Entró al aula para encontrarse con Taiga molesto y Tatsuya regañándolo. Simplemente los ignoro y se dirigió a un pupitre cercano a la ventana. No pudo evitar sonreír mientras observaba el edificio de literatura. Su noviazgo con Kōki iba viento en popa, lo amaba y deseaba pasar el resto de su vida con él, pero alguien se interponía. Ese alguien tenía nombre y apellido: Yukio Namikaze.
Namikaze se oponía a su noviazgo, el que se vieran a diario y el que durmieran juntos. Para Namikaze, Kōki es y seguirán siendo su niño dulce e inocente. Lo comprendía, Kōki era dulce e inocente, pero también era la sensualidad y lujuria en un hermoso docel de 19 años. Y él no era quien para negarle los placeres de la vida, y más si ambos lo disfrutaban.
Sintió el teléfono vibrar y metió su maoo al pantalón para sacar el teléfono, y término sacando el condón usado. Notó la mirada de Taiga sobre él, así que lo regresó al pantalón y sacó el celular. Mando un mensaje Shiba para que estuviera en una hora y media. Pues tenía planeado llevar a Kōki a su restaurante favorito.
Las clases pasaron y salieron del aula. Vio el bote cercano a las escaleras y tiró discretamente el condón, el cual había envuelto en papel desechable. Siguió su camino, o eso había intentado pero las personas estaba amontonadas y sin dejar ver que sudecia.
—¿Qué demonios te pasa?— escuchó la voz de su novio. Rápido se abrió paso notando que Kōki le había hecho una llave a Tetsuya y lo mantenía en el piso.
—Deja a Taiga. ¿Por qué te revolcaste con él?— preguntó llorando.
—Tetsu/Kōki— grito rápido lo separo.
—¡Suéltame! ¿Por qué defiendes a tú amante?— gritó Tetsuya tratando de zafarse. Seijūrō frunció el ceño por esa declaración.
—Imbecil ¿Crees que soy igual a ti? No soy una zorra como tú. Yo jamás me metería en la relación de alguien, como tú lo hiciste en la mía— gritó Kōki.
Seijūrō mantenía el agarré. Estaba consciente que Kōki a pesar de no ser tan fuerte esas llaves que hacia dolían mucho. —Kōki, calma— dijo tratando de tranquilizarlo. Kōki no se podía alterar, tenía que calmarse.
—No. Este imbécil me va a escuchar— miró a Taiga y Tetsuya —Yo no tengo que meterme en su relación. A mí me importa un pepino su relación. Si él te engaña no es mi problema. Al contrario, dile que me deje en paz. Estoy harto de su acoso, yo tengo novio— dijo Kōki furioso.
—Es mentira— dijo Taiga enojado.
—No es mentira. Kōki y yo tenemos una relación desde el campamento de verano— dijo sonriendo. Satisfecho por la reacción colectiva de los estudiantes; dejando claro que Kōki ya tenía pareja y que no se acercaran a él. Pues Kōki era popular entre chicos y chicas, más de uno quería tenerlo en la cama.
—Así que dejen nos traqui...— escuchó pero vio cómo se iba de lado.
—Kōki.. Kōki— gritó desesperado.
Tomó a Kōki entre sus brazos y se dirigió a la salida. Shiba iba estacionándose cuando los vio. No dudó en correr a abrir la puerta. Seijūrō subió a la caminioneta, y rápido se dirigieron al hospital.
Al bajar, Shiba cargo a Kōki en lo que entraban. Seijūrō iba a pedir la camilla cuando vio Kishimoto platicando con una enfermera — Sensei, Kōki...ayuda— dijo entre lágrimas.
Kishimoto rápido pidió una camilla. En lo que llegaba checo el pulso —¿Qué sucedió?
—Kōki le hizo una llave a un chico con él que estaba discutiendo. Estaba furioso, no lo había visto así. De pronto se desmayó— dijo viendo como subían a Kōki a la camilla.
—Entiendo. Esperé aquí— dijo y rápido se llevó al castaño.
Shiba movió a Seijūrō hacia la sala de espera, y llamo a Kenshi para informarle y luego a Masaomi-san.
La estampida de pasos se escuchó —Akashi— dijeron al ver al pelirrojo desecho.
—Acaban de ingresarlo— dijo Shiba, notando que Seijūrō no se había dado cuenta de la presencia de sus amigos.
Shintarō se puso arrodilló al nivel de Seijūrō —Akashi...Él estará bien. Saldrá adelante.
—No quiero perderlo— susurró en medio de las lágrimas.
Algo incrédulo para todos sucedió: Shintarō había abrazado al pelirrojo, y éste lloraba aferrado a su cuello.
—¿Alguien me puede decir que sucedió?— preguntó Kazunari. Habían salido de las clases cuando encontraron a Murasakibara queriendo matar a Tetsuya.
—Kuroko le habló a Furi desde atrás y cuando Furi volteó, lo cacheteó. Dijo algo de que Taiga lo estaban engañando con Furi— dijo Fukuda con el ceño fruncido —Kuroko intento golpear a Furi y éste lo esquivo. En fin, Furi le hizo una llave y comenzaron a reclamarse hasta que llegaron ese bastardo y Akashi. Nunca había visto tan furioso a Furi-.
—¿Por qué Kuroko cree que Taiga lo engaña con Furihata?— dijo Shintarō.
—Los estúpidos rumores— dijo el emperador —Kōki y yo hemos mantenido relaciones sexuales en la escuela, y al parecer vieron un pelirrojo y un castaño. El problema es que Taiga también es pelirrojo... Supongo que Kuroko algo inseguro de su relación, creyó que era su novio y Kōki.
—Esos imbéciles— dijo Fukuda. Para nadie de la generación y sus parejas era un secreto que odiaba a ambos desde el engaño.
—Esperemos. Furimin estará bien— dijo Satsuki, abrazándose a Kazunari.
——————————————
—Suéltalo, Atsushi. Lo vas a matar— gritó Tatsuya.
—Si le pasa algo a Furi-chin, los aplastaré— dijo soltándolo. Tomó a Tatsuya y lo arrastró al primer taxi que encontró.
Taiga trataba de recuperar la respiración, mientras que Tetsuya lloraba a mares —Largo— gritó a los espectadores.
Se sentía culpable. De nuevo había sucedido, no había pensado en las consecuencias y ahora Furihata debería estar en el hospital.
—¿Qué demonios paso?— exigió enojado.
—Todo es tú culpa. Tú lo sigues amando— dijo en medio del llanto. Sentía un dolor inmenso en el corazón.
—Yo....— trató de acercarse al peli celeste, pero este le golpeó la mano.
—No me toques— dijo limpiándose las lágrimas.
—Tetsu— dijo culpable. Debía explicaciones. Se levantó del suelo y en un rápido movimiento cargo a Tetsuya como a un costal de papas.
—Suéltame— gritaba tratando de zafarse, pero Taiga no lo soltaba.
Llegaron al departamento que compartían. Habían comenzó a vivir juntos con el pretexto de la escuela, pero sus padres sabían su relación y aún seguían enojados con ellos por lo que les hicieron a Furihata y Akashi.
—Sueltamente, Kagami-kun— dijo llorando. Aquello le partió el corazón a Taiga.
—Escuchadme, lo quiero. Pero yo...— trató de decir. No fue lo mejor.
—¿Por eso me engañaste y te acostaste con él?— gritó en medio de un llanto desgarrador.
—No. Nunca me he a costado con Furihata. Cierto.... Lo quiero, no puedo evitarlo. Pero a ti te amo, Tetsuya— dijo intentando abrazarlo.
—Es mentirá— respondió.
—No lo es. Te amo— dijo abrazándolo.
—¿Entonces porq ué lo buscas?— preguntó llorando y tratando de soltarse.
—Entiende me. Me enamoré de él, después de que no pude tenerte a mi lado, pero luego paso todo esto de ser amantes. El ser descubiertos y luego el rechazó de Furihata. Fue doloroso. Peor tú estuviste allí me di cuenta que estaba enamorado de ti. Comenzamos a salir y no volvimos a verlos, hasta hace unos meses. Seguía queriéndolo y me molestaba su cercanía con Akashi. Me entraron celos irracionales y más al ver las marcas en su cuello.... Ahora sé de donde salían— dijo enojado e incrédulo. Desde hacía más de un año ellos mantenían una relación, y ellos les habían hecho creer que Akashi salía con la tal Suzuya. Eso fue lo que lo tenía enojado.
—Lo amas— dijo llorando.
—No. Te amo Tetsu— dijo abrazándolo nuevamente —Perdóname— dijo besándole.
—Taiga— dijo llorando y oculto su rostro en el pecho del mayor.
Estuvieron un rato en esa posición hasta que se levantaron. Concordaron que tenían que saber la salud del castaño, pues Tetsuya de sentía muy culpable.
Taiga le tomó de la mano y él pegó un grito —¿Qué?— dijo asustado.
—Mi brazo— dijo adolorido.
Taiga lo tomó con cuidado y notó que estaba rojo e hinchado —Mejor te llevamos al hospital.
—Sí— respondió y fueron directo al hospital Midorima. Puesto que el papá de Taiga les había conseguido seguro médico a ambos....bueno Taiga ya lo tenía.
Al entrar a urgencias arrastraron al pelic eleste a rayos x para cerciorarse de que no hubiese una fractura. Pero no... Sólo tenía un pequeño esguince.
—¿Qué hacen aquí?— dijo Seijūrō al verlos.
—Lo siento... Venía a ver como seguía. Fue un malentendido de mi parte— dijo Tetsuya mirando el piso.
—¿Qué te paso?— preguntó Shintarō.
—Furihata-kun sabe doblar un brazo. Tengo un esguince— dijo viendo su brazos. Le habían puesto una férula.
—Kōki sabe defensa personal— dijo Kōen, cruzado de brazos. Uno de sus amigos había llegado al área donde estaban con su asesor de tesis, y le informó lo sucedido con Kōki, salió corriendo directo al hospital —¿Qué le hicieron?— preguntó muy molesto.
En un resumen rápido Kazunari explicó lo sucedido —¿Acaso crees que hermano es igual que tú? Eres un imbécil será mejor que se marche. Antes de que ellos llegue...
—Seijūrō-kun/ Kōen— dijeron las mujeres al verlos —¿Qué sucedió?— Kōen fue quien explicó esta vez.
—Ustedes de nuevo. Déjenlo en paz— dijo Ayumi.
—Les pido amablemente que de retiren— dijo Ai muy enojada.
Instintivamente Tetsuya se escondió detrás de su novio. Esa mujer se veía imponente y algo le decía que no debía meterse con ella.
—¿Han dicho algo?— preguntó Yukio. Detrás de él, venía Akashi Masaomi y Furihata Kō.
—No han dicho nada— Ayumi sollozó.
—Ya cariño— dijo Yukio abrazándola. —Hola muchachos. Gracias por estar aquí— dijo reconociendo algunos —¿Ustedes quienes son?— preguntó al pelirrojo y al peli celeste.
—Esos son los ex novios de Seijūrō y Kōki-kun. ¿Qué hacen aquí?— dijo Masaomi abrazándose a Seijūrō. Su hijo se veía desecho, no quería que hicieran otra tontería.
—¿Qué?— gritó enojado Yukio —¡Largo! No se acerquen a mi nieto.
—Namikaze-sama no grite. Estamos en un hospital— dijo una voz detrás de ellos.
—Midorima/Shin/ Papá/ Suegro/— dijeron Yukio, Masaomi, Shintarō y Kazunari.
—Deben guardar silencio. Están armando un escándalo. ya tengo suficiente con esas llamadas de los reporteros, y no demoran en llegar— dijo un peli verde más alto y más robusto de Shintarō.
—¿Cómo se enteraron?— preguntó Yukio.
—La pelea del novio del heredero de Akashi Corp fue subido a internet y está en las noticias. No demoran en descubrir la identidad de Furihata-sama— dijo cruzándose de brazos.
Para Taiga y Tetsuya aquellas palabras no cuadraban. Sólo entendían que el hombre castaño era abuelo de Kōki, y que Midorima lo trataba de 'sama' al igual que a Furihata.
—Tantos años se fueron a la basura por estos bastardos— dijo Kōen enojado.
—Tranquilo Kōen. Tarde o temprano esto se iba a saber— dijo Yukio
Mientras los Furihata y Namikaze discutían sobre qué hacer. Los reporteros intentaban entrar al hospital, y más con las especulaciones sobre el helicóptero que salió de Kioto hacia el Tokio, donde viajaban Yukio Namikaze y Akashi Masaomi.
—Familiares de Furihata-kun.
—Nosotros ¿Cómo está?— preguntaron.
— Controlamos la angina de pecho— el alivió inundó la sala —Pero, entro en coma. No sabemos cuándo despertará.