Sasuke Uchiha POV
El fuerte olor a humo debe de haber desmayado a Naruto, pero debo pasar por aquí para ir a mi mansión familiar. El oscuro callejón comenzó a iluminarse, dando paso a la Mansión Uchiha.
Naruto seguía inconsciente, pero eso solo me facilitaba la tarea para poder conocerlo mejor más tarde. Fue muy peculiar mi forma de actuar hacia él, pero nunca había visto a alguien así antes, mucho menos que fuese doncel...
Si, los donceles son muy fáciles de distinguir.
Cuando estaba ya en el living, después de dejar a Naruto recostado en el sillón, me encontré con mi hermano mayor, Itachi Uchiha, quien se veía claramente disgustado.
-¿Problemas con los estudiantes?
-Son unos estúpidos. No entienden o no quieren entender nada de lo que les digo.
Dicho esto, subió a su habitación.
Yo me quedé viendo a Naruto; se veía identico a un ángel, como si fuese lo más frágil del universo.
Lo volví a cargar, pero esta vez como si fuese una princesa o un bebé y subí las escaleras rumbo a mi habitación. Dejé a Naruto en mi cama, cerré la puerta y me recosté a su lado derecho y ahí me quedé: Esperando tranquilamente a que se despertara.
No podía dejar de verlo; se veía tan tranquilo, no como antes, tan alterado, asustado de mi...
No me gusta que huyan de mi solamente por mi imagen o mi pasado. SI bien tuve muchos problemas en mi infancia y adolescencia, ya no soy así. He cambiado y ahora soy alguien más tranquilo y puedo resolver un problema con alguien sin llegar a la violencia.
Espero poder decirle y explicarle esto a Naruto.
Los minutos pasaron y se convirtieron en horas, hasta ser las 19:00pm cuando comenzó a moverse y balbucear en sueños.
-Ya despertaste...-dije muy tranquilo y sin expresión alguna, total opuesto de Naruto, quien literalmente, saltó hasta los pies de mi cama y se abrazaba las piernas. Asustado.
Cómo toda la gente que estaba cerca de mí.
-No te asustes Naruto, no te voy a hacer nada-dije mientras me acercaba lentamente a él tomando una posición indefensa, tratando de mostrar que yo no era de temer.
-¿Por qué me trajiste aquí?-preguntó con los ojos llorosos.
-Te quedaste dormido por el humo, no te podía dejar ahí-dije tranquilo mientras quedaba sentado frente a él.
-Yo quiero ir a mi casa-decía a la vez que se cubría la cara con las manos- Quiero ir a casa...
-No es conveniente ahora, mira-dije levantándome frente a mi ventana, contemplando el exterior-Ven-repetí y le extendí mi dedo índice y medio de mi mano izquierda. Se acercó temeroso, pero terminó extendiendo los mismos dedos que yo, pero el con su mano derecha. A penas los tuve cerca, los afirmé para no soltarlo- Mi mansión es lo más seguro y decente aquí, por así decirlo, por que el resto del barrio es preocupante: La perversidad, erotismo, parafilias y violencias están por todas partes... Y no puedes hacer nada para evitarlo...-le conté mientras veíamos como una chica era violada y maltratada al atardecer que ya era.
También noté otro tipo de malos tratos, pero no le quise decir a Naruto, por que todas las víctimas eran donceles.
Naruto contempló la escena horrorizado y se alejó de la ventana, juntó sus manos y se las frotó nerviosamente. Yo me di vuelta viéndolo un tanto extrañado.
-Gracias Sasuke-escuché que me dijo y yo no me pude sentir más feliz-¿Cómo te puedo dar las gracias?
-El solo hecho de que estés aquí ya es suficiente-dije desde la ventana-¿Quieres comer algo? Pareces tener hambre...
Bajamos a la cocina y empecé a buscar si había algo comestible que le pudiera dar a Naruto. Saqué unas tostadas y las puse a calentar, a la vez que veía como el rubio miraba impresionado cada rincón de la Mansión Uchiha.
-¿Vives solo?-preguntó de repente.
-No-contesté- Vivo con mis hermanos mayores, Itachi y Shisui Uchiha.
Naruto miró a todas partes- ¿Y donde están?
-Itachi está arriba y Shisui llega muy tarde, por lo que casi ni lo veo.
-Ya veo-contestó.
-¿Y tu? ¿Con quien vives?-devolví la pregunta.
-Con mi mamá Kushina, mi papá Minato, mi hermano mayor Deidara y mi primo menor Nagato.
-Mucha gente para una casa ¿No crees?-comenté.
-Podrá ser, pero vivimos felices-respondió con una sonrisa que me paró el corazón, tanto que me hizo abrir mucho los ojos y Naruto me miró extraño- ¿Pasa algo?
-No... Nada...-dije volviendo a la normalidad y sirviéndole sus tostadas- Aquí tienes.
-Gracias.
No sé como pasó, pero camino a la mesa, Naruto se tropezó y cayó, provocando que la cerámica del plato cortara un poco sus manos y antebrazos.
-Lo siento-dijo temeroso- No fue mi intención...-No lo seguí escuchando por que fui a buscar el botiquín de primeros auxilios.
Le curé las heridas y luego las vendé, aunque se siguió sintiendo culpable.
Terminé de limpiar todo y vi la hora. 20:30pm... No es mala hora para volver.
-Naruto-lo llamé y me miró- Iré a dejarte a casa.
-De acuerdo-dijo él y me siguió hasta la puerta principal.
Recordé el detalle más idiota y peligroso de todos: La moto estaba en otra parte. Tomé y abracé a Naruto por la cintura posesivamente y apoyé mi mentón en su hombro derecho. En este momento todo era peligroso.
Miraba y sentía como otros tipos se comían a Naruto con la mirada; estúpidos adolescentes con las hormonas revolucionadas.
-Hey, mira que tenemos aquí-dijo un chico que se acercó a Naruto. Intentó tirarlo de la mano para tenerlo cerca y alejarlo de mi, pero yo lo apreté más contra mi. Al ver que no lo soltaba, trató de empujarme a mi, pero antes que lo hiciera, le di tal puñetazo que se rindió y se fue.
Tomé, mejor dicho, agarré a Naruto de la mano y comenzamos nuestra carrera a la moto, la cual era cada vez más visible a la distancia.
Subí, prendí la moto y después de decirle a Naruto que se afirmara bien. arranqué la moto rumbo a su casa.
No perdía la vista hacia adelante y Naruto apoyó su cabeza en mi espalda. Cuando llegamos a su casa, Naruto se bajó y extendió la mano en forma de despedida, pero yo me acerqué y le di un beso...
En la mejilla...
Sonrojado, se despidió y entró a su casa.
-Siempre te voy a proteger-dije para mis adentros y volví a poner en marcha mi moto, esta vez de vuelta a la Mansión Uchiha.
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