Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Éxtasis por Fyrea

[Reviews - 132]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 


-Sé que quedamos de retomarlo… posiblemente…, pero no dije que sería ahora -le dijo Kibum cuando, luego de decidir que no esperaría otra vez porque fuese Kibum el que diera el paso para hablar de los temas que los concernían a ambos, Jonghyun le había preguntado con soltura “¿tu casa o la mía?”.


El rostro del moreno al escuchar aquello era una pintura cubista.


-Pensé que después de…


Kibum se obligó a reprimir una risilla, aunque no tan bien como esperaba.


-Jonghyun, somos adultos…


-No me refería a que…


Se enfrascaron en un retahíla de frases a medio decir que los dejó fuera del edificio de Kibum sin haber quedado en nada concreto. El menor le dio las buenas noches como si los últimos minutos no hubieran sido bastante raros, y se fue. Jonghyun se bajó del auto y lo siguió. Se había dicho que basta e iba a actuar de acuerdo a ello.


La puerta ya estaba abierta cuando Kibum lo sintió detrás de él y se giró sobre sus talones para encararlo y decirle de manera amable que se fuera a su casa, pero Jonghyun fue más rápido y lo arrinconó contra uno de los pilares sin decir palabra. Kibum, sin darse cuenta, contuvo la respiración. Había algo demasiado atractivo, algo sensual, en Jonghyun cuando actuaba con esa agresividad contenida, esa decisión en los movimientos. Era eso lo que lo había metido en todo aquello para empezar: ese primer beso que le había dado, allí mismo, en las escaleras.


Por un segundo, el menor sintió los oscuros ojos del mayor sobre su boca. Sólo por un segundo antes de que los labios que él mismo observaba se lanzaran en picada sobre ella. El beso era más agresivo que contenido. Las manos de Jonghyun lo sostenían por las mejillas, pero eso no evitó que la parte trasera de su cabeza estuviera en directo contacto con el concreto de la pared, y él estuvo bastante tentado a correr sus propias manos por debajo de las escasas prendas que cubrían el torso moreno en esa época del año. A las cuatro de la mañana, la moral de sus vecinos se encontraba dormida, poco podía importar que estuvieran en plena calle. Al final, acabó simplemente aferrándose a los brazos que lo asían. Jonghyun separó sus labios y antes de que pudiera recobrar el aliento completamente Kibum ya los había vuelto a unir, besándolo tan salvaje como se sentía.


Jonghyun preveía una victoria y lo besó aún con más ganas, si es que eso era posible. Kibum se lo devolvía tan gustoso que, por poco, le pareció que estaba dentro de otro de sus sueños. En sus labios la negación había sonado tan natural que estarlo doblegando a punta de besos era demasiado fácil para ser verdad.


-Subamos -se atrevió a sugerir.


Kibum sonrió y lo besó de nuevo antes de atrapar las manos de Jonghyun entre las suyas y quitarlas de sus mejillas.


-No -respondió sin dejar de sonreír. Se apartó para entrar en el edificio, pero Jonghyun se movió rápido y lo atrapó. Su mirada lo decía todo, pero eso no era suficiente para convencer a Kibum. -Buenas noches.


Como si fuera así de simple.


Jonghyun entró en el auto con el sentimiento de que las cuentas no estaban completamente en su contra, pero no iba a decir que estaban mucho a su favor tampoco. ¿Cómo podía Kibum besarlo así y luego enviarlo a su casa?


Lo cierto era que ni Kibum sabía cómo.


Cuando el menor subió las escaleras y se adentró en su departamento, se dejó caer en el sofá y volvió a tener esa sensación de que Jonghyun lo hacía sentir demasiado bien. Más de lo que debería.


Quería poder decirse a sí mismo que Jonghyun era ese amigo que había estado buscando. Ese amigo con el que pasar tiempo, con el que pudiera hacerse cariño y con quien podía conversar de lo que le viniera en gana. Porque se suponía que esa había sido la idea inicial, era lo que le había dicho a Taeyeon, que quería tener una amistad como la que ellos dos tenían, pero con un hombre. Pero luego estaba lo que Taeyeon le había dicho. “If I were a man, this would be a romance.”


Y una parte de él quería que no fuera así, porque el romance no funcionaba para él, no se le daba; no había querido que se le diera. El sexo sin compromiso era más fácil. Y se suponía que era eso lo que tenía con Jonghyun, pero simplemente era que no se sentía así. No era sólo el sexo, era… todo. Eran las miradas, los besos y, sí obvio, el sexo. Todo se sentía demasiado íntimo como para acabar con un “sin compromiso”. Sobre todo cuando Jonghyun parecía tan empecinado en retomarlo cuanto antes sólo porque habían tenido sexo hacía unos días. Se sentía como si fuera una reconciliación o algo por el estilo.


Y eso lo volvía todo complicado. Dentro de su cabeza se volvía complicado, porque se suponía que ellos no tenían una relación sino una amistad y porque se suponía que no iban a tener sexo; porque se suponía que cuando había aceptado ser amigo de Jonghyun era eso y nada más, nada de derechos, ni beneficios, ni ventajas ni nada; porque Jonghyun era su jefe y no quería meter la pata de nuevo; porque debía separar su vida privada de su trabajo y claramente teniendo a su jefe de amante permanente eso no iba a ser posible ni en sueños. Y se le hacía mucho más difícil pensar de manera cuerda cuando todavía tenía el olor de Jonghyun debajo de su nariz y se le colaba en los pulmones a cada inspiración.


 


* * *


 


A pesar de que estaba esperando no sentirse derrotado, la actitud de Kibum no ayudaba a que la confianza de Jonghyun creciera. Todo lo contrario. A pesar de lo correspondido que se había sentido con los besos de esa noche, las siguientes tuvo que ver a Kibum irse con otro tipo. Un tipo X que tendría permiso de disfrutar de su compañía en lugar de él.


-Te falta sexo -lo atacó Minho por sorpresa días más tarde cuando hacían relevo en la caja. -Esa cara tuya -le explicó mientras tomaba asiento. -Te digo que no atrae clientes, menos vas a atraer a alguien que tirarte. Pero si no te tiras a nadie tampoco es muy probable que vayas a cambiar la cara.


-¿Por eso tú también tienes una cara de muerte? -le devolvió alzando una ceja.


-Algo así -contestó el pelinegro para su sorpresa. Lo había notado con una expresión rara, una expresión de cabizbajo como grapada a la cara durante todo lo que iba de semana, pero pensó que se le pasaría tarde o temprano. -Pero no estamos hablando de mí.


-Según tú, el sexo es la solución a todo.


-Posiblemente… Digamos que es una divisa de cambio fácil -acotó con una media sonrisa.


-Lo dices como si lo fácil fuera conseguirlo.


Lo que debía de ser cierto, al menos para Minho. A pesar de que notaba que ya no asediaba a las clientas del local, el pelinegro siempre había tenido cierta habilidad para convencer a distintas mujeres de ir a la cama con él. Y cuando decía distintas, era distintas. Altas, bajas, pelirrojas, morenas, rubias, nativas, extranjeras, jóvenes, mayores. Esa habilidad que él no tenía. No la había tenido cuando era joven, y no le había cogido la maña cuando decidió que lo suyo no eran las mujeres tampoco. Simple: él no era un ligón ni nunca lo sería.


-Y lo es -le corroboró su socio. Él sólo se lo quedó mirando como si esperase una explicación, una que Minho estaba muy dispuesto a dar. -Tienes dos opciones: o buscas a alguien dentro del perímetro que te interese, te acercas y saludas (en el peor de los casos te dirán que no hay interés en menos de lo que te cueste decir hola), o tomas tu celular y le envías un mensaje al primer contacto que creas te pueda seguir la corriente. Aunque quizás tengas que enviar un par de mensajes y luego quien responda primero, ¡bingo!


-No creo que esa sea mi solución.


-Entonces deberías buscar otra porque, como amigo, te digo que te falta sexo.


No pudo contenerse y roló los ojos. Ojalá fuera la falta de sexo lo que lo tuviera así. Además de no ser un ligón, Jonghyun tampoco era un adicto al sexo. Sí, había conseguido lo suyo de vez en cuando algún par de veces en el pasado, pero nunca se encontraba con un mismo tipo dos veces seguidas ni tampoco salía en búsqueda muy pronto después de haber satisfecho sus necesidades corporales. Era la falta de Kibum lo que lo tenía con esa cara de trasero, y tenía que reconocérselo a sí mismo, porque si no, explotaría con tanto dentro: Kibum lo atraía como abeja a la miel. Kibum lo hacía sentir demasiado. Tanto que ponerlo en palabras era un trabajo arduo. Con él había encontrado esta pequeña adicción al contacto, al calor ajeno, al cariño, fuese cual fuese su formato. Le gustaba Kibum, aún cuando pensar en verbalizarlo le daba náuseas y lo hacía sentirse como un colegial. Aún cuando para Kibum no fuera igual.


-No me falta sexo -negó.


-¿Ah, no? ¿Hay algo de lo que me haya perdido, tal vez? -inquirió Minho con los ojos bien abiertos.


-De nada, Minho, de nada. -Se alejó camino a la barra y le pidió a Lee un trago.


-¿Pasa algo? Te veo con cara de, no sé, preocupado -fue el comentario que le hizo Lee al entregarle su vaso.


-No sé. Minho dice que… nada, Minho dice tonterías. No, no me pasa nada. Gracias -dijo alzando el vaso y yendo a sentarse en una mesa en un rincón.


¿Por qué todo el mundo notaba cuando a él le pasaba algo? ¿O mejor dicho cuando no pasaba nada con Kibum? ¿Por qué las preguntas siempre lo atacaban a él? ¿Por qué no a Kibum? Miró al barman desde la mesa y lo notó sonriendo como si nada con un trío de jóvenes clientes. Por eso las preguntas no lo asediaban a él, porque a él no se le notaba en la cara, porque era posible que siquiera le afectara, después de todo era él quien decidía cuando sí y cuando no.


Se sacó el celular del bolsillo donde lo traía y bajó por la lista de sus contactos. Envió un solo mensaje. Quizás debía ser como Kibum, y de paso, hacerle caso a Minho por una vez en la vida, aunque sonara lo más descabellado que se le podría ocurrir.


 


-Te va a tocar cerrar -le dijo Jonghyun a Minho mientras se acomodaba la chaqueta.


-¿Y eso por qué? -le preguntó el otro como con indignación, y algo de sorpresa.


-Alguna vez que te toque, ¿no?


Lee, Minho y Kibum lo vieron salir, cuál más sorprendido que el otro. Esa noche siquiera se había ofrecido a llevar a Kibum a su casa, y él no había sido el único en notarlo.


-Supongo que me habrá hecho caso -le respondió Minho a Lee cuando éste le preguntó si sabía por qué Jonghyun se había ido apenas habían despachado a los clientes.


-¿Caso de qué? -inquirió Kibum intentando no parecer consternado.


Minho cerró la última cortina metálica y se puso de pie antes de contestarle.


-Le dije que le faltaba sexo y que, si quería solucionarlo, tenía dos opciones: buscar a alguien en el bar o buscar a alguien en los contactos de su teléfono.


El pelinegro se despidió y se dirigió a su moto, al tiempo que ambos barman se movían hacia la motoneta de Lee.


Durante los minutos de trayecto hasta llegar a su departamento, Kibum se preguntó dónde podía haber ido Jonghyun. Creía que no había ligado con nadie del bar, porque era obvio que tendría miedo de que Minho lo notara y, por lo que tenía entendido, nadie de sus conocidos sabía que Jonghyun era gay, ni él tenía conocimiento de que ninguno de sus antiguos conocidos lo fuera tampoco, así que no tenía a quién llamar. No fue hasta que cerró la puerta de su departamento que lo golpeó la gran posibilidad. Jaejoon.


Y cuando sintió esa certeza y una sorpresa que no creyó nada propia, envió también un mensaje a la única persona que podría contestarle a esas horas de la noche.


 


Jaejoon le había dicho que se fuera directo a su casa, le había enviado la dirección en un mensaje durante la noche y, apenas había entrado por la puerta, había sido atacado de frente.


-Pensé que nunca recibiría ese mensaje -le dijo Jaejoon mientras se subía a horcajadas sobre él en el sofá del salón.


-Para que veas -fue todo lo que dijo.


Jaejoon se mostró bastante complaciente y fácil de complacer. No era de muchos besos, pero sí de caricias extensas y algunas poco ortodoxas que Jonghyun obvió. Se desvistieron allí mismo sobre el sofá, rápido y desordenado. Jaejoon era tan fino y entallado como lucía vestido, y era incluso, quizás, más suave al tacto.


Jonghyun, al menos, por lo que duró el coito, no pensó en Kibum ni en nada de lo que hubiera pasado entre ellos, sino en lo sano que parecía ser tirarse a alguien sin pensar en lo que fuera a venir más tarde.


Una vez que hubieron acabado, ambos se quedaron viendo al techo. Pronto, Jaejoon se levantó del sofá y se calzó tanto la ropa interior como los pantalones antes de salir de la sala. Jonghyun se quedó un momento más en el sofá comenzando a cavilar lo que había pasado. Había ido allí en un arrebato y, aun así…


El dueño de casa se acercó a él con un vaso para cada uno, él cogió el suyo y le dio un sorbo. Whisky.


-Me acordé que era lo que tomaste ese día en tu bar. Asumí que te vendría bien.


Jonghyun tomó otro trago antes de darle las gracias.


-Estás lleno de sorpresas, Kim Jonghyun. Cuando te dije que había pensado que nunca me llamarías ni nada, lo decía en serio. ¿Por qué?


El moreno se lo quedó mirando, dejó el vaso a medio consumir en el suelo y se comenzó a arreglar la ropa mientras lo escrutó de regreso.


-¿Por qué qué?


-El mensaje. La última vez que nos vimos, pensé que estabas muy decidido.


-Pero me dejaste tu tarjeta.


-La esperanza es lo último que se pierde. Además -agregó, y frenó a Jonghyun de abotonar su camisa para luego pasar sus delgados brazos por los hombros de Jonghyun y acomodar sus manos tras su cuello. -no podía bajar las manos tan fácil después de tenerte tan cerca. Desde la universidad que tenía ganas de hacer esto, pero… me conociste -se le escapó una risa irónica mientras acercaba su boca a la de Jonghyun. -, siquiera lo hubiera sugerido, y por aquel entonces a ti no te interesaban los hombres.


Jonghyun lo besó y el licor en ambos labios le trajo la vaga sensación de un recuerdo que no se asemejaba a eso, pero que le era muy parecido.


-Ahora sí -dijo en un tono firme antes de dejarle otro beso de lleno en la boca y borrar, de momento, la sensación del recuerdo.


 


* * *


 


Taeyeon llegó el domingo por la mañana y se fue directo al departamento de Kibum. Casi aporreó la puerta.


-¿Taeyeon?


-I don’t see why the surprise -le dijo mientras entraba y luego le dio un beso rápido. Kibum iba sólo cubierto por unos calzoncillos y una playera vieja. -Tu mensaje sonaba alarmante. -Su tono era firme, parecía cabreada o cansada, no sabía decirlo. Tampoco sabía decir si era por él o por otra cosa.


-I wasn’t being rational when I sent it -le dijo en un tono neutral.


Taeyeon caminó y se estiró en el diván.


-What about now? -Kibum notó que estaba intentando relajarse.


-Now what?


-Are you being rational? -Se irguió un poco, apenas, la verdad, afirmándose en sus codos.


Kibum se demoró en contestar, quería decir que sí, pero no estaba tan seguro.


-You see what is going on here, don’t you? -lo presionó un poco más la chica.


-No, I don’t. What do you mean?


-Key, me enviaste un mensaje en mitad de la noche, diciéndome que apretabas el botón rojo. No te hagas el desentendido ahora.


-I wasn’t thinking. It took me by surprise -declaró sentándose de golpe en el sofá.


-That’s the point: it took you by surprise; and got me here early on a sunday.


-A todo esto, ¿cómo te viniste?


-Vine en el auto de una amiga, me regreso hoy mismo. -Había relajado el semblante, pero volvió a cambiarlo. -Do not change the subject -lo regañó.


Kibum parecía muy poco animado a regresar al tema por el que la rubia había ido allí en primer lugar.


-You know you are having feelings. -Hubiera preferido que agregara un right al final de la frase, le faltaba una duda a aquella afirmación, Taeyeon parecía demasiado segura.


-The only thing I know is what I told you: I was… puzzled. I didn’t expect it.


-You didn’t expect him to act exactly as you do? That’s unexpected -rebatió ella.


Él le evitó la mirada, él también sabía que haber reaccionado así era muy opuesto a su personalidad. ¿Qué le importaba a él lo que hicieran las personas con las que se había acostado una vez que había pasado de ellos?


-I don’t know… he was begging one day and the next…


-Why is that so goddamn unexpected? -Taeyeon volvía a parecer derechamente cabreada, se había levantado del diván y lo miraba hacia abajo, como si le hablara a un pre-escolar y esperara respuestas por un jarrón roto. -¿Por qué no te decides ya? ¿Por qué no aceptas que estás sintiendo algo por Jonghyun?


-No porque te haya enviado ese mensaje significa que me guste o que me pasen cosas con él. Pasó lo que pasó y ya.


-Si fuera así no me hubieras enviado nada. Lo sabes. ¿Por qué sigues tan empecinado en no involucrarte?


-¿Por qué lo estás tú?


Ella se calló unos segundos, Kibum presintió que había tocado una fibra sensible. ¿Por qué eso era ahora un tema para ellos? ¿Por qué Taeyeon no lo entendía si siempre había sido la única que podía?


-We are not talking about me. It’s not me who is in denial.


-I’m not in denial.


-Yes, you are. -Tuvieron una pequeña guerrilla de miradas, cada uno esperando porque el otro diera su brazo a torcer. -No sé por qué le dije a Jonghyun que se la jugara por ti. Es pérdida de tiempo para él. Pérdida de tiempo para mí. Eres un cabezota.


-¿Que le dijiste qué?


-Le dije que tenía fe en él. Es el único de los que te han rondado al que le he tenido fe.


-Estás loca. ¿Le cuentas sobre lo que pasó con Dongwoon y, más encima, lo animas?


-Si fue obvio para mí, tiene que haber sido obvio para ti. Jonghyun no fue tu típico modo de operar. Lo sacabas a escondidas esa noche que llegue, con otro te hubiera dado igual.


-¡Es mi jefe por la mierda!


-¿Cómo los vi despedirse? ¿Eso también era trato especial por ser tu jefe? Sabes que a cualquier otro lo hubieras despachado con un “hasta que se me ocurra”.


Para entonces ya estaban los dos de pie, casi gritando, con voces duras.


-Taeyeon…


-¿Qué?


-Nada.


-Say it.


Volvieron a mirarse tan profundo que parecían querer leerse los pensamientos.


-It was nothing. It is nothing.


-Kibum, hablo en serio. -El tono de ella era tan quieto como había sido el de él. -Jonghyun…


-Yo también hablo en serio, Taeyeon. Ese día…


-No tienes excusa… Ese día lo que pasó fue que te dio celos imaginarte a Jonghyun con otro.


-Ya, Taeyeon. Basta. -Su voz otra vez dura.


-Es que no te entiendo. -Estaba frustrada. Había discutido antes con Kibum porque ambos tenían personalidades fuertes y porque ambos eran unos cabezotas, pero esto parecía una batalla, y era nuevo… a la vez que daba miedo.


-¿Qué no entiendes? -pronunció mientras se volvía a dejar caer en el sofá y se pasaba las manos por la cara, desperezándose, intentando calmarse y no sonar prepotente. -Lo del mensaje fue una estupidez, era tarde, estaba cansado. Y aunque me pasaran cosas con Jonghyun, que no es el caso, no podría estar con él.


-¿Por qué no?


-Porque es mi jefe. -Taeyeon le dio una mirada de “esa excusa ya la escuché” que él amortiguó con otra excusa. -Porque todavía está en el closet y no es justo para mí. Porque está bien tirar de vez en cuando, pero creer que podemos ser algo más es… no sé, desmoronar la estabilidad que tengo. No puedo seguir perdiendo mi trabajo. Joonyoung necesita un papá que tenga claras las cosas.


-Joonyoung es tu pretexto. Tu pseudo-estabilidad. Te cuento que traer hombre tras hombre a tu departamento no es nada estable.


-A ti te funciona, ¿no?


-Otra vez. No-estamos-hablando-de mí -Kibum se había cruzado de brazos y parecía que estaba a punto de dar la conversación por finalizada. Ella no había manejado dos horas por carretera temprano en la mañana para que Kibum no la escuchara. -¿Hasta cuándo vas a ocupar a Joonnie de escudo? Un día va a crecer, no te va a necesitar y tú te vas a dar cuenta que has dejado escapar todas tus oportunidades.


-¿De qué oportunidades me hablas? ¿Oportunidad de qué?


-De tener a alguien. De tener una relación real con alguien.


-¿Y por qué mierda se supone que quiero algo así? -Kibum estaba en el límite mismo entre la voz fuerte y el grito. -No voy a estar con alguien que puede despedirme a la primera que algo vaya mal.


-Sabes que si fuera así, ya te habría pateado el trasero fuera de su bar; la primera vez que le dijiste que lo suyo no iba más, por ejemplo. Dime que no estoy en lo cierto -lo retó.


-Entonces, ¿qué?


-Abre los ojos, es lo único que quiero.


-¿Por qué?


Taeyeon no encontraba una respuesta que lo fuera a satisfacer.


-Porque te quiero.


Para ese punto ambos estaban cansados. Esa discusión estaba durando demasiado y ninguno parecía dispuesto a ceder.


-Déjame en paz, entonces. -La exasperación se le escapaba en cada palabra. -No puedo creer que estés dándome todo este sermón por un mensaje. -Sus manos volvían a tallar su cara.


-No puedo creer que haya venido hasta aquí sólo para darte un sermón… que siquiera vas a tomar en cuenta. ¿Sabes? Haz lo que quieras, pero luego no digas que no te lo dije cuando Jonghyun vuelva a irse con otro y esta vez no sea sólo por una noche.


No alcanzó a darse cuenta de que la rubia dejaba la estancia sino hasta que sintió la puerta cerrarse. No fue un portazo ni nada por el estilo. Taeyeon no se había ido enojada, se había ido molesta consigo misma, dolida, frustrada, exasperada. Y eso lo hacía sentirse mal. Pero no iba a dar su brazo a torcer. Había pensado que Taeyeon lo haría volver en sí, que le diría que siguiera con su rutina y que se olvidara de todo. Nunca creyó que iría a regañarlo, mucho menos que se pusiera de parte de Jonghyun. Justo ahora que el moreno parecía no necesitarlo.


 


Taemin pasó a verlo a la tarde siguiente de la visita de su hermana y, para su desgana, parecía tan contrariado como ella.


-Taeyeon vino a verme en la mañana. Es primera vez que la veo sinceramente enojada contigo. ¿Qué hiciste?


-Pensé que se iba ayer mismo. ¿No te contó?


-¿Cómo? ¿Llegó ayer? ¿Qué pasó?


Kibum suspiró. Taemin era aún más indescifrable que su melliza. Le había dicho en varias ocasiones que no debía meterse con su jefe, que afectaba a la tan mencionada estabilidad que buscaba para él y para Joonyoung, pero también le había dicho que debía establecerse y dejar de buscar amoríos pasajeros. Más de alguna vez le había recomendado directamente que se buscara una pareja estable. Si le contaba, no sabía si se encontraría con un aliado o con un oponente.


-Si te lo cuento, prométeme que no vas a armarme el mismo escándalo que ella.


Taemin lo miró algo extrañado, pero asintió.


Kibum le resumió lo que había ocurrido con el mensaje que le había enviado a Taeyeon algunos días atrás y luego le contó lo que había ocurrido en la disque-conversación que había mantenido con ella la mañana del día anterior. Cuando finalizó, pensó que recibiría la aprobación o el disgusto de Taemin, pero él se quedó callado.


-¿No vas a decir nada?


-Me dijiste que no te hiciera un escándalo.


Kibum no pudo evitar rolar los ojos.


-Bien me puedes decir cualquier cosa sin necesidad de un escándalo.


-Creo que por primera vez estoy de acuerdo con Taeyeon.


Lo que le faltaba.


-Genial. Tú, de entre todos, me dijiste que era un enorme error meterme con Jonghyun en primer lugar.


-No es en eso en lo que estoy de acuerdo con Taeyeon, bueno, en parte.


-Explícate.


-Estoy de acuerdo en que deberías asentarte y…, quizás, Jonghyun no sea una mala opción. -Taemin no iba a decir más, pero ya veía la queja en los ojos de su amigo, así que prosiguió. -Me refiero a que, como te dijo Taeyeon, él podría haberte echado hace mucho, si lo que pasó entre ustedes hubiera sido algo simple. Podrías no importarle. Pero no lo ha hecho y en cambio te sigue buscando. O lo hacía.


Kibum intentó reprimir una mueca, pero no pudo y Taemin intentó hacer como que no lo veía, pero también falló.


-¿De verdad te importó tanto ese día?


-Taemin apenas y le envié un mensaje idiota a Taeyeon. Estaba cansado, era tarde…


-Pero lo hiciste. Enviaste el mensaje, y se lo enviaste a quien creíste te iba a decir que era una estupidez. Si hubieras sido más inteligente me lo hubieras enviado a mí, yo sí te hubiera dicho que era una estupidez -aclaró con una sonrisa que Kibum no secundó. -Ahora todo se puso peor. La verdad, Taeyeon parecía más dolida que enojada.


-Eso pensé cuando se fue.


-¿Qué vas a hacer?


-De momento, pedirle disculpas no está entre mis planes. No mientras ella siga pensando igual.


-Me refería a Jonghyun.


-Nada. O sea, mañana tengo que ir a trabajar, pero no es como si las cosas han cambiado entre nosotros. La discusión la tuve con Taeyeon, no con él.


-¿Puedo preguntarte algo sin que tú me armes un escándalo a mí? -Kibum se limitó a hundirse de hombros, sin verbalizar un “qué más da”. -¿De verdad crees que no sientes nada por Jonghyun?


-¿Soy yo o esa pregunta parece truculenta?


-Yo también creo que sí estás sintiendo algo.


-¿Cómo-


-Esto no estaría ocurriendo si no fuera así. Te conocemos hace años. Sabemos cómo eres y cómo reaccionas.


El silencio se hizo patente. Kibum miró a Taemin y la sinceridad le brotó. Quizás fuese porque sentía que Taemin no lo estaba atacando como lo había hecho Taeyeon el día anterior.


-Tengo miedo.


-¿De qué?


-De que ustedes tengan razón.


 


* * *


 


En su búsqueda por demostrarse a sí mismo que los mellizos estaban equivocados, Kibum terminó haciendo lo contrario. No era que no se hubiera dado cuenta antes, pero los acostones de una noche no lo satisfacían como solían hacerlo. Esa misma semana se había dado contra las paredes con un tipo con el que siquiera logró calentarse. Se sentía estúpido. No buscaba convencer a nadie más que a sí mismo y ni eso conseguía.


¿Qué era lo que sentía por Jonghyun? ¿Desde cuándo?


 

Notas finales:

Traducciones:

Taeyeon: No veo por qué la sorpresa.

Kibum: No estaba siendo racional cuando lo envié.
T: ¿Qué hay sobre ahora?
K: ¿Ahora qué?
T: ¿Estás siendo racional?

T: ¿Sabes lo que está pasando aquí, no?
K: No, ¿a qué te refieres?

K: No estaba pensando. Me tomó por sorpresa.
T: Ese es el punto, te tomó a ti por sorpresa, y me hiciste venir aquí temprano por la mañana un día domingo.

T: No me cambies el tema.

T: Sabes que estás sintiendo algo.
K: Lo único que sé es lo que te dije: estaba... confundido. No me lo esperaba.
T: ¿No te esperabas que él hiciera lo mismo que tú haces? Eso es inesperado.
K: No lo sé... estaba rogándome un día y al otro...
T: ¿Por qué rayos te sorprende tanto?

T: No estamos hablando de mí. No soy yo la que está en estado de negación.
K: No estoy en estado de negación.
T: Sí, lo estás.

T: Dilo.

K: No fue nada. No es nada.

_____ * ______

 

No me maten! Sé que esto parece una montaña rusa, pero los sentimientos son raros y el Jongkey lo sabe xP

Déjenme sus reviews! Muchas gracias a las personas que ya me han dejado los suyos! <3 Son un amor! ^^

Les cuento que durante la semana estaré subiendo un two shot, también Jongkey, un proyecto que llevaba varado en un word hace años (no es broma) y recién ahora está viendo la luz... es una adaptación de un cuento que me gusta mucho... bueno ya sabrán cuando lo publique y si les interesa leerlo (:

Bueno, ahora me retiro, espero que les haya gustado! Saludos, y nos leemos! n-n

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).