Tuve una pesadilla
Llorabas y antes de que pudiera abrazarte, desperté
Con un corazón triste, abro las cortinas
Y envío una carta imaginando que la luna también está herida
Me despierto, en medio de mi cama vacía, sudando. He vuelto a soñar contigo. Gruesas y brillantes lágrimas caían de esos preciosos ojos tuyos formando pequeños ríos en tus mejillas. Y yo lo intentaba, intentaba llegar hasta ti. Envolverte con mis brazos y susurrarte al oído que todo está bien.
Salgo de la cama y me pongo de pie. Camino hasta la ventana y la abro dejando que entre la brisa de la noche. El aire enfría mi sudor enviando escalofríos a través de mi piel.
La luna se alza brillante en el cielo oscuro. Una luna grande y plateada que me llena la cabeza de recuerdos. Recuerdos de los dos y todas las noches que pasamos juntos.
Recuerda cuando tenías momentos difíciles
Cambiaba tus lágrimas por sonrisas
No llores sin mí, no llores
Porque siempre tienes un montón de lagrimas, oh
Recuerdos de cuando cogía tu rostro con mis manos y apartaba esas molestas lágrimas. Recuerdos de cuando te besaba para distraerte de esos demonios que te perseguían. Todos los recuerdos en los que conseguía hacerte sonreír. Prometeme que serás feliz, que no llorarás ahora que no estoy contigo, que ningún otro hombre te limpiará las lágrimas como yo lo hacía. Mi pequeño llorón, prometemelo.
No, es mi turno para llorar, lo haré
Recogeré tus lágrimas
Es mi turno de llorar, dámelas a mí
Todas esas lágrimas, esta vez
Esta vez, yeah
Todos esos momentos juntos, esas risas, esas lágrimas, esos te quiero se arremolinan en mi mente y sonrío, a pesar de las lágrimas cayendo desde mis ojos. No me importa. Prefiero llorar yo durante diez años que verte triste un solo día. Estiro la mano intentando tocar la luna, como si fuera a tocarte a ti, acariciarte y sentirte conmigo una vez más.
Las imágenes descoloridas que casi tiré
Duele demasiado que ya no pueda mirarlas
Cierro la ventana y me aparto de ella. Me siento en la cama y abro el cajón de la mesita. Aún guardo fotos nuestras, descoloridas por el tiempo que llevan guardadas. Estuve a punto de tirarlas en un ataque de rabia al verte con aquel al que ahora amas. Las cojo y las miro, te miro. Paso mis dedos por tu imagen, tan hermosa. Tengo que dejar las fotos otra vez en su sitio cuando las lágrimas amenazan con destruirlas. Me torturan, me desgarran, me matan pero a la vez me dan vida. Tu me das vida.
En la noche, cuando el sueño nunca llega
Cierro mis ojos y me siento en el cuarto oscuro
Y dibujo tu rostro
Tu tímida sonrisa y ojos amables
Quiero abrazarte pero ¿qué puedo hacer?
No llores sin mí, adiós
Ahora no te puedo prestar mi hombro para que te recargues, oh
Me acuesto mirando hacía arriba, intentando volver a dormir. Fallo en el momento en el que cierro los ojos y miles de imágenes tuyas aparecen en mi cabeza. Las lágrimas rodando por mis mejillas al recordar esos pequeños ojos castaños, esas mejillas sonrosadas y esos labios finos que tanto me gusta besar. Ojalá estuvieras aquí entre mis brazos, recostando tu cabeza en mi pecho como lo hacías antes cuando tenías pesadillas. Pasaría la mano por tu pelo castaño y te susurraría palabras para calmarte hasta que estuvieras completamente dormido.
Prometeme que no llorarás sin mi
No, es mi turno para llorar, lo haré
Recogeré tus lágrimas
Es mi turno de llorar, dámelas a mí
Todas esas lágrimas, esta vez
Todas tus lágrimas~ esta vez~
No se cuantas horas han pasado cuando suena el timbre, una y otra vez. La casa sumida en la oscuridad de la noche mientras voy hacía la puerta. Al abrirla me encuentro con mi aquello que me hace débil y más fuerte. Tú. Estás ahí parado en el pasillo, con solo el pijama puesto y una chaqueta fina encima. Estas temblando debes de tener frío. No puedo moverme, tus ojos me tienen atrapado, absorbido.
Te amo (aún te amo mucho y te extraño un montón)
No llores (por favor, sé feliz)
Te extraño
En un segundo estás entre mis brazos. No se quien ha sido el que ha dado el primer paso. Tal vez los dos, como imanes que se atraen mutuamente. Noto tus lágrimas mojándome allí donde apoyas tu cabeza. No llores por favor, me hace daño.
No, es mi turno para llorar, lo haré
Recogeré tus lágrimas
Es mi turno de llorar, dámelas a mí
Todas esas lágrimas, esta vez
No llores, cariño
¿Esto es real o solo es uno de los sueños que me atormentan por la noche? ¿Estoy dormido? Me separo un poco de ti para poder mirarte. Eres real, estás aquí. Subo las manos hasta tus mejillas y limpio tus lágrimas. Tus ojos brillantes me miran y se que me has echado de menos. Una lágrima solitaria rueda por tu mejilla. Por favor, no llores más.
Hago lo único que mi mente es capaz de mandar a mi cuerpo. Junto tus labios con los míos. El camino grabado a fuego en mi mente. Las lágrimas se mezclan con el beso haciendo una mezcla entre dulce y salada que me vuelve loco. Cierras los ojos y te entregas a mi, como si estuviera en tu naturaleza.
Todas esas lágrimas ahora
Todas esas lágrimas ahora
Todas esas lágrimas ahora
Te amo, yeah, te amo
Te amo, te amo, no llores
Dámelas a mí
Nos separamos buscando aire, mirándonos fijamente a los ojos sin saber que decir o que hacer. Te envuelvo una vez más entre mis brazos, abriéndote mi corazón, que es tuyo. Así, abrazados entramos en mi habitación. Te acuesto en la cama y te abrazo con fuerza mientras lloras apoyado en mi pecho. Suéltalo todo, dejalo ir. Dame todas tus lagrimas a mi, no te dejes ni una, no retengas nada.
Y ahora que ya te has dormido, con las pestañas creando formas sobre tus mejillas y tus labios partidos, respirando suavemente, otra vez llega mi turno. Mi turno para llorar.