Escuchaba un BIP familiar. De pronto escuchó el sonido de una puerta abriéndose y la fragancia a rosas invadió sus fosas nasales. Escuchó un ruido y pasos. Segundos después sintió pequeñas caricias y que algo caía sobre él.
—Kōki... Tienes que despertar. No me dejes sólo— escuchó la voz quebrada de Seijūrō.
—Sei....—dijo en un susurró, abrió sus ojos y se encontró a su novio.
Seijūrō miró a Kōki, éste lo veía fijamente —Oh Kōki— dijo sollozando y abrazando al castaño.
—No llores— dijo sollozo al verlo así. Lo poco que vio se miraba pálido y ojeroso.
—Sensei— dijo recordando, soltó a Kōki, se acercó al botón que le habían indicado y lo apretó.
—¿Qué sucedió?— preguntó tratando de moverse. Sentía el cuerpo muy pesado, y dolor de cabeza.
—Angina de pecho— dijo tomándolo de la mano —Kōki.... Caíste en coma por 15 días.
—Dios ¿Mamá y papá?
—Todos están aquí en Tokio. Ahora les habló— dijo sacando su teléfono pero fue interrumpido por un agitado Kishimoto-sensei.
—¡Despertó!— dijo feliz.
Seijūrō fue expulsado de la habitación, y aprovechó para llamar a la familia de Kōki.
—————————Mansión Namikaze ————————
—Sigue igual mamá— dijo llorando.
—Hija— dijo Ai abrazándola. Acababan de regresar del hospital, nuevamente, evitando a la prensa: los cuales estaban 'acampando' fuera de la Mansión.
El teléfono de Ayumi comenzó a sonar, vio que era Seijūrō y respondió —Hola… Voy para allá— colgó y miró a su madre —¡Despertó! Kōki despertó— dijo llorando de felicidad.
En lo que abordaban la camioneta, cada una llamó a su esposo e hijo, en el caso de Ayumi. Nuevamente evadieron a la prensa fuera de su casa, y la del hospital. Abordaron el elevador y Seijūrō se encontraba caminando de un lado al otro, cómo un león enjaulado.
—Seijūrō-kun ¿Qué han dicho?— preguntó abrazándolo.
—Nada. Kishimoto-sensei dijo que lo iba a chequear— dijo viendo la puerta.
Esperaron durante varios minutos hasta que la puerta se abrió y Kishimoto-sensei salía de la habitación.
—¿Cómo está?
—Bien— el alivió inundó a los tres —Su ritmo cardíaco está estable. Sólo presenta dolor en el cuerpo, es normal por estar en cama varios días; y dolor de cabeza, cosa que no sorprende. Le haremos unos estudios— explicó.
—Entiendo ¿podemos verlo?— preguntó Ayumi.
—Sí, pasen. Sólo será hasta que lleguen los camilleros— dijo haciéndose a un lado.
Ayumi abrió la puerta y vio a su hijo —¡Kōki!— sollozó y se lanzó abrazarlo.
—No llores, mamá— dijo llorando y acareándole el cabello —Abuela.
—Cariño— dijo y abrazó a ambos.
Seijūrō observaba a los tres. Lágrimas surcaban sus mejillas.
Kōki vio a Seijūrō, y le sonrió entre las lágrimas —Te amo— vocalizó sin emitir palabras. Seijūrō sólo limpió sus lágrimas y respondió de la misma manera.
La puerta fue abierta y entraron los camilleros. Ai y Ayumi después de depositarle besos, se hicieron a aún lado.
En menos de 5 minutos Kōki estaba saliendo de la habitación, seguido por Ai, Ayumi y Seijūrō.
El camillero se dirigió al elevador, y las puertas de éste se abrieron mostrando a Yukio Namikaze, Furihata Kō y Kōen —Kōki.
Rápido se acercaron y le dieron un beso en la frente y diciendo que todo estaría bien. Los camilleros se llevaron a Kōki, mientras Ayumi y Ai le explicitaban a donde lo llevaban.
Seijūrō se hizo a un lado para dejar a la familia. Tomó su teléfono y le mandó un mensaje a sus amigos, informándoles que Kōki había despertado.
————
Tras esperar cerca de una hora, regresaron con Kōki. Siendo acompañados por Kishimoto. Observaron cómo lo instalaron, y cubrieron con las sábanas.
—Se quedó dormido mientras lo traíamos. Revisé las tomografías, el electrocardiograma y no salió nada. Por ahora, estará en observación durante 48 horas— dijo viendo a la familia.
—¿Puedo quedarme con él?— preguntó Ayumi.
—Sí. Sólo usted. Regresaré en un par de horas para verificar su estado— dijo yéndose del lugar.
—Mandaré a Kenshi con algo de ropa y unos libros para Kōki— dijo Ai — De seguro se aburrirá sin hacer nada.
—Entiendo— Respondió —Les avisó si hay algún cambio. Gracias Seijūrō-kun— dijo abrazando al pelirrojo. Éste sólo se dejó abrazar.
Se despidieron de Ayumi y abordaron el elevador. Al salir se toparon con Masaomi.
—¿Cómo está?— preguntó al verlos salir.
—Bien. Le hicieron unas tomografías y el electro, pero está bien— dijo Yukio aliviado.
—Gracias a Dios que está bien— dijo abrazado a Seijūrō —¿Estas bien?— preguntó, su hijo sólo se limitó a asentir —Cierto... Los reporteros ya saben que despertó. No se cómo se han enterado— dijo recordando la preguntas.
—Tal vez porque nosotras ya habíamos venido, y 20 minutos después regresemos y entramos corriendo— dijo Ai.
—Eso... O tal vez alguien lo reconoció cuando bajaron a hacerle la tomografía— dijo Kōen.
—Está bien. Me encargaré de ellos— dijo Yukio.
Salieron y abordaron las camionetas, Yukio fue el único que no subió. Seijūrō observó que los reporteros se arremolinaban al rededor del castaño, mientras su padre abordaba la camioneta.
Yukio se desesperó entre tantas personas y preguntas —¡Silencio!— ordeno. Los reporteros guardaron silencio —Gracias a todos por estar aquí, y "preocuparse" por la salud de mi nieto. Kōki ha despertado. El médico encargado dijo que está estable y estará bajo observación — dijo y se dirigió a la camioneta.
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—Dios— dijo sintiéndose aliviado —Tengo que ir a verlo— apagó la televisión.
—No vas a ir, Tetsu. Deja que lo den de alta y luego hablas con él. Puede empeorar— dijo Taiga mientras cocinaba.
—Está bien— dijo haciendo un puchero, mientras tomaba asiento en la silla del comedor.
Taiga se acercó y besó sus labios—No hagas eso que estoy cocinado.
—¿No hacer qué?— preguntó haciendo otro puchero.
Apagó la estufa y de acercó a Tetsuya. Lo jaló colocándolo sentando en el bordo de la mesa. Mordió el labio inferior de Tetsuya e introdujo su lengua en la cavidad de su novio.
—ah... N Nggh— gimió. Sintió como una mano se colaba debajo de su camisa y comenzaba a retorcer su tetilla —agh~ Taiiga.
El pelirrojo tomó el borde la camisa y se quitó en un movimiento rápido, dejando expuesta la piel blanca, y comenzó a marcarla.
Las caricias aumentaban causando le placer, y una corriente eléctrica le atravesó su cuerpo hasta su miembro. Se dejó caer poco a poco en la mesa, hasta que quedó acostado sobre ella. Sintió las manos de Taiga deslizándose a través de su cadera a sus piernas, quitándole en el proceso el pantalón junto con el bóxer, dejándolo desnudo y excitado.
Se despojó de su playera, y volvió a besar al peli celeste. Bajó dejando pequeñas marcas desde el cuello hasta al erecto miembro. Lamió de la base a la punta e introdujo el miembro en su boca.
—Aghh Taiga aghh— gimió enroscando sus manos en el cabello rojo, y sus pies los colocó en los hombros del más alto.
Taiga atendió el miembro hasta que escuchó —Aghh me corro— se apartó y dejó que Tetusya se corriera en sus manos. Besó al peli celeste e introdujo sus dedos lentamente —Tetsu.
—Aghh... Entra ya— gimió con un rastro de saliva bajando su mandíbula.
Taiga apartó sus dedos, bajó su pantalón. Se masturbó hasta que su miembro quedó húmedo, jaló al peli celeste y lo penetró en una sola embestida. Éste soltó un grito de placer y comenzó a mover sus caderas. —nghh más ... Más taigaaa— rogó. Él obedeció y penetró más rápido y profundo. Con sus mentes en blanco y la excitación se corrieron entre gritos de placer.
Tetsuya quedó rendido, y cerró sus ojos por el cansancio. Taiga salió del peli celeste y lo llevó a la habitación. Lo depósito en la cama y quedó dormido junto a él.
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Tenía mucha sed, y su estómago pesia a gritos ser alimentado. Abrió sus ojos y se vio rodeado por flores… y globos animándolo. Su mirada recorrió la habitación hasta que encontró a su madre leyendo —Mamá.
Ayumi lo escuchó y rápido se acercó —¿Qué pasa cariño?— preguntó acariciándole la mejilla.
—Agua... quiero agua— susurró con la voz muy baja.
—Ahora la traigo— justo cuando abría la puerta, una enfermera entraba a la habitación con una jarra de agua y el desayunó.
La enfermera saludó a ambos, ayudó a Kōki a sentarse y le sirvió el desayunó. —Se despidió con un regreso después.
—Oh Dios— dijo disfrutando del agua fría.
Ayumi sonrió. A pesar de versé pálido, se veía mucho mejor que el día anterior.
—¿Qué paso en estos días?— preguntó comiendo su avena. No le gustaba, pero la hambre era mayor para fijarse en que comer o no.
Ayumi suspiro —Tú pelea con Kuroko fue grabada y subida internet —hizo señas para que la escuchara —Los noticieros armaron un escándalo y sobre el novio de Akashi Seijūrō. Así que averiguaron y.... todos saben quiénes somos.
—¡Oh no!— dijo pesadamente. Todo se complicaría.
—Lo sé. Ellos están afuera, acamparon aquí, la casa, la casa de los Akashi y siguen a Seijūrō-kun a todas partes. Él ha estado muy mal— dijo viendo que Kōki había dejado de comer —Continúa comiendo.
—Está bien— respondió y continuó comiendo.
—Lo bueno de todo esto, es que le hiciste un esguince a Kuroko. Kenshi está orgulloso de haber te enseñando defensa personal— dijo sonriéndole.
Kōki sólo rió por lo de Kenshi-san.