Ya había amanecido, el verde bosque era iluminado por la luz de los rayos solares dando aviso a que ya había amanecido, un pequeño albino se removió incomodo por los molestos rayos de sol que se colaron por un hueco del tronco en el cual descansaba hace tan solo unos segundo, con cuidado se incorpora sentándome mirando la espesura del bosque en el cual estaba. En su rostro se dibuja una sonrisa llena de melancolía, como si hubiera recordado a alga importante y preciado para él, pero poco dudo al escuchar una voz dentro de su cabeza…
Illumi – Killu, ¿Dónde estás? No deberías huir de mí, tengo “cosas” para ti – le decía como un disco rayado, provocándole una jaqueca.
Killua – ya cállate, ya voy Aniki – dijo con fastidio sosteniendo su cabeza, que por algún motivo le dolía a horrores.
Tras esas palabras esa voz dejo de resonar en su cabeza, miro con tranquilidad el paisaje, ya sabía muy bien lo que venía lo deprimía ya que lo que quería hacer en realidad era buscar a Gon.
Killua – no puedo… seguir viéndolo – dijo mirando al cielo, extendió una mano tratando de alcázar el cielo azul me gustaría poder volar… lejos, no importa a donde, solo que sea lejos de todo este dolor la imagen de un niño llorando binó a su mente de esta jaula invisible ahora fue Illumi quien lo abrazaba con posesividad de mi sufrimiento aparecieron ambos hermanos mayores de este odio… que siento por…mi las lágrimas brotaron de sus deslucidos zafiros, mientras las odiosos pájaros revoloteaban libremente en el cielo canturreando.
El menor los miraba con envidia, mientras que se apoyaba de una rama para levantarse y caminar al mundo infernal, en el que se aferraron tanto las personas que debería “amar” yo no sé qué es una familia… puede ¿Qué se sienta como cuando…? Un recuerdo de una mujer que le sonreía con amabilidad y un niño que lo miraba con ternura yo… ¿alguna vez fui feliz de verdad? O ¿tal vez solo sean ilusiones de Illumi? No me extrañaría, el solo busca poder moverme como un muñeco sin voluntad el albino reflexión un poco, una sonrisa triste se posó en sus labios creo que nunca pude decir que quería hacer… sin que él me lastimara, no es mucho lo que quiero, porque tengo prohibido desear, querer y escoger por mí mismo… ya se encontraba en un claro, a lo lejos pero no tanto, pudo divisar el circo y por otro extremo reconocía el sendero a la casa de Gon incluso ahora… pensó con tristeza, sus piernas se movieron caminando por uno de los dos senderos, entre más se acercaba, más asfixiaba de culpa ya no me molesta la culpa, aprendía vivir contigo hace mucho… pensó desanimado ya que se sentía como si perdiera una parte de su humanidad, un risilla juguetona se le escapo ¿yo? ¿Humano? Creo que desde hace un buen tiempo me dejaron de llamar así… creo que desde que nací, me consideraron un fenómeno… sus pasos se hicieron silenciosos, más de lo que ya lo eran, mientras su rostro se tornaba oscuro *nunca fuisteis un ser humano, ni siquiera sabemos que somos* en eso tienes razón… ahora recuerdo el plan, tu, ella, aquella y yo… somos los que decidimos esto pensó mientras ocultaba su mirada en su flequillo, se podía apreciar una sombra detrás del chico, esta se aferraba de su cuello y su espalda deteniendo su andar *sabes, no es tan malo… lo mereces* lo se… * es nos lo pidió* yo cumpliré lo que me desees la sombra sonrió dejando ver una sonrisa psicópata grande(saben cómo la del gato de Alice en el país de las maravillas, pero más tétrica), dos gotas negra bajaron de los ojos del albino, marcan el camino recorrido de sus mejillas de negro *tu siempre eres así… con “el”*.
¿Killua? – no puedo evitarlo, sabes que él es muy importante en esto – le contesto a la sombra que no borraba su sonrisa.
Sombra – no es solo por eso, no puedes ocultarme nada – le decía desapareciendo y reapareciendo frente a él sujetando su rostro, levanto suavemente revelando que el albino tenía los ojos cerrados – eres malo, no me dejas ver esos ojos tan oscuros, tan tristes y tan lindo como un pozo seco… sin emociones – decía mientras el albino reía.
¿Killua? – sabes, no quiero verte me da tristeza que ahora sea así, fue mi culpa lo que te paso, no quería matarla y lastimarte de esa manera – la sombra se volvió blanca y una curva hacia abajo se hiso presente en sus labios, los cuales al igual que sus ojos parecían huecos negros, mientras lagrimas bajaban por sus mejillas – no llores “…” – no salió sonido de sus labios – aun no puedo, decirte por tu nombre, que lastima – decía mientras la sombra acariciaba su mejilla.
Sombra – no importa, aun así yo… - las marcas en las mejillas del albino comenzaban a desaparecer, al igual el cuerpo de la sombra – odio no poder hablar seguido contigo, no quiero conformarme con verte la espalda, quiero estar contigo – acerco sus labios a los del albino, uniéndolos en un suave y dulce beso – te voy a extrañar… Te quiero – fue lo último que dijo antes de desaparecer.
Al desaparecer el extraño ser, el albino cayó al piso de rodillas mirando al cielo, se podía ver una marca peculiar en su frente la cual poco se apreciaba ya que se estaba casi desvanecida, cuando ya estuvo completamente borrada el chico abrió sus ojos, los cuales eran un azul desteñido. Al levantarse retomo el curso al camino que sus pies lo llevaban, al pasar del rato quedo de frente a una persona que lo miraba sin expresión alguna en el rostro yo no elegí esto… tú me controlas para que este a tu lado… como una muñeca sin vida pensaba mirando a su hermano, con esos ojos carentes de vida, los cuales competían con los de su hermano.
Illumi – que bueno ya llegaste, ven tienes trabajo que hacer – le indico que le siguiera, y así fue como ambos emprendían el camino dentro del circo – primeros debes practicar para el espectáculo de hoy, obviamente cuando termines tienes unos encargos atrasado que hacer, lo harás sin rechistar ¿entendido? – le dijo con un deje de amenaza en su voz, Killua sabía que estaba en la cuerda flojo se daba un paso el falso caería lo peor de hacer es recibir el castigo de Illumi.
Killua – si, Aniki – le dijo sin emoción para irse al lugar indicado por el mayor.
Illumi – así me gusta, obediente – dijo retirándose del pasillo tenia cosas que hacer.
-.-.-.-.-.-.-Ese mismo día en la mañana con Gon-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-
Los rayos de sol le molestaban su sueño, busco una mejor posición para dormir pero en fin no puedo retomar su agradable dormir, por lo cual en consecuencia abrió sus ojos con pesadez y se sorprendió sentándose de golpe en la cama al notar que estaba en el cuarto del albino.
Gon – ¿Qué hago en el cuarto de, Killua? – se preguntó y de golpe vinieron los recuerdos del día anterior, sacándole una mueca de dolor y culpa – vaya forma de empezar el día… lleno de tristeza – dijo tirándose de espalda a la cama, ladeo la cabeza para mirar el peluche en forma de gato el cual era blanco, con un listón azul en el cuello y una luna cosida en una de sus patas delanteras.
Una sonrisa cálida se formó en sus labios mientras se imaginaba a Killua con un collar de gato, una risilla se le escapó por solo la idea de verlo molesto con un puchero diciendo algo como “no soy un choco-gato, Biscuit” o “no soy una mascota”. Después de pensarlo mejor recordó que al albino le gustan las joyas de especificas formas, como el pendiente en plata blanca que llevaba siempre en su oreja (no se en que oreja:p soy mala con la derecha e izquierda) tiene una forma circular al inicio, unida con una cadena con pequeños triángulos decorándola y al final a una luna creciente colgaba de la cadena ambas del mismo material plata blanca, le queda bien pensó recordando el adorno de la oreja de su amigo.
Luego de tanto pensar le dolió la cabeza y decidió mejor irse a dar un baño “reconfortante”, al salir del cuarto ajeno, su olfato detecto el aroma de panqueques Biscuit preparo el desayuno ¡qué bueno hiso panqueques! Pensó emocionado yendo a su cuarto a bañarse. Ya en el cuarto de baño se miró en el espejo, sus manos viajaron a las cicatrices en su abdomen, su enseño se frunció notablemente te odio, sé que no te conozco pero te odio pensaba mientras se miraba en el espejo, dejo de pensar formas de tomar venganza y se dedicó a bañarse con tranquilidad.
Mientras Gon se aseaba, la rubia preparaba la comida miro el reloj daban las 9 de la mañana es algo tarde debería llamarlo a comer en ese simple pensamiento, no pudo evitar reproducir los acontecimientos de ayer con ese “algo” realmente estoy confundida ¿a quién debo cuidar? ¿A Gon o Killua o quizás a alguien más? ¿Quién era ella tendrá relación con el profesor Gioni-san? ¿Acaso de esas “cosas” eran las que investigaba? Creo que debería investigar un poco sobre ese tema… la VBB es algo peligroso, necesito respuestas pensaba frustrada por tener tantas preguntas en el aire y que todas les llevaran a un camino sin salida de ese laberinto ¡necesito saber que paso con él y que es esa cosa! Pensaba desesperada, rompiendo el vaso de jugo en su mano enterrándose algunos vidrios.
Gon – Biscuit ¿estás bien? – le dijo acercándose con el botiquín de primeros auxilios de la cocina, atendiendo la mano de la rubia.
Biscuit – perdón es que estoy algo estresada con todo esto – le decía dejándose hacer, Gon aunque no lo demostraba ella sabía que estaba la mar de confundido – hay tantas preguntas de las cuales tan pocas tienen una respuesta – le dijo mirando como Gon terminaba de curar su herida.
Gon – lo se Biscuit, hay tantas cosas que no sabemos sobre el caso – le decía sentándose a comer los panqueques – parece que lleváramos una eternidad buscando sin éxito – dijo terminando el primer panqueque de su edificio.
Biscuit – por supuesto que y por si fuera poco Omokage y el marionetista negro están en la misma ciudad – le decía recordando a ambos marionetistas que vio en aquel edificio.
Gon – ¿Cómo lo sabes? ¿Te lo dijo Hisoka? – pregunto curioso.
Biscuit – no los vi, aunque no recuerdo sus caras debido a la oscuridad no las vi – dijo apenada de no poder satisfacer todas las dudas de su alumno.
Gon – no importa ¿no dijeron algo importante? – pregunto algo interesado, pero la rubia negó.
Biscuit – los vi pero ellos solo desaparecieron en un velo de humo, usando zetsu – dijo algo molesta con ella – revisé todo el piso pero no los encontramos, estoy segura que eran ellos uno tenía un cabello largo blanco y otro largo negro como la noche; había otro chico pero parecía lastimado y le reste importancia en el momento, luego me interese ya que desapareció con los marionetistas – dijo seria, terminado ambos de comer.
Gon – bueno, creo que deberíamos ir a la comandancia a ver si tienen novedades – dijo ya que cada vez se volvían las cosas más complejas.
Biscuit – ve adelantándote, yo tengo cosas que hacer en otro lugar – dijo con una sonrisa recogiendo los platos.
Gon – está bien, nos vemos más tarde – dijo para salir de la casa y caminar tranquilamente por el camino a la comandancia.
El moreno no dejaba de pensar en el chico vestido de negro que lo dejo barriendo el piso ayer, se cuestionaba que si de verdad fuera luna o un insignificante subordinado, tan distraído iba que no noto que no era el único en esas condiciones, ya que una chica de caballos blancos con mechones azules y largos en su dirección como todos deben saber o predecir ambos chocaron, la peliblanca cayo dejando caer unos cuadernos y libros al suelo.
Gon – lo siento, no veía por donde venía – se disculpó ayudando a recoger los libros y cuadernos.
¿? – No hay problema, yo estaba igual de distraída – decía con una sonrisa, tenía puesto unos lentes de marco negro resaltando sus ojos azules.
Gon – disculpa ¿no nos hemos visto antes? – le pregunto entregándole dos cuadernos y un libro.
¿? – No lo creo, voy llegando a este “lugar” – dijo algo misteriosa a los ojos de Gon por la forma de referirse a su entorno.
Gon – yo soy Gon ¿y tú eres? – le pregunto cortes, la albina rio por lo bajo.
¿? – soy un simple sueño… soy Yume, Yume Nokiller – dijo con melancolía sonriendo al moreno con cariño.
Gon – un gusto, Yume – dijo dándole la mano, de repente sintió como todo se deformaba a su alrededor, se sentía mareado.
Yume – parece estar inquietos por verte – dijo sonriendo, Gon podía ver como la imagen de la chica frente a él se deformaba – dulces sueños… - pudo divisar la forma en la que sus labios pronunciaban un nombre, del cual solo entendió un “sama” antes de caer a brazos de la inconciencia.
Lololololololololololololololololololololololololololololololololololololo
Al abrir de nuevo los ojos estaba en una banca en un parque desconocido para él y eso no era lo peor tenía el cuerpo de un niño de 6 años.
Gon – ¡con un demonio! ¿¡que paso aquí!? – grito viéndose lo que su vista le permitía.
…? – Gon, mira encontré una estrella muy brillante – dijo un ¿niño? De cabellos blancos y ojos azules a par.
Gon – ¿estrellas? – pregunto y en eso se dio cuenta que era de noche y el cielo estaba algo estrellado.
…? – sí, ven vamos – lo toma de la mano parándolo de inmediato de la banca, ahora ambos corrían por la ciudad que parecía conocer muy bien el ¿chico no? – ya verás son muy bonitas, Mito-oka-san nos está esperando allá – decía feliz de la mano del moreno.
Gon – un leve recuerdo llego a su mente y lo repitió, ya que su recuerdo era una indicación dictada oral – vamos por la derecha, por ahí es más rápido – dijo aun sin creer lo que decía.
…? – Está bien si Gon lo dice – en eso cruzan la esquina.
Estaban en un callejón oscuro y ahí fue cuando todo valió nada, todo se había distorsionado se escuchaban risas, rasgaduras, voces que no reconocía y gritos desgarradores, se tapó los oídos en un intento de frenar esa tortura, recordó al chico o chica que lo traía y lo vio unos pasos al frente de rodillas en el piso.
… - por favor, Gon no vayas – decía una voz quebrada, al moreno en cierto punto le sonaba familiar pero no recordaba su nombre.
Gon – aun así la ignoro, quería dejar solo al crio – oye tenemos que irnos – dijo pero no obtuvo respuesta de parte del niño-niña – oye, ¿me escuchas? – toco su hombro y pudo sentir odio, tristeza, sufrimiento y dolor de forma des mensurada – p-¿pero que pasa…? – el chico se paró mirándolo con los ojos bajo su flequillo, miro detrás del joven divisando lo era el cuerpo de – Mito-san ¿Qué le paso? – pregunto volteándolo a ver y este estaba lleno de sangre. Los ojos de Gon se abrieron grandes cuando la piel del chico se volvió blanca y sus ojos huecos.
Music – yo soy Music, soy un “algo” y tú me perteneces – dijo con una sonrisa macabra sosteniéndolo de los hombros.
… - deja a Gon en paz – es escucho la voz de alguien de unos 5 años.
Music es tirado así atrás, los ojos de Gon estaban fuertemente cerrados por lo que no puedo ver quien le hablaba. El chico recién llegado se abalanza encima de Gon, el moreno espero el fuerte golpe en su espalda, grande fue su sorpresa al sentir la suavidad de una cama y el cuerpo más pequeño arriba de él ocultando su rostro en el pecho de Gon.
… - lo siento, yo no quería que él te lastimara – decía con la voz entrecortada debe estar llorando pensó el moreno – yo no quería lastimarlos – dijo antes que todo comenzara a volverse oscuro.
Gon – lastimarnos, ¿Quién mas además de mí? – pregunto pero no obtuvo respuesta de parte del chico en su pecho.
Luego todo se volvió blanco, escuchaba un piano pero no sabía de dónde provenía ese sonido era relajante y algo triste, una triste melodía sin letra que se pierde bajo la luz del sol escucho ese susurro, lo cual fue lo último que supo de esa extraña pesadilla.
Lolololololololololololololololololololololololololololo
Yume, miraba al moreno dormir en la banca del parque, su semblante era neutro mientras leía un libro y anotaba en su cuaderno, sentido escalofríos como si una parte de su cuerpo le dijera que “eso” había comenzado de nuevo y tenía que detenerlo.
En eso el joven dormido a un lado de ella despierta algo agitado mirándola con confusión.
Gon – ¿Qué fue eso? – pregunto serio, aunque por dentro se moría de curiosidad.
Yume – es normal lo que pasa, tus recuerdos están despertando – dijo tranquila, guardando sus cosas.
Gon – ¿recuerdos… entonces él fue? – dijo la mar de sorprendido y confuso.
Yume – el que mato a Mito, pues técnicamente si y no – dijo bajo la mirada seria de Gon.
Gon – a que te refieres – dijo con seriedad, para el saber exactamente quien asesino a Mito era su prioridad.
Yume – el que abraza a la oscuridad, es a quien buscas un Nanika – dijo con normalidad abriendo un libro pequeño y hojearlo.
Gon – ¿pero de que hablas, de un monstruo? – pregunto tratando de analizar lo que había visto en esos ¿recuerdos?, aun no sabía si era verdad lo que le decía esa tal Yume.
Yume – yo ahora no puedo decirte mucho – Gon quiso objetar pero ella le paso una libreta de tamaño mediano con un dibujo de Nanika en la portada – es el diario de alguien muy importante, él es un Nanika, en el escribió sus dudas y más o menos lo que con el paso del tiempo creía que era él y otra persona, no le digas a nadie sobre este diario, el mundo no puede saber de la existencia de ellos – dijo con seriedad y Gon asiento estando de acuerdo con mantenerlo oculto.
Al abrir la libreta estaba en blanco se extrañó y la miro a la chica, que ría levemente como si de un juego se tratara.
Yume – las palabras aparecerán cada día que pase con el portador de este hasta la muerte del protagonista de la historia – explico para sorpresa de Gon – es magic D, el poder de los Nanika, consiste… bueno pronto lo sabrás, nos vemos – dijo mientras se daba la vuelta para irse caminando a Dios sabrá donde.
Una raza de… no sé qué cosas, que una de esos “algo” mato a Mito… no lo entiendo esto apenas comienza, ya quiero leer el diario pero solo aparecerá con tal paseen los días, es extraño ¿no? Cualquiera diría que es una locura si probablemente todos la tomarían por loca… pero siento que hay verdad en sus palabras, elegiré creer en algo que creo que jamás veré eso pensó el moreno guardando la libreta, aunque no pudo esperar que ese día había descubierto algo importante y alguien mucho más importante.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Durante la noche de ese día.-.-.--.-.-.-.-.--.--.-.-.
El albino se encontraba recostado en un muro, mirando como una mujer se desangraba. La joven estaba colgada desde los pies, no tenía cabeza razón por la cual se podía apreciar un charco de sangre en el suelo, así como se asomaban sus vertebras del lugar en que antes ocupaba el cráneo de la chica, Killua miraba aburrido la escena ¿razón del por qué estar hay en vez de irse? Ninguna solo quería estar hay un rato, sentía que algo importante pasaría y así paso media… 40… 1… una hora y media mi paciencia es limitada destino, vete a la mierda hare lo que yo quiera lo pensó mejor y suspiro resignado yo no escojo nada pero esto sí, no voy a esperar a que el destino juegue conmigo… en eso se tropieza con un bolso, cayendo de cara al piso.
Killua – estúpido mundo que se quiere reír de mi ¡quién diablos maneja esto! (mientras con las escritoras de este fic Ku- jejejeje pobre Killua Ka-la próxima te meto en un hueco oscuro por no esperarme ¬¬ Ku – es que esta se la tira de destino Ka – claro que lo soy yo escribo esto) algo me dice que mi futuro siempre será una desgracia con quien sea que escriba esto – dijo desganado negando con la cabeza, tenía la frente roja con una vendita en forma de X en la frente.
El albino miro a ver con que se tropezó, y para su sorpresa era…
(jejeje lo volví a hacer palabras 3.463 más o menos * te hare caer por una barranca la próxima por burlarte de mí decían destinastica , trolera y sobre todo jodedora de vida * bueno creo que mejor me voy por hay gracias por leer las veo en otras * ¿cuant@s tienen más preguntas que en un principio? * yo tengo unas mil -.-“ ¿Qué demonios pasa por la mente de Kira? ¨ese es el misterio de la vida ¨)