Albus dio un suspiro, lo que pasaría marcaría la vida del joven con ojos de esmeralda, dio unos pasos hasta estar al frente del sombrero seleccionador, los cuchicheos estaban presentes en todas las mesas.
¡Es un Potter!
Albus ya sabía él parecido que tenía con su padre, lo único que lo diferenciaba de su padre cuando tenía su misma edad, eran aquellas gafas que aun llevaba y la cicatriz en forma de rayo.
Se sentó en la butaca, la profesora Aileen le coloco el gastado sombrero seleccionador.
>>Un nuevo Potter
Dijo el sombrero seleccionador, Albus estaba nervioso, ahora ya no había nada positivo en quedar en Slytherin, Scorpius ahora era un Gryffindor.
>>Una mente bastante difícil, pareces un Ravenclaw, tu mente es muy despierta, pero tus ganas de ser amigo de todos es un claro comportamiento de un Huffelpuff, pero los sentimientos de querer ser más grande que tu padre es Slytherin.
>>No, en Slytherin no, por favor.
>>Igual a tu padre, pero hay algo que ningún Potter le parece faltar, la valentía y el coraje, no podrías estar en otra casa.
-¡GRYFFINDOR!
El Gran Comedor estalló en aplausos, los Gryffindor chiflaban y gritaban eufóricos.
-¡Tenemos a los Potter y ahora a un Malfoy!
Gritaban al unísono la mesa de los Gryffindor, Albus se quitó el sombrero y salio sonriente, mientras se sentaba al lado de Scorpius y le daba un pequeño abrazo, las personas que vieron aquel abrazo, se quedaron mudas y no siguieron con la pequeña canción.
-Silencio.
La voz de la Directora callo a todos, siguieron con la ceremonia, Albus solo se concentró en ver a Scorpius, sabía que si su padre se enterara pegaría un grito en el cielo, Álbum ahora creía su comportamiento bastante patético, no importaba si era un Slytherin, él sin importar en que casa quedara, era un Potter y también un Weasly, Albus se preguntaba si Scorpius opinaba lo mismo.
-Rose Weasly.
Rose solía estar muy calmada, pero ahora se veía bastante nerviosa el Sombrero seleccionador fue colocado en su pequeña cabeza.
-¡RAVENCLAW!
Dijo casi de inmediato el sombrero seleccionador, Rose salto de la butaca con una enorme sonrisa, mientras los de Ravenclaw silbaban y gritaban emocionados, Albus sabía que su prima quería estar en Ravenclaw, desde hacía meses que Rose había cambiado el color rojo de su habitación para un azul, ya no llevaba un collar de león que Harry le había dado, claramente ella era Ravenclaw hasta los huesos.
-¡Los de primer año! Síganme.
Él prefecto de Gryffindor salió apresurado del Gran Comedor, después de haber terminado la ceremonia de selección solo quedaba ir a la torre Gryffindor, Albus tenía una gran sonrisa, mientras que Scorpius estaba con las facciones relajadas al igual que sus ojos, Albus sabía que no podía estar tranquilo, Scorpius era un Malfoy, por lo tanto no importaba en que aprieto se encontraba siempre debía estar en total serenidad.
-¡Abanico de rosas!
El prefecto dio la clave, la señora gorda dio una pequeña sonrisa y dio paso a un agujero en la pared, los de primer año entraron emocionados, era cálido, reconfortante, pero hubo algo que fastidio enormemente a Albus.
Había una foto de su padre, que sonreía, abajo del cuadro estaba en una placa de oro
“Harry Potter, vencedor del que no debe ser nombrado”
Albus chasqueo la lengua y siguió a la corriente de niños que subían a la parte de sus dormitorios, subió unas cuantas escaleras, hasta llegar al piso donde se ubicaban todos los de primer años, comenzó a observar en que habitación había quedado.
Habitación 10005, torre Gryffindor
Habitantes:
Albus Severus Potter
Chris Edwart Woldric
Gion Gulliber Algeri
Scorpius Malfoy
Nathan Smith
Albus casi grita de emoción, aparte de estar en la misma casa que Scorpius, estaban en la misma habitación. Tal vez, no, Albus estaba seguro que disfrutaría bastante su estadía en Hogwarts.
Albus entro con paso seguro a su nueva habitación, ya habían llegado dos de sus compañeros, uno tenía el cabello hasta los hombros y completamente negro, ojos grandes pardos, el otro era un chico con el cabello castaño y ojos verdes con algo de marrón, trataba de colgar un poster de lo que Albus suponía era un equipo deportivo de muggles.
-¡Hola! –Saludo el chico con cabello negro y largo –Soy Gion Algeri.
Gion estiro su mano, Albus la recibió con un sonrisa y la agito amistosamente
-Albus…
-Ya lo sé –dijo Gion como si fuera lo más obvio del mundo –Nadie en este mundo, no sabe el apellido de tu familia.
Albus torció un poco la boca, ¿Por qué no podía presentarse él mismo? El chico con cabello castaño, termino de colocar su poster y se dirigió hacia Albus, le tendió la mano y le dio un fuerte apretón.
-Soy Nathan Smith –dijo normalmente –Soy hijo de humanos normales.
Albus y Gion dieron unas miradas furtivas y sonrieron, lo más probable es que aún no sabía el verdadero termino para nombrar a los no magos.
-Les decimos muggles –dijo una voz aterciopelada, Albus reacciono de manera inmediata al escuchar la voz de Scorpius –Aunque no me gusta decirles de esa forma.
-¿No te gusta? –Dijo sorprendido Gion –Pero si eres un Malfoy.
Scorpius dejo de dar una pequeña sonrisa, ahora estaba serio mientras miraba a Gion.
-¿Esperabas que le gritara sangre sucia y soltara maldiciones para que “no contaminara la especie mágica”? –dijo sarcástico Scorpius.
Gion lo miro sorprendido, realmente todos en Hogwarts esperaba que Scorpius se portara de esa forma, después de todo era un Malfoy, y los Malfoy “protegían” a los sangre pura, Albus solo le sonrió y se acercó a él.
-Scorpius –dijo alegre -¡Que suerte tengo!
Scorpius lo miro sin entender, Albus solo le dirigió una sonrisa y se acercó a su cama, saco una pequeña bolita, miro a todos sus compañeros de habitación.
-Una bomba fétida –dijo con una sonrisita –Mi hermano me la ha colocado para que explotara al sacar mi ropa del baúl.
Los muchachos lo veían sin entender, Albus ensancho su sonrisa y salió corriendo.
-Regresare en un rato, si viene mi hermano dile que estoy en la lechuzeria.
Cogió del brazo a Scorpius y salió disparado, subió hasta el tercer piso, busco el cuarto de su hermano.
-¿Qué estás haciendo? –dijo nervioso Scospius.
-Hacerle la única broma a mi hermano de la cual no me arrepentiré –miro emocionado a Scorpius –Necesito de abras la puerta, y luego huyas rápido, yo te seguiré de cerca.
Scorpius, sin saber por qué abrió con sigilo la puerta de James y luego comenzó a correr, Albus, tiro la bomba fétida adentro y luego salió corriendo. A lo lejos pudo escuchar las maldiciones y los gritos de ira de su hermano, lo único en lo que era más bueno que su hermano era en el sigilo y la estrategia, corrió lo más rápido que pudo hasta que sus pulmones y piernas quemaban, pudo ver a lo lejos del pasillo un cabello rubio platino que se agitaba mientras corría, Albus apretó el paso y poco después alcanzo al rubio, escucho a lo lejos los gritos de su hermano soltando maldiciones, luego su nombre y después más insultos. Tenían que esconderse, al menos si quería estar ileso para su primer día de clases, cogió el brazo de Scorpius y lo condujo hacia una puerta algo pequeña, la abrió de prisa, era donde guardaban algunos materiales para hacer pociones metió de golpe a Scorpius y luego entro él al reducido espacio.
Su respiración estaba agitada, al igual que la de Scorpius, escucho pasar a su hermano mientras juraba botarlo desde la torre de Astronomía, Albus dio una sonrisa, eso se había sentido totalmente increíble, al menos por una vez le había devuelto a su estúpido hermano una pequeña broma.
-¡Maldito! –dijo indignado Scorpius –Me diste un susto de muerte cuando me metiste sin avisar a este lugar…
Albus lo miro divertido, estar con Scorpius le había dado una estraña sensación de coraje, le dio un regaliz al chico rubio como agradecimiento por su ayuda.
-Esto no es suficiente –dijo serio Malfoy.
-Solo fue un pequeño favor –se defendió Albus.
-Ese favor al menos vale una cerveza de mantequilla.
Albus miro a Scorpius, ¡Definitivamente era un Malfoy! No impotaba si estaba en Gryffindor o Slytherin, lo Malfoy lo llevaba en la sangre.