kōki había entrado al baño, pero el pelirrojo lo siguió y digamos que no salieron durante una hora.
En cuanto a Kuroko y Kagami los habían dejado de buscar, desde aquella vez que Kōki hablo con ellos. Así que vivían tranquilamente.
———————— Dos meses después ————————
—Seijūrō-sama tiene correspondencia— anunció Shiba entregándole el sobre.
Seijūrō lo tomó y leyó el remitente. Sonrió y tomó su celular. Después de hacer la llamada, salió corriendo a la mansión Namikaze.
—Sei. Bienvenido.
—¿Entonces también te llegó?— preguntó.
—Sí. Pasa. La vamos a leer— dijo dándole acceso a la casa. Caminaron hacía el jardín trasero donde estaban Ayumi y Ai —Buen día— dijo sonriendo.
—Buen día Seijūrō-kun— dijeron ambas.
Tomaron asiento y se dispusieron a abrir los sobres. Primero fue el de Kōki, al pobre le temblaban las manos y Ayumi término quitándole el sobre.
—Veamos— dijo abriendo el sobre —hmmm... Ohhh.
—¿Qué?— dijeron al unísono.
—Kōki... estás admitido— dijo sonriendo y mostrándole la hoja —Felicidades, cariño.
Kōki se la arrebató y leyó —Dios— comenzó a llorar.
—No llores— dijo Seijūrō limpiándole las lágrimas.
—Lo siento. Falta el tuyo— dijo viendo al pelirrojo.
—Cierto— sacó el sobre de su pantalón. Abrió el sobre y leyó la hoja —Estaremos juntos— dijo besándolo.
—Tranquilos— dijo Ayumi ruborizada.
—Estarán en diferentes edificios— dijo Ai.
El teléfono de Seijūrō sonó consecutivamente dejando un pequeño espacio. Leyó los mensajes y sonrió —Ryōta fue aceptado para tomar clases de vuelo. Daiki y Sakurai aprobaron para ingresar a la policía. Kazunari entró a enfermería y Shintarō a medicina.... Tatsuya a administración de empresas y Atsuhi a repostería.. Ah y Momoi a informática —informó sonriendo.
—Así que estaremos con Kazu-kun, Momoi--san, Murasakibara-kun, Midorima-kun y Himuro-kun— dijo sonriendo.
—Sí.
—¿Saben qué iban a estudiar esos dos?— preguntó Ai.
Ambos fruncieron el ceño —No— respondieron al unísono.
———————————————
Esperaba a que su novio le abriera la puerta.
Después de haber llorado aquella vez en Kioto y que Kagami lo consolará, habían retomado sus vidas tratando de olvidar aquellos sentimientos. Enero llegó junto con su cumpleaños y Kagami le preparó un pastel para celebrarle su cumpleaños... Una cosa llevó a la otra y terminaron en la cama. Una semana después comenzaron su noviazgo.
Durante esos meses él se había enamorado de Taiga. Fue cuando lo supo, su corazón se había equivocado en 'amar' a Akashi, cuando siempre amo a Kagami. Los celos y todos aquellos sentimientos que explotaron llevándolos a una relación clandestina, era su amor por Kagami Taiga.
La puerta se abrió mostrando a un pelirrojo semi desnudo —Pasa— ordenó haciendo se aún lado.
—Con permiso— dijo entrando al departamento.
Taiga cerró la puerta con seguro, cuando se giró unas manos comenzaron a recorrer le su abdomen —Tetsu— gruño y se apresuró aprisionar esos delicados labios.
—mnggg— gimió al sentir aquella experta lengua recorriéndole cada parte de su cavidad bocal.
Se separó de su novio —Será mejor que primero lo leamos— dijo llevando al peli celeste a la sala.
—Lo siento— susurró. Cada vez que veía al pelirrojo en esas fachas su cuerpo pedía a gritos ser tocado por aquellas grandes manos.
—¿y bien?— preguntó agarrando su sobre.
Tetsuya abrió el suyo —Sí. Fui aceptado— dijo sonriendo. Él quería ser maestro de para niños pequeños, ahora debían esforzarse en la universidad.
—Felicidades— dijo revolviéndole el cabello. Abrió el suyo y una sonrisa se formó —También fui aceptado.
—Felicidades Taiga-kun— dijo besándolo. Después de liberar sus labios le recorrió el cuello poco a poco hasta llegar al bordo de la toalla.
—Tetsu— gruño al ver cómo el peli celeste le liberaba la toalla exponiendo su ya endurecido miembro.
Sonrió e introdujo el gran miembro en la boca, lentamente continuó la felación hasta que sintió como el miembro se tensaba e hinchaba en su boca y era llenada de un espeso líquido. Tragó lo que pudo.
—Será mejor continuar en la cama— dijo cargando al peli celeste, éste sonrió y se abrazó al cuerpo.
—————————————
Había pasado un mes desde que fueron admitidos a la Universidad T. Seijūrō se dirigía a su primer día de clases a la universidad. Estaba bastante molestó ¿Motivo? Pues Yukio Namikaze intervino en el trasladado a Tokio. Él y Kōki ya habían planeado vivir juntos en la mansión Akashi, pero el castaño mayor se negó y dijo que aprobada el noviazgo pero que no permitiría que vivieran juntos. Así que Kōki, Kōen y Kenshi-san terminaron viviendo en la mansión Namikaze. Mientras que su madre se quedaba en Kioto trabajando en la empresa de los Namikaze.
—Seijūrō-sama ya llegamos— dijo ya con la puerta abierta.
—Gracias. Cuando salga te llamo— dijo, y bajo de la camioneta.
En las instalaciones de la universidad yacían muchos estudiantes, cuando vieron que una camioneta de lujo se detenía y un guapo hombre abría la puerta, quedaron a la expectativa de quien bajaba de allí. Todos quedaron petrificados al reconocerlo. El heredero de Akashi Corp, Akashi Seijūrō.
—Tan molesto— pensó al ver que todos lo veían.
—Akashi-min— gritó Satsuki al verlo. Todos voltearon y vieron a la hermosa pelirrosa con grandes atributos correr hacia el pelirrojo.
—Buen día, Satsuki— dijo sonriendo.
—Akashi— dijo Midorima en forma de saludo. En su mano cargaba una regla.
—moo~ Shin-chan ¿Por qué me dejaste atrás?— cuestionó y vio al pelirrojo —Hey enano ¿y Kō-chan? — preguntó el ojo de halcón.
—¿Cómo me llamaste Kazunari?— preguntó tranquilamente. El nombrado se escondió tras su novio.
—¿Aka-chin tienes dulces?— preguntó un pelimorado acercándose a los demás.
—No, Atsushi— respondió.
—Ya te dije que más tarde conseguiremos Atsu. Buen día— dijo Tatsuya algo molesto con el peli morado. Los chicos respondieron al saludo.
Los estudiantes reconocieron a cada uno de ellos. Famoso talentos en básquet, la Kiseki no Sedai.
—Buen día— dijo una voz asustando al grupo.
—¡Te aplastaré Kurokocchi— dijo Atsushi molestó por el susto.
—¡Tetsu-kun!— dijo Satsuki y se lanzó a abrazar al peli celeste.
—Me asfixia, Momoi-san— dijo Tetsuya tratando de zafarse del agarre.
—Suelta a mi novio— dijo Taiga jalando al peli celeste.
—¿Eh?— dijeron algunos. Seijūrō sonrió satisfecho. Al parecer aquella plática con Kōki había funcionado.
—Iniciamos una relación— dijo sonriendo.
—Felicidades— dijo Seijūrō. Aquellos dos no se esperaron esa felicitación.
—Gracias— dijeron confundidos por la reacción del pelirrojo.
De pronto un rechinido de llantas llamó la atención de todos. Una camioneta negra, igual de lujosa que la de Akashi, se detuvo frente a las instalaciones, bajando de ella un guapo peli plata que se disponía abrir la puerta pero ésta se abrió y salió un pelinegro familiar para algunos —Furihata-kun/Furihata-sempai— dijeron algunas chicas. La otra puerta se abrió mostrando a un lindo castaño.
—Por eso no quería venir en esta camioneta— dijo Kōen al ver la cara que sus amigos tenían al verlo bajar —Recuerda... Nada de Namikaze... Nuestro tío Furihata nos lo prestó.
—Sí— respondió. Él también había estado en desacuerdo pero sus abuelo se negaron, y más ahora que se podría saber su apellido por algún descuido de la administración de la universidad. Sabía que tarde o temprano se enterarían —¡Kō-chan!— escuchó el familiar llamado y los vio.
—Nos vemos hermanito. Nada de sexo en la escuela— dijo Kōen revolviéndole el cabello.
—¡Kōen!— dijo avergonzado. Kōen rió y se dirigió hacia sus amigos. Kōki negó y se aproximó hacia su novio y sus amigos y dos colados —Buen día.
Seijūrō se acercó a su novio y le arregló el cabello.
—Gracias— dijo Kōki con una dulce mirada que decía muchas más cosas que un simple gracias. Aquello no le gustó nada a Kagami Taiga.