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Éxtasis por Fyrea

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Despertó buscando a Kibum en su cama. La habitación estaba oscura y podía decir que debían ser las cinco de la mañana. Se talló la cara con la base de la palma de la mano. No soñaba con Kibum desde antes de acostarse por primera vez con él. La noche de Año Nuevo.


Tomó su celular para corroborar la hora y luego fue por un vaso de agua. Tenía a Kibum calado hasta los huesos. En el puto inconsciente. Regresó el vaso al fregadero y él a la cama, frustrado.


Podría haberlo llamado, pero tenía que ser sincero consigo mismo. No lo hizo porque así como existía la posibilidad de que Kibum estuviera durmiendo y recibiera a bien su llamada, también podía ser que lo mandara a África y le cortara el teléfono. O, la peor de las opciones, y la última en la que quería pensar, el menor siquiera le contestaría el teléfono, dejándolo a imaginarse la razón –y Jonghyun era masoquista, siempre se imaginaría a otro tipo en la cama del barman. Lo que le daba urticaria y no le dejaba dormir… pero tenía que hacerlo.


Y comenzaba a decirse que no importaba con quien estuviera Kibum, él era el único con el que el rubio había “recaído” –o eso le gustaba pensar –y, además, pronto volvería a tenerlo en su cama –o eso esperaba. Pero aún él debía reconocer que como consuelo, su pensamiento era bastante pobre. Pasara lo que pasara más adelante, el chico seguía estando en brazos de otro(s). Podía no ser el caso de esa noche, pero podía serlo cualquier otra. Se acomodó en la cama –y volvió a acomodarse, y se obligó a pensar en otra cosa –en ovejas, en conejos esponjosos, en la última película de terror que recordaba, en qué había mantenido a Sodam ocupada el último fin de semana, en qué perro iba a conseguirle a Gwiboon… en Kibum, otra vez.


Iba a mitad de camino de contar hasta mil cuando perdió la noción y cayó en un sueño, que simplemente lo devolvió al punto de partida.


 


* * *


 


Jonghyun daba vueltas por toda la casa, la llamada de Kibum lo había tomado por sorpresa. ¿Debía hacer algo? ¿Prepararse mentalmente? ¿Alguna vez había recibido una llamada que lo hubiera dejado tan nervioso?


El timbre sonó y casi podía haber saltado en el lugar, romper el techo y todo. Respiró hondo, se recordó la edad que tenía y la madurez que se esperaba de él, y se dirigió hacia la entrada. Al otro lado, Kibum parecía relajado y sonriente.


-Hola.


Devolvió el saludo como si no supiera qué era lo correcto a hacer en esas circunstancias. Se limitó a abrir la puerta un poco más para dejarle espacio para que el menor entrara, pero Kibum no hizo amago de avanzar.


-¿Almorzaste?


La pregunta lo tomó por sorpresa. A su cerebro le costó procesarla porque el contexto se le escapaba.


-Sí…


-Lástima, yo no. Acompáñame a almorzar, luego podemos ir por unas cervezas. ¿Nunca hemos tomado nada juntos? –Kibum se lo preguntaba más para sí mismo. -¿Raro, no?


-Raro… -A Jonghyun no le quedó más que aceptar.


En el auto, Jonghyun fingió prestar demasiada atención a las señales en el camino para no tener que desviar su mirada hacia el menor y auscultarlas respuestas que estaba necesitando. Kibum le dijo que condujera hasta un restaurant en el centro. El mayor estuvo agradecido que no se le ocurriera pedirle que lo llevara a su restaurant, creía que en esos momentos cualquiera podría notar la impaciencia y el desconcierto en el que Kibum lo ponía, sobretodo su propia hermana. Bueno, cualquiera menos Kibum, aparentemente.


-¿Y cómo estaba Gwiboon? ¿Ayer se fue a casa de su mamá, cierto?


-Si… Bien, asumo que no puede evitar extrañar a su mamá…


-Sí, conozco la sensación –comentó el menor sonriendo afectivamente.


-¿Y Joonyoung? -Jonghyun pensó que una buena idea para distraerse a sí mismo de pensar era seguir el hilo de la conversación de Kibum.


-En la mañana, lo dejé en el jardín. Es tan tímido con sus compañeros que a veces me preguntó de quién sacó eso. Taeyeon no es para nada tímida. -Jonghyun asumió que no era necesario agregar que él tampoco lo era. Para nada.


Llegaron al restaurant y Jonghyun iba tratando de eliminar la sensación de que las cosas no iban de acuerdo a nada de lo que había esperado. ¿Kibum sorprendiéndolo? Como si fuera algo nuevo.


-¿Y cómo te llevas con la mamá de Gwiboon? –le preguntó el menor antes de llevarse los palillos a la boca.


-¿Con Hyoyeon?


Kibum asintió.


-La verdad…, no nos llevamos.


-¿Tan mal terminó?


-¿Por qué quieres saber?


-Curiosidad –dijo hundiéndose de hombros. –Tú sabes cómo es mi relación con Taeyeon.


-No tengo relación con Hyoyeon –dijo con una voz cancina. De verdad no le apetecía hablar de Hyoyeon y, por alguna razón, con Kibum menos que con nadie. Intentó resumir. –Cuando nos separamos, ella no lo entendió. Pasó por etapas: ira, resignación y ahora… está en una muy rara…  -Por no decir conspirativa. –Al menos me deja ver a mi hija.


Kibum volvió a asentir, como en una muestra de entendimiento.


-¿Te puedo hacer una pregunta? –Kibum tenía una sonrisa demasiado traviesa en sus labios como para decir sí y no sentir miedo. Aún así, Jonghyun accedió. –Cuando llegué a tu casa, parecías… confundido. ¿Estabas esperando que te saltara a la yugular o algo? –preguntó riendo.


Jonghyun podía jurar que le ardía la cara. Necesitaba agua. Urgente.


Kibum aún reía.


-No iba a violarte –dijo sin poder deshacer la sonrisa traviesa de su boca. –Me parece de muy mala educación. –Su risa se incrementó y Jonghyun no sabía qué decir, miraba en todas direcciones sin saber dónde detener la mirada.


Kibum acabó de comer sin hacer más comentarios, pero no podía mirar a Jonghyun sin sonreír y el mayor no podía verlo a los ojos sin sentirse idiota, y un completo adolescente.


 


Más tarde cuando llegaron a un bar escogido por Jonghyun –Kibum había expresado que le daba igual el local mientras pudiera tomarse algo frío, el mayor quiso recuperar un poco de la imagen compuesta.


-¿Entonces el plan era emborracharme? –Acompañó la pregunta de una sonrisa segura y una mirada fija.


-Algo así –fue la respuesta inesperada que recibió. (¿De verdad, no la esperaba?)


Kibum volvió a reírse al ver el rostro de Jonghyun.


-Broma. No quiero emborracharte –dijo acercándole a Jonghyun su vaso, embromándolo. –Pero sí quiero que te relajes. –Le dio un sorbo a su botella de cerveza. –No iba a llegar a tu casa y a decirte que te desnudes. En contra de lo que pueda parecer, el sexo no es un bien de consumo. No voy, lo tomo y ya. Qué impersonal. No tiene gracia.


Jonghyun lo miró beber de su botella y tuvo el deseo inmediato de que el lugar se vaciara, de estar a solas con él y poder hacer de aquella tarde aún más personal.


 


Su deseos se hicieron realidad cuando llegaron de regreso a su casa El sol recién se encaminaba al atardecer. Sin palabras Kibum lo obligó a sentarse en el sofá y él sobre su regazo. Plantó sus manos en los hombros ajenos y Jonghyun buscó su boca, pero volvió a encontrarse con esa sonrisa que mostraba el lado travieso de Kibum. El menor se inclinó para coger con su boca el lóbulo de su oreja, y él le plantó besos en la clavícula; al mismo tiempo, su camisa iba perdiendo botones. Estaba procurando no pensar, pero Kibum era demasiado real al delinear su quijada con sus labios. De pronto, sus ojos miraban directo hacia los de Kibum. Kibum que paseaba su nariz por la mejilla ajena con su boca ahí, justo a un lado, retándolo a resistirse.


-¿No va a llegar nadie, verdad? -La voz de Kibum se había transformado en un susurro acalorado.


Jonghyun no quería pensar en nada fuera de ese exacto momento, pero no pudo evitar imaginar en lo inconveniente que sería que su hermana, con ese reloj interno suyo, llegara de pronto y sin aviso, y se encontrara con una escena bastante sorpresiva. El menor leyó la duda en los ojos del moreno. Más vale prevenir que curar. Se adelantó caminando hacia la habitación; la había encontrado con algunas copas encima, no le costaría nada ahora que, a pesar de la botella de cerveza, se encontraba con sus sentidos alerta. Aún así, al llegar allí, Jonghyun lo tomó con la guardia baja, acercándosele silenciosamente y apresando por fin, y a su antojo, esa boca rosada suya.


Kibum rio en medio del gesto. Jonghyun, para haber estado reticente la primera vez que él sugiriera aquella situación, parecía bastante… deseoso; y debía reconocer que él también lo estaba. De a poco y sin soltarse, ambos avanzaron hasta que quedaron recostados en el lecho del mayor como si estuvieran retomando exactamente donde habían quedado en el sofá. Kibum se apartó apenas para poder quitarse algo más de ropa.


Jonghyun lo miraba desde su posición. No era primera vez que Kibum estuviera sobre él, pero se sentía totalmente diferente. Se dejó desvestir y el menor lo hizo como si llevara una vida en ello. Volvieron a besarse y sus cuerpos desnudos estuvieron pegados durante el tiempo suficiente para que el menor pudiera sentir la ansiedad y el nerviosismo en cada músculo del moreno. Apartó sus labios de los ajenos y comenzó a dibujar un camino desordenado hasta el imperante falo que lo aguardaba. Jonghyun gimió al sentir la boca de Kibum engulléndolo.


En pocos momentos Jonghyun había perdido control de su propio cuerpo que reaccionaba por inercia a las acciones del menor. Sus manos nadaban perdidas sin saber exactamente donde posarse y finalmente fueron a enredarse entre los castaños cabellos del menor, quien al sentir el enganche se detuvo a contemplar aquel cuerpo completamente a su disposición. Deslizó su mano a través de los tensos muslos del moreno, sintiendo como la piel de Jonghyun reaccionaba a su tacto cada vez más comprometedor en tanto se acercaba a la entrada del mayor. El primer dígito en su interior hizo que Jonghyun se recogiera, ambos notaron los músculos contraerse con la tentativa intromisión. Aquello no era nuevo para el moreno, pero no podía evitar sentirse como un primerizo; aunque en parte fuera cierto.


Kibum añadió el índice y tuvo el impulso de morder apenas el oblicuo marcado del mayor. Jonghyun no supo distinguir de dónde precisamente venían las sensaciones en ese momento, pero la segunda intromisión era claramente algo más incómoda, aunque no cien por ciento molesta.


Minutos más tarde, cuando Kibum creyó que el moreno ya estaba preparado -tanto como se podía estar, reptó su camino de regreso a la boca que lo esperaba.


-Date vuelta. –Esta vez la voz de Kibum era un susurro a conciencia, acompasándose a la intimidad que la luz del ocaso le daba al momento.


Jonghyun obedeció, otra vez en su intento de no pensar nada de lo que estaba ocurriendo. Estaba pasando y ya, eso era lo que había querido y no había necesidad -ni lógica que calzara -de estarlo analizando sobre la marcha. Pero en cuanto le hubo dado la espalda a Kibum tuvo la sensación de nunca haber estado más expuesto y vulnerable en su vida. Sintió la mano del menor recorriendo su espalda, sus labios posarse en un punto incierto de su columna y, en un acto reflejo, arqueó su espalda al sentir a Kibum entre sus piernas. Por otra parte, el menor debía reconocer que había algo de gratificante en tener a Jonghyun a su merced y disposición. Normalmente prefería ser él quien estuviera en aquella posición, pero tampoco le gustaba la monotonía, y sentía una especie de superioridad cada vez que era él quien tenía la voz cantante. Esa ocasión no era una excepción; y sabiendo que lo más probable era que él fuera el primero -así que, de momento, el único -que tuviera a Jonghyun así aumentaba su ego y, de paso, su excitación.


Kibum se abrió paso a través de aquel pasadizo antes inexplorado y la temperatura que lo cubrió y recorrió fue pasmosa. Jonghyun tomó una honda bocanada de oxígeno; la intromisión estaba siendo quizás un poco más dolorosa de lo que podía haberse imaginado. Intentó soportarlo, se dijo a sí mismo que se acostumbraría tarde o temprano. Esperaba que fuera más temprano que tarde, de todos modos. El menor, recordando cuán incómoda podía llegar a ser la primera vez, intentó ser lo más cuidadoso y cauteloso posible, pero también sabía que eso se acabaría en el momento en que la desesperación tomara su pulso y su raciocinio.


La colcha que cubría la cama se retorcía bajo la presión que ejercían los dedos de Jonghyun que parecían querer enterrarse. Para esas alturas el dolor no estaba solo, sino acompañado de otra sensación paradójicamente placentera. Literalmente, Kibum estaba llegando a lugares que nadie nunca antes había tocado, y esos lugares parecían ser demasiado erógenos para la sorpresa de Jonghyun. En cada entrar y salir, el menor arremetía contra un punto que ya no sólo arrancaba quejidos sino también gemidos de la boca del moreno, y de la suya, al mismo tiempo.


Como había supuesto, Kibum llegó a un límite en el que la calma estaba fuera de discusión. Sus manos sostenían con ahínco las caderas del mayor, y sus embestidas parecían querer llegar cada vez más adentro, aunque eso fuera imposible.


El rostro de Jonghyun estaba contorsionado, dividido entre todo lo que pasaba por él, que no era poco. Kibum había dado con su próstata y eso, en un inimaginable buen sentido, lo estaba matando. No faltó mucho para que acabara eyaculando sobre el edredón, poco antes de sentir a Kibum desbordarse dentro del condón.


Ambos necesitaron unos momentos para recuperar el aliento. Apenas lo hubo hecho, Kibum movió hacia afuera, y luego se dejó caer a un lado de Jonghyun que se había dado la vuelta para recostarse sobre la cama; cabezas y pies colgando por cada extremo del lecho.


-Dime que tenía razón.


-¿Sobre qué? –preguntó Jonghyun desconcertado y aún intentando poner todo en su lugar.


-Debimos haber hecho esto hace mucho –contestó Kibum girando su cabeza apenas para poder verlo.


Jonghyun no lo reconoció ni lo negó, más que nada porque aún necesitaba reponerse y poder poner todo en perspectiva. Aunque, claro, de partida el encuentro tenía varios puntos a su favor.


-¿Y ahora? –se atrevió a preguntar. Otra vez se sentía como un primerizo, como un adolescente que se enfrenta a todo a lo que le teme.


-¿Ahora qué? –Fue el turno de Kibum para ser tomado por sorpresa.


Jonghyun buscó la mejor manera de poner en palabras lo que quería. Otra vez tenía claro que rogar no era una opción, pero no sabía cómo decir lo que quería sin sonar necesitado.


-Ahora…


-Si estás pensando que podemos retomar lo que había antes… -lo cortó Kibum. -Pues, la verdad, creo que podríamos darle una vuelta a eso.


Las sorpresas con Kibum nunca acabarían, pero, mientras siguieran siendo positivas para él, no iba a quejarse.


-Me robas las palabras –le dijo lleno de ánimo.


Kibum le sonrió y antes de que pudiera darse cuenta ya hacía su camino sobre él. Acercó sus rostros y, ya sin bromas ni juegos, unió sus labios mientras enredaba sus manos en los cabellos oscuros de Jonghyun, y él lo apresaba en un abrazo que combinaba en calidez con el gesto del menor.


 


Kibum despertó en un cuarto a oscuras, con algo de frio sobre su cuerpo aún desnudo que se cernía en parte sobre el cuerpo, también desnudo, de Jonghyun que entrelazaba sus piernas con las suyas. Se sintió algo incómodo al principio. Quería moverse, poder escabullirse del contacto, pero la noción de que haciéndolo despertaría a Jonghyun y sólo causaría una situación embarazosa e innecesaria lo hizo desistir. Al final, decidió mover un poco el edredón para ver si así al menos podía cubrirlos a ambos un poco y luego volvió a ubicarse cómo estaba cuando despertó.


Jonghyun, que se había despertado poco después de Kibum, notó cada acción y no quiso hacer amago de interrumpir porque no quería espantar al menor –eso y que aún había partes de su humanidad que resentían cualquier movimiento brusco. Apenas sintió que Kibum acomodaba su cabeza de regreso en su pecho movió su brazo sólo lo suficiente para poder posarlo sobre el del menor. No alcanzaba siquiera a rodearlo, no estaba siquiera protegiéndolo del frío de la noche, simplemente quería algo más de contacto, aunque fuera algo tan mínimo como aquello a la suma del todo.


Kibum lo notó, pero no se movió. Contra todo lo que había querido, lo que había esperado, lo que era regla para él, estar así con Jonghyun lo hacía sentirse bien. Demasiado bien, quizás.


Cerró los ojos y disfrutó de aquello mientras aún no se hacía un lío en su cabeza.


 

Notas finales:

Acabo de terminarlo, pero quería subirlo apenas pudiera porque ya me estaba empezando a demorar y no quería que pensaran que había vuelto a desaparecer o algo por el estilo...

Espero les haya gustado (?) tengo mis dudas sobre el capítulo, pero es bastante simple, así que... dejenme sus comentarios y diganme qué les parece! (no les cuesta nada :c)

Bueno, las (los?) dejo! Saludos! n-n


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