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La Noche Del Cazador [KaiBaek] por NoemyJissel

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Notas del capitulo:

Haré doble actualización por la demora :c, estoy agradesida por el cariño que le estan dando! De verdad me encanta leer cada comentario, siento mucho si no los respondo pero la verdad no he tenido tiempo, eso no quiere decir que no los lea, porque los leo todo y me sacan sonrisas con cada ocurrencias respecto al siguiente capítulo! <3

—¿Qué harías tú en mi lugar? —Sus ojos eran completamente negros cuando él lo miró—. ¿Qué exigiría el honor?

—Eres mi compañero. El honor no significa nada.

Kai se quedó dentro hasta que él se bajó2, rodeó el coche y abrió la puerta del conductor. Las manos de Baekhyun eran cálidas y su rostro rebosaba de vida.

—Mentiroso —susurró—. El honor lo es todo. De lo contrario, somos igual que ellos.

Tras apearse, estrechó fuertemente el cuerpo tembloroso de Baekhyun.

—Lo haré.

Kai se preguntó si él comprendía que acababa de arrancarse el corazón y depositarlo a sus pies.

Baekhyun sacudió la cabeza.

—No puedo herirte de ese modo.

—Ni hablar, gatito. Yo seré tu apoyo y, después, tú me buscarás en el plano psíquico. No lucharás más contra nuestra unión. Tu reticencia es lo único que lo está postergando... en cuanto intentes enlazarte, el vínculo se solidificará.

Le empujó con fuerza para apartarlo. —No.r32;—Sí.

 

—¿Qué será de los EXO sin ti? ¿Lo has pensado? —Baekhyun sacudía la cabeza mientras sus ojos se tornaban del color del ébano—. No aguantarás más de un par de meses si me conecto contigo... te exprimiré hasta haberte consumido. No me pidas que te destruya.

—Xiumin es lo bastante fuerte como para hacerse cargo hasta que Tao tenga edad.

La decisión estaba tomada.

—No, Kai. No. —Baekhyun temblaba de la cabeza a los pies.

—Solo así dejaré que accedas. —En lo relativo a Baekhyun, no había nada civilizado en él—. Prométemelo.

Baekhyun negó en silencio.

—Prométemelo, gatito.

Baekhyun dio media vuelta y se alejó corriendo de él. Kai dejó que entrara en la casa y luego aguardó a que Xiumin saliera del bosque y se detuviera ante él.

—Él tiene razón. El clan EXO te necesita.

—Y yo lo necesito a él. —Kai ya había presenciado cómo morían los seres que amaba y no estaba dispuesto a pasar de nuevo por eso—. De todos modos, si lo sobrevivo serviré para lo mismo que si hubiera muerto.

Consciente de que se había recuperado completamente después de haber seguido a Henry, Baekhyun decidió poner el plan en marcha la noche siguiente. De ese modo tendría tiempo para examinar concienzudamente los patrones de pensamiento que iba a imitar. Rina se había ofrecido voluntaria para dejar que Baekhyun escaneara los suyos, pues estaba claro que la joven soldado se ajustaba al perfil de las víctimas.

Esas eran las razones lógicas, pero lo cierto era que, por egoísta que eso le hiciera parecer, quería pasar una noche más con su amante. En la cama, envueltos en la oscuridad, fue él quien le buscó.

Él estaba furioso y desatado, y Baekhyun podía sentir su ira contenida. Pero sus manos eran increíblemente tiernas, y en cada caricia expresaba una devoción como jamás había soñado. Se quedó dormido en sus brazos, protegido y a salvo, por eso no pudo creer tanto horror cuando comenzó el sueño.

—¡Ayúdame! —Escuchó el grito desgarrado de lo más profundo de la conciencia de una mujer—. ¡Por favor, ayúdame!

Baekhyun trató de calmarla, devastado por el sufrimiento desolador que pudo percibir. La mujer se alejó de él como si se hubiera quemado.

—¡No!r32;—Déjame ayudarte —le suplicó llorando mentalmente por la mujer cuyo rostro no podía ver.

—Eres un psi. —Aquella voz desbordaba ira, pero bajo la superficie subyacía una incesante agonía.

—Yo no soy como él. —Lanzó sutiles vibraciones sanadoras. Era tan grande el sufrimiento que desprendían los ecos que llegaban hasta él que le resultaba doloroso. Continuó recogiendo y recogiendo—. Eres increíblemente fuerte.

—He llorado —susurró sin rastro ya de su tono desafiante, como si tuviera que confiar en Baekhyun, la solitaria voz en la oscuridad—. Le he suplicado que parase.

Baekhyun intentó remendar los jirones del orgullo de la mujer.r32;—Has sobrevivido y no le has dejado entrar en tu mente. No te ha quebrado. Eso es lo que importa.r32;No sé cuánto tiempo más voy a poder hacerlo. Vamos a por ti. Sobrevive, hazlo por nosotros. —Tú no eres del clan. Hueles a los gatos.

—Somos todos uno contra el enemigo. —La magnitud del daño infligido a la psique de la joven lo dejó estupefacto. El que hubiera logrado impedir el acceso del asesino a lo más recóndito de su mente era testimonio de su extraordinaria fortaleza—. Ya vamos, Brenna. Ya vamos.

Daos prisa. La voz se fue apagando—. Por favor, daos prisa.

Baekhyun despertó al despuntar el día y supo que no podía esperar más.

 

—Ahora —le dijo a Kai cuando lo encontró en la sala con Onew, sus tenientes y otros dos machos. No le sorprendió ver a los lobos allí, ambos alfas se estaban preparando para levantarse contra los psi—. Tenemos que hacerlo ya. No podemos dejar a Brenna con él ni un momento más. —El tono de su voz rayaba la histeria.

Kai ordenó a todos que salieran. Nadie pronunció palabra alguna mientras desfilaban por la puerta. Nadie excepto Onew.

—¿A qué hora les digo a los Lauren?

Baekhyun echó un vistazo a su reloj al mismo tiempo que él.

—Cinco minutos a partir de ahora.

—Llamaré a Judd.

Él asintió.

—Te mantendremos a salvo, cariño. —Le acarició el rostro y se marchó.

La esperanza era algo peligroso que no podía permitirse el lujo de albergar. Sus ojos buscaron los de Kai cuando cruzó la estancia para enfrentarse a él.

—No tienes por qué ser tú —le rogó una vez más.

—He de ser yo. Soy tuyo.

Kai lo besó poniendo en ello todo su corazón y aquello le partió el alma a Baekhyun.

—Empecemos —susurró incapaz de soportarlo por más tiempo.

Si pensaba en lo que iba a hacer podría no llevarlo a cabo nunca, podría dejar que Brenna fuera torturada y asesinada, su mente violada y luego desechada. Contemplar la sola idea de algo tan terrible le hizo temer por su alma.

Sintió que la mente de Kai daba la bienvenida a la suya. Aunque él no era psi, casi parecía como si bajara sus escudos. No tuvo que entrar del todo para obtener lo que necesitaba. En cambio estableció un enlace provisional con él que le permitiera pasarle información y portar su olor en el plano psíquico.

Ese olor reforzaría la imitación de la mente de un cambiante que iba a recrear utilizando el breve vistazo que había echado a los patrones de pensamiento de Rina. Sus mentes funcionaban de un modo lo bastante diferente a las de los psi como para que nadie pudiera confundirlas, pero era muy posible que pudiera engañar al asesino el tiempo necesario para que Baekhyun le percibiera.

 

—No te expongas innecesariamente.

Baekhyun asintió. De un modo u otro tendría que desconectarse de la red, pero deseaba salir de ella sin revelar la auténtica magnitud de su mente empática. Eso mantendría a salvo a otros como él... si es que los había.

—Si este señuelo le atrae lo suficiente como para acercarse, no tendré que hacerlo. Pero si desconfía podría tener que darle una víctima más interesante.

El rechazo centelleó en los ojos de Kai, pero no intentó convencerlo para que no lo hiciera. Su amado alfa por fin estaba comprendiendo que no podía darle órdenes.

—Regresa a mi lado, Baekhyun. Prométeme que establecerás la conexión.

Los gritos de Brenna resonaron en su cabeza apremiando a la joven para que se diera prisa.

—Te lo prometo. —Se inclinó hacia delante y le rozó los labios con los suyos deseando disponer de una noche más con él, de un minuto más, de otra vida más—. Gracias por enseñarme a vivir.

Kai le asió la nuca y en aquellos ojos de cazador se reflejaba la intensa hambre del animal.

—Si quieres darme las gracias, mantente vivo. Cumple tu promesa. «Establece la conexión.»r32;Baekhyun se obligó a asentir.r32;—Debemos comenzar.

Le condujo hasta el sofá, donde él se sentó con las piernas extendidas a lo largo del mismo. Sin más preámbulos, Baekhyun se subió encima para tenderse sobre él con la cabeza apoyada sobre su pecho y colocando los brazos a ambos lados de su cuerpo musculoso.

Podía oír el latido de su corazón, su vida, a través de la suave camiseta gris de algodón. ¿Cómo podía Kai condenarlo a robarle eso? ¿Cómo podía obligar a su clan a seguir adelante sin su líder? Él no era digna de tal sacrificio, un hombre nacida de una raza que había perdido su humanidad hacía un siglo.

—¿Listo? —La mano de Kai le acarició con ternura el cabello suelto.

Jamás estaría listo para acabar con la vida de ambos, solo que la alternativa era mucho peor.

 

—Sí. Judd y Sienna pondrán en marcha la distracción dentro de un minuto.

Respiró hondo, cerró los ojos y le buscó.

La llama de Kai era puro calor, pura luz. Le había confiado su mente, pero Baekhyun no entró, no podía enfrentarse a lo que pudiera ver allí. Sus emociones hacia él podrían destruirlo. En vez de eso, se fundió con la capa superior hasta que sus patrones de pensamiento comenzaron a emular a los de él de un modo sutil no para cambiarlos, sino para alterar su sensación psíquica.

Mientras dejaba que el latido del corazón de Kai lo calmara, abrió el ojo de su mente. Todavía se encontraba a salvo detrás de sus escudos. Si lo deseaba podría retirarse sin revelar nada.

Los gritos de Brenna resonaron de nuevo en su cabeza.

No, jamás podría retroceder. Primero se cercioró de que su auténtica mente sanadora, un arco iris de vivos colores, estuviera bien oculta. A continuación provocó una anomalía en sus escudos, algo que pareciera natural. En cierto modo, su plan era muy simple... siempre que se fuera un psi-e cardinal obligado a convertirse en un genio de los escudos multicapas y capaz de enlazarse e imitar con facilidad la mente de los cambiantes.

En algún momento de la noche pasada se había percatado de que su habilidad para contactar con las mentes de los cambiantes formaba parte de su don, porque la naturaleza de la empatía hacía que le fuese imposible convertirse en alguien malvado y causar daño a una mente abierta. Cuando reprimieron el desarrollo de los empáticos, los psi destruyeron el crecimiento de su conciencia.

—Esto es por nosotros —se dijo desde el fondo de su alma.

Era por todos aquellos psi-e que habían muerto torturados en la fase de transición, por todos los que habían enloquecido bajo el Silencio y por todos los que habían sepultado sus dones y se creían seres rotos.

Después de toda una vida sintiendo que había fracasado como psi, estaba triunfando siendo todo lo que era capaz de ser. Y si solo los cambiantes llegaban a conocer su victoria, con eso le bastaba. Era mucho más que suficiente. Porque ellos lo recordarían. A diferencia de los psi, que borraban sistemáticamente aquello que no «encajaba».

Utilizando la fisura que había creado, dejó que se filtraran a través de ella unos vagos zarcillos de sus patrones influenciados por Kai. A continuación, moldeó los vestigios salientes basándose en la mente de Rina. Rebelde, obstinada, leal, independiente y sensual, eran rasgos característicos de las mujeres y hombres que el asesino se había llevado. La mezcla alterada de su firma psíquica fue elaborada con un esmero extremo para atraerle.

La mayoría de los psi no tendrían idea de qué había de inusual en ello. Algunos podrían notarlo, pero verían su estrella cardinal y achacarían aquello a alguna extraña habilidad. Solo un psi que hubiera desgarrado la mente de un cambiante reconocería ese olor como lo que era.

«Cincuenta asesinos en serie en activo conocidos.»

Baekhyun se negó a pensar en el fracaso. Tenía que confiar en el destino y en el ansia del asesino por aquel tipo de presa en concreto.

Mientras los patrones de pensamiento se expandían, salió sigilosamente por la entrada oculta construida en su escudo externo y se adentró en la noche estrellada de la PsiNet. Era el mismo truco que usaba cuando se movía como una sombra. Pero esto era aún más peligroso.

Ese día su mente estaba atrapada dentro de sus propios escudos porque necesitaba mantener el contacto con Kai y alimentar la falsa ilusión. Cuando se movía como una sombra dejaba atrás una mente falsa en tanto que su conciencia, su ser, surcaba la red. En cierto sentido se dividía en cuerpo y mente.

Una variante de esto último se daba cuando se «reunía» con alguien en la PsiNet. Debido a que por lo general necesitaba continuar funcionando en el plano físico, enviaba una parte errante de su ser. Durante el tiempo que estaba en la red, dicha parte actuaba como un individuo independiente, casi como si se hubiera clonado. Aquello conllevaba cierta vulnerabilidad a causa de la conexión subyacente con su mente interna, pero era tan leve que la mayoría de los psi no lo tenían en cuenta.

La parte de Baekhyun que hoy se encontraba fuera estaba conectada directamente al corazón de su mente. No podía utilizar una parte errante de sí mismo porque la MentalNet lo percibiría y también otros psi. Para crear la ilusión de que no estaba en la red tenía que estar fuera, pero conectada plenamente al corazón. No obstante, si alguien lo controlaba allí, tendría total acceso a su cerebro; control mental al más íntimo de los niveles.

Pero no podía preocuparse por esa posibilidad; ya tenía demasiada presión encima con todo lo demás. Las corrientes de la red estaban expandiendo su señuelo. Lo único que le quedaba por hacer era esperar y observar. Oculta contra su propia mente, su presencia era prácticamente imposible de detectar. Se trataba de una maniobra muy peligrosa, por lo que a la mayoría de los psi jamás se les ocurriría rastrearlo, pero tenía que estar fuera de sus escudos para ver el rostro mental del asesino.

Aun cuando no le conociera, tendría suficiente para identificarle en las bases de datos de la PsiNet. Siempre y cuando el arco iris de su verdadera mente permaneciese oculto, sería capaz de utilizar los recursos de la red.

Dos mentes curiosas de alto gradiente pasaron cerca de él sin detenerse. Escuchó retazos de su conversación, que no se molestaron en proteger. La palabra «cardinal» destacó de forma clara. La anomalía que había creado era única, pero no tan abrumadoramente insólita como para que un psi normal lo cuestionara. Había contado con la arrogancia típica de los psi, que les llevaba a pensar que los cambiantes eran inofensivos y, por lo tanto, indignos de ser estudiados como uno haría con un enemigo.

Sus nervios se relajaron un tanto con aquella pequeña victoria. La tentación de regresar y derrumbar sus escudos hasta poder tocar la mente de Kai con un beso psíquico era casi abrumadora. Necesitaba el contacto y sabía que a su amante no le importaría la caricia a pesar de su naturaleza independiente.

Kai le pertenecía tanto como él le pertenecía a Kai.

No obstante, exponerle de ese modo sería un alarde de puro egoísmo. Un psi intruso podría causarle daños a través de él si sus escudos se fracturaban. Y Kai no podía morir. No lo permitiría.

Algo llamó a sus escudos externos, que en realidad no eran escudos sino almenaras de vigilancia, una de sus creaciones secretas. Baekhyun observó cada vez más excitado. ¡Ay, Dios! ¿Por qué no se había dado cuenta de que atraería a aquella mente de forma inevitable?

Baekhyun.

—Madre. Siento no haber respondido a tu llamada... he estado ocupado —respondió utilizando los canales mentales telepáticos, como si en realidad no estuviera presente en la red. Con algo de suerte, la caza del asesino y la distracción creada por los Lauren tendrían demasiado preocupada a su madre como para coserlo a preguntas sobre qué era lo que había estado haciendo.

Tienes una fractura en uno de tus escudos. Arréglalo antes de que la gente intente aprovecharse y colarte virus.

 

Por supuesto que Tiffany se preocuparía por la cuestión de los virus. —Gracias.r32;Hay algo extraño en tus patrones. Quizá convenga que hagas una visita al médico.

El miedo y la traición le atenazaron la garganta. Tiffany tenía que saber qué era lo que le sucedía a su hijo, tenía que haberlo visto antes de que él tuviera edad suficiente para ocultar su mente. Pero le estaba aconsejando algo que podría dejar a Baekhyun al descubierto. ¿Acaso sospechaba hasta qué punto se había desviado su retoño de la senda aceptada de los psi?

—¿Estás segura de que es necesario? —preguntó—. A mí me parece un problema menor.

Como cabeza de la familia Byun he recibido un aviso del médico informando de tu falta de exámenes físicos desde que alcanzaste la edad adulta. El tono de Tiffany no cambió, pero Baekhyun creyó percibir un cierto deje de advertencia—. Puede que sea prudente hacerte un escáner antes de que te recluten para un chequeo al azar.

Su alivio casi resultó demoledor. Dejando a un lado todo lo demás, al menos Tiffany no intentaba entregar a su hijo a las autoridades. No era mucho, pero era algo.

Lo haré lo antes posible.

No has informado sobre el proyecto de EXO desde hace un par... —Hizo una pausa—. Tengo que irme. Acaba de pasar algo con dos de los puntos principales de transmisión de datos. Ya se están organizando colapsos. —Con eso, Tiffany se marchó tan rápido como había llegado.

Baekhyun sintió el reflujo de información en la red y exhaló un suspiro de alivio. Sienna y Judd lo habían conseguido. Todo psi que estuviera surcando la red en aquella localización se dirigiría en tropel hacia esos puntos con intención de reparar el daño antes de que se desatara el caos.

Era muy probable que ya estuviera arreglado, pero llevaría algunas horas despejar el volumen acumulado. En medio del tumulto, y con algo de suerte, su extraña firma no llamaría la atención... salvo la de un psi muy peligroso.

Todos aquellos pensamientos eran originados por esa parte oculta que era un arco iris que manaba dentro de muros inexpugnables. Fuera de esos muros, Baekhyun era frío y distante, protegiéndose de ser descubierto aun cuando la mayoría de la gente, incluyendo a los psi, se consideraría a salvo.

 

Una estela de violencia pasó de largo junto a él. Todos sus sentidos se pusieron alerta y sintió que un gruñido se formaba en el fondo de su garganta. La personalidad de Kai era alfa, extraordinariamente fuerte. No debería llegarle a él con tanta intensidad, pero así era, y tenía que acostumbrarse. Pensando con rapidez, mezcló esa cólera con los zarcillos de pensamiento que se extendían hacia la red. Aquellas mujeres serían capaces de sentir ira. La ira era una clase de pasión.

Su raza había intentado erradicar la cólera, la rabia y el odio, pero en ningún momento se percató de que la cólera podría surgir de un profundo amor, de la más absoluta necesidad de proteger. Kai estaba furioso porque él se estaba poniendo en peligro, encolerizado solo de pensar que podían herirlo. Aquellas emociones no eran malévolas. Eran tan puras que ardían con luz propia.

A diferencia de las emociones que justo en esos instantes se acercaban lentamente. La violencia que percibía era maliciosa, astuta como la de los chacales o buitres. Era muy posible que la mayoría de los psi jamás llegara a entender por qué aquella mente en apariencia «normal» les ponía un tanto incómodos, porque la mayoría de los psi ya no poseían la capacidad de reconocer la maldad aunque la tuvieran delante de sus propias narices. Qué escondite mejor para un asesino, se percató Baekhyun.

El pútrido hedor de la maldad se detuvo abruptamente y desapareció por completo acto seguido. Baekhyun frunció el ceño. ¿Se había espantado el asesino? Al cabo de un segundo sintió otra presencia familiar y casi maldijo. El fulgor cardinal de Leeteuk podía verse a kilómetros de distancia. No era de extrañar que el asesino hubiera huido.

Baekhyun deseaba gritar su frustración a los cuatro vientos. Algo sacó las garras en lo más recóndito de su ser y le hizo sentir muy bien. Justo en ese instante ardía en deseos de hacer pedazos la entrometida arrogancia de Leeteuk, arrogancia que podría costarle la vida a Brenna.

Al no ver su presencia en la red, no estableció contacto cuando llegó hasta él. En su lugar examinó la fractura creada con suma atención. Baekhyun se preguntó si era siquiera consciente de lo que estaba viendo.

Habría sospechado que él pudiera ser el asesino de no ser porque sabía que Leeteuk carecía de emociones. No tenía ninguna. Incluso entre los psi, él era la más fría criatura que jamás hubiera conocido. Su poder empático no reaccionaba ante él. Lo cual, se percató finalmente, se debía a que él siempre le había provocado repulsión.

 

Su madre era fría, pero los sentidos de Baekhyun siempre habían percibido una reacción emocional de baja intensidad en ella, así como en los demás psi. Cierto era que su raza había enterrado las emociones, pero estaban ahí. En el caso de Leeteuk, no había nada que indicase que alguna vez hubiera tenido la capacidad de sentir.

—Baekhyun. —Una llamada telepática cortés. Baekhyun se puso la máscara.r32;—Señor.r32;—Tu escudo tiene una fractura.

Gracias, señor. Ya he comenzado a repararlo. No es nada importante.

¿Por qué, entonces, el consejero se molestaba en hablarle de ello? Comprendía que su madre lo hubiera hecho. Tiffany tenía un interés personal en asegurarse de que el secreto de Baekhyun no saliera a la luz; eso socavaría su propia posición.

Lo cual hizo que Baekhyun se preguntase por qué le había permitido vivir. ¿No habría sido más sencillo exterminarlo una vez que hubiera descubierto que era imperfecto? ¿O ni siquiera los psi eran capaces de matar a sus jóvenes? Entonces recordó a Marlee y a Toby y sus esperanzas se vinieron abajo.

Tienes unos patrones de pensamiento muy poco comunes.

 


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